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El nacional de rallyes de asfalto se inició en Villajoyosa con un desenlace calcado al del año anterior: victoria 'in extremis' de Miguel Fuster, que esta vez superó en el último tramo a Xevi Pons.
Tercero acabó el gran protagonista del rallye, Manuel Aviñó, a apenas 15 segundos tras perder más de dos minutos por la mañana luego de pinchar y tener que hacer dos tramos con la 'galleta' de repuesto montada en su Porsche.
CRONICA

Tras unos cuantos meses sin ‘darle a la tecla’ en lo que a esta web se refiere, ya iba siendo hora de iniciar oficialmente la octava temporada de ‘cita’, en la que trataré de nuevo de haceros llegar mi visión de las carreras a las que acuda a lo largo de una temporada que se presenta larga y llena de incógnitas por culpa de la ya tristemente famosa crisis. Una visión que, como viene siendo mi costumbre, sobre todo en los últimos tres o cuatro años, trataré de que sea lo más personal posible, aun a costa de que se aleje tal vez demasiado de lo que se puede esperar de una crónica escrita para un medio como internet, en el que la inmediatez y la brevedad suelen primar frente a la reflexión y la extensión. Pero como ya sabréis los que sigáis con más o menos asiduidad esta página, lo que trato ante todo es de disfrutar escribiendo, de distanciarse de los relatos ‘políticamente correctos’ y de haceros llegar lo que fue mi experiencia siguiendo la prueba más que limitarme a contar sólo los pormenores de la misma.

Y para empezar los reportajes del 2009 he acabado eligiendo el inicio del nacional de rallyes de asfalto en Villajoyosa, aunque no haya sido esta la primera prueba a la que he asistido este año, ya que hace quince días ‘debuté’, en lo que a ‘cuneta’ se refiera esta temporada, con el arranque del campeonato de tierra en Palma del Río. Pero, aunque mi intención era haber ‘reabierto’ la web entonces, añadiendo la novedad de hablar también este año sobre las pruebas ‘del otro nacional de rallyes’, al final el tiempo se me echó encima y en vista de que ‘penalizaba’ por retraso, acuciado por una serie de proyectos de esos que no se pueden aplazar porque son los que ‘dan de comer’, he acabado por arrancar ‘cita 2009’ con este reportaje sobre la 19ª edición del Villajoyosa que espero tengáis la paciencia de leer hasta el final.

Por tercer año consecutivo Miguel Fuster se llevó la victoria en el rallye 'de casa'
(foto Miguel Díaz www.cronomotor.es)

Xevi Pons y el team Nupel no acertaron en la elección de neumáticos para el último bucle y tuvieron que conformarse con la 2ª plaza
(foto Miguel Díaz www.cronomotor.es)

Aviñó era líder con un minuto de ventaja cuando un pinchazo le hizo perder más de dos ... y aun así todavía acabó tercero a sólo 15 segundos

De entrada, si os digo que mi viaje a tierras alicantinas empezaba recogiendo cerca de Oviedo a Fernando Alonso, de la Renault, pensareis que he perdido definitivamente el juicio … pero el caso es que ese era precisamente el arranque del fin de semana, a primera hora del viernes … aunque, claro, el Fernando Alonso ovetense de la Renault con el que me encontraba en Lugones no era el bicampeón mundial de fórmula 1, a esas horas ya pilotando su R29 en Melbourne, sino el responsable técnico del equipo de Fran Cima, con el que íbamos compartir viaje y al que espero no importe la mención en estas líneas … pero es que con tal coincidencia de nombre, apellido, localización y empresa con su famosísimo tocayo ¡no he podido resistirme a no comentarlo!

