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El nuevo Porsche de Sergio Vallejo tuvo un estreno inmejorable en Llanes, consiguiendo el de Meira una victoria que aumenta de forma notable sus opciones a hacerse con el título a final de temporada. Ojeda lo intentó prácticamente hasta el final pero tuvo que conformarse con la segunda plaza, mientras que Monzón completó el podio pero nunca dio sensación de poder inquietar a los dos primeros.
CRONICA

Llanes, tanto el sitio como su rallye, siempre han tenido para mi un encanto especial, mezcla de recuerdos de juventud y sensaciones recuperadas en la madurez que hacen difícil racionalizar por qué me gusta más acudir allí cada año que a la mayoría de pruebas del calendario nacional. Porque, siendo objetivo, es evidente que hay rallyes con un recorrido más atractivo, o con mejores infraestructuras, o más cómodos para trabajar o con mejor participación o más interés deportivo, pero todo eso acaba pesando poco en la balanza comparado con lo a gusto que me siento en el Llanes cada año. Y es que, entre que la zona me encanta, que solemos aprovechar el fin de semana del rallye para juntarnos varios de los amigos ’de siempre’ y pasar un par de días en una casa de Puertas de Cabrales, y que el ambiente que se vive esos días allí, con todo el pueblo volcado en ‘su’ rallye, es tan especial, el resultado es que, independientemente de si la inscripción es mejor o peor o si el recorrido cambia o no, acudo a la zona de picos siempre con un estado de ánimo muy positivo y con ganas de disfrutar … aunque llueva como suele ser norma habitual en prácticamente todos los Llanes que alcanzo a recordar.

Segunda victoria del año para Vallejo, que presenta firme candidatura al título

Ojeda se tuvo que conformar con la segunda plaza y ve como el campeonato se complica

Miguel Arias se llevó la victoria a efectos del Campeonato de Asturias

Este año, por diferentes compromisos, al final la ‘excursión llanisca’ era mucho más reducida en número en lo que respecta a mi ‘pandilla’, pero había ganas igual de que llegase el viernes para poner rumbo a Llanes a media tarde, cumplir el ritual de acercarse al polideportivo para las verificaciones y ‘descubrir’ después donde se ‘acampan’ los diferentes equipos en ese peculiar parque de asistencia que forman las plazoletas y calles de los alrededores. Algo que este año cambiaba ligeramente, ya que los equipos ‘grandes’ no jugaban entre ellos al escondite tapándose unos de otros por los edificios, sino que ocupaban el patio del instituto, un lugar más cómodo ya que, al menos, los tenías a todos concentrados en apenas unos metros, lo que siempre se agradece para reducir el ‘kilometraje’ de paseos arriba y abajo que acabo cubriendo en cada rallye para visitar los diferentes ‘boxes’. Con el resto de equipos alineados en la larga calle ya utilizada otros años, un primer vistazo ya me permitía ubicar a unos y otros de los algo más de 60 participantes, entre los que, finalmente, no faltaba ninguno de los favoritos, que habían jugado un tanto ‘al gato y al ratón’ entre ellos, apurando al límite el envío de su inscripción por si al final ’no hacía falta’ venir y así se podía dar un respiro a los ya bastante exhaustos presupuestos.

Pero cuando el Porsche de los Vallejo aparecía en la lista, tanto a Peugeot como a Fiat les tocaba también ’mover ficha’ y las inscripciones de Ojeda, Monzón y Fuster llegaban en tropel, garantizando que en Llanes íbamos a vivir otro interesante asalto a un título 2008 que está mucho más abierto de lo que cualquier pronóstico de principio de temporada podía prever para estas alturas de campaña. Porque, como en los dos años anteriores, el favorito ’oficial’ a ganar el título no acaba de tomar ventaja y ello implica una siempre bienvenida incertidumbre, por mucho que lo más probable sea que al final, igual que en el 2006 con Solá y en el 2007 con Fuster, la lógica se imponga y el candidato más firme, este año Ojeda, sea quien se lleve el título. Algo que, en todo caso, está por ver y para lo que Llanes se me antojaba una prueba de fuego importante. A favor de Kike estaba su impecable ’record’ de resultados … siempre que consigue llegar a la meta con el 207 S2000 de BMR. En su contra la fragilidad mecánica del Peugeot, que le tiene ‘al borde del precipicio’ desde hace un par de rallyes y que casi le cuesta quedarse ya prácticamente ‘pendiente de un hilo’ en el Príncipe, cuando su motor rindió el último suspiro en las calles de Oviedo. Para el cántabro, cada rallye de aquí a final de año es una auténtica final, y de los que quedan, el Llanes, por aquello de ser un rallye norteño, debería ser el más favorable, siempre pensando que el campeonato se lo va a jugar contra el Porsche de Vallejo, por mucho que tanto el Peugeot ’satélite’ de Monzón como el Fiat ’Nocentini’ de Fuster mantengan también opciones matemáticas al campeonato.

