SUBIDA SANTA MARÍA DE LA ALAMEDA

Con dos de los tres títulos principales en juego ya decididos en la penúltima cita del certamen, la disputada en Andorra a mediados de septiembre, el Campeonato de España de Montaña llegaba a su prueba final, la nueva subida de Santa María de la Alameda, con su interés deportivo claramente mermado. Los campeones de las categorías 2 (Javi Villa) y 3 (Humberto Janssens), no iban a ser de la partida, y de la lista de preinscritos y la oficial de inscritos de la nueva prueba madrileña del campeonato se acabarían cayendo, además, unos cuantos nombres para acabar dejando en sólo 47 el número de los que, finalmente, pasaban las verificaciones el viernes por la tarde cuando llegábamos a la novedosa ubicación del muy esperado retorno del nacional de España a la Comunidad de Madrid.

Un retorno que, desgraciadamente, se iba a complicar lo suyo, como explicaremos más adelante, y que iba a tener como escenario un trazado de cinco kilómetros, tal vez más ‘rallyero’ que ‘montañero’, caracterizado por su no muy ancha carretera (eso si, con piso de buen agarre), y por su notable rapidez. De hecho, que finalmente el ganador acabase superando los 135 km/h de media, pese a no disputarse ninguna manga del fin de semana sobre piso totalmente seco, habla bien claro de lo veloz del trazado de la sierra oeste madrileña. Un recorrido exigente y técnico, sobre el que se iba a dilucidar el título de Campeón de España de la categoría 1, entre César Rodríguez y Joseba Iraola, así como acabar de definir los correspondientes a las copas de los grupos CM+ (que también se jugaban el gallego y el vasco), H, A2 y A+, aunque en el caso de estos tres últimos se trataba de una mera formalidad, ya que en el de los históricos a su líder, Óscar Oviedo, la bastaba con terminar, mientras que en los otros dos, sus únicos aspirantes, Miguel Ángel Clemente y Carlos Rodríguez, sólo necesitaban ser de la partida para asegurárselos.

Óscar Palacio volvió a competir en una prueba del nacional de montaña y se llevó la victoria con el Silver Car EF10

Joseba Iraola terminó segundo con su Demon Car y se adjudicó el Campeonato de España de la categoría 1 y la Copa de España del grupo CM+

La última victoria del año en la categoría 3 fue para el ya campeón del Grupo GT, José Antonio Aznar, muy superior con su Porsche

PONGAMOS QUE HABLO DE MADRID

Desde la disputa de la Subida a Morcuera de 1978, el Campeonato de España de Montaña no había vuelto a tener una prueba puntuable en la zona centro de la península. Y aunque sólo sea porque competir ‘allá donde se cruzan los caminos’ (¡que diría Joaquín Sabina!) siempre supone un desplazamiento más corto para los que acudimos desde la periferia, que somos la mayoría de los implicados, de un modo u otro, en el certamen nacional, pienso que a casi todos nos pareció una magnífica noticia el retorno del campeonato a territorio madrileño.

Además, la cercanía de la capital siempre suele tener el posible impacto positivo de la mayor presencia de medios de comunicación, representantes de marcas y patrocinadores… o al menos eso es lo habitual cada año con motivo del cierre de temporada del Campeonato de España de Rallyes de Asfalto en la prueba que organiza el RACE y tiene su centro neurálgico en el circuito del Jarama. Pero, claro está, una cosa es tener la base de operaciones de la competición (y buena parte de su recorrido) en el trazado de la carretera de Burgos, a tiro de piedra de la capital, y otra muy distinta ubicar la carrera en una pequeña población situada a más de 1400 metros de altitud y a una hora de coche de la gran ciudad. Por no hablar, naturalmente, de que el ‘tirón’ del nacional de rallyes, aun en horas bajas como está actualmente, siempre va a ser mayor que el que pueda suscitar el de montaña, por muchos que a algunos nos gusten más las ‘carreras en cuesta’ que los ‘tramos cronometrados’.

