Ya es poco menos que una tradición que nuestro primer viaje del año sea el largo trayecto hasta Villajoyosa, cita ya clásica en el arranque del nacional de rallyes de asfalto. Un trayecto que, por segundo año consecutivo, compartíamos con nuestro colega (¡y sin embargo amigo!) Miguel Díaz ‘Chapi’, de la revista gallega Crono Motor.

Con él nos encontrábamos en Benavente, para desde ahí compartir coche y conseguir de ese modo, tanto abaratar costes (¡que nunca viene mal!) como, sobre todo, hacernos el viaje mucho más ameno a ambos, a base de charlar y charlar de mil y un cosas, casi siempre con nuestra pasión común, los coches, como protagonistas de la conversación.

Además, cerca de Albacete, coincidíamos para comer con los madrileños César y Miguel Angel, los otros dos componentes de esa especie de ‘equipo A’ que hemos formado desde hace tiempo entre los cuatro en los rallyes del campeonato de España, a los que solemos ir juntos y echarnos una mano unos a otros en lo que a buscar sitios para sacar fotos, o compartir material gráfico o noticias se refiere… además de pasárnoslo estupendamente hablando de carreras en las largas horas muertas de cuneta, asistencia o sala de prensa a las que obligan los cada día más absurdos horarios de las pruebas del campeonato de asfalto.

Los cuatro seguíamos ruta ‘en formación’ hasta Villajoyosa, a donde llegábamos justo cuando verificaban ‘los de arriba’ de la lista de inscritos, lo que nos permitía tener ya las primeras imágenes de los nuevos coches o ver los cambios de colores de los ya conocidos, temas ambos que son siempre uno de los alicientes de la prueba inaugural de cualquier certamen. De las novedades que presenta este año el nacional de asfalto hablamos con más detalle en la sección de noticias, así que aquí no me voy a extender en ello. Si acaso, sólo comentar que la lista del Villajoyosa 2010 era de esas que, si la miras con optimismo y ves ‘el vaso medio lleno’, como hacía, por ejemplo, el presidente de la Española, cuando nos comentaba entusiastamente ‘¡que bonito está el campeonato este año!’,  puedes pensar que las cosas van realmente bien pese a la crisis… mientras que si te dejas llevar por un cierto pesimismo (¡o por el optimismo ‘bien informado’ que decía un cantautor argentino!) y ves el vaso ‘medio vacio’, entonces te quedas con que apenas si había poco más de treinta coches en lo que a Campeonato de España se refiere, cifra realmente pobre por mucho que, eso si, la mayoría de ellos fuesen máquinas de buen o muy buen nivel.

El plan para el sábado, en lo que a mi respecta, era hacer las dos pasadas de Ortxeta-Relleu, para luego llegar con tiempo a la asistencia del mediodía y dedicar ya la tarde a moverme entre sala de prensa y parque de trabajo y así ir adelantando trabajo antes del fin del rallye sin por ello perder contacto con la prueba y sus protagonistas. Al tramo accedíamos por el cruce de Aigües, situado justo en su mitad y que marcaba, claramente, el cambio entre la primera zona de la especial, rápida pero no demasiado ancha, y la segunda, aun más rápida debido a su notable mayor anchura y mejor piso, que la convertían en auténtico ‘territorio Porsche’. Algo que, en mayor o menor medida, se extendía al resto del recorrido que, sin el corto pero estrecho y roto Finestrat, se me antojaba más favorable aun al GT que nunca. Así que si el año pasado, aunque fuese al final y con el agua y la elección de gomas de por medio, había ganado Fuster, en su primer rallye con el 911, este año, ya con mucho más rodaje al volante del potente Porsche, el pronóstico, al menos para mi, estaba claro, el rallye debía ser para el alicantino por cuarto año consecutivo.

