TIEMPOS FIA

Tras el lento arranque del nacional con los rallyes de Villajoiosa y Canarias separados por mes y medio y con una participación realmente floja, el nacional empezaba para muchos a la tercera, en Cantabria.

El antiguo "caja", ahora "Cantabria Infinita" abre el primero de los dos meses locos que servirán para despachar el Campeonato de España casi, casi de dos tacadas. Ahora tocan cuatro rallyes en mes y medio, luego, tras el Avilés, llegan las (¡largas!) vacaciones de verano. Y después, el que no haya aprobado en junio, tiene cuatro exámenes en Septiembre y Octubre para recuperar. Un calendario que no deja margen al error, como tengas un problema grave (lease golpe fuerte) en alguno de estos dos "bucles", ¡la temporada se va al garete!

En Santander el campeonato recobraba parte del ambiente que tuvo el año pasado. El número de S1600 crecía con la confirmación de la presencia de Solá tras su reciente operación de apendicitis, el retorno "una tamtum" de Ojeda, la vuelta de Fiat, de la mano de Marcelino Hevia, y el regreso de Carballido y su C2 S1600 privado. Además, el grupo N se animaba de forma notable con la presencia de nuevos contendientes como "Rantur" con un EVO9 de RMC, Hernando con otro pero de Quattro Rally o De Miguel con un Subaru de Sport Competicion, que se unían a los ganadores de las dos primeras pruebas, Burgo y Fran Súarez, y los outsiders como Fombona o Lujua.

Sin duda era la participación de Ojeda la que más comentarios despertaba, con el morbo añadido de que su compañero en BMR, Hevia, venía de dos rallyes sin un buen resultado. Y en todos los corrillos en los que se hablaba del tema se venía a coincidir más o menos en lo mismo, que lo normal era que Quique, en casa y con más experiencia con el 206 S1600, ganase a Berti con lo que, si Sola podía con los dos el resultado podía ser realmente malo para Peugeot. Pero claro, eso no eran más que especulaciones y había que ve lo que el cronómetro, ese juez inapelable, dictaba en los tramos.

Así que, mientras salíamos para el segundo del día, Hortigal-Bielva, íbamos con la "oreja" puesta en lo que la radio decía del primero, la única pasada por Udias. Y las noticias parecía confirmar por completo los tempores de quienes pensábamos que Peugeot estaba jugando con fuego y podía acabar por quemar todas sus opciones en el campeonato. Solá era el más rápido, le seguía Ojeda y Hevia era sólo cuarto, superado incluso por un sorprendente Vallejo. De todas formas las diferencias eran tan mínimas que el sexto, Cabo, estaba sólo a cinco segundos, así que valía más no sacar conclusiones tan pronto.

Y, en efecto, lo visto en el primer tramo no era ni mucho menos definitorio de lo que vendría a continuación. Por la bajada final hacia Bielva veíamos a Berti "tirar" el 206 con unas ganas y una fe que hasta ahora no le habíamos visto con el Peugeot. Y el crono lo confirmaba, scratch para el de la Pola, seguido eso si, muy de cerca por Solá, que seguía líder, pero desbancando a Ojeda de la segunda plaza de la general. ¡Había rallye!

El primer bucle lo cerraba Puentenansa y el tercero en discordía decía también "¡aquí estoy yo!". Ojeda era el más rápido ...¡y empataba en el liderato con Solá! Más igualdad imposible, porque Hevia sólo cedía 2.2 segundos tras la suma de los tres tramos así que al primer reagrupamiento se llegaba ya con la emoción en todo lo alto. Solá no iba a "pasearse" y Ojeda tampoco iba a "machacar" a Hevia, ¡la cosa estaba que ardía!

El segundo bucle, con sólo dos tramos repetición de los dos anteriores, volvía sin embargo a dejar la situación del peor modo posible para los de BMR. Solá hacía los dos scratchs, Ojeda era siempre segundo, y Hevia, sin descolgarse, tampoco podía intercalarse entre ellos. En la larga pausa del mediodía los comentarios sobre si Peugeot había hecho bien o mal en "repescar" a Ojeda de su "dorado exilio" europeo se multiplicaban ... aunque, ello era olvidar que sólo había 6.4 segundos entre Solá y Hevia. En lo que va de año Berti no había estado tan cerca del de Citroen a mitad de rallye y eso debía de significar algo.

Los dos tramos de la tarde, en las cercanías de Torrelavega, se llenaban de un público espectante ante el desenlace del rallye ... ¡y ante la posibilidad de acabar mojándose! La lluvia había amenazado ya a lo largo de la mañana, con alguna que otra gota cayendo aquí y allá, así que todavía se podía añadir un factor extra a la emoción de la carrera.

De entrada, las primeras pasadas por San Pedro del Romeral y Selaya eran en seco y se convertían en un recital Peugeot. Ojeda era el más rápido en ambas especiales, Hevia le secundaba en las dos ocasiones y, mientras tanto, Solá cedía terreno. Fuese porque la cicatriz de la reciente operación le molestaba más de la cuenta o porque los reglajes puestos a su C2 en la última asistencia no eran los más adecuados, el caso es que el catalán se quedaba nada menos que a 16 segundos del líder, y cuatro por detrás del segundo, con sólo dos tramos por terminar. Una situación inesperada para el de AutoLaca que había que ver si era capaz de enderezar.

El último bucle era de los que no son recomendables para corazones delicados. De entrada, Solá marcaba un "tiempazo" en San Pedro del Romeral, recortando de golpe más de diez segundos a Ojeda y volviendo a adelantar a Hevia. Pero este también le había dado un buen "mordisco" a la ventaja que le llevaba su compañero y llegaba al último tramo tercero ...¡pero a sólo 4.7 segundos!

Y cuando todos estaban ya camino Selaya para jugarse el rallye a una carta ¡aparecía la lluvia! Con los tres primeros en slicks y el piso como estaba, ganaría el que más valor le echase o el que menos errores cometiese. Y en ambos apartados la ventaja la llevaban los de Peugeot, con Ojeda por delante de Hevia como la lógica prerallye apuntaba. Solá, en cambio, se le jugaba menos y, encima, cometía un pequeño error, así que tenía que conformarse con la tercera plaza y el liderato en solitario del nacional ... ¡lo que no era poco! Porque Fuster, con todo perdido tras un rallye en el que nunca estuvo en el ritmo de los tres primeros, se lo jugaba todo a la carta de la lluvia, montaba gomas rayadas para el último bucle ¡y acertaba! De hecho poco más y la lía, sacando más de medio minuto a los líderes en la última especial, y acabando cuarto y muy cerca de Solá, con lo que sigue a su estela en la general del campeonato.

Al final, pues, un doblete para BMR que haría respirar tranquilo a Borja Moratal y que sirve para animar el campeonato. Solá asusta ya menos que tras Villajoyosa, aunque sigue siendo el claro favorito, y en Peugeot han recobrado la moral, el 206 todavía gana. Ahora queda ver si lo consigue más veces de aquí a final de año y con el piloto contratado para ello a principio de temporada. No va as er fácil pero, a la vista de los cronos de unos y otros en Cantabria, ahora, al menos, parece posible.

Texto y fotos: Daniel Cean-Bermúdez, enlace al reportaje original, publicado el 23 de mayo del 2006, con más información, fotos y clasificaciones