De todas formas, incluso siendo conscientes de todo lo anterior, terminar el campeonato en la Comunidad de Madrid nos parecía (y nos sigue pareciendo) una excelente idea… aunque también es cierto que nos daba un poco de miedo el hecho de que el escenario elegido, Santa María de la Alameda, fuese totalmente nuevo en estas lides, más allá de la disputa de algún rallysprint regional en la zona, cuyo trazado había sido, además, diferente al que se iba a utilizar en la subida con la que se pondría punto final al Campeonato de España. Con una localización a estrenar y una organización de fuera de la zona, la empresa andaluza RS Sport (que, entre otros eventos, se encarga habitualmente de la subida de Estepona), era lógico pensar que pudiesen surgir dificultades, más que nada porque si ya resulta complicado poner en marcha una prueba de estas características en un sitio que conoces bien, mucho más complejo ha de ser hacerlo ‘fuera de casa’, en un lugar totalmente nuevo y que no es tu entorno habitual.

Pese a sufrir un fuerte golpe en los entrenos del domingo, Pantxo Egozkue acabó tercero de la general con su Silver Turbo

César Rodríguez lo intentó todo pero no pudo con Iraola y tuvo que conformarse con el subcampeonato en la categoría 1 y en CM+

Segunda posición en la categoría 3 y victoria en el regional madrileño para Javier García con su Mitsubishi EVO VI

Y, en efecto, las cosas se complicarían, y mucho, en este retorno del Campeonato de España de Montaña al centro de la península. A ello contribuían, además, de forma decisiva unas condiciones climatológicas tremendamente adversas, un exceso de celo por parte de las fuerzas de orden público (cuyo despliegue resultaba desmedido para las características del evento), y una infraestructura no del todo adecuada para las exigencias que hoy día tiene una subida del nacional. Con tantos factores en contra, casi resulta hasta milagroso que, pese a todos los problemas que fueron apareciendo, al final se acabase disputando una competición que, por momentos, estuvo pendiente de un hilo, haciendo que casi apeteciese ‘perseguir el mar dentro de un vaso de ginebra’ como hacen, para evadirse de los problemas, los niños de la canción de Sabina.

De hecho, a media mañana del sábado, cuando los responsables de tráfico no estaban por la labor de que los coches no matriculados (siempre un buen número en una prueba de montaña, sean barquetas, CMs o turismos y GTs procedentes de circuitos), circulasen desde el parque cerrado (ubicado más allá de la zona de meta, en Navalespino), hasta las diferentes zonas de asistencia (cinco en total, que la falta de espacio había obligado a situar en diferentes puntos de la localidad de ‘La Estación’, a pie de prueba), la frase de ‘cargamos y nos vamos para casa’ empezó a ser más que repetida por parte de los miembros de varios equipos. Y cuando tras muchas conversaciones y discusiones, se acabó imponiendo la lógica y, aunque fuese ya con notable retraso respecto al horario previsto, los coches empezaron a bajar escoltados en caravana, surgió otro obstáculo, o más bien un par de ellos… y lo de obstáculo es, en este caso, literal. Justo antes de la línea de salida, y unos metros más allá, en el camino a las zonas de asistencia, había dos de esos pasos de peatones elevados tan habituales en las carreteras que atraviesan núcleos urbanos, cuyo fin es obligar a los conductores a recudir drásticamente la velocidad si quieren atravesarlos sin dañar sus coches. Pero lo que para un turismo de uso diario es sólo un molesto incordio, para los CMs y barquetas se convierte en una barrera casi infranqueable, que seguía ahí pese a que, en teoría, debería haber desaparecido antes del inicio de la prueba, tal y como se supone que unos y otros, federaciones nacional y autonómica, organizadores y autoridades regionales y/o locales habían acordado previamente.

