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22-23|08|2014 RALLYE DE FERROL  
 Cto.España Rallyes Asfalto, 6ª prueba
Los Vallejo sumaron su cuarta victoria del año, el título está cada vez más cerca
Fuster y Aviñó fallaron el viernes, remontaron el sábado y perdieron toda opción por una inoportuna piedra cuando había logrado ponerse al frente de la tabla
Segunda plaza para los hermanos Burgo, que van progresando paso a paso con el Porsche
Antxústegui-Iglesias acabaron cuartos scratch y se impusieorn en dos ruedas motrices y la División II
Quinta posición para Carchat-Ribeiro, acompañada de un nuevo triunfo en el grupo N y de la primera plaza en la EVO CUP
Excelente estreno del Clio procedente de los circuitos para Alvaro Muñiz y Moncho López, que acabaron sextos de la general y segundos entre los tracción delantera
Esteban Vallín y Borja Odriozola volvieron a ganar en el grupo R2 y siguen liderando la División II del Campeonato de España
Rally a olvidar para Surhayén Pernía y Carlos Del Barrio que acabaron abandonando al final de una accidentada primera etapa
José Luis Peláez y Diego Sanjuán iban camino de ser segundos en dos ruedas motrices cuando se salieron en la sexta especial
Fernando Rico y Sergio Martínez no sólo ganaron en la Copa Suzuki sino que lograron una fantástica octava posición de la general
Adrián Díaz y Sara Fernández terminaorn segundos de la Swift y pasa a liderar la general del certamen
Diogo Gago y Jorge Carvalho completaron el podio de la Copa Suzuki y los diez primeros de la general absoluta
Pablo Rey -Luis Hernández terminaron a continuación de los tres primeros Swift de la copa con el Suzuki de grupo A
Rallye lleno de incidencias para Edgar Vigo-Fátima Ameneiro, que aun así acabaron segundos del grupo N
Jaime Castro y Mónica Alvarez terminaron en el puesto 12 de la general con el único N+ en la meta de Ferrol
Fugaz debut con el EVO X R4 para Alberto Otero-Alberto Rodríguez, que se retiraron después del primer tramo con problemas en la bomba de gasolina
Tampoco fue muy positivo el estreno con un Mitsubishi de David Guardado, copilotado en esta ocasión por Dani Del Rincón.
Luis Aragonés y Cuko Bañobre siguen sumando puntos para liderar con claridad en la poco concurrida challenge Renault 2RM
Sergio Pérez y Alejandro López sufrieron un vuelco en el estreno del nuevo Peugeot 208 R2 de RaceSevEn
El que si llegó a la meta de Ferrol fue el 208 R2 de los locales Roberto Rendal y Rubén Casas
Los gallegos David Cortes y Rubén Soto acabaron cuartos de la Copa Suzuki
Los cántabros David Martínez-Iván Bajo fueron terceros del grupo A con su Citroen C2
Oscar Soto-Samuel Fernández terminaron entre los veinte primeros de la general con su Peugeot 206
Quinto puesto en la Copa Swift para otro equipo gallego, el formado por José Calvar y Eva Costas
Pablo Pazó, copilotado por Cándido Carrera, perdió el liderato en la general de la Swift al volcar el viernes y terminar sexto
Alberto Monarri-Rodrigo Sanjuán sacaron el máximo partido del Dacia Sandero

El Campeonato de España de Rallyes de asfalto completaba una temporada más en Ferrol su tradicional ‘tríptico gallego’, interrumpido este año por la incorporación al certamen del rallye del Bierzo. Después de estar ausentes en este último, que seguimos a duras penas desde casa a través de radio e internet, no podíamos faltar a la cita ferrolana, una de nuestras preferidas cada temporada desde que ‘descubrimos’ la prueba cuando entró a formar parte del calendario del nacional en 2005 y a la que, desde entonces, sólo faltamos la pasada campaña. Y menos podíamos perdérnoslo esta vez con un anfitrión como nuestro buen amigo ‘Chapi’, que se encargaba este año de toda la infraestructura para hacernos más que fácil el retorno a las cunetas después de un par de meses centrados sobre todo en ‘trabajo de oficina’.

Además, la inauguración a principios de este año de los últimos tramos que restaban para completar la parte occidental de la autovía del Cantábrico, hacía más que llevadero el traslado Gijón-Ferrol, que emprendíamos a media mañana del viernes para llegar en apenas un par de horas al recinto del FIMO, demasiado tarde para tomar parte en la suculenta ‘chipironada’ que nuestros amigos gallegos tenían preparada pero con tiempo suficiente para realizar sin agobios el trabajo previo a la prueba y poder encontrarnos a media tarde con nuestro ‘guía local’, que ya nos ‘secuestraba’ para lo que restaba de la primera jornada de la prueba.

