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Doblete para el Team Nupel, con Sergio Vallejo haciéndose con la victoria tras enjugar en el primer bucle de la tarde toda la ventaja que su compañero de equipo, Xevi Pons había obtenido en los tramos de la mañana. Con el Porsche de Fuster fuera por avería, el podio lo completaba el reparecido 'Rantur' mientras Vinyes arrasaba a los especialistas europeos de la West European Clio Challenge, para la que el Ourense era también punutable.
CRONICA

Si os soy sincero, la verdad es que tenía muy poquitas ganas de ir al Orense. Por un lado estaba el muy mal sabor de boca que me dejó el Rías, sensación que se fue acrecentando de forma diría que exponencial con las reacciones que suscitó después todo el que podríamos denominar ‘affaire Nupel’ y con la, cuando menos, discutible forma en que se resolvió todo, entre insultos, descalificaciones, amenazas, exclusiones, apelaciones y, finalmente, imagino que negociaciones y acuerdos más o menos tácitos entre los diferentes implicados, para tratar de salir de un ‘barrizal’ en el que nadie debía siquiera haberse metido a poco que se hubiesen gestionado las cosas con un mínimo de ‘saber estar’ desde el primer momento. Después de todo lo visto, oído y leído al respecto, me quedaba claro que el ambiente iba a ser, cuando menos, tenso, y eso es algo que me gusta más bien poco. Por otro lado, este más de índole tan prosaica como personal, no me apetecía nada soportar el fuerte calor habitual en la zona en esta época del año, lo que acrecentaba mi desgana cuando me ponía camino de Orense el viernes a mediodía.

Sergio Vallejo ganó tras remontar en los dos primeros tramos de la tarde toda la ventaja que Pons le había sacado por la mañana

Xevi Pons iba camino de conseguir la primera victoria con el EVO X, pero perdió toda su diferencia en el primer bucle de la tarde

Muy positivo retorno a los rallyes del orensano 'Rantur', tercero en su debut con un EVO X

Además, aprovechando que en esta ocasión tenía menos trabajo que hacer en el rallye que en otras, decidía cambiar mi planteamiento habitual en las pruebas del nacional de asfalto, y en vez de quedarme hasta el final del rallye, el sábado, trabajando por la tarde en la sala de prensa, emprendía ya camino de regreso tras la asistencia del mediodía, y completaba la tarea desde casa, a donde llegaba todavía con el rallye sin concluir a eso de las 8 de la tarde. Y mientras conducía de vuelta a Gijón, hacía un primer balance, no ya del resultado del rallye, que a esas horas no se conocía (¡aunque diría que se podía intuir!) sino de las sensaciones que me dejaba la jornada. Será cosa mía, puede ser, pero cada vez disfruto menos en las pruebas del campeonato de España de Asfalto. Tal vez, para ser justos, en esto habría que tener en cuenta que una cosa es ir al rallye, a pasarlo bien, a ver la prueba como aficionado, y otra, muy diferente, es hacerlo teniendo un mente el trabajo que hay que sacar adelante. Y, claro, aunque yo suelo tratar de ’mezclar negocios y placer’, hay veces que se hace poco menos que imposible… algo que es cada vez más habitual en las pruebas del nacional de rallyes. Porque, haces resumen de lo que va de año y te das cuenta de que cada vez son mayores las trabas para poder hacer el trabajo, entre tanta acreditación, tanta prohibición, tanta normativa, tanta cinta de colores.

En concreto esta temporada, en esto último, lo de las famosas cintas, se está dando, además, la paradoja, de que lo inicialmente pensado para facilitarnos la labor a los que tenemos que sacar fotos a pie de cuneta se está convirtiendo en una complicación adicional. Me refiero a las ’zonas verdes’ destinadas exclusivamente a los medios acreditados y que, en teoría, debían servirnos para tener unos sitios acotados en los tramos donde poder trabajar con seguridad, en las mejores condiciones posibles y sin molestar a nadie. Buena idea, aunque ya se le pueda achacar el primer defecto de coartar la creatividad de los más artistas, que ven limitadas sus opciones a la hora de buscar el mejor lugar (no es mi caso, yo me conformo con bastante poco, ¡que tampoco estoy para presumir de fotógrafo precisamente!), pero que a la hora de llevarla a la práctica se está convirtiendo en todo lo contrario. Primero pero que las ’zonas verdes’ son tremendamente escasas. Segundo porque la mayoría de las veces están colocadas de forma pésima, no ya sólo desde el punto de vista de ser un buen lugar para sacar fotos, por encuadre o iluminación, sino, también, porque ya son bastantes las que vemos en lugares de, cuando menos, dudosa seguridad. Y, tercero, porque con ese de que ’la prensa sólo puede estar en las zonas de cinta verde’, los comisarios y fuerzas de orden público se lavan las manos y, si no hay ’zona verde’, conseguir situarse en cualquier otro lugar, por muy seguro que sea, se convierte en toda una odisea. Al final, uno se pregunta que sentido tiene tanta parafernalia de chalecos, acreditaciones, etc. si para poder hacer ese trabajo por el que pagas tu ‘licencia de servicios profesionales’, te has de pasar todo el día dialogando o discutiendo, según la mayor o menos receptividad de los interlocutores, cuando con una aplicación un poco más racional y flexible de las normas existentes las cosas serían mucho más fáciles para todos. Algo, tan sencillo como que las ’zonas verdes’ de cada tramo las escoja, en cada rallye, un fotógrafo acreditado de la zona, en colaboración con el encargado de seguridad de la prueba, de forma que se puedan aunar los intereses y necesidades de unos y otros. Y, completando lo anterior, que en las zonas donde no hay ’cinta verde’, los medios de prensa debidamente acreditados se puedan situar en los lugares donde están otras personas que también van al rallye a trabajar, sean estos comisarios, guardias, etc. No me parece que sea tan difícil a poco que haya un poco de buena voluntad por solucionar el tema.

