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Treinta años después, el Campeonato de España de Montaña volvió a las rampas de Arrate, donde se disputó la sexta prueba del nacional 2008. La victoria de Apalantza en la fase B con el Subaru WRC rompió el largo monopolio de los Audi, pero Fombona, con su triunfo del sábado y el tercer puesto del domingo, siempre por delante de Flores y Aznar, sus únicos rivales en el campeonato, dio otro paso camino del tercer título. En CM Roca volvió a dominar con total autoridad y camina también hacia la renovación del campeonato.
CRONICA

La inclusión en el calendario de la subida a Arrate a finales de julio, significaba que este año las ‘vacaciones de verano’ del nacional de montaña eran más cortas que en temporadas anteriores. Así que tras unos pocos fines de semana ‘durmiendo en casa’ tocaba otra vez ‘volver a la carretera’ para cubrir la sexta cita del campeonato. Una prueba que me apetecía especialmente por diferentes razones: su relativa cercanía ‘a la base’ suponía un desplazamiento cómodo de apenas tres horas, hacía un buen montón de años que no paraba por la zona, con lo que tenía ganas de volver por ahí y disfrutar del verde paisaje y la gastronomía vasca y, además, tras varias conversaciones a lo largo del año con Rubén, de la Escudería Eibar, me quedaba claro que él y los suyos son de esos que hacen las cosas con ganas, por lo que tenía interés en ver que tal resultaba este retorno del Campeonato de España a tierras guipuzcoanas.

Fombona y Fernández sumaron otro doblete para B9 en la fase A

Apalantza se llevó la B con claridad

Aitor Ramírez situó su 320ST en el podio del sábado

Y, sin embargo, aunque por causas en buena parte ajenas a la competición, a nivel personal el fin de semana no me iba a resultar tan satisfactorio como esperaba, debido a una serie de pequeñas ‘tonterías’ de esas que te van incordiando y no te dejan disfrutar tanto como quisieras, fastidiándome un poco una carrera a la que iba con esa ilusión que a veces, cuando se va a tantas a lo largo del año, falta y se acaba sustituyendo por el ‘piloto automático’ que da la experiencia.
Resumiendo mis ‘pequeñas penurias’ del fin de semana, para quitarlas de delante y centrarnos en la crónica de lo meramente deportivo, el viernes cuando salía de casa camino del garaje, con la maleta y la mochila en la que llevo mi ‘oficina móvil’ (portátil, cámara de fotos, etc), golpeaba el reloj de pulsera contra una columna del portal y lo dejaba ‘fuera de servicio’. Como al lado del garaje hay un ‘chino’ de esos que cada día abundan más, compraba un reloj ‘barato’ … ¡que se paraba cada hora y pico de funcionamiento más o menos!! con lo que todo el fin de semana andaba ‘loco’ poniendo en hora el maldito reloj y usando el del teléfono móvil cada vez que se volvía a parar … ¡estos chinos!
De camino a Eibar, volvía a ‘picar’ por enésima vez en el desvío que indica Bilbao por la E70-A8 a la altura de Torrelavega … y que te acaba metiendo por la vieja nacional durante unos cuantos kilómetros, que se hacen más largos por el ‘cabreo’ de volver a caer en la trampa (¡seré torpe … si se de sobra que hay que seguir dirección Santander!).
Una vez en la localidad guipuzcoana, en el bonito hotel situado al final de la subida, que amablemente me había reservado Rubén porque era el que mejor conexión wifi tenía de la zona, no se que demonios pasaba pero no había forma de conectar con el portátil, con lo que toda mi labor post-carrera del fin de semana se complicaba y acababa por tener que cancelar la noche del domingo para volver cuanto antes a casa, tras la entrega de premios, y hacer el trabajo sin tener que depender de que me dejasen usar de vez en cuando el PC de la recepción.
Y, para completar, el sábado de noche había una boda en el hotel … y la ruidosa fiesta se desarrollaba justo bajo mi ventana hasta altas horas de la madrugada , ¡cuando el domingo tocaba madrugar para bajar del alto de Arrate antes del cierre de carretera!
Si a ello añadimos que hizo muchísimo calor los dos días (algo que siempre llevo mal), que el sábado el coche de prensa me subió hasta cerca de meta para la primera de entrenos … pero luego no pudo volver a recogerme para bajar, con lo que tocó larga caminata bajo un sol de justicia, y que la lejana ubicación del parque de trabajo hacía imposible mi habitual ‘sistema’ de moverme de prueba a asistencia entre mangas, el resultado fue que no me lo pasé tan bien como esperaba … aunque tampoco es para quejarse, que al fin y al cabo uno va a trabajar y si encima disfruta todo el rato pues eso ya es un lujo casi excesivo.

