RALLYE OURENSE - OURENSE TERMAL

Cinco victorias en seis rallyes… y el que no ganó, en Ferrol, se le escapó a causa de un pinchazo cuando estaba en cabeza nada más iniciarse la prueba. No hay duda de lo aplastante que está siendo el dominio de Cristian García en el Campeonato de España de Rallyes de asfalto del 2016. En Orense, sexta prueba de la temporada, el aragonés volvió a vencer con claridad, marcando la mayoría de los scratchs y liderando de principio a fin al volante de ese Mitsubishi EVO R4+ que se ha convertido en el nuevo ‘coche de moda’ del nacional, tomando el relevo de los Porsche Cup, modelos ‘2007’ y ‘2010’, como vehículo a batir.

La veterana berlina de la marca japonesa está viviendo una segunda (¡o tercera!) juventud en una temporada que, en teoría, iba a ser de transición hacia la norma FIA y en la que, una vez limitadas las prestaciones de los imbatibles Porsche, el protagonismo se lo tendrían que haber repartidos los pilotos de los R5. Sin embargo, en Orense los R4+ y los GT, incluso con sus motores bridados, han vuelto a ocupar los puestos de cabeza por delante del único R5 que ha alcanzado la meta, el Citroen de los hermanos Vallejo, cuartos al término de un rallye que apenas tuvo historia en la lucha por la primera plaza. De hecho, la segunda cita gallega del campeonato sólo ofreció emoción e incertidumbre por el resultado en la pelea por la segunda posición, papel secundario al que quedaron relegados los Porsche pilotados por Iván Ares y Pedro Burgo. Su lucha, junto a la protagonizada en el Trofeo Iberia de Renault por los Clio R3T de Fran Cima y Surhayén Pernía, fueron los únicos focos de interés de un rallye (¡uno más!) demasiado previsible en su desarrollo y su desenlace.

Cristian García, copilotado por Rebeca Lisó, sumó su quinta victoria del año con el R4+

Iván Ares y José Pintor se impusieron en el duelo de los Porsche por la segunda plaza

Tercer puesto para Pedro y Marcos Burgo en su retorno con el GT en Orense

¿LA ÚLTIMA OPORTUNIDAD DE LOS PORSCHE?

Siendo optimistas, el rallye orensano se presentaba con ciertos alicientes, aunque sólo fuese por el retorno de Ares y Burgo al volante de los Porsche para intentar aprovechar la que, tal vez, fuese la última oportunidad de ganar con uno de estos coches. El tradicional calor que suele hacer en la ciudad termal por estas fechas siempre podía ser una baza en contra de las mecánicas turbo, además de garantizar piso seco en unos tramos en su mayoría rápidos y que han sido siempre uno de los terrenos más propicios para los GT.

Sin embargo, hasta las condiciones climatológicas se les ponían en contra a los superdeportivos alemanes, con lluvia los días previos a la prueba que, aunque respetaban el desarrollo del rallye (más allá de algunas gotas caídas durante la finalmente larga y tediosa superespecial ‘espectáculo’ del viernes), acababan dejando los tramos más sucios y deslizantes de lo habitual, además de contribuir a un ambiente mucho más fresco, con temperaturas inusualmente benignas para lo que suele ser norma en esa caldera en que acaba convirtiéndose casi todos los años la zona de la ‘Ribeira Sacra’ en cuanto el verano asoma a la vuelta de la esquina.