Fuster tenía el tercer puesto en la mano pero una avería en su Porsche le dejó fuera pasada la mitad del rallye

Alvaro Muñiz aprovechó al máximo la oportunidad de correr con el segundo EVO X de Nupel, acabando cuarto

Diego Cabanela fue quinto en su primer rallye con el EVO X en especificaciones N plus

Un poco de todo esto me pasaba en Orense, como ya antes me había ocurrido en Villajoyosa, Cantabria o el Rías, y, lo reconozco, contribuía a ’amargarme’ la mañana del rallye. Si a ello le unimos el intenso calor, los largos ’enlaces’ desde Orense a los tramos, lo que me suele agobiar el buscar ‘parking’ en las inmediaciones de las especiales cuando hay tanto coche hacinado en caminos tan estrechos, y la escasa espectacularidad de las zonas en las que vi la prueba (culpa mía esto último, por supuesto) el resultado es que estaba deseando llegar a casa el sábado por la tarde. Pero bueno, tampoco puede uno pretender disfrutar siempre trabajando, eso no deja de ser un extra, así que vale ya de lamentaciones, dejemos ahí el desahogo y mis propuestas al respecto de las ’cintas verdes’ y pasemos a hablar del rallye antes de que os aburráis de leer a este ‘carroza’ al que se le debe de estar amargando el carácter.

Lo malo es que para hablar de este rallye de Orense hay que acabar antes con lo que nos quedó pendiente en la crónica del anterior, cuyo resultado era aun ’provisional’ cuando la escribíamos … ¡y eso que lo hacíamos dos días después de que concluyese! Y es que sobre el Orense 2009 planeaban las consecuencias del penoso asunto del Rías. El principal patrocinador de la prueba era ni más ni menos que Nupel, y tras quedar en suspenso el resultado del rallye vigués, desde la formación patrocinada por la empresa de laboratorios farmacéuticos, se lanzaba el ‘órdago’ de retirada inmediata del equipo y de todos sus patrocinios si el resultado de la investigación abierta por la Federación Española no era de su agrado. Algo que, evidentemente, estaban en su derecho de hacer, al fin y al cabo cada uno invierte su dinero donde lo considera más adecuado, pero que no dejaba de sonar como un intento, que me parecía cuando menos reprobable, de influir en la decisión final de los comisarios. Algo que no sólo no conseguían sino que, me da la sensación, contribuía a hacerla aun más severa… al menos inicialmente. Y es que, cinco días después de acabar el rallye, Vallejo era excluido y, con él, Muñiz, por haberle ayudado en el ya tristemente famoso enlace que llevaba al IFEVI.

La decisión caía como una bomba en la escuadra gallega y las reacciones subían de tono. Aparte de la perfectamente admisible de presentar una apelación (derecho totalmente legítimo), desde su departamento de prensa se daba por segura su salida del campeonato y se disparaba a diestro y siniestro contra federación, rivales y medios de comunicación. Unos días después, llegaba el primer síntoma de que algo ‘se estaba moviendo', cuando apenas unos minutos antes del cierre de inscripción del Orense aparecían en la lista los nombres de Vallejo, Pons … y hasta Muñiz, todos ellos inscritos por el Team Nupel. El siguiente capítulo del ’culebrón’ no tardaba en completarse, cuando la apelación era tenida en cuenta, al menos en la parte de no suponer la exclusión de la prueba, cambiándose esta por una penalización de 30 minutos y una sanción económica. Algo que, a efectos de resultado final de Vallejo en el Rías, seguía siendo un ’cero’, pero con la importante diferencia de poder ser un ‘cero descartable’, algo que no ocurre con una exclusión. Así que, aplicando eso de donde dije digo, digo Diego … o lo de ’rectificar es de sabios’, desde el equipo gallego se cambiaba de forma radical el discurso, y se pasaba de las declaraciones incendiarias a las conciliadoras, se pedían hasta disculpas y se aseguraba la continuidad de los programas deportivos previstos para Vallejo y Pons … ¡la guerra había terminado!