Acostumbrado a los viajes en plan ‘cowboy solitario’, este largo trayecto Gijón-Villajoyosa iba a estar amenizado no sólo por la compañía y la amena conversación de Fernando sino, también, por la del ‘colega y sin embargo amigo’ Manuel Díaz ‘Chapi’, de la CronoMotor gallega, con el que nos encontrábamos en Benavente para, a partir de ahí, hacer el resto de viaje juntos en su coche, algo más espacioso en cuanto a maletero que el mío para acomodar el equipaje de los tres ocupantes. Así que, charlando sin parar de rallyes, fórmula 1 y demás temas relacionados casi siempre con las carreras (¡que pesados nos ponemos hablando ‘de coches’ los aficionados al motor) las cerca de nueve horas y mil kilómetros de viaje pasaban realmente rápido.

A eso de media tarde ya estábamos en pleno centro de Villajoyosa dando una primera vuelta por el parque de asistencia, donde destacaban los vistosos montajes del Team Nupel y del Subaru Rally Team Spain, que estrenaba aquí la nueva carpa llena de ‘detalles mundialistas’ en la que se notaba, muy mucho, la mano de Tony Sánchez, siempre a la última en todo lo relacionado con la organización y la logística que requiere un equipo de rallyes del siglo XXI.
Mientras sacábamos allí las primeras fotos nos encontrábamos con César, de la web asfaltoytierra.com, y su padre Miguel, con los que solemos compartir últimamente buena parte de nuestras ‘horas de cuneta’ en las pruebas de los nacionales de rallyes. Por si no hubiese tenido bastante con los más de mil kilómetros que se había metido ‘entre pecho y espalda’, ‘Chapi’ proponía que, en vista de que faltaban todavía un par de horas para la ceremonia de salida, había tiempo de hacer una pasada por los tramos de la mañana en busca de buenos lugares para hacer fotos. Así que los cuatro salíamos camino de Sella para reconocer tanto Sella-Relleu como Relleu-Orxeta, respectivamente segundo y tercer tramo de las dos primeras secciones.

Como es habitual en víspera de un rallye, y más cuando es el primero del año, en estos momentos del día anterior la conversación suele girar en torno a pronósticos para el día siguiente y el resto de la temporada. Y aunque la incógnita en cuanto a las posibilidades de los grupo N plus estaba en el aire, yo me mostraba bastante taxativo en cuanto a apostar por los GT, algo que me reafirmaban los kilómetros iniciales de Sella-Relleu. Una zona en subida, con carretera de dos carriles y buen piso, llena de rápidas enlazadas en la que, bromeaba, “¡si sólo falta poner señales que digan: territorio Porsche!”. Mi apuesta por los 997 la trataban de rebatir César y ‘Chapi’ apoyándose en los cronos del año pasado en estos tramos, con muchas partes como la que venía tras el cruce de Relleu: de carretera mucho más estrecha, rota y virada, en la que los N plus (y los S2000 … ¡si hubiese alguno!) deberían encontrarse mucho más a gusto, por tracción y bajos los primeros, por agarre y agilidad los segundos. Y aunque, evidentemente, eso es así, mi sensación era que la ventaja de los Porsche en las zonas como la primera de este tramo es mayor que la de los N y los S2000 en terrenos como el de la segunda, donde los GT (bueno, para que engañarnos, ¡el Porsche!) tampoco es que se defiendan mal precisamente, como ya vimos el año pasado repetidas veces … y más a medida que avanzaba la temporada y la evolución del 997 de Nupel se fue acelerando hasta desembocar en la segunda unidad con la que los Vallejo acabaron el año. Todo esto, claro, sin contar con que el pronóstico que hablaba de 85% de posibilidades de lluvia para el sábado, se cumpliese, lo que parecía altamente improbable a esas horas del viernes, con sol y cielos absolutamente azules y despejados, pero que de suceder podía alterar drástricamente la situación y dar, entonces si, ventaja a los 4x4 sobre los 'traseras'.

Tras completar nuestro particular ‘shakedown’, retornábamos a ‘la Vila’ a tiempo de sacar las fotos de la ceremonia de salida y, a continuación, cenar no muy tarde … aunque si lo suficiente como para la cocina del hotel Eurotennis, mi ya habitual base de operaciones en este rallye, ya estuviese cerrada, por lo que hubo que volver a coger el coche y ‘repostar’ en un restaurante situado en las cercanías.

