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'Berti' Hevia, Alberto Iglesias y el Skoda Fabia S2000 se convierten definitivamente en jueces del nacional 2009, tras sumar en Llanes su segunda victoria en tres carreras, que unida al abandono de Vallejo, y la segunda plaza de Fuster, por delante de Ojeda y Pons, configuran una igualadísima clasificación del campeonato a falta sólo de tres pruebas para el final de temporada.
CRONICA

Al igual que el año pasado, el último fin de semana de septiembre significaba, en lo que a mis compromisos de trabajo respecta, coordinar un ‘doblete’ rallye de Llanes-Subida al Coll de Rates, al coincidir de nuevo las dos citas de los nacionales de rallyes y montaña en la misma fecha. Del mismo modo que entonces, y en vista de en la montaña estaba ya ‘todo el pescado’ vendido desde la doble cita gallega del verano, optaba por cubrir ‘en directo’ el rallye llanisco, en el que, además, tenía más clientes en liza, mientras ‘el otro Dani’, que ya me ha ayudado en estos dobletes rallyes-montaña más de una vez, Dani López, de www.rallysur.com, se encargaría de hacerme llegar, vía teléfono y email, toda la información y fotos relativas a la subida alicantina.

Segunda victoria en tres rallyes para Berti Hevia, ¡sin el pinchazo del Príncipe sería una amenaza para el título!

Fuster sacó partido de los rápidos tramos de la tarde para acabar segundo con el Porsche

Ojeda no pudo conservar la segunda plaza pero el tercer puesto le pone líder del campeonato

Además, para que engañarnos, si habéis leído alguna de mis crónicas sobre el Llanes de años anteriores, ya sabréis que le tengo un especial cariño a este rallye, tanto por recuerdos de adolescencia como por, de algún modo, permitirme revivirlos cada año en compañía de mis ‘amigos de siempre’, ese grupito que por avatares de la vida se reduce a medida que trascurren los años… pero que sigue teniendo suficientes ‘unidades’ como para que a medida que el tiempo pasa los lazos entre todos los que lo seguimos formando sean, si cabe, más firmes. Este año, nos juntábamos otra vez casi todos para compaginar ‘mi rallye’ con un fin de semana en la preciosa casita de Puertas de Cabrales que usamos cada año como ‘base de operaciones’, en lo que se me antojaba como una especie de ‘despedida’ del tipo de vida un tanto anclada en la juventud que seguimos tratando de llevar pese a que, versioneando libremente a Serrat, ‘hace ya más de veinte años que cumplimos veinte años’. Y es que, si la ‘naturaleza sigue su curso’ como todos esperamos y deseamos, para dos de ellos la vida va a cambiar pronto, y aunque todo podrá seguir siendo parecido ya no será exactamente lo mismo… así que había que apurar este Llanes 2009 con ellos de forma especial, lo que aumentaba, si cabe, la ilusión porque empezase ese fin de semana en el que, más que nunca cada año, suelo mezclar en la medida de lo posible ‘trabajo y placer’.

Dejando aparte mis motivaciones personales, el Llanes 2009 no estaba exento de alicientes, con un campeonato de España en el que parece que se mantiene esa tónica de las tres pasadas campañas, que se podría definir como la ‘maldición del gran favorito’. Y es que desde el 2006, entonces con Dani Solá como principal candidato al título sufriendo hasta bien avanzada la temporada para enderezar su campaña y hacerse finalmente con el entorchado de campeón, parece que eso de empezar el año en lo alto de la lista de apuestas trae más problemas que alegrías al que le toca en suerte ese papel… aunque al final, lo mismo que Solá hace tres años, Fuster en el 2007 y Ojeda en el 2008 acabasen por llevarse el campeonato… eso si, de forma más apretada de lo que las previsiones apuntaban en Marzo. Siguiendo esa especie de ‘tradición’, en el 2009 los pronósticos de pretemporada daban a Vallejo como máximo favorito, pero una serie de ‘desventuras’ han complicado la vida al gallego, que llegaba a Llanes de nuevo como máximo candidato a la victoria (o al menos ese era mi pronóstico… ¡si no llovía!) y con la necesidad de convertir ese favoritismo en puntos útiles para una cuenta en la que hay aun demasiados pocos resultados, aunque la excelente calidad de ellos (con tres victorias que, en su conjunto, valen por cuatro gracias a los coeficientes 1.5 del Canarias y el Príncipe) le permita seguir siendo quien más opciones tiene para proclamarse a final de año Campeón de España.

