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Segunda victoria consecutiva en el regional asturiano para Félix García, que no cometió errores en un rallye muy complicado por el terreno y la lluvia y que estuvo dominado por Oscar Palacio hasta su abandono por salida de carretera en el penúltimo tramo. César Palacio confirmó su extraordinario nivel con el Clio terminando segundo y Rubén González remontó por la tarde para conseguir el tercer puesto por apenas medio segundo ante Jesús Fernández en la última especial.
CRONICA

Entre que por una vez no me tocaba viajar y que el regional de rallyes tenía su segunda cita del año en Gijón, me planteaba un fin de semana tranquilo. Se trataba de mezclar trabajo y placer, siguiendo tanto el rallye Arroes-Gijón como todo lo relacionado con la fórmula 1 y la GP2 en Mónaco, con la ventaja de poder hacerlo 'en casa' y, de paso, ver a los amigos 'de siempre' a los que últimamente tengo un tanto desatendidos con tanta 'carrera' por ahí.

Así que el viernes, aprovechando que este año la cuarta edición del rallye de Arroes contaba con un parque cerrado en Gijón tras la ceremonia de salida de Villaviciosa, quedaba con 'la pandilla' para tomar nuestra 'cerveza de los viernes' a eso de las diez, de forma que primero me diese tiempo a darme una vuelta por la Plaza Mayor y sacar allí las primeras fotos de la prueba. Unas fotos que me hacían una ilusión especial ya que eran algo así como volver a la primera adolescencia y a aquellos 'Villa de Gijón' que, cada año, eran mi cita con los coches de rallye a finales de los 70. Todavía me acuerdo de ir con mi hermano Fernando a la Plaza Mayor, 'armados' con la vieja Verlisa Club Color que me había regalado unos años antes mi madrina y con la que fotografiábamos a aquellos 124 grupo 5 con sus vistosos aletines de fibra o hasta a algún Alpine o Porsche, coches que nos resultaban siempre los más fascinantes por su innegable aspecto 'de carreras'. Mi recuerdo de aquellos parques cerrados eran de una mezcla de gente, coches, colorido y ruido a partes iguales.

Cuando llegaba a los alrededores del Ayuntamiento el pasado viernes a eso de las nueve y pico, el ambiente era muy distinto y en cierto modo una especie de 'anticlimax'. Allí no había prácticamente nadie, aunque todo estaba ya preparado para recibir a los coches en el centro de la plaza Mayor. Entre que yo había llegado un poco más pronto de la cuenta y que había habido algo de retraso en la ceremonia de salida, según oía comentar a un grupito de gente que ya 'montaba guardía' a la entrada del parque, todavía faltaban unos minutos para que apareciese el primer participante. Se me ocurría entonces que la vista de la playa al fondo podía ser una buena 'postal' cuando pasase por el 'muro' alguno de los vehículos. Así que caminaba unos metros y me apostaba en la esquina de la 'antigua Pescadería' a esperar. Por fin, hacia las diez menos diez, llegaban los primeros y sacaba unas cuantas fotos con el mar y la característica barandilla de San Lorenzo como escenario. De vuelta a la plaza mayor ya había algo más de 'ambientillo' así que completaba esa mezcla de trabajo y paseo nostálgico con unas cuantas imágenes de los coches delante del Ayuntamiento que no podían por menos que recordarme los viejos tiempos de la 'Escudería Gijonesa'. Han pasado treinta años (¡parece mentira!) pero la ilusión de los que aparcaban allí para tomar parte en el rallye al día siguiente estoy seguro que era la misma que quienes llevaban aquellos 'aparatos' que fueron mi primer contacto con este mundillo allá por el 78 o así. Podrán cambiar los coches o los reglamentos o todo lo que se mueve alrededor de las carreras, pero la afición y la pasión que motiva a quien se pasa la semana trabajando para poder salir el fin de semana en el siguiente rallye sigue ahí, intacta y renovándose día a día. Y eso es en las pruebas regionales donde más se nota.