Pero el Llanes, aunque se dispute en el norte, no es tampoco ese territorio típico de tramos súper revirados, sucios, rotos, estrechos, que es donde más puede sufrir el GT. Y menos aun si se presenta tan seco y soleado como este del 2008 en el que, para mantener la tradición, hubo algo de agua, pero muy poca y en el shakedown del viernes, mientras que el pronóstico de tiempo para el sábado, de sol y cielos despejados, se acabaría cumpliendo a rajatabla. Con lo que, pensando que el año pasado, con su buena cantidad de humedades por los chaparrones de los días anteriores, Vallejo había estado ’en los tiempos’ hasta su abandono, y añadiendo el factor extra de la nueva y, según todos los indicios, aun más evolucionada montura del de Meira, que se estrenaba en Llanes, dar como claro favorito a Ojeda se me antojaba como fruto de dejarse llevar más por la ecuación ’rallye del norte=rallye antiGT’ que por la real situación de fuerzas y posibilidades reales de uno y otro.

Una sensación, la de que Vallejo podía ganar, que se me acrecentaba muy mucho el sábado temprano, cuando desde mi ’base de operaciones’ en Puertas de Cabrales, optaba por bajar dirección Panes para entrar por salida en Siejo y buscar acomodo en Villanueva, como sustituto al típico emplazamiento de la ‘chicane’ de Noriega, del que los inescrutables designios del delegado de seguridad de la RFEdeA nos había privado este año. Y es que haciendo esa zona de tramo, que se iba a repetir tres veces, una siguiendo desde Villanueva a Colombres, y dos camino de Puertas de Vidiago, me quedaba claro que aquello era ’territorio Porsche’. Si yo, que de ’manos’ ando más bien escaso, podía rodar a ritmo más que discreto con mi coche de calle por aquellas rapidísimas enlazadas, con carretera suficientemente ancha y piso cien por cien seco … por allí el 911 tenía que volar bajo, supliendo, de sobra, con su plus de caballos el déficit de tracción respecto a los S2000. Evidentemente el rallye constaba de otras seis especiales sobre los tramos más virados de La Tornería, Nueva-Labra y Torre-Carmen, pero empezaba a pensar que el GT tenía más papeletas que el S2000 para llevarse el premio de este Llanes 2008.

Un pronóstico que las primeras noticias que llegaban vía radio del tramo inicial, Nueva-Labra, diría que confirmaban pese a que el scratch era para Ojeda. Pero en esos complicados 20 kilómetros, Vallejo era ya segundo a sólo 1.2, aprovechando al máximo las zonas más rápidas y causando notable impresión por como las superaba, según me comentaba después gente que lo vio pasar absolutamente a fondo por sitios donde parecía imposible ir así de rápido. Mientras, Monzón ya quedaba por detrás, a 6.6 del otro 207S2000 … y tras él ya había un vacío importante, propiciado por la temprana rotura del Fiat de Fuster, quien tras tanto dudar su equipo si participar o no, quedaba poco menos que inédito y decía, diría que de forma más que definitiva, adiós al campeonato.

Tras el trío de cabeza, Berti empezaba su sistemática ’destrucción’ de todo atisbo de oposición por parte de Burgo en lo que a ser el mejor Mitsubishi se refiere, metiéndole ya casi 20 segundos en un claro aviso de que la tónica iba a ser la del Príncipe. Entre ambos, confirmando que el Llanes más seco que uno recuerda podía ser perfectamente territorio GT, Entrecanales colocaba quinto su 911, más arriba que nunca en estos dos años que lleva ’peleando’ con su ex-Porsche cup alemán. Una prestación efímera, en todo caso, ya que el bueno de Eloy no pasaría del segundo tramo tras su magnífico crono del primero.

