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Dominio abrumador de Enrique García Ojeda en el rallye 'de casa', sentenciando la prueba ya en el primer tramo con unas diferencias que dejaron al resto luchando por la segunda plaza. Ventaja final en ese apartado para Fuster por delante de Vallejo, que se defendió admirablemente en un terreno complicado y sigue líder del campeonato. Las penalizaciones por entrenos ilegales, la inscripción record, el estreno de las copas de Suzuki y Subaru y lo muy accidentado del desarrollo del rallye, con dos tramos neutralizados, uno anulado y numeroros retrasos fueron otros de los puntos de interés de la primera prueba norteña del certamen de asfalto.
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Los rumores sobre 'presuntos' entrenos ilegales del recorrido del Cantabria Infinita 2008 corrieron como la pólvora ya dos o tres semanas antes de la prueba, especialmente en lo que respecta a la implicación del piloto canario Luis Monzón en los mismos, justo cuando este anunciaba su no participación en el rallye alegando problemas de motor en su coche y falta de tiempo para la adecuada revisión. Algo que sonaba, cuando menos, extraño teniendo en cuenta las tres semanas entre la fecha del Canarias y el Cantabria. A medida que se acercaba el inicio del rallye cántabro la situación se seguía embarullando: Monzón sacaba otro comunicado diciendo que, finalmente, si iba a participar y apenas cuatro días antes del rallye el diario AS se hacía eco de esos 'rumores' dedicando más espacio a una 'noticia sin confirmar' que al que suele merecer cualquier prueba del campeonato. Cuando al día siguiente ocupaba aun más líneas una entrevista con Monzón dando unas explicaciones que resultaban, como mínimo, poco convincentes sobre su presencia en la zona de los tramos del rallye días antes, ya quedaba claro que el tema, finalmente, había salido adelante y se trataba de 'suavizarlo' en lo posible, diría yo que no consiguiéndolo en absoluto sino todo lo contrario. Finalmente, ya a muy última hora del viernes, tras la ceremonia de salida, se daba a conocer la lista de pilotos penalizados, bien por haber sido localizados en los tramos, como era el caso de Monzón, o con libretas de notas que no debían tener como pasaba con Melquiades Fernández, Bachiller y Redondo. Todos ellos partían el sábado con los dos minutos de penalización que, desde el año pasado, se aplican a la primera infracción de este tipo. Un castigo que parece a todas luces insuficiente y que no impidió a Monzón sumar todavía unos cuantos puntos para la general del campeonato que sería triste fuesen importantes en el desenlace del mismo.
El rallye resultaba realmente accidentado, con dos tramos neutralizados, uno suspendido y continuos y, en general, poco comprensibles retrasos en el inicio de prácticamente todas las especiales. La primera neutralización se producía ya en la especial de apertura, San Pedro de Romeral, cuando el EVO IX de Mario Ceballos se salía y quedaba atravesado en medio de la calzada impidiendo el paso. La segunda, en Villanueva-Llueva, estaba provocada por el fuerte accidente del Saxo de Herrero, que sufría un desmayo lo que obligaba a la intervención de la ambulancia, aunque, por fortuna, el piloto pronto se recuperaba. Por contra, la anulación de la segunda pasada por San Roque era por causas totalmente ajenas a la carrera, al sufrir un espectador una indisposición que hacía necesaria su evacuación usando la ambulancia prevista para ese tramo.
Luego de no concretarse el programa inicialmente previsto con uno de los Ferrari de Piedrafita, Berti Hevia buscó otras opciones y finalmente cerró un acuerdo con Roberto Méndez para llevar uno de sus EVOs.Tras estrenarlo en unos tests y luego haciendo de triple 0 en el Fito, Berti completó en el Cantabria Infinita su primer rallye con el Mitsubishi de RMC, marcando tiempos cada vez mejores, siempre por delante de EVO IX de Pedro Burgo, y terminando incluso con opciones a podio en los compases finales de la prueba, cuando la lluvia hizo acto de presencia. De cara al último bucle, Hevia jugaba la carta de las ruedas de agua pero el chaparrón llegaba algo tarde para sus intereses, faltándole algo menos de medio minuto para dar caza al Porsche de Vallejo.
