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Cinco de cinco, no hay quien pare a Oscar Palacio en su camino de renovar el título de Campeón de Asturias alcanzado en el 2007. En Villaviciosa, Oscar sumó un nuevo triunfo con el Silver aunque esta vez no fue el más rápido en las dos mangas oficiales, repartiéndose los parciales entre su CM y el de Roberto Fueyo que volvió a escoltarle en el podio. La tercera posición se la adjudicó en el último momento Fermín Busta, remontando con su BRC a los Speedcar de Javier Otero y Jesús Alvarez, que le habían superado en la primera manga.
CRONICA

En sólo cinco años la subida de la Manzana se ha hecho con un sitio propio en el campeonato de Asturias de montaña. Los buenos contactos de su organización con pilotos de otras regiones suelen servir para atraer, cada año, una participación interesante y con novedades respecto a los habituales del regional, mientras que su fecha veraniega y su localización, justo en pleno Villaviciosa, localidad siempre muy 'animada' en esta época del año, hacen que sea una de las pruebas con más presencia de espectadores.

Por lo que a mi respecta, le añado aun otro factor positivo: se trata de una prueba que tiene la ventaja de estar 'a tiro de piedra' desde Gijón, lo que la hace 'cómoda', algo siempre importante a estas alturas del año, cuando la larga temporada empieza a 'pesar'. Pero también tiene, desde mi punta de vista, algo negativo, y es un trazado que, personalmente, no me gusta nada: demasiado 'de rallye' para lo que pienso debe de ser una prueba de montaña, con un piso bastante bacheado para su rapidez y con excesivos metros cuesta abajo ... ¡toda una paradoja en una 'subida'! Un trazado que, por contra, suele gustar bastante a buena parte de la afición que acude a las pruebas del regional, supongo que por ser la mayoría de ellos de tradición menos 'circuitera' que quien este escribe, por lo que el hecho de que una subida tenga un trazado 'más de rallyes' no deja de ser, para muchos de ellos, no sólo un inconveniente sino, muy al contrario, una ventaja. Ya se sabe, para gustos hay colores ... ¡y todo es del color del cristal con que se mire!

Oscar Palacio sigue invicto, ya van cinco de cinco

Roberto Fueyo y Fermín Busta volvieron a completar el podio

Angel Castro impuso su Porsche en carrozados

Este año, para su quinta edición, la prueba de Gaitero Competición volvía a juntar una inscripción notable, de cuyas novedades se habla con algo más de detalle en la sección de noticias. Con una veintena de CMs dispuestos a romper la imbatibilidad de Oscar Palacio, que salía con el Silver en vez de con la invencible Osella de Posada (¿será que tengo yo razón en lo del trazado cuando una barqueta de montaña no es apropiada para ser usada en él mismo?), estaba claro que la victoria iba a ser para alguno de esos pequeños sports que se han encargado de 'extinguir' a los 'fórmulas', representados de forma testimonial por Kayto como testigo del pasado.

Aunque la víspera había hecho un buen día de verano y todo apuntaba a que nos íbamos a ‘achicharrar’ de nuevo en las rampas de la Manzana, donde quitando el pasado año siempre ha hecho un sol de justicia, el sábado amanecía nublado, lo cual no dejaba de ser un alivio para los que no somos muy amigos de tostarnos en la playa o en una cuneta. La cercanía desde casa y el horario de inicio de los entrenos a las dos de la tarde me permitía tomarme el sábado por la mañana con gran tranquilidad: nada de madrugar, tiempo de sobra para desayunar leyendo esa magnífica sección de nostalgia que es la 'Coure de Corsa' de la revista italiana Auto-Sprint (y que esta semana estaba dedicada a la 'otra carrera' de uno de mis actores favoritos, Paul Newman, ¡la de piloto!) y a eso de las doce y pico ya estaba camino de 'la villa'.

