Nuestro fin de semana de "doblete" (nacional de rallyes y nacional de montaña) en el levante español se iniciaba el viernes con la llegada a media tarde a Villajoyosa para asistir a la ceremonia de salida del primer rallye de la temporada 2007.

La entrada en escena de las nuevas categorías admitidas este año en el nacional de asfalto daba aliciente extra a la siempre muy esperada primera cita de cada temporada. Así que nada más recoger la documentación en la sala de prensa, lo primero era ir a ver de cerca las nuevas máquinas, empezando por esos tan esperados S2000 que, se supone, han de ser el futuro de los rallyes, quien sabe si incluso a nivel mundial.
Aunque uno ya hubiese visto infinidad de fotos y vídeos de los nuevos modelos, nada es comparable a la visión real y en primera persona de los mismos. Y he de decir que los nuevos S2000 tienen "buena pinta", con un aspecto 'musculoso' que recuerda un poco al estilo de los llamativos kitcar de hace unos años. En especial, el Fiat me pareció realmente atractivo de formas, y eso que la decoración estilo "oficial Fiat Italia" no sea de esas que, en mi opinión, resalten la figura del coche. Pero bueno, como se suele decir, 'para gustos hay colores' y. además, como bien decía Enzo Ferrari "una macchinna da corsa e bella si vince!".
Pero si de belleza de formas hablamos, pocos coches ha habido más logrados que el Porsche 911. Y su descendiente, el 997, no le va a la zaga, ni mucho menos. Por mucho que los S2000 sean los coches en teoría más competitivos, la fascinación y el atractivo de un Porsche es, todavía, insuperable. Así que alrededor del tracción trasera alemán (¡¡¡de nuevo un 'todo atrás' en el Campeonato de España!!!) era donde más gente se arremolinaba. El aficionado quiere ver coches espectaculares, tanto lo sean en parado como en acción, y el GT de Stutgart cumple con las dos condiciones como bien veríamos, en lo que respecta a la segunda, al día siguiente.
Los Históricos completaban el capítulo de novedades más llamativas, con dos Escorts decorados a lo Vatanen-Rothmans y Waldegaard-Brittish Airwais que nos hacían recordar cuantos años hace ya que uno empezó a ver rallyes ... ¡casi más de los que gustaría confesar!

Fuster-Medina y el Fiat Grande Punto son los primeros vencedores de la era S2000	Berti Hevia se defendió realmente bien con el VW Polo S2000 y acabó segundo	Mientras deshoja la margarita sobre su futuro, Xevi Pons sigue sumando éxitos con los EVO de RMC

Tras el aperitivo que supuso el viernes la ya habitual ceremonia de salida (ahora con partida en orden inverso para mayor lucimiento de los más modestos), las 'cosas serias' empezaban el sábado muy temprano. Así que pronto para la cama, despertador en hora y a las 6:45 en pie para disponernos a presenciar en directo alguno de los tramos de la mañana. Como este sábado había que estar atento también a la Fase A de la subida de Moratalla, prueba del nacional que se disputaba a unos 200 kilómetros de Villajoyosa, el planteamiento era ver lo que se pudiese de rallye por la mañana, pasarse por la zona de asistencia del mediodía y por la tarde sacrificar el resto del rallye en directo para ir adelantando trabajo en la sala de prensa antes de partir dirección Murcia para recoger el material relativo a la subida. Un programa apretado que tenía el consuelo de, al menos, matar dos pájaros de un tiro y ahorrarnos un viaje al Levante lo que, partiendo desde Asturias, siempre es de agradecer.

El recorrido del rallye, con su estructura casi diría que de "súper rallysprint", significaba que prácticamente con dos tramos y su enlace, recorridos por separado y juntos, en uno y otro sentido ... ¡se completasen siete especiales! Y es que, al paso que vamos, estos rallyes cada día más concentrados van a acabar convirtiéndose en algo parecido a aquellas "rondas" que fueron populares en Francia a mediados de los 70 y de las que la más conocida era la Ronde Cevenole. Así que, a la vista del mapa, desde Villajoyosa nos parecía que lo más sencillo era dirigirse al acceso intermedio de Tudons, y ahí buscar un par de emplazamientos distintos para ver las dos pasadas previstas a esa especial durante la mañana.

