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El nacional de asfalto se decidirá finalmente en Madrid tras sumar Vallejo en el Costa Brava su tercera victoria del año, impidiendo con su triunfo que Ojeda dejase ya decidido el campeonato como parecía iba a suceder a mitad de rallye. Pero entre que el del Porsche atacó a fondo por la tarde y que la ventaja de Ojeda al mediodía no era tal por un crono erroneo en la cuarta especial, la victoria cambio de manos por dos segundos en un final realmente confuso y en el que todos se creían ganadores
CRONICA

Desde que el domingo por la mañana en el aeropuerto de Barcelona, mientras esperaba la salida de mi vuelo de ’vuelta a casa‘, me puse a preparar las fotos para este reportaje le vengo dando vueltas a como plantear la crónica de este 56º Rallye Costa Brava, penúltima prueba de este apasionante Campeonato de España 2008 que se acabará decidiendo, finalmente, dentro de quince días en el recuperado Shalymar madrileño, prueba de cierre de la temporada.

Mis dudas se centran en las muy contrapuestas sensaciones que me dejó tanto el rallye en si como su desarrollo y su desenlace. Me refiero a que, por un lado, uno puede tratar de ser lo más positivo posible y decantarse por describir una épica batalla al segundo entre los dos aspirantes a victoria y título, que se decantó finalmente por la mínima a favor de Vallejo, condición indispensable para que el campeonato no quedase ya decidido, lo que hubiese sucedido de vencer Ojeda. Una batalla que, evidentemente, existió y en la que los dos contendientes lo dieron todo de principio a fin, conscientes de la vital importancia del resultado de este rallye. Una batalla que, si ‘miras hacia otro lado’ en lo que respecta a algunas de las situaciones que se dieron en el rally, lo que veo hoy martes que ya ha hecho buena parte de la prensa especializada, pasando de puntillas por todo lo demás, ha de ser, por fuerza, el ‘leitmotiv’ del relato de este Costa Brava 2008. Pero, por otro lado, aunque a mi siempre me gusta centrarme principalmente en el desarrollo meramente deportivo de cada prueba a la que acudo y sobre la que escribo, tampoco por ello me veo capaz de pasar por alto un par de circunstancias que, en buena medida, acabaron por condicionar y hasta diría que falsear algo ese resultado que, precisamente por lo apretado, se pudo perfectamente decantar hacia uno u otro a poco que nada ‘fuera de lo normal’ hubiese ocurrido, sin variar por ello un ápice los méritos contraídos al volante durante todo el día por los dos contendientes a victoria y título de Campeón de España.

La victoria de los Vallejo en Lloret mantiene el campeonato abierto hasta Madrid

Ojeda no pudo sentenciar en el Costa Brva y ahora el título se jugará a una carta en el Shalymar

Sin inquietar a los líderes, Xevi Pons rubricó con la tercera plaza su actuación con el Porsche

Con ese ’par de circunstancias’ me refiero a dos hechos que tuvieron su notable peso en el devenir del rallye y que, simplemente, nunca debieran de haber ocurrido a poco que se hubiesen tomado las medidas oportunas en tiempo y forma. En orden cronológico, la primera fue el inconcebible hecho de que la puntuabilidad del Costa Brava para el europeo FIA de Históricos significase que los participantes en este certamen, la mayoría pilotos totalmente amateur y sobre monturas evidentemente mucho menos competitivas que las actuales, saliesen por delante de los participantes en el rallye del Campeonato de España, con lo que el primero de estos, el Porsche de Vallejo, acabase por encontrarse en su camino a más de uno de los últimos en la lista del ’Historic Rally’ con la consiguiente desconcentración, pérdida de tiempo y hasta riesgo de tener un toque o sufrir las consecuencias de una avería de los coches que le precedían durante toda la jornada. Algo que era tan fácil de resolver, manteniendo el mismo orden de salida como imagino sería preceptivo según ‘normas FIA‘, con sólo dar un poco más de margen de tiempo entre el último ‘histórico’ y primer nacional … algo que, incomprensiblemente para una organización tan experta y puntillosa como la que dirige Alex Romaní, no se hizo en los tramos de la mañana, con el consiguiente perjuicio para el número 1 del nacional y 51 de este rallye, el Porsche de los Vallejo.