Ocho años después de su última carrera, Marcos Jorge consiguió una meritoria sexta plaza con este EVO IX

En otro rallye lleno de problemas, Alberto Meira pudo al menos concluir séptimo

Un pinchazo en el primer tramo le costó a Paz cinco minutos y toda opción de entrar entre los 10 primeros

Así que, al final, se llegaba a Orense con todos los aspirantes al título en la parrilla de salida … excepto el Subaru de Ojeda, en cuyo programa de este año nunca figuró la cita orensana, como puede corroborar cualquiera que asistiera a la presentación oficial del equipo a principios de año o tenga el dossier de prensa que se entrego entonces con el calendario de participaciones previsto para el Subaru Rally Team Spain. Con cuatro resultados a descartar, cada equipo se hace sus cuentas, y las de la formación cántabra, que tenía que compatibilizar además el traslado de parte del material a Lanzarote para la doble cita del nacional de tierra el siguiente fin de semana, supongo que eran que no iba a merecer la pena el esfuerzo de estar en Orense, un rallye, en teoría, poco adecuado para los motores turbo de los N plus, cuando después pueden venir otros rallyes más favorables. Que, ahora, a posteriori y a la vista del rendimiento del EVO X de Pons en la prueba orensana, se pueda pensar si la decisión fue acertada o no es ya otra historia … pero, evidentemente, a toro pasado siempre es muy fácil dar en la diana.

Además de los habituales del campeonato, la lista inscritos presentaba más de una novedad de interés, de las que, como de costumbre, se dan más detalles en la sección de noticias. Entre los del grupo de más o menos asiduos del nacional, ya faltaba uno desde el día anterior por la mañana, ya que el Nissan de Fombona volvía a dar ’la de arena’, rompiendo motor tras apenas dar cuatro curvas en la primera pasada del shakedown. El gijonés no encontraba forma de reparar la grave avería y se tenía que ir para casa antes de tiempo, en lo que era su segunda expedición ciertamente frustrante de este complicado 2009 que ya se le torció de salida cuando Nissan dio ’carpetazo’ a sus planes para esta temporada.

Cuando a eso de las 8 de la tarde llegábamos a las inmediaciones de la Plaza Mayor, escenario por segundo año consecutivo de la ceremonia de salida, los que si iban a hacer el rallye al día siguiente se alineaban bajo el fuerte sol que todavía lucía sobre Orense. Tras la bienvenida excepción que supuso el tramo urbano de Samil, en Vigo, tocaba volver al habitual y aburrido trámite del paso de los coches por el podio de salida que, al menos, en esta ocasión se realizaba con notable fluidez y sin más ’incidente’ que la no presencia en su orden de salida de los dos primeros de la Clio europea, el francés Mauffrey y el belga Prince, que acababan pasando a toda prisa … ¡cuando ya todo estaba terminado! 

Tras el frustrado debut en Cantabria, José Luis Pelaez pudo esta vez competir y terminar con su EVO X

Carlos Araujo sumó su segunda victoria en la categoría de Producción

A falta del Swift grupo A, Antxustegui salió con la 'unidad laboratorio' de Suzuki y fue segundo de producción

De cara al sábado, consultaba con ’Chapi’, de Cronomotor, y me recomendaba un par de puntos del tercero, el de Beáriz, y hacía allí salía temprano, no sin antes hacer un rápido paso por la asistencia para asegurar unas cuantas fotos de los diferentes participantes, con los coches ’nuevecitos’ antes de la batalla.

En el largo camino hasta la especial, la radio iba haciendo llegar ya las primeras noticias sobre el arranque de la prueba en los tramos de Melón y Avión. Y los cronos de ambos, con Xevi Pons marcando los dos primeros scratch del día con su EVO X, confirmaban uno de los comentarios que más había escuchado a los pilotos la víspera, en los minutos previos a la ceremonia de salida: los tramos estaban muy sucios. El catalán tomaba ventaja sobre su compañero de equipo, Sergio Vallejo, que en la primera especial se veía incluso sorprendido por el otro Porsche en liza, el de Fuster, que le batía por casi cinco segundos, aunque cedía algo más de seis en la segunda. Los dos GT estaban separados por sólo segundo y medio, pero perdían alrededor de 15 respecto al Mitsubishi de Xevi. Tras ellos se perfilaba ya un aguerrido ‘segundo pelotón’ de EVOs, con los X de Senra y ’Rantur, por delante de los IX de Burgo y Meira, a los que seguían otro par de ’dieces’, pilotados por Muñiz y Cabanela. El top ten lo completaba Vinyes, que empezaba ya a tomar ventaja sobre el resto de Clios, tanto europeos como nacionales, en un ’rallye dentro del rallye’ en el que el andorrano no iba a dar opción. Un rallye en el que ya faltaba Jonathan Pérez, tras un toque en Avión en el que rompía un trapecio de su Clio, lo que significaba su inmediato abandono.