El sábado, mientras César y su padre optaban por darse el gran madrugón para ir ya a Finestrat, que empezaba a las 7:36, Chapi y yo decidíamos dormir un poco más y empezar con el cruce del pantano en la parte final de Relleu-Orxeta, por donde el paso del primero sería a una hora algo más ‘razonable’, a eso de las 8:45.

De entrada, lo de la lluvia que anunciaban los meteorólogos, parecía muy lejos de cumplirse, el día amanecía sin una nube y el sol empezaba a tratar de calentar la fresca mañana primaveral mientras, de camino, la radio ya nos contaba lo que acontecía en el siempre complicado Finestrat, un tramo corto pero en el que las diferencias suelen ser mayores de lo habitual para una especial de apenas 9 kilómetros. Un tramo, en teoría, más favorable a los N plus que a los GT … pero en el que estos ya empezaban mandando … ¡y con sorpresa! Sorpresa porque el mejor crono, aunque fuese por sólo una décima, no era para el Porsche de Vallejo sino para el de Aviñó, que iniciaba lo que iba a ser un rallye sensacional.

A continuación, cediendo 2.9 segundos, se clasificaba el primero de los N, el Subaru de Ojeda, pese a que su piloto ya notaba nada más salir de la asistencia que algo iba mal en la transmisión, con un preocupante malfuncionamiento del embrague que le iba a traer de cabeza durante toda la primera mitad del rallye. Cuarto era el EVO X de Pons, que tampoco iba a estar exento de problemas a lo largo de la mañana, en su caso de alimentación de combustible que, por momentos, resultaba cuando menos caprichosa, haciendo que el propulsor de su Mitsubishi no fuese todo lo ‘redondo’ que sería de desear. Xevi se dejaba 5.6 segundos en Finestrat, aventajando con su X en 2.5 al IX de Burgo, que precedía al primero de los que cedían ya más de un segundo por kilómetro, Monarri, también con EVO IX. Luego ya venían los Clio R3 de Vinyes y Arias, realmente rápido en su debut con el nuevo coche. Tan rápido como para estar, incluso, delante de otro que estrenaba montura, pero bastante más potente, Miguel Fuster, sólo noveno con el Porsche, a 17.8 de la unidad similar de Aviñó. Si a esas horas nos dicen que Fuster iba a acabar ganando, no nos lo creemos ... bueno, ¡me atrevo a decir que ni siquiera él se lo hubiese creído tal y como empezaba el día!

Cubriendo a pie la distancia que separaba la entrada del túnel del acceso al pantano, donde dejamos aparcado el coche, del cruce a donde nos dirigíamos, entablábamos conversación con dos aficionados de la zona, quienes nos aseguraban que, por mucho que ahora no hubiese una nube, al final del día iba acabar lloviendo … lo que nos parecía tan o más increíble como lo de la victoria final de Fuster que comento en el párrafo anterior … ¡decididamente hay que tener más fe de la que tengo!

Mientras esperábamos el paso de los coches por ‘nuestra curva’, un ángulo en bajada, bastante acusado y sucio al que precedía una zona bastante rápida … pero en el que la luz no era ni mucho menos adecuada para sacar buenas fotos, la radio seguía haciéndonos llegar noticias de lo que pasaba. Ahora era el turno de ese Sella-Relleu que habíamos recorrido el día anterior y en el que, o mucho me equivocaba, o los Porsche iban a arrasar. Y, en efecto, lo hacían … ¡y de que forma! El scratch era para el 997 de Vallejo, que arrebataba el liderato al de Aviñó tras precederle en 2.2 segundos, completando Fuster el triplete de los GT alemanes, a 6.7 segundos. Tiempos estos que, en aquellos momentos no nos llegaban así ya que, por error, inicialmente se atribuía a Vallejo un crono estratosférico (¡30 segundos mejor!) y a Aviño uno diez segundos más rápido que el oficial … por lo que las diferencias parecían mucho mayores de las que en realidad habían sido.

