SUBIDA ORDINO-ARCALÍS

En Alp nos habíamos despedido del nacional de montaña del 2015 sabiendo que, muy a nuestro pesar, no podríamos estar presentes en su cita final, prevista en las rampas de Ordino-Arcalís el mismo fin de semana en el que estaríamos más que ocupados atendiendo la web oficial del ‘Príncipe’ en su primer año como ‘Princesa’. Así que allí mismo ya habíamos iniciado los contactos para poder cubrir la prueba en el apartado gráfico con la ayuda de un ‘grande’ (en tamaño físico y, aun más, en calidad humana) del mundillo del periodismo del motor, el andorrano Francesc Pino. Aunque otros compromisos le iban a impedir también a él acudir al retorno de la montaña española al principado pirenaico, se encargaba de buscar alternativas y gracias a ello hemos podido ilustrar este reportaje con las estupendas fotos de su colaborador, Jordi Picart, que era quien finalmente desafiaba al mal tiempo para captar con su cámara las imágenes que acompañan estas últimas líneas del año sobre nuestro campeonato favorito. Un campeonato que sigue, por desgracia, en horas muy bajas y sin que se vean atisbos de esa mejoría por la que llevamos clamando ya demasiado tiempo.

OJOS QUE NO VEN, CORAZÓN QUE NO SIENTE

Eso dice el refrán, y tiene su punto de realidad, sobre todo si aprovechas eso de no haber visto para hacer como que no te has enterado. Pero si eres sincero y algo te importa de verdad, no es necesario haberlo experimentado en primera persona para sentir desazón si las cosas no han salido como te gustaría. Y esa es la sensación que me ha dejado, desde la mucha distancia que hay entre Asturias y Andorra, la prueba final del Campeonato de España de Montaña del 2015, disputada poco menos que sin que nadie se enterase de su existencia, tanto por la escasa participación como por el casi nulo impacto mediático y la práctica total ausencia de espectadores que acudieron a presenciarla en directo.

Lo de la floja participación era, obviamente, de esperar. Con el campeonato muy decidido en casi todas sus categorías y grupos que, además, poco seguimiento han tenido este año, y coincidiendo en fechas con dos subidas regionales que siempre han gozado de gran popularidad entre los pilotos como son las de Jaizkibel y la Covatilla, la inscripción en la prueba andorrana se resentía y acababa siendo escasa en número (apenas cuarenta vehículos) y muy pobre en cuanto a participantes con real interés en los puntos del nacional. De hecho, sólo Javi Villa y Manuel Avilés, en la categoría 2, y Humberto Janssens, Raúl Borreguero, Manuel Maldonado, Mike Anderson, José Blanco Rosales y Antonio Noguera en la 3, se animaban a hacer el largo desplazamiento a los pirineos para enfrentarse a los pilotos de los certámenes catalán y andorrano ya vistos en Alp, a los que se unían tres pilotos franceses: Fabien Burgeon y Olivier Desrayaud con sendos Tracking CM como el que pilotó el año pasado Òscar Palacio en el Fito, y Philippe Bouchard con un Porsche GT3. Muy poco para el esfuerzo y la muchísima ilusión que había puesto la gente del ACA en esta prueba, que suponía la vuelta del nacional a las rampas de Ordino-Arcalís, de las que había estado ausente desde el 2005. Un retorno pensado como punto de partida para metas mayores, ya que el objetivo es no sólo consolidar la prueba en el certamen español (además de puntuar también para los de Andorra y Cataluña) sino, además, conseguir la validez para el campeonato de Francia, previo paso por la Copa de montaña del país vecino.

En cuanto al impacto mediático, ya sabemos que, en realidad, la montaña la seguimos ‘cuatro’ y si, además, se hace coincidir su cita final, la que debería ser el broche de oro del certamen, con una prueba mucho más popular y con más gancho para la prensa como es el ‘Príncipe’, el resultado es que, pese al excelente trabajo de difusión de lo que estaba pasando cada día por parte del departamento de prensa del Automóvil Club de Andorra, el eco en los medios de comunicación era tan mínimo como el que reciben las restantes citas de un campeonato que sigue siendo el gran desconocido del automovilismo nacional.