Aunque inicialmente pensaba ir a los puntos marcados como dos y cuatro en el mapa del tramo, me daba cuenta de que no iba a llegar a tiempo, así que optaba por repetir en el tres, el cruce de Cardelle, donde el año pasado había sacado unas bonitas fotos con el ’graderío natural’ abarrotado de público como fondo. Lo malo esta vez era que la ’maldición de las cintas’ no dejaba opción a ocupar el lugar desde donde el año pasado habíamos ‘disparado’ junto con un buen número de fotógrafos de los habituales del nacional. Un sitio sin riesgo alguno, a la salida del lento cruce, en el que este año no dejaban ponerse a nadie ’porque para eso está la zona marcada con cinta verde’ … lo malo es que esta no era nada aprovechable, ocupando parte del espacio ocupado el año pasado por el público, totalmente a contraluz, y justo en el sitio donde los coches se abrían para tomar el viraje.

En vista de que allí no había nada que hacer, y de que restaban pocos minutos para el paso del doble 0, optaba por seguir unos metros tramo adelante y llegaba a la siguiente curva, una derecha sucia en bajada, bastante cerrada … aunque también plagada de cinta roja que impedía disparar aunque fuese de lejos y con total seguridad usando el tele, lo que podía haber sido una buena opción ya que no había apenas espectadores y la escapatoria era más que amplia. Pero ya no había tiempo para buscar más así que tocaba conformarse.

Al igual que en el Rías, Bruno Meira rodó al límite con su 206 y acabó 18º y primer grupo A

Segunda plaza en grupo A para otro 206 gallego, el de Javier Gómez

Entre tanto Clio R3 también había un Sport, el de Torres, que terminó vigésimosegundo

El  inconfundible sonido del Porsche de Fuster, abriendo carretera, llegaba desde la parte alta que desembocaba en el cruce, por el que debía de pasar con cautela ya que había despertado muchos más aplausos y vítores la llegada, minutos antes, del ’cero’, el Nissan de Blázquez. El ‘bramido’ del boxer de Stutgart, entrecortado cuando aceleraba camino de nuestra posición, indicaba bien a las claras la ‘pelea’ entre piloto y máquina para conseguir tracción sin perder la dirección correcta al tratar de pasar tantos caballos a un asfalto tan roto, y precedía, en apenas un par de segundos, a la visión del precioso GT alemán aproximándose a ‘nuestra curva’ … vroom, vroom, dos marchas menos, tac, tac, toque al pedal del freno, ligera corrección de volante al salir, tras morder ligeramente el sucio interior, y el primer coche del rallye desaparecía ya de nuestra vista en un abrir y cerrar de ojos … recordándome, de paso, que esto de ver rallyes a pie de cuneta es un poco, al menos en la duración del espectáculo, como asistir a una etapa de una vuelta ciclista: ¡te lleva mucho más tiempo llegar al lugar y buscar el sitio para verlos pasar que el tiempo que luego puedes disfrutar de la visión directa del competidor! Pero, evidentemente, el ‘directo’ también te ofrece sensaciones que la tele nunca da, y ello hace que, unos y otros, aficionados al ciclismo y a los rallyes, sigamos acudiendo a pie de carretera en cuanto se presenta la ocasión.

Mucho más convincente a oído y vista era el paso del EVO X de Xevi Pons, con la tracción total del Mitsubishi siendo más eficaz que la propulsión trasera del Porsche en una zona sucia y estrecha como la que nos encontrábamos, lo que se traducía al final de los 22 kilómetros del tramo de Beariz en otros 10 segundos más a favor del catalán sobre el levantino. Un resultado que daba más mérito al primer scratch del día para Vallejo, que batía el registro de Pons en un tramo no especialmente adecuado para el GT, pero que se podía intuir oyéndole acelerar con más decisión a la salida del cruce y viéndole frenar y reducir unos metros más tarde en nuestra curva, de la que salía también visiblemente más rápido. Bastaban tres tramos para delinear con cierta claridad cual podía ser el desarrollo del rallye: Pons en cabeza, haciendo ‘de liebre’ en los tramos más sucios y tratando de sacar ventaja antes de la llegada de los más favorables a los GT, que vendrían por la tarde, y Vallejo empezando a poner tierra de por medio respecto a Fuster antes de pensar en ir a por la primera plaza que ocupaba su compañero de equipo.