Con el objetivo de poder ‘escapar pronto’ tras la segunda pasada, decidíamos dejar el cruce para después y el primer tramo del nacional 2010 lo veíamos en una zona realmente rápida, poco apta para mis limitadas dotes de fotógrafo, por mucho que Chapi me prestase una de sus magníficas cámaras. Si en el apartado de imágenes la zona no era muy buena para mi (aunque el mejor material que usaba esta vez me permitía sacar algo después de todo), si lo era en cambio en lo que respecta a ver pasar a los que deben ser principales protagonistas del campeonato este año. Se trataba de una sucesión  derecha-izquierda ‘de fondo’ seguida de otra derecha ya ligeramente más acusada pero igualmente rápida y de tomar ‘con fé’. Todo ello en una carretera de dos carriles, sin arcen, y con piso ligeramente ondulado. Un escenario por el que quien transitaba primero era el Fiesta S2000 del campeón 2009, Sergio Vallejo, en el estreno en competición con su nueva montura. El gallego pasaba evidentemente deprisa pero, como es lógico, le faltaba el aplomo que da el llevar kilómetros con un coche tan diferente del que venía usando las tres pasadas campañas. Una diferencia que era apreciable cuando se comparaba su paso con el del otro S2000 puntero, el Fabia de Hevia, que afinaba más la trazada y mantenía el motor a tope de vueltas con más decisión. Una decisión que en el crono se plasmaba en cinco segundos a favor del asturiano a final de tramo, lo que tampoco era mal resultado para el gallego en este primer asalto entre ambos compitiendo con coches de la misma categoría.

Con Fuster, Hevia y Vallejo apropiándose de los tres primeros puestos (que no abandonarían ya en lo que quedaba de prueba), el resto estaban en ‘otro rallye’, encabezado por los más rápidos de los N+, entre los que Ojeda daba el primer golpe, pero de los que nos impresionaba visualmente el paso de Senra, pié totalmente abajo en la rápida izquierda pese a que el tren trasera de su EVO X amagaba con no querer seguir en la misma dirección que el delantero. Víctor se intercalaba entre el Subaru y el EVO X de Burgo, con los tres abriendo a su vez brecha respecto al resto, encabezado por Lújua con el EVO X ex-Pons, justo por delante de los tres primeros S1600. De estos, sorprendía el crono de Monarri, ya que el Corsa S1600 nunca ha sido un coche que haya destacado, pero las manos del rápido piloto madrileño ponían ese algo más que le faltaba al Opel, parando el crono a apenas tres segundos del Swift de Vinyes, y superando en otros tres al segundo Suzuki, el de Antxustegui, que completaba la lista de diez primeros en el tramo de apertura del campeonato. Una lista en la que, por lógica, debían estar los tres super 2000 restantes. Pero Muñiz se mostraba muy lejos de tenerle tomado el pulso al Fiesta, Jonathan Pérez partía con prudencia tras el golpe del Bierzo y, además, sufría persistentes problemas de frenos, y David Pérez pinchaba y perdía más de siete minutos y toda opción a estrenar su nuevo 207 S2000 con un buen resultado.

Mientras esperábamos el inicio de la segunda pasada, buscando acomodo a la sombra en vista de que el sol mediterraneo empezaba ya a calentar, nos enterábamos, como podíamos, de los resultados en el segundo tramo. Y es que sin cobertura de móvil y con una retransmisión de la radio oficial no excesivamente brillante en cuanto a informar y dar datos, no era fácil hacerse una clara idea. Aun así, los tiempos de los primeros no dejaban lugar a dudas, Sella-Relleu ofrecía más de lo mismo, con nuevo scratch para Fuster, seguido de Hevia a 4.2 y Vallejo a 6.6. El cambio venía tras ellos, con Senra confirmando en el crono las buenas sensaciones que nos había dejado su paso, batiendo en el parcial a Ojeda y superándolo en la general para hacerse con la cuarta plaza, primera entre los N+.

La repetición de Ortxeta-Relleu la seguíamos desde el cruce, no sin sufrir antes los ya clásicos ‘cambios de impresiones’ con los encargados de seguridad de muchos rallyes, que siguen sin tener claro, en su mayoría, qué podemos o no podemos hacer o donde podemos o no situarnos los que, como ellos, vamos al rallye a hacer un trabajo. Al final conseguíamos una solución más o menos ‘de consenso’ y asistíamos al paso de los participantes por el sucio y lento cruce desde la ubicación del coche del radio enlace. Una posición desde la que se observaba la frenada para el acusado ángulo y la salida hacia la rápida zona posterior que había sido nuestro anterior punto de observación.