Para la primera acabábamos por situarnos a la salida de una derecha en ligera bajada que venía precedida de un paso bastante rápido por el cruce con la carretera que nos había llevado a pie mismo del tramo. Tras pasar el "0" pilotado por Blázquez, como aperitivo del retorno de los GT a los rallyes, llegaba el esperado momento de ver, por primera vez en directo y en acción al Fiat Grande Punto S2000 de Miguel Fuster. La anticipación de su sonido, sin duda bastante más atractivo que el de los S1600, daba paso al visionado directo del coche sobre el asfalto. Y aunque sacar conclusiones viendo un par de curvas es, cuando menos, aventurado, nada más verlo pasar se me venía una sola palabra a la cabeza: "eficacia". El coche italiano llegaba rápido, entraba en la curva con aplomo, la pasaba sin perder impulso y salía con apenas un mínimamente perceptible deplazamiento de la zaga cuando su piloto daba gas para encarar el siguiente viraje a izquierdas por el que desaparecía de nuestro campo de visión.

Un minuto y unos pocos segundos después, el contraste no podía ser más acusado: ¡llegaba el Porsche! Y, de entrada, el sonido era de esos que nos gustan, de "coche de carreras". Pero lo mejor para el espectador venía después, cuando veíamos como Vallejo se tenía que emplear a fondo para controlar la inmensa caballería del 6 cilindros boxer alemán transmitida al suelo "sólo" por las ruedas traseras. Si para el Fiat S2000 había una palabra: "eficacia", para el Porsche GT hay, sin duda, otra:"¡espectáculo!". Y es que, como alguien dijo allá por los años 50 (Tony Brooks creo que fue), "un coche de carreras ha de tener siempre un poco más de potencia de la que el chasis puede absorber". Esa es la receta para que las sensaciones transmitidas al espectador sean máximas ... ¡aunque el crono dicte sentencia en contra!

Pero poco tiempo había para 'filosofar'. El número 3 era el EVO9 de Burgo, con su habitual, ruidoso e inconfundible "bangbang". Y con un comportamiento que se puede definir como a medio camino entre la "eficacia" del S2000 y el "espectáculo" del GT. Tres coches, tres marcas y tres maneras distintas de entender un mismo concepto: el coche de rallyes del siglo XXI (¡dejando aparte los WRC claro!). El segundo S2000, el Polo de Berti, nos parecía algo más nervioso que el Fiat de Fuster aunque tampoco dejaba malas sensaciones, algo que los cronos se encargarían de demostrar a lo largo de todo el día, nunca mejores que el coche italiano pero tampoco exageradamente peores. Unos cronos de los que nos enteraríamos minutos después, cuando escuchábamos a los siempre entusiastas integrantes del equipo de radio canario de "Kronometro Cero" mientras esperábamos la hora de la segunda pasada. Los tiempos del primer tramo habían puesto a los "súper Grupo N" en cabeza con un espectacular triplete encabezado por un Xevi Pons en racha, seguido por el increíble Yerai Lemes y con el no menos increíble Josep Basols en la tercera posición. Los apenas 9 kilómetros de Finestrat, muy sucios además, había hecho posible el "milagro" de ver a los EVO delante de todos, pero Tudons y Gorga-Confrides ponían ya las cosas en su sitio: los dos S2000 por delante, los "Michus" detrás ... ¡y los S1600 en ninguna parte!
Los coches dominadores de estos últimos años partían ya en minoría, con sólo tres unidades, dos de ellas en manos de pilotos con poca (Sergio Pérez) o nula (Carlos Márquez) experiencia a su volante. La referencia para ver si los S1600 aligerados en 50 kilos del 2007 pueden o no pelear con los S2000, EVOs y GTs debía ser, por tanto, el C2 de AutoLaca, pilotado por Joan Vinyes. Pero el andorrano no podía demostrar nada, con problemas de motor ya en la primera especial que le eliminaban nada más acabar la segunda y dejaban en el aire la incógnita de cual puede ser el sitio del coche campeón 2006 en este renovado y muy diferente campeonato 2007.