Por detrás del trío de cabeza, ‘Rantur’, en su debut con un EVO X de RMC, cobraba ya clara ventaja sobre el resto de pelotón de ‘mitsus’, aunque si no podía con los GT ahora complicado era que lo consiguiese después, con lo que el cuarto puesto parecía ya su techo … salvo problemas para alguno de los que le precedían, claro. En los tiempos del orensano estaba rodando también Senra, con otro de los ‘diez’ de Roberto Méndez, pero unos inoportunos problemas en los frenos traseros le traían de cabeza, costándole ya a esas alturas una penalización de 30 segundos por retraso en un control, lo que le hacían verse alcanzado por el siguiente grupo, que luchaba por la quinta plaza. Una posición en la que había continuas alternativas ya en tan pocas especiales, y que ahora ocupaba Alvaro Muñiz, con el segundo EVO X de Nupel, seguido muy de cerca por el EVO IX de Pedro Burgo, el X de Senra y el IX de Alberto Meira. Otros dos EVO, respectivamente un X y un IX pilotados por Diega Cabanela y Marcos Jorge, completaban la abrumadora presencia de ocho Mitsubishis en las diez primeras plazas, buena prueba de que los EVO de la marca japonesa son, ahora mismo, los coches que ofrecen mejor relación ‘precio-prestaciones’ si se quiere optar a un buen resultado en una prueba del nacional de rallyes, tanto de tierra como de asfalto.

Tras ver a los 47 supervivientes, sacando fotos que iban de malas a muy malas ¡y hasta peores aun!, retornaba al cruce, donde inicialmente había pensado que tal vez podría hacer la segunda pasada si conseguía ‘negociar’ una mejor ubicación que la ofrecida por la ‘zona verde’. Pero ya según llegaba, tras el paso del último coche, la comisaria me echaba una buena bronca por no esperar al ‘coche escoba’ para moverme (de acuerdo, tiene razón) y, apenas un minuto después, el guardia civil me ponía más verde que su uniforme por haber ido antes tramo abajo en vez de quedarme en la zona marcada para fotógrafos. Estaba claro que allí no iba a haber muchas opciones así que tocaba ‘emigrar’ y aprovechar las más de dos horas hasta la siguiente pasada para buscar un sitio mejor. Así que seguía el plan inicial, retornaba a la nacional, continuaba hasta A Hermida, y desde ahí ya ‘bajaba’ por la OU212, dirección Beariz, hacia a los dos accesos que me había recomendado Chapi el día anterior.

El levantino Vicente Cabanes fue el único superviviente de una poco concurrida categoría de clásicos...

...en la que la gran atracción era el Porsche de Beny, que al menos completó medio rallye

Breve debut con el Clio R3 para el campeón de Asturias, César Palacio

De camino, la radio nos mantenía ‘en el rallye’, con los cronos de las segundas pasadas por Melón y Avión. Si ya a primera hora ambos tramos estaban sucios, ahora, tras el paso de todos los participantes a ‘ritmo de carrera’, lo deberían estar aun más. Algo que indicaba la lógica y corroboraban los tiempos, con Xevi Pons marcando otros dos scratchs y extendiendo su ventaja a casi medio minuto sobre Vallejo quien, a su vez, ya le llevaba más de veinte segundos a Fuster, que se quejaba de un pinchazo en la parte final de Avión. En este último tramo, no sólo el EVO X de Pons batía a los dos GT, como ocurría en Melón, sino que también Muñiz y ‘Rantur’ metían los suyos por delante del Porsche de Vallejo, en ulterior confirmación de que el terreno estaba realmente ‘delicado’ y era más favorable a los 4x4 … o al menos permitía a estos, gracias a su mayor tracción, compensar, aunque fuese por una vez, el acusado déficit de caballos que, aun con la brida de 36, tienen respecto a los muy evolucionados GTs punteros permitidos en el muy particular reglamento técnico del Campeonato de España de Rallyes de Asfalto.

Tras completar mi ‘tramo de enlace’, aparcaba cerca del acceso situado en las inmediaciones de Pascais, donde me esperaba otra zona sucia y estrecha, delimitada por dos pequeños puentes de piedra, aun más estrechos … todo ello ‘adornado’ con más cintas que las que se pueden ver en cualquier ‘escena del crimen’ de esas que salen en las series americanas ‘de policías’ como CSI y similares. Además, todas las cintas eran rojas, salvo una zona marcada como amarilla (permitida al público) situada totalmente a contraluz y, por tanto, absolutamente inútil para sacar fotos … ¡pues si que tengo yo el día eligiendo sitios pensaba! Me fijaba que, justo enfrente del acceso, había una zona elevada como a un metro, en el interior del viraje que, aunque marcada como prohibida, era total y absolutamente segura y, además, permitiría sacar fotos con luz aceptable, publico de fondo … y hasta a la sombra, lo que a esas horas, con los termómetros ya flirteando continuamente con los 30 grados y el sol ‘exprimiéndote’ desde lo alto, era un aliciente añadido. Así que me decidía a ‘negociar’ con los comisarios del cruce, y estos se mostraban bastante más comprensivos, accediendo a consultar con los encargados de seguridad cuando pasasen por allí. Minutos después, el Adjunto de Seguridad se paraba delante de nuestra posición y nos daba el OK para ponernos en la parte alta del interior del viraje así que, al menos, podría tanto tener una buena visión de la entrada al primer puente desde la curva anterior como sacar alguna foto medianamente digna ¡menos mal!