Y por lo que respecta a la falta de espectadores, ya en Alp había habido pocos, aunque al menos la salida desde el centro del pueblo animaba los primeros metros de la subida. Pero en Andorra, entre la lejanía y el pésimo tiempo del sábado, el aspecto de las cunetas, en lo que a número de espectadores se refiere, era desolador, como bien puede apreciarse en la grabación de cámara interior del Porsche de Manuel Maldonado, en la que apenas si se ve más que a los comisarios en todo el recorrido. Una auténtica lástima, ya que el precioso entorno y el espectacular trazado de Ordino-Arcalís bien merecen la visita, como pude comprobar hace diez años en mi única presencia en la prueba. Con respecto a entonces, el recorrido de la subida había cambiado para esta nueva edición con validez nacional, aunque se mantenía su base de operaciones en las instalaciones de la estación de esquí, cuyo amplio parking servía de zona de asistencia. Pero, en vez de empezar ahí la carrera como en el 2005, la salida estaba situada un par de kilómetros más abajo, añadiendo una rápida primera sección, que atravesaba varios túneles y tenía incluso una chicane después de el último de ellos, a la espectacular sucesión de horquillas (¡doce prácticamente consecutivas!) que ahora pasaban a formar la segunda parte del recorrido en vez de ser su zona inicial como en ediciones anteriores.

Un cambio que tenía el aliciente de la novedad pero, también, el inconveniente de situar la asistencia a mitad de recorrido, lo que complicaba la tarea a la organización a la hora de bajar los coches tras cada manga (se hacía en dos grupos) y a los equipos, tanto en lo que respecta a la elección de neumáticos en caso de tiempo dudoso (como pasaría al principio del sábado) como por el hecho de que calentar las ruedas era poco menos que inútil dado el tiempo que pasaba entre dejar los ‘boxes’, bajar casi medio recorrido y tomar finalmente la salida. Un experimento que no acababa de dejar contentos ni a unos ni a otros, barajándose ya la posibilidad de que el año próximo la salida retorne a su punto original, en las inmediaciones de la explanada de la asistencia, extendiendo entonces el recorrido por su parte más alta para mantener una longitud similar a los seis kilómetros que tenía este año. Lo cual, dicho sea de paso, me parece una magnífica noticia porque demuestra que los organizadores andorranos están decididos a apostar por su prueba y tienen intención de hacerla crecer. Así que esperamos que sus gestiones para que el año que viene no sólo siga en el Campeonato de España sino que, además, puntué para la Copa de Francia fructifiquen. Y, si es así, por favor, ¡que no coincida con el Princesa ni con ninguna otra prueba de validez nacional o regional de prestigio!

LUCHAR CONTRA LOS ELEMENTOS

Con la categoría 1 decidida poco menos que desde que empezó la temporada a favor de Andrés Vilariño (al que nos encontrábamos en la asistencia del ‘Princesa’, siguiendo las evoluciones de su hija, Ángela, en el rallye asturiano), quedaban por resolver en Andorra los otros dos títulos de Campeón de España de Montaña en juego esta temporada, los de las categorías 2 y 3. Pero, en realidad, la duda era más matemática que real en ambos casos. Al segundo, el de carrozados, le dedico el siguiente apartado de esta crónica, así que vamos a centrarnos ahora en el primero, el de la categoría 2, en la que compiten los CM y el Audi DTM de Fombona.

Precisamente el gijonés era uno de los tres pilotos con posibilidades matemáticas de proclamarse campeón en Andorra. Pero estas pasaban por ganar (perfectamente a su alcance siempre) y esperar un ‘cero’ del líder virtual del certamen, Javi Villa (algo bastante improbable). Así que José Antonio, que en realidad ya había renunciando a sus opciones reales al título cuando sus vacaciones familiares coincidieron con la subida a Leitariegos, prefería el bastante más corto desplazamiento a Jaizkibel para disfrutar del pilotaje de su espectacular montura, que es, finalmente, su máxima motivación más allá de que, como a todo piloto, le guste ganar y sumar campeonatos (de los que, además, ya tiene nada menos que seis, si hablamos del nacional de montaña).