Pero, sea como fuere y por culpa o negligencia de quien fuese, el caso es que los badenes, resaltos, o como se llamen, seguían ahí cuando la caravana bajaba camino de la asistencia. Y, poco después, en el momento en que algunos de los CM quedaron ‘empanzados’ en ellos y hubo que hacerlos pasar a empujón y con sumo cuidado, los que ya estaban bastante enfadados después de todas las discusiones previas, acabaron por decidir que ya habían tenido bastante y, definitivamente, se fueron para casa todos los competidores de la categoría 2 (el BRC de Jonathan Álvarez y los Speed Car de Castillo, Cazorla y el local Alomar), y tres de la categoría 1 (la Norma de Ángela Vilariño, y los BRC de Garikoitz Flores y Toni Ariete). Una decisión que siempre es dura de tomar para quien ha puesto esfuerzo (y gastado tiempo y dinero) en acudir a una competición, pero que uno no podía menos que comprender viendo como estaban las cosas al final de la mañana, bajo un intenso diluvio que aun complicaba más todo. Del resto de competidores con barquetas y CMs, Joseba Iraola y César Rodríguez, que se jugaban el título de la categoría 1, así como Esteban Perea y Juan Buenaventura, decidían quedarse y procuraban superar los dos pasos de cebra elevados con el máximo tiento posible, siendo uno menos el que tenían que atravesar los Silver Car EF10 de Pantxo Egozkue y Òscar Palacio, cuya asistencia estaba ubicada junto a la carretera donde estaba la salida, lo que les permitía ‘librarse’ al menos del primero de los dos obstáculos.

Primer podio en la general de carrozados para Juan Trino Galera, tercero con su JTR S600

Jesús García completó el doblete familiar en el Campeonato de Madrid y acabó cuarto de carrozados del nacional

Victoria en grupo N y quinta posición en la categoría 3 para Francisco Jiménez con el Subaru

Así que, finalmente, hubo carrera, aunque con nada más que cuarenta participantes, de los que quince tomaban parte sólo en el regional, lo que dejaba en un paupérrimo total de veinticinco los competidores en las dos categorías del campeonato de España que iban a repartir puntos, la 1 y la 3, toda vez que la 2 resultaría desierta tras la renuncia de sus cuatro inscritos. Triste y pobre colofón para el campeonato que no debería haberse producido si las cosas se hubiesen hecho como se supone han de hacerse en estos casos. Qué es ni más ni menos que no metiendo en el calendario directamente una competición sin que haya realizado antes la prueba en la que pasar la preinspección previa para detectar las posibles anomalías y ver si es adecuada o no para su puntuabilidad nacional. Algo que comentábamos con varios responsables federativos, y sobre lo que alguno incluso nos daba la razón, aunque también nos indicaban todos ellos que, dada la escasez de pruebas puntuables para el campeonato estos últimos años, se ha flexibilizado el método de inclusión de pruebas en el mismo y de ahí que en este caso (y en algún otro anteriormente) no se haya requerido la preinspección.

Lo que tal vez deberían analizar a fondo quienes deciden en estos casos es el por qué de esa escasez de subidas en el nacional, de cuyo calendario se han ido cayendo, en poco tiempo, una serie de pruebas a las que se exigió siempre mucho más de lo que ahora se pide y que, al ver que daban más de lo que recibían por ser puntuables para el campeonato de España, han abandonado el certamen. Varias de ellas (y otras cuantas que ni se plantean meterse en el lío que supone ser puntuables para el Campeonato de España), viven ahora más felices como eventos regionales pero con inscripciones en muchos casos notablemente superiores a las que les aportaría su validez nacional… y ello con menores costes organizativos y muchos menos quebraderos de cabeza para sus responsables que los que tuvo en Santa María de la Alameda el de RS Sport, Rafa Arjona, a quien durante muchos momentos del fin de semana imagino pensando eso de ‘que me lleven al sur donde nací’ que también dice Sabina en su canción sobre Madrid.

Canción que me rondó por la cabeza durante todo el fin de semana, por aquello de que, será casualidad, pero casi cada vez que acudimos a Madrid a una prueba de validez nacional acaban pasando ‘cosas raras’(o, al menos, de esas que en otros sitios no se suelen consentir), y que terminó resultando profética, además, en otros de los versos de su letra como esos de ‘las estrellas se olvidan de salir’ o ‘el sol es una estufa de butano’, que se cumplieron al pié de la letra de tan cubierto de nubes y niebla estuvo el cielo a lo largo de los casi tres días que pasamos en Santa María de la Alameda. Un enclave situado a tiro de piedra del fastuoso Escorial y en un entorno natural magnífico. Un sitio que, justo es decirlo, nos gustaría volver a visitar, aunque sólo sea por la hospitalidad y amabilidad con que sus gentes nos acogieron, desde su Alcaldesa, Begoña, todo sencillez y naturalidad, hasta Mercedes y todo el personal y la clientela del Bar Avenida, en Robledondo (nuestra ‘base de operaciones’ durante el fin de semana), pasando por David, el asturiano de Laviana afincado en la zona desde hace años, quien, junto con un buen grupo de amigos, desafió al mal tiempo para disfrutar de una competición cuyo desarrollo estrictamente deportivo será ya el protagonista en lo que resta de esta última crónica del año sobre nuestro siempre querido y, desgraciadamente, muchas veces maltratado, Campeonato de España de Montaña.