El segundo bucle aportaba pocas novedades a una clasificación que pronto quedaba muy perfilada. Fuster tomaba una ventaja de algo más de veinte segundos tras los tres primeros tramos y la aumentaba muy ligeramente tras las segundas pasadas. Hevia era segundo a 24.9, lo que tras haber cedido 22 en el primer bucle y haber acabado el segundo con la preocupación de notar como el Polo perdía líquido (probablemente de la dirección asistida), no era, ni mucho menos, un mal resultado.

Tras los dos S2000, ya en otro nivel, venía el pelotón de EVOs, encabezado por Xevi Pons, tremendamente seguro y eficaz todo el día. Le seguía Yerai Lemes, quien estaba convirtiéndose ya en la sensación del rallye, recordándonos aquel debut explosivo de otra joven promesa canaria al volante de un EVO: Armide Martín en el Cantabria Infinita 2005. Y como la historia se suele repetir, el resultado final sería similar, ya que una salida de pista por la tarde acabaría por dejar fuera al pequeño de los Lemes, aunque ello no mermaba la gran impresión causada por el tinerfeño. Ahora sólo queda ver si su demostración tiene continuidad y teniendo en cuenta que el siguiente rallye es "el de casa", lo más probable es pensar que si.

Entre los "Mitsus", Pons y Lemes eran los únicos que llegaban a mitad de rallye sin problemas. Los demás del grupo de favoritos de la categoría habían tenido ya su buena dosis de emociones e inconvenientes. Burgo y Basols en forma de toques en las traseras de sus coches, y Puras con una caja de cambios que no funcionaba como debía. Los tres habían cedido tiempo y se encontraban por detrás del Porsche de Vallejo que, poco a poco, se iba asentando y partía por la tarde con la intención de empezar a mostrar una buena parte de su enorme potencial. Para el 997 era el primer scratch tras la pausa del mediodía, recortando además en buena medida la distancia que separaba al de Meira de la tercera plaza ocupada por Pons. Pero el embrague del Porsche decía "basta" justo en la siguiente especial, y dejaba a todos con la frustración de no poder ver más al GT alemán en acción. ¡Lástima!

En cabeza, el rallye no tenía historia. Fuster controlaba la situación y Hevia se daba por más que satisfecho con la segunda plaza. Xevi, tras librarse del acoso de Vallejo era ya un cómodo tercero, y la mencionada salida de carretera de Lemes, permitía a Burgo remontar hasta la cuarta posición. La quinta se jugaba en el larguísimo Confrides-Relleu que cerraba el rallye. En sus más de 50 kilómetros, buena parte de ellos disputados ya mientras anochecía, Chus Puras sacaba a relucir su oficio, resistía la remontada de Sergio Pérez y superaba a Basols para hacerse finalmente con la quinta plaza por delante del catalán y el cántabro. Este último se tenía que conformar con la séptima plaza tras haber tenido incluso a tiro la quinta, pero problemas con la parrilla de faros hacían desistir a Sergio de intentar la "machada" de batir a Puras. El primer puesto en grupo A era, en todo caso, un buen premio para el joven piloto de los Corrales de Buelna.

Con otro trío de EVOS, todos ellos pilotados por gallegos (Senra Jr, Meira, Muñiz) se completaba el top ten del primer rallye del nacional de asfalto 2007. Un rallye que abre una nueva era en el nacional y que deja, de momento, la única certeza del dominio inicial del S2000 de Fiat. Si ese dominio va a ser la constante del resto del año es algo que todavía está, sin embargo, por ver aunque las primeras indicaciones hayan sido, desde luego, realmente muy favorables al Grande Punto preparado por Nocentini. ¡En Canarias el siguiente asalto!