Y, como para compensar con una especie de ’justicia salomónica’, la segunda circunstancia anómala que tuvo su importancia en como se corrió y terminó este Costa Brava fue el error en el tiempo asignado al Peugeot de Ojeda en la cuarta especial, segunda pasada por el corto tramo de apenas 5 kilómetros dedicado a la memoria del muy recordado Pep Bassas. Un error de nada menos que siete segundos que se ‘arrastró‘ durante horas y que significó estar corriendo un rallye ‘diferente‘ al real durante casi la mitad de la prueba. Un rallye en el que Ojeda era líder (¡mucho más líder de lo que en realidad luego sería una vez el crono corregido!) y Vallejo debía remontar, lo que, quieras que no, siempre influye muy mucho en como cada uno se plantea la forma de afrontar cada especial. Porque aunque haya que ir ‘a fondo‘ siempre, también es verdad que si vas delante y tienes (¡o crees tener!) un cierto margen, piensas más en contener y en administrar en lo posible la diferencia, mientras que si vas detrás a una distancia ya importante y debes recuperar no hay duda de que, aun en ese límite en el que se va siempre a estos niveles, todavía tratas de buscar ese ‘algo más‘ que te permita ‘darle la vuelta a la tortilla‘.  Lo grave del asunto fue que el error no se subsanó hasta que ya se había disputado el tramo 8, momento en que se llegaba a la última asistencia del día y Ojeda pasaba, de ser líder todavía con un poco más de dos segundos de ventaja, a ser, en realidad, segundo a casi cinco con sólo dos tramos por delante. Dos tramos en los que marcaría el scratch, cuando en las primeras pasadas por los mismos se había visto superado por el Porsche, pero lo haría con una diferencia insuficiente como para recuperar el tiempo que creía tener a su favor y, en realidad, estaba en su contra.

Probablemente si nada de esto hubiese pasado el resultado final del rallye hubiese sido el mismo, al fin y al cabo si un rallye había en este campeonato (aparte del Canarias) que se pudiese considerar más favorable a los GT era este y la victoria de los Vallejo me pareció tan justa como esperada … pero uno no puede menos que tener un cierto regusto amargo en como se resolvió todo, tanto en el fondo del asunto como en la forma, con la sensación, durante todo el día, y compartida además por muchos otros informadores y por buena parte de equipos y pilotos, de que el rallye del nacional no dejaba de ser una especie de 'molesta comparsa' del rallye FIA de históricos, con notables carencias organizativas a muchos niveles que no dejan de sorprender en una prueba de la solera de todo un Costa Brava.

Dejando ya al margen todo esto, que al fin y al cabo ya es agua pasada, de esa que, como dice el refrán, no mueve molino, me doy cuenta de que ya voy por la segunda página, he empezado la ‘casa por el tejado’, es decir contando ya como acabó el rallye antes siquiera de empezar mi habitual relato cronológico del mismo. Así que, definitivamente, está claro que está crónica va a ser un poco diferente a las que llevo haciendo estos dos o tres últimos años sobre cada prueba del nacional de rallyes. Simplemente porque tres días después del rallye me doy cuenta de que me está costando demasiado arrancarla y de que, realmente, me apetece poco escribir un ’tocho’ sobre un rallye que no me dejó el regusto que esperaba, pese a que, a nivel personal, fue de los que mejor me lo pasé del año, mezclando sin problemas un buen montón de trabajo con la siempre necesaria dosis de disfrute que me hace esta profesión tan agradable.

Así que voy a tratar de no traicionar del todo mi estilo pero, a la vez, resumir en lo posible. De entrada, el viaje a Lloret se planteaba como en años anteriores: vuelo Asturias-Barcelona y coche de alquiler Barcelona-Lloret, una combinación más cómoda y barata que pegarse la paliza de conducir uno sólo desde Gijón hasta la localidad turística del litoral catalán. De entrada, un monumental atasco para atravesar la Ciudad Condal significaba llegar ‘por los pelos’ a sacar fotos de ‘los míos’ en la ceremonia de salida … algo que, de todas formas, ya tenía cubierto gracias a la buena disposición del ‘colega y sin embargo amigo’ Chapi.

