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CRÓNICA

Por tercera vez esta temporada coincidían en el mismo fin de semana pruebas de los dos campeonatos en los que tenemos más trabajo, los nacionales de montaña y de rallyes de asfalto. Y con ambos disputándose en localizaciones realmente distantes de nuestra base de operaciones tocaba optimizar recursos, que nuestros presupuestos están, a estas alturas del año, tan ‘tocados’ (¡o probablemente más!) que los de los pocos equipos que siguen ambos certámenes. Con apenas peninsulares en la lejanísima cita final del Campeonato de España, en Arona (Tenerife), el desplazamiento a las islas Canarias estaba más que descartado, mientras que, al igual que en los cuatro años anteriores, optaba por no ‘bajar’ tampoco hasta Córdoba, ya que con Jose y Corsino haciendo el largo y caro desplazamiento para grabar las imágenes de TVMotor, más la inestimable ayuda de Berto con las fotos, el rallye iba a quedar más que cubierto en el apartado gráfico… y para informarse del resto poca diferencia hay, la mayoría de las veces, entre pasarse las horas muertas pegado al ordenador en la sala de prensa o hacer lo mismo en casa, tirando de teléfono cuando surge alguna duda que te pueden solventar los que si están sobre el terreno, sean estos participantes o espectadores. Por eso, una vez más, en vez de una crónica al uso sobre lo que pasó en el rallye, he optado por dividir este reportaje en tres relatos o capítulos sobre aspectos que me llamaron la atención durante el desarrollo y el desenlace del 39 Rallye Sierra Morena. En ellos diría que hay un poco de todo… desde optimismo a ironía pasando por algo de crítica que espero sea bien entendida, más que nada porque detesto la polémica gratuita tan en voga hoy día en internet pero tampoco me gusta nada el exceso de complacencia y falta de 'punch' tan habitual en la mayoría de medios que siguen el automovilismo nacional … ¡a ver que os parece!

Pernía-García lograron en el Sierra Morena su primera victoria en el nacional
Meira-Vázquez completaron el doblete de los R4 de RMC en Córdoba
Pons-Amigó empezaron liderando pero la transmisión de su EVO cedió
Un pinchazo, seguido de penalización por asistencia ilegal, hundió a los Vallejo

EL RALLYE DE LOS JÓVENES

En el reportaje sobre el Sierra Morena del año pasado dedicábamos un ‘capítulo’ a los jóvenes, y entre ellos destacábamos especialmente el estreno al volante de un coche ‘gordo’ de Surhayén Pernía. Entonces, el joven piloto cántabro lograba una meritoria quinta plaza en el que era su primer rallye del Campeonato de España al volante de uno de los Mitsubishi EVO X R4 de RMC, al que accedía como premio por ser el ganador de la ‘beca’ organizada por Roberto Méndez con sus Ford Fiesta R2. Qué justo un año después, en el mismo terreno, el propio ‘Sura’ haya logrado (y además, con la claridad que lo ha hecho) su primera victoria en el nacional no es una coincidencia sino la culminación de una temporada en la que ha venido demostrando su rapidez rallye a rallye… y en la que sólo una combinación de mala fortuna, algún error propio de la falta experiencia y algún que otro problema mecánico, le habían impedido subir ya a lo más alto del podio.

Porque, no está de más recordarlo, ya en Cantabria tuvo Pernía la victoria a su alcance, poniendo contra las cuerdas al todopoderoso WRC hasta que un pinchazo le hizo perder terreno. Y hace apenas un mes, en Llanes, sólo un caprichoso turbo y un inoportuno aguacero le privaron de ganar un rallye en el que fue, sin duda, el más rápido. Entonces, cuando hablábamos con él al terminar la prueba le decíamos algo así como “esa victoria tiene que llegar, por ejemplo en Sierra Morena, que en esos tramos ya lo hiciste muy bien el año pasado con el R4”. Y ‘Sura’, siempre prudente, asentía con timidez mientras, estoy seguro, en su fuero interno lo tenía realmente claro: seguro en Córdoba podía llegar, por fin, su hora.