Vallejo era el gran favorito a la victoria pero un error en Nueva-Labra le dejó fuera

Xevi Pons volvió a completar un rallye muy gris con el EVO X, acabando en una lejana cuarta plaza

Alberto Monarri encabezó de nuevo el 'segundo pelotón' con el Subaru Imprezza

El de Meira tendría que hacer frente en Llanes no sólo a sus rivales por el campeonato este año, los Fuster (de vuelta al Porsche tras el fiasco del Punto S2000 en el Príncipe), Ojeda y Xevi Pons (más escudero que rival, realmente) sino, también, y casi diría que, sobre todo, a ese ‘juez’ que le ha salido al nacional en su segunda mitad, Berti Hevia con el Skoda Fabia S2000. Al respecto, la sensación que yo tenía, hablando con aficionados y leyendo comentarios en internet, era de una excesiva euforia por parte de la ‘hinchada asturiana’ que, en muchos casos, extrapolaba el rotundo dominio de Berti en el Príncipe a una fácil victoria en Llanes… diría que dejando que la pasión se antepusiese a la razón, porque en esta ocasión las circunstancias se me antojaban bastante diferentes. De hecho, se me ocurrían varios factores en contra de que el de La Pola pudiese repetir la exhibición del anterior rallye asturiano, en el que llevaba un minuto al resto de gallitos del nacional antes del maldito pinchazo que, cosas del lamentable estilo amarillista que impera en las redacciones de deportes de las cadenas de ámbito nacional, le ha hecho salir hasta en los telediarios… en muchos casos tratando el tema con una inadmisible falta de respeto hacia un deporte del que nunca se habla si no es para sacar a relucir accidentes o cuestiones negativas del mismo. Unos factores, volviendo a lo que nos ocupa, que empezaban por el recorrido, con tramos tremendamente rápidos que, sin lluvia, ya se demostró el pasado año que son ‘territorio Porsche’… y para este año el pronóstico meteorológico era, de nuevo, de cielos soleados y pisos secos. Además, sin la ‘motivación extra’ de ‘estar con los del IRC’ y en unos tramos que sus rivales del nacional conocen tanto o mejor que él (y en los que no saldrían al final de la lista, con lo que ello siempre conlleva de peor estado de los mismos), no me imaginaba a Berti dando el 110% como, estoy seguro, dio en el Príncipe… y más teniendo en cuenta que ‘su guerra’ empieza el año que viene, por lo que lo que resta de temporada 2009 tampoco es plan de jugársela más allá de lo estrictamente razonable.

Evidentemente, no por todo esto iba a dejar de estar Hevia ‘en la pomada’, que ‘manos’ y ‘raza’ tiene como para pelear por la victoria cada vez que se pone el casco, pero lo que yo no veía era una repetición de la ‘paliza’ que estaba propinando a los Vallejo, Ojeda y Pons en el Príncipe. Aquí las cosas iban a estar más igualadas… o más bien diría que, de nuevo con el condicionante de ‘si no llueve’, el que partía con teórica ventaja era Vallejo, mientras que a Hevia lo veía más como segundo, ‘incomodando’ al de Meira, mientras Fuster debía aprovechar la potencia de su Porsche para poder con los N plus de Ojeda y Pons, a los que no me daba la sensación que les fuesen a quedar más que las migajas del pastel.

Como siempre, todo esto lo iba repasando mentalmente camino del rallye, costumbre que tengo para ir planteando ya desde el principio lo que luego voy a poner en estas crónicas. Y haciendo mis muy personales pronósticos se me pasaban aun más volando los apenas 45 minutos que hoy día lleva el recorrido Gijón-Llanes… ¡que lejos quedan aquellas casi dos horas que tardábamos cuando de ‘chavaletes’ íbamos para allá en mi baqueteado R8 o en el veterano Ford Cortina del padre de mi amigo Benjamín!

Entrando a Llanes por el acceso provisional al que obligan las obras del deseado tramo de autovia hasta Unquera, atisbaba tras la rotonda las primeras carpas de esa especie de ‘circo ambulante’ que es el nacional de rallyes, que estrenaban nueva ubicación en la turística villa del oriente asturiano. La expansión de la misma permitía el uso para la zona de asistencia de un nuevo terreno en plena urbanización, que aunque no deparaba un entorno muy estético con tanta obra, era, evidentemente, mucho más amplio y práctico que las calles utilizadas en años anteriores. Un rápido vistazo general y ya era hora de acercarse a la sala de prensa, recoger las acreditaciones y encontrarme con César y Miguel, que venían desde Madrid y se alojarían en un hotel rural en las inmediaciones de Cangas de Onís, del que llegaban cuando nos juntábamos para tomar algo antes de la ceremonia de salida. Esta se desarrollaba, como estos últimos años, en la amplia explanada que domina la playa del Sablón, con la novedad de un llamativo montaje dominado por un camión-escenario y en el que destacaba una muy acertada iluminación del podio por el que iban a pasar los coches para el acto protocolario. Algo que, aunque parezca mentira, rara vez tienen en cuenta las organizaciones de los rallyes del nacional, así que es de justicia destacarlo cuando alguien piensa en ello, como era el caso.