RETORNO AL MONASTERIO

El planteamiento para el viernes era ver las dos pasadas al tramo de Monfero en la popular zona del Monasterio, un enclave del que tenía magníficos recuerdos de mis dos primeros Ferrol, los del 2005 y 2006. Desafortunadamente, en esta ocasión no se hacía ninguna de las dos curvas con las que había disfrutado allí en aquellas dos ediciones y, en su lugar, los coches llegaban a la recta previa al histórico edificio que da nombre a la zona desde un estrecho ramal, que los hacía desembocar prácticamente rectos en el viraje donde en 2005 el espectacular Armando Araujo se había encargado de limpiar de cintas el exterior de la curva para facilitarnos el encuadre. Un encuadre que cambiaba también debido a las obras de reforma de la zona, con una explanada de hormigón ligeramente elevada donde antes no había más que un leve talud de hierba. Desde esa privilegiada, y totalmente segura, posición seguíamos la primera especial de un rallye que se planteaba algo así como la gran oportunidad para que Fuster pudiese batir con el Fiesta R5 al Porsche de Vallejo. Algo que muchos daban por hecho y que, sinceramente, yo no tenía tan claro, por mucho que las carreteras ferrolanas aun mantengan algunas de esas características de los tramos ‘de antes’, es decir, zonas estrechas y viradas con piso roto. Zonas de las que sigue habiendo unas cuantas pero alternándose con otras de carretera con hasta dos carriles y buen asfalto, por no hablar del obvio hecho que supone la capacidad de acelerar del GT a la salida de los ‘mil cruces’ que siguen siendo seña de identidad de este rallye, y de los que, sea con tracción total o ‘sólo’ con propulsión al eje trasero, se sale (bastante) más deprisa con cerca de 500 caballos que con menos de 300, por mucho que, sin la válvula ‘pop off’ que limita la presión del turbo, el R5 ganase tal vez una decena de ellos.

Charlando de todo esto con ‘Chapi’… y de mucho más, con temas tan dispares como los originalísimos anuncios de cerveza argentinos, las viejas entrevistas nada políticamente correctas del semanario futbolero ‘Don Balón’ en los años setenta o las series de televisión que estamos viendo ahora (coincidimos ambos en la magnífica ‘Hell on Wheels’, que aunque en el nombre tenga 'ruedas' no tiene nada ver con coches precisamente), amenizábamos la larga espera a la que nos condenaba la necesidad de entrar a tramo abierto para llegar a una zona como la del Monasterio, sin accesos directos y en la que, finalmente, acabábamos siendo ‘cuatro gatos’, en acusado contraste con el ambientazo vivido allí hace no tantos años. Evidentemente, que no se hiciesen las dos curvas influía en la menor afluencia de aficionados a la zona… pero los alicientes del actual campeonato tampoco es que animen a renunciar a un buen día de verano como el que acababa haciendo en Ferrol el pasado sábado, así que entre una cosa y otra el bajón en cuanto a número de espectadores era más que notable… como, por otra parte, viene siéndolo en prácticamente todas las pruebas del campeonato a las que hemos acudido desde que se inició la temporada.

¡CASI NOS QUEDAMOS SIN RALLYE NADA MÁS EMPEZAR!

Y si pocos alicientes suele haber últimamente en cada rallye del nacional, los pocos que presentaba el de Ferrol casi se nos terminan, de golpe, a las primeras de cambio. De entrada, el paso inicial por Monfero planteaba el esperado duelo por la victoria, con Fuster marcando el scratch con el Fiesta R5 y Vallejo siguiéndole con el Porsche a apenas cinco segundos. En cambio, los otros dos posibles aspirantes al triunfo, Pedro Burgo, por aquello de llevar el otro Porsche 2010 y, además, estar en ‘su rallye’, y Surhayén Pernía, por competir al volante del coche que, por características técnicas, está en el término medio del R5 (tiene su tracción total pero no su agilidad) y del GT (tiene su velocidad punta pero no su potencia), no estaban ‘ya en los tiempos’. El local cedía diecisiete segundos respecto a Fuster y casi doce ante Vallejo, márgenes importantes en menos de veinte kilómetros. Y el cántabro se dejaba casi medio minuto ante su compañero de equipo en RMC, llegando a final de tramo con la típica queja sobre los frenos que, dependiendo de si preguntas al piloto o al preparador será culpa del coche o del estilo de conducción de quien lo lleva. Y aunque está claro que lo mismo que ‘una golondrina no hace verano’ tampoco un tramo es todo un rallye, también parecía ya bastante evidente que, como por otra parte esperábamos, la pelea por el escalón más alto del podio iba a tener sólo dos protagonistas: Fuster y Vallejo.