¡Y vaya si llegaba! Después de un inicio prudente en los dos primeros tramos, su EVO X ‘sobrevolaba’ el tercero, logrando un rotundo scratch que, unido al abandono por avería del en ese momento líder, Xevi Pons, le hacía pasar, de golpe, del tercer al primer puesto de la tabla, con cerca de veinte segundos de ventaja sobre su compañero de equipo en RMC, Alberto Meira. En el resto de la primera etapa, ‘Sura’ marcaba dos scratchs más, aumentando su margen hasta 42.7 sobre el vigués, al que un pinchazo le había costado, además, un buen puñado de segundos. Con Vallejo hundido en la tabla por el lamentable episodio de la ‘galleta’, que se explica en el siguiente capítulo de este reportaje, la situación era clara ante la etapa del domingo. El rallye no se le podía escapar a Pernía por mucho que las dos pasadas a los dos largos tramos que componían el recorrido de la segunda jornada fuesen terreno complicado y donde aun podían ocurrir muchas cosas. Pero esta vez, si ocurría algo no le pasaba a Sura que, controlaba sin problemas la situación mientras Meira, en cambio, sufría para llegar a meta con la caja de su EVO haciendo de las suyas en la parte final del rallye. Si Alberto había tenido alguna tentación de atacar (cosa que dudo, es inteligente y sabía que terminando segundo el subcampeonato quedaba poco menos que en el bolsillo) estas desaparecían a medida que su R4 perdía marchas. Con llegar a meta tenía bastante, manteniendo además la segunda plaza y asegurando un espectacular doblete para el equipo de Roberto Méndez, que sumaba, además, la segunda victoria consecutiva de sus R4 tras la lograda en Llanes por Víctor Senra.

Con Meira tomándoselo con calma, Pernía no necesitaba tampoco forzar la marcha para llegar a Córdoba como merecido ganar. Un triunfo que tanto ‘Sura’ como su copi asturiano, el llanisco ‘Juanlu’, se merecían desde hace tiempo. Que lo hayan logrado justo donde el año pasado empezaron a darse a conocer para los que sólo se fijan en los puestos altos de la tabla no deja de ser simbólico. Su victoria, fruto tanto de su talento como de la decidida apuesta por ellos (y por buscar nuevos valores con su ‘beca’) de Roberto Méndez me parece una estupenda noticia para un nacional que lleva demasiado tiempo con los mismos protagonistas. Y, ojo, que no se entienda este comentario como desprecio alguno por los veteranos, ni mucho menos. Simplemente, es la constatación de que, como en todos los órdenes de la vida, el relevo generacional es tan inevitable como necesario. Y entre los que han de protagonizarlo en los rallyes españoles (que, además, llevan ya demasiado tiempo sin tenerlo) debería estar, sin duda, este joven cántabro, de modales impecables y tanta modestia fuera del coche como garra al volante. Si consigue los apoyos que merece, el futuro es suyo.

Pero no fue Surhayén Pernía el único de la ‘nueva generación’ que destacó en los tramos cordobeses. Evidentemente, su victoria en la general scratch atrae más la atención. Pero, ya que hablamos de jóvenes pilotos, tanto o más destacable es la trayectoria este año en el nacional de José Antonio Suárez, que en el Sierra Morena volvió a arrasar en el grupo R2 con su Ford Fiesta, al que encaramó a una más que notable quinta posición absoluta. El joven praviano ha dado un salto de calidad extraordinario desde que ‘cruzó la frontera’, hace apenas tres años, para embarcarse en lo que antes era la WRC Academy y ahora se llama Campeonato del Mundo Junior. Y aunque en el mundial se vaya a quedar otra vez este año a las puertas del título, el ritmo adquirido compitiendo sobre coches iguales contra otros chavales de su edad (procedentes de países con tanta tradición ‘rallystica’ como Finlandia, Suecia o Gran Bretaña) y haciéndolo además sobre todo tipo de terrenos, supone que cada vez que compite luego con su R2 en un rallye del nacional no haga falta mirar al crono… basta con verle pasar para darse cuenta de que va endiabladamente deprisa y de que su mejoría, en apenas cuatro temporadas de competición, ha sido simplemente espectacular. Lo hecho por José Antonio es la demostración palpable de que se pueden quemar etapas si se tiene talento. Pero dar el siguiente paso ya no dependerá sólo de que siga ‘pedal to the metal’ como reza el tatuaje que lleva en su pie derecho. Hará falta algo más, un patrocinador potente que invierta en él o una marca que crea en sus posibilidades. Esperamos que aparezcan porque sería una lástima que su enorme potencial se desperdiciase.
Podio scratch para los hermanos Pais que sumaron otra victoria en grupo N
Carchat-Garduño acabaron cuartos, logrando su mejor resultado del año con el Megane
Otra rotunda victoria en R2 para suárez-Carrera, que acabaron quintos scratch
Breve debut con el Porsche de Víctor Senra, copilotado por Moncho López