Entrecanales optaba a la quinta plaza hasta que una nueva avería de su Porsche le dejó fuera

Carlos Márquez acabó sexto en su estreno al volante de un EVO X plus

Xabier Lújua cosiguió su primer resultado con el EVO X, terminando séptimo

Tras completar el trámite, organizaba con César y Miguel (y con Jose, a través del teléfono), nuestro ‘plan de ataque’ para el sábado, y me disponía a cerrar la parte ‘trabajo’ del día para pasar a la de ‘placer’, que consistía en una cena con ‘la pandilla’, que ya me esperaban en el bar ‘de los percebes y el loro’, dando buena cuenta de una ración del apreciado crustáceo. La suculenta cena en tan estupenda compañía era el preámbulo al desplazamiento hasta nuestra ‘base’ en Puertas de Cabrales, que suponía pasar, ya bien de noche, por lo que, en tiempos, fue el temible tramo de ‘Río de las Cabras’, hoy día ensanchado y con buen piso, pero aun suficientemente virado como para hacerse una mínima idea de su dificultad en ‘los viejos tiempos’, cuando su asfalto era pésimo, la carretera tenía menos de la mitad de ancho y, además, se transitaba por él con los coches ‘de aquellos’.

El sábado, a eso de las 6:45, sonaba ya el despertador. Había quedado con el resto del grupo en Arriondas a eso de las 7:45, de forma que pudiésemos aparcar dos de los coches en el pueblo y seguir los cuatro en uno sólo hasta las inmediaciones del popular cruce de Collía, en el tramo de Torre-Carmen. Uno de esos sitios, ‘clásicos’ del Llanes pero en el que, por aquello de acabar yendo casi siempre a los tramos más hacia el oriente, nunca había estado. De camino a Cangas de Onís, todavía de noche, la bruma era más que intensa cuando circulaba a la altura del desvío hacia la meta de Nueva-Labra, y recordaba como Carlos Márquez, perfecto conocedor de la zona, me había comentado que en Collía era más que probable que hubiese niebla en la primera pasada. Lo comentaba con César, Miguel y Jose, y este último proponía dejar el cruce para la segunda y emprender camino hacia la paella de Andeyes. Un plan que se revelaba como muy acertado ya que, efectivamente, la niebla acababa por ‘envolver’ el cruce y todo el valle, como veíamos desde lo alto, donde, en cambio, el cielo se presentaba perfectamente azul y totalmente despejado… ¡tocaba Llanes seco por segundo año consecutivo! Por no haber, no había ni las típicas humedades de esas tempranas horas de la mañana, y cuando pasaban los primeros y ‘picaba’ tiempos al verlos desaparecer tras la casa que cerraba nuestro ‘plano’, al fondo a la izquierda, el crono empezaba a confirmar mis sensaciones de la víspera: Vallejo transitaba con +1 sobre Hevia, Fuster estaba, más o menos, en el segundo de Berti, Ojeda ya iba con algo más de +2 y Pons estaba en aproximadamente +4. Si aquí los Porsche estaban ‘en tiempos’… ¡por la tarde en los rapidísimos tramos de Siejo y Noriega iban a volar!

Si en segundos esa era la jerarquía al paso por Andeyes, en sensaciones y aplausos ganaban Ojeda, que ‘tiraba’ decidido el Subaru a la entrada de la paella, Vallejo, que controlaba la zaga del Porsche cuando le ‘pisaba’ a la salida del viraje y, sobre todo, Hevia, que dibujaba toda la curva en perfecta cruzada desmintiendo eso de que los S2000 no son espectaculares… algo que ya es ‘leyenda urbana’ para los ‘afortunados’ que visteis a los del IRC en acción y que Berti se encargaba de confirmarme en esos poco metros. Pero el cronómetro no entiende ni de sensaciones ni de aplausos, ni aprecia especialmente el espectáculo, lo suyo son los fríos números y esos decían que en la meta de Carmen los Porsche ya mandaban: el más rápido era Vallejo, seguido de Fuster, a 3.0, mientras que Hevia era tercero, a 3.9, Ojeda se dejaba 4.5 y Pons, en la extraña línea de falta de ritmo que ya mantuvo durante todo el Príncipe, perdía nada menos que 12.4… de nuevo lejísimos de aquellos cronos estratosféricos de Ferrol que no ha vuelto a repetir.