Con Arias justo tras Burgo con el EVO IX alquilado a Quattro Rally y por delante del clio R3 de Vinyes, con Márquez, motivadísimo en su rally número 100 y empezando su recital en el PRR, y con Fombona ’corriendo contra si mismo’ ante la ausencia de rivales en la Nissan Challenge, se cerraba el primer tramo que se había cobrado, además de la de Fuster, alguna que otra baja más entre posibles protagonistas del rallye. Me refiero al Clio del siempre rápido y valiente César Fernández ’Santana’, cuyo propulsor ’reventaba’ en la recta de Labra, y al EVO VII de Rubén González que sufría un fuerte accidente al romperse probablemente algo en la suspensión, como explicación más plausible que me daban después ‘mis ojos en la zona’ para el tremendo bote que elevaba la trasera del Mitsu, lo hacía volcar tras golpear el talud, y lo llevaba ’patas arriba’ fuera de la carretera a preocupante velocidad, por fortuna con mucho más susto que daño para sus ocupantes.

Para ver la pasada por Siejo-Colombres elegía el ‘zigzag’ derecha-izquierda de acceso al pueblo y pronto empezaba la acción. A lo lejos llegaba el sonido del nuevo Porsche, más contundente, más redondo … más potente. Vallejo venía aprovechando al máximo el ‘territorio GT’ que era toda esa rapidísima parte inicial del tramo, aperitivo de lo que sería luego, cuando en las dos siguientes pasadas por Villanueva, siguiese recto dirección Noriega con todavía unos cuantos kilómetros más donde poder hacer ‘cabalgar’ a los muchos pura sangre del legendario seis cilindros boxer de la marca de Stutgart.
Tras él venían los dos S2000 que quedaban, con diferencia visual clara entre como iba atacando Ojeda, mucho más ‘dentro’ en la derecha tras apurar más la frenada, pero no por ello perdiendo velocidad, apoyándose en la tremenda tracción del 207 para pasar la izquierda con total eficacia y salir disparado hacia el cruce. Los cronos que ‘picaban’ unos aficionados cántabros que estaban a mi lado eran de ligera ventaja para el Porsche, que en meta se tornaba en nueva victoria parcial por la mínima para el Peugeot, 1.9 segundos que elevaban a 3.1 la distancia entre los dos que se iban a jugar este rallye y este nacional 2008. Monzón cedía otros 4.2 y ya estaba a 10, y sólo Berti se dejaba menos de un segundo por kilómetro en los apenas diez mil metros que separaban salida de meta, endosándole, de paso, otro tanto a Burgo. Algo que se intuía, de sobra, sólo con verlos pasar por donde estábamos, con el EVO de RMC pilotado por el poleso pasando mucho más por el sitio a magnífico ritmo, mientras que el del gallego se mostraba notablemente más ‘bailarín’, lo cual no dejaba de ser tanto más vistoso como menos eficaz, ya que obligaba a su piloto a ‘levantar’ a la salida de los dos virajes. En la general, Hevia se consolidaba ya en la cuarta plaza, prácticamente a medio minuto de Ojeda, y Burgo era quinto, ya casi a un minuto, empezando ambos a tomar posesión de los que serían sus lugares definitivos al final del día.

Asi que, en sólo dos tramos, se iba delineando claramente cuales eran las jerarquías en las cinco primeras plazas: duelo Ojeda-Vallejo por la victoria, Monzón tercero y a la espera de acontecimientos, Berti cuarto y primer EVO, Burgo quinto y resignándose a ser segundo de los Mitsus. Detrás todavía se podía esperar más batalla, con Vinyes y Arias en el mismo segundo, el andorrano eficaz como siempre con el Clio R3, el de Grao rodando a muy buen ritmo con el EVO en busca de los máximos puntos para el Campeonato de Asturias. Ambos precedían en la general a Sergio Fombona, que les había batido en el parcial, marcando un soberbio sexto scratch con ese Nissan 350Z que el gijonés lleva como nadie, pero que pide ‘a gritos’ esa caja secuencial que ya monta el ‘0’ así como una urgente dieta de adelgazamiento, para que parar esos más de mil cuatrocientos kilos no sea el ejercicio de fe en la eficacia de los discos de frenos que es, hasta ahora, cada apurada de frenada como la que había antes de nuestra curva.
A un segundo de Sergio en la general venía Márquez, de nuevo el más rápido en la que Carlos llama cariñosamente ‘Cholo cup’, que sufría ya su primera baja al salirse Diego Cabanela en los pocos kilómetros que separaban la salida de nuestro punto de observación. El ‘top ten’ lo completaba Fran Cima, al que cada vez veo sacar más partido al R3, algo que los cronos demuestran, con diferencias mucho menores respecto a los tiempos de Vinyes de las que se registraban hace apenas un par de meses.