Sergio y Diego Vallejo acabaron cuartos de la general y primeros de la clasificación FIA con el R5 de Citroen

Alberto Monarri y Rodrigo Sanjuán marcaron buenos cronos pero perdieron terreno al romper un trapecio y acabaron quintos

Sexta plaza de la general y otra victoria en 'dos ruedas motrices' para Adrián Díaz y Andrea Lamas

EL PRIMER N+ Y OTRAS NOVEDADES DE UNA LARGA LISTA DE INSCRITOS

La vuelta de los Porsches, ausentes en Santander, no era la única novedad de la amplia lista de inscritos que presentaba la prueba de la Escudería Ourense, con más de 80 participantes, conseguidos sin tener que echar mano de un segundo rallye autonómico, de regularidad o de cualquier otro tipo. Eso si, la gran mayoría de los no habituales en las anteriores citas del nacional eran equipos locales o de la región, que nadie se piense que, de repente, se ha incrementado de forma exponencial el número de competidores interesados en seguir el campeonato de España. Esos siguen siendo más o menos los pocos de siempre.

Centrándonos en las novedades más relevantes, destacaba el estreno, en manos de Gorka Antxústegui, del Suzuki Swift R+, primera unidad para asfalto del nuevo grupo N5 admitido este año en nuestros nacionales de rallyes (los MaxiRally argentinos para entendernos), y cuyo primer ejemplar, en tierra, había tenido un exitoso debut en Curtis, con victoria de Xevi Pons al volante del Peugeot de RMC. Común a ambos vehículos es el propulsor de la marca gala, un 1600 turbo derivado de la serie y montado en posición delantera longitudinal (una arquitectura un tanto inusual en estos tiempos) así como la transmisión (tracción total y caja de cambios de origen Subaru) y los elementos de subchasis y suspensiones. Sobre todo ello va una carrocería que recuerda en sus formas al modelo que interese: la del Swift S1600 ‘nuevo look’ en el caso del ‘Suzuki’ fabricado por ‘AR Vidal’ que se estrenaba en Orense, la del 208 T16 en el caso del alineado en el ‘Terras do Mandeo’ por RMC, procedente del preparador argentino Baratec.

En conjunto, algo así como un R5 ‘low cost’ que, me temo, también será ‘low performance’ y eso, después de todo, es lo que acaba definiendo, mucho más que el precio, el éxito de este tipo de vehículos. Sólo hay que recordar el caso similar de los proto N1 con mecánica Mitsubishi (de los que en Orense era de la partida el ‘Polo’, en manos de Javier Ramos) que nacieron con similar intención frente a los S2000 y acabaron teniendo una presencia poco más que testimonial en el asfalto. Otra cosa puede ser la tierra, como ya pasó con el N1, campeón el año pasado en manos del propio Amador Vídal, o como ese triunfo de Pons en Curtis, en el estreno del N5, demuestran. Tal vez ahí si puedan tener futuro estos ‘protos’ concebidos en el cono sur americano precisamente para rallyes sobre pistas de tierra.

En todo caso, no dejan de ser, en mi opinión, otro de esos intentos de ‘reinventar la rueda’, a los que tan dados somos por estos lares. Y es que si se supone, estábamos en camino de ‘volver al redil FIA’, ahora resulta que, tras lo del R4+, cuyos resultados ya estamos viendo, añadimos otro ‘invento’ más que, dependiendo de si se le acaba abriendo más o menos la mano a nivel reglamentario (o sea, concediendo más o menos brida) puede ser otro tropezón en la misma piedra. De todas formas, no creo que los N+ vayan a ser un nuevo caso GT-R y R4+. Más bien pienso que, en el caso del nacional de asfalto, van a servir, principalmente, para que Suzuki, a cuyos S1600 ya no se les puede pedir más, tenga de este modo la forma de alargar su presencia en el campeonato… aunque sea con un coche movido por motor Peugeot.

Siguiendo con las novedades de la lista de Orense, el veterano piloto local Javier Paz volvía a la acción después de varios años ausente del nacional, y lo hacía al volante de un Fiesta R5 de RMC. También estaban de vuelta varios pilotos gallegos, con opciones a destacar en sus categorías, que ya habían tomado parte en Ferrol, como Alex Pais, con el EVO X de ACSM o Marcos Canedo y Iago Silva, con sendos Peugeot 208 R2. A estos últimos se unían otro par de unidades, en manos de Javier Pardo y Adrián Chávez, lo que, junto a la habitual presencia en el rallye de casa del Twingo R2 de Luis Aragonés, elevaba a cerca de la decena la nómina de los R2, encabezada, como es habitual este año, por los Opel Adam de Vallín y Paniceres, el Ford Fiesta de Mora y el Peugeot 208 R2 de Roberto Blach.