Si en el ‘primer grupo’ dominaban los Porsche, y entre los N plus el Subaru, lo mismo pasaba en el segundo, ya a más de medio minuto de la cabeza, donde el restante GT alemán en liza, el mucho menos evolucionado 911 de Entrecanales, se imponía por más de siete segundos al Impreza de Monarri, que batía con claridad a los EVO X de Lújua y Márquez. Carlos, que había optado por arriesgar y montar gomas más blandas para hacer su tramo favorito, acusaba la falta de kilómetros al volante de un coche mucho más potente y radical que el que usa en la copa de RMC, cediendo más tiempo del que le hubiese gustado en este arranque de un rallye muy especial para él. Por delante de los dos Mitsubishi se situaba un magnífico Jonathan Pérez, que daba un buen aviso a los otros Clio R3 presentes, los de Arias, Palacio y Cima a los que distanciaba respectivamente en 3.9, 11.5 y 11.9, y de los que pronto iba a caer uno, el de Fran, cuyo motor no sonaba ‘redondo’ y tras permitirle acabar, mal que bien, Torre-Carmen, rendiría el alma en Nueva-Labra.

Rallye muy productivo para Jonathan Pérez, 8º scratch, 1º en Junior y R3 y con puntos importantes para el regional

Miguel Arias acabó noveno sin dejar de dar espectáculo

Excelente rallye del cántabro Dani Peña, décimo scratch con el C2 R2

De la segunda especial nos empezaban a llegar ya noticias antes de que acabasen de pasar por delante de nosotros todos los participantes en la primera. Y eran ‘noticias de alcance’, como se suele decir… ¡nada menos que el abandono de Sergio Vallejo! El gallego perdía ligeramente el control de la trasera de su Porsche al acelerar con decisión saliendo de una derecha, y en el consiguiente medio trompo el morro del 911 golpeaba duramente contra la base de hormigón de una señal indicadora situada en el interior de la carretera. El resultado era catastrófico para el de Meira, ya que en el impacto se rompía el radiador y el abandono era inevitable. Vallejo sumaba así su ‘cuarto cero’ del año, lo que le deja ya sin ‘comodines’ en la lucha por el título, para la que cuentan siete resultados, el máximo que podrá lograr si consigue añadir a los muy buenos cuatro que ya tiene, tres más en los tres rallyes que restan.

La retirada del principal favorito a la victoria se me antojaba como un error de esos que ‘cuestan campeonatos’, ya que, aunque evidentemente es fácil decirlo a ‘toro pasado’ y ‘desde la cuneta’, lo suyo hubiese sido ser más prudente en esos tramos de la mañana, los menos favorables al Porsche, para luego asestar el golpe de gracia al nacional en los rapidísimos de la tarde, ‘olvidándose’ incluso de Hevia, cuyo fuerte ritmo acababa de convertirse en un cebo venenoso para el instinto depredador del lobo de Meira. Y es que Nueva-Labra era el único sitio en el que los Porsche debían jugar a la defensiva, como demostraba el scratch de Ojeda, que daba el liderato al del Subaru con 1.2 sobre Hevia y su Skoda, mientras que Fuster pasaba a la tercera plaza, a 8.4, tras ser superado en el parcial por el EVO X de Pons, que seguía cuarto y ya a 17.4.

De nuevo el segundo pelotón ‘calcaba’ los resultados del primero, con los N plus por delante del único GT del mismo, aunque Entrecanales conseguía mantener su posición como ‘primero del resto’, que pasaba a ser la quinta absoluta con el abandono de Vallejo. Tras el bonito Porsche de Eloy, la lucha se presentaba cerrada, con el Subaru de Monarri por delante de los Mitsubishis de Lújua y Márquez, que superaban al Clio de Jony, mientras este seguía poniendo tierra de por medio respecto a Arias.

Mientras todo esto pasaba, nuestro tramo acababa y emprendíamos camino de vuelta al cruce de Collía, donde la niebla ya se iba levantando. En vista de que para grabar vídeo el sitio no ofrecía muchas opciones, Jose prefería retornar unos metros cuesta arriba, hacía la zona donde Miguel había tomado posiciones ya cuando subíamos camino de Andeyes, mientras César y yo nos quedábamos, definitivamente, en el famoso cruce.

Todavía faltaba un buen rato hasta que volviese la acción, el cielo ya estaba perfectamente despejado y la larga espera hasta la segunda pasada se amenizaba con un reparador café caliente y con la asombrosa demostración que nos hacían, a varios de los incrédulos que allí estábamos, de la pulsera ‘power balance’ y sus increíbles efectos para mejorar el equilibrio. Algo que, aunque uno es tremendamente escéptico para estas cosas, no resultaba de ser sorprendente cuando Juanjo ‘Chatriot’, que está bastante más fuerte que quien esto escribe, nos movía con facilidad sin portarla, mientras que tenía que emplearse bastante más a fondo, a veces incluso sin conseguirlo, cuando la usábamos ¡alucinante!