Poco más de 20 minutos después de salir de Gijón ya estaba dejando el coche en el parking alrededor del cual están situadas las asistencias estas últimas temporadas y llegaba el momento de hacer una primera 'ronda' por los diferentes 'boxes'. Compartiendo el primero de ellos, en la calle más cercana a donde había aparcado, estaban juntos, como lo grandes amigos que son, Esteban Vallín y Fermín Busta, por primera vez rivales en una carrera tras tantos años compartiendo el mismo habitáculo en los rallyes del nacional. Algo sobre lo que bromeábamos con ellos en presencia de otro buen amigo de ambos, Carlos Márquez, que estaba 'de visita'. Hablando sobre el peculiar trazado de la prueba, Esteban, ya un habitual de la misma, nos decía que realmente tan sólo había un bache al principio ... a lo que Carlos puntualizaba con humor "ten en cuenta que este es un 'rallyeman', ¡si le preguntas a un montañero seguro que te dice que hay bastantes más!". Fermín, por su parte, sólo tenía referencias 'virtuales' del trazado: nos comentaba que había estado viendo un vídeo de la cámara interior de Esteban en una edición anterior ... ¡y que casi valía más no haberlo visto porque vaya como impresionaba la rápida bajada final!

Un poco más allá estaban los primeros equipos foráneos, los cántabros de 'Ancemar', los gallegos Costa y los leoneses García ...'¡casi asturianos!' como nos decía el padre Jesús cuando le saludábamos mientras repasaba su Mitsu y el Speedcar de su hijo Javier. Entrando en la calle perpendicular casi diríamos que nos trasladábamos a un circuito de una hipotética 'copa Silver' ... el box de Oscarsan ocupaba prácticamente todo el espacio con nada menos que siete de los CM navarros alineados uno al lado del otro. Enfrente, más CMs y el solitario fórmula Renault de Kayto, único fórmula presente de los dos inscritos, ya que el Reynard F3 de Gaurdiola finalmente no era de la partida.

La 'tercera calle' del paddock en que se convierte por un día la zona, se extendía más allá del parking y en ella estaban todos los carrozados. Cerca del final de la misma se agrupaban los cuatro coches de Auto Mercado y los tres de 'los Castro', que estaban en pleno almuerzo en su 'zona de catering'. Angel nos comentaba que sigue a la espera de unas suspensiones 'menos de circuitos' para su Porsche, algo que le hubiese venido bien estrenar aquí, especialmente recordando lo mal que lo había pasado el año pasado con slicks sobre los baches (¡este montañero si veía más de uno!) cuando cayeron aquellas 'cuatro gotas' ... "¡iba de lado hasta de aquí a la salida en cuando aceleraba un poco!" me comentaba el madrileño.

Enfrente estaba una de las novedades de la prueba, el BMW ex-Requejo que iba a debutar finalmente en manos de su nuevo propietario, Castrillo, tras su frustrada participación en Avilés, y de vuelta a la zona del parking observaba como se agolpaba el mayor número de espectadores alrededor de un coche, y sin ver cual era ya me lo imaginaba ... ¡y es que un Ferrari siempre atrae más que cualquier otro! Allí estaba el espectacular Modena de Cardín, que iba a estrenarse como 'cero', rodeado de público.

Un breve vistazo al 'cavallino' y ya iba siendo hora de acercarse a la zona de salida y buscar sitio para ver la subida de entrenos. Entre que en esta prueba no se estila eso del 'coche de prensa' y que mi trabajo incluye siempre no sólo estar en las rampas de la subida sino también acercarme a las asistencias para enterarme de como les ha ido a uno y a otro, el plan era claro: hacer la primera en el cruce o incluso antes, en el 'lavadero' y luego, en función de donde hubiese estado en entrenos moverme a otro sitio no muy alejado en la salida para la primera oficial. Si todo discurría según los horarios previstos, me quedaría también a la segunda oficial, probáblemente en salida como hice el año pasado, aunque esta vez tenía pendiente el trabajo relativo a la carrera de la GP2 en Hockenheim, por lo que si había retrasos me iba a tener que marchar antes.

Subir la empinadísima rampa inicial de ‘la Manzana’ nos recuerda cada año que estamos en pleno Tour de Francia … ¡es digna del Tourmalet! En ella este año había más control a nivel de seguridad en toda la acera exterior así que lo de quedarse donde el lavadero estaba descartado, mejor seguir hasta el cruce, que también estaba más ‘encintado’ y con el público más atrás que otros años. Cogía sitio al lado del coche del radioenlace, que ocupaba uno de los siempre entusiastas miembros de Bimenes Motorsport que habían acudido a echar una mano en la organización, y poco después empezaba la primera del día.