Quinta posición en la categoría 1 para Esteban Perea con el Silver Car S2 de MT Racing

Sexta plaza en carrozados del nacional y tercera en el regional para el Renault Clio R3 de Daniel Ron

José Blanco Rosales ya era campeón del grupo N y en Madrid completó la temporada acabando segundo

LA BUENA RACHA DE ÓSCAR PALACIO CONTINÚA

Dejando aparte el percance del rallysprint de Castropol que, de todas formas, acabó siendo el detonante para su victorioso estreno en el Montaña Central al volante de un Fiesta R5, el caso es que Óscar Palacio lleva un par de meses de esos que cualquier piloto desearía. Primero fue su muy notable rallye en el ‘Princesa de Asturias’, después su podio absoluto en el nacional de asfalto, en Llanes, luego su ya comentado triunfo en ‘el Carbón’ y ahora, para rematar la faena, ha llegado su victoria en la cita final del Campeonato de España de Montaña en la subida de Santa María de la Alameda. Un triunfo que resultó, además, bastante más complicado de lo que los cronos puedan hacer pensar.

El sábado, después de que, en pleno lío del inicio de la prueba (que acabó arrancando con alrededor de media hora de retraso y cierta confusión en cuanto al procedimiento de traslado desde asistencias a salida), ninguno de los dos Silver Car EF10 llegasen a tiempo de participar en la primera manga de entrenos, el piloto asturiano sólo tuvo una subida de práctica para volver a tomarle la medida al coche que había pilotado anteriormente allá por mayo en Muncó, antes de ‘atacar’ la primera de las dos mangas oficiales previstas en el programa del sábado. Aun así, el langreano marcó el mejor tiempo tanto en la segunda de entrenos como en la primera de carrera, disputadas ambas sobre un piso totalmente empapado por la lluvia que cayó de forma casi constante a lo largo del sábado. Sin embargo, un problema en el embrague de su montura dejó a Óscar sin crono en la segunda oficial, lo que le obligaba a sumar un buen tiempo en la restante subida de carrera, la que se celebraba el domingo por la mañana.

Así que cuando el segundo día de competición amaneció como lo hizo, con niebla espesa y lluvia aun más abundante e insistente que la víspera, las opciones de victoria del asturiano parecían diluirse. Sin embargo, la niebla acabó levantando lo suficiente como para permitir el desarrollo de la prueba, y la lluvia decidió darnos, por fin, una tregua, lo que convertía en decisiva la manga final, que se iba a disputar con piso todavía mojado pero en las mejores condiciones de todo el fin de semana. Entonces, cuando Palacio se disponía a ponerse en marcha para el último asalto, se detectaba la rotura de la admisión en su Silver. Parecía que esa iba a ser la puntilla a sus posibilidades, ya que no iba a haber tiempo de hacer siquiera un arreglo de emergencia.

Pero cuando estás en racha nada te puede detener. instantes después se producía un largo parón, cuando el Mitsubishi de Bufi se detenía al ver el AX de Iván Conde estrellado contra el pretil del estrecho puente situado en la parte inicial de la prueba. Los tres siguientes en tomar la salida tenían que dar la vuelta y entre que se retiraba el coche accidentado y se reiniciaba la prueba, Óscar y su equipo hacían uso de las siempre mágicas capacidades de las bridas y la cinta americana para improvisar un ‘apaño’ que mantuviese lo más apretada y estanca posible la caja de admisión del EF10 durante los poco más de dos minutos que invertía el asturiano en completar la rápida subida madrileña.