Mario Ceballos volvió a quedar a las puertas de entrar entre los diez primeros

Francisco Javier España fue decimosegundo con su habitual Mitsubishi EVO IX

César Palacio va cogiendo ritmo con el R3 ahora que al menos el coche se muestra fiable

Y hablando de equilibrio, el del rallye oscilaba en la repetición de Torre-Carmen. Con Vallejo fuera, Hevia pasaba decididamente al ataque, se hacía con el scratch, con 3.7 sobre Fuster, y se ponía de líder por delante de Ojeda, cuarto en el parcial y ahora segundo en la general, a 3.5 del asturiano. Fuster se mantenía aun cerca, a 10.9, mientras Pons ya estaba a 20 y confirmaba la tendencia del primer bucle, que le veía camino de acabar ‘en tierra de nadie’, sin poder inquietar a los tres primeros y con ventaja de sobra respecto a los demás, entre los que Entrecanales volvía a ser el más rápido y Monarri batía de nuevo a los EVOs de Márquez y Lújua.

Una vez ‘asegurado el tiro’ con los primeros, que son de los que siempre hacen falta luego más imágenes, aprovechaba el cielo azul brillante sobre el que se recortaban las cimas de los montes cercanos como precioso fondo, para hacer alguna foto con algo más de paisaje que de coches, que no quedaban del todo mal… aunque el cruce no presentaba la imagen mítica de los viejos tiempos, con aquellos muros de gente que se abrían al paso de los vehículos, algo lógicamente impensable en estos días de, a veces, hasta exceso de celo en temas de seguridad.

Con el tramo terminado, nos despedíamos de César, Jose y Miguel, que salían camino de La Tornería, para llegar con tiempo de sobra a su primera pasada, y emprendíamos camino de Llanes para asistir a la asistencia del mediodía. Antes de la misma restaba el segundo paso por Nueva-Labra, que Hevia aprovechaba al máximo para ‘abrir hueco’ sobre el Porsche de Fuster, que sería mucho más peligroso por la tarde. El levantino, que llegaba a Llanes con más confianza en sus posibilidades tras resolver unos problemas de suspensión que habían contribuido a su desastre de Ferrol, se dejaba casi 20 segundos en el tramo más complicado del rallye mientras afilaba armas pensando en las interminables rectas de las especiales de la tarde.

Entre el Skoda y el Porsche se situaban en el tramo el Impreza de Ojeda y el EVO de Pons, con el cántabro llegando a Llanes segundo de la general pero muy consciente de que estaba en el límite, de que ir a por el primero era misión imposible y de que por la tarde lo iba a pasar mal para mantener la segunda plaza. El catalán se acercaba a sólo 1.6 de Fuster pero también sabía que, en circunstancias normales, eso era lo más cerca que iba a estar del Porsche en todo el día.

Un vistazo a las nubes que se iban acumulando sobre la sierra del Cuera añadía incertidumbre a la previsión meteorológica, aunque el cielo seguía azul y despejado sobre Llanes. Si llovía, los N plus seguirían en la pelea y el Porsche se iría para atrás, sino pasaría justo lo contrario y la única incógnita era ver si la presumible remontada del 911 sobre piso seco iba a poder poner en aprietos una victoria que, con Vallejo fuera, todo indicaba iba a ser para un Hevia al que encontrábamos superrelajado en la asistencia, ejerciendo de auténtico padrazo mientras le daba el biberón a su hija.

Aquilino Sánchez no podía faltar en el rallye de casa, completándolo en el puesto 14 con un Clio

Víctor Pérez fue el mejor de los C2 de la challenge Citroen cántabra

Antxustegui volvió al volante del Swift grupo A tras la experiencia del S1600 en el Príncipe

La larga pausa del mediodía servía a todos para reponer fuerzas y prepararse ante lo que quedaba, el nunca fácil La Tornería, con su delicada bajada, y el frenético Siejo-Puertas, con la propina de cerrar el rallye en su ‘variante corta’, Noriega. Con los slicks como monta obligada, ya que pese a la amenaza de las nubes, la lluvia no aparecía, no teníamos esta vez ese siempre interesante juego del escondite entre los equipos para ver que monta cada cual. Así que me centraba más en enterarme de las velocidades punta que permitían los desarrollos de unos y otros, un dato siempre interesante cuando luego hay que afrontar rectas de esas en las que llegas ‘al corte’. Los GT y los N plus iban a  pasar, con holgura, de los 200 kms/h, (228 el Porsche, en torno a 230 los EVO X, 234 el Impreza), lo que superaba en más de 30 lo que podía conseguir un Clio R3 (hacia 185) y en algo más aun a la que permitía el grupo montado en el Fabia S2000, que tenía su techo en torno a los 175. Cifras que ‘meten miedo’ pensando en que se iban a conseguir en una carretera secundaria rodeada de casas, árboles y demás… aunque ya se sabe que para los que se encargan de eso de la seguridad, es peor un cruce lento como el de la chicane de Noriega… ¡sin comentarios!