El paso del que es, sin ningún género de dudas, el coche más esperado por la afición en cada curva de cada rallye del nacional, el Escort MKII de Ferreiro, que no defraudaba y daba las dos que veíamos ‘barriendo’ entre una salva de aplausos, marcaba el final de la fase esa de ‘asegurar’ unas cuantas fotos de los primeros, por aquello de que de ellos suelo necesitar siempre más imágenes. Así que, a partir de ahí aprovechaba para ir moviéndome un poco por la zona y variar ángulos y encuadres de cara a que las instantáneas que ilustran este reportaje fuesen lo más variadas posible. Desde el interior de la curva el contraluz era todavía acusado, con el sol aun bajo sobre el horizonte a esas tempranas horas del sábado, pero se podía hacer alguna que otra foto ‘decente’, mientras observaba como el nutrido grupo de ‘modestos’ que paliaba la falta de copas en este Llanes 2008, se empleaban a fondo, destacando entre todos ellos la forma de pasar ‘por el aire’ de Borja Cue y su 205 ¡que barbaridad!

El siguiente tramo iba a discurrir también por esta misma zona, pero el cruce, que ahora los participantes habían tomado hacia la derecha, se iba a convertir en la continuación de una vertiginosa recta en bajada camino de otra, no menos rápida, en ligera pendiente ascendente para circular ‘a fondo’ entre las casas de Noriega. La única curva entre ambas rectas era una doble izquierda-derecha, con el sol ya más alto y a nuestra espalda que sería nuestro punto de observación para el tercer tramo del día. Un tramo que se demoraba su buena media hora al ser necesario evacuar en ambulancia a un espectador que se lesionaba al caer de un lugar alto cuando trataba de buscar una buena ubicación para ver el rallye ¡que mala suerte!

Mientras esperaba el inicio de la especial, observaba el cielo, de un azul cada vez más intenso y sin la más mínima nube, lo que me hacía pensar que ‘ahí arriba’ alguien al que todos habíamos echado de menos el día anterior en la ceremonia de salida, quería seguir ‘su rallye’ del mejor modo posible y había movido los hilos necesarios para que la visibilidad fuese perfecta desde su privilegiado punto de observación … ¡y a fe que lo había conseguido! Este año no íbamos a tener lluvia en el Llanes.

De pronto, el sonido del 911 nos devolvía a la realidad del momento porque, como siempre se dijo en el mundo del circo, ‘el espectáculo tiene que continuar’, y ahí llegaba ya, como un misil, el Porsche de Vallejo … ¡cortando en la marcha más alta desde bastantes metros antes de la frenada! Bastaba ver las expresiones de los ‘atrevidos’ que estaban tras el guardarail de ‘final de recta’, con varios de ellos dando, instintivamente, un par de pasos hacia atrás, para que los 'menos valientes’ que estábamos en el interior de corto tramo lento entre esa curva y la siguiente, imaginásemos como debía de estar llegando allí el GT … ¡impresionante! Además, el Porsche apenas si se movía cuando su piloto volvía a pisar el pedal del gas una vez negociado el viraje tras la brusca frenada, saliendo de nuevo catapultado pendiente arriba camino de Noriega, mientras las marchas entraban una tras otra a velocidad de vértigo. Si en los dos tramos anteriores, con más zonas lentas, el de Meira había estado muy cerca del S2000 de Ojeda … ¡aquí lo iba a ‘machacar’! Y, efectivamente, por mucho que el Peugeot también llegase ‘al corte’ y que pasase probablemente más rápido las enlazadas, la sensación de que en cada aceleración se iba dejando unas décimas era evidente y la corroboraba el crono en la meta de Puertas de Vidiago: +8.5 a favor de Vallejo que pasaba a liderar la general con 5.4 de ventaja y empezaba a demostrar que este Llanes 2008 podía ser perfectamente suyo.