En todo caso, los Porsche iban al copo, como era de esperar en una especial de las características de Sella-Relleu, relegando al primer N plus, el ‘acatarrado’ EVO X de Pons, a 14.4, con el renqueante Subaru de Ojeda a 18.6. El siguiente ya era el EVO IX de Monarri, luego del prematuro abandono de la unidad similar de Burgo, que tras romper el diferencial trasero en el shakedown tenía problemas ahora en la zona delantera de la transmisión y decía adios tras apenas haber podido su piloto ‘entrar en calor’.

El abandono de Burgo no era sino el anticipo de la tremenda criba para las posiciones altas de la tabla que iba a suponer la primera pasada por Relleu-Orxeta. Nuestro primer contacto directo con la acción en este nacional de asfalto 2009 no podía ser peor. El tan esperado paso del Subaru de Ojeda era todo un ‘anticlimax’, ¡el coche llegaba envuelto en un preocupante humo blanco y con las luces de avería puestas! Los problemas que padecía desde la salida se iban agravando, con la ‘valvulina’ del cambio cayendo sobre zonas calientes de la mecánica y provocando la escandalosa humareda y, lo que era peor para el piloto, haciendo que el embrague patinase cada vez más. Después de Impreza con el número 1 en sus puertas se esperaba, con la expectación con la que siempre se le aguarda desde su debut en el nacional hace dos años precisamente por estas tierras, al Porsche de los Vallejo … pero el tiempo pasaba y cuando el inconfundible sonido del 6 cilindros boxer alemán llenaba el aire, la imagen que aparecía al fondo de nuestro campo de visión no era la del 997 ahora azul de Nupel sino la del blanco de Fuster. Vallejo estaba ya fuera, con problemas de motor, con lo que el rallye perdía a su máximo favorito tras apenas dos especiales. Con el ‘shock’ de ver llegar al Porsche que no esperábamos, apenas si nos fijábamos mucho en como venía el de Benidorm, aunque si nos llamaba la atención el mucho trabajo que le costaba salir rápido de nuestro angosto ángulo, con varios golpes breves de gas en busca de domar la caballería del trasera antes de que se desbocase.

Aun así, el crono de Fuster a final de tramo era de 12.15.9 y de los siguientes en pasar, sólo uno iba a ser capaz de rebajarlo … ¡pero de que forma! Si a simple vista y con sólo observar una curva es siempre aventurado decir quien va más rápido, también es verdad que a veces esa corta observación basta para tenerlo claro … y en este caso no había duda: el paso de Aviñó era claramente superior al de todos los demás, llegando rapidísimo, ‘tirándolo’ con decisión y saliendo en una preciosa derrapada controlada que se ganaba la ovación del público en el talud de la curva y que se veía recompensada en meta con un 11.51.2 que le daba un liderato tan rotundo como inesperado. En sólo tres tramos, el campeón regional levantino no sólo iba delante de todos los ‘gallitos’ del nacional, sino que lo hacía con holgura, distanciando a Fuster, ya segundo, en 47 segundos, a Pons en 49.9 y a Ojeda en 56.4.

El resto ya cedía más de un minuto, encabezados por Monarri, que precedía a los primeros R3, entre los que ya se producía otra de las bajas importantes de esta fatídica tercera especial, la de Joan Vinyes. El andorrano sufría una fuerte salida de carretera a consecuencia de la rotura de los espárragos de una rueda, dejando bastante malparado el Clio aunque, afortunadamente, saliendo tanto él como su copiloto totalmente indemnes del percance. Con Vinyes fuera de combate, era Arias el que tomaba el mando de los Renault, seguido de un Cima que había empezado mal en Finestrat, un tramo que, como nos comentaría después su padre, Kiko, se le ‘atraganta’, y en el que se dejaría, en el total de las dos pasadas, cerca de 17 segundos respecto a los hermanos de Grado, que estaban protagonizando un magnífico inicio de rallye.