Mientras los participantes salían camino de Siejo-Puertas, yo me dirigía a la sala de prensa, donde instalaba ya la ‘oficina móvil’ para ir adelantando trabajo mientras se desarrollaban los tramos de la tarde. Ello me permitía, también, seguir de cerca el desarrollo de la Fase A de la subida al Coll de Rates, de cuyos tiempos en directo se encargaba el equipo de Fotomotor.es, cuyo responsable, Gil, es además el jefe de prensa del Llanes y que, con su habitual amabilidad, se encargaba tanto de facilitarnos el trabajo en lo relativo al rallye como de mantenernos informados sobre como iba el esperado duelo Fombona-Ander Vilariño, que se acababa decantando por 23 milésimas a favor del asturiano… ¡que grande eres José Antonio!

Sin radio retransmitiendo el rallye en directo (¡como se echa de menos cuando no la hay!) la pantalla de tiempos de masrallye.com era la única fuente de información para seguir los cronos del primer tramo de la tarde, el rapidísimo Siejo-Puertas, en el que, como era de esperar, la caballería del Porsche de Fuster encontraba el terreno ideal para galopar a sus anchas, marcando el levantino su primer scratch, 3.1 segundos por delante de Hevia y sacándole nada menos que diez a Ojeda, lo que confirmaba los temores del cántabro respecto a sus pocas posibilidades de conservar la segunda plaza.

Pons seguía, a lo suyo, cuarto sin molestar ni ser molestado, mientras que Entrecanales se tomaba un ligero respiro ante el acoso de Monarri, que había llegado a la asistencia del mediodía a sólo 8 décimas pero ahora no podía evitar ceder casi tres segundos en pleno ‘territorio Porsche’  Tras el del Subaru azul, el duelo entre los inmaculados EVOs blancos de RMC se decantaba ahora a favor de Márquez, que iba adaptando el coche a su estilo y rodaba ya con más confianza, lo que le permitía superar a Lújua. A continuación, las jerarquías se presentaban ya muy definidas, con Jonathan Pérez como primer R3 por delante de Arias, y Dani Peña haciendo cronos fantásticos con su C2 R2, que le permitían estar a un paso del top ten y por delante de César Palacio, al que le está costando sacar todo el partido al nuevo Clio aunque va mostrando progresos, sobre todo porque ya está pudiendo rodar con cierta continuidad una vez superados los problemas de fiabilidad de sus primeros rallyes con el coche.

El local Anibal Sánchez cuajó un muy buen rallye y acabó 18º scratch y octavo asturiano con su Peugeot 206

José Manuel Alonso sigue sumando puestos entre los diez primeros del campeonato de Asturias, esta vez fue décimo

José Antonio Suárez sigue pasando con nota todos los exámenes en su primer año en los rallyes, en Llanes fue undécimo de los asturianos

El siguiente tramo era la Tornería, con sus fuertes pendientes tanto en ascenso como en descenso, que acababan poco menos que por compensarse en el resultado final, imagino que con ventaja para el Porsche en el sector en subida, recuperada por el Skoda y el Subaru en el de bajada, ya que los cronos de los tres primeros diferían poco, con Berti haciendo otro scratch, y Fuster arañándole un poco menos de tres segundos a Ojeda en su lucha por la segunda plaza. Una lucha que, como era previsible, se decantaba a favor del piloto del Porsche en el segundo paso por Siejo-Puertas, donde Miguel repetía scratch y esta vez con más ventaja, 4.2 respecto a Hevia y 15.1 ante Ojeda, que le permitían ya arrebatarle la segunda posición, situándose a 23.7 segundos del liderato, distancia que se antojaba poco menos que imposible de recuperar en el bucle final, con sólo dos tramos y apenas ventitantos kilómetros en total.

Por si fuera poco, cuando esperábamos ante la pantalla del ordenador para conocer los cronos del segundo paso por La Tornería, Jose me llamaba desde la cuneta para decirme que la especial se iba a neutralizar debido a que había espectadores mal situados. El efecto de la anulación del tramo era, además, casi del tipo ‘dominó’, ya que mucho del público que estaba en los primeros kilómetros del mismo se apresuraba a dirigirse al que quedaba, Noriega, donde, además, se agolpaban ya bastantes de los que habían estado en las pasadas anteriores por Siejo-Puertas, con el que compartía la parte final. Por la asistencia, a la que había vuelto ya para estar allí cuando llegasen los supervivientes del rallye, circulaba el rumor de que también se iba a neutralizar el último tramo, pero, por fortuna, finalmente simplemente se retrasaba apenas cuatro minutos su arranque y se podía desarrollar con normalidad. De todas formas, en sus algo menos de trece kilómetros no había cambios significativos: Hevia rubricaba su brillante victoria con un nuevo scratch, Fuster confirmaba su remontada de la tarde y ratificaba la segunda plaza, Ojeda no tenía más remedio que conformarse con la tercera, que llevaba como premio el liderato provisional en la general del campeonato, por medio punto sobre Pons, y este cerraba un rallye más que gris con una toque en el que perdía casi dos minutos, aunque su margen era suficiente respecto al ‘segundo grupo’ como para que no peligrase la cuarta plaza.

