LOS EFECTOS DEL HURACÁN

El próximo fin de semana se disputa en Ferrol la cuarta prueba del nacional de rallyes de asfalto del 2016 y, visto lo visto en las tres anteriores, la sorpresa sería que no ganase Cristian García con el Mitsubishi EVO X R4+. Hace diez años, en cambio, en plena época de los Súper1600, la sorpresa fue precisamente todo lo contrario, el triunfo de un EVO IX grupo N de la marca japonesa en manos de Pedro Burgo... ¿o no fue realmente tanta sorpresa? Lo recordamos recuperando nuestro reportaje de entonces sobre la prueba ferrolana del 2006


"Rantur" ya avisó en Orense, mientras los frenos "gordos" resistieron, y Fombona dio una pincelada en el primer tramo del Príncipe de lo que podía pasar si llovía: los EVO9 de grupo N tenían posiblidades de ganar este año un rallye del nacional. Y entonces llegó Ferrol y el cocktail explosivo que formaban unos tramos supercomplicados, sucios y llenos de cruces, la lluvia, y un piloto local perfecto conocedor del terreno y supermotivado, hicieron que la victoria de un Mitsubishi no sólo fuese posible ... ¡sino que fuese lo más lógico!

Y es que a la vista de como estaban los tramos el favorito antes de empezar era Pedro Burgo por todas esas razones ya apuntadas. El gallego sabía que este podía ser su gran día, había preparado el rallye a conciencia y salía a por todas desde el principio. Porque Araujo ya había demostrado el año pasado que, incluso en seco y con calor, un "Mitsu" era un coche "de podio" en los laberínticos tramos ferrolanos. Unos tramos llenos de trampas, tremendamente sucios de por si, y aun más esta semana tras el paso de lo que quedaba del huracán Gordon por Galicia, y en los que la superior capacidad de tracción de los 4x4 era un arma casi decisiva.

Burgo arrasó en todas las condiciones de piso camino de una espectacular victoria

Vallejo "sobrevoló" al resto de S1600 pero eso no bastó para ganar su primer rallye del nacional de asfalto

"Rantur" se metió en el podio en el 'sprint final' tras marcar el scratch en los dos últimos tramos

Por si fuera poco, cuando buscábamos acomodo en la primera especial, Doroña, a eso de las siete y pico de la mañana, el aguacero que caía era de los que te hacen pensar "¿que hago yo aquí a estas horas un sábado?". Pero si la lluvia nos podía resultar molesta para sacar fotos (¡tápame bien con el paraguas que se moja la cámara!), esa misma lluvia era una bendición para Pedro Burgo. El Mitsubishi naranja pasaba con total seguridad y aplomo por el zigzag con puente estrecho que habíamos elegido para ver a los valientes que se atrevían a "ir de carreras" con tal clima y en tales carreteras. Un aplomo que no se veía en los S1600 de los habitualmente máximos aspirantes a la victoria en cada rallye del nacional, y que sobre el superdeslizante asfalto de Doroña sufrían su menor capacidad de tracción. ¿El resultado? en poco más de 11 kilómetros Burgo le había 'metido', al que menos, ¡quince segundos! A más de un segundo por kilómetro aquello sonaba a sentencia ... aunque todavía faltasen nueve especiales.

Pero la lluvia iba cesando y cuando cambiábamos de tramo y enfilábamos hacia Monfero para ver la segunda pasada, prevista para un par de horas después, ya se empezaban a ver claros en el cielo. ¿Ocurriría como en el Príncipe y el scratch de Burgo en la primera especial sería lo máximo a lo que los grupo N podrían aspirar otra vez? Los noticias que la radio nos daba sobre los tiempos de la primera pasada por Monfero descartaban por completo esa opción. Burgo "sólo" les sacaba esta vez 0.7 segundos por kilómetro, y en apenas dos tramos ¡llevaba ya más de medio minuto de ventaja! Aunque no lloviese, las carreteras estaban todavía muy húmedas y, sobre todo, tremendamente sucias. Y más lo iban a estar en las segundas pasadas, luego de que a base de cortar en los numerosos cruces y zonas propicias al "ras", aquello más pareciese un rallye de tierra que uno de asfalto.