Así que vamos al objetivo de mi viaje a Eibar: contar el desarrollo de esta subida a Arrate que significaba el retorno del campeonato de España a tierras vascas tras un montón de años de ausencia. Un retorno esperado por muchos aunque, por diferentes causas, al final la participación acababa siendo un tanto floja respecto a la habitual en el resto de pruebas del nacional. Me imagino que la fecha ‘veraniega’, coincidiendo además con el puente de Santiago, festivo en media España, y el hecho de que buena parte de los asiduos a las primeras citas del campeonato sean de la zona sureste de la península, con lo que Eibar les queda bastante lejos, acabarían por influir para que la lista de inscritos no llegase a los 60 participantes, de los cuales sólo 37 optaban a los diferentes grupos del nacional, con categorías como el grupo N o los históricos sin ninguno de los pilotos que han venido tomado parte en las mismas en lo que va de temporada. A cambio, como se comenta en la sección de noticias, teníamos el importante aliciente del Subaru WRC de Gorka Apalantza o el nuevo León SuperCopa de Arakistain, amen de un buen número de rápidos pilotos locales que, como veríamos a lo largo del fin de semana, subían realmente deprisa y animaban notablemente el apartado ‘regional’ de la prueba.

A eso de las seis de la tarde del viernes, aparcaba en pleno centro de Eibar, justo delante de donde se estaban llevando a cabo ya las verificaciones, y empezaba a ‘meterme en ambiente’. Los camiones de los distintos equipos ya estaban procediendo a descargar los coches y la plaza, con tribuna para que el público pudiese seguirlo todo de cerca, estaba realmente animada. Enseguida, Rubén, que ya andaba por allí currando ‘a mil por hora’, se encargaba de que no me faltase de nada y ya era el momento de sacar las primeras fotos y charlar con algunos de los protagonistas del campeonato que me encontraba en la zona. Precisamente el líder del mismo, José Antonio López-Fombona, estaba ya por allí y mientras los mecánicos de B9 bajaban los Audi A4 del espectacular trailer, comentábamos los últimos grandes premios de fórmula 1, categoría que sigue también con mucho interés y sobre la que nuestros puntos de vista suelen coincidir bastante, como comprobaba una vez más. Luego de una animada charla sobre el tema, José Antonio me decía que iba a dar ‘un par de pasadas más’ a la subida para completar su reconocimiento de la misma y me invitaba a acompañarle, a lo que accedía gustoso … ¡que mejor guía para conocer el recorrido que el actual Campeón de España!

Con Fombona ascendiendo a buen ritmo pero con total seguridad a la vez que iba ‘cantando’ las diferentes referencias y velocidades que pensaba utilizar al día siguiente en cada curva, hacía dos subidas a Arrate que me servían para ‘tomar notas’ respecto a varios sitios que podían ser buenos para sacar fotos y, de paso, conocer una prueba que era nueva para mi … y que me gustaba mucho. Diría que el trazado de Arrate es, casi, como una mezcla entre Fito y Santo Emiliano, con el denominador común respecto a ambas del paisaje verde y bastante ‘cerrado’, tan típico de las carreteras de montaña del norte de España. Del Fito, la subida eibarresa tiene una buena serie de enlazadas de esas difíciles de memorizar bien, por lo parecidas unas a otras, de Santo Emiliano lo ancho y rápido de muchas de sus rampas … en conjunto se trata de una subida nada fácil, con muchos de esos sitios de ‘fondo con fé’ en los que si levantas pierdes … ¡pero que tienes que estar muy seguro de ti mismo y de tu coche para pasar sin levantar!