Por eso, cuando nos enterábamos a través de la radio de que el levantino había llegado a la meta del temible Irixoa con una rueda pinchada y, lo que era peor, con la trasera de su R5 dañada (¿puente? ¿suspensión?) debido a un toque, el rallye parecía terminarse definitivamente. No tanto porque en el tramo realmente favorable al R5 (treinta kilómetros de lo más virados y rotos en su mayoría), Fuster hubiese acabado cometiendo un error y no sólo no sacase el margen que esperaba sino que Vallejo y el Porsche hubiesen terminado logrando el scratch con siete segundos de ventaja sino porque, enseguida, empezaban a llegar noticias vía ‘twitter’ del abandono por parte de Fuster. Un abandono que la falta de cobertura telefónica nos impedía confirmar con su equipo… algo que tenían mucho más fácil de hacer, y no hacían, muchos de los que se lanzaban a ‘tuitear’ la supuesta retirada del levantino, aun estando unos cuantos de ellos en el FIMO, a apenas unos metros de donde podían llevar a cabo eso que un buen periodista debe de hacer antes de publicar nada… ¡confirmarlo primero!

Por ello, semiaislados del mundo como estábamos en la zona desde la que seguíamos la segunda pasada por Monfero (varios kilómetros más allá en el recorrido del tramo, apenas un par de ellos a través de un enlace intermedio entre dos de sus curvas), nuestra sorpresa era mayúscula cuando, tras ver pasar al Porsche de Vallejo por el estrecho puente precedido de pronunciada pendiente y seguido de curva a izquierdas (cuya visión era perfecta desde lo alto del camino donde tomábamos asiento, cual si de una tribuna natural se tratase los apenas una docena de espectadores que estábamos en tan remota zona, en medio del bosque), aparecía el Fiesta R5 de Fuster, camino de completar el tercer tramo del día y seguir ‘vivo’ en el rallye. Al parecer, el toque del tramo anterior (que el propio Miguel nos describiría al día siguiente de forma más colorida como “una buena ostia”) había dañado ‘sólo’ un brazo de suspensión, así que, como si se tratase de un milagro bíblico, el blanco Ford se convertía en una especie de Lázaro resucitado, que se aparecía ante nosotros ‘vivo y coleando’, cediendo en meta algo más de veinte segundos para acabar el día en la segunda plaza, aun con opciones, a algo menos de 25 de Vallejo y con otros tantos de margen sobre Burgo, que ocupaba la tercera posición.

Pero si el R5 de Fuster había ‘sobrevivido’ pese al susto de Irixoa, otro tanto no se podía de decir del EVO X de Pernía, que en ese mismo tramo sufría problemas de transmisión (¿diferencial? ¿palier?), perdía minuto y medio y, además, se veía condenado a hacer el último tramo del día sin poder reparar, ya que no se retornaba a la asistencia hasta el final de la jornada. Por si fuera poco, ‘Sura’ pinchaba en el segundo paso por Monfero, teniendo que parar a cambiar la rueda y dejándose otros seis minutos. Con todo ello, ‘sepultado’ en el puesto veintiocho de la general, a casi ocho minutos del líder, al joven cántabro no le quedaba mejor opción que marcharse para casa y dejarlo para otro día, porque cuando las cosas empiezan así de mal, insistir, sin tener, además, ninguna opción de lograr nada positivo, suele acabar por llevar a todavía peores efectos. Algo que le tocaba vivir a otro de los habituales en la zona alta de la tabla, aunque sea encabezando el ‘segundo pelotón’ tras los aspirantes a la victoria, Joan Vinyes, que se salía en el primer tramo del viernes, abandonaba, se ‘reenganchaba’ el sábado… y volvía a abandonar, en esta ocasión por rotura de palier en el ya algo arrugado Suzuki.

Y hablando de ‘arrugar’, también hacía algo de chapa el viernes Víctor Pérez, que tenía un estreno tan breve como desafortunado de su nuevo Peugeot 208 R2, con el que ya se daba un susto en el primer tramo, cuando se pasaba de frenada en el cruce a derechas situado ante el monasterio Monfero, y acababa por volcar en Irixoa, sin graves daños pero si los suficientes como para tener que vestirse de calle mucho antes de lo previsto. Algo que también le tocaba a Alberto Otero, cuyo debut con el EVO X R4 era aun más efímero, debiendo retirarse con problemas de bomba de gasolina después del primer tramo sin poder siquiera dejarnos una breve muestra de donde podía estar.

