DUELO A LOS DOS LADOS DE LA FRONTERA

Después de su periplo asiático, el Gran Circo de la Fórmula 1 cambió de nuevo de continente para dirigirse a América, con dos etapas a ambos lados del Río Grande como paso previo a las dos citas finales del certamen, la también americana de Brasil y la última que tendrá como escenario Abu Dhabi.

Dos carreras disputadas a poca distancia, tanto en el espacio como en el tiempo, que acabaron teniendo igual resultado en lo que se refiere a duelo por el título, con dos victorias de Hamilton contrarrestadas en buena medida por dos segundos puestos de Rosberg. Resultados que mantienen al alemán con una importante ventaja al frente de la tabla y, sobre todo, con el destino del campeonato en sus manos. Tal y como están las cosas, aunque Lewis se imponga en los dos Grandes Premios que cerrarán la temporada, Nico tendrá bastante con un segundo y un tercer puesto para proclamarse campeón del mundo por primera vez. Pero bien hará el hijo de Keke en no confiarse si quiere unirse a su padre en la lista exclusiva lista de monarcas de la Fórmula 1. Los Red Bull acechan, los Ferrari quieren terminar la temporada con algo que celebrar y acabar segundo en Austin y Ciudad de México tampoco es que le haya resultado tan fácil como la superioridad de los Mercedes podía hacer esperar.

La Fórmula 1 paso en unos días del norte del Río Grande, en Austin, sede del Gran Premio de Estados Unidos...

...al sur de la frontera para disputar el Gran Premio de México en el circuito Hermanos Rodríguez

Mismo resultado para dos carreras muy diferentes, con Hamilton ganador por delante de Rosberg y Ricciardo

ESTADOS UNIDOS: HAMILTON CONTRAATACA, ROSBERG RESISTE

En el precioso trazado del Circuito de las Américas, en Texas, no hubo apenas color en la lucha por la victoria. Hamilton volvió a ser el Hamilton dominador de antes de la pausa veraniega y no dio opción alguna a nadie, empezando por su compañero-rival, Rosberg, y siguiendo por los únicos que estuvieron a no demasiada distancia de los de nuevo imbatibles Mercedes, los Red Bull de Ricciardo y Verstappen.

Lewis batió a Nico con rotundidad el sábado, bastándole para conseguir la ‘pole position’ prácticamente con la ventaja que le sacó en el primer sector en cada uno de los dos intentos de ambos en la Q3. Pero con los dos Mercedes claramente por delante del resto (sólo los Red Bull consiguieron quedar a menos de un segundo, pero tanto Ricciardo como Verstappen cedieron más de medio) la situación, con ser buena, no era la ideal para el británico, a quien no bastaba ya con ganar las cuatro carreras que restaban hasta el final del campeonato para lograr el título, ya que cuatro segundos puestos le darían la corona al alemán.

Sin embargo, una no excesivamente buena salida de Rosberg, que se veía sorprendido en la segunda curva por un incisivo Ricciardo mientras Hamilton arracanaba bien y se mantenía en cabeza, cambiaba las cosas a un escenario más favorable a los intereses del británico. Con el Red Bull en medio de los dos Mercedes, Hamilton tenía el aliado que necesitaba para restar algún punto a Nico. Pero poco le iba a durar la alegría a Lewis. La fortuna parece haberse aliado últimamente con el alemán, que volvía a tenerla de su lado, y por partida doble, con Max Verstappen como protagonista involuntario en ambos casos. De entrada, el joven holandés era también una amenaza para el alemán de Mercedes, al que seguía de cerca hasta que cometía un clamoroso error y entraba en boxes para el cambio de neumáticos sin aviso previo de su equipo. El resultado era perder una eternidad mientras los mecánicos procedían precipitadamente a la operación, lo que le quitaba una preocupación a Rosberg, ya que los Ferrari no tenían ritmo para tratar siquiera de inquietar al trío de cabeza. Además, poco después, el Red Bull de Max fallaba, su joven piloto trataba de llevarlo hasta el garaje a ritmo lento y, finalmente, se veía obligado a detenerlo fuera de la pista, obligando a un periodo de ‘coche de seguridad virtual’ que era aprovechado a la perfección por Mercedes para conseguir un cambio de gomas ‘gratis’ (en cuanto a tiempo perdido) que permitía a Rosberg superar a Ricciardo y situarse en la segunda plaza que necesitaba.