Además, el duelo por la victoria quedaba, definitivamente, reservado a ambos cuando Monzón sufría la rotura de un palier en su 207 y, aunque conseguía completar la especial, lo hacía con un minuto y cuarto más y cayendo hasta la cuarta plaza de la general, superado por Berti, que seguía a lo suyo, ser el Mitsubishi más rápido con diferencia, lo que en este tramo se traducía en obtener el tercer mejor tiempo y en ser el único que perdía poco más de un segundo por kilómetro … porque el resto se dejaba más de dos en cada uno de los 23 que conformaban el tramo. Vinyes se permitía el lujo de batir a Burgo en el parcial, a base de ‘tirarse’ con decisión en las zonas más rápidas, en las que el Clio R3 del andorrano pasaba con un aplomo que seguíamos sin verle el EVO del gallego. Fombona repetía el excelente sexto scratch del tramo anterior, pese a que los poco apropiados desarrollos y la lentitud del cambio de serie del Nissan quedaba más que de manifiesto a la salida de nuestra curva, con el gijonés teniendo que esperar una eternidad para meter ‘una más’ donde los otros salían ‘poniendo hierros’ como locos. En la general, Arias seguía, sin embargo, ocupando la séptima plaza, justo por delante de Márquez, que seguía machacando a sus rivales en el PRR y se permitía el lujo de quedarse a muy escasos segundos del EVO tope grupo N de los de Grao con su ‘Mitsu light’ de producción.
Tras el de Fios, la lucha por la décima plaza tenía doble significado ya que era también el duelo por la victoria entre los Junior, con Fran Cima imponiendo su Clio R3 al EVO IX de Jonattan Pérez, que le seguía de cerca, a sólo cinco segundos y precediendo también por poco a los dos siguientes de la ‘cholo cup’, Jordi Martí y Alvaro Muñiz, que se las iban a ‘tener tiesas’ durante todo el día.

Tras completarse el paso de los supervivientes (¡que ya eran menos de 50 tras sólo tres especiales!), emprendía camino hacia Llanes para llegar con tiempo de sobra a la asistencia del mediodía y poder ir ya descargando las fotos y ganando tiempo, que el rallye acababa luego bien tarde y se iba a amontonar el trabajo. Como no había forma de ‘pillar’ la radio, ‘pisada’ la retransmisión del rallye por otros programas de la misma emisora procedentes del ‘lado cántabro’ (¡es lo que pasa cuando se está tan cerca ‘de la frontera’!), no era hasta que llegaba a la sala de prensa cuando me enteraba de cómo habían ido las cosas en las dos especiales que quedaban antes de la larguísima pausa del mediodía (¡cada día entiendo menos los horarios de los rallyes del nacional!). Y lo que había pasado era que cada uno de los dos ‘duelistas’ por la victoria había apretado justo donde antes se había mostrado más vulnerable, lo que aumentaba la incertidumbre en cuanto al resultado final. Porque en la segunda pasada por Nueva-Labra, Vallejo marcaba un inesperado scratch, aunque fuese por sólo una décima de segundo sobre Ojeda, que tenía sabor de sentencia: ‘si le gana ahí en la siguiente por Siejo-Puertas le va a destrozar’, podía pensarse. Pero el cántabro del Peugeot reaccionaba y aunque el parcial en el rapidísimo tramo que marcaba la llegada a la mitad del rallye era también para el gallego del Porsche, la diferencia era mínima comparada con la de la pasada anterior, sólo 1.7, lo que dejaba la general al mediodía con Vallejo por delante y Ojeda siguiéndole a sólo 7.2 segundos y con cuatro tramos por la tarde, dos pasadas a Torre-Carmen y otras dos a La Tornería, en las que el S2000 podía ser, en teoría, mejor arma que el GT.

Una vez resuelto en la asistencia su problema de palier, Monzón recuperaba su puesto de tercero en los parciales de los dos tramos, pero Hevia aun le precedía en la general provisional, aunque si todo seguía normal era cuestión de tiempo que el 207 S2000 superase al EVO grupo N.
Quinto, pero cada vez más lejos, venía Burgo, que no tenía que descuidarse no siendo que Vinyes le diese un susto (sólo 10 segundos les separaban), mientras Arias, Fombona, Márquez y Cima conformaban un cuarteto asturiano que completaba los diez primeros, cada uno cumpliendo sus objetivos: el de Grao liderando el regional, el gijonés camino de acabar y sentenciar la Nissan Challenge, el de Fios ganando ‘de calle’ en el PRR y el ovetense cómodo líder de la junior tras ceder el cambio del EVO de Johnny en el último tramo de la mañana.

Con sólo 36 coches en carrera, nada más que cuatro tramos por delante y aun más de ocho horas hasta que terminase el rallye, la tarde no se presentaba muy amena, por mucho que el duelo por la primera plaza estuviese realmente interesante. El resto de posiciones estaban muy definidas, con el previsible adelantamiento de Monzón a Hevia por la tercera plaza como único cambio importante que cabía esperar, y las sensaciones que me dejaban las breves conversaciones que mantenía con varios de los pilotos eran de que, quien más quien menos, la mayoría ya se daban por más que contentos con terminar con lo tenían en ese momento. Así que tras desear suerte a los ‘supervivientes’ y ver el final de la calificación de Singapur en la carpa de RMC (¡que mala suerte lo de Alonso! … ¡¡¡quien iba a imaginar lo que iba a pasar el domingo!!!), montaba definitivamente mi ‘oficina’ en la sala de prensa y empezaba a ir despachando trabajo, con un ojo en el monitor de tiempos y un oído en la radio, que vía internet si se podía escuchar perfectamente.