El viernes se completaba cenando con los amigos en la pizzeria argentina que desde hace tiempo es nuestro punto de reunión para el inicio del fin de semana, y en el que últimamente he faltado más de la cuenta con tanto viaje. El primer día de mis tres jornadas 'de relax y carreras' terminaba estupendamente.

Los de Trevias ya suman dos victorias en dos rallyes y se escapan al frente del regional

Lo de César Palacio ya no es sorpresa, el del clio volvió a mezclarse con los Mitsus y acabó 2º

Rubén González superó los problemas de cambio de la mañana para acabar en el podio con su EVO VII

El sábado amanecía con cielo bastante despejado y suelo seco, lo cual era todo un alivio tras la gran cantidad de lluvia caída durante la semana y que, en todo caso, seguro que habría dejado los tramos bastante 'delicados' por decirlo suave. Mi plan de 'trabajo-placer' era de los más sencillo: ver la primera pasada del tramo de Arroes en el cruce de 'Casa Pepito' en Peón, pasarme luego por la zona de asistencia en el Molinón y después darme el lujazo de comer en casa mientras veía la calificación de la fórmula 1. Luego, por la tarde, ya compaginaría el seguimiento del rallye por medio de la radio e internet con ver la carrera de la GP2 por la tele y hacer el correspondiente trabajo relacionado con ella, con la inhabitual comodidad de hacerlo en casa para, una vez concluido este último, acercarme hasta el Molinón otra vez y hablar con los 'supervivientes' a su llegada a meta. Ya se que eso implicaba poca presencia 'en directo' en el rallye, pero para una vez que tenía la ocasión de tomármelo todo con bastante más calma de la habitual me vais a permitir que haya aprovechado la ocasión que se me presentó este fin de semana, esperando que, de todas formas, el reportaje no se resienta mucho respecto a los habituales de otras carreras en las que 'me lo curro' bastante más que lo hice esta vez.

En el cruce ya había 'ambiente de rallyes' con un buen número de coches aparcados en las cercanías y de espectadores en todo el perímetro de la carretera. Buscaba sitio y encontraba un hueco en el mismo vértice exterior, desde el que se veía estupendamente no sólo la curva sino una buena cantidad de metros de la recta anterior y hasta un par de tramos de la subida posterior hacia la zona del area recreativa. Un sitio perfecto para ver la frenada y, de paso, asegurar un buen número de fotos diferentes de cada uno de los primeros participantes antes de moverme luego por la zona del restaurante para ir variando un poco el ángulo y que no todas las fotos saliesen demasiado parecidas.

Enseguida pasaba el 'cero' pilotado por Marc Blázquez y, poco después, ya se oía el inconfundible sonido de un EVO, el VII de Félix García. Teniendo en cuenta que, con tanto viaje, no había estado ni en el rallye de Tineo ni en la subida a Luarca ni en los rallysprints de Nava y Sotrondio, el rápido paso del Mitsu de los hermanos de Trevias era mi primera imagen de competición cien por cien regional este año en Asturias. Y no era una mala imagen para 'meterme en ambiente', Félix llegaba realmente rápido, frenaba todo lo tarde que podía y pasaba por el cruce controlando un ligero deslizamiento del tren trasero mientras pisaba a fondo camino del siguiente tramo en ascenso, por el que lo veíamos subir 'como un tiro' apenas unos segundos más tarde. Algo menos de un minuto después ya se escuchaba el no menos característico 'bramar' del Megane Kit Car de Castrillo, no tan espectacular en su paso por el cruce pero tanto o más rápido a la vista ... y definitivamente más veloz contra el crono como poco después me informaba uno de los espectadores situados a mi lado que estaba escuchando la retransmisión radiofónica de la prueba: Castrillo le 'metía' seis segundos a Félix en el primer asalto entre dos de los grandes favoritos a la victoria.