De vuelta al centro de Eibar, completaba el trabajo en las verificaciones sacando las fotos que me faltaban de los coches ‘novedad’ de la prueba y ya me dirigía al hotel, haciendo de nuevo la subida pero ahora bastante más despacio con mi coche, ¡que mi nivel de conducción está a años luz del de Fombona! Tras tomar posesión de la habitación, dejar el equipaje y llevarme el ‘disgusto’ de los problemas con la wifi ya comentados, bajaba de nuevo a Eibar para cenar. La ensalada de ventrisca con piquillos y los lomos de ciervo rellenos de foie me quitaban tanto el hambre como el enfado debido a los ‘problemas técnicos’ de la conexión y me confirmaban lo esperado, ¡en estas tierras saben lo que es comer bien! Después venía una nueva ascensión a Arrate, ya de noche y con mucho cuidado mientras observaba como los aficionados más madrugadores ya se preparaban para acampar en sus laderas, y así se terminaba la primera jornada del fin de semana.

Pedro Roca y Silver están cada vez más cerca de renovar el título

.Jordi Martínez situó su Speedcar segundo los dos días

BRC también sumó un podio gracias a la tercera plaza de Fran Cobo el sábado

El sábado no hacía falta madrugar mucho así que me lo tomaba con calma. Hacía otra serie de infructuosos intentos con la maldita 'wifi' y me quitaba el ‘mosqueo’ que siempre me producen estos inconvenientes con un relajante baño en el hidromasaje con el que estaba equipada la habitación …¡que gozada!

Poco antes de las doce ya estaba entrando en el parque de trabajo, cuya ubicación me había enseñado también Fombona el día anterior y que tenía el inconveniente de su lejanía respecto a la salida. Había que cambiar el plan de trabajo habitual, porque luego iba a estar difícil volver entre manga y manga como suelo hacer casi siempre, así que aprovechaba para sacar todas las fotos posibles de los diferentes equipos y sus zonas de asistencia y ya me dirigía al parking donde me habían indicado que se debía dejar el coche para que nos subiese a la prueba la furgoneta de prensa. En salida recogíamos al copi de Sergio Fombona, Carlos Dorado, natural de la cercana Leioa y con el que ya habíamos coincidido en la asistencia, y subíamos hasta las curvas de la zona de meta, que nos habían parecido interesantes en la inspección del día anterior y que el miembro de la organización que nos llevaba también nos recomendaba.

Una vez allí, el sol estaba totalmente en contra en la derecha que más me gustaba, así que había que ir a la izquierda anterior, menos atractiva pero con mejor iluminación. En seguida empezaba la acción y con la habitual fluidez que dan las subidas cada 30 segundos y una prácticamente total ausencia de incidentes (apenas un par de ‘parones’ de dos o tres minutos) la primera de entrenos pasaba volando. De lo visto a pie de cuneta me llamaba la atención, entre los regionales, lo ‘tirado’ que subía el Corsa rojo del local Garikoitz Rodríguez, al límite de las posibilidades del pequeño Opel, lo muy rápido que veía al GT Turbo de Rubén Aretxabaleta, o lo espectacular del Sierra del también ‘paisano’ de Carlos Dorado,  Ibai Zárraga.
Entre los ‘nacionales’, los CM eran los que más animaban el cotarro, con la salida de nuestra curva propiciando que las traseras de los pequeños sports buscasen con avidez el guardarail exterior … aunque ninguno llegaba a encontrarlo, siendo el SpeedCar de Pantxo Egozcue el que más cerca estaba de la valla pero sin rozarla. Como suele ser habitual, el que más ‘fino’ pasaba, el Silver de Pedro Roca, era el que realizaba mejor tiempo, seguido del BRC de Fran Cobo, que empezaba a mostrar su candidatura ante los habituales del nacional, completando el muy motivado Pantxo las tres primeras posiciones. Los demás favoritos estaban lejos de Roca, con Oscar marcando el cuarto mejor tiempo y Román siendo sólo séptimo, justo detrás de un Egoi que subía tan ‘despendolado’ como en él es habitual. De los habituales en las plazas de delante, faltaba Jordi Martínez, al que se le había roto una rótula de su SpeedCar al poco de iniciar la subida, con lo que se quedaba sin la siempre necesaria primera toma de contacto con la prueba a bordo del coche de competición.