Los primeros tiempos que llegaban de La Tornería decantaban el pronóstico un poco más del lado de Vallejo, que aumentaba su ventaja en 4.1, con lo que la diferencia superaba ya la barrera sicológica de los diez segundos. Quedaban tres tramos y cada vez estaba más cerca la victoria para el del Porsche que, además, podía, si hacía falta, arriesgar ese poquito más que Ojeda debía pensarse muy mucho en asumir, jugando como jugaba con tan poco margen de error en el campeonato debido a los tres ‘ceros’ ya acumulados. A Kike le quedaba, como última baza, el tramo de Torre-Carmen, donde el S2000 se me antojaba más efectivo que el GT. Pero aunque el Peugeot se hacía con el scratch, recortaba menos de lo perdido en el tramo anterior, con lo que a la última asistencia se llegaba con Vallejo delante por 8.1 segundos y con la sensación de que, salvo error o avería, el rallye era suyo.

Una sensación que se confirmaba plenamente en el segundo paso por la Tornería, donde el de Meira le endosaba 8 segundos al yo diría que resignado Ojeda, que incluso empeoraba su crono anterior, síntoma inequívoco de ‘rendición’ y de pensar en que valía más sumar los 12 puntos del segundo puesto que arriesgarse a buscar los 15 del primero con el claro peligro de un nuevo cero, que sería ya poco menos que el definitivo fin en sus opciones al título.

Con la noche ya adueñándose del rallye, Vallejo rubricaba un triunfo importantísimo con un nuevo scratch en la pasada final por Torre-Carmen que cerraba de forma brillante el estreno de su nuevo Porsche. El coche había rendido a la perfección, su piloto había sabido sacarle el mejor partido en todos los terrenos, explotando al máximo sus ventajas en las zonas más favorables, y limitando de forma espectacular las pérdidas en las desfavorables, y el resultado era un triunfo, el segundo del año, que aunque en puntos vale menos que el de Canarias, por aquello de los coeficientes, en significado diría que ‘vale doble’. El año pasado, en Llanes, Vallejo perdía la mayoría de sus opciones al campeonato por aquel palier roto en Noriega, sin el cual quien sabe cual habría sido el desenlace del nacional 2007. Ahora, en cambio, nada fallaba y este primer puesto, unido a lo que queda de campeonato, con territorio favorable en Costa Brava, como mínimo, sitúa a lobo de Meira cada vez más al acecho y con serias opciones de cobrarse la presa más codiciada, el campeonato de España de rallyes.
Bien es verdad que partir del próximo rallye, el Sierra Morena, Vallejo tendrá ya que empezar a restar puntos de diez en diez a cada resultado que añada, con lo que sólo le valdrán primeros o segundos para seguir aumentando su actual cuenta de 94.5, mientras que a Ojeda le quedan aun dos resultados íntegros que sumar a sus actuales 79.5, por lo que, realmente, el de Peugeot todavía depende de si mismo y con dos victorias de las tres que quedan en juego sería aun campeón haga lo que haga su rival, pero a Kike se le está acabando el tiempo y el terreno para sumar de 15 en 15 con la claridad con la que lo hizo en Cantabria o Vigo. No se porque me da que esta vez el desenlace no va a ser como los del 2006 y 2007, donde los favoritos de principio de año sufrieron pero, al final y casi con más alivio que alegría, ganaron. ¡Ahora las cosas parecen un poco diferentes! Y ello sin olvidar a Monzón, que en los dos rallyes asturianos ha perdido algo de fuelle pero todavía está ahí, con posibilidades también de ser quien se lleve el campeonato a poco que Vallejo u Ojeda se descuiden.

Estos números los hacía en la tarde del sábado mientras se iban acabando los dos último tramos, en los que finalmente se consumaba el adelantamiento por la tercera plaza de Monzón a Hevia. Berti era, además, noticia en estos compases finales de rallye por su anuncio de que este Llanes ponía ya fin a su temporada, alcanzado el objetivo de ganar la EVO CUP y con el presupuesto terminado una vez hechos los seis rallyes para los que llegaba. Para el de la Pola empieza ahora el que yo llamo ‘rallye más difícil’, el de los despachos, ese en el que todos van a tener que atacar a fondo este invierno para tratar de conseguir esos programas que les permitan estar de nuevo en la brecha en el 2009. Algo que, ahora que hasta los más optimistas miembros del gobierno ya usan sin tapujos la palabra ‘crisis’, se antoja, si cabe, más complicado que nunca.