El apresurado arreglo surtía efecto y el Silver de Palacio cruzaba la meta en 2:12.508, tiempo que sería el mejor absoluto del fin de semana y que, sumado al 2:18.390 del día anterior, significaba la victoria al scratch para Óscar en su retorno al Campeonato de España de Montaña… ¡y su cuarto triunfo en poco más de un mes! Y digo cuatro porque tan victorias son para el langreano sus primeros puestos en el Campeonato de Asturias del Princesa y el Llanes, como su primera plaza absoluta en el Montaña Central. Así que, definitivamente, Óscar Palacio está en racha, ya saben a que atenerse sus rivales en las tres pruebas que aun restan del regional asturiano de rallyes.

Miguel Ángel Clemente sumó el título del grupo A+ acabando octavo de carrozados en su cuarta participación del año

Título de A2 y noveno puesto en la cita final del certamen para Carlos Rodríguez y su Mini Cooper

Vicente Bufí completó los diez primeros de la general de carrozados con su Mitsubishi EVO IX

PARA JOSEBA IRAOLA EL TÍTULO DE LA CATEGORÍA 1

A nivel de Campeonato de España, el principal interés de la Subida de Santa María Alameda era la lucha por los títulos de la categoría 1 y del grupo CM+ entre Joseba Iraola y César Rodríguez. En el primer caso, la ventaja era bastante clara para el piloto vasco del Demon Car, a quien bastaba ser sexto si su rival no terminaba entre los dos primeros, cuarto si el gallego del BRC era segundo, o tercero si César conseguía la victoria. Resultados que, con seis participantes en la categoría 1, y dos de ellos, además, los Silver EF10 turbo de Óscar y Egozkue, claros candidatos a terminar por delante de los CM, dejaban realmente, salvo sorpresas, pocas opciones al de Pontedeva. En el segundo certamen en juego, en cambio, el de la Copa de España de CM+, la situación era de auténtico cara o cruz, ya que quien de los dos terminase por delante del otro se iba a llevar el título.

De todas formas, si César Rodríguez lo tenía complicado, peor aun se lo puso el tiempo, ya que sin haber podido conseguir gomas para agua nuevas, el gallego sufría lo suyo el sábado sobre piso mojado con neumáticos viejos y veía, impotente, como su rival no sólo le superaba sino que se permitía el lujo de meterse entre los dos potentes Silver. Y es que Joseba Iraola no quería confiarse pese a que todo parecía a su favor y salía a por todas desde el inicio. Con la relativa tranquilidad que le daba la presencia en la asistencia del patrón de Demon Car, Santi Guitart, con su propia unidad del R34 Plus como preciado almacén de recambios ‘por si acaso’, el piloto vasco tomaba clara ventaja el sábado, acabando la jornada incluso al frente de la tabla, con el mejor crono absoluto en la última oficial, por delante del Silver de Egozkue, y con más de cinco segundos de margen respecto a su rival en la pelea por el título si teníamos en cuenta sólo el registro más rápido de cada uno en las dos oficiales del primer día… un margen que se elevaba por encima de los quince en el cómputo total de las dos mangas.

Así que el domingo, ya sin lluvia cayendo sobre Santa María de la Alameda, César se lo jugaba todo a una carta, montaba slicks en su BRC, optando además por usar las gomas más anchas en el tren trasero, y apostaba fuerte en busca del milagro que necesitaba para darle la vuelta al resultado. Pero aun sin que cayese ya más agua del cielo, y pese al buen drenaje del asfalto, el piso estaba aun muy deslizante y los neumáticos rayados que montaba un lógicamente más conservador Iraola eran la mejor opción. Joseba bajaba hasta el 2:16 mientras César, con un coche que había perdido todo su equilibrio con la arriesgada monta de slicks anchos atrás y estrechos delante, se quedaba en un lejano 2:28, peor incluso que su crono más rápido de la víspera. Los dos títulos viajaban, definitivamente, camino del País Vasco para alegría de los entusiastas seguidores del piloto del Demon, que era recibido con la clásica ‘ducha de cava’ cuando llegaba al parque cerrado. La incontenible alegría de Joseba y su gente contrastaba con la decepción y tristeza en el rostro de César. Los dos se fundían, poco después, en un sincero abrazo de felicitación que resumía en un instante lo mejor de su lucha durante todo el año, una pelea dura pero extraordinariamente deportiva en la que ambos han dado todo lo que tenían en busca de esa victoria que, al final, sólo puede ser para uno por mucho que los dos la pudiesen merecer.