Otro asturiano que estrenaba montura en Cantabria era Fran Cima, que salía con el Clio R3. El Renault habís sido su primera opción en pretemporada, pero al no concretarse el apoyo de un patrocinador el programa quedó 'aparcado' y Fran se decantó por el Nissan 350Z con el que compitió en Tineo y Canarias. Pero entre que la experiencia con el 350Z no fue muy positiva y la llegada de un nuevo sponsor, el concesionario Renault LeoMotor, el joven Cima retomaba la opción Clio R3 y ya debutaba con el coche en Santander tras un breve test unos días antes en Asturias. El primer rallye de Fran con el Renault era prometedor aunque el temprano abandono de Vinyes no le permitió tener buenas referencias de donde podía estar el R3 en los tramos cántabros.
La nómina de Súper 2000 se ampliaba en una unidad más en el Cantabria con la presencia del Grande Punto del gallego Manuel Redondo que tenía un rallye realmente tan corto como complicado. De entrada, tras el primer tramo se quejaba de su alto número de salida que le hacía tener que pasar a otros coches, aunque lo peor venía después, cuando acababa por sufrir una aparatosa salida de carretera en la segunda especial, cayendo por un desnivel varios metros por debajo del nivel del tramo para acabar aterrizando sobre el techo del coche de un espectador aparcado en una carretera de acceso.
El Cantabria Infinita suponía el estreno de la Copa Suzuki con nada menos que dieciseis Swift, derivados del ya visto el año pasado en manos de Amador Vidal y de Pedro Burgo y alineado por Rallycar como banco de pruebas para el nuevo certamen. Los coches se mostraron muy fiables, con sólo un abandono por accidente, mientras que sus prestaciones estuvieron más o menos donde cabía esperar, es decir muy por debajo de los 206 del Desafío y claramente superados por los 'punteros' de la Challenge Citroen cántabra. Algo lógico, por otra parte, dadas las características del coche japonés. La primera victoria se la llevó el vasco Gorka Antxustegui, que dominó con claridad a sus compañeros de copa y acabó en el puesto 38 de la general.
Si el estreno de la Copa Swift fue todo un éxito a nivel de número de inscritos, todo lo contrario se puede decir del monomarca de Subaru destinado al nuevo Imprezza N14 que empezaba también en Cantabria. Tras varios meses anunciando la marca la posible presencia de varios coches en la Copa, finalmente el único presente en Santander era el único que ya se había confirmado hace tiempo, el del portugués Carlos Oliveira. Tras marcar un crono discreto en el primer tramo, problemas mecánicos en el segundo le hundían en la general y salvo en un par de especiales, en las que se mezclaba con los Mitsubishis de producción, sus tiempos eran bastante flojos. El piloto portugués acusaba el hecho de que en su país los entrenos son libres y le costaba encontrar el ritmo en los complicados tramos cántabros por lo que sólo basándonos en su rallye es muy aventurado deducir cuales pueden ser las reales prestaciones del nuevo Imprezza.
Aunque este era su tercer rallye, el 'Producción Rally Racing' ideado y organizado por Roberto Méndez cubría en Cantabria su primera etapa sobre asfalto y se presentaba poco menos que 'en sociedad' ante la prensa especializada que sigue el nacional y que hasta ahora le había prestado bastante menos atención de la que este interesante certamen mixto 'asfalto-tierra' creo que merece.
Al igual que en las dos citas previas de la tierra, en Navalcarnero y Guijuelo, los EVO IX preparados según la nueva categoría de producción se mostraron fiables y competitivos teniendo en cuenta su nivel de sofisticación menor que los Mitsubishi punteros (básicamente son grupos N con cambio de serie y sin los frenos 'gordos' de los tope grupo N). El mejor clasificado era el pilotado por el catalán Jordi Martí, ganador también en Salamanca y nuevo líder del certamen. Aparte del aspecto deportivo, el montaje del 'PRR' en la zona de asistencia llamaba la atención, convirtiendo a RMC en el equipo con más efectivos del campeonato.