La zona no ofrecía especiales alicientes en cuanto a espectador: demasiado lenta y con los dos puentes tan estrechos en el medio era de esos sitios donde se puede perder mucho más de lo que hay a ganar, así que apenas hay nada que comentar en cuanto al paso de los diferentes protagonistas. Si acaso, que Vallejo era el que más apuraba la frenada para la izquierda que daba paso al primer puente, levantando incluso la rueda interior delantera en el apoyo, o que Burgo era el que, a tenor de los vítores del público, más se debía cruzar a la salida del segundo puente, que quedaba ya fuera de nuestro campo visual y que se encontraba sobre piso muy sucio y con un pequeño reguero de agua cruzándolo. Lugar hacía el que minutos antes se habían dirigido dos de los fotógrafos habituales del nacional, el asturiano Chancha y el andorrano Pino, en busca de alguna cruzada como la que el ‘Mitsu’ naranja imagino les obsequiaba.

El scratch de este último tramo de la mañana era para Pons, seguido por Vallejo, que había sido el más rápido, aunque fuese por poco, en la primera pasada. De nuevo los cronos de ambos eran muy similares, con sólo cinco décimas a favor de Xevi que le permitían llegar a mitad de rallye con medio minuto de ventaja y con la duda de si bastarían para contener el presumible ataque del Porsche en los más rápidos y menos sucios Cañon do Sil y San Pedro de Rocas … teniendo en cuenta, además, que el calor seguía apretando, el mercurio de los termómetros subiendo y, con ello, las prestaciones de los motores turbo como el del EVO X debían sufrir su correspondiente merma.

Un amortiguador roto dejó fuera a Burgo, que tampoco estaba brillando con el EVO IX

Víctor Senra se quedó tirado en el penúltimo enlace cuando era cuarto de la general

Al igual que en Cantabria, el Subaru de Rubén Gracia volvió a durar poco en carrera

Pero, por lo que a mi respecta, para tener respuesta a esa duda iba a tener que esperar unas cuantas horas. Porque tras completar la ronda por los diferentes equipos en la asistencia del mediodía emprendía ya camino de vuelta a casa y, aunque llevaba sintonizada la emisora del rallye, salía de su radio de acción justo unos pocos minutos antes de que los primeros completasen los 22 kilómetros del tramo tal vez más emblemático del rallye orensano, el del Cañón do Sil.
Así que, cuando a eso de las siete y media de la tarde llegaba a casa y me conectaba a la página de tiempos on-line, al ver como Vallejo le había sacado nada menos que 25.8 a Pons en ‘el cañón’ y otros 18 en San Pedro, no sólo enjugando toda la ventaja de Xevi sino pasando ya a liderar con un margen de 14.1 segundos, mi primer pensamiento era: ¡los de Nupel sacaron la ‘pizarra’! … lo que, dicho sea de paso y antes de que nadie lo interprete como una crítica al equipo gallego, me parecía perfectamente legítimo. Al fin y al cabo esto es el nacional de rallyes, no la fórmula 1, así que aquí no están prohibidas (¡que yo sepa!) las tan denostadas y, muchas veces, tan necesarias, ‘órdenes de equipo’, con lo que cada formación puede ser muy libre de decidir la posición en acaban sus pilotos en función de los intereses que sean. Pero la retransmisión de la radio vía Internet aportaba otra explicación: ‘mala elección de gomas por parte de Pons’ … lo que, sin estar allí para poder verlo por mi mismo, ni tener más datos, imagino que será lo que paso … al fin y al cabo, si hubiese habido ‘órdenes de equipo’ tampoco era necesario ‘disimular’ al estilo F1.