Y, siguiendo con el resultado final del Sierra Morena, entre el ganador, Surhayén Pernía, y el quinto clasificado, José Antonio Suárez, terminaron otros dos pilotos, Alex Pais y Joan Carchat, que podemos también encuadrar en el grupo de ‘jóvenes promesas’… en el que, realmente, casi también habría que incluir al ya comentado Meira que, no lo olvidemos, aunque sea algo más ‘veterano’ que ellos está haciendo realmente este año su primera temporada completa en el nacional… ¡de hecho nunca había competido en el rallye andaluz!

Por lo que respecta a Alex Pais, su tercera posición absoluta en Córdoba es otro magnífico resultado que añadir a la lista cada vez mayor de buenos puestos que viene logrando todo el año con su Mitsubishi de grupo N, en el que apenas ha tenido oposición para llevarse el título por segundo año consecutivo. Y de no ser por el extraño ‘affaire’ del cambio de criterio a mitad de temporada sobre la categoría en que ha de encuadrarse su EVO X N FIA (explicado quedó en la crónica del rallye de Ferrol), suyo hubiese sido también, casi con toda seguridad, ese nuevo título de Campeón de España de Conductores de las categorías 2,3,4 (más información sobre que es esto en la crónica del Orense). En todo caso, gane a final de año más o menos títulos, de estos que, en realidad, sirven más que nada para engrosar el palmarés y, de paso, tratar ‘venderle la moto’ a posibles patrocinadores con poco conocimiento del mundillo, lo verdaderamente meritorio de los Pais (a Alex le copilota su hermano Santi) es su humildad y su capacidad de aprender y progresar. En apenas dos años han pasado del regional gallego a terminar la temporada con opciones incluso de ser subcampeones de España absolutos. Y lo han conseguido sin hacer ruido, a base de trabajo y regularidad, sin llamar tanto la atención como otros pero haciendo muy bien las cosas, con esa profesionalidad que suele ser una de las virtudes más valoradas (se supone) por patrocinadores y marcas.

Y, cerrando ya el capítulo sobre los que un viejo anuncio de Renault denominaba los JASP (jóvenes aunque sobradamente preparados) nos queda hablar precisamente del que pilota un coches de la marca del rombo, Joan Carchat. El siempre sonriente andorrano logró en Córdoba su mejor resultado del año con el Megane N4, un coche nada fácil, como nunca lo son los tracción delantera a la vez grandes y potentes. Pero en los rápidos tramos cordobeses, caracterizados además por ese rugoso asfalto que agarra mucho más de lo que parece, Carchat consiguió sacar el máximo partido al en otros sitios algo ‘perezoso’ Megane para terminar amenazando incluso la tercera plaza y la victoria en grupo N del EVO X de Pais. El cuarto puesto logrado en el Sierra Morena por Joan es un recordatorio de su capacidad para ir deprisa con lo que sea, ya demostrada con creces en sus tiempos del Volant RACC catalán y en su sensacional temporada de debut en el nacional, ganando a la primera la Copa Swift. Pero como en esto de las carreras suele cumplirse, demasiado a menudo, el dicho de ‘vales lo último que hiciste’, el hecho de que la pasada campaña de Carchat fuese decepcionante, con un Porsche que en nada se parecía a los de cabeza, unido a la serie de irregulares resultados de este año con el Megane, hacían que sobre el veloz y espectacular andorrano ya casi empezase a ponerse la etiqueta de ‘otra promesa perdida’. Por ello, su gran rallye en Córdoba no puede llegar más a tiempo para reincorporarle a este pequeño pero ilusionante grupo de pilotos que han convertido al Sierra Morena del 2013 en el rallye de los jóvenes. Ojalá al menos alguno de ellos consiga ‘hacer carrera’ en esta complicada especialidad.
Sólo duró un tramo el retorno de David Pérez, copilotado por Ramírez
Debut en el nacional de rallyes para Aznar-Galán, sextos scratch y primeros del andaluz
Sensacionales cronos de los Reyes, que acabaron séptimos de la general con su 206
El trío de andaluces entre los diez mejores lo completó el EVO de Caballero-Pérez