En conjunto, pues, una primera jornada breve pero intensa en cuanto a noticias con influencia para el desarrollo del rallye. Otra cosa era el espectáculo al que habíamos asistido, flojo en general, algo que nos quedaba más que patente tanto a ‘Chapi’ como a mi cuando, ya en el camino de vuelta, comentábamos que quien más nos había hecho disfrutar había sido Monarri, que llevaba el modesto Dacia Sandero ‘por lo que valía’, subrayando su entrega con los chirridos de protesta de sus neumáticos de serie. El agudo sonido de sus Pirelli nos retrotraía a otros tiempos, cuando los coches de competición tenían menos chasis que motor, las gomas sufrían para pasar los caballos al asfalto y aunque las velocidades medias y los cronos finales eran mucho peores que los actuales, las sensaciones que el paso de los participantes en cualquier rallye dejaban al aficionado eran mucho mayores, a base de moverse y de dar la sensación de ir siempre por encima de sus límites… algo que hoy día raramente se vislumbra, evitado por sofisticadas electrónicas concebidas para domar las potencias, por chasis y suspensiones que podrían con muchos caballos más de los que los motores entregan y por neumáticos que se agarran como lapas a cualquier terreno, por roto, desgastado o resbaladizo que esté.

Sea como fuere, el primer día de rallye ya estaba ‘despachado’, y quedaba sólo rematar la jornada, de modo más que relejado, saboreando junto a nuestros anfitriones coruñeses la tan original como sabrosa ‘Galipizza’ de ‘huevos rotos con zorza’, que nos servía de cena mientras veíamos el segundo tiempo del partido de vuelta de la supercopa de futbol… ¡que no sólo de rallyes vive el hombre!

LA REMONTADA DE FUSTER

La breve etapa del viernes había dejado ya el rallye muy diezmado y con la duda de si no estaría además totalmente decidido. De todas formas, aun quedaba la mayoría del recorrido por disputar, ya que el sábado había que pasar tres veces por ese laberinto que es la popular zona de 'Ferreira' (dos de ellas con el mismo trazado, y la tercera con ligeras variaciones), y hacer, además, un par de veces el largo (25 kilómetros) y nada fácil ‘As Somozas’, terminando con el único paso por el tramo de Ferrol, parte de cuyo trazado era el utilizado en el shakedown… pero en sentido contrario.

El sábado lo iniciábamos juntándonos con varios de los integrantes del amplio grupo con el que ‘Chapi’ suele compartir algunas de las muchas horas de cuneta a las que le ‘obliga’ (¡bendita obligación para alguien con su pasión por los rallyes!) su trabajo en la magnífica revista gallega ‘Crono Motor’ (y esto no es publicidad gratuita a mis amigos, es opinión objetiva ¡si no la conocéis no se a que estáis esperando para comprar su próximo número!). Tras recoger a Nacho y unir a la expedición los coches del resto, salíamos en dirección a la popular zona de los bares, en el tramo de San Sadurniño. Para llegar hasta allí el recorrido era espectacular, sobre todo al paso por una zona que, según nos comentaban nuestros amigos gallegos, es utilizada habitualmente para tests. A esas tempranas horas de la mañana, el despoblado paraje presentaba un paisaje tan bello como irreal, casi de leyenda nórdica, con el sol apenas apareciendo en el horizonte y sus rayos tiñendo de dorado la sutil capa de bruma que flotaba a ras de tierra, y a través de la cual cruzaban al galope varios caballos. Una imagen de cuento de hadas que se iba de forma tan rápida como había llegado, cuando Suso ‘Máxima Brasa’ ‘tiraba de carraca’ su Peugeot, y cogía un desvío a la izquierda que nos devolvía a rutas más ‘de todos los días’ antes de acabar alcanzando definitivamente nuestra particular ‘meta’ a través de un estrecho camino de tierra, de esos que sólo conocen los muy ‘iniciados’ de la zona y que nos dejaba a pie de tramo, teniendo apenas que caminar unos metros para alcanzar nuestro destino en la especial. Se trataba de uno de los varios saltos tan típicos de este rallye, no muy pronunciado al ser una zona no demasiado rápida pero en el que el hecho de tener que atravesar los coches de rallye una carretera que discurría de forma totalmente perpendicular a la que transitaban, garantizaba algún que otro ‘brinco’.

Por lo que a mi respecta, y dado que no soy nada aficionado a los saltos (confieso que me dan bastante miedo cuando veo las fotos o vídeos), se trataba de una auténtica ‘premiere’, ya que en todos estos años de seguir el nacional nunca había elegido una zona de estas características para ver algún tramo. Así que aunque, en efecto, los despegues y aterrizajes no eran de esos que te dejan sin respiración, si que había alguno que otro que se empleaba con más decisión y volaba lo suyo (como Peláez con el DS3) o aterrizaba con ciertos apuros (como Vigo y su EVO X) o hasta con algo de estrépito (como Guardado con otro de los Mitsubishi de RMC). De los tenores de la prueba, Vallejo se mostraba claramente más prudente que Fuster, al que oíamos primero, y veíamos después, llegar más decidido. Cosa lógica en ambos casos, el primero no tenía porque arriesgar más de la cuenta mientras que el segundo debía jugársela si quería tener aun alguna opción de pelear por la victoria. El resultado eran dos scratchs en este primer bucle para Fuster, seguido en ambos casos por Vallejo, que cedía 5.7 segundos en el primer tramo y 6.1 en el segundo, lo que hacía que el margen a favor del piloto del Porsche se redujese a la mitad, pasando a ser de sólo 11.8. Una rebaja en la que, como sabríamos después, había influido tanto el arrojo de Fuster como unos problemas con las pastillas de freno en el Porsche de Vallejo que no le habían dejado ir del nada cómodo. Todo ello hacía que cuando llegábamos a la sala de prensa, justo en el momento en que los primeros entraban en sus zonas de asistencia, las dudas sobre cual podía ser el resultado del rallye aumentasen.