Entre los turismos del Campeonato de España también había una baja, ya que Borreguero no tomaba la salida, y el primer asalto del presumible duelo Apalantza-B9 deparaba el resultado que me parecía más lógico: el Subaru WRC por delante de los Audi. Gorka había pasado realmente muy rápido por donde nos encontrábamos, con el Imprezza ‘tragando marchas’ como sólo los World Rally Car pueden hacer. Entre las manos del bicampeón de CM, su mejor conocimiento del terreno y la caballería del coche japonés había ingredientes de sobra como para que Apalantza fuese mi claro favorito a la victoria. Por ello, si no me sorprendía nada verle ya por delante, si que me llamaba la atención que ‘sólo’ le metiese segundo y medio al Audi de Jesús Fernández, que descubría por completo la subida. Estaba claro que ‘Tano’ venía a Arrate con ganas y que no se lo iba a poner fácil a Gorka ni a su compañero de equipo, Fombona, tercero pero ya a unos más ‘razonables’ tres segundos del WRC en esta primera subida de libres.

Como ya quedó relatado más arriba en mi lista de ‘penurias del fin de semana’, el coche de prensa nos dejaba ‘colgados’ cerca de meta, así que de cara a la manga de entrenos oficiales tocaba ir monte abajo hasta donde se pudiese llegar, lo que implicaba acabar quedándose cerca del cruce de Durango, donde hay una buena visión de la larga rampa llena de pintadas de ánimo a los ‘esforzados de la ruta’ que cada año protagonizan la subida a Arrate en bicicleta, pero que para sacar fotos era un lugar pésimo, con el sol filtrándose entre los árboles y provocando unas condiciones de luz nefastas … especialmente si uno no está muy ducho con los ‘reglajes’ de la cámara de fotos como es mi caso. Así que a efectos de imágenes, la manga era poco menos que inútil y tampoco es que mi ubicación me permitiese más que ‘verlos pasar’, ya que se trataba de una zona con mucha pendiente y en la que, quien más quien menos, todos exprimían al máximo las mecánicas … bueno, todos, hablando de los favoritos, menos Pedro Roca, que subía ‘tranquilo’ y no porque tuviese problemas sino porque, ‘teniéndolo ya claro’ en cuanto a como había que afrontar la subida, prefería optar por conservar las gomas, que hacía mucho calor, el asfalto era muy abrasivo y quedaba todavía mucho fin de semana por delante.

Al acabar la manga, seguía caminando hacia salida y, cuando ya iba por media subida, conseguía que uno de los coches de la caravana publicitaria me bajase, con lo que ya podía acercarme al monitor de tiempos y ver como habían ido las cosas. Entre los CM, los Silver de Oscar y Egoi ocupaban las dos primeras plazas pero sus cronos eran peores que el marcado por Roca en el warm-up, evidentemente el mallorquín ‘lo tenía claro’. Pantxo volvía a ser tercero, confirmando con tiempos las ganas que le habíamos visto poner sobre la carretera, y Mestres era un sorprendente cuarto, mientras que su compañero en SpeedCar, Jordi Martínez, no había podio subir al no dar tiempo a reparar la avería sufrida en la manga anterior.
Entre los turismos, las jerarquías establecidas en el warm up se repetían casi de forma exacta: Gorka volvía a ser el más rápido, bajando ya de los 3 minutos, ‘Tano’ era otra vez segundo a apenas segundo y medio, y Fombona completaba el terceto de cabeza, con el ganador del año pasado, Aitor Arakistain, cuarto pero ya lejos de meterse en la pelea por un puesto de podio.

La subida oficial la hacía desde salida, para poder tener las habituales fotos de la arrancada que me gusta sacar de cada prueba y con la ventaja que siempre te da esa ubicación a la hora de enterarte cuanto antes de los resultados. En este caso, además, con la retransmisión por radio escuchándose a través de la megafonía de la prueba, la espera antes del inicio de la manga final se amenizaba con la escucha de los últimos kilómetros de la contrareloj final del Tour en la que, contra casi todos los pronósticos (¡incluyendo el mio!), Carlos Sastre conservaba, y con holgura, ese preciado y merecidísimo maillot amarillo que había conquistado de forma tan brillante unos días antes subiendo Alpe D’Huez. Un triunfo, el del abulense, que es de esos que te llena más, si cabe, por llegar como premio a una carrera plagada de esfuerzo y jalonada por pocos éxitos y muchos puestos de honor. Siempre pensé que Carlos iba a acabar siendo ‘otro Paco Galdos’, corredor que seguía cuando era un crío, regular donde los haya pero sin ese ‘punch’ necesario para ganar, así que me alegré enormemente de haberme equivocado.