En el ‘pelotón perseguidor’, Monarri se había quedado finalmente con la quinta posición, cuando el siempre frágil Porsche de Entrecanales ‘tiraba’ todo el refrigerante, forzando a Eloy, tras acabar La Tornería, al enésimo abandono por avería, que frustraba un rallye muy meritorio del siempre simpático cántabro. Su retirada hacía ganar una plaza también a todos los que seguían a Monarri, entre los que Márquez ratificaba su mejora en los tramos de la tarde con dos cuartos scratchs que le permitían mantener a raya a Lújua y hacerse con la sexta posición por delante del vasco.

Completaban los diez primeros los dos mejores R3, con Jonathan Pérez todo el día un paso por delante de Miguel Arias, y el R2 de Peña, que dejaba de nuevo al borde del topten al Subaru de Ceballos, que precedía a otro cántabro más, Javier España, duodécimo con su habitual EVO IX y apenas un minuto por delante del reaparecido Aquilino Sánchez, tan competitivo como siempre y superando con su recién terminado Clio Sport al R3 de César Palacio que tenía algún problemilla en la parte final de la prueba pero, al menos, completaba su segundo rallye consecutivo.

Julio Garriga volvió a causar sensación con su BMW, acabando séptimo a efectos del Campeonato de Asturias con su BMW

El primer clasificado de los numerosos 205 llaniscos fue el del siempre espectacular Alfredo Tamés

El Escort del gallego Gómez fue el único participante de la categoría reservada a los clásicos

Lo ‘tranquilo’ de la tarde en cuanto a cambios en la clasificación o incidencias dignas de atención, me facilitaba tener el trabajo muy avanzado a medida que el rallye iba tocando a su fin, así que cuando este terminaba era cuestión de pocos minutos el completar los textos de los diferentes comunicados y dejarlos preparados para que mi socio Gerald, con su habitual eficiencia y gracias a ese milagro que es internet, se encargarse de ‘distribuirlos’ desde su casa en Redhill, allá por el sur de Londres. Mientras, un telefonazo a mis amigos me permitía aun ‘engancharme’ a la magnífica cena en un restaurante de Arenas de Cabrales en el que habían reservado mesa y a donde llegaba tras otra ‘pasada’ por Río de las Cabras, disfrutando de la conducción de noche y sin tráfico y con esa sensación de ‘deber cumplido’ que siempre resulta tan satisfactoria una vez has completado la tarea. De nuevo el trabajo dejaba paso al placer, que se completaría el domingo, en otro día de principio de otoño que más parecía de verano, con nuestra ya habitual excursión por los alrededores de Puertas de Cabrales, seguida de la no menos ‘clásica’ comida en Covaciella… viendo además, en una generosa pantalla plana, el Gran Premio de Singapur… buena comida, buena compañía, fórmula 1 en la tele… ¡qué más se puede pedir! Sin duda el final perfecto para un Llanes que, personalmente, me resultaba tan satisfactorio como muy especial.

Miguel Angel Blanco se encargó de que la copa Swift se quedase en Asturias sumando un merecido triunfo

El gallego Pablo Rey acabó segundo y se acerca al líder Vallín en la general de la Copa

Otro gallego, Manuel Souto, completó el podio de los Suzuki

La copa Suzuki se presentaba en Llanes como poco menos que el escenario perfecto para que su gran dominador esta temporada, Esteban Vallín, dejase el título visto para sentencia. Personalmente, mis pronósticos eran claros, y daban al de Colunga como ganador, secundado por el otro asturiano de la copa, Miguel Angel Blanco, con el que comentaba precisamente esto el viernes antes de la ceremonia de salida. Y aunque en nuestra conversación el joven y rápido Blanco se mostraba de acuerdo con las jerarquías que definía mi pronóstico, una vez con el casco puesto, su crono en el tramo inicial del rallye, al día siguiente por la mañana, mostraba bastante más ambición. Suyo era el scratch, con nada menos que casi siete segundos de ventaja respecto a Vallín, al que seguían tres gallegos, Souto, Pazó y Rey.

Si el ritmo inicial de Blanco había sorprendido a Vallín pero este podía responder era la incógnita que podría despejar Nueva-Labra… pero que quedaba en el aire. El grupo del Swift ‘verde Asturias’ cedía y Esteban se tenía que ir ya para casa con su primer ‘cero’ del año. El segundo tramo del rallye era también fatal para otros dos aspirantes a las primeras plazas, Pablo Pazó, que tocaba en la delicada sección entre muros, echando una rueda para atrás, y Aitor Fernández, que arrancaba la delantera derecha en un fuerte golpe en una zona rápida.