Antes del siguiente bucle, en el que se repetían los dos tramos que se acababan de realizar, hablábamos con el ‘perseguidor’, Miguel Fuster, que nos comentaba sus intenciones de seguir intentándolo tan al máximo como lo había hecho en las dos especiales que acababa de ganar. Y, a la vista de los cronos del segundo bucle, estaba claro que el levantino seguía convencido de sus posibilidades de victoria. Pese a que Vallejo, ya sin el molesto inconveniente en los frenos, rebajaba de forma muy notable sus cronos previos (14 segundos mejor en San Sadurniño, 18 mejor en As Somozas), lo cual nunca es fácil con el Porsche en tramos como estos, que se ensucian mucho después de que hayan transitado por ellos todos los participantes, el balance del segundo bucle era calcado al del primero… ¡otros dos scratchs para Fuster! El piloto del R5 recortaba 5.2 segundos en el primero, para situarse ya a sólo 6.6 del liderato, y pasaba a ocupar la primera plaza de la general después del segundo, en el que vencía por 6.8, lo que le permitía culminar su espectacular remontada aunque fuese para ponerse en cabeza por el exiguo margen de dos décimas de segundo. Una ventaja más sicológica que real pero, sin duda, importante por el hecho de demostrarle, tanto a él como a su rival, que podía ganar el rallye.

Era el turno entonces de hablar con el que pasaba ahora a ser el perseguidor, Sergio Vallejo, en cuyas palabras estaba la lógica mezcla de cautela y ambición. Por un lado lo veía complicado, especialmente porque el tercer paso por San Sadurniño iba a estar aun más sucio, por no hablar de cómo estaría el tramo final de Ferrol, con la gravilla sacada en el shakedown, hecho en el otro sentido, como amenaza extra. Pero, por otro, tampoco estaba dispuesto aun a arrojar la toalla y conformarse con un segundo puesto que, en clave de campeonato, le era más que suficiente. Como gráficamente nos decía, ‘si te ponen el caramelo de la victoria a mano siempre quieres ir a por ello.’. Resumiendo, la pelea estaba servida y, probablemente por primera vez en todo el año, con parecidas opciones para ambos contendientes.

UNA PIEDRA EN EL ZAPATO

Todo lo anterior hacía que el rallye afrontase su bucle final del modo más emocionante posible, con Fuster y Vallejo separados por el exiguo margen de dos décimas de segundo. Un suspiro que era un ‘empate técnico’ y significaba un auténtico ‘volver a empezar’ para ambos, como si todo lo acontecido en los siete tramos anteriores no hubiese servido para nada. Algo así como una especie de anticipo de esa idea que Jost Capito, el ‘mandamás’ de Volkswagen en el mundial, defiende como solución para aumentar la popularidad y el ‘gancho televisivo’ de la especialidad: que el rallye se lo acaben jugando el último día, en un auténtico cara o cruz, los dos primeros de la clasificación, sin que las distancias que se hayan podido producir en las jornadas previas tengan especial significado, más allá de unas décimas a las que quedarían reducidas después de aplicar un complicado cálculo matemático. Una situación a la que se llegaba en Ferrol de forma natural, sin necesidad de esos extraños artificios con los que se intenta lo que a mi modo de ver es y será siempre imposible, que los rallyes sean un deporte ‘televisable’ en directo para grandes audiencias cuando siempre será lo que es, un espectáculo para sus fieles seguidores pero un deporte muy alejado de los gustos de eso que se llama el gran público.

En todo caso, la situación con que se encaraba el bucle final del rallye ferrolano auguraba emociones fuertes, aunque sólo sea porque la incertidumbre en el resultado no es algo habitual últimamente en casi ninguna prueba del nacional de asfalto. Una incertidumbre que la propia naturaleza de los rallyes, esa que los hace tan poco ‘televisables’, amplifica, ya que nada produce más impaciencia y menos certeza que el hecho de tener que esperar noticias sin poder observar en su totalidad lo que está ocurriendo, bien sea porque estás en la cuneta y apenas puedes ver un par de curvas o porque, como era nuestro caso en este bucle final de Ferrol, te encuentras en la sala de prensa, aguardando a que lleguen noticias vía radio o aparezcan los tiempos en la pantalla del ordenador.