También tenía opciones ‘numéricas’ de lograr el título Jonathan Alvarez, líder en puntos totales desde la primera prueba, gracias a los conseguidos con la segunda plaza que logró en su desplazamiento a la primera cita del año, la subida de Arona, en Tenerife. Pero, al igual que Fombona, Jonathan dependía más del fallo ajeno que de si mismo para acabar por delante de Javi Villa en la suma de puntos, una vez se descontase su peor resultado en caso de competir en todas las pruebas. Así que, con su presupuesto más que justo después de todo un año de carreras, el ‘asturiano de Marbella’ optaba por renunciar al costoso desplazamiento a Andorra y prefería asistir a la Covatilla, pero no como piloto, ya que en la subida charra el piloto del BRC blanco de Jonastur iba a ser su hermano Alessio el encargado de ponerse al volante, en un fin de fiesta particular para este equipo modesto y familiar que ha completado una campaña magnífica en el nacional y se lleva como premio un subcampeonato más que merecido.

Así que, con Fombona en el País Vasco y Jonathan en Salamanca, a Villa le bastaba con terminar en Andorra para sumar su tercer título consecutivo en el nacional. Algo que no debería ser problema, pensábamos todos, pero a Javi, cual 'Armada Invencible', le salía entonces un inesperado rival, 'los elementos' y todo se complicaba con el tremendo aguacero que les caía a los pocos ‘valientes’ que el sábado por la tarde desafiaban el mal tiempo en las rampas pirenaicas. Ya en las mangas de entrenos caía agua, lo que provocaba un buen número de golpes, la mayoría, además, producidos en recta por el siempre temible ‘aquaplanning’, y acababa causando notables retrasos y la decisión de anular una de las tres subidas de práctica previstas para, de ese modo, tener tiempo a llevar a cabo la oficial que cerraba el programa del primer día de competición. Una manga que se disputaba bajo unas condiciones poco menos que extremas, bajo un auténtico diluvio que dejaba el trazado en condiciones dificilísimas, con el asfalto poco menos que inundado y la visibilidad muy reducida ante la cortina de agua que se abatía sobre el recorrido. En esas circunstancias, se trataba de ‘sobrevivir’, no cometer errores y llegar a meta con el coche entero. Algo que Villa lograba, siendo, además, el más rápido de todos pese a confesarnos que lo había pasado realmente mal y que pensaba haber sido superado por varios de sus rivales, dadas las muchas precauciones que había tomado para evitar una salida de pista que habría comprometido muy seriamente su objetivo de conseguir el título.

Superado el escollo del sábado, el domingo todo iba a ser ya más fácil para el asturiano. Las nubes se batían, poco a poco, en retirada y el sol acababa asomando para dar brillo a la carrocería del rojo BRC B49 de Javi, que no se limitaba a acabar sino que rubricaba su tercer campeonato nacional de montaña con un nuevo y claro triunfo en la categoría 2 del nacional, en la que aventajaba al siguiente clasificado, el local Ramón Plaus, en más de dieciocho segundos en el cómputo total de las dos oficiales del domingo, que eran, lógicamente, las que definían el resultado final de la prueba. Además, Villa se adjudicaba también la victoria absoluta en la general scratch de Ordino-Arcalís, batiendo con holgura a los rápidos Tracking franceses, pese a la ventaja a nivel de peso y ausencia de brida que les otorga el más permisivo reglamento del grupo CM en el certamen galo. Sus pilotos, Burgueon y Desrayaud, se situaban por delante de todos los demás CM del certamen español pero quedaban lejos de los cronos del BRC del asturiano que, de este modo, podía celebrar desde lo más alto del podio la consecución de un título que le ha costado lograr mucho más de lo previsto. La no participación en Arona, los problemas mecánicos sufridos en Estepona y Ubrique, la regularidad de Jonathan Alvarez y la superioridad de Fombona y su Audi en las pruebas de trazados más rápidos han acabado complicando de forma más que notable la consecución del tercer campeonato por parte de Villa, dándole, si cabe, más valor. Cuando se gana prácticamente siempre, como en sus dos títulos anteriores, todo parece más fácil, engañosamente fácil, pero cuando hay que pelear, no rendirse, remontar, tener que conformarse con ser segundo o tercero alguna vez y superar las adversidades como ha hecho Javi este año, se demuestra que, en realidad, ganar siempre es condenadamente difícil, se consiga con mucho o poco margen.