El resto de habituales del nacional de este año presentes en Orense, y que aun no hemos mencionado en este repaso a la participación en la sexta cita de la temporada, eran Alberto Monarri, con el segundo EVO X R4+ ‘oficial’, los R5 de Jonathan Pérez (Ford) y Sergio Vallejo (Citroen), el Swift S1600 de Adrián Díaz, el Lotus Exige de Dani Marbán, los Clio R3T de Surhayén Pernía y Fran Cima (el rallye orensano era puntuable para el Trofeo Iberia de Renault), el Citroen DS3 R3T de Emma Falcón, el Mini ‘Nacional 2’ de Alonso Liste y los participantes en las copas de Suzuki (13 competidores) y Dacia (que presentaba una nutrida parrilla de salida con 12 unidades).

En conjunto, el ‘Ourense – Ourense Termal’ presentaba la que será, probablemente, la mejor inscripción del año en cuanto a número de participantes con coches admitidos en el nacional. Todo un logro para la gente de la Escudería Ourense y un magnífico augurio para coger fuerzas ante la celebración, el año próximo, del cincuenta aniversario de su prueba.

Fran Cima y Diego Sanjuán se impusieron en el Trofeo Iberia de Renault tras una dura lucha

Segunda plaza entre los Clio para los cántabros Surhayén Pernía y Carlos Del Barrio

Octava posición para Daniel Marbán y Víctor Ferrero con el Lotus Exige

ESTA VEZ NI UN PINCHAZO PARÓ A CRISTIAN

Como ya anticipábamos al inicio de la crónica, de la lucha por la victoria poco o nada hay que contar. Cristian García, que ya había sido el más rápido en el corto tramo espectáculo que abría el rallye en la tarde-noche del viernes, daba todo un mazazo a sus rivales en el primer paso por ‘A Peroxa’, el sábado por la mañana. Un tramo que presentaba algunas zonas húmedas o con piso sucio y en el que el aragonés distanciaba en más de 10 segundos a su perseguidor ‘menos lejano’, Burgo, en más de quince a su compañero de equipo, Monarri, en más de veinte a Vallejo, y en casi treinta a Jonathan y Ares. Todo un mundo en los primeros 27.5 kilómetros ‘de verdad’ que ya dejaban claro lo que iba a venir a continuación.

De todas formas el rallye no había hecho mas que empezar y en la siguiente especial, Toen, poco faltaba para que ocurriese lo de Ferrol, cuando un pinchazo detuvo en seco la previsible fuga de Cristian hacia una nueva victoria. Esta vez, por fortuna para el líder y desconsuelo de sus impotentes rivales, el incidente apenas le costaba un puñado de segundos al piloto del EVO X R4+, que pinchaba la rueda trasera izquierda a unos cinco kilómetros de meta, logrando completar el tramo con el cuarto mejor tiempo y manteniendo el liderato con casi diez segundos de margen respecto a Burgo.

A partir de ahí, superado lo que acabaría siendo el único escollo en su camino hacia una nueva victoria, Cristian volvió a tomar el mando y un par de scratchs en el siguiente bucle, con nuevos pasos por los mismos tramos del primero, le permitía llegar a la asistencia del mediodía ya con más de medio minuto de ventaja sobre el segundo clasificado, que había pasado a ser Ares. Una ‘distancia de seguridad’ que el joven piloto aragonés administraba como un veterano en los dos largos bucles de la tarde, compuesto cada uno de ellos por tres tramos. En el primero, Cristian marcaba un nuevo par de scratchs, para elevar la diferencia a casi cincuenta segundos, y en el último ya dejaba los éxitos parciales de lado para acabar ganando por algo más de cuarenta. Un nuevo triunfo que eleva a cinco de seis su espectacular cuenta de este año y le pone un clavo más al ataúd del interés del campeonato, que podía dejar matemáticamente decidido en las dos citas asturianas de después del verano.