Pero bueno, volvamos a los coches, que aunque Arrate sea también ‘territorio ciclista’, como las muchas pintadas que había visto en la carretera me recordaban minutos antes, aquí estábamos para ver subir sus rampas sobre cuatro ruedas, no sobre dos. Tras ver partir a todos los aspirantes a las primeras plazas tocaba acercarse a la pantalla de tiempos y empezar a ver los resultados. Cuando echaba un primer vistazo al monitor observaba como Roca había vencido con una autoridad casi insultante entre los CM. El mallorquín era el único en bajar de 2:50, mientras que casi ninguno del resto podía descender de 2:54. De hecho, sólo dos lo conseguían  y ambos eran toda una sorpresa por diferentes razones. Porque si me resultaba inesperado era el tercer puesto de Fran Cobo, que metía su BRC en el podio por delante de muchos de los habituales del campeonato, algo poco usual ya que rara vez algún 'local' consigue sorprenderlos, tampoco me esperaba la segunda posición de Jordi Martínez. Y no porque dude de su pilotaje, ni mucho menos, sino porque habiendo cubierto apenas doscientos metros en el warmup y quedando inédito en la manga de entrenos, el piloto catalán del Speedcar naranja completaba en la oficial su primera subida completa con el coche de correr a las difíciles rampas de Arrate ... ¡y marcaba el segundo mejor tiempo!

Jordi era el que 'menos lejos' se quedaba del crono de Roca, a un margen de más de tres segundos en el que, en buena lógica, se deberían haber metido gente como Oscar, Egoi, Román o, incluso, Egozcue a la vista de sus cronos en entrenos. Pero a Pantxo le podían, tal vez, sus ganas de brillar en la prueba más cercana a casa, saliéndose y quedando fuera de combate. Las banderas amarillas que señalizaban el accidente del veterano piloto navarro-mexicano eran una de las causas esgrimidas por Oscar Palacio para explicar su tiempo casi cinco segundos peor que el de Roca, cuando, minutos después, ya en el parque de trabajo, le preguntaba que tal le había ido. El langreano no estaba tampoco satisfecho con el rendimiento del propulsor de su Silver y se tenía que conformar con una cuarta plaza que no dejaba de ser un mal menor, comparada con la séptima del restante Silver, el de Egoi Valdés (por cierto, así es como prefiere que le llamen, Eder es su segundo nombre).

Román, que se clasificaba quinto, tampoco había tenido un día fácil. En la subida de entrenos el motor de su BRC decía basta, lo que obligaba a un rápido cambio de propulsor de cara a la manga definitiva. Sin tiempo para chequearlo todo, al final el almeriense acababa subiendo sin que funcionase el display del cambio de marchas, lo que unido a que físicamente estaba algo 'tocado', ya que llevaba todo el día encontrándose mal, no le permitía conseguir más que esa quinta posición que, a la vista de todos los problemas sufridos, casi daba por buena cuando charlaba luego con él y Xoan en el camión de BRC. Este último, que se había clasificado octavo, me comentaba que tal vez se habían equivocado ambos en el desarrollo, al montar un 23 que se quedaba algo corto en la zona más rápida, mientras que Cobo había optado por el más largo 21, lo que tal vez explicase al menos parte de la ventaja que les había sacado.

Una vez analizado el resultado de los CM, que me ha llevado a dar un pequeño 'salto en el tiempo' en este relato más o menos cronológico, toca dar un pequeño 'paso atrás' y volver al momento en que estaba ante la pantalla de tiempos, en la que, aparte de ver la clasificación final de los CM observaba como, a falta aun de los tiempos de los cinco últimos en salir, Borreguero, Fernández, Aznar, Flores y Fombona, el mejor crono no correspondía a Apalantza, como esperaba, sino a Ramírez. Gorka no había llegado a meta, tras pinchar la rueda delantera derecha de su WRC, perdiendo una victoria que tenía en la mano a la vista de su tiempo de entrenos. Aitor, en cambio, había ido a más con su BMW 320ST y cuando ni Borreguero ni Aznar superaban su 3:04:155, el piloto vasco tenía ya una plaza de podio poco menos que segura, porque Flores llevaba todo el día lejos de los cronos de cabeza con su 206WRC, con lo que sólo los Audi de B9 iban a poder superarle.