Otro local que destacó por su rapidez fue Martín Scarpina, undécimo en la categoría 3 del nacional y quinto del regional

Óscar Oviedo rubricó el título del grupo H con una nueva victoria en la cita final del certamen

Antonio Noguera lideró entre los históricos el sábado cuando la pisa estaba más deslizante

AZNAR CIERRA EL AÑO CON VICTORIA EN CARROZADOS

En la categoría 3, el ya campeón, Humberto Janssens, una vez asegurado en Andorra su segundo título consecutivo, no acudía a la cita final del año. Y Fombona, ausente en Alp y Andorra pero que había aparecido en la lista provisional de participantes de Santa María de la Alameda, no figuraba en la definitiva ya que apenas unos días antes de la prueba su flamante Audi R8 LMS partía, con camión y todo, camino de Grecia, recién adquiridos ambos vehículos por un comprador heleno.

El que si estaba entre los que finalmente se presentaban en la localidad de la sierra madrileña era, en cambio, José Antonio Aznar. El almeriense ya tenía asegurados tanto el subcampeonato de carrozados como el título de GT, pero no por ello quería dejar de competir en la última prueba de esta temporada que ha supuesto su retorno al nacional de montaña tras un año y pico más centrado en los rallyes que en las subidas. Una temporada que Aznar quería cerrar a lo grande, consiguiendo esa victoria que se le había resistido en las seis citas anteriores, culminadas todas ellas con puestos en los dos peldaños del podio que están más cerca del suelo.

Y, en efecto, esta vez no se le iba a escapar el triunfo al piloto andaluz, que dominaba con claridad, al volante de su Porsche, al resto de participantes en la categoría 3 del nacional. De hecho, sobre el resbaladizo asfalto que iba desde ‘La Estación’ a la parte alta de Santa María de la Alameda, Aznar no se conformaba sólo con batir al resto de carrozados sino que, además, les ‘echaba carreras’ a los CM, acabando el fin de semana con el segundo mejor absoluto en la manga final, sólo superado por el Silver EF10 de Óscar, y a un paso del podio de la general scratch que, pese al fuerte golpe sufrido en la manga de entrenos del domingo, completaba Pantxo Egozkue, tercero en el cómputo total, por detrás de Joseba Iraola, gracias a sus cronos del sábado.

Por detrás de Aznar, la segunda plaza de la categoría 3 tenía también un dueño muy definido desde el primer momento: Javier García. Con su EVO VI ‘look Makinen’, el joven piloto madrileño marcaba el segundo mejor tiempo de los carrozados en las tres subidas oficiales y, lo que era más importante para sus intereses, se imponía en las dos carreras puntuables para el Campeonato de Montaña de la Comunidad de Madrid, que dejaba virtualmente sentenciado a su favor con este doble triunfo en Santa María de la Alameda. Su más inmediato perseguidor en la clasificación del regional era su padre, el veterano Jesús García, que estaba a un paso de acompañar a su hijo en el podio del nacional, como tercer clasificado, además de hacerlo en el regional, donde la familia de montañeros madrileños lograba el doblete en las dos carreras. Desafortunadamente para Jesús, el embrague de su Porsche desfallecía el domingo, lo que unido a la notable mejoría en sus cronos por parte de Juan Trino Galera, que había ido afinando los reglajes para piso mojado de su JTR a medida que avanzaba el fin de semana, dejaba finalmente el tercer escalón del podio nacional en poder del piloto-constructor almeriense. Un resultado que era merecida recompensa para el trabajo llevado a cabo durante toda la campaña por el de Tíjola y su fiel mecánico Antonio, segundo y único miembro del pequeño equipo almeriense en muchas carreras.