Aparte de ser un sitio en el que sacar fotos era más fácil, se trataba de un punto ideal para ‘picar diferencias’ y compararlas luego con el resultado al final del tramo. En ese sentido, era llamativo como el mejor en el parcial al llegar al cruce, fin de la zona más estrecha, era el Skoda de Hevia, que transitaba por ahí con aproximadamente cinco segundos de ventaja sobre un apretado grupo formado por el Porsche de Fuster, el Ford de Vallejo, el Subaru de Ojeda y los Mitsubishis de Burgo y Senra, que pasaban todos más o menos en el mismo tiempo, un poco por delante, si acaso, el EVO naranja del ferrolano. Pero en meta, tras superar la segunda y vertiginosa mitad del tramo, el Porsche tomaba de nuevo el mando y en meta Fuster se anotaba su tercer scratch consecutivo, con un tiempo prácticamente calcado al de la pasada anterior y que hacía inútil los esfuerzos de Hevia (que rebajaba casi 12 pero todavía se quedaba a 2.1), y de Vallejo (mejorando 7.8 y cediendo esta vez sólo 9).

El duelo entre los N+ era más cerrado, con Burgo esta vez unas décimas más rápido que Senra, quien seguía liderando la categoría por delante de Ojeda, de largo el más agresivo en el cruce, al que llegaba apurando la frenada al límite y del que salía ‘barriendo’ de forma espectacular. En tierra de nadie iba Lujua, precediendo a los S1600 entre los que ya faltaba Monarri desde el segundo tramo, víctima de una rotura de buje de rueda en su Corsa que dejaba así paso libre a los Swift para conseguir un claro doblete en la nueva categoría de dos ruedas motrices, con Vinyes siempre por delante de Antxústegui. Entre ellos rodaban los S2000 de Muñiz y Jonathan Pérez, lejos ambos aun de conseguir los cronos que sus monturas han de permitirles lograr.

La larguísima pausa del mediodía nos permitía hacer una relajada ronda por las diferentes asistencias, sin que apenas hubiese mucho que contar de todo ello. El mayor sobresalto lo tenía Burgo, con problemas de embrague, lo que obligaba a trabajar a su equipo para sustituir la bomba averiada. También había actividad en torno al EVO de Fran Cima, que sufría problemas de temperatura, lo que disparaba la alarma de la centralita y hacía que el motor funcionase en ‘modo seguro’ (y obviamente, mucho menos potente), durante buena parte del recorrido. A su lado, en la asistencia de Vallín se veía con impotencia el estado de las gomas, talón de Aquiles en el debut de Esteban con el EVO X de producción, ya que el presupuesto va más que justo tras adquirir el coche y, de momento al menos, lo de comprar ruedas nuevas está fuera de su alcance. En todo caso, el de Colunga estaba satisfecho y nos comentaba lo mucho que se estaba divirtiendo con el Mitsubishi, un mundo aparte respecto al Swift de la copa del año pasado.

El vecino de carpa de Vallín era otro asturiano, José Antonio Suárez, quien nos hablaba sobre lo diferente que es el Clio R3 respecto al C2, especialmente en lo que se refiere a lo mucho más deprisa que permite pasar por sitios donde no parece posible ir tan rápido. Enfrente estaba el otro participante en la poco concurrida Copa Renault, el también astur Miguel Arias, al que encontrábamos ‘haciendo la lista de la compra’ para adquirir piezas de recambio de cara a próximas pruebas y, de paso, ir sustituyendo lo que se iba rompiendo, como el escape y el difusor, que le dieron bastante guerra en Villajoyosa.

Tras desear suerte a unos y otros, montábamos la oficina en la sala de prensa y nos disponíamos a seguir el resto del rallye a base de la radio, los tiempos online (por cierto, se agradece la notable mejoría en el interface de www.masrallye.com tras tantos años sin cambiar casi nada) y los comentarios de los pilotos y sus equipos en las siguientes asistencias.

El primer bucle de la tarde traía como primera noticia, una mala: el abandono de Víctor Senra por rotura de turbo en su EVO X. El gallego había completado una magnífica primera mitad de rallye, superando a Ojeda y Burgo y situándose a apenas 15 segundos de Vallejo, lo que le daba incluso opciones de podio (¡y de hacerme acertar mi ‘quiniela’ de la víspera, en la que me atrevía a situarlo tercero, tras Fuster y Berti!), así que la avería era otra de esas cosas tan injustas que tiene esto de las carreras. En todo caso, ahí quedaba la demostración del buen andar de Víctor y de la mejoría en las prestaciones de los EVO X N+ de RMC que Roberto Méndez nos había enumerado antes del rallye y que se centraban, principalmente, en las nuevas (y más resistentes) bielas homologadas por Mitsubishi, la nueva electrónica (que saca, sobre todo, más bajos) y el uso de las suspensiones EXE-TC (la marca que equipa los Citroen WRC oficiales del mundial).