En la parte final de la ceremonia apreciaba que, como ya se sabía desde hacía unos días, entre los que debían ser principales protagonistas del rallye faltaban, respecto a los inscritos, los Peugeot de Garre y Monzón, aunque este último todavía se daba como seguro participante en el previo del AS del día anterior …¡esta prensa de futbol no tiene remedio! Los que si estaban eran toda la jauría de GTs, dispuestos a aprovechar unos tramos rápidos y en los que los caballos de los Porsches, el Ferrari y los Nissan podrían ’galopar’ a gusto.

Y hablando de caballos, ‘el caballo hambriento’ era el nombre del pub inglés situado cerca del hotel en el que cenaba como si estuviese en pleno Picadilly, ¡ya se sabe que esto de Lloret es ‘territorio guiri’!
Una cena ‘very Brittish’ regada con un pinta de John Smith, la cerveza que siempre solía tomar cuando viajaba a menudo ’a las islas’, era el perfecto cierre del día, tocaba irse pronto para la cama porque el sábado el madrugón iba a ser de aupa. El despertador sonaba a las 6:30 de modo que me diese tiempo a estar a las 7:30 en Sant Hilari, que dista unos 45 minutos de Lloret, donde me esperaba Tony Sánchez, de ’vacaciones anticipadas’ una vez que el programa de Fiat España terminó con la rotura de motor del Punto de Fuster en Llanes. Natural de la conocida localidad gerundense situada en plena zona de multitud de tramos famosos del Costa Brava, el Guilleries y demás pruebas de la zona, Tony iba a ser el guía perfecto para asistir a pié de cuneta a un par de tramos y sacar las fotos ’de acción’ necesarias para las webs de los clientes y para ilustrar este reportaje.

Mientras hacíamos ’campo a través’ por un acceso a la parte final del tramo de Cladells de esos que sólo conocen ‘los de la zona’, el rallye había empezado con el corto ’Pep Bassas’, de menos de cinco kilómetros pero con bastantes humedades y zonas sucias en las que el S2000 (ahora que caigo en la cuenta ¡sólo había uno en este rallye!) podía tratar de ’dar primero’ y meter presión a los GT. Ese era el plan de Ojeda, que salía a por todas … pero hacía un trompo y no sólo no empezaba ganando sino que se dejaba casi 13 segundos respecto al autor del scratch, el Porsche de Vallejo, y veía, además, como se ‘colaban’ entre ambos el Ferrari de Solá, el Clio R3 de Vinyes (¡fantástico aprovechando al máximo que el piso estaba delicado!) , el nuevo Nissan de Blázquez y hasta el Porsche de Entrecanales. De los favoritos a las primeras plazas, faltaba el otro Porsche ’Nupel’, pilotado por primera vez por Xevi Pons y que también ’trompeaba’, cediendo ocho décimas más que Ojeda.

La espera hasta que llegase la hora del paso de los ’nacionales’ se veía más que amenizada por los preciosos históricos, cuya llegada anunciaba esa música más que ruido que es el sonido del V6 de procedencia Ferrari Dino que monta el coche de rallyes que siempre he considerado el más bonito de todos, el Lancia Stratos. La unidad de Bianchini sonaba con esa mezcla de armonía, potencia y rotundidad que sólo un motor fabricado en Maranello tiene, y era el aperitivo ideal para una auténtica colección de coches de esos que nos hicieron aficionarnos a los rallyes hace ya más de treinta años. Entre ellos destacaba la tremenda cruzada que se marcaba el Porsche del que sería el ganador, el británico Tuthill, que salía absolutamente ’de lado’ de la redonda de izquierdas en la que nos encontrábamos. Y no le iba a la zaga, ni mucho menos, ’nuestro’ Ferreiro, que se hacía todo el viraje ’barriendo’ con su Escort MKII tras salir ya ‘atravesadísimo’ de la curva anterior. Algo en lo que batía nada menos que a todo un Sandro Munari, que llegaba muy rápido y ‘tirando’ el Lancia, pero salía un poco demasiado por el exterior y acababa marcándose un monumental trompo con el Stratos decorado con los colores de Alitalia, sin duda una de las combinaciones más perfecta coche-patrocinador que haya pisado nunca un tramo de rallyes.