Así que el ‘anticlimax’ era total, apenas unos minutos después, cuando no hubo siquiera que esperar a conocer los tiempos de los dos pilotos de cabeza en el penúltimo tramo para saber ya cual sería el resultado final del rallye. Una de las numerosas piedras sueltas que habían ido quedando sobre el asfalto de San Sadurniño después de las dos pasadas anteriores decidía por si sola el desenlace del duelo Fuster-Vallejo al incrustarse entre el freno y la llanta de una de las ruedas del Fiesta R5 del levantino, acabando por causar un agujero por el que se escapaba tanto el aire del neumático como las esperanzas de victoria del piloto. La obligada detención para cambiar la rueda dañada le costaba casi cuatro minutos a Fuster y Aviñó, relegándolos a la tercera plaza y dejando la victoria en bandeja a los hermanos Vallejo que, cosas de la tecnología moderna, aun saliendo a disputar el tramo por delante de su rival, se habían enterado de su percance antes incluso de llegar a meta, al serles comunicado vía mensaje telefónico al copiloto.

Las palabras de ambos contendientes a la radio justo tras completar la especial no podían ofrecer, lógicamente, un mayor contraste. Sergio llegaba primero y comentaba que, tal y como estaba el tramo, lo de pinchar o no era una lotería, añadiendo a continuación que ‘me regalan el rallye’. Un ‘regalo’ entre comillas, porque pinchar forma parte del juego, como bien sabe él mismo cuando le ha tocado ‘la china’ (y nunca mejor dicho, en este caso, hablando de piedras sueltas) de pinchar y perder toda opción sin saber muy bien como ha ocurrido. De hecho, eso era lo que más desesperaba a Fuster, que se refugiaba en el ‘así son las carreras’ como única explicación para un incidente de esos que pueden pasar una vez entre un millón y que, para su desgracia y la del interés del rallye, le había ocurrido en el momento más inoportuno.

La piedra que se le había 'metido en el zapato', arruinaba las opciones de Fuster y la emoción del bucle final, dejando ‘todo el pescado vendido’ en lo que respecta a la lucha por la primera plaza, que se adjudicaba Sergio Vallejo por cuarta vez en lo que va de temporada (¡quinta de seis si contamos su triunfo ‘no computable’ de Canarias!). También quedaban así decididos los otros dos puestos de podio, con el segundo peldaño del ‘cajón’ para Pedro Burgo, que completaba (ironías de la vida) el primer doblete de los Porsche 2010 justo en el rallye donde muchos pensaban que peor lo iban a pasar los potentes GT alemanes, y el tercero para un Fuster que llegaba ‘de milagro’, con otro pinchazo en la rueda trasera derecha de su fiesta R5, producido durante el último enlace. A la entrada al control horario final, Miguel seguía preguntándose en voz alta como era posible que hubiese ocurrido lo que le pasó mientras mostraba las marcas del ‘chinazo’ en la llanta agujereada. Agudo contraste con la lógica alegría de los Vallejo y su equipo, fundiéndose el piloto en un abrazo con esa ‘manada’ que recibía una vez más el Porsche con una perfecta coregorafía de saludos y reverencias. Motivos tenían para celebrarlo, desde luego, porque este nuevo triunfo significa un paso más camino de un título que tiene cada vez más cerca el de Meira.

Donde si había pelea hasta el último tramo era por la cuarta plaza, que se adjudicaba finalmente Gorka Antxústegui, batiendo por apenas un segundo, con el Swift S1600, a  Joan Carchat y su EVO X. Un desenlace con suspense adicional en forma de palier tocado para el Suzuki ‘made in Vimianzo’ que llegaba ‘cojeando’ a la meta pero lograba conservar tanto la posición de la general como la victoria en la División II. Un certamen al frente del cual se acababa afianzando Esteban Vallín (llegaba a Ferrol con 27.5 puntos de ventaja sobre el segundo, Vinyes, y se iba con 34.5 sobre el nuevo segundo, Antxústegui) pese al susto del sexto tramo (al quedarse 'empanzado' su Opel Adam durante unos minutos)... cuyas consecuencias acababan costándole sólo los tres puntos de diferencia que hay entre la tercera plaza que ocupaba en la meta y la segunda plaza en la categoría, que parecía entonces destinada a Peláez, hasta que golpeaba con dureza su DS3 apenas unos kilómetros después, y que se adjudicaba finalmente Alvaro Muñiz, autor de un más que meritorio estreno del Clio Cup procedente de los circuitos, con el que alcanzaba una notable sexta plaza de la general scratch. Qué un coche tan ‘de pista’ destaque en un rallye como el ferrolano, no dejaba de ser, por cierto, otro detalle significativo (unido al ya mencionado ‘doblete Porsche’) en cuanto a la real naturaleza de un recorrido que, sin duda, sigue siendo de los más duros del campeonato pero que, de todas formas, no es, ni de lejos, ese rallye totalmente lleno de tramos rotos, virados y estrechos que sigue siendo lo que nos viene a la cabeza cuando evocamos cualquier edición del Ferrol.