Fuster acabó otra vez delante de Solá aunque el resultado de ambos será de los descartables al final

Solá nunca estuvo a gusto en un rallye que conocía poco y que estaba más difícil que nunca

Berti estaba en la pelea por el podio hasta que volvió la "maldición de los pinchazos"

Mientras llegábamos hasta la zona del Monasterio los cronos de la segunda pasada por Doroña, ya sin lluvia, demostraban que Burgo seguía siendo el jefe. Eso si, su tercer scratch consecutivo lo era ya con diferencias 'normales', quedándose Solá a un par de segundos y el resto en distancias algo mayores pero razonables. De todas formas, la ventaja del gallego al frente de la general era de las que no se suelen recuperar en estos rallyes al sprint del nacional de asfalto. Burgo le llevaba más de medio minuto a Fuster, y casi uno al resto de "supermilseis", encabezados por Hevia y con el EVO9 de un prudente "Rantur" intercalado entre un Vallejo a la expectativa y un decepcionante Solá. El catalán no encontraba la forma de hacer andar al C2 sobre suelo deslizante y veía con preocupación como Fuster le podía asestar un golpe importante en la lucha por el campeonato.

En Monfero 2 salía incluso el sol, pero si el estado del asfalto en 'nuestro cruce' era definitorio de como se encontraban los tramos, el que lloviese o no casi que no importaba ... ¡o al menos no demasiado! Tierra, barro, piedras, eso era lo que cubría casi todo la carretera y en esas condiciones no había opción: cuatro de cuatro para Burgo y poco menos que "game over". El EVO9 de "café Candelas" ganaba en seco y en mojado, con sol y con lluvia, en tramos cortos y en tramos largos ... incluso había superado unos inoportunos problemas de embrague. No había duda ¡un grupo N iba a ganar el rallye!

La primera sección se cerraba con el corto Mandía-Ferrol, una especial de poco más de siete kilómetros que era casi un trámite y en la que Burgo cedía, por primera vez, el scratch. El mejor crono lo marcaba, curiosamente, el S1600 que iba más atrás en la general, el Clio de Manuel Rueda. El malagueño se había dejado cualquier opción de brillar en el tramo anterior, perdiendo más de cuatro minutos, y este scratch no era sino su despedida del rallye.

Muñiz consiguió meterse en el podio del grupo además de acabar séptimo scratch

Fran Suárez voló más que nadie en el famoso rasante pero sus cronos fueron discretos

Muy meritoria décima plaza final para el local Dopico, que retornaba tras cinco años de ausencia

La pausa del mediodía servía para reponer fuerzas, limpiar el mucho barro acumulado en los bajos y carrocerías de los coches ... y seguir jugando a la ruleta rusa con las montas de neumáticos. Porque el sol iba dejando de nuevo paso a unas amenazadoras nubes negras y la lluvia no iba a tardar en volver a hacer acto de presencia, ¡el problema era saber cuando llegaría!

Con Burgo poco menos que 'fuera de concurso' el rallye estaba super igualado por detrás. Apenas medio minuto separaba a Fuster, segundo, de su máximo rival en el campeonato, Solá, sexto a mitad de rallye. Y entre ambos estaban Vallejo, "Rantur" y Hevia. Ahí iba a estar la lucha y la emoción en lo que quedaba de rallye ¡y que lucha!

Las alternativas empezaban en Ferrol-Mandia, con un primer scratch para Vallejo que ya anunciaba sus intenciones: el de Meira estaba en terreno favorable y no iba a desaprovechar la ocasión de brillar, aunque el triunfo ya pareciese imposible, la segunda plaza (y primera entre los S1600) era también un bocado apetecible. Y Vallejo sólo necesitaba un tramo más para alcanzarla. Su segundo crono, tras el imbatible Burgo, le servía al del Clio de la escudería Orense para superar al de Imex Laca pilotado por Fuster. Como además Solá también reaccionaba aprovechando el suelo más seco, la batalla por los puntos del campeonato se ponía al rojo, con el catalán justo a espaldas del levantino y dispuesto a meterle la máxima presión.