Y así era, mientras Luis no bajaba del 3:06, situándose tras Borreguero y Aznar, 'Tano' marcaba un 3:00:068 que le situaba en cabeza y confirmaba como Apalantza, que ya había rodado por debajo de los tres minutos en entrenos, había perdido una gran ocasión de hacerse con la victoria. Restaba sólo conocer el tiempo de Fombona, y el gijonés tampoco bajaba del muro del 3:00 ... pero se quedaba 32 milésimas más cerca del mismo de lo que había hecho su compañero de equipo. El actual campeón de España sumaba su noveno triunfo del año y le daba a B9 un espectacular doblete, con sus dos pilotos completando la subida prácticamente en el mismo tiempo ... ¡más igualdad imposible!

De vuelta al parque de trabajo, un último repaso a los diferentes equipos me permitía constatar como Aznar seguía sin estar satisfecho con como iba el A4 ex-Vilariño, quejándose del tiempo perdido simplemente en los primeros metros de carrera, en los que, como había podido comprobar en la manga final, el Audi no partía con la 'alegría' necesaria. Flores, en cambio, estaba razonáblemente contento con su actuación, ya que, como me había dicho antes de empezar, con competir casi le bastaba a la vista de lo ajustado que está de presupuesto a estas alturas del año. Jesús Fernández, por su parte, se lamentaba de su mala suerte cuando su equipo constataba la rotura de un palier que él había notado en el último kilómetro, y en la que es más que probable que se hubiesen ido ese puñado de milésimas que le habían faltado para hacerse con la victoria.
Se completaba así una primera fase que había tenido un desenlace realmente interesante y que dejaba, además, abiertas muchas posibilidades para el día siguiente, ya que tanto Gorka como 'Tano' iban a buscar esa primera plaza que Fombona había conseguido a base de 'guardarse' un par de segundos en entrenos y hacer un subida impecable en la manga oficial, en su línea de seguridad y dominio de la situación que le está llevando a dominar de forma tan rotunda el campeonato de este año.
Me restaba sólo enviar los comunidados del día, tanto relativos a la subida como al trial 4x4 que Jose 'cubría' en Sariego, lo que conseguía sin la wifi pero con la amable cesión del PC de recepción durante unos minutos. Una buena cena en el restaurante del hotel, cerrada con un delicioso bizcocho helado de plátano con pistachos que me dejaba un magnífico sabor de boca y lo último de la jornada era tratar de dormir lo posible, mientras el ya comentado baile de la boda que se celebraba en los jardines situados justo bajo la ventana de mi habitaicón entraba en su apogeo.

El despertador no tenía piedad de mis pocas horas de sueño y tocaba diana antes de las 7, ya que había que madrugar para bajar desde el hotel situado en el alto de Arrate antes de que la carretera de la subida se cerrase al tráfico a las 7:45. Lo primero era, igual que el día anterior, acercarme al parque de trabajo para recopilar algo de material allí, no siendo que luego no tuviese ocasión de volver. Tras tomar un tentempié en el camión de B9 (¡que el madrugón nos había dejado sin desayunar y a saber a que hora comeríamos después!), llegaba ya la hora de ir 'tomando posiciones' de cara a las mangas de entrenos. Optaba por subir andando hasta donde me diese tiempo, para así no depender del coche de prensa a la hora de subir y bajar, y acababa situándome en el exterior de una larga y rápida izquierda, a la sombra, bien protegido tras el guardarail y con buena visión sobre las siguientes enlazadas que tendrían que afrontar los participantes. El paso por ellas de los CMs mostraba bien a las claras, una vez más, el fino estilo de Roca, único que trazaba con 'tiralíneas', quedándose lo justo en el interior de la izquierda para hacer lo más recta posible la entrada a los dos siguientes virajes, por los que el Silver amarillo pasaba con extraordinaria precisión. El resto, quien más quien menos, daban sensación de salir más rápidos de la primera curva pero luego se veían más 'apurados' para coger las siguientes, con Jordi siendo el que más cerca estaba de rozar el rail exterior cuando el Speedcar seguía deslizando un poco más de lo deseable. Entre los turismos, en cambio, las diferencias entre los favoritos eran apenas apreciables, con Gorka y 'Tano' dando la sensación de ser los que más iban atacando, y con Fombona pasando realmente rápido y por el sitio. 