Realmente, cuándo se va a proclamar campeón Cristian García es la única duda que puede quedar para la segunda mitad de campaña porque salvo absoluta catástrofe el título ya no se le puede escapar. Una sensación que venimos teniendo desde que confirmó en Adeje su en cierto modo inesperado triunfo de la cita inaugural del certamen, en Canarias. Ahí ya se vio claro que el conjunto formado por Cristian y el renovado EVO X R4+ era el binomio a batir… y que iban a existir pocas posibilidades de que nadie lo lograse. De poco vale ahora debatir si la espectacular diferencia que está logrando el aragonés en casi cada tramo de cada rallye se debe sobre todo a las mejorías en el coche o si en esos segundos que lima a sus cronos del año pasado cuando se repite el paso por especiales de igual recorrido y condiciones similares (como fue el caso en Orense del Cañón do Sil, donde bajó más de veinte respecto al 2015), hay también una buena aportación de un piloto que está en ascenso y que, con un año más de experiencia y con la dosis extra que da la confianza cuando las cosas salen bien, ha dado un importante salto adelante.

Como siempre en estos casos resulta poco menos que imposible saber que porcentaje de la mejoría se debe a la máquina y al hombre, lo cual para Cristian puede acabar siendo injusto. Su caso, salvando las distancias, me empieza a recordar al de los repetidos triunfos de Vettel en la época de su dominio aplastante en la Fórmula 1 con el Red Bull. Casi todo el mérito se le acababa atribuyendo al fabuloso monoplaza diseñado por Adrian Newey, pero también es verdad que de aquellos bólidos azules había dos iguales en cada Gran Premio y el que ganaba casi siempre era sólo uno, el que pilotaba el alemán. Un piloto al que muchos han tenido que ver triunfar también con un Ferrari que no era, ni mucho menos, el mejor coche del lote, para convencerse de que, después de todo, sus manos también tenían buena parte de culpa en aquellas repetidas victorias.

Esteban Vallín y Borja Odriozola dominaron con claridad el grupo R2 con el Opel Adam

Segunda posición en el grupo R2 para Iago Silva y Diego Grande

José Manuel Mora y Adrián Pérez completaron el podio de los R2 con el Ford

LUCHA POR LA SEGUNDA POSICIÓN

Con el Mitsubishi EVO X desapareciendo metafóricamente en la distancia, la lucha por la segunda plaza fue de lo poco que le dio algo de salsa al rallye, al menos para los que lo seguíamos desde lejos a través de los tiempos ‘on-line’. Una pelea que tuvo diferentes alternativas y que acabó quedando reducida, finalmente, a un duelo entre los Porsche de Iván Ares y Pedro Burgo.

De los otros tres posibles aspirantes al segundo peldaño del podio, Monarri con el otro R4+ Repsol, Jonathan con el Fiesta R5 y Vallejo con el Citroen, sólo el gallego acabó librándose (un par de trompos aparte) de problemas o incidentes de importancia, pero sus prestaciones, aunque mejores que en rallyes anteriores (con especial mención a su segundo y tercer mejor tiempo en los pasos por ‘el Cañón’), volvieron a ser insuficientes para hacer otra cosa que cerrar el grupo de cabeza y esperar acontecimientos. Una táctica que ya le había deparado a Vallejo un par de podios en las dos anteriores citas del certamen y que en esta ocasión le sirvió para acabar cuarto y volver a ganar entre los vehículos FIA. Certamen este último que se le pone ya muy a tiro después del nuevo abandono de su dominador al inicio del año, Jonathan Pérez. El asturiano llegaba demasiado rápido a una curva a escuadra muy sucia en el primer paso por Toen y acababa su rallye con una aparatosa voltereta que dejaba su Fiesta ‘patas arriba’ y fuera de combate por tercer rallye consecutivo.