Además del cambio de líder, había otra novedad importante en las primeras plazas, faltaba Miguel Fuster. El Porsche del valenciano sufría un problema de transmisión que, al parecer, ya venía arrastrando desde media mañana, y  quedaba fuera de combate en el primer paso por Cañón do Sil. Sin Fuster, el tercer escalón del podio quedaba libre y, de inmediato, se lo apropiaba ‘Rantur’, que se había mantenido toda la mañana no muy lejos del Porsche y con una distancia de seguridad respecto al resto de EVOs del que podíamos denominar ‘pelotón perseguidor’. Un pelotón que, en realidad, se había ido rompiendo al caer, sucesivamente, Burgo (abandono por amortiguador roto), Senra (más problemas de frenos que desembocaron en tener que apurar el ritmo en un enlace … ¡y quedarse sin gasolina!) y Meira (manguito de admisión suelto aunque, al menos, seguía en carrera). Con todo ello, ahora el cuarto era Muñiz, a más de un minuto de ‘Rantur’ y, a su vez, con margen similar sobre Cabanela, todos ellos con EVO X. A cerca de medio minuto de Diego estaba el primer EVO IX, el de Marcos Jorge, y tras él ya aparecía el mejor Clio, el de Vinyes, sobre cuyo rallye y el de sus rivales en las copas europea y nacional de los R3 se dan más detalles en el correspondiente apartado al final de esta crónica.

El último bucle, vivido desde casa y a través de una retransmisión radiofónica hecha demasiado ‘desde el estudio’ para nuestro gusto, daba para novelar poco al respecto. Una vez montadas unas gomas más blandas y más adecuadas al estado del terreno, Pons bajaba de forma espectacular sus cronos de las pasadas anteriores, secundando a Vallejo en la segunda por el ‘cañón’ y cerrando el rallye con un espectacular scratch en ‘San Pedro’, tras marcar un tiempo casi 9 segundos mejor que el del Porsche de su compañero de equipo, lo que dejaba la diferencia final entre ambos en sólo siete segundos a favor de Sergio. Para el de Meira se concretaba así una victoria poco menos que imprescindible para mantener sus opciones en el campeonato, y para su equipo el resultado era simplemente perfecto, doblete con Pons segundo, cero para Fuster por abandono, cero para Ojeda, que no participaba… y, para completar, Alvaro Muñiz cuarto con el segundo EVO X del equipo, con sólo la unidad de ‘Rantur’ impidiendo un podio 100% Nupel.

Tanto Cabanela como Marcos Jorge conservaban sin problemas sus quinta y sexta posiciones, mientras que Meira, en un apurado sprint final y pese a llevar el puente trasero tocado, superaba a Vinyes para terminar séptimo, quedando los tres puestos restantes entre los diez primeros para los Clios más rápidos, los de Vinyes, Princen y Maufrey.

Con todo ya terminado y el relax que supone siempre trabajar tranquilamente en casa, me daba hasta tiempo de acabar toda la tarea y todavía incorporarme a la habitual cena de los sábados con ‘mis amigos de siempre’. Y es que no todo van a ser rallyes en esta vida, especialmente cuando no lo has disfrutado en exceso como me ocurrió con este Orense 2009. Cosas mías, en todo caso, ya que luego comentas con más gente que estuvo por allí y si que hubo muchos que se lo pasaron realmente bien, lo que le da a uno esperanzas de haber tenido, simplemente, ‘un mal día’ … así que el objetivo es retomar el gusto por el nacional de asfalto en su siguiente cita, en Ferrol. Buen sitio para ello ya que suele ser uno de los rallyes en los que mejor me lo paso cada año. Allí llegará además el nacional realmente abierto, con lo que alicientes hay de sobra para ser optimista: aunque el del 2009 no sea, por muchas causas, el mejor campeonato posible, tampoco está mal y hay que tratar de ser positivo y procurar disfrutarlo ¡prometo intentar hacerlo en sus próximas pruebas!

Joan Vinyes dio todo un recital y se impuso tanto en la Clio europea como en la nacional

El mejor de los Clio extranjeros fue el del belga Cris Princen, que acabó a un minuto de Vinyes

El podio de la West European Clio lo completó el francés Eric Maufrey

Una de las grandes novedades del Ourense 2009 era su puntuabilidad para el Clio R3 West European Trophy, versión internacional de la copa que Renault organiza en el nacional de asfalto con los Clio R3. Ello atraía al rally orensano a cinco de los participantes en este certamen, entre los que estaba el español David Nafría y cuyos máximos exponentes eran el ganador de la primera prueba del año, el belga Kris Princen, y el veterano piloto francés Eric Maufrey. La 'expedición extranjera' la completaban el campeón holandés, Jan de Winkel y el irlandés Tom Doyle, que junto a los habituales de la Clio española y a la incorporación a la misma del campeón de Asturias César Palacio, elevaba nada menos que a 11 el número de R3s de Renault en el rallye. Once coches que acababan por salir juntos, pese a que en la lista de inscritos estaban separados en dos grupos, con los de Vinyes, Pérez, Arias y Cima partiendo mucho más adelante, algo que no gustaba a los europeos, que se quejaban del tema y conseguían que se cambiase el orden de salida.