Rubén Velázquez fue cuarto en las dos carreras del Campeonato de Madrid con su precioso Ford Escort Cosworth

Pedro Flores se quedó practicamente sólo en la categoría de monoplazas del certamen regional

Buenos cronos de Alcides Pinho con su Citroen C2, que clasificó sexto del campeonato madrileño

Ya bastante más lejos en los cronos, la quinta plaza de carrozados acababa en poder de Francisco Jiménez. El cordobés del Subaru cerraba de este modo la temporada con victoria en el grupo N, título que ya estaba en manos de otro andaluz, el malagueño José Blanco Rosales, segundo entre los ‘derivados de la serie’ y séptimo de carrozados en la prueba final del certamen. Entre ambos se intercalaba otro piloto del regional madrileño que destacaba a lo largo de todo el fin de semana por su rapidez, mi tocayo Dani Ron, sexto del nacional de carrozados y tercero del campeonato de Madrid con su bien afinado y mejor presentado Renault Clio R3.

Dos andaluces más salían de Santa María de la Alameda con trofeos de campeones nacionales en sus respectivos grupos: Miguel Ángel Clemente, octavo con el Abarth Grande Punto S2000 y vencedor de la Copa de España del grupo A+, y Carlos Rodríguez, noveno con el Mini Cooper y ganador en la reservada a los A2. En ambos casos, los dos han sido los únicos en alcanzar el mínimo de cuatro participaciones que exige el reglamento para poder optar a los títulos en juego. En el grupo H, al menos ha había dos competidores más o menos asiduos a lo largo del año, el catalán Óscar Oviedo y el levantino Antonio Noguera. Los dos se enfrentaban de nuevo a Santa María de la Alameda, aunque el título estaba poco menos que asegurado para el del GT Turbo, a quien le bastaba con acabar para lograrlo. Un trámite que Óscar se aseguraba completando sin correr excesivos riesgos las dos subidas oficiales del sábado, en las que era superado con cierta claridad por Antonio y su bonito Lotus. El domingo, ya sin nada que perder y con el piso, además, en mejores condiciones, Oviedo se ‘tiraba’ con ganas y conseguía darle la vuelta al marcador para acabar ganando también el último duelo con su veterano rival, que acogía con gran deportividad la derrota cuando ambos charlaban muy distendidamente al término de la prueba. La suya también ha sido otra de esas rivalidades en las que la deportividad ha sido máxima. Verlos, una vez concluida la ‘pelea sobre el asfalto’, compartir bromas y sensaciones de forma tan natural pese a la notable diferencia de edad entre ambos nos dejaba otro de esos buenos momentos que suelen ser tan habituales en la montaña y que son más escasos en otras especialidades más profesionalizadas del mundo del motor.

Por este tipo de detalles de buen ambiente entre sus participantes, además de por la belleza de los paisajes en que se disputan las pruebas o por la variedad de mecánicas que compiten en ellas, seguimos amando la montaña… incluso cuando hay momentos, como los que hubo durante el pasado fin de semana, en los que, entre el mal tiempo y los problemas de uno y otro tipo, se te pasa por la cabeza eso de ‘¿pero que c…. hago yo aquí?’. Así que vamos a acabar la última crónica del año sobre el Campeonato de España de Montaña del 2016 (que empezaba en Estepona con signos de mejoría y optimismo pero ha acabado poco menos que de cualquier manera y por los pelos en la sierra Oeste de Madrid), tratando de quedarnos con los buenos recuerdos, esperando que el año que viene estos superen a los malos y deseando que en los meses de la pausa invernal se tomen decisiones por quienes tienen ‘mando en plaza’ para que el del 2017 sea mejor. Por nuestra parte, trataremos de seguir aportando nuestro pequeño granito de arena, en forma de estos reportajes y, si los organizadores siguen confiando en nosotros para la tarea iniciada este año, de los resúmenes para televisión de sus pruebas, uno de los puntos incluidos en aquel listado de propuestas para mejorar la montaña que proponíamos hace ya un par de temporadas del que, desgraciadamente, pocas cosas se han hecho.