Evidentemente, ese cruce inicial da para muy poquito en términos tanto de espectáculo como de poder sacar la más mínima conclusión respecto a quien sube más o menos rápido, así que casi ni me fijaba en como pasaban unos otros, limitándome a tratar de sacar alguna foto aprovechable, algo tampoco demasiado fácil en donde estaba, sin apenas opción de cambiar de ángulo. La subida iba bastante fluida, algo caótica en cuanto a dorsales (¡menudo lío en un momento dado, pasando el 50 y luego, sucesivamente, el 59, el 55, el 47, el 54 y el 49!) pero con esa continuidad que dan siempre las salidas a treinta segundos … hasta que la avería en el SpeedCar de Alberto Alonso dejaba aceite en la carretera y el Silver Car de Christian Villar, que pasaba poco después, se veía sorprendido por el súbitamente resbaladizo asfalto. El resultado era un buen golpe que dejaba bastante maltrecho el frontal de su CM y un largo parón entre que se decidía que hacer, se subía la grúa, se retiraba el coche y se buscaba ‘sepiolita’ para tratar de limpiar en lo posible la deslizante mancha. Cuando, por fin, se reanudaba la manga, subían finalmente los que faltaban (¡precedidos del 309 de Picó que hacía de improvisado 'coche rápido de aviso'!) y una llamada ‘a base’ me servía para conocer los tiempos: primero ya se situaba el gran favorito, Oscar Palacio, en busca de su quinta victoria consecutiva del año en el regional, cuarta con el Silver. Tras él estaban Vallín y Busta, con sus BRC por delante de los SpeedCar de Jesús Alvarez y un sorprendente Rafael Armás, mientras que gente como Fueyo u Otero, que debían de estar también ‘en la pelea’, aparecían un tanto retrasados en la octava y décima plaza respectivamente.

Entre los carrozados, sin opción alguna, lógicamente, de inquietar a los numerosísimos CMs que copaban las catorce primeras posiciones, Javier Beteta sorprendía con su Megane Coupé a los Porsches de Angel Castro y Sergio Díaz, con el Clio de Isaac Moro y el EVO VIII de Félix Alvarez completando las cinco primeras plazas de la categoría.

Aprovechando que se tardaba bastante en bajar a los coches tras la finalización de la manga de entrenos, me daba tiempo más que de sobra a hacer un poco de ejercicio y seguir ‘Tourmalet arriba’ hasta la típica curva de la cantera, esa cerrada izquierda de la parte inicial del trazado en la que acabamos por juntarnos casi todos los que sacamos fotos de la carrera. Allí me acomodaba tras el guardarail exterior gracias a la amabilidad de otro radioenlace que me hacía ‘hueco’ y, por fin, bajaban los coches, se acababa de limpiar la mancha de aceite y, aunque fuese con casi una hora de retraso (fatal para mis planes de tratar de ver las dos), la primera oficial empezaba por fin. Por unos momentos se había despejado algo el cielo y parecía que el sol de justicia de otros años volvía, pero finalmente había suerte, se nublaba otra vez y no sufríamos tanto el calor aunque seguía haciendo un bochorno considerable.

Tras el paso del precioso Ferrari de Cardín, la manga se iniciaba con un ‘concurso de levantadas de rueda’ entre los Peugeot 106 que ganaba el rojo del siempre rápido Miguel García. En lo de pasar rápido con la rueda trasera interior a un palmo del suelo también destacaba otro coche rojo, el AX de Bernabé Estrada, mientras que sin necesidad de ir a tres ruedas pero subiendo visíblemente deprisa veía al Megane de Javier Beteta o al 205 de Montes, con ese engañoso aspecto de coche de calle que tiene sin una sola pegatina que adorne su blanca carrocería.
Los siguientes en animar ‘el cotarro’ debían de ser los Sierras, aunque la baja de ‘Titi’ Beteta, al que se le había ido de las manos el suyo a la salida del primer cruce, no llegando hasta nuestra posición, y la ausencia del de Miner, dejaba sólo a Chao como representante de los siempre espectaculares traseras de Ford.

Pero para espectáculo y traseras faltaba el BMW de Castrillo, que ya había bajado ‘tirando de gatillo’ y que, cuesta arriba, se marcaba una cruzada ‘de mundial’ dejando sobre el asfalto su firma a través de los dos neumáticos posteriores del M3. El apartado de carrozados lo cerraba el Sierra que nos faltaba, el de Miner, que salía totalmente fuera de sitio, algo cuando menos sorprendente tratándose de una subida oficial, y a continuación ya empezaba a llegar el ‘aullido’ del primero de la ‘jauría’ de CMs, el Silver Car del exkartista Carlos Rodríguez. Del grupo inicial destacaba las ganas con las que subía el cántabro Luis Jesús Fernández, que ‘amenazaba’ de cerca de los arriesgados fotógrafos situados en el talud exterior a la salida del viraje y que acabaría por hacerse con el noveno tiempo, el mejor en aquel momento aunque pronto superado por Armas, progresando decididamente al volante de su SpeedCar GTR. A ambos los batía Chemari, que llegaba realmente rápido a la derecha que precedía a nuestra curva y tenía que trabajar duro con el volante para meter el Silver en la paella y salir bien encarado hacia arriba.