Tras esperar para ver pasar a los Suzuki de la copa, emprendíamos camino de Finestrat, donde Kike Salgueiro, el fotógrafo de AutoHebdo, tenía localizada una zona para hacer fotos que nos definía como muy buena. Lo malo es que para alcanzarla había que pegarse una notable caminata cuesta arriba y tras seguirle durante lo que me parecía una eternidad y cuando ya estaba cerca de perder el resuello, Chapi localizaba una zona que le parecía también bastante aprovechable y decidíamos parar. Se trataba de una sección que, en apenas unos metros, diría que representaba bastante bien lo que es Finestrat, con una cinta de asfalto estrecha y ondulante en la que lo fundamental, más que ir demasiado al ataque, es coger el ritmo adecuado para no perder en la siguiente curva lo que has ganado arriesgando un poco más en la anterior.

Un terreno en el que la mayor docilidad y tracción de un 4x4 debe de tener ventaja, lo que al menos esta vez se cumplía al hacerse Xevi Pons con su primer scratch a bordo del EVO X. Pero tras él, a apenas 6 segundos y aventajando en casi 13 a Fuster, que sólo era séptimo en el parcial, se situaba un Aviñó en auténtico estado de gracia, que elevaba su liderato ya a más de 40 segundos … ¡el rallye parecía suyo! Pons pasaba a la segunda posición, Fuster era ahora tercero, ya casi a un minuto … y Ojeda desaparecía de las primeras plazas por doble motivo. Primero porque en la asistencia se trataba de reparar la avería, sacando la caja y cambiando el retén, operación complicada y que no daba tiempo a realizar en los 20 minutos disponibles, lo que significaba una penalización de 2.10 … y después, para rematar un inicio de rallye realmente aciago, por un pinchazo que claramente observábamos nada más ver aparecer el N14 por la izquierda que precedía a nuestro ‘punto de observación’. Con la cubierta ‘flotando’, el cántabro perdía en meta otros cuarenta segundos y caía hasta la décima plaza de la general, ya a más de cuatro minutos y con muy pocas opciones de optar a algo importante.

El rallye parecía poco menos que resuelto … pero de vuelta al coche tras ver pasar esta vez a todos los participantes, la radio nos hacía llegar nuevas sorpresas. Resulta que el Porsche de Aviñó había llegado pinchado al final de Finestrat, lo que implicaba hacer Sella-Relleu y Relleu-Orxeta con la muy poco apropiada ‘galleta’, la estrecha rueda de repuesto ‘de emergencia’ que llevan los 997. En esas condiciones, Manuel cedía un minuto, y con ello el liderato, en la quinta especial, en la que Fuster era el más rápido, 1.7 segundos por delante de Xevi Pons, que pasaba a ser el primero de la general, 14 por delante del ganador de los dos últimos años … que empezaba a presentar su candidatura a un tercer triunfo consecutivo.

Con la segunda pasada por Relleu-Orxeta se cerraba la segunda sección, y se hacía con un nuevo nombre que añadir a la lista de ganadores de tramos, el de Enrique García-Ojeda y el Subaru Impreza Prodrive. Pons le seguía a dos segundos en el parcial, aumentando su ventaja sobre Fuster a 16.1 en la general, y Aviñó se dejaba otro minuto abundante con su precaria monta de neumáticos tras el pinchazo, llegando a mitad de rallye tercero a 1.22.5 de un liderato que parecía estaba destinado a ser suyo hasta el final del día.

Otro que sufría en el último tramo antes de la asistencia larga del mediodía era Monarri, que se quedaba sin frenos, perdía más de dos minutos y medio y descendía hasta la novena plaza, dejando el primer puesto entre los EVO IX en manos de Lujua, que estaba rodando con una regularidad intachable, sin errores ni contratiempos, lo que le permitía situarse en una absolutamente inesperada cuarta posición de la general. Quinto era Miguel Arias, fantástico con el Clio R3 y precediendo en apenas 12 segundos al de Fran Cima, intercalándose entre ambos en la general el Subaru de Ojeda, remontando gracias a su reciente scratch.