La presencia de los foráneos tenía además el aliciente de extra de comparar su rendimiento con el de 'los nuestros', una comparativa no del todo justa, ya que la reglamentación de la Clio nacional es algo más restrictiva en temas como las gomas, que la europea, cuya normativa es bastante más flexible. En todo caso, ya desde el primer tramo se pudo ver que Vinyes no estaba dispuesto a que nadie, fuese español o extranjero, le siguiese el ritmo. El andorrano le metía, al que menos, un segundo por kilómetro en Melón, obtenía también diferencias abultadas en Avión, y tras marcar el scratch también en Beariz cerraba el primer bucle ya cómodamente en cabeza, dejando claro que la victoria iba a ser suya y trasladando la emoción de la Copa a la lucha por la segunda plaza, en la que Miguel Arias se defendía como un jabato ante los dos mejores 'europeos', Princen y Maufrey, estando incluso por delante de ellos tras los dos primeros tramos, aunque en el tercero ya debía de ceder ante el fuerte ritmo que marcaban ambos, por primera vez ya en los cronos del inalcanzable Vinyes, sumando además 10 segundos de penalización a la salida de la asistencia que le distanciaban algo más de la lucha por el podio.

A continuación, Fran Cima encabezaba el segundo grupo, a medio minuto de Arias con similar ventaja sobre Mantecón, que era sexto por delante de Nafría, que había empezado con mal pie pero pronto iba a escalar posiciones. De todas formas, peor le había ido ya a Jonathan Pérez, fuera en el segundo tramo tras un toque.

En el segundo bucle, Vinyes sumaba dos scratch más, ya con diferencias menos abultadas, y Princen estrenaba su casillero de victorias parciales en la segunda pasada por Beariz, en la que también Mauffrey cosneguía ganar por primera vez a Joan, llegándose a la asistencia del mediodía con el andorrano como claro líder, seguido del belga a 25.3 y el francés a 41.7. Arias ya estaba más distanciado, a 1.13 y la única lucha que parecía quedar para los tramos de la tarde era entre Nafría y Cima, con el veterano ex-ganador del Desafío Peugeot superando al joven campeón Junior justo al final de la mañana.

El tercer bucle no cambiaba nada, con otros dos mejores cronos de Vinyes, que seguía aumentando su ventaja, y confirmaba su clara victoria con los dos restantes scratchs, de nuevo con diferencias realmente notables en Cañón do Sil, donde en ambas pasadas sacaba cerca de 20 segundos al más cercano en las dos ocasiones, Mauffrey. El francés trataba de acercarse a Princen, pero el belga mantenía bien las distancias y acaba finalmente segundo, eso si, ¡a casi minuto y cuarto de Vinyes!

La lucha por la quinta plaza, en cambio, si acababa produciendo variaciones. Cima acertaba por fin con las gomas en el último bucle, tras llevar todo el día unas demasiado duras que no le daban buen resultado, y se acercaba a Nafría, aunque parecía difícil que lo alcanzase. Pero un pinchazo del catalán en el último tramo dejaba vía libre al asturiano para ser quinto, ganando un puesto también los otros dos supervivientes, el holandés De Winkel y el portugués Oliveira.  

Miguel Arias fue el segundo entre los Clio R3 españoles

Fran Cima completó el pofio de la Challenge Clio R3 nacional y ganó entre los Junior

En su reencuentro con los rallyes del nacional, Nafria era quinto entre los Clio hasta el último tramo

Se dice que tras la tempestad siempre viene la calma, y aunque parece que en algún momento la cosa se puso fea, finalmente el equipo Nupel regresó al Nacional, lo que indiscutiblemente es una buena noticia: Sin ellos, este Rali de Ourense hubiera tenido poco más aliciente (o tal vez casi el mismo) que uno del Gallego. Además esa ausencia que no se produjo nos hubiera obligado a rebuscar en el archivo, para ver cuándo fue la última vez que Sergio Vallejo no salió a un rali del nacional de asfalto. Porque así a bote pronto, yo no me acuerdo…

Xevi Pons demostró su nivel pero, por encima de la indiscutible rapidez del “gallegocatalán”, también me da la impresión de que los Evo X comienzan ya a mostrarse claramente superiores a los IX (esto siempre es así, pero suele pasar un tiempo de evolución en el coche) y que concretamente el de Calm es el mejor “N plus” del campeonato. En Alicante me gustaron mucho los Subaru, pero ahora ya dudo de esa impresión inicial.

Sobre las supuestas órdenes de equipo, yo no creo que las hubiese. Pero Pons tiene que espabilar, porque la publicidad es nefasta: con ese sponsor en el lateral del coche, queda muy mal que a un piloto le fallen las gomas, más aún cuando en Canarias ha quedado por detrás de Concepción.

Con una gran remontada y pulverizando records por la tarde, Vallejo se mete en el campeonato con una victoria que tiene especial valor, ante la ausencia de Ojeda y el “0” de Fuster, que rompió un palier. La cosa se anima para Ferrol...