Y hablando de detalles significativos, también lo era, en esta caso respecto al nivel general de 'maquinaria' de nuestro nacional de asfalto, el hecho de que los tres restantes puestos entre los diez mejores de la general scratch los acabasen ocupando los tres primeros clasificados de la Copa Swift. La victoria en el monomarca de Suzuki, acompañada de una fantástica octava plaza absoluta, era para Fernando Rico, imparable una vez más en los tramos de casa. La segunda entre los Swift, y novena de la general, era para Adrián Díaz, nuevo líder del certamen aprovechando el ‘tropiezo’ de Pablo Pazó, que había volcado el viernes y sólo podía acabar sexto. Y el tercer peldaño del podio de los Suzuki, cerrando el ‘top ten’ absoluto, se lo adjudicaba el portugués Diogo Gago, que conseguía de este modo su mejor resultado de lo que va de campaña.

Y AHORA TOCA EL PRÍNCIPE

Años atrás la espera antes del Príncipe era uno de los momentos culminantes de la temporada, siempre con la incertidumbre (de nuevo esta palabra como aliciente que se está perdiendo) de que pilotos extranjeros tendríamos la ocasión de ver rodar en nuestros tramos, con el doble interés de su presencia y del papel que ante ellos podrían desempeñar los nuestros. Pero hoy día poco o nada de eso nos queda, desgraciadamente, con ‘el Príncipe de los rallyes’ manteniendo su ‘status’ de prueba internacional (la única oficialmente puntuable para un certamen FIA de las que componen nuestro nacional de asfalto) pero sin que ello vaya a tener, me temo, la más mínima influencia en su lista de inscritos, ya que ese nuevo ‘FIA European Rally Trophy’, que lidera el ucraniano Saliuk gracias a los puntos sumados en Bulgaria y Turquía, no lo está siguiendo realmente nadie, con un sólo un piloto, el checo Vojtech Stajf, actualmente segundo clasificado,  habiendo puntuado en más de dos de las ocho pruebas celebradas hasta la fecha, la mayoría de ellas localizadas en el este europeo…y, por cierto, según me cuenta mi amigo Jorge, que tiene bien controlados a todos estos 'guiris', no tiene previsto venir a Asturias, estando sus miras puestas ahora mismo en correr nada menos que la Panamericana en México.

Por ello, aunque a efectos del palmarés del rallye el ganador no vaya a ser una vez más el más rápido sino el primero de los (pocos) que competirán con un coche de normativa FIA (así, a bote pronto y a la espera de conocer la lista oficial, la ‘victoria’ podría acabar estando entre el EVO X de Carchat y el Adam R2 de Vallín, una vez que ya ni siquiera el Fiesta R5 sin válvula ‘pop off’ de Fuster es 100% FIA), la atención de todos estará principalmente en la lucha de los (también pocos) punteros del nacional. Una lucha que, dependiendo de como se resuelva el Príncipe (con su coeficiente 1.5, por aquello de ser ‘internacional’ venga o no algún foráneo… que, además, no bloquearía puntos así que daría lo mismo), puede quedar ya poco menos que resuelto a mediados de septiembre, al estilo de lo que ocurrió el año pasado cuando Monzón no tuvo siquiera que acudir a las tres citas finales del certamen. De hecho, teniendo en cuenta que Vallejo llegará a la salida de Oviedo con una ventaja de 48 puntos sobre Fuster, 60.5 respecto a Vallín y 72.5 por delante de Pernía, una victoria del gallego (que le reportaría 52.5 puntos) unida a malos resultados de sus perseguidores dejaría el campeonato prácticamente sentenciado incluso matemáticamente, ya que después del Príncipe restarán sólo 105 puntos en juego y Sergio podría salir de Asturias con un centenar respecto a su más inmediato perseguidor. Aunque, por otra parte, ese alto botín de puntos que reporta el Príncipe puede ser, también, la última oportunidad de que tengamos un final de temporada emocionante, siendo necesario, en ese caso, que el mal resultado le toque al piloto del Porsche y la victoria la consiga el del Ford, que podría pasar incluso a liderar la clasificación si gana y su rival no puntúa.  