UNA GALLETA INDIGESTA

El rallye de Sierra Morena llevaba siendo ‘territorio GT’ dos años consecutivos, con victorias de los Porsche de Sergio Vallejo en 2011 y Miguel Fuster en 2012… en este último caso, además, con triplete para los poderosos 911 germanos. Y la edición de 2013 empezaba con el mismo signo, logrando Vallejo el scratch en el primer tramo, aunque bien es verdad que seguido de cerca por la jauría de EVOs que formaban Meira, Pernía y Pons.

Sin embargo, en la segunda especial, salía a relucir uno de los principales puntos débiles, en cuanto a su utilización en rallyes se refiere, del precioso deportivo alemán cuya estirpe celebra este año su cincuenta aniversario. Me refiero, claro está, al hecho de no tener espacio en su angosto maletero más que para una rueda de repuesto de emergencia, la popularmente conocida como ‘galleta’, útil en la vida diaria para llegar, con cuidado, hasta el garaje más cercano cuando sufres un pinchazo… pero todo un problema si estás disputando un rallye y eso de ‘ir con cuidado’ no entra, lógicamente, en tus planes.

La víctima del fatídico (especialmente para los Porsche) pinchazo volvía a ser Vallejo, que cedía casi cincuenta segundos en Cerrobejuelas y, lo que era peor para sus intereses, no tenía más remedio que pararse a cambiar la rueda ‘agujereada’ y montar la estrecha ‘galleta’. Lo cual, con un largo y revirado enlace por delante, seguido de un tramo más antes de la siguiente asistencia, dejaba sus opciones de seguir aspirando a la victoria poco menos que vistas para sentencia. O, al menos, eso pensábamos siguiendo los tiempos online y, de hecho, lo comentábamos por teléfono con nuestros ‘enviados especiales’ en la zona, que se aprestaban a seguir precisamente esa especial que le iba a tocar afrontar al piloto gallego con su Porsche poco menos que ‘cojeando’.

Así que nuestra sorpresa al ver los cronos, con Vallejo marcando el tercer mejor tiempo, era tan grande como la de todos los que sabían lo ocurrido y veían pasar al Porsche a ‘todo trapo’. Evidentemente, algo ‘raro’ había pasado… una de dos, o la ‘galleta’ era de esas ‘de la suerte’ tan populares en los restaurantes chinos o, no hacía falta ser Sherlock Holmes para adivinarlo, había sido sustituida por otra rueda normal… lo que, de hecho, es lo que pasaba, como se puede comprobar en las numerosas fotos y vídeos del muy concurrido tramo de Córdoba que cualquiera puede encontrar por internet. La cuestión era que ya durante el tortuoso enlace entre los tramos 2 y 3,  la ‘galleta’ se había disuelto tan rápido como cuando mojas una de las de comer en ‘colacao’ caliente. Y como, por lo que parece, los primeros de la general habían salido a competir sin que nadie les hubiese marcado los neumáticos, en una censurable negligencia de quien tiene que encargarse de estos temas que abría la veda a posibles ‘chanchullos’, los Vallejo hacían caso a Oscar Wilde en aquello de “La mejor manera de librarme de la tentación es caer en ella”, montaban una rueda ‘normal’ para hacer el tramo y entraban a la siguiente asistencia de nuevo rodando sobre la ya muy ‘masticada’ ‘galleta’.