Quedaban siete CMs y seis de ellos ocuparían las seis primeras plazas, siendo la única excepción el maltrecho Silver de Villar, que tras el golpe de entrenos bastante tenía con volver a subir, tras una de esas reparaciones de urgencia que permiten estos coches y en las que la cinta americana hace milagros.

Los BRC de Vallín y Busta pasaban rápidos y muy por el sitio, los SpeedCar de Otero y Alvarez daban algo más de espectáculo con la siempre ligera trasera de los GT1000 provocando más 'impacto visual', y los Silver de Fueyo y Palacio daban la clara sensación de ser los que mejor iban de todos. Los tiempos en meta lo corroboraban y Oscar encabezaba la lista, permitiéndose además el lujo de batir su crono del año pasado …¡y eso que ahora los CM pesan más!

Segundo era Fueyo, pero a casi dos segundos y a continuación, ya casi a tres, estaba Otero, con Jesús Alvarez cuarto a tres y medio y Vallín y Busta quinto y sexto pero mucho más descolgados, a casi cinco de Oscar. Diferencias importantes y que dejaban la clasificación muy definida de cara a la segunda subida. En carrozados había más igualdad, con Angel Castro ya en cabeza con el Porsche pero Félix Alvarez situando su EVO VIII a poco más de tres décimas con lo que nada estaba decidido entre ambos. El siguiente era el AX A1/2 de Bulnes, pero ya a casi dos segundos, margen que se me antojaba difícil de recortar.

Eran ya las cinco y tocaba ir bajando, darse una vuelta por la asistencia y emprender camino a casa, que la carrera de la GP2 ya estaría acabando en Hockenheim y quedaba mucho trabajo por hacer. De vuelta al centro de Villaviciosa me alcanzaba la caravana de participantes que ya regresaban de la primera oficial. En salida estaba, al pie del cañón, Aladino Martínez, al que saludaba y me paraba para comentarme que le había gustado lo que puse del Fito en esta web, gesto que le honra ya que demuestra saber aceptar las críticas, sean estas buenas o malas. Le decía que el Fito me da más miedo cada año y me respondía que a él le pasa lo mismo y que, por ello, para la próxima edición ya está hablando con Delegación de Gobierno para tomar medidas al respecto del grave problema de orden público que acaba por oscurecer el espectáculo deportivo. Concretamente, su idea sería que hubiese dotación de fuerzas de seguridad a lo largo de todo el trazado “como se hace en otros sitios” y que “se prohíba la acampada”. Dos medidas, especialmente esta última, que hace tiempo que muchos venimos considerando como lo primero a hacer para tratar de reconducir la situación …¡ojalá sea este el inicio de un 'nuevo Fito' en el que vuelva a primar el evento deportivo sobre la 'fiesta de prao'!

Entre que saludaba a algún que otro conocido más  del mundillo, en la zona de salida y en las terrazas que permiten ver la arrancada de los coches al más puro estilo ‘Monaco Grand Prix’, ya habían pasado todos los coches hacia la asistencia así que cuando llegaba allí era el momento ideal para hacer un repaso con los principales protagonistas de la lucha por la victoria. Oscar se mostraba tranquilo y me comentaba que creía posible bajar todavía algo más, tal vez hasta un ’46 alto’. Fueyo me explicaba porque había ido tan mal en la de entrenos: “salimos con los reglajes casi sin tocar desde Santo Emiliano y el coche iba como una tabla, aquí hace falta ablandar más”, algo que habían hecho de cara a la primera oficial, y que se había dejado notar en los tiempos.

Ambos pilotos de los Silver estaban, lógicamente, satisfechos con los cronos marcados, justo lo contrarios que los de los BRC, Vallín y Busta. Esteban no se explicaba porque estaba tan atrás cuando le preguntaba que si sabía donde podían estar los cinco segundos que le separaban de la lucha por la victoria. Algo que ya descartaba de entrada: “con encontrar los dos y pico que faltan para estar en mi tiempo del año pasado ya estaría bien” me respondía, añadiendo “vamos a cambiar el desarrollo, tal vez vayamos demasiado cortos” como posible solución, al menos parcial, a lo que, a su lado, Fermín no dudaba en calificar como “¡vaya paliza que nos han metido!”. Algo había que hacer para tratar de recuperar, al menos ante los SpeedCar, por lo que, en su caso, se imponía montar ruedas nuevas y optar también por el acortamiento de la relación de cambio.