El salto del pasado al presente se daba poco después cuando aparecía al fondo del campo de visión el Porsche de Vallejo, con señales de ’toque’ en la parte delantera izquierda de su frontal procedentes de un trompo en el que cedía prácticamente toda la ventaja que le había sacado a Ojeda en la especial anterior. El gallego seguía líder, el cántabro, que pasaba ‘como un tiro’ por delante de nosotros camino de su primer scratch del día, era segundo a sólo 1.5 y el duelo entre ambos ya se perfilaba como el principal foco de atención del rallye. El siguiente en la general ya estaba a 12 segundos y era el Ferrari de Solá, que había perdido más o menos todo ese tiempo en un aparatoso trompo justo delante de nosotros, del que le costaba salir algo más de la cuenta arruinando así el magnífico crono que venía marcando y que le situaba, en los parciales que ’picaba’ un aficionado al lado nuestro en el mismo segundo que el 207 S2000.
Vinyes seguía siendo la gran sorpresa del inicio del rallye, marcando otro tercer scratch que le mantenía en plena lucha con  los GTs, cuarto en la general por delante del Nissan de Blázquez y los Porsches de Entrecanales y Xevi Pons, que no pasaba nada ’fino’ por donde nos encontrábamos, notando tal vez la falta de ritmo en asfalto lógica de llevar un año sin pilotar en asfalto.

La primera sección del rallye se cerraba con la primera pasada por Sant Hilari-La Cantina, tramo que sería nuestro destino para el segundo bucle. Ojeda seguía atacando tratando de aprovechar al máximo la presencia todavía de humedades a esa temprana hora de la mañana, y marcaba otro scratch, mientras que Vallejo sufría el ya comentado ’incidente’ de alcanzar a dos históricos en pleno tramo que le costaba una decena de segundos y ser sólo cuarto en el tramo, batido también por su compañero de equipo Pons, ya más entonado, y por Solá, que intentaba no perder contacto con los dos primeros de la general.

Mientras los equipos reponían fuerzas en la primera asistencia del día, en Lloret, nosotros hacíamos lo propio en casa de la familia de Tony, donde nos esperaba un magnífico desayuno payés con el que recargábamos baterías antes de ponernos en camino de una de esas zonas imposibles de encontrar para los que no conozcan la zona, más o menos en la parte más alta de Collsaplana, una lugar donde, me comentaba Tony, había abandonado en el que luego sería, por desgracia, su último rallye, el añorado Richard Burns.

Con mil historias como esa, grabadas en la mente de nuestro ’guía’ después de tantos años viendo rallyes de los buenos en esas carreteras, la espera hasta el paso de los primeros coches se hacía realmente corta. Y durante la misma se había disputado esa segunda pasada por ’Pep Bassas’ que iba a traer tanta cola después y en la que se apuntaba en el carnet de ruta del copi de Ojeda un crono que, finalmente, iba a ser corregido horas más tarde, aumentándose en siete segundos que cambiarían el resultado final del rallye y quien sabe si del campeonato.

En Cladells 2, el scratch era de nuevo para Ojeda, con lo que su ventaja aumentaba hasta unos 18.2 (¡realmente 11.2!) que empezaban a ser un margen importante. Vallejo era incluso superado por Pons en este parcial y el campeonato se le empezaba a escapar, aunque el de Meira no iba a rendirse, ni mucho menos, como demostraba en la especial que cerraba la mañana, la segunda pasada por Sant Hilari en la que nos encontrábamos. Allí, Ojeda, que había transitado con +5 respecto a Vallejo en nuestra curva, justo al final de la rápida zona en subida, la más favorable para los GT, a base de ’tirarse’ decidido en la bajada recortaba la desventaja a 2.9 en meta con lo que conseguía llegar en cabeza a Lloret con 15.3 segundos a su favor, esperanzadores para sus opciones de ser ya campeón, pero que aplicándoles ‘la corrección que todavía no existía’ eran unos ya no tan tranquilizadores 8.3 antes de afrontar los tramos en los que el Porsche debía ser más temible, especialmente el largo Espinelves con su pronunciada ascensión.