El siguiente en llegar era Jovino, del que no nos daba tiempo ni a comentar como lo habíamos visto cuando en vez de escucharlo 'empujar' cuesta arriba por la ladera que nos hacía de fondo para las imágenes del rallye, sólo había silencio luego de un breve sonido de derrapada fuera de control: el EVO VIII se había ido 'monte abajo' unos cuantos metros, sin daños para sus ocupantes pero sin opción alguna de seguir en carrera. El Arroes-Gijón 2008 se tomaba la primera de las númerosas víctimas que se iba a cobrar a lo largo de todo el día. Ocupados en tratar de adivinar que le habría pasado a Jovino casi nos pilla de sorpresa la rapidísima llegada del Clio de César Palacio. El de la Escudería Avilesina pasaba como un disparo, rueda trasera interior en el aire sin dejar de perder velocidad en una perfecta trazada con su tracción delantera. Lo de César ya no debería ser sorpresa viendo los resultados que lleva cosechando desde el año pasado, pero no deja de causar impresión que con su Clio sea capaz de hacer los tiempos que hace. Para empezar, en esta primera pasada por Arroes sólo Castrillo y el Maxi Megane le batían mientras que el pequeño Renault azul acababa por delante de todos y cada uno de los demás 'Mitsus' de esa especie de EVO CUP regional que tenemos este año en Asturias. Una 'EVO CUP' en la que tienen notable protagonismo los 'montañeros' Iván Suárez, Oscar Palacio y Jesús Fernández, precisamente los tres siguientes en el orden de salida.
De los tres, Oscar era el único que se mezclaba en la lucha por el scratch, batiendo el crono de Félix y situándose tercero, mientras que 'Tano' se dejaba nueve segundos respecto al mejor EVO y catorce ante el líder con un coche que no sonaba (¡ni iba!) todo lo fino que debiese ya desde el principio, e Iván cedía ocho más.

El muy distinto sonido y la muy diferente forma del Clio R3 de Fran Cima, séptimo en su primer tramo en Asturias con el coche que acababa de estrenar la pasada semana en Cantabria, era una breve interrupción en el nutrido grupo de Mitsubishis, que completaban el VII de Rubén González y el VIII de Hilario Rodríguez. Ambos tendrían pronto problemas, con el de Mallacina quedándose sin quinta velocidad, aunque siguiendo en carrera y registrando el noveno crono en Arroes, y el de Repauto no llendo más allá del primer tramo, en el que había marcado el décimo mejor tiempo. De los teóricos aspirantes a los puestos más altos de la tabla sólo faltaba el otro habitual Clio matagigantes de los rallyes asturianos, el de César Fernández. 'Santana' llegaba muy fuerte apurando al máximo la frenada y me imagino que su ritmo sería igual de fuerte en el resto de la especial ya que, poco después, la radio anunciaba que había registrado el quinto mejor tiempo.

Ninguno de los cerca de sesenta que quedaban por transitar delante de nuestros ojos iba ya a poder meterse entre los diez más rápidos en esta primera especial, aunque no por ello un buen número de ellos dejaban de pasar realmente muy deprisa. Destacaban a simple vista por su agresividad los 206 de Sergio González y Jairo Alvarez, o por lo deprisa que daban la sensación de llegar y pasar por el cruce varios de los 'pequeños pero matones' como los C2 de Jonattan Pérez (¡como ha progresado este joven piloto en poco tiempo) y Roberto Flórez, varios de los numerosos 106, de los que me llamaban especialmente la atención los de David González y José Manuel Alonso, o los Saxos de Ignacio Braña y Jorge Suárez, con el primero de ellos manteniendo en vilo al público de la curva ante la cercana presencia de un gato, al que le faltó poco para perder alguna de sus siete vidas durante los minutos que estuvo de un lado para otro de la carretera mientras pasaban varios de los competidores.