Así que, finalmente, y un poco como había sucedido, con los papeles cambiados, hace unos meses en Spa, Hamilton ganaba… pero Rosberg no perdía. El segundo lugar le permitía mantener lo menos reducida posible su aun holgada ventaja al frente del campeonato, con un total de 26 puntos a su favor que, si se daban las adecuadas circunstancias en México (victoria suya, décimo lugar o peor de Lewis) le proclamaría ya campeón en la capital azteca con dos carreras aun por disputarse.

Max Verstappen volvía a ser protagonista, para lo bueno y para lo malo, en los dos Grandes Premios americanos

Vettel era quinto en Austin y acababa perdiendo el tercer lugar del podio por sanción en México

Dos carreras discretas para Raikkonen, obligado a retirarse en Estados Unidos y quinto en la capital azteca

Con Ricciardo completando el podio y Vettel terminando en una distante cuarta plaza, el ya comentado abandono de Vertappen, y el muy desafortunado de Raikkonen (una rueda mal fijada en el cambio de neumáticos obligaba a retirarse al final de la calle de boxes), dejaban muy abierta la pelea del resto de equipos por una apetecible y normalmente inalcanzable quinta plaza. Una lucha, la de ser el ‘mejor del resto’ tras los Mercedes, Red Bull y Ferraris, que, además, perdía enseguida a sus dos principales favoritos, los Force India. Hulkenberg quedaba fuera de combate en la primera vuelta tras un toque con el Williams de Bottas, lo que sacaba también de cualquier opción de puntuar al finlandés, y Pérez sufría un trompo a causa de un agresivo asalto de Kvyatt. Todo ello abría un enorme hueco entre los primeros y el segundo grupo que, cuando la carrera entraba en su tercio final, acababa por tener en cabeza al Toro Rosso de Sainz. Pero, pese a todos los esfuerzos del madrileño, la velocidad punta que permitía el motor Ferrari del año pasado a su monoplaza no parecía que fuese a ser suficiente para mantener esa más que inesperada quinta plaza, sobre todo con el Williams-Mercedes de Massa por detrás y un desencadenado Alonso atacando como hace cada vez que atisba la más mínima opción de lograr un resultado más allá de lo que su aun poco competitivo McLaren-Honda permite.

De todas formas, Carlos conseguía contener a un de nuevo muy escasamente incisivo Massa, que era incapaz de aprovechar la superior velocidad de su propulsor para siquiera intentar rebasar al lento Toro Rosso, que se defendía a base de aprovechar el madrileño las bondades de su chasis en la parte más virada de la pista. Y con Sainz rodando lento pero tapando todos los huecos a Massa, Alonso aprovechaba la oportunidad para alcanzarlos a ambos cuando quedaban apenas un puñado de vueltas. El asturiano estaba rodando por encima de los límites, y bastante más allá en un buen número de ocasiones, sacando el máximo partido de que en esta carrera eso de los ‘track limits’ que tanto se había vigilado en otros Grandes Premios no se tenía en cuenta en absoluto. Con su McLaren-Honda aprovechando no sólo todo el espacio entre las líneas blancas que delimitan la pista sino, también, los arcenes enteros (¡y hasta algo más!), Fernando llegaba a espaldas de Massa… y no se quedaba mucho tiempo detrás. El McLaren superaba al Williams poco menos que a empujones, con una lejanísima frenada en la que acababa llevando al brasileño fuera de la pista sin que los comisarios, tan estrictos otras veces con maniobras de este estilo, pusieran en esta ocasión objeción alguna.

Rebasado Massa, un ya más que desmelenado Alonso ponía en su punto de mira al Toro Rosso de Sainz. Y aunque Carlos lo veía venir por los retrovisores y tapaba el interior, Fernando pasaba como una exhalación por el exterior, con el DRS abierto, y le adelantaba aun a costa de volver a rodar durante unos metros por la escapatoria, de nuevo sin pero alguno por parte de los en esta ocasión muy condescendientes ‘árbitros’. El resultado, en todo caso, eran unas vueltas de magnífico espectáculo, con una cerrada pelea entre los tres pilotos luchando por esa inesperada quinta plaza que ofrecía las circunstancias de una carrera en la que, en condiciones normales, a lo más que podrían haber aspirado todos ellos era a terminar noveno o décimo. Un preciado quinto lugar que, finalmente, acababa en poder de Alonso, con Sainz sexto y Massa séptimo y ya doblado, tras tener que parar a cambiar una goma pinchada en el ‘asalto’ al que le había sometido el español para superarle sin contemplaciones.