Por mucho que, según el propio piloto indica en posteriores declaraciones, nadie les hubiese visto hacer el 'trueque', se trataba de una irregularidad más que obvia que les costaba al final del día una fuerte sanción de 20 minutos, contra la que sus quejas en varias entrevistas al respecto me recuerdan a cuando el crío de tres años de mis amigos se come una galleta de la caja que le han dicho que no toque y, para evitar la reprimenda de su padre, que aunque no ha visto la escena enseguida comprende lo que ha pasado, se coge una ‘perreta’ con la que trata de ganarse los mimos de la madre, presentándose ante ella como la víctima del incidente aun teniendo en la boca parte de la galleta a medio ‘zampar’.

Símiles de travesuras infantiles aparte, en estos casos uno entiende que los equipos hagan lo posible por seguir en el rallye, cruzando incluso a veces la línea que separa lo legal de lo ilegal (de sobra sabemos todos que, por desgracia, el tema de las asistencias fuera de la zona permitida está tan o más extendido que el de los reconocimientos fuera de fecha)… pero si te pillan con la mano en la caja de las galletas o, como en este caso, lleno de migas de la que te has comido cuando sabías de sobra que no podías hacerlo (total, ¡como no había nadie mirando!), lo suyo debería ser asumir el error y no sacar a relucir, para desviar la atención del hecho en si, otras cuestiones que igual si se deberían debatir pero que no te eximen en absoluto de la justa penalización, como ha sido el caso de la ya más que indigesta ‘galleta’ del Porsche de los Vallejo en Córdoba.
Victoria en Nacional 2 y novena plaza absoluta para Alonso-Prieto
Pereiro-Penido completaron su mejor rallye hasta la fecha, terminando décimos
Vallín-González se aseguraron el título de Nacional 3 y acabaron once scratch
El Clio R3 de Angel Moisés Cordero y Francisco Ortiz terminó en el puesto doce

AZNAR, LOS REYES Y CABALLERO

Con un título así cualquiera podría pensar que ahora nos va a dar por hablar de política o hasta de historia… pero no, lo que ahora toca comentar, para cerrar este conjunto de minirelatos sobre el 39º rallye Sierra Morena, es la actuación de los pilotos andaluces que, un año más, volvieron a tener notable protagonismo en la única visita del Campeonato de España a la región más extensa de la península. En Córdoba, la numerosa presencia de equipos locales sirvió, como ya viene siendo norma en todas las anteriores pruebas del certamen, para conseguir un número de participantes digno, algo que el nacional por si sólo es incapaz de lograr… y menos aun a estas alturas de campaña, con los presupuestos en las últimas, varios títulos ya resueltos y, encima, sin que el rallye fuese puntuable para la Copa Swift, que suele aportar su buena docena larga de coches.

De hecho, los ‘no andaluces’ eran apenas de 20 de los cerca de 80 equipos que aparecían en la lista de inscritos, de los que más de la mitad no competían en el rallye nacional, estando encuadrados en diferentes certámenes regionales como el Trofeo Pozoblanco o el rallye de regularidad, que entre ellos componían más de la mitad de la participación. Si nos centramos en el rallye digamos ‘nacional’, los participantes eran 38, de los que 3 eran extranjeros (el finlandés Eskelinen y los argentinos Alonso y Bonomi) y los 35 restantes se repartían prácticamente al 50% entre los locales (18) y los del resto de España (17).

Así pues, aunque sólo fuese por número, los andaluces ya se hacían notar. Además, entre ellos había un antiguo ganador de la prueba, el granadino David Pérez, de vuelta un año más al rallye cordobés con su bien conocido Peugeot 207 S2000 y dispuesto a volver a mezclarse con los ‘nacionales’. Pero en esta ocasión David apenas si tenía ocasión de brillar como en ediciones anteriores. Después de marcar el sexto mejor crono en el primer tramo, la mecánica de su 207 le traicionaba en el segundo, que terminaba a duras penas, perdiendo más de veinte minutos para acabar retirándose poco después.