EL ESCALADOR BELGA

En ciclismo, a los belgas siempre les resultó mucho más propicio rodar a toda velocidad por el llano que subir montañas. La gran excepción fue el pequeño Lucien Van Impe, que destacaba precisamente por sus dotes de escalador, logrando seis reinados de la montaña en el Tour de Francia y llegando, incluso, a imponerse en la general absoluta de la ‘grande boucle’ en su edición de 1976. Viene esto a cuento porque resulta que este año, en el Campeonato de España de montaña, tenemos entre sus ganadores de este año a un piloto nacido en Bélgica y que empezó su carrera deportiva como ciclista. Esos son los orígenes de Humberto Janssens, vencedor de la categoría 3 del certamen nacional, la de carrozados, después de una temporada de debut realmente triunfal, que se ha saldado con victoria en las subidas de Estepona, Ubrique, Fito, Falperra y Alp, a las que ha acompañado con un segundo puesto en Leitariegos y un tercero en la que ha cerrado el calendario, el pasado fin de semana en Andorra, a donde llegaba con el título poco menos que en el bolsillo, ya que le bastaba sumar un punto para lograrlo.

Punto que Janssens conseguía, más que de sobra, clasificándose tercero en las rampas de Ordino-Arcalís, dominadas en la categoría de carrozados por el local Gerard De la Casa, imperial en casa al volante de su afinado SEAT Córdoba WRC. El andorrano era el claro favorito si el piso estaba mojado, en virtud de la tracción total de su coche procedente del mundial de rallyes, pero se imponía también con claridad sobre seco en las dos mangas oficiales del domingo, cuyos cronos eran, lógicamente, los que decidían el resultado de la prueba al ser mucho mejores que los registrados el sábado cuando más que rodar se navegaba sobre el anegado asfalto en el que se celebró la primera subida de carrera del fin de semana.

Por detrás de Gerard, Raúl Borreguero ocupaba la segunda plaza con su Mosler, batiendo a Janssens, que se conformaba con la tercera plaza, resultado más que suficiente para confirmar su primer puesto en la general del Campeonato de España de la categoría 3 y, también, en la de la Copa de España del Grupo GT. En este último certamen, con el segundo puesto ocupado también, al igual que en el certamen de carrozados, por Borreguero, quedaba por dilucidar la tercera plaza entre Manuel Maldonado y Mike Andersson, que llegaban a Andorra separados por unos pocos puntos. Sin embargo, un toque sufrido por el británico en los entrenos del sábado dejaba poco menos que visto para sentencia el resultado. El Ginetta sufría importantes desperfectos en su parte trasera, y aunque Mike demostraba su espíritu de auténtico ‘gentleman driver’, no se rendía y continuaba en competición, pese a tener que subir sin el capot trasero de su coche, la pérdida de estabilidad y aerodinámica al tener que subir sin alerón y demás piezas de la parte trasera de la carrocería convertía su pelea con el Porsche de Maldonado en una auténtica misión imposible. El andaluz, que también sufría lo suyo el sábado, teniendo que pararse en la manga oficial ante la total falta de visibilidad producida por el empañado del parabrisas de su 911, no fallaba el domingo, terminaba sexto, por detrás de los catalanes Pañella y Perelló, que ocupaban la cuarta y quinta posición, respectivamente, con sus coches de mecánica Mitsubishi (aunque el del segundo tenga aspecto de Ford) y sumaba los puntos suficientes para asegurarse el tercer puesto en el podio de la clasificación final del Campeonato de España, tanto de la categoría de carrozados como del grupo GT, cuyos pilotos han dominado este año el certamen, siendo precisamente el triunfo de Gerard De la Casa en Andorra, con el Córdoba World Rally Car, el único que se les ha escapado a los ‘Gran Turismo’ procedentes de los circuitos.