Alonso daba espectáculo en Austin para acabar quinto pero en México volvía al anonimato de los puestos fuera de los puntos

Sainz también destacaba en la carrera de Texas, concluyendo sexto, pero no podía repetir la hazaña en México

Otro de los que puntuaba en USA pero no en México era Button, noveno en el Circuito de las Américas

MÉXICO: MISMO RESULTADO, DIFERENTE DESENLACE

Una semana después nada cambiaba en el resultado final de los dos pilotos de Mercedes, que repetían en México, al sur de la frontera del Río Grande, los puestos obtenidos en su lado norte siete días antes. Eso si, la carrera del remodelado circuito que recuerda a los inolvidables Pedro y Ricardo Rodríguez, tenía un desarrollo algo diferente y, sobre todo, un desenlace de esos que hacen correr ´ríos de tinta’, como se decía antes… o que ‘incendian las redes sociales’, como se lleva ahora.

En todo caso, nada de lo que acababa sucediendo interfería en el nuevo doblete de los Mercedes, otra vez con Hamilton claramente por delante de Rosberg. Eso si, en esta ocasión el triunfo de Lewis corría peligro por unos instantes, cuando el británico se pasaba clamorosamente de frenada en la primera curva, a la que llegaba con un disco de freno bajo de temperatura, y sus perseguidores, encabezados por Nico, azuzándole. Así que Hamilton no se lo pensaba dos veces, hacía uso de la amplia escapatoria, pasaba a fondo por la hierba y se reincorporaba al asfalto unos metros más allá, aun en cabeza y hasta con algunos metros extra de ventaja. Lo de los límites de pista volvía a ser una broma y al británico le bastaba con levantar el pie lo suficiente para seguir líder pero cumplir con eso tan subjetivo en casos como este de ‘no haber ganado tiempo en la maniobra’ y todo quedaba en nada con la carrera neutralizada instantes después, por medio del ‘virtual safety car’, para limpiar los restos del caos que producía en el centro del grupo una serie de toques en los que el peor parado era el Manor de Wehrlein.

A partir de ese momento, y aunque tenía que lidiar con fuertes vibraciones por el ‘plano’ producido en su goma delantera derecha hasta el que sería su único cambio de neumáticos (en un circuito que, por segundo año consecutivo, se mostraba muy gentil con el desgaste de los siempre delicados Pirelli), ya nadie inquietaba a Hamilton, que acababa ganando con claridad por segundo domingo consecutivo. Un nuevo triunfo que volvía a saberle a poco, en óptica del campeonato, al llegar otra vez acompañado por la segunda plaza de Rosberg. El alemán daba otro paso hacia la consecución del título después de una carrera menos plácida de lo que debería haber sido dada la diferencia de prestaciones entre los Mercedes y el resto. De hecho, Nico veía peligrar el muy necesario segundo puesto un par de veces durante la carrera, en ambas ocasiones ante el siempre incisivo Max Verstappen. En la primera curva, el holandés, partiendo desde la segunda fila con su Red Bull calzado con las gomas súper blandas en lugar de las blandas por las que habían optado los ocupantes de la primera línea de la parrilla, apuraba hasta el límite sus opciones de superar al alemán, llegando a tocarse los dos monoplazas con el efecto de hacer ‘pisar hierba’ también al segundo Mercedes. Una maniobra que tampoco llevaba a los comisarios a intervenir en vista de que, después de todo, las posiciones se mantenían y el ‘agresor’ no sacaba partido de su ataque. Aun así, Nico no lograba distanciar los suficiente a Max como para estar tranquilo, y cuando en el tercio final de la carrera ambos se disponían a doblar a un nutrido grupo en el que los Toro Rosso y los McLaren peleaban por posiciones retrasadas, el joven Verstappen veía su oportunidad, se volvía a ‘tirar’ en la primera frenada y esta vez era él quien ‘pisaba hierba’ al pasarse de largo tras superar por un fugaz instante al Mercedes.

Hulkenmberg se impuso en México en la 'carrera del resto', siendo séptimo tras los Mercedes, Red Bull y Ferrari

Massa puntuó en los dos Grandes Premios: séptimo en Estados Unidos y octavo en México

'Checo' Pérez no pudo repetir su gran carrera del año pasado en casa aunque al menos logró el punto de la décima plaza

Una vez resistido el segundo asalto de Max, Rosberg ya no tenía más problemas para acabar segundo mientras detrás de él se desencadenaba la tormenta que animaba, y de que modo, el final de una carrera por lo demás bastante anodina en un trazado cuya mayor espectacularidad la proporciona el entusiasta público mexicano que abarrota los graderíos del antiguo estadio de béisbol por el que atraviesa la nueva porción de pista que sustituye a la antigua y fascinante peraltada. Con Verstappen calzado con gomas medias (ya muy gastadas después de exprimirlas al máximo en su pelea por dar caza y superar a Rosberg), con Vettel recuperando terreno tras haber optado el alemán de Ferrari por retrasar al máximo su parada (y tener, de ese modo, neumáticos más ‘frescos’ en la parte final de la carrera), y con Ricciardo rodando más rápido que nadie (después de su cambio de estrategia para cambiar las ‘supersoft’ por las ‘medias’ en la vuelta inicial y entrar posteriormente a montar ‘blandas’ en un segundo pit stop), los tres iban a acabar por encontrarse antes de que acabase la carrera.