Rico era la apuesta segura en el Trofeo C2 y no defraudó, acabando además octavo scratch

Otro magnífico rallye de Ferrol para Márquez, que repitió su segunda plaza del año pasado

Alejandro sigue demostrando su clase y en Ferrol sumaba otro podio que le mantiene arriba en la C2

Y no se si sería esa presión o que, simplemente, hacer un trompo era lo más fácil en este rallye, pero el caso es que en la primera pasada por el largo Somozas-Moeche, Fuster "se giraba" perdiendo más de veinte segundos en la maniobra y viendo como, de golpe, el rallye y con él, el campeonato, se le ponían cuesta arriba. Ahora Solá era tercero y, además, Hevia estaba también por delante suyo cuando sólo faltaban dos tramos.

En la última asistencia, mientras en el equipo del líder ya se preparaban para un final de rallye triunfal, el resto se vigilaba con el rabillo del ojo. Fuera empezaba a llover pero, uno tras otro, los pilotos de los S1600 decidían apostar fuerte ¡y todos montaban slicks! El único de los que estaban en la lucha por las plazas de cabeza que optaba por las mixtas era "Rantur", autor hasta entonces de un buen rallye con su EVO9 de RMC pero que pasaba totalmente desapercibido ante la exhibición de Burgo con el otro "Mitsu" puntero del grupo N.

Pero en el bucle final, el orensano se resarcía, al menos en parte, y aliado con la lluvia y la acertada elección de neumáticos, se convertía en el hombre más rápido sobre los tramos de San Saturnino y Somozas. Un primer scratch en la penúltima especial ya le dejaba la tercera plaza "a tiro de piedra" y un segundo en el tramo que cerraba rallye le daba posición de podio ante el delirio de la afición gallega ...¡los tres primeros eran pilotos de la tierra!

Basols sentenció el Desafio Peugeot con otra contundente victoria

Vallín terminó segundo tras liderar incluso en los primeros tramos

Mascaró no cometió errores y acabó por completar el podio del Desafio Nacional

Un desenlace de ensueño para el público y la prensa local que casi dejaba en segundo plano la interesante lucha entre Solá y Fuster. El levantino se rehacía de su error en el tramo anterior y, en la segunda pasada por San Saturnino, ya se acercaba peligrosamente a Solá, mientras veía con alivio como Hevia ya no era una amenaza. "Berti" pinchaba y se dejaba un par de minutos con lo que ya no podía optar más que a la sexta plaza. Otros cuatro segundos a favor de Fuster en el tramo final permitían al de ImexLaca dar la vuelta al marcador en el último minuto, arrebatándole la cuarta plaza a Solá en un sprint final con valor más simbólico y moral que, probáblemente, efectivo en lo que respecta al cómputo final del campeonato. Con dos rallyes todavía por disputar y resultados aun a descontar los más normal es que los puntos que Fuster y Solá sumaron en Ferrol no sirvan al final de nada. Pero el golpe moral del levantino al catalán también puede tener su importancia, sobre todo pensando en un Llanes presumiblémente lluvioso y tras ver lo poco a gusto que el C2 de AutoLaca parece encontrarse en terreno resbaladizo.

Y así acababa un rallye de Ferrol de esos que se van a recordar durante mucho tiempo. Por su extrema dificultad, por haberlo ganado un grupo N, por el podio 100% gallego y por la incertidumbre que producía tanto el cambiante clima como el estado de los tramos. Factores todos que se combinaron para devolver al nacional de rallyes esa emoción y, al menos, parte de esa "magia" que últimamente echamos en falta y que, tal vez, las "meigas" nos han traido desde los espesos bosques gallegos. ¡A ver si dentro de quince días, en Llanes, nuestras "xanas" también colaboran para hacernos vivir otro rallye inolvidable!

Texto y fotos: Daniel Cean-Bermúdez, enlace al reportaje original, publicado el 23 de septiembre del 2006, con más información, fotos y clasificaciones

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