Por lo demás, nada cambiaba en cabeza, con Fuster sumando otro par de scratchs y Hevia poniedo tierra de por medio respecto a Vallejo. Al respecto, la explicación por el aumento de diferencias entre los dos S2000 variaba sustancialmente según a quien preguntases, y es que ya se sabe que cada uno cuenta la feria según le va en ella. Así, en el box de Skoda, a mi pregunta sobre si Berti había apretado más en los dos primeros tramos vespertinos, su responsable técnico, Felipe Arbolyea me decía que si, que el poleso se había empleado especialmente en las zonas de bajada, en su afán de compensar una superioridad de motor del Ford en las zonas de subida, como las de Sella-Relleu por la mañana, en cuya segunda pasada el Fiesta había batido, aunque fuese sólo por una décima, al Fabia. Por el contrario, en el box de Nupel la explicación iba en otro sentido y se basaba en un cambio de reglajes en el coche, haciéndolo más duro, lo que no acababa de funcionar bien aunque servía para sacar interesante información de cara al Canarias… y si hablamos de motores, es el del Skoda el que más ‘tira’, según le comentaba Vallejo a compañeros de otros medios. Fuese como o por qué fuese, el caso es que en dos tramos, la distancia entre Hevia y Vallejo pasaba de 14.2 a 38.8. Y, por lo que los pude ver de ambos por la mañana, y sabiendo además que los tramos de la tarde eran más selectivos, yo pondría más en el haber del pilotaje de Berti que el debe de la presunta menor competitvidad del Fiesta.

La fuerte bajada final de Benilloba-Relleu causaba estragos en los frenos de casi todos, y en ese aspecto el que los que más sufría era el Subaru de Ojeda, que cedía mucho tiempo ante un caprichoso funcionamiento de las ‘anclas’ de su Impreza. Ello permitía a Burgo superarle y tomar el relevo de Senra como cuarto scratch y primero de grupo N+, posición que el experto piloto gallego mantendría hasta el final, en un debut lleno de oficio y eficacia con su nuevo y muy bien presentado EVO X.

El bucle final, ya con el resplandeciente azul del cielo mediterraneo tornando con rapidez hacia tonos bastante más oscuros, no suponía modificación alguna en el orden de los cinco primeros, dejanado sólo la anécdota para la estadística de que Fuster no ganase todos los tramos, llevándose Hevia el último del día. Para el alicantino del Porsche era la victoria final, un triunfo claro, el cuarto consecutivo que consigue en el rallye de casa. Un triunfo que, salvo catástrofe, repetirá en Canarias lo que, de cumplirse el pronóstico, le permitirá llegar al primer rallye norteño, el Cantabria, con un liderato que, a partir de ahí, seguro que los otros dos ocupantes del podio de ‘la Vila’ van a hacer lo posible por arrebatarle. En especial Hevia, que se me antoja a priori como el gran favorito este año, en vista de sus prestaciones en la segunda mitad de la pasada campaña. Vallejo, por contra, pienso que lo tendrá más complicado. Y es que en Villajoyosa ya pudimos tener una primera idea de cuanto contaba a su favor el ‘factor Porsche’, un factor tal como para hacerle estar prácticamente siempre delante de Fuster el año pasado y terminar ahora a casi minuto y medio del alicantino. Evidentemente, Miguel va ya más acoplado al Porsche un año después, y Sergio tiene aun que hacerse con el Fiesta S2000… pero no creo que eso baste para compensar tal diferencia entre los cronos conseguibles por el mismo piloto con una u otra montura.

Con los cinco primeros manteniendo posiciones (y el quinto, Ojeda, nada satisfecho con el efecto de la gasolina Panta en el rendimiento del motor de su Impreza, calzado, por cierto, con Hankook, gomas que también usa el EVO X de Burgo), los únicos cambios entre los diez primeros se produjeron justo tras ellos. La sexta plaza fue, finalmente, para Alvaro Muñiz, lejos aun de los cronos de su jefe de filas pero mejorando su ritmo con el Fiesta S2000 por la tarde para superar, ‘in extremis’, a Lujua (ganador a efectos de la EVO Cup) y Vinyes (primer vencedor en el Trofeo de Dos Ruedas Motrices). El segundo Suzuki, pilotado por Antxustegui, y el Clio R3 de Miguel Arias completaron la lista de diez primeros de la general y el podio de 2RM. El asturiano ganaba, además, el primer asalto de la poco concurrida Challenge Renault, en la que el otro participante, José Antonio Suárez, acabó decimoquinto tras una tarde ‘animada’ por problemas de frenos en las bajadas largas y un pinchazo llegando a meta de Relleu al final de la tercera sección.