¡Y vaya si se encontraban! Vettel alcanzaba a Verstappen pero Max no quería ceder y resistía el ataque del alemán a base de saltarse esa chicane de final de recta que antes ya habían recortado Hamilton y Rosberg por diferentes motivos y sin que les hubiese costado sanción alguna. Pero en el caso del holandés, su maniobra significaba mantener una posición que hubiese perdido de no haber pasado por la hierba, por lo que parecía claro que le iba a tocar pagar por ello, como Vettel exigía con vehemencia vía radio y hasta su ingeniero le sugería al joven holandés. Pero como la sanción no acababa de ser comunicada oficialmente, Max mantenía su puesto por delante de Vettel y contribuía con su resistencia a que su compañero de equipo, Ricciardo, se pegase al Ferrari. El australiano no se lo pensaba dos veces y atacaba al alemán que se defendía al ‘estilo Verstappen’, moviéndose en la frenada. Maniobra que, ironías del destino, ya no es legal después de las numerosas críticas a su habitual autor holandes llegadas sobre todo desde Ferrari cuando las sufría Raikkonen. El resultado era una doble sanción post-carrera, cinco segundos a Verstappen, por su corte de chicane para mantenerse delante de Vettel, diez segundos al de Ferrari, por su excesivamente robusta defensa ante el australiano de Red Bull, que acababa con Ricciardo en la tercera plaza de la clasificación tras haber cruzado quinto bajo la bandera a cuadros… y con un más que enfurecido Vettel siendo quinto, incluso por detrás de Verstappen, a quien la suma del tiempo de ‘castigo’ dejaba en la cuarta plaza. Un desenlace rocambolesco y, las cosas como son, en cierto modo injusto para el piloto de la ‘Scuderia’, ya que la tardía sanción a Max permitía a este hacer el tapón que le dejaba a merced de Ricciardo… con el resultado de que finalmente el holandés acababa clasificado incluso delante suyo una vez sancionado Vettel por su encuentro con el australiano. Todo un lío, en todo caso, que era maná para la prensa y las redes sociales, con Vettel en el centro de la diana por sus gritos e insultos vía radio, y con Verstappen ‘haciendo amigos’ una vez más con su aguerrida conducta en pista.

Con su octava plaza, Bottas fue el mejor clasificado de los Williams en México

Grosjean celebró su Gran Premio número 100 sumando en punto para Haas en la carrera de casa del equipo norteamericano

Eriksson sorprendió con el Sauber en México y terminó a un paso de los puntos, por delante de los McLaren, Renault y Toro Rosso

Mientras tanto, ajenos a todo ello, en Mercedes celebraban otro doblete y tanto Hamilton como Rosberg ya pensaban en Brasil, donde dentro de dos fines de semana se dilucidará el penúltimo asalto de su reñido duelo que, en cierto modo, había quedado en tablas en sus dos asaltos a los dos lados de la frontera del Río Grande, al compensar en buena medida Nico, con sus dos segundas plazas, las dos victorias de Lewis. Así, aunque al igual que ocurriese antes del verano, es Hamilton el que lleva últimamente la iniciativa, esta vez ya le queda poco tiempo para culminar la remontada que consiguió entonces. Al británico ya no le basta con ganar, necesita aliados que resten puntos a Rosberg o algún error del alemán o un problema mecánico en el Mercedes de Nico que compense la catastrófica rotura de motor sufrida por Lewis en Malasia, cuyos efectos pueden acabar siendo más que decisivos en el desenlace del campeonato. O, también, que vuelva a aparecer la lluvia sobre Interlagos como en aquel Gran Premio del 2008, del que hoy, cuando escribo estas líneas, se cumplen ocho años exactos y en el que Hamilton logró su primer mundial… aunque entonces la aparición de la lluvia estuvo cerca de hacérselo perder. Ahora, en cambio, podría ser su mejor aliado para acercarse al ansiado cuarto título mundial.

Texto: Daniel Cean-Bermúdez - Fotos: prensa equipos fórmula 1

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