En todo caso, antes de hacer las ‘cuentas de la lechera’ primero habrá que disputar un rallye que a nivel de recorrido vuelve a tener en los complejos y bonitos tramos de Cangas su principal aliciente. Lástima que, como ni la Copa Suzuki ni la Beca RMC, los dos únicos ‘monomarcas’ con una participación numerosa, tienen al Príncipe en su calendario, el número total de participantes vaya a ser, me temo, realmente bajo… salvado, si acaso, por el posible ‘puñado de valientes’ del regional que se acaben apuntando. Valientes, por cierto, tanto en lo deportivo como, sobre todo, en lo económico, que correr un rallye de estos es hoy día realmente caro… siendo esta, y no otra, la principal causa de que las listas de inscritos de los diferentes certámenes nacionales mantengan la clara y preocupante espiral descendente en la que llevan metidas un buen número de años (¡la culpa es de la crisis, ya se sabe!).

Sea como fuere, allí estaremos para contaros otro Príncipe más, aunque vaya a ser de nuevo desde la lejanía de las salas de prensa a la que nos condena nuestra labor manteniendo actualizada la web oficial del rallye. En todo caso, nos vemos por Oviedo y Cangas, el nacional de asfalto 2014 llega a Asturias y en casa siempre está uno mejor, acabe siendo el rallye bueno o malo, interesante o aburrido.

 FICHA DE LA PRUEBA
Denominación: 45º RALLYE DE FERROL

Fecha: 22-23 de agosto de 2014
Organizador: Escudería Ferrol
Puntuabilidad: Cto. de España de Rallyes de Asfalto
Web oficial: www.rallyeferrol.com/

Inscritos: 58 - Autorizados a tomar la salida: 57
Participantes Campeonato de España: salen 56, llegan 34
Kilómetros cronometrados: 185,260
Pruebas especiales: 9
Tramos distintos: 5

Líderes sucesivos (cto.España):
tc1: Fuster, tc2 a tc6: Vallejo, tc7: Fuster, tc8 a tc9: Vallejo
Scratchs (cto.España):
Miguel Fuster: 5
Sergio Vallejo: 4

CLASIFICACIONES
CAMPEONATO DE ESPAÑA
1 S.VALLEJO-
D.VALLEJO
PORSCHE 911 GT3 2010 1:59:05.7
2 P.BURGO-
M.BURGO
PORSCHE 911 GT3 2010 a 2:35.6
3 M.FUSTER-
N.AVIÑÓ
FORD FIESTA R5 a 3:58.8
-> CLASIFICACIÓN FINAL
SEGUNDO RALLYE
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-> CLASIFICACIÓN FINAL
 ASÍ VA EL CAMPEONATO
ABSOLUTO
1 Sergio VALLEJO 170
2 Miguel FUSTER 122
3 Esteban VALLÍN 109.5
DIVISIÓN II
1 Esteban VALLÍN 159.5
2 Gorka ANTXÚSTEGUI 125
3 Joan VINYES 105
Texto: Daniel Ceán-Bermúdez, Fotos: Iago Barrero , Miguel Díaz y Daniel Ceán-Bermúdez
POSTALES
Retorno al monasterio de Monfero después de unos cuantos años ...
...y cambios tanto en el entorno como en el trazado, esta vez no hacen la curva
Aunque Monzón no fuese de la partida hubo presencia de un Mini WRC
¡Aquí falta algo! El R5 sin válvula popoff, otro que ya no cumple las normas FIA
El montaje de Suzuki cada vez ocupa más espacio ...
...el de RMC fue de nuevo amplio aunque algo menos que otras veces...
...y hasta en Dacia amplian infraestructura con nuevo camión...
...pero aun así sobraba gran cantidad de sitio en el interior del FIMO
Víctor Pérez nos enseña su nuevo juguete, el Peugeot 208 R2
Decoración de lo más clásica en el Clio Cup de Alvaro Muñiz...
...y colores de inspiración histórica en el Adam de calle, al estilo Kaddet de los 70
El buen manejo del gato nunca está de más en los tramos de Ferrol
Variedad de viviendas móviles, ¡alguno se llevó la casa a cuestas!
Seamos vanguardistas, ¿qué os parece un poco de arte astracto?
La 'circuietera' Amelia bien aconsejada fuera del coche por su hermano Joan...
...y dentro por la tan experta como siempre sonriente Aintzane Goñi
Aunque no luche por los puestos de cabeza, Monarri mantiene su popularidad
A seguir a @edgar_vigo y @FatimaAmeneiro
¡A ver quien llega antes a los 1000!
Va a haber que apretar un poco más porque en este tramo nos han metido quince
El rallye de Ferrol tiene fama de ser lotería por los pinchazos ¿lo jugamos a los dados?
¿Habrá forma de homologarlo para el año que viene?
A falta del bucle final el rallye se jugada a la décima entre Fuster y Vallejo...
...hasta que una piedra provocó este agujero en una llanta del R5...
...y la clasificación acabó quedando así, con los dos Porsche por delante del Ford
VÍDEO