El resto ya ‘no contaban’ en la lucha por la victoria, aunque tenían también sus no menos interesantes batallas particulares. Solá era tercero con ese Ferrari que por mucho que digan yo sigo sin ver con opciones de ponerse a la altura del Porsche. Dani había rodado rápido pero ya estaba a cerca de 50 segundos, precediendo en poco más de 18 a un Xevi Pons que iba a más aunque llevaba el lastre del par de trompos del primer bucle que le habían hecho perder más tiempo de la cuenta.
Ya un minuto más atrás, Entrecanales llegaba quinto a Lloret, pero el bonito Porsche con los colores de la Cueva de El Soplao se quedaría el resto del día en la asistencia aquejado de irresolubles problemas de cambio, con lo que su posición la heredaba un brillante Vinyes, que mantenía a raya con el Clio R3 al pelotón de Mitsus que venía a continuación y que encabezaba Jordi Zurita.

Tras tomarme la mañana de forma muy tranquila, disfrutando del rallye, por la tarde tocaba ante todo trabajo, con un par de reuniones pendientes con clientes que ya están trabajando en sus proyectos para la próxima temporada. Ello significaba que cuando llegaba finalmente a la sala de prensa, ya estaba más que en marcha la tercera sección, en la que Vallejo lanzaba un demoledor ataque, con dos scratchs consecutivos en Grisons y Espinelves, secundando incluso en el segundo por el otro Porsche Nupel, en manos de un cada vez más rápido Pons. De todas formas, los ‘papeles’ y las pantallas de tiempos seguían dando a Ojeda como líder, aunque su ventaja se había reducido prácticamente a la mínima expresión, sólo 2.1 segundos cuando aun restaban dos pasadas por los dos tramos en los que Vallejo le acababa de ’meter’ 12.2. Todo apuntaba a que el del Porsche iba a culminar la remontada y a evitar el ’alirón’ del de Peugeot … algo que se hacía aun más probable cuando saltaba la ’bomba’ del día, el crono de Kike en la cuarta especial era, en realidad, siete segundos peor, con lo que el cántabro ya no tenía siquiera esos apenas dos segundos de ventaja … ¡sino que estaba casi cinco por detrás!

La situación era tremendamente confusa y los teléfonos ‘echaban humo’ con todo el mundo llamando a todo el mundo y nadie sabiendo a ciencia cierta lo que pasaba en realidad. Ello significaba que los dos tramos restantes, que seguíamos ya por completo desde la sala de prensa, fuesen un continuo ir y venir de rumores, acrecentada la incertidumbre por el muy deficiente funcionamiento del sistema de tiempos ’online’ que había estado incluso fuera de servicio en lo que respecta a internet por buena parte de la jornada, lo que unido a errores como el del ya famoso crono de Ojeda en el tramo 4 y a otros que se detectarían después, como el que suponía el cambio en la tercera plaza de la copa Suzuki, no dejaban en muy buen lugar a la organización de la prueba. Esta había optado por contratar este importante tema con una empresa local en lugar de la con la habitual en el resto de pruebas del campeonato, con la que no es que estemos muchos especialmente contentos pero que, en esta ocasión y para regocijo de su propietario, que seguía con lógico interés todo el lío, bien podía hacer suyo aquello de ’otro vendrá que bueno me hará’.

Imagino que avisado de que no sólo tenía que tratar de mantener su exigua ventaja sino que ahora debía remontar, Ojeda daba el máximo en las dos especiales que restaban, disputadas ya completamente de noche, y marcaba dos postreros scratch que no iban a ser suficientes. Al cántabro le faltaban dos segundos para alcanzar a Vallejo, por lo que la victoria era para el gallego … si se confirmaban oficialmente los tiempos ’corregidos’, lo que a esas alturas del día no estaba nada claro.