Al igual que las tres del día anterior, la manga discurría con fluidez y sin interrupciones apreciables, así que antes de las nueve y media ya estaba finalizada y teníamos tiempo de sobra de seguir 'cuesta arriba' para buscar una nueva ubicación desde la que seguir los entrenamientos. Unos minutos de caminata en compañía de Carlos Dorado, con el que había visto la subida anterior, y ya avistaba al fondo la derecha del cruce de la 'ikastola', que era una de las curvas en las que me había fijado como buen sitio para las fotos el viernes, cuando subía con Fombona. Se trataba de una curva con ligero cambio de peralte a la mitad que venía precedida de un 'zigzag' rápido derecha-izquierda. El sitio era bueno, con sitio de sobra para colocarse bien seguro tras las protecciones ... pero con una luz pésima: de momento todo en una muy oscura sombra y con el sol empezando a asomar por encima de los árboles pero con pinta de ir a ayudar poco a la hora de iluminar la escena. Decididamente no iba a ser este mi mejor fin de semana en cuanto a fotos se refiere, ya que tampoco es que la manga anterior hubiese dado para ninguna imagen ni medianamente buena.

El paso de los regionales me servía para ir haciendo 'probaturas' con los 'reglajes' de la cámara, y acababa por encontrar unos que me permitían sacar algún barrido más o menos aceptable, con las pintadas 'ciclistas' de la carretera y los árboles del fondo saliendo algo 'movidos' y acrecentando así la sensación de velocidad del coche, 'parado' en la foto por la magia de la técnica fotográfica. Una magia que resultaba bastante menos necesaria de aplicar al paso de los tres Silver de Roca, Egoi y Oscar, con el primero repitiendo su táctica de 'guardar goma' del día anterior, imitada por sus dos compañeros de marca, pensando que tal vez ahí pudiese estar la clave de la ventaja obtenida por el balear la víspera. Entre el lento paso de estos tres y que los que salían tras ellos acababan por alcanzarles, la tabla de tiempos de los CM en entrenos quedaba de lo más inusual, con Mestres, Cobo y Egozcue ocupando las primeras plazas y con la sensación general de que algo hay que cambiar en el reglamento para evitar situaciones así, como que luego me comentarían, sin excepción, todos los protagonistas de la Copa CM, tanto los que habían optado por la táctica 'ahorra neumáticos' como los que no.

Pero antes de eso quedaban por pasar los turismos, entre los que el Audi de Jesús Fernández daba el susto de la mañana. El A4 de 'Tano' entraba en mi campo de visión mucho más hacia el exterior del anterior viraje de lo que todos los demás lo hacían y se acercaba al guardarail a demasiada velocidad como para que pudiese evitar golpear de costado contra el mismo. Perdiendo algún que otro trozo de fibra de su aleta delantera derecha, el superturismo seguía avanzando y su piloto, tras pararse un instante en la siguiente curva a la 'nuestra', dejando pasar a Aznar que venía después, reemprendía la marcha y completaba la ascensión. Había habido más susto que daño, pero el golpe era tal vez un aviso de que 'Chus', que había sido más rápido que Apalantza en los libres, estaba ya jugando en el límite en su intención de batir al Subaru. Gorka registraba un 2:56 que parecía fuera del alcance de los Audi, con Fombona bajando ya de tres minutos pero quedándose a casi tres segundos del WRC, diferencia que se nos antojaba excesiva para ser recuperable.

Tras una rápida bajada hasta la asistencia, gracias a la amabilidad del coche de prensa que me recogía en su retorno a salida, podía, esta vez si, sacar todas las fotos que necesitaba de los equipos trabajando y hacer mi habitual 'ronda' por los diferentes boxes para recabar las impresiones de unos y otros. Entre los CM, como ya quedó comentado, 'el tema' era el ahorro de neumáticos, con las gomas delanteras de todos en un estado ya bastante malo luego de tres subidas bajo fuerte calor y sobre un asfalto muy abrasivo que las desgastaba como si fuese de papel de lija. Entre los turismos, había actividad frenética en B9, con los mecánicos trabajando duro para reparar los desperfectos en el Audi de 'Tano' que, efectivamente, no eran finalmente mucho más que 'chapa y pintura'. Al lado, Fombona se mostraba tranquilo y me comentaba que iba a estar complicado bajar hasta los cronos de Gorka. Cerca del 'box' de B9 estaba el de Aznar, en el que el piloto almeriense explicaba a su equipo como 'ahora si que corre el coche', comentando que lo que le tocaba era más adaptarse él al rendimiento del A4 que cambiar nada más, luego de que las últimas modificaciones realizados tras las subidas del día anterior hubiesen dado buenos resultados.