Los 40 minutos de asistencia del mediodía servían para restañar heridas y para que hiciésemos un primer repaso de cómo les había ido la mañana a unos y otros. En RMC, donde la víspera había bromeado con Roberto Méndez y sus mecánicos sobre el poco trabajo que iban a tener con un solo coche al que atender, tras asistir nada menos que a diez en Palma del Río, la tarea tocaba a su final al haber abandonado Aguado luego de pinchar en el primer tramo y quedarse sin frenos en el tercero al romperse un latiguillo de freno, quien sabe si dañado por el reventón de la goma o por alguna de las muchas piedras presentes en los tramos rotos y que causaban estragos. Y digo esto, porque al parecer también una piedra era la causa de la rotura en el diferencial delantero del EVO IX de Burgo, mientras que alguna causa de ese estilo se esgrimía como probable en el caso del motor del Porsche de Vallejo, donde dejaban de funcionar las bombas, lo que hacía subir la temperatura a límites alarmantes que obligaban a ‘dejarlo para otro día’.

Mientras en Nupel los mecánicos miraban ya sin prisa el propulsor del 997, en la carpa de Subaru la actividad era frenética, ya que en los 40 minutos de asistencia se iba a proceder de nuevo a desmontar la caja para tratar de completar en lo posible la reparación iniciada en la visita anterior del Impreza a la zona del equipo. Algo que se conseguía, con lo que por la tarde Ojeda, que nos comentaba resignado “este no es mi día”, ya podría seguir remontando y tratar de hacerse una mejor idea de ‘donde puede estar’ con el N14.

Tras tomar un rápido ‘tentenpié’ en un bar cercano, me despedía de Chapi, que iba a sacar más fotos en los tramos de la tarde, y me instalaba ya la sala de prensa con el fin de ir adelantando trabajo de cara al final del rallye. Con la inestimable compañía de la radio y los tiempos por internet amenizando la larga espera hasta la siguiente asistencia, me enteraba de lo que iba pasando en el tercer bucle mientras dejaba ya procesadas las imágenes obtenidas por la mañana que se iban a publicar en las webs de los clientes que teníamos en este rallye (SRTS, RMC y Fran Cima).

Y lo que pasaba era que Fuster partía al ataque en el rápido Relleu-Penaguila, marcando el scratch, 3.7 por delante de Aviñó … ¡y sacándole 18.5 a Pons! El liderato cambiaba de nuevo de manos, y lo que parecía imposible tras el primer paso por Finestrat estaba ocurriendo, ¡Fuster iba el primero! Quedaba aun ‘mucho rallye’, y la diferencia era exigua, apenas dos segundos y medio, pero el de Benidorm le había dado la vuelta a la tortilla a base de oficio y de saber aprovechar los problemas de sus rivales.

Con Rebolcat anulado ya el día anterior debido al pésimo estado en que se encontraba su piso por las obras en la carretera, la siguiente cita eran los cerca de 22 kilómetros de Gorga-Confrides, en los que Aviñó volvía a dar todo un recital, marcando su tercer scratch del día y rebajando su desventaja respecto al primero a 50 segundos que, ¿quién sabe? igual hasta eran aun recuperables en el bucle final.
El primero era, de nuevo, Pons, en otro ‘vaiven’ en la cabeza de la tabla, que le situaba 3.3 segundos por delante de Fuster con sólo dos tramos por delante … dos tramos en los que la lluvia que pronosticaban los meteorólogos y que nos habían asegurado los lugareños llegaba, finalmente, a la cita. Para complicar más las cosas, no era una lluvia que cubriese todo el terreno que quedaba por recorrer sino que, según las noticias que llegaban de los dos tramos que faltaba, caía con más intensidad en la especial que iba a cerrar la prueba, Benilloba-Confrides, mientras que en la penúltima, Relleu-Benilloba, sólo aparecía en la parte final y con poca fuerza.