La situación era, de hecho, tan confusa, que según me comentaba ’Chapi’ desde la asistencia cuando me llamaba preguntando ‘pero ¿Quién va primero?’, aquello parecía una curiosa reedición del rocambolesco final del mundial de F1 en Brasil, con el equipo Peugeot haciendo de ’familia de Massa’ y celebrando con el clásico ’¡campeones, campeones!’ justo al lado de la gente de Porsche en plan ’McLaren-Hamilton’, convencidos de que el ganador era ’el suyo’ y con pinta de ser los que iban a reír los últimos y, por tanto, mejor.

Ante tal desconcierto, decidía esperar a los dos contendientes justo a la entrada del control horario previo a la asistencia final para tratar de salir de dudas. Cuando llegaba el Porsche de los Vallejo, Sergio atendía a una radio local, seguro de su triunfo, y Diego nos comentaba que ellos tenían claro desde por la mañana que el crono de Ojeda en el cuarto tramo estaba mal. Las efusivas felicitaciones que ambos recibían momentos después por parte del Presidente de la española eran una especia de ’espaldarazo oficial’ al resultado, por mucho que este no estuviese aun publicado. Así que aunque Ojeda comentaba al mismo cronista radiofónico que acababa de entrevistar a Vallejo que él pensaba que era el ganador y que los tiempos en su carnet de ruta así lo atestiguaban, el desenlace iba a ser el ya comentado al principio, con el Porsche primero, el Peugeot segundo … y el campeonato aun sin decidir que es, después de tanto lío, lo mejor de todo desde el punto de vista del espectáculo.

Con todo este jaleo, me pasaba totalmente desapercibida la pelea por la tercera plaza, en la que Xevi Pons, pese a algún que otro trompo más, tocando incluso la trasera del Porsche en el bucle final, acababa por superar a Dani Solá, cuyo Ferrari sufría problemas de diferencial y cedía demasiado tiempo en los tramos de la tarde cómo para mantener la tercera posición.

El que no tenía problemas para conservar su puesto era Vinyes, soberbio quinto con el Clio R3, mientras que ‘la guerra de los EVOs’ se la adjudicaba Zurita por delante de Forés y Martí, con este ganando con holgura en el PRR a Márquez y Muñiz, que se jugaban en el último tramo la segunda plaza de la copa de RMC y la décima de la general, con ventaja para Carlos, que llegaba satisfecho a la meta, tanto o más por el tiempazo de la última especial como por haberse asegurado el nacional de producción en asfalto.

Justo delante del Mitsubishi del asturiano, Blázquez situaba noveno el Nissan 350Z ’evolución’, tras haber perdido más de tres minutos por un pinchazo a media mañana que le descartó de toda opción a acabar entre los cinco primeros. De todas formas, Marc acababa contento con su actuación y con el comportamiento del coche, del que, a simple vista (¡y oído!) sólo con la incorporación del secuencial ya se apreciaba una mejora importante respecto al modelo usado en la challenge.

Del resto de copas y trofeos ya se habla más abajo en cada sección, así que diría que ya va siendo hora de poner punto final a este texto que, me doy cuenta, acaba siendo, por momentos, una especie de desahogo, lo que no deja de ser buena parte del efecto terapéutico que tienen para mi estas crónicas, redactadas fuera del horario de trabajo y en las que procuro plasmar mi visión personal por encima de versiones más o menos oficiales. Diría, como conclusión final, que lo mejor tras este extraño Costa Brava será ‘pasar página’, esperar que cosas de estas no se repitan y mirar hacia adelante, pensando ya en ese Shalymar que va decidir el campeonato 2008 con un duelo cara a cara Ojeda contra Vallejo, Peugeot contra Porsche, S2000 contra GT, que se me antoja la mejor manera de terminar la temporada … aunque volviendo a eso los hechos inconcebibles para un mero aficionado, me parezca cuando menos alucinante que, a día de hoy, cuando restan menos de dos semanas para el inicio del rallye que desvelará el nombre del Campeón de España, todavía no se sepa cual será el trazado del tramo a realizar en el Jarama. Un tramo que al tener como base un circuito de velocidad va a ser, por fuerza, atípico, y que según como finalmente se haga (todo ‘circuito’, mixto, con ‘nieve artificial’, usando parte de las pistas adyacentes, ¡o como quiera que sea!) puede decantar la balanza a favor de uno u otro contendiente, por lo que lo lógico sería que ya se hubiese decidido su configuración antes de saber, como se sabe ahora, que puede ser clave en la resolución del campeonato con lo que, se haga lo que se haga, no van a faltar las suspicacias. ¡Cosas de este nacional de rallyes que, a veces, me cuesta entender!

