RALLYE VILLA DE ADEJE

La doble cita insular con la que se ha iniciado, por segundo año consecutivo, el Campeonato de España de Rallyes de Asfalto, se completaba en Tenerife con la disputa del Rallye Villa de Adeje. La prueba que retornó al calendario del nacional en el 2015, abriendo entonces el certamen, se celebraba esta vez justo a continuación del Islas Canarias ‘europeo’. Y como la puntuabilidad para el ERC de la competición patrocinada por El Corte Inglés había dejado un poco en segundo plano a los protagonistas del campeonato de España, el rallye tinerfeño se presentaba como una mejor ocasión para ver, en realidad, donde estaban unos y otros, corriendo juntos en vez de partir con hasta una hora de distancia en los tramos, como ocurría una semana antes dependiendo de si estabas inscrito en el ERC, no lo estabas pero tu coche era FIA o llevabas un vehículo de normativa nacional y salías a partir del número 60 de la lista de inscritos.

UN RALLYE DEL NACIONAL CON APENAS TREINTA COCHES

La lejanía de Tenerife a la península, la no puntuabilidad para ninguna copa monomarca nacional y el escaso número de equipos que, en realidad, van a seguir más o menos al completo el Campeonato de España del 2016, condenaba al Villa de Adeje a una pobre, en cuanto a número, participación en el apartado nacional. Apenas una treintena de coches componían la lista de los aspirantes a puntos para el que se supone es nuestro máximo certamen de rallyes. Y, de ellos, los que de verdad estaban interesados en los mismos eran más o menos la mitad. Catorce ‘nacionales’ ya habían estado la semana anterior en Canarias (Ares, Jonathan Pérez y Aguado con los Fiesta R5, Cristian García con el EVO X R4+, Burgo con el Porsche, Marbán con el Lotus, Antxústegui y Adrián Díaz con los Swift S1600, Surhayén Pernía y Fran Cima con los Clio R3T, Vallín y Paniceres con los Adam R2, Mora con el Fiesta 1.0T y Blach con el Peugeot 208 R2) y dos más se incorporaban en Adeje (el veterano vasco Roland Holke, con un Fiesta R2, y el catalán Mariano Parés, con un Mitsubishi EVO X grupo N). Junto a ellos estaban también los portugueses de la Clio R3T (Antunes y Correia) que, aunque el rallye no puntuaba para el Trofeo Iberia de Renault, repetían en Tenerife en busca de los premios del certamen canario que la marca del rombo organizaba con la suma de resultados de las dos citas insulares.

El apartado regional era similar en número, encabezado por el Mini WRC de Luis Monzón, los Porsche de Enrique Cruz, Armide Martín y Lauren García, y el Fiesta R5+ de Eduardo Domínguez. Entre este quinteto debían estar los autores de los mejores cronos absolutos del rallye que, una vez más, iba a tener un vencedor ‘oficial’, a efectos del nacional, con cronos más lentos que el ganador del apartado autonómico. Un ganador que sería de nuevo Enrique Cruz, implacable con el Porsche 2010 ‘exVallejo’ y que, además, se quedaba pronto sin la oposición del único coche más competitivo en liza, el Mini WRC, que apenas si duraba tres tramos en carrera.

CRISTIAN Y EL R4+ DAN PRIMERO…

Centrándonos en el rallye del Campeonato de España, que es el que más nos interesa en estas líneas, el resultado del Canarias había dejado en el aire la incógnita de si se podría repetir el triunfo del EVO X R4+ en manos de Cristian García, si Burgo tendría alguna opción más con el Porsche en los veloces tramos tinerfeños o si Iván Ares iba a concretar en Adeje el potencial que había dejado entrever la semana anterior al volante del Fiesta R5. Personalmente me decantaba por la tercera posibilidad pero pronto empezaría a comprobar lo muy equivocado que estaba.