Con tanta baja y un scratch estratosférico de Miguel Ángel Blanco, que le endosaba nada menos 12.1 a Rey 25 a Souto, la clasificación quedaba ya muy definida, con el asturiano en cabeza, puesto que mantendría, con holgura, hasta el final y que le daría su primer triunfo. Una victoria que viene a confirmar a Blanco como un piloto en el que la rapidez que siempre mostró desde su debut con aquel 205 blanco, empieza ya a ir acompañada de la suficiente ‘cabeza’ que, en ocasiones, le faltaba entonces. Pero, como decía Enzo Ferrari y le comentaba a Fernando Arzumendi, que sigue muy de cerca los pasos del joven piloto asturiano: ‘dadme un piloto rápido que choque … ya aprenderá a no chocar, pero uno que no es rápido ¡nunca aprenderá a serlo!’

Tras Blanco, inalcanzable en este Llanes, Pablo Rey hacía también una buena operación de cara a la general de la copa, sumando un buen puñado de puntos que le acercan a Vallín. Esteban sigue líder, con 98, pero Pablo ya está en 91 y se convierte en una amenaza para las dos pruebas que restan, mientras que Blanco se alza hasta la tercera posición, con 74 y distanciando en catorce al que completaría el podio en Llanes, Souto. La copa Swift, que parecía resuelta, también puede deparar emociones fuertes en lo que queda de temporada. 

Cuarta posición para el madrileño Angel Romo

La quinta plaza se la adjudicó otro piloto de la zona centro, Jorge González

Esteban Vallín sigue líder pero la temprana avería del Llanes le complica el campeonato

De nuevo el milagro de sacar adelante el Villa de Llanes se produce año tras año, gracias al esfuerzo de una escudería pequeña pero perfectamente aleccionada y en el que siempre será protagonista allá donde este Jesús Peña,  que con la presencia de su mujer sigue dejando su  espíritu muy presente. Muchos de aquellos niños-comisario que vimos en sus primeras ediciones ejerciendo perfectamente sus labores, siguen en la organización del rallye y otros cuantos fueron participando en las carreras. Aquella base es la que permite organizar la única prueba del Nacional organizada  en un pueblo, no es un menosprecio, ellos se enorgullecen con ello.

Con el ritmo que le dio su triunfo en Ferrol y el moral del Príncipe este fue de nuevo fue suficiente a Hevia para adjudicarse una victoria dentro del Nacional que, de haber llegado antes su Skoda, estaríamos hablando de un serio candidato al título. Ojeda se lo puso difícil, y cuando el cántabro tenia en la mano la segunda plaza muy importante para sus opciones tras el abandono de Vallejo, también cedía beneficiando a Fuster, que con las pasadas por los tramos de la tarde escaló hasta una posición de la que ni se acordaba ya este año. Inexplicablemente, el arrollador dominio de Pons en Ferrol no ha tenido continuidad tanto en el Príncipe como aquí en Llanes, donde estuvo siempre lejos de optar a la victoria.

A pesar de retener puntos Hevia y Márquez, el mejor de los asturianos con opciones al campeonato fue Jonathan Pérez cada día más rápido y que con los abandonos de Cima y Pardeiro empieza a vislumbrar la posibilidad de hacerse con el de Asturias y de paso el Junior Nacional. Seria todo un logro para un piloto tan joven, sobre el que todos empezamos a formular quinielas sobre su prometedor futuro. Entre los nuestros el infortunio una vez más de Vallin cuando tenía controlada la Copa Suzuki Nacional en las primeras carreras, este abandono le pone las cosas cuesta arriba de cara al final de año. Nos queda el consuelo de ver a otro asturiano, Miguel Angel Blanco, con su victoria sobre Pablo Rey en lo más alto de la Copa.

La extraña sensación de ver como se viene suspendiendo sistemáticamente algún tramo de todos los rallyes del campeonato de España, el caso de La Tornería al menos es muy discutible. Yo creo firmemente que se está haciendo con un objetivo claro de desánimo contra la inmensa mayoría de los espectadores. Las fuerzas del orden son los primeros que tienen que controlar eficazmente los accesos de la gente que llega en el último momento del inicio de los tramos, cuando todo esta en orden desde hace rato, esos que todos conocemos que ven siete de nueve tramos en un rallye y que con su exceso de movilidad crean problemas. El recorrido de este rallye, clásico, demasiado clásico y repetido, necesita un giro, cambios que sean atractivos para todos. Los sitios espectaculares como el cruce de Noriega, la curva final de Torre u otros que todos sabemos ya son parte de los recuerdos. Voy a sumarme a la moda que estamos viendo en algunos rallyes, y dejo una idea en la mesa, un tramo urbano por algunas calles de Llanes, villa que sigue creciendo y permitiendo el nuevo y acertado emplazamiento del parque de trabajo.