 

EVO CUP y PRODUCCION RALLY RACING

La EVO CUP se convirtió duelo entre pilotos locales, con victoria de Zurita por delante de Forés

 

Jordi Martí sumó su séptima victoria del año en el PRR y ya es casi campeón

La EVO CUP contó en el Costa Brava con la presencia de los rápidos pilotos locales Jordi Zurita y Eduard Forés, que fueron finalmente quienes ocuparon las dos primeras plazas de la categoría, no sin tener que superar a un rapidísimo Jordi Martí, que con el Mitsubishi EVO IX del 'Producción Rally Racing' les superó en los primeros compases de la prueba pese a la menor preparación de su vehículo, restringido al reglamento de 'producción', que permite menos evoluciones que los 'tope grupo N' de sus rivales.

Pero para Martí lo más importante era imponerse en la clasificación del monomarca que organiza RMC, por lo que una vez claramente distanciados sus dos rivales en el mismo, Alvaro Muñiz y Carlos Márquez, ya se limitó a rodar tranquilo en los tramos de la tarde, lo que permitió a Zurita y Forés acabar pasándole, llevándose el primero de ellos la victoria en la EVO CUP, certamen que ya está decidido desde Llanes en favor de Alberto Hevia.

En el PRR, el triunfo de Martí le deja a un paso del título, bastándole al catalán sumar un podio en cualquiera de las dos pruebas que restan (Shalymar, de asfalto, y Tárrega, de tierra) para ponerse fuera del alcance tanto de Márquez como de Muñiz aunque cualquiera de ellos consiguiese las dos victorias. Carlos y Alvaro parece claro que lucharán por el subcampeonato, y en el Costa Brava ya pelearon por la segunda plaza hasta el final, con ventaja para el gallego hasta la última especial, en la que el asturiano atacó a fondo y le sacó nada menos que medio minuto para adelantarle y hacerse con el segundo escalón del podio, asegurándose, de paso, el título en el Trofeo de España de vehículos de Producción del nacional de asfalto.

DESAFÍO PEUGEOT

Clara victoria de Monarri que pasa a ocupar el liderato de la general

Victoria de Alberto Monarri en la clasificación del Desafío Peugeot. El piloto madrileño se llevó siete de los diez tramos, haciéndose con el liderato tras la cuarta especial y manteniéndose en cabeza ya hasta el final pese al acoso al que le sometió Víctor Senra, que nunca se rindió y terminó finalmente a poco más de seis segundos tras ir cediendo un poco de tiempo en cada tramo y llegar al último a algo más de dieciseis.

Tercero terminó Climent Domingo, que lideró tras la segunda y tercera especial pero que pronto tuvo que preocuparse más de batirse por la tercera plaza con Arias (ganador del primer tramo del día) y Segura (que se salió en la última especial). Al final sólo 8 décimas separaron al catalán del asturiano, que pese a no subir al podio mantiene aun opciones al título, por el que luchará en el Shalymar contra Monarri y Senra. El madrileño llegará al rallye 'de casa' como líder y clarísimo favorito dada tanto su incuestionable rapidez como el mucho mayor conocimiento del terreno del que gozará respecto a sus dos rivales en la prueba decisiva del campeonato.