El otro candidato al podio que no podía defender sus opciones hasta el final era Monarri, aunque el madrileño si lograba, al menos, concluir el rallye, aunque fuese en una lejana quinta plaza. Volviendo al símil con el equipo Red Bull de hace unos años en la F1, en la formación de Mitsubishi-Repsol a Alberto le está tocando el ingrato papel que tuvo entonces Webber: el del piloto más experto del equipo, que por fin cuenta con una mecánica competitiva para optar a todo pero al que acaba pasándole siempre algo mientras su joven compañero acumula victoria tras victoria. En Orense, Monarri empezaba ya con ‘problemillas’ el viernes, y el sábado tardaba algo más en coger ritmo que Cristian, pero tras el cuarto tramo ya era segundo, a espaldas de su ‘coequipier’, del que le separaban apenas quince segundos. Aun se podía pensar en una pelea entre ambos, pero el segundo paso por Toen resultaba fatal para el piloto de la capital. Un tirante de la suspensión trasera se rompía, afectaba a un latiguillo de frenos y, de golpe, toda opción se iba al garete con una pérdida de tres minutos imposible de recuperar por mucho que Monarri se lanzase a por todas en lo que quedaba de rallye. Un par de scratchs en el último bucle eran algo así como ‘lo que podía haber sido y no fue’ para Alberto, que tenía que conformarse con terminar quinto al volante del coche que hay que tener este año para ganar.

Todo lo anterior acababa dejando reducida la pelea por la segunda plaza al duelo Ares-Burgo, en el retorno de ambos con los Porsche. Duelo que pasaba por diversas alternativas, con Burgo inicialmente por delante en la mañana del sábado, Ares rebasándole al final del segundo bucle, el lucense volviendo a ganar la posición en el primer paso por ‘Cañón do Sil’ y el de Cambre ocupándola definitivamente en el bucle final, sin que el postrero contraataque de Pedro, con scratch en la repetición del ‘cañón’, compensase el tiempo que había decido por un pequeño toque en el segundo Maceda. Al final sólo siete segundos separaban a los dos pilotos de los Porsche, que ocupaban la segunda y la tercera posición del podio en la que, tal vez, era la última oportunidad de que un GT de la marca alemana gane un rallye del Campeonato de España.

Nueva victoria entre los Junior para Ángel Paniceres, copilotado por Francisco Javier Álvarez

Roberto Blach, haciendo equipo con Ariday Bonilla, fue segundo Junior y quinto del grupo R2

Gorka Antxústegui y Alberto Iglesias fueron los encargados de estrenar el nuevo Swift N5 de Suzuki

BASTA CON DOS PARA TENER UNA BUENA CARRERA

Más igualada aun que la de los Porsche era la lucha que protagonizaban los Renault Clio R3T de Fran Cima y Surhayén Pernía en el que era el cuarto asalto de ese duelo a dos que es el poco concurrido monomarca de la ‘Regie’. A Orense llegaban ambos dispuestos a lograr un triunfo que podía ser decisivo para el resultado final del certamen. De conseguirlo ‘Sura’ pondría el marcador en 3-1 a su favor (en realidad 3.5-1 por aquello de haber ganado en Canarias, con eso que yo llamo el ‘coeficiente de lejanía’ proporcionando el 50% más de puntos) y consolidaría de forma casi definitiva su liderato. De ganar Fran, en cambio, empatarían a triunfos, aunque no a puntos, pero con el siguiente rallye siendo el Príncipe (¡perdón, Princesa!), donde ya vimos el año pasado como se las gasta el ovetense al volante del Clio, la situación se equilibraría mucho de cara al sprint final de la temporada.