En realidad, el primer tramo dejaba abiertas aun las tres posibilidades, con menos de un segundo separando al más rápido, Cristian, del tercero, Burgo, que cedía nueve décimas, mientras Ares se situaba en medio de ambos, a siete décimas del scratch. La segunda especial deparaba el mismo orden pero ya con distancias algo mayores, nuevo scratch de Cristian, con Ares a dos segundos y Burgo a algo más de cuatro. Y en la tercera, primer paso por el tramo más largo del rallye, San Miguel, de 23.4 kilómetros, se empezaba ya a dictar sentencia: el binomio a batir era, definitivamente, el formado por el joven Cristian García y el ‘rejuvenecido’ EVO X R4+. Su tercer scratch consecutivo, distanciando en esta ocasión a Ares en cinco segundos y medio y a Burgo (superado además en este parcial por Jonathan Pérez) en casi doce, dejaba al aragonés en cabeza al término del primer bucle, con 8.2 de ventaja respecto a Ares y 16.9 ante Burgo, que contenía a duras penas a Jonathan, cuarto a 17.9.

La primera especial del bucle nocturno abría la puerta a un posible contraataque de Ares, que sumaba su primer scratch y recortaba casi a la mitad su desventaja con el líder. Pero era sólo un espejismo en la noche tinerfeña. En los dos tramos que cerraban la jornada, mientras Ares se quejaba de problemas en su R5 Cristian no tenía pega alguna que ponerle al rendimiento de su R4+, con el que sumaba dos scratchs más para completar la etapa en cabeza con casi 20 segundos de ventaja sobre el piloto gallego. Burgo no les podía seguir el ritmo y, a cuarenta segundos, se consolidaba al menos en la tercera plaza aprovechando que la noche nunca ha sido el territorio favorito de Jonathan, cuyos cronos empeoraban al disminuir la visibilidad lo que se traducía en acabar el día cuarto pero ya a más de un minuto.

El resto estaban corriendo ‘otro rallye’, o más bien, unos cuantos diferentes. Por un lado, los Suzuki se peleaban entre si por la primera plaza en ‘dos ruedas motrices’, con Adrián Díaz ganando el asalto inicial a Gorka Antxústegui. Por otro, Marbán iba ‘en tierra de nadie’, séptimo con el Lotus, justo por detrás de los dos Swift y precediendo al local Víctor Delgado, que lideraba en el grupo R2 con su Peugeot 208, acabando el día incluso por delante del R3T de Pernía y distanciándose del cerrado duelo a tres por la segunda plaza de su categoría que mantenían los tres asturianos que optan al título de la misma este año, Mora, Vallín y Paniceres. Un duelo en el que sólo seis segundos les separaban tras otras tantas especiales, con los dos más noveles por delante del más veterano pero con todo aun por decidir de cara al día siguiente.

…Y EL QUE DA PRIMERO DA DOS VECES

Pero si en la lucha por la segunda plaza de la R2 aun quedaba ‘pescado por vender’ para la jornada del sábado, en la más importante, la de la primera posición de la general, todo quedaba pronto definitivamente resuelto. Al igual que en el último bucle de la víspera, Ares salía al ataque en busca de la remontada, lograba el primer scratch del día y le recortaba un par de segundos a Cristian, situándose a 16.7 cuando aun restaban cinco especiales. Pero eso era lo más cerca que el gallego del R5 iba a estar del aragonés del R4+. Al igual que en Canarias, los frenos del Fiesta empezaban a dar signos de desfallecimiento y en las dos siguientes especiales el de Cambre se dejaba medio minuto y toda opción de seguir peleando por la victoria. Aunque rendirse no está en el diccionario de Ares, que seguía apretando hasta el final, sus dos scratchs del último bucle apenas si rebajaban en cuatro segundos su desventaja respecto al líder. La victoria, la segunda consecutiva, era para Cristian García y el Mitsubishi EVO X R4+. Un triunfo claro y sin paliativos en un rallye que el aragonés acabó dominando de principio a fin como un auténtico veterano, atacando de salida para cobrar ventaja y resistiendo después todos los envites de su rápido rival.