'Tano' perdió el podio por 4 décimas aunque al menos se llevó al victoria en no homologados

Oscar Palacio perdió un rallye que tenía ganado al salirse en la segunda pasada por Ruedes

A falta de los Super1600 habituales otros años, vimos en Gijón el nuevo R3 de Fran Cima

Una vez concluida la pasada por Arroes sin más novedad en cuanto a lo climatológico que apenas un par de gotas que cayeron hacia mitad de la misma y que no se concretaron en el temido chaparrón, era ya momento de volver al coche, encender la radio para saber que tal había ido Priesca, y emprender camino de vuelta a Gijón para llegar antes que los participantes al parque de asistencia del Molinón. Las noticias que llegaban del segundo tramo hablaban de una especial con el piso tremedamente delicado, cosa lógica conociendo lo estrecho que es aquello y lo que había llovido los días anteriores: el terreno estaba para pocas bromas, sucio, con muchas zonas de barro y superdeslizante: justo lo que necesitan los coches de tracción total para sacar partido del empuje extra de sus ruedas traseras. Así que no era de extrañar que Castrillo perdiese el liderato, cediendo sus buenos quince segundos antre el nuevo primer clasificado, naturalmente el piloto de un Mitsubishi: Oscar Palacio. El 'montañero' marcaba el scratch con su EVO IX, seguido de cerca por Félix y su VII, y ambos tomaban ya ventaja al frente de la general.

Castrillo era tercero tanto en el tramo como en la suma de los dos ya disputados mientras que el resto del 'batallón' de EVOS sufría una importante debacle. El VII de 'Tano' seguía fallando y, encima, un par de trompos y una ligera salida le costaban a su piloto una buena veintena de segundos. El VII de Rubén hacía todo el tramo sin quinta y, por si fuera poco, se encontraba por el camino, en una de las zonas más estrechas, al Clio R3 de Cima que iba pinchado: en total más de medio minuto de pérdida para Rubén ... y casi cuatro para Fran que decía adios a cualquier posibilidad de acabar en la zona alta de la tabla. El VIII de Hilario no llegaba a meta y el IX de Iván perdía casi seis minutos tras pinchar y salirse, otro que quedaba totalmente descartado para un puesto de honor al final del rallye.

Entre tanto desastre los 'pequeños' sacaban tajada, con los dos 'Clios' de los dos 'Cesares' siendo cuarto y quinto en el parcial y ocupando igual plaza en la general, el de Palacio algo menos de cinco segundos por delante del de 'Santana'. Y no eran los únicos 'delanteras' que se asomaban a las primeras posiciones: el C2 de Jonatan Pérez era séptimo en la meta de Priesca y se metía ya entre los diez primeros scratch, ocupando la octava plaza, justo por delante del 206 de Sergio González, el León de Del Oso, el 106 de José Manuel Alonso, el 206 de Jairo y el Saxo de Braña, todos ellos separados por un puñado de segundos y dispuestos a seguir acercándose a la zona noble de la general a poco que los de delante fallasen.

Mientras escuchaba todo esto por la radio ya había terminado el 'enlace' Peón-Infanzón por el Curbiellu, así que al llegar al alto decidía completar el 'tour nostálgico' de los viejos 'Villa de Gijón' que se había convertido un poco en el 'leiv motiv' del arranque de las 'postales' de este reportaje, sacando una imagen en la curva del Tasqueru, mi primer punto de observación 'en directo' de un rallye ... ¡hace ya más de tres décadas! Parece que fue ayer cuando vi a Fombona hacer un semitrompo allí mismo con el 124, quedando con el morro en la cuneta interior y perdiendo el rallye ¿del 77, del 78? ¡no me acuerdo! Tras hacer la foto, bajaba lo que de aquella había sido tramo en subida y llegaba al parking del Molinón con tiempo todavía para charlar un rato, precisamente con el piloto de aquel Seat, José Antonio Fombona ... quien me iba a decir que tantos años después yo estaría metido en este mundillo como lo estoy ahora ...¡y que él seguiría pilotando con el mismo o más arrojo que entonces!

Luego de unos minutos de charla, que con Fombona padre siempre son interesantes y se hacen cortos, avistaba ya la llegada de los primeros participantes, así que me dirigía al control horario de entrada al parque con una breve pausa para retratar a la incansable Helena, esta vez en traje 'de faena' y encantada de hacer de 'copi' de Montes en el doble '00'.