Carlos Peña acabó séptimo del Campeonato de Madrid con su Hyundai Accent en la carrera 2

Octava plaza del regional para Eva Arroyo y su Renault Clio de grupo N

El más rápido de los bonitos Simca que compitieron en el regional fue el de Jorge López

Texto y fotos: Daniel Cean-Bermúdez

FICHA DE LA PRUEBA

Denominación

1ª SUBIDA SANTA MARÍA DE LA ALAMEDA

Fecha

21, 22 y 23 de octubre de 2016

Organizador

RS Sport

Putuabilidad

Campeonatos de España y de Madrid de Montaña

Web Oficial

www.subidasantamaria.com

Inscritos

56

Tomaron la salida

40

Participantes Cto.España

cat. 1: 6, cat. 2: 0, cat. 3: 16

RECORRIDO

Mejores cronos en cada grupo (records nuevo recorrido):

Grupo

Piloto (coche)

Tiempo

E2-SC

Óscar Palacio (Silver)

2:12.508

CM+

Joseba Iraola (Demon)

2:16.000

GT

José Antonio Aznar (Porsche)

2:21.017

E1

Javier García (Mitsubishi)

2:32.013

E2

Juan Trino Galera (JTR)

2:33.234

N

Francisco Jiménez (Subaru)

2:36.154

R

Daniel Ron (Renault)

2:36.590

A2

Jesús García (Porsche)

2:37.228

A+

Miguel Ángel Clemente (Abarth)

2:39.762

H

Óscar Oviedo (Renault)

2:46.310

CLASIFICACIONES

SCRATCH

CATEGORÍA 1

CATEGORÍA 2

CATEGORÍA 3

Clasificaciones de todas los mangas y categorías en www.tiemposonline.com

ASÍ ACABÓ EL CAMPEONATO

CATEGORÍA 1

Pos.

Piloto

Puntos

1

Joseba IRAOLA

123

2

César RODRÍGUEZ

113

3

Manuel AVILÉS

84

CATEGORÍA 2

Pos.

Piloto

Puntos

1

Javi VILLA

150

2

Jonathan ÁLVAREZ

100

3

Juan CASTILLO

80

CATEGORÍA 3

Pos.

Piloto

Puntos

1

Humberto JANSSENS

145

2

José Antonio AZNAR

121

3

José Antonio LÓPEZ-FOMBONA

65

Clasificaciones oficiales completas de todas las categorías (fuente: www.rfeda.es)

POSTALES

Casi cuarenta años después el Campeonato de España de Montaña volvió a Madrid...

...y un coche de entonces tuvo el honor de ser el primero en salir...

...José Ramón Rodríguez es el orgulloso propietario del precioso 'Genito Órtiz réplica'

Estilo viejos tiempos también para la asistencia, con los equipos mezclados con las casas de la localidad

Uno de los badenes de la discordia, el situado a la entrada del pueblo...

...y el otro, colocado justo antes de la línea de salida

Nos quedamos con las ganas de ver en acción a Jonathan Álvarez con su nuevo BRC B49 ex-Javi Villa

El perfecto antídoto para el dominio Mercedes en la F1, cruce de Ferrari y 'Bull'... ¡aunque no sea 'Red'!

Los García, padre e hijo, dos viejos conocidos del nacional de montaña con los que nos reencontrábamos en la prueba madrileña

¿Agresiva política comercial o fomento del transporte ecológico para la tala de árboles?

Aparcar en esta calle está de lo más extrañamente restringido

Recomiendan 70 pero para ganar en Santa María de la Alameda había que ir bastante más deprisa

Tal y como fue el fin de semana diría que más que mojada... ¡empapada!

La lluvia no asustó al asturiano David y sus amigos...

...ni tampoco a estos entusiastas aficionados

Alguno no esperó a que secase la pintura

Andaluces contentos: Jiménez (ganador de grupo N), Clemente (campeón de grupo A+), Rosales (campeón de grupo N) y Aznar (campeón de GT)

La Jamoneta fue punto de avituallamiento en el tramo...

...y nos sirvió unos deliciosos bocatas de tortilla al acabar la entrega de premios

Trofeos para casi todos, los de los tres primeros especialmente originales

Este joven aficionado tenía claro quien iba a ser el campeón de la categoría 1...

...y Joseba no le defraudó, subiendo al podio y llevándose el título...

...que celebró con él y toda su gente...

...aunque seguro que este fue el premio que más disfrutó

VÍDEOS

-> JOSÉ ANTONIO AZNAR:

-> JTR RACING:

Imágenes: Miguel Collado
Guión: Daniel Cean-Bermúdez
Edición: Fernando Cruz

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