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Festival asturiano en la Subida Ubrique, con dominio total de Fombona en el Campeonato de España y doble victoria también para Oscar Palacio en la Copa CM. Los dos triunfos del gijonés le reafirman como el máximo favorito al título tras sumar ya tres primeros puestos en las cuatro fases disputadas, mientras que para Oscar llegó por fin el retorno a lo más alto del podio del nacional, lugar del que estaba ausente desde el 2004.
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Magnífico ambiente de carreras en Ubrique con muchísimo público los dos días, tanto en la zona inicial de la subida, situada en pleno centro de la localidad gaditana, como en la parte alta de la prueba. Como además acompaño el buen tiempo, fueron numerosos los aficionados que acamparon en las mismas rampas y ello hacía que incluso a primera hora del domingo ya hubiese muchísimos espectadores en las curvas más populares, como la del 'pluviómetro' o las que llevan a meta. Unos espectadores por lo general disciplinados y bien situados por el buen número de efectivos de la Guardia Civil que controlaban las zonas más conflictivas. Algo cada vez más necesario ante la tendencia tan en boga de mezclar (¡demasiado!) alcohol y carreras por parte de cierta 'afición' que acude a estos eventos más atraida por la fiesta que se monta alrededor que por la competición en si misma.
Tras las pocas novedades que nos había traído el debut del nacional en Moratalla, en Ubrique la lista de inscritos ya estaba bastante más animada. De los finalmente presentes en carrera, destacaba el retorno del canario Juan Luis Cruz, habitual del nacional de montaña durante varias temporadas y que llevaba tiempo más centrado en los rallyes canarios. Cruz volvía al campeonato de España con un BMW 320ST de Riera Racing, con el que hará todo el resto de la temporada. En su vuelta a las subidas, el piloto canario iba poco a poco, pensando más en recuperar sensaciones al volante del superturismo, radicálmente diferente del WRC que ha estado pilotando últimamente. El domingo Cruz acababa por ser el mejor de los BMW, clasificándose sexto y se mostraba satisfecho con su progresión a lo largo del fin de semana.
Además del 320ST de Cruz, la asistencia de Riera Racing presentaba otros dos BMW más para los pilotos andaluces Manuel Pericet y Francisco Pérez-Gaitán. El veterano Pericet se reencontraba con el superturismo bávaro luego de haber pasado una completa revisión en los talleres del preparador catalán, y se mostraba encantado con su funcionamiento. El 'Bronson', como llaman por la zona al simpático Manuel, hará todo el nacional con el objetivo de divertirse, algo que ya empezó a hacer en Ubrique. Gaitán, por su parte, saldrá también en La Santa donde debería ser un piloto a tener a cuenta a la vista de sus cronos de este fin de semana. El piloto de Níjar fue el más rápido de los BMW el sábado, clasificándose sexto, y se quedó muy cerca de Cruz el domingo.
Desde la primera prueba del año pasado, en Trassierra, no veíamos a Pedro Castañón y su Nissan Primera ST. El piloto astur-gallego volvía a competir con el superturismo japonés tras más de un año 'peleándose' con su complicada y caprichosa mecánica. Una mecánica que parecía iba a dejarle de nuevo fuera a las primeras de cambio ya el sábado, cuando el motor fallaba ostensíblemente debido a problemas con las muy especiales bujías que monta y de las que no disponía de recambios. Tras completar 'como pudo' las tres mangas de la Fase A, Castañón y los mecánicos de Gargo Sport econtraron una solución 'de emergencia' al problema y aunque el coche no iba al 100% el domingo, al menos ya funcionaba en cuatro cilindros y permitía a su piloto ir progresando hasta acabar octavo en la subida oficial pese a verse bastante perjudicado por las banderas amarillas, algo que también afecto a los tres BMW de Cruz, Gaitán y Pericet que salían justo a continuación del Nissan.
El grupo N estuvo mucho más animado en Ubrique gracias a la presencia de los Mitsubishi del preparador extremeño Casimiro, que presentaba un espectacular montaje, con camión trailer y tres EVOs, un 'ocho' para Eduardo Noriego, un 'nueve' para Isidoro Jiménez y un 'seis' (grupo A en este caso) para Fernando Macías. Un coche, este último, que nos resultaba muy conocido, ya que se trataba de la unidad ex-Félix García (y anteriormente ex-Juan Carlos Fernández) que tantas veces hemos visto en los rallyes del norte. Los tres salían en Ubrique con la intención de probar los coches de cara a sus participaciones en rallyes regionales pero no por ello dejaban de rodar a buen ritmo, con Noriego y Jiménez acabando respectivamente segundo y tercero del grupo N en las dos fases.
Los 'Castro' volvían a la carga tras el muy desafortunado fin de semana de Moratalla, que se saldó con doble abandono de Angel y Rubén Bayo el sábado y regreso a casa anticipado. En Ubrique se les unía 'Goyo' con un bonito Seat 124 de la categoría de históricos que era visto y no visto, ya que salía sin segunda y además el motor se calentaba más de la cuenta, por lo que su piloto decidía guardarlo en el camión a mitad del primer día. Algo mejor le iba a Angel Castro, que pese a seguir todavía a la espera de la ansiada suspensión para su Porsche, conseguía al menos completar las dos fases, algo que no podía hacer Rubén Bayo tras un toque en los entrenos oficiales del domingo.

La subida a Ubrique estrenaba titulación de prueba internacional, a la que hacían honor dos pilotos foráneos, el galés afincando en el levante español Gareth Turgoose, al que ya hemos visto en otras subidas con su Escort naranja, y el portugués Carlos Inacio, que competía con una montura similar, preparada por el especialista luso Moutinho y con la que se mostraba realmente espectacular y rápido (segundo en entrenos de la fase A tras el inalcanzable Clemente) aunque no acababa por conseguir ningún buen resultado, terminando penúltimo y muy retrasado el sábado y abandonando el domingo.