Desde el reagrupamiento de Villaviciosa iban llegando al Molinón los supervivientes de esta primera sección que ya se había cobrado un buen número de bajas ...¡y eso que todavía no llovía! Aun así, viendo la cantidad de barro y el número de 'heridas de guerra' en la carrocería de los que hacían fila a la entrada de la asistencia, uno ya se podía hacer a la idea de lo duro que había sido el arranque del rallye. Especialmente Priesca como coincidían en comentarme prácticamente todos los pilotos a los que les preguntaba el habitual ¿que tal van las cosas? típico de estos casos. También era poco menos que unánime la preocupación ante la posibilidad de que lloviese, no ya pensando sólo en la segunda pasada por el tramo más 'oriental' del rallye sino, también, en los dos de la tarde, los nuevos de este año, con sus numerosos cruces (especialmente el laberíntico Ruedes) y su buena dosis de rasantes y 'trampas'.

Sacaba alguna foto más por la asistencia y ya enfilaba de vuelta a casa, con tiempo de sobra para ver los entrenos de la F1. De hecho, más que de sobra. Todavía faltaba un buen rato para las dos, así que mientras descargaba la cámara, conectaba la radio y seguía el desarrollo de la segunda sección. Aunque ya por la mañana había escuchado un rato la retransmisión de Cope Asturias en el camino de vuelta desde el tramo, era ahora que tenía ocasión de oir dos tramos completos cuando comprobaba lo mucho que ha ganado el programa este año: nada de aquellos interminables 'monólogos' fuera de contexto que tanto me agobiaban la pasada campaña cada vez que conectaba con la emisora en busca de datos sobre como iba la prueba. Esta vez el protagonismo era, todo, para el rallye y sus participantes, con información tan puntual como continua de los tiempos y las impresiones a final de tramo de prácticamente todos los pilotos. Justo eso es lo que creo que nos interesa a la mayoría cuando sintonizamos la retransmisión de un rallye, y exactamente eso es lo que nos daban durante todo el día los Velasco, René, Baizán, Carlos y compañía ...¡así da gusto! De hecho, lo que queda de crónica ya se lo debo a ellos, porque en vista del chaparrón que cayó por la tarde y de la cantidad de información que había recogido en la libreta de notas a base de escuchar el programa, acababa por dejar que la 'vagancia' venciese y me quedaba ya, definitivamente, en casa toda la tarde en vez de ir al final de la prueba en el Molinón.

Y repasando esas notas que fui tomando el sábado y los tiempos de los tramos tres y cuatro, veo que las segundas pasadas por Arroes y Priesca siguieron el guión que ya había marcado el final de la sección anterior: duelo por la victoria entre Oscar y Félix, con ventaja siempre para el 'montañero' sobre el 'rallyeman', en condreto 15.8 segundos. Un duelo en el que no se podía mezclar Castrillo al rompérsele la fatigada caja de su Maxi Megane, y en el que tampoco tenían opción de incluirse otros de los posibles candidatos como 'Tano', cuarto pero sufriendo con un motor que 'rateaba' por un problema que inicialmente se atribuía a la bomba de gasolina y que no se acabaría de identificar ni solventar definitivamente a lo largo de todo el rallye, o Rubén, que si había hecho los dos primeros tramos sin quinta tenía ahora aun más motivos para quejarse ¡al quedarse también sin primera ni segunda! Al menos, en este caso el problema si estaba identificado, era una pieza de plástico del selector, y en la asistencia del mediodía habría tiempo de reparar de cara a salir en perfectas condiciones a los tramos de la tarde, aunque fuese en una retrasada décima posición, a cerca de dos minutos y medio de la cabeza.