Por mi parte, una vez conocidos los cronos del último tramo, quedaba completar el trabajo con una rápida visita al control horario final (de configuración un tanto caótica, con los primeros coches pegados a la pancarta roja en vez de a los preceptivos 50 metros), donde aprovechaba para charlar con los diferentes protagonistas y, de paso, recabar las impresiones de los primeros clasificados para uno de los reportajes que publicaremos a lo largo de la semana en nuestra nueva web www.tvmotor.es, que os animo a visitar y en la que procuraremos hacer un seguimiento, con un estilo digamos ‘más televisivo’, de las diferentes pruebas a las que acudamos este año. Algo para lo que, en este Villajoyosa, hemos contado con la ayuda de Miguel Angel, el padre de César (webmaster de www.asfaltoytierra.com) que hizo de cámara para nosotros a lo largo de las dos jornadas que pasamos por tierras alicantinas. Dos jornadas de esas de mezclar trabajo y placer, que cerramos con una relajada cena en el mismo restaurante de la víspera, y viendo el domingo temprano la F1 en el hall del hotel, antes de emprender ya el camino de retorno del primer (y largo) viaje del año. La temporada 2010 ya está en marcha y ya veréis como, poco menos que sin que nos demos cuenta, pasa volando. Así que como decían los latín-hablantes ‘carpe diem’, vivamos el momento, que, para lo que está cayendo con eso de la crisis, y visto lo visto en Villajoyosa, diría que tampoco estamos tan mal después de todo, al menos en lo que al nacional de asfalto se refiere.

Gasolina, suspensión del Rías Baixas, y unos coches pasando por los tramos. Podríamos decir que ese ha sido el orden que se le ha dado a todo lo que ha ocurrido este fin de semana en el que el nacional de asfalto daba comienzo en Vilajoiosa.

Por un lado está el tema de la gasolina, en el que unos y otros presentan sus argumentos, pero todos coinciden en una cosa, y es que no se puede tomar una decisión tan importante a tan solo diez días del comienzo de un campeonato. Muchos equipos ya tenían comprada la gasolina, y con el nivel de preparación que llevan la mayoría de los coches, la electrónica tiene que tener en cuenta la gasolina para hacer que el motor rinda de forma adecuada, y, sobretodo, para que no sufra un desgaste excesivo.

En cuanto a la suspensión del rallye Rías Baixas, el comentario generalizado era que se pensaba que el rallye saldría adelante, de una forma u otra, pero se celebraría. Muchos hablaban de que es el mejor rallye del campeonato, y personalmente opino que está entre los mejores, por lo que creo que su organización sabrá sobreponerse al revés que supone la cada vez más preocupante falta de presupuesto que tenemos en nuestro deporte.

En cuanto a lo que debería haber sido lo importante, es decir, el rallye, vimos una prueba sin demasiadas sorpresas. Muchos esperábamos ver a los hermanos Vallejo en la lucha, al menos con Berti Hevia, pero está claro que en este momento se encuentra un paso por detrás, ya sea por falta de acoplamiento al coche, o por la falta de rendimiento del mismo. Miguel Fuster estuvo intratable en un rallye que estaba pensado para el, y, por encima de todo, para su coche, puesto que había muchas zonas rápidas, y una de las especiales más complicadas de la prueba, Finestrat, no se disputaba en esta ocasión.

Gran actuación también de Víctor Senra, que quizás forzó demasiado la maquina, lo que llevo al turbo de su Lancer a decir basta, y dejarle a las puertas de un meritorio cuarto puesto, por delante de pilotos con mucha más experiencia, como por ejemplo Enrique García Ojeda, o Pedro Burgo. Tendremos que esperar para ver a pilotos como Jonathan Pérez o David Pérez en todo su esplendor, ya que tanto el uno como el otro mostraron buenas maneras, y una cierta falta de experiencia, agravada en el caso de Jonathan por el hecho de que su coche estaba recién terminado tras su accidente en El Bierzo.

Se echaron en falta esas gotas de lluvia al final del rallye que ya animaron la edición del pasado año, aunque por el bien de nuestro campeonato, espero que esto no sea como la Fórmula 1, donde esas gotas de agua son imprescindibles para ver una buena carrera.

Ahora ponemos rumbo a Canarias, donde de nuevo el Porsche tendrá una clara ventaja, que tendrá que comenzar a defender en la tercera prueba del año en Cantabria.