El rallye, como se puede intuir por estas líneas, caminaba hacia un plácido final, con todo ‘el pescado vendido’ y sin que se esperasen mayores sobresaltos. Mientras iba dejando todo preparado para ‘cerrar’ los diferentes comunicados en cuanto charlase con los pilotos a su llegada a Llanes, hablaba por teléfono con mis amigos en la casa de Puertas para organizar la cena (‘este año voy a acabar pronto’ les decía), y echaba una mano al speaker en la confección de la lista de premiados que iban a subir a los diferentes podios minutos después. Esa lista estaba poco menos que completa y recuerdo que le comenté a Juan Mari Guajardo, ‘si acaso cambiará el orden entre octavo y noveno’, pensando que los menos de tres segundos que Fombona le llevaba a Márquez no iban a ser suficientes para que el gijonés contuviese al de Fios en su tramo de casa, Torre-Carmen, donde en la pasada anterior le había sacado dieciséis. Lo que no me imaginaba, ni por lo más remoto, era que, efectivamente, Sergio iba a perder esa octava plaza … ¡sino como lo iba a hacer!

Como ya hacía rato que había empezado el partido del Sporting, y ya se sabe que el futbol está por encima de todo, la retransmisión del rallye pasaba a seguidísimo plano, así que el monitor de tiempos era la única herramienta para ir siguiendo el desarrollo de la última especial. Cuando tras aparecer el crono de Vinyes en la pantalla del ordenador tardaba en salir el siguiente no quería, al principio, pensar en que hubiese pasado nada, "será cosa de los tiempos estos en 'semidirecto' que de vez en cuando se ‘atascan’ un poco" pensaba … hasta que, de golpe, aparecían dos cronos de forma simultanea, el de Márquez y el de Fombona, con Carlos por delante tanto en el parcial como en el total. " ¿Ves?", le decía a Guajardo, Márquez pasó a Fombona por la octava plaza … y entonces me daba cuenta de que ‘algo andaba mal’ … el crono de Sergio era anormalmente alto, cerca de tres minutos peor que el de Carlos … ¿Qué habrá pasado? Casi a la vez que sonaba el móvil, era Juan Tarrazo desde Ibiza siguiendo como siempre a pie de ordenador cada rallye de ‘su piloto’ y haciéndome la misma pregunta, alguien decía desde el fondo de la sala de prensa que el Nissan había pinchado dos ruedas y, poco después, otra llamada, esta desde el tramo de autopista que une Arriondas con Llanes me daba más datos, el 350Z venía ‘gravemente herido’ tras un toque en la parte final de Torre-Carmen y se hacía complicado pensar que pudiese alcanzar la meta.

Los minutos siguientes fueron de esos frenéticos y que te sirven, además, para poder apreciar como aunque a veces digamos que los rallyes ya no son lo que eran y que el ambiente de camaradería entre equipos que había antes se ha perdido a la vez que ha desaparecido la épica de este maravilloso deporte, de vez en cuando todo ello aflora … ¡y de que forma! Sergio y su copiloto, Carlos Dorado, tenían claro que ‘había que llegar como fuese’ a Llanes, ya que con entrar en meta se aseguraban el título de la Nissan Challenge y este era, además, el último rallye previsto en su programa para este año.
Así que, echándole ese valor que hace del gijonés uno de los favoritos de muchos de los que estamos en esto, por más que de vez en cuando nos de momentos como el del sábado (o ¿Quién sabe? ¡igual precisamente más por ello!), ambos se juramentaban en llevar el 350Z por los 30 kilómetros de enlace fuese como fuese. Algo que hacían, a duras penas y escoltados por Álvaro Muñiz y César Blanco, que les servían de ‘ángeles de la guarda’, protegiéndoles del resto del tráfico de la autovía aun a costa de penalizar ellos también en el siguiente control, pero anteponiendo la deportividad a cualquier otra cosa. Cuando Álvaro llegaba, por fin, a la asistencia de RMC, sin embargo, las noticias no eran buenas: ‘al final no van a poder llegar’ me decía … y justo cuando le estaba comunicando el desenlace a Juan oía un estruendo de chapa rozando asfalto y, como una aparición, el malherido Nissan pasaba por delante de mí, camino de la asistencia ‘¡lo consiguieron Juan, están entrando!’. Lo malo es que, aunque probablemente había pasado lo peor, quedaba todavía por cumplir el trámite del último control horario y el coche ya no estaba en condiciones de ir más allá. En la asistencia de Nissan todos se ponían a trabajar duro para improvisar una reparación de emergencia, ayudados en un bonito gesto por miembros de los equipos que estaban en los alrededores: gente de Peugeot traía más luz para iluminar mejor la escena, mecánicos de Burgo se encargaban de abrir paso entre la multitud de público que se agolpaba alrededor, y los espectadores contenían el aliento mientras animaban a los cariacontecidos piloto y copiloto.