El que ya perdió toda opción a un Desafío que a principio de año parecía que iba a ser suyo es Esteban Vallín, que en el Costa Brava no encontró nunca la forma de seguir el ritmo de los primeros, acabando en una distante quinta plaza que le descarta de la lucha por el campeonato.

 

COPA SUZUKI

Marc Jiménez dominó con holgura en la copa de los Suzuki Swift

La Copa Swift apenas tuvo historia con claro dominio del catalán Marc Jiménez, que corría 'en casa' y se puso líder ya en el segundo tramo para no verse desplazado ya del primer puesto en lo que quedaba de rallye. El único que rodó por delante de él, aunque fuese sólo en el corto primer tramo, fue el gallego Esteban Núñez, al que el cambio de su Suzuki le acabaría traicionando cerca del final cuando era segundo.
Con el ferrolano fuera de combate, la segunda posición iba a parar al vasco Gorka Antxustegui, que conseguía de este modo conservar el liderato de la Copa.
La tercera plaza estuvo peleada hasta después de acabar el rallye entre los asturianos Miguel Angel Blanco y Aquilino Sánchez. Inicialmente la clasificación daba a Blanco como tercero pero tras solicitar el equipo de Aquilino la revisión de las tiras de tiempos, era este quien se llevaba finalmente el último escalón del podio.

El resultado del Costa Brava significa que serán Antxustegui y Jiménez quienes se jugarán el título en el Shalymar, con ligera ventaja para el vasco tras aplicar el descarte del peor resultado que estipula el reglamento. También Aquilino Sánchez, Esteban Núñez y Aitor Fernández tienen aun alguna posibilidad matemática, aunque muy remotas ya que quedan 33 puntos en juego y el que menos lejos está del liderato es el asturiano, al que separan 26 puntos del neto que ahora mismo tiene Antxustegui.

CLIO CUP y NISSAN CHALLENGE

Joan Vinyes se aseguró el título de la Clio Cup

 

Rubén Gracia no tuvo ningún problema para volver a ganar ante Hernán

La presencia del Clio R3 Access del gallego Luis Aragonés volvió a elevar el número de participantes en la copa de Renault a su máximo del año, ¡tres coches! ... aunque el temprano abandono de Fran Cima, con problemas de motor causados por una bujía, dejó pronto en sólo dos los Clios en carrera con la lógica clara ventaja habitual en favor de Joan Vinyes, muy superior todo el año a sus mu escasos rivales. El andorrano hizo de nuevo un rallye soberbio con el R3, acabando quinto scratch y asegurándose matemáticamente la victoria final en esta primera y muy descafeinada edición de la copa que significaba el retorno de Renault a los monomarcas nacionales, y que ha sido un completo fracaso en cuanto a número de participantes, lo que esperamo lleve a la marca del rombo a replantearsela de cara al año próximo.

Similar reflexión se puede hacer respecto a la Nissan Challenge, ya decidida en favor de Fombona desde Llanes y que en el Costa Brava repetía de nuevo el desigual duelo ya visto en el Sierra Morena entre los madrileños Rubén Gracia y Alberto Hernán. Un duelo inexistente dada la enorme diferencia entre uno y otro y que terminaba igualmente con abultada ventaja de Rubén, de nuevo cerca de meterse entre los diez primeros de la general, mientras Hernán terminaba el 34, a más de siete minutos y medio aunque al menos no tan retrasado en la scratch como en carreras anteriores.
Muy por delante de ambos terminaba lógicamente el 350Z oficial que estrenaba Marc Blázquez y del que se dan más detalles en la sección de noticias. Los cronos de Marc eran del orden de dos segundos por kilómetro mejores que los de Gracia, lo que viene a ser la diferencia que normalmente venía sacándole en cada rallye Sergio Fombona a sus rivales en la Challenge, algo que no deja de ser una buena demostración de lo rápido que ha rodado el gijonés con el GT de Nissan, un coche que con las nuevas evoluciones que presentaba la unidad de Blázquez debería ser algo más competitivo y permitir que los pilotos punteros de la copa puedan el año que viene acercarse algo más a las posiciones de cabeza de cada rallye del nacional.