A más de minuto y medio acababa Burgo, tercero de nuevo con el Porsche en lo que a puntos para el Campeonato de España se refiere. Un resultado positivo en su cuenta para el certamen aunque nada satisfactorio en cuanto a las sensaciones que le ha dejado el GT con sus prestaciones restringidas por la normativa de este año.

Cuarto concluía Jonathan Pérez, que el sábado se limitaba a mantener la posición, sin posibilidad de acercarse al tercero y sin que nadie le amenazase por detrás. En su caso también buena cosecha de puntos en el periplo insular para encarar bien situado los rallyes de la península, especialmente los del norte en los que esperamos verle más cerca de la pelea por la victoria, en la línea de lo que mostró el pasado año en Llanes.

¿OTRO CAMPEONATO RESUELTO NADA MÁS EMPEZAR?

El año pasado las dos victorias de Fuster en los dos rallyes canarios, la forma en que las logró y el alto coeficiente de la prueba de Las Palmas, nos hacían dar poco menos que por resuelto el campeonato de España antes siquiera de que llegase a la península. Un pronóstico que se cumpliría finalmente pese al esfuerzo de Ares por aplazar en lo posible la consecución del título por parte del piloto levantino, campeón matemático en la que sería penúltima cita del certamen, el Villa de Llanes.

Este año la tentación de pronosticar algo similar es grande. Porque además de la gran cosecha de puntos que las dos victorias de las islas le otorgan a Cristian García, el hecho de que su, en teoría, principal rival en este arranque de año, Iván Ares, tenga muy serias dudas de poder seguir todo el campeonato, unido a las menores prestaciones del Porsche de Burgo (que tampoco anda sobrado de presupuesto para hacer todo el nacional) y a que vemos difícil que Vallejo, que ya arrancará con una clara desventaja en la tabla, pueda correr más con el Citroen R5 de lo que lo ha hecho Iván con el Fiesta, hacen que la sensación sea similar a la del 2015… ¡el campeonato puede haber quedado poco menos que resuelto casi antes de empezar!

Evidentemente eso es mucho decir cuando aun restan ocho rallyes, pero los datos están ahí para analizar y ver. El Mitsubishi EVO X R4+ es el único coche que corre más que su equivalente del año pasado (cuenta con nuevos frenos y mejor caja de cambios), mientras que los R5 han perdido algo de prestaciones al tener que montar la válvula ‘pop-off’ para volver a la normativa FIA, y los Porsche se han dejado parte de su imponente ‘caballaje’ con la imposición de la controvertida brida. Y, además, con la experiencia adquirida el año pasado y la tranquilidad que siempre otorga tener un programa más o menos asegurado para toda la campaña, Cristian ha dado un paso adelante que, unido a las mejoras en su coche y al bajón en presupuestos y rendimiento de los de sus rivales, contribuye a que, a día de hoy, parezca complicado ver a otro piloto con opciones de arrebatarle el liderato del nacional… salvo que mucho se le tuerzan las cosas o algo cambie (en cuanto a reglamentación o nuevos rivales) a partir del Sierra Morena.

Así que, un año más, aunque apenas si esto ha empezado todo apunta a un campeonato con poco interés en la pelea por el título, con polémicas reglamentarias y con equipos más pendientes en cuadrar sus ajustados presupuestos que en aspirar a metas mayores. No es de extrañar, por tanto, que sean más los que lo dejan para centrarse en los menos caros regionales, o los que optan por ‘emigrar’ a países vecinos en busca de campeonatos mejor concebidos y con más alicientes, que los que se deciden a apostar por un certamen que continua en crisis y en el que los continuos cambios de normas no ayudan precisamente a atraer nuevos participantes ni a abaratar los costes para los pocos que siguen apostando por el mismo.

Texto: Daniel Cean-Bermúdez - Fotos: Nacho Carballeira, Prensa Porsche, Opel, RMC y Rallycar

FICHA DE LA PRUEBA

RECORRIDO

CLASIFICACIONES

ASÍ VA EL CAMPEONATO