Con el tiempo prácticamente al límite, y mientras avisábamos al resto de equipos que esperaban su turno de entrada en el control para que se apartasen y dejasen vía libre, algo que todos hacían con prontitud, el Nissan amarillo salía a la calle desde el patio del IES como un animal herido pero que se niega a ser cazado. Entre una lluvia de chispas que la noche hacía aun más visibles, Sergio conseguía llevar el coche hasta el control, Carlos entregaba el carnet y tras hacer unas rápidas cuentas confirmábamos que, por los pelos, estaban ‘en tiempo’. ¡Lo habían conseguido!

Naturalmente, a esas alturas, entre todo el lío y que todavía debía hablar con el resto de pilotos, que comentaban ya tranquilamente como había ido el día mientras esperaban el inicio de la entrega de premios, lo de la cena con los amigos se había ido al garete … como era de esperar, por otra parte. Ya se sabe que los rallyes son así de imprevisibles por lo que hacer planes antes de que acaben no deja de ser muy atrevido. Se cerraba así, con un inesperado ‘apurón’ final en lo que a mi respecta, un Llanes más, el primero sin la omnipresente figura de Peña al mando y, sin duda, el mejor homenaje posible a su memoria. ¡Que vengan muchos Llanes más!

 

EVO CUP y PRODUCCION RALLY RACING

Berti Hevia rubricó su triunfo en la EVO CUP con la sexta victoria consecutiva

Carlos Márquez ganó con total autoridad en el Producción Rally Racing

Las dos copas protagonizadas por los Mitsubishi tuvieron claros dominadores en Alberto Hevia, que sumó su sexta victoria consecutiva en la EVO CUP, y Carlos Márquez, que se hizo con su primer triunfo en el Producción Rally Racing, siendo además segundo tras Berti en el monomarca 'oficial' de los EVOs.

El triunfo de Berti le aseguró de forma matemática el título en una temporada en la que la EVO CUP ha estado notáblemente descafeinada, con el asturiano mostrándose cláramente superior a los pocos rivales que han ido apareciendo de forma ocasional. Ello ha hecho que al final vayan a ser los mejores clasificados del PRR, con sus EVOs de Producción, los que le acompañen casi con toda seguridad en el podio final, como ya hizo Márquez en Llanes, donde acabó tercero, quedando entre Hevia y Carlos el EVO IX grupo N de otro asturiano, Miguel Arias, que hacía un muy buen rallye, sumando el máximo de puntos para el certamen regional.

En el Producción Rally Racing, Carlos Márquez se impuso con una autoridad inusual en el muy igualadao certamen que organiza RMC, ganando ocho de los nueve tramos y no dando nunca opción a sus perseguidores. Entre estos, Cabanela quedó pronto fuera de combate, al salirse en el segundo tramo, quedando la lucha por la segunda plaza en un interesante mano a mano entre Jordi Martí y Alvaro Muñiz del que finalmente salió vencedor el catalán, aunque la tercera plaza permite al gallego seguir líder de la general provisional del campeonato.

CLIO CUP y NISSAN CHALLENGE

Vinyes sigue siendo claramente superior en la Clio Cup

Sergio Fombona estaba sólo entre los Nissan y acabando se aseguró el título

Nulo interés en cuanto a lucha por la victoria en las dos copas nacionales restantes de este Llanes 2008. La Clio Cup de Renault presentó el habitualmente desigual duelo entre Vinyes y Cima, con el andorrano claramente superior, como es lógico, y el asturiano pendiente de la Junior nacional y del regional asturiano más que de buscar imposibles como sería batir ahora mismo a un piloto de la experiencia de Joan.

La Nissan Challenge tuvo aun menos participación, con sólo el 350Z de Sergio Fombona en la salida. El gijonés estaba ante el último rallye de su programa 2008 y con la obligación de terminar para dejar sentenciado el título sin necesidad de acudir a ninguna de las tres pruebas restantes. Algo que conseguía, aunque fuese con más sufrimiento del esperado, tras el ya relatado incidente final en Torre-Carmen que le costó la magnífica octava plaza de la general scratch que ocupaba hasta ese momento.