Minutos después, aprovechaba la salida del primer 'convoy' de participantes hasta la zona de salida para ir tras ellos y dejar el coche lo más cerca posible del inicio de la prueba. Todavía me daba tiempo a llegar andando hasta la primera curva, donde uno de los comisarios me recomendaba el interior del segundo viraje como sitio seguro para ponerme. No es que fuese un lugar especialmente bueno ya que, como delataban las marcas de neumáticos, los coches se ceñían mucho al guardarail, pero tampoco había opción de buscar más. De nuevo la manga terminaba volando y en cuanto pasaba el coche de cierre me dirigía rápidamente a la zona de presalida para enterarme del resultado.

En CM no había grandes cambios respecto al sábado: Roca volvía a ganar, bajando ya hasta el 48, aunque esta vez su margen era menor sobre Jordi Martínez, de nuevo segundo, rodando en 49 sobre una subida que descubría y que le encantaba ('me gusta mucho, coges el ritmo y notas que vas cada vez más rápido' me decía cuando le comentaba lo bien que se había adaptado al recorrido). El podio lo completaba Oscar Palacio, que se lamentaba de su mala suerte a la llegada al parque cerrado ('¡se me ha roto el embrague casa nada más empezar!'). Cuarto era Román, al que las cosas le habían algo mejor que el sábado ... sin llegar a ir bien del todo, mientras que quinto, pero también con motivos de queja (problemas con la palanca de cambio) era Egoi, un tanto desesperado por la mala racha que viene teniendo en las últimas carreras (¡'llevamos seis en las que siempre nos pasa algo!').

Sin pinchazos esta vez, Gorka Apalantza no tenía problemas para hacerse con la victoria, marcando un 55 que le ponía totalmente fuera del alcance de los Audi. Algo que me confirmaba 'Tano', de nuevo segundo y que paraba el crono en apenas unas décimas por debajo de los tres minutos: 'hice mal la salida y tuve algún otro error, pero más de 58 no habríamos podido bajar' me comentaba mientras esperaba turno para dejar el A4 en el parque cerrado del centro de Eibar. Tras él, Fombona me explicaba porque había empeorado su crono de entrenos, teniendo que conformarse con una tercera plaza que era más de lo que esperaba dadas las circunstancias: 'debe de ser un problema de bujías, el motor iba fallando' comentaba el gijonés. Cuarto acababa Aznar, contento por estar, como él decía, 'donde tenemos que estar, tercero de los Audis, no tan atrás como en otras carreras con este coche', y quinto era Borreguero, satisfecho con acabar sin mayores problemas: 'subimos y bajamos con el coche entero, que es siempre lo más importante', era su resumen del día. Ambos, y también un relajado Luis Flores, habían superado a Aitor Ramírez, que había sufrido la rotura de un amortiguador, lo que le impedía reeditar el podio del sábado.

Con todos los coches ya en el parque cerrado, y mientras llegaba la hora de la entrega de premios, me tomaba un refresco y unas riquísimas 'rabas' en compañía de Carlos Dorado y un grupo de amigos y buenos aficionados a las carreras que habían venido con él a ver la subida. A las dos se iniciaba ya la ceremonia de reparto de trofeos (¡y enormes txapelas!) y a eso de las dos y media ya emprendía camino de vuelta a casa, de forma que hacia las seis ya estaba delante del PC del despacho haciendo todo el trabajo relativo al fin de semana. Un fin de semana que no había sido tan gratificante como esperaba, en lo que a mi respecta, pero que había deparado unas interesantes subidas y me había permitido descubrir una prueba que no conocía y que espero volver a visitar, tanto por lo bonito de su recorrido como por lo bien que me trataron Rubén y toda la gente de Escudería Eibar. Un grupo joven y entusiasta que pasó con nota muy alta, al menos en mi opinión (y en la de varios pilotos con los que comenté el tema) su primer 'examen' como prueba del Campeonato de España de Montaña. Así que, ánimo Rubén, a seguir trabajando así de bien para que el año que viene podamos ir por ahí otra vez.