A todo esto ya eran las seis y, definitivamente, tocaba dejar Villaviciosa. Según entraba en Gijón, sonaba el móvil y al otro lado del teléfono Javi Villa me contaba el inesperado desenlace de su magnífica carrera en la GP2, con ese chaparrón final que acababa con su Dallara (y los de otros cuantos) fuera de la pista … en su caso ¡a dos curvas del final y cuando era tercero! Pese a todo Javi estaba animado "ahora se ha demostrado que lo que estaba pasando no era culpa nuestra” me decía en clara alusión a la inmediata mejora en sus posiciones una vez liberado del motor que le ha venido lastrando en la primera mitad de temporada. A mi llegada a casa, a eso de las seis y media, Gerald ya había preparado los textos en inglés relativos a la GP2, y mientras hacía las correspondientes traducciones mantenía un ojo en los tiempos on-line de la Manzana.

Los primeros que quedaba decidido era, lógicamente, el resultado en carrozados. Y no hacía falta esperar a que llegasen todos a meta para conocer el nombre del ganador. Cuando Félix Alvarez mejoraba, pero sólo en unas centésimas, su crono anterior, parecía claro que la victoria ya era de Angel Castro. Quedaba, si acaso, la duda de comprobar si Bulnes podía meterse también en la pelea, pero aunque el rápido piloto del AX recortaba segundo y medio a su tiempo de la primera manga, ello no le permitía siquiera batir al EVO VIII por la segunda plaza, con lo que Angel era ganador antes de empezar a subir. Aun así, el madrileño se empleaba a fondo y aumentaba su ventaja al marcar un 2:01:031 que era un segundo mejor que su registro previo y confirmaba, definitivamente su victoria.

A continuación empezaban a aparecer cronos de los CM … pero pronto dejaba de moverse la tabla, con una preocupante pausa acompañando a la información de que Luis Jesús Fernández no había completado la subida por ‘salida de carretera’. Como me comentaría poco después Helena por vía telefónica y tendría ocasión de comprobar algo más tarde por las fotos que empezaban a aparecer en el foro de RallyAst, el piloto cántabro había tenido un accidente realmente fuerte, dejando su BRC totalmente destrozado pero, afortunadamente, saliendo sin daño de lo que quedaba del mismo. El difícil trazado de La Manzana se cobraba su tributo un año más, recordándonos el susto que nos dio hace dos el tremendo golpe que se dio Angel Candás con su fórmula en estas mismas rampas.

Tras la lógica interrupción para retirar el coche accidentado, la subida se reanudaba ya con la temperatura ambiente bajando y el asfalto tal vez en peores condiciones, como se puede deducir de los tiempos que iban marcando los que quedaban, con muy pocos mejorando sus registros anteriores. Ello hacía que uno de los pocos que conseguía mejorar, Fermín Busta, acabase por dar un importante salto en la clasificación. El cambio de desarrollo había surtido efecto y el del Langreo Motor Club 'encontraba' dos segundos respecto a su anterior ascensión, lo que le permitía situarse tercero, batiendo in extremis a los SpeedCar de Javier Otero y Jesús Alvarez, con el primero no pudiendo repetir su 49 de la primera oficial y el segundo rebajando apenas unas insuficientes centésimas de su 50.6.

En las dos primeras plazas no había cambios en lo que respecta a la general, aunque Fueyo se daba el menos el gustazo de batir a Palacio en el parcial. Pero la ventaja de Oscar era demasiado grande y aunque Roberto la recortaba en una décima todavía era más que suficiente como para permitirle conseguir, con cierta holgura, su quinta victoria consecutiva del año. Un nuevo triunfo que le acerca aun más a la renovación del título, pensando especialmente en que quedan pruebas en las que podrá explotar a gusto la potencia de la Osella y ahí no va a tener rival alguno. Una situación que nos produce sentimientos encontrados: por una parte nos encanta ver la barqueta llevada al ritmo que Oscar la lleva, por otra ello ‘mata’ todo el interés de cualquier carrera en la que participe al no haber rival a su altura. ¡Que se le va a hacer!