Peor le había ido a 'Santana', que ya había llegado preocupado a la primera asistencia por un coche que 'no corría' y que veía como el motor de su Clio se rendía, definitivamente, en la segunda pasada por Priesca. El otro Clio del otro César seguía, en cambio, a lo suyo, 'incordiar' a los Mitsus, aunque tampoco estaba exento de problemas, habiendo hecho buena parte de la primera mitad del rallye sin dirección asistida lo que daba aun más valor a su tercera plaza provisional, a 48 segundos de Oscar y con 17 sobre 'Tano'.

En quinta posición ya venía el primero del 'segundo grupo', que seguía siendo el C2 de Jonattan Pérez, seguido de cerca por un Sergio González que declaraba en la radio ir 'por lo que valía', algo que ya pudimos comprobar en lo poco que vimos en directo por la mañana. El León del joven de los Del Oso, el Saxo de Braña y el 106 de David González eran séptimo, octavo y noveno, aunque conscientes de que una vez reparado el Mitsu de Rubén, este les debía de superar sin problemas en los tramos de la tarde.

La larga pausa del mediodía hacía que cuando el rallye se reanudaba, con la primera pasada por Ruedes y sus 'mil cruces', ya fuesen cerca de las cinco, la hora, más o menos, en que empezaba a llover todos estos días de atrás. Y, en efecto, el agua no faltaba a su cita tampoco el sábado, aunque empezaba a caer con poca fuerza y no a lo largo de todo el recorrido del tramo. El 'informe' de ese 'cero' de lujo que es Marc Blázquez hablaba de 'seco al principio y más mojado en la parte final' así que la elección de neumáticos iba a ser una preocupación más para todos. La mayoría de los que luchaban por la victoria optaban por la prudencia y mayor seguridad que siempre suponen en casos así los 'mixtos', mientras que 'Tano', pensando en recuperar el tiempo perdido por la mañana, arriesgaba más, se decidía por los slicks ... y se equivocaba como el mismo comentaba a final de tramo y el décimo tiempo que registraba se encargaba de corroborar. Estaba cada vez más mojado, resbalaba mucho y los 'intermedios' eran la monta 'menos mala'. El scratch, primero del día, era para Félix García, pero Oscar, que declaraba haber ido 'con cuidado', apenas si cedía segundo y medio con lo que mantenía un interesante margen de 14.3 que se encargaría de casi doblar en los poco más de 8 kilómetros de Lavandera. La segunda especial inédita del Arroes-Gijón estaba aun más complicada que la anterior, mojada hasta medio tramo y el resto seco al paso de Blázquez y con la lluvia aumentando a medida que avanzaba el día. Las palabras de Félix al micrófono de la radio eran claras ¡patina muchísimo!

En esas condiciones, y con la dirección ya reparada, César Palacio se metía entre los dos Mitsus pese a comentar que había ido, sobre todo, 'a asegurar la tercera plaza'. ¡Viendo el crono queda claro que el ritmo de 'asegurar' de César es endiablado! Por detrás, Rubén González y Fran Cima venían remontando tras sus desventuras matinales, repartiendose los puestos cuarto y quinto de los dos primeros tramos de la tarde y ganando posiciones a marchas forzadas. El del Mitsu ya era sexto, con el C2 de Jonatan Pérez como siguiente 'víctima' y el del R3 escalaba hasta el puesto 15 desde el 47 en el que le había dejado el pinchazo de Priesca.

La última sección comenzaba poco después de las seis y media y en casa ya había que ir dando la luz de lo oscuro que se estaba poniendo fuera. Llovía cada vez con más intensidad y las noticias que llegaban desde la salida de Ruedes iban en ese sentido, cada caía más agua y el tramo estaba muy pero que muy complicado. Cualquier cosa podía pasar ...¡y pasaba! La noticia llegaba rápido: ¡Oscar fuera! El Mitsubishi del líder se había salido en una zona realmente rápida, dándose un buen golpe y acabando ahí su rallye. La 'maldición' que parece perseguir a los 'montañeros' volvía a hacer acto de presencia y la primera victoria de uno de ellos, que esta vez parecía estar ahí, tendrá que seguir esperando. Con Oscar eliminado, Félix pasaba a liderar ... aunque tampoco las tenía todas consigo. Si en seco y en 'medio seco-medio mojado'. César Palacio había estado cerca, ¡en mojado estaba por delante! El del Clio azul marcaba el scratch, le recortaba cinco segundos al del EVO VII y se plantaba, a falta de un tramo, en la segunda posición, a algo menos de medio minuto del primero. Quedaban sólo menos de 9 kilómetros cronometrados, pero el chaparrón era ya intenso así que hablar de rallye sentenciado podía ser hasta prematuro.

