De los cuatro tramos del viernes, uno era una corta 'superespecial' nocturna, realizada sobre un circuito de menos de dos kilómetros trazado en los alrededores del FIMO. A diferencia del tramo urbano de Samil, en el Rías, el de Ferrol era 'de pago', con un coste de la entrada de seis euros (cinco en venta anticipada) que incluía también acceso a la zona de asistencia (que como ya es habitual en el rallye ferrolano, tampoco este año era de libre acceso). Personalmente veo bien lo de que las organizaciones puedan tener este tipo de fuentes de ingresos extra, especialmente en estos tiempos en los que tan complicado está conseguir cubrir los presupuestos. Pero, por otra parte, no estaría de más que se ofreciese un poco más a cambio de la entrada de lo que se podía ver en el tramo del FIMO, cuyo recorrido apenas si tenía como puntos de interés las dos rotondas iniciales (especialmente la segunda), mientras que el resto del trazado era lento y tortuoso y estaba mínimamente iluminado a base del escaso alumbrado público de la zona. En conjunto, el montaje del tramo resultaba un tanto pobre, casi todo ello hecho sólo a base de las típicas barreras de plástico de las obras, y con el público situado a distancia gracias al continuo esfuerzo de los comisarios para controlarlo... lo que, de todas formas, no impedía el desafortunado incidente provocado por los trozos de la llanta que Ceballos rompía al tocar un bordillo y que acababan por golpear a un espectador, lo que requería la interrupción del tramo para que la ambulancia entrase en el mismo y atendiese al herido que finalmente no sufría lesiones de importancia.

En Ferrol el objetivo de Berti era más rodar, ver donde podía estar respecto a los GT y N plus y probar de cara al Príncipe que pelear por la victoria, resultado que parecía lejano hasta más allá de medio rallye, entre los cronos estratosféricos del EVO X de Xevi Pons y unos molestos problemas de frenos que no permitían a Hevia rodar con toda la confianza necesaria para buscar los límites al Fabia. Pero tras solventarse estos definitivamente en la última asistencia, y quedar Xevi fuera de carrera, Berti se lanzó a por todas en el bucle final, remontando la diferencia que le llevaba Vallejo para ganar en el último tramo, completando así un debut difícilmente mejorable con el Super2000 checo.

El portugués Mex Machado, al que ya habíamos visto en Ferrol con un EVO, retornaba al rallye gallego con un Porsche GT presentado de forma impecable, tanto en lo que respecta al vehículo como al montaje publicitario alrededor del mismo. El rallye de Mex, que recibía asistencia técnica por parte del Nupel Team, empezaba mal, con problemas en un retén del cigüeñal en el shakedown que afortunadamente se podían solventar antes del primer tramo de la tarde. Tras completar la jornada inicial con cronos discretos que le situaban el 17º de la general, el portugués no llegaba muy lejos el sábado, siendo uno de los muchos que pinchaban en Monfero y abandonando en la siguiente especial, al subir de forma muy preocupante la temperatura del motor de su Porsche.

El resultado de los nuevos pilotos de los Subarus fue muy dispar. Mientras que el joven y siempre fogoso Egoi Eder acababa su primer rallye al volante del Impreza con un fuerte golpe en la penúltima especial, que aconsejaba llevarlo al hospital para una revisión que, por fortuna, no detectaba lesión alguna de importancia, el rápido Alberto Monarri acababa quinto, pese a un toque y problemas con el funcionamiento de los diferenciales, que no le permitían rodar del todo a gusto con el Impreza durante buena parte de la prueba.

Ni Yeray ni Xabier tenían demasiada suerte en Ferrol. El canario era sexto al final de la primera jornada pero el sábado, tras pinchar en el primer tramo, como tantos otros, acababa por abandonar en el siguiente al encontrarse mal su copiloto Samuel Vega, que sufría fuertes mareos. El vasco no encontraba el ritmo el primer día, falto de adaptación al comportamiento del nuevo coche que notaba muy diferente al ‘nueve’ y tampoco pasaba del primer bucle de la jornada final, en su caso por problemas con la caja de cambios.

Mientras que Rico abandonaba pronto y Pais acababa en una retrasada 24ª posición, Ares se convertía en la auténtica sensación del rallye, alcanzando una fantástica cuarta posición absoluta que iba acompañada del premio extra de imponerse en la EVO CUP. Todo ello a base de unos cronos sensacionales, conseguidos además sin abandonar el  siempre espectacular estilo que caracteriza al joven piloto gallego, que ya el año pasado demostró ‘buenas maneras’ en el Desafío Peugeot, y cuya escuela ha sido el autocross tras haber destacado también en aquella selección del ‘Repsol Racing for Spain’ de la que salió Javi Villa y en la que Iván estuvo entre los mejores hasta cerca del final. Sin duda el cuarto puesto de Ferrol ha sido un inmejorable modo de olvidar la frustración que supuso para el de Cambre la cancelación del Desafío Peugeot, cuando ya había adquirido el nuevo 207 luego de un muy importante esfuerzo económico.