Así que ambos salían ‘a por ello’ y, de entrada, la ventaja era para el cántabro, que sacaba mejor partido de las humedades y la mayor suciedad de los tramos de la mañana para llegar al mediodía con algo menos de ocho segundos de ventaja. Diferencia que el asturiano recortaba por la tarde para ponerse al mando tras el primer paso por Maceda luego de que ambos hubiesen tenido un susto similar en el mismo sitio durante el primero de Esgos. Pernía contraatacaba en ‘el cañón’, para encarar el bucle final de nuevo por delante, y Cima le volvía a adelantar en Maceda, afrontando el último tramo con dos segundos de ventaja que ‘Sura’ sólo podía recortar en ocho décimas. La victoria, acompañada de la séptima plaza de la general y la segunda tanto en ‘dos ruedas motrices’ como en el ‘Trofeo FIA’ era para el asturiano después de una pelea realmente interesante y cuyo desenlace supone, además, darle también más emoción a lo que resta de campaña en el monomarca de Renault que, a falta de número de participantes ofrece, al menos, emoción en base a ese viejo dicho según el cual basta con tener dos competidores igualados para conseguir una carrera interesante.

Efrén Llarena y Sara Fernández volvieron a ganar en la Copa Suzuki

Juan Miguel Mañá y José Ángel Rosell repitieron segundo puesto entre los Swift

Javier e Iván Bouza consolidaron su liderato en la Copa Dacia con una nueva victoria

OTROS CLAROS VENCEDORES

El resto de categorías, trofeos, grupos y copas tenían desarrollos y desenlaces mucho más claros. En ‘dos ruedas motrices’ Adrián Díaz estaba solo al salir su compañero en Suzuki, Gorka, con el nuevo N+ de tracción total, que alternaba algún tiempo interesante con los típicos problemas de juventud. Así que, sin rivales con mecánica a la altura del Swift S1600, el gallego no tenía problema alguno para completar otro rallye de lo más solvente, acabando quinto scratch y claramente en cabeza de los tracción delantera, menteniendo, de paso, su tercera plaza en la general absoluta del campeonato.

En el habitualmente igualado grupo R2, Esteban Vallín no daba ocasión esta vez a que nadie pensase siquiera en tener posibilidad alguna de ganar. El de Colunga hacía gala de toda su experiencia para dejar poco menos que sentenciado el rallye en el primer tramo ‘de verdad’, el de ‘A Peroxa’ que abría la jornada del sábado. En esos 27 kilómetros, complicados debido a las zonas húmedas y sucias, el Adam R2 de techo negro ‘volaba bajo’ hasta un séptimo scratch, por delante del S1600 y los R3T, que llegaba acompañado de 15 segundos de ventaja respecto al primer R2, el Peugeot del gallego Silva. A más de medio minuto ya se quedaban otro 208, el de Canedo, el Adam de su compañero Ángel Paniceres y el Fiesta de su máximo rival de este año, Manuel Mora, que debía parte de esa pérdida a haber alcanzado durante la especial al R5 de Paz. Podía quedar, por tanto, la duda de si el rápido ‘moscón’ sería capaz de rodar al ritmo del líder de Opel en los siguientes tramos, pero los cronos no las especiales que venían a continuación despejaban la incógnita: nadie iba a inquietar a Vallín camino de una rotunda victoria. Con cinco scratchs en los restantes ocho tramos, Esteban acababa ganando por más de un minuto y medio a Iago Silva, que completaba un excelente rallye con el Peugeot y contenía los ataques de Manuel Mora en busca de la segunda plaza. El asturiano, con una mecánica menos ‘apretada’ que en rallyes anteriores, daba el máximo pero no podía ni acercarse a Vallín (de quien le separaban finalmente casi dos minutos y medio) ni acabar alcanzando a Silva, teniendo que conformarse con acabar. Lo cual, dicho sea de paso, tampoco era mal resultado tras sus últimas desventuras y el hecho de que, después de todo, esta es su primera campaña completa en el nacional y, por tanto, estar en la meta de cada rallye (con el plus de experiencia que ello supone cara al futuro) es un objetivo tan o más importante que lograr los mejores resultados posibles.