Y no sólo de los circuitos proceden los coches ganadores este año, ya que quien se ha mostrado como el más rápido de sus pilotos, Humberto Janssens, viene también de las pistas, paso intermedio, en su caso, entre subir montañas en bicicleta y acabar haciéndolo, mucho más deprisa, en coche. Porque, como adelantábamos unas líneas más arriba, la carrera deportiva de este andaluz de apellido belga, empezó sobre dos ruedas. Algo de lo que nos enteramos hace unos menos cuando, a principio de temporada, intrigados por su apellido de inequívoco origen flamenco, que no casaba en absoluto con su acento del sur de España, y sin más referencias previas sobre su actividad en el mundo del motor que sus participaciones el año pasado en el regional andaluz de montaña, interrogamos a Humberto, en la zona de asistencia de Falperra aprovechando el ambiente relajado de la jornada del viernes, una vez concluidas las verificaciones, para conocer más detalles sobre el piloto que se ha convertido en la nueva referencia de la categoría de carrozados del nacional.

La explicación del apellido es sencilla: “Nací en Bélgica, hace 54 años, pero mis padres querían sol y se vinieron a vivir a España cuando yo era pequeño”. La sorpresa, y la inesperada relación con el ciclismo, viene después, ya que nuestra pregunta incluía la broma de “tienes apellido de ciclista” (el de Humberto nos recordaba al del holandés Jan Janssen ganador de la Vuelta del 67 y el Tour del 68)… y resulta que este Janssens (de pronunciación similar pero con tres eses en vez de dos) que tan rápido lleva el Porsche en las rampas del nacional de montaña ¡fue ciclista antes que piloto! “Fui una promesa del ciclismo, llegué a ganar carreras en categoría open, corriendo contra profesionales, pero lo tuve que dejar por enfermedad”. Así que, abandonadas las dos ruedas, en las que, como manda la tradición belga, era un rápido sprinter, Humberto ha acabado en las cuatro, su otra gran pasión: “siempre me gustaron los coches, de joven tenía un 131 Abarth y siempre que podía rodaba con él en una pista de rallycross que había cerca de donde vivían mis padres”. Un primer paso al que siguió su posterior faceta como instructor en cursos de pilotaje en circuito y después, animado por algunos amigos y alumnos de sus clases en las pistas del sur de España, compitiendo. Para empezar, en el andaluz de velocidad con un Porsche 944 en 2013…“hasta que en una carrera internacional en Jerez, con las gradas vacías, comenté lo triste que era esa falta de ambiente y un amigo me dijo que probara en montaña. Y como cerca de donde vivo se disputa la subida de Lanjarón, del regional de Andalucía, me apunté y me gustó, la sensación era mucho más parecida a la del ciclismo, con el público cerca de la carretera y animándote”.

La experiencia fue tan positiva que llevó a más participaciones el año pasado en el campeonato andaluz de montaña y a que Humberto adquiriese para esta temporada una montura más moderna y competitiva, un Porsche procedente de la copa británica de circuitos, del modelo del 2010, con el que su idea era hacer de nuevo el regional. Pero, tras ganar en Estepona y en Ubrique, entre todos los que seguimos el campeonato le animamos a continuar y al final se acabó decidiendo a subir al norte, logrando también la victoria en el Fito y en Falperra. Cuatro triunfos en cuatro carreras que le situaron claramente en cabeza de la categoría 3 del nacional y le convencieron, definitivamente, a seguir en busca de un título que, finalmente, ha logrado en Andorra. Un éxito que, junto al calor del público en las subidas (aunque, según nos comenta, haya echado en falta la presencia de más aficionados en las dos últimas) contribuirá, sin duda, a que Humberto no se arrepienta en absoluto de haber seguido adelante en el nacional aunque inicialmente no lo tuviese previsto. Y, teniendo en cuenta que la montaña siempre se ha definido en el mundo del motor como la especialidad más al sprint, no deja de ser todo un curioso giro del destino que, después de todo, aquel ciclista que destacaba en las ‘volatas’ sobre dos ruedas haya acabado triunfando a base de ‘sprintar’ cuesta arriba, al más puro estilo de otro ciclista belga, Philippe Gilbert, especialista en ser el más rápido cuando la carrera acaba en alguna corta pero empinada pendiente… aunque también es verdad que este último es valón y no flamenco (¡por partida doble, del norte y del sur!) como nuestro particular ‘sprinter-escalador’ de cuatro ruedas que, en sólo un año en el nacional de montaña, no sólo ha ganado ya un título de Campeón de España sino, además, el respeto y el cariño de todos por sus cualidades tanto dentro como fuera de la carretera.