De hecho, cuando llegaba al control stop de la especial final, Félix no quería cantar victoria abtes de tiempo: había hecho un trompo y esperaba ansioso el crono de su rival. Pero César no podía hacer más milagros de los que ya había hecho, cedía incluso unos segundos más y acababa en una segunda posición que ya era mucho más de lo que, por lógica y maquinaría, podía conseguir en este rallye, en el que, una vez más, se confirmaba como el auténtico 'matagigantes' de nuestro regional.

La victoria, segunda consecutiva de la temporada de rallyes asturianos, era para un Félix García que volvía a demostrar aquello de que 'la experiencia es un grado'. Sin cometer errores de importancia en un rallye lleno de 'trampas' en las que iban cayendo, uno tras otro, todos sus rivales, el de Trevias sumaba un nuevo triunfo a su amplio palmerés y tomaba una interesante ventaja al frente del campeonato. Este año, con sólo el Llanes como rallye 'nacional' en el regional, las opciones a un nuevo título por parte del ya cinco veces campeón de Asturias empiezan a ganar muchos enteros.

El tercer escalón del podio acababa por ocuparlo, en una auténtica 'photo-finish', Rubén González, que terminaba el rallye totalmente al sprint, siendo tercero en Ruedes 2 y marcando el último scratch del día en Lavandera. Sin los problemas de por la mañana, el de Mallacina podía haber optado también a la victoria y será otro de esos a los que habrá que tener en cuenta en cada rallye del campeonato. El último envite de Rubén desplazaba de la tercera posición, por sólo cuatro décimas de segundo, a 'Tano', que, al menos, tenía el consuelo de acabar, su principal objetivo tras el varapalo del abandono a última hora en Tineo y los problemas sufridos durante todo el día.

Tras el EVO VII de B9Racing, Jonattan Pérez acababa por encabezar, definitivamente, el segundo pelotón, luego de un rallye de esos con poco ruido pero con enorme eficacia que le permitía llevar el C2 a una quinta plaza muy por encima de lo que parecía estar a su alcance echando un vistazo a la lista de inscritos al inicio de la prueba. Tres cuartos de lo mismo se podía decir del sexto clasificado, Sergio González, al límite todo el día y sin haber perdido un apice de esa agresividad que le dio el Desafío Peugeot regional hace un par de temporadas.

Séptimo acababa otro de esos pilotos que siempre destacan en cuanto un rallye se complica, David González, que sacaba el máximo partido de su 106 como hace siempre que se pone a su volante. Tras él, completando los diez primeros, estaban Del Oso, en un rallye meritorio con el León de su padre, Cima, remontando toda la tarde con buenos cronos al volante del Clio R3 y Jorge Suárez, simplemente estratosférico con ese Saxo 'pantera rosa' al que hace volar.

Otros 26 'supervivientes', hasta un total de 36, más llegaban a Gijón al caer la tarde del sábado, tras otro de esos rallyes sólo aptos para 'valientes'. Que nada menos que 33 se hubiesen quedado en el camino ya dice bastante de lo duro que fue el del sábado, la gente del Arroes Racing Club volvió a demostrar su habilidad para encontrar tramos de esos 'de los de antes', y la lluvia se encargó de poner la guinda. ¿El resultado? un rallye realmente interesante, con sus buenas dosis de espectáculo, emoción e incertidumbre y, encima, en lo que a mi respecta, cómodo de seguir y perfecto para un fin de semana 'de carreras' más tranquilo de lo habitual ¿que más se puede pedir?