Tampoco había color en las copas de Suzuki y Dacia, dominadas con mano de hierro por los dos pilotos que parecen destinados a ser sus respectivos campeones a final de año, el vasco Efrén Llarena, en los que respecta a los Swift, y el gallego Javier Bouza, en cuanto a los Sandero. Entre los Suzuki, Llarena ganó con casi minuto y medio de ventaja sobre Mañá, aunque el segundo al término de los once tramos había sido Fojón, a poco más de medio minuto. Sin embargo el gallego sufrió eso de ‘los rallyes no terminan hasta que se entra en el parque cerrado final’ ya que una avería en la caja de cambios le acabó dejando tirado en el último enlace hacia la meta. Entre los Dacia, el margen a favor de Bouza fue de casi un minuto sobre el asturiano Pelayo Fernández, que presenta de este modo su candidatura de aspirante a la victoria en la siguiente cita del certamen. Porque no tengo duda alguna de que el siempre rápido ‘Pelayín’ va a ser duro de pelar en los tramos de casa.

Décimosexta posición scratch para el Clio R3 de Javier Castro y Herminio González

Pelayo Fernández y Ricardo Cuesta fueron segundos de la Copa Dacia

Jonathan Pérez y 'Jandrín' López tuvieron que abandonar por accidente cuando eran quintos

VACACIONES DE VERANO

Después de Orense llegan un par de meses de pausa para el nacional de asfalto, que iniciará su segunda mitad de temporada a mediados de septiembre con la primera de sus dos citas asturianas. El ‘Princesa de Asturias’ marcara el arranque de una más corta ‘segunda parte’ del campeonato, con sólo cuatro rallyes tras los seis disputados en los apenas cuatro meses que han pasado desde que comenzó la temporada. Un desequilibrio en el calendario que no es el único, siendo peor aun para su interés el que vuelve a haber en su apartado técnico con la evidente superioridad del R4+ y el perfecto partido que le está sacando Cristian García. Todo ello deja pocos alicientes para el que será nuestro personal retorno al contacto directo con un certamen que este año aun no hemos visitado. Aunque, las cosas como son, por como se han desarrollado sus pruebas y lo que nos han contado de ellas los que si las han vivido a pie de cuneta, tampoco es que nos haya dado muchos motivos para echarlo de menos.

Texto: Daniel Cean-Bermúdez
Fotos: Antonio y Iago Barrero

FICHA DE LA PRUEBA

Denominación

49º RALLYE OURENSE - OURENSE TERMAL

Fecha

17 y 18 de junio de 2016

Organizador

Escudería Ourense

Putuabilidad

Campeonato de España de rallyes de asfalto

Web Oficial

www.rallyeourense.com

Inscritos

88

Tomaron la salida

83

Participantes Cto.España

83

RECORRIDO

Kilómetros cronometrados

210.03

Pruebas especiales disputadas:

11 (neutralizados el TC3, TC10 y TC11)

Tramos distintos:

6

Líderes sucesivos:

tc1 a tc11: C.García

Scratchs:

C.García: 6
I.Ares: 4
P.Burgo: 1

CLASIFICACIONES

CAMPEONATO DE ESPAÑA

COPA FIA

Clasificaciones de todos los tramos y campeonatos en www.atodomotor.com

ASÍ VA EL CAMPEONATO

CAMPEONATO DE ESPAÑA

Pos.

Piloto

Puntos

1

Cristian GARCIA

211.5

2

Pedro BURGO

144.5

3

Adrián DÍAZ

125.5

Clasificación completa (fuente: www.rfeda.es)

COPA FIA

Pos.

Piloto

Puntos

1

Esteban VALLÍN

148.5

2

Surhayén PERNÍA

142.5

3

Sergio VALLEJO

130

Clasificación completa (fuente: www.rfeda.es)
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