¿SEGUIMOS TOCANDO FONDO?

Cada año, desde hace ya unos cuantos, termino el último reportaje sobre el nacional de montaña con una reflexión sobre como el certamen sigue perdiendo fuelle. Y cada año concluyo que más no se puede bajar, que ya debemos de haber tocado fondo y que para el siguiente seguro que se empezará a remontar. Pero, me temo, cada año me equivoco o, más bien, peco de optimista. La realidad se empeña en demostrarme que cada temporada acaba siendo más floja que la anterior, con cada vez menos participantes y menos interés por un campeonato que no acaba de encontrar su sitio.

Así que este año os ahorraré largos estudios estadísticos sobre cuantos realmente han seguido el certamen, ya que para ello basta un rápido apunte: ningún piloto ha disputado sus ocho pruebas, sólo seis (Javi Villa, Jonathan Alvarez, Manuel Avilés, Humberto Janssens, Raúl Borreguero y Manuel Maldonado) han estado presentes en siete de ellas, dos más han participado en seis (César Rodríguez y Mike Anderson), otros seis han tomado parte en cinco (Andrés Vilariño, Juan Buenaventura, José Antonio López-Fombona, Aldo de Alberto, Sergi Pañella y José Blanco Rosales) y dos (Joseba Iraola y Antonio Noguera) ha sido de la partida en la mitad, es decir en las mínimas necesarias para clasificar a final de temporada… aunque en el caso del levantino del Lotus, su accidente en entrenos de Alp hace que esa participación no cuente, al no haberse clasificado (o, al menos, así se contempla en la general final del certamen publicada por la española, en la que la categoría de Históricos no aparece ningún participante). En total, pues, dieciséis pilotos más o menos asiduos en un campeonato del que, finalmente, han quedado desiertas, por falta de competidores, cuatro de las trece clasificaciones en disputa (las copas de los grupos A, E1 e Históricos y el trofeo de pilotos femeninos), mientras que en otras cuatro (las Copas de los grupos N, R y A+ y el Trofeo para pilotos Junior) sólo se ha registrado un participante que haya cumplido el mínimo de resultados requeridos para poder optar al trofeo, siendo pocos más los que han optado realmente a las demás.

El año pasado se nos ocurrió aportar una lista de catorce posibles soluciones y sigo pensando que si se pusiese en marcha alguna de ellas se conseguiría mejorar. O tal vez haya otras, que no voy a ser de esos que se creen en posesión de la verdad absoluta y seguro que se pueden hacer otras cosas para salir del pozo en que está metido el nacional de montaña. Porque, las cosas como son, no es que en el 2015 el certamen haya tocado fondo, es que ya está por debajo del nivel del suelo y algo habrá que hacer para sacarlo de ahí como sea ¿Será el 2016 el año en que se empezará, al menos, a vislumbrar la salida de ese oscuro agujero? Esta vez ya no me atrevo a pronosticarlo aunque lo sigo deseando, si cabe, con más fuerza que nunca.

textos: Daniel Cean-Bermúdez
fotos: Jordi Picart (FotoEsport) y prensa ACA

CLASIFICACIONES FINALES DEL CAMPEONATO DE ESPAÑA

CATEGORÍA 1

Pos.

Piloto

Puntos

1

ANDRÉS VILARIÑO

125

2

JUAN B. RGUEZ.

80

3

SERGIO C. FEBLES

25

CATEGORÍA 2

Pos.

Piloto

Puntos

1

JAVI VILLA

147

2

JONATHAN ÁLVAREZ

130

3

J.A. LÓPEZ-FOMBONA

104

CATEGORÍA 3

Pos.

Piloto

Puntos

1

HUMBERTO JANSSENS

161

2

RAUL BORREGUERO

141

3

MANUEL MALDONADO

78

Clasificaciones oficiales completas de todas las categorías (fuente: www.rfeda.es)

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