El relevo como mejor andaluz en la tabla lo tomaba entonces un viejo conocido de esta web, el ‘montañero’ José Antonio Aznar, que debutaba en un rallye del Campeonato de España con el Porsche que adquirió a principios de temporada, procedente de los circuitos italianos. El almeriense salía al Sierra Morena con un objetivo claro, luchar por el título de Campeón de Andalucía de Rallyes, para el que la cita cordobesa era la última de la temporada. Para ello, tenía que ganar el rallye del certamen regional y esperar que el líder del campeonato, Pedro Cordero, no terminase entre los tres primeros con su Peugeot 206 ‘Maxi’. Lo primero, lo de conseguir la victoria, dependía de si mismo y quedaba más a su alcance aun con el temprano abandono del Súper 2000 de David Pérez. Así que a ello se empleaba José Antonio con esa ilusión y esa entrega que le pone a las carreras, y que siempre fue una de las claves de sus resultados en la montaña nacional al volante del Audi. Aunque el sábado un amortiguador trasero del GT ‘hacía de las suyas’, Aznar terminaba la jornada como líder del certamen andaluz mientras que su rival por el título, Pedro Cordero, ocupaba una quinta plaza insuficiente para darle el campeonato. Con sufrimiento pero la mitad de la tarea estaba ya hecha.

El domingo, con la suspensión del Porsche ya funcionando como debe, el campeón de España de Montaña 2011 la remataba a la perfección, completando su primer rallye del nacional en la sexta posición absoluta y, lo que era más importante para sus objetivos, se imponía en la clasificación del campeonato de Andalucía. Como, además, Pedro Cordero sólo podía acabar cuarto, el título quedaba definitivamente en poder de un más que contento Aznar, para el que imponerse en el regional de rallyes, en su primer año completo en la especialidad, suponía una importante satisfacción, como bien se puede comprobar en sus declaraciones, y las de su copiloto, Crisanto Galán, recogidas en el vídeo reportaje que Jose y Corsino le grabaron durante el fin de semana.
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Pero, resultados aparte, si un equipo andaluz llamó especialmente la atención en este Sierra Morena, ese fue sin duda el formado por Sergio y José Antonio Reyes, segundos en el rallye del certamen regional y séptimos scratch del nacional a base de hacer auténticas diabluras con su Peugeot 206. El dúo cordobés no sólo encandiló a su afición en los tramos de casa, ‘tirándose’ con enorme fé y un pilotaje realmente espectacular, sino que, además, logró cronos soberbios que le permitieron incluso amenazar al Porsche de Aznar el sábado, cuando el GT iba ‘tocado’ y apenas distanciaba al 206 en un puñado de segundos, mientras ambos ocupaban los puestos octavo y noveno del rallye ‘nacional’. Evidentemente, el domingo Aznar puso las cosas en su sitio, pero Sergio Reyes siguió rodando rapidísimo y mantuvo sin problemas la segunda plaza del certamen andaluz, escalando un par de puestos más en la clasificación absoluta para acabar séptimo scratch y subir al podio como segundo clasificado en la categoría de Dos Ruedas Motrices del nacional, por detrás sólo del inalcanzable José Antonio Suárez.

Además de Aznar y Reyes, otro andaluz acabó logrando un resultado destacado en el Sierra Morena, José Caballero, que completó el podio del rallye regional y, también, junto a su copiloto Antonio Pérez, el trío de equipos ‘locales’ entre los diez primeros de la general del campeonato de España, subiendo además al podio de la EVO CUP como tercer clasificado del monomarca de Mitsubishi. Así que, con tres equipos en el ‘topten’, y todos ellos subiendo a podios nacionales en sus respectivas categorías (para Aznar fue el grupo GT), los andaluces volvieron a reivindicar, como cada año por estas fechas, eso de ‘el sur también existe’ que usábamos como título en la crónica del año pasado para glosar también entonces los buenos resultados en el rallye cordobés de varios de los equipos de la región y la necesidad de que, al menos una vez al año, el campeonato visite la parte más meridional de la península.

Texto: Daniel Ceán-Bermúdez
Fotos: ST Photosportpress