Acertar con las gomas adecuadas iba a ser la clave … ¡y no iba a ser nada fácil! Yo diría que, de los equipos de cabeza, todos aplicaron en buena medida la lógica adaptada a su situación y necesidades en función de su posición en la tabla. En el ‘campo Porsche’, se optó por las gomas ‘de agua’, la solución más segura para controlar la potencia de un trasera sobre piso deslizante aun a costa de perder la ventaja de  pasar los caballos al suelo a través de los más eficaces slicks en las partes secas. En el ‘bando de los 4x4’, el líder, Xevi Pons, optó por los slicks rayados, pensando, imagino, que la tracción total podría suplir la menor adherencia de las gomas en las zonas húmedas, y confiando en que la lluvia remitiese, mientras que Ojeda, ya sin nada que ganar o perder, se decidió por las mixtas, lo más seguro dadas las circunstancias.

El tramo se disputaba (sin sus tres kilómetros finales, anulados por problemas de tráfico debido al público que salía del Relleu-Penaguila) y según comentaban todos los protagonistas, el piso estaba totalmente seco en la primera mitad, de asfalto además muy abrasivo, mientras que había humedades, aunque no excesivas, en la segunda mitad, que estaba ‘delicada’. Con estos datos en mente, y sabiendo las montas de gomas de cada uno, cobraba aun más mérito el nuevo sctarch de Aviñó, que era otra vez el más rápido, mientras que en la lucha por la victoria, los cronos parecían dar la razón a los ‘estrategas’ del Team Nupel, cuando Pons aventaja en 11.9 segundos a Fuster, lo que aumentaba la ventaja del catalán a 15.2 a falta sólo de la última especial. Así que, un año más, el Villajoyosa se iba a decidir en el tramo final, y aunque este año no era el ‘megatramo’ de 50 kilómetros, troceado en estos dos del último bucle por exigencia del reglamento federativo, la emoción estaba servida.

Las informaciones que llegaban vía radio hablaban de que la lluvia estaba remitiendo, lo que no parecían ser buenas noticias para el favorito de la afición local, Miguel Fuster, que había apostado por las gomas para piso mojado. Y las declaraciones del levantino al llegar al control stop no hacían sino confirmar que la situación no era la que deseaba. Fuster se mostraba poco menos que resignado con la derrota, hablaba de ‘elección equivocada de neumáticos’ y parecía incluso preocupado por si Aviñó le arrebataba la segunda plaza … así que la sorpresa era mayúscula cuando se daba a conocer el crono de Pons, 18.6 segundos peor ¡y que le costaba el rallye al catalán por 3.4 segundos!  Xevi no se lo tomaba precisamente bien, despidiendo con un portazo y sin hacer declaraciones a los cronistas radiofónicos que trataban de conocer sus impresiones al final de la especial y, por segundo año consecutivo, Fuster se llevaba el rallye prácticamente en el último suspiro.

El último scratch del día era, de nuevo con claridad, para ‘el hombre del rallye’, Manuel Aviñó, quien tras perder más de dos minutos a consecuencia del pinchazo de la mañana … ¡acababa a sólo 15.5 de llevarse la victoria! Así que la tercera plaza, que a principio de rallye nos hubiese parecido a todos un buen resultado para él, acababa por ser muy escaso premio a los méritos del campeón levantino, que ya el año pasado mostró una interesante progresión con su Porsche en los rallyes del nacional pero que en este Villajoyosa 2009 se ha movido a un nivel sin duda superior. Falta por ver si podrá confirmarlo en pruebas en las que tenga menor conocimiento del terreno pero, desde luego, lo hecho este sábado por Manuel tiene un mérito incuestionable y si alguien mereció la victoria ese fue él.

Cuarto acababa finalmente el Subaru de Ojeda, tras cerrar el rallye con un segundo mejor tiempo en el último tramo. Quique era otro de los que tenía motivos para lamentar su mala suerte, ya que tras penalizar 2.10 y pinchar, todavía conseguía acabar a menos de tres minutos de la victoria así que, en buena lógica, sin esos problemas ‘hubiese estado ahí’. Así que, teniendo en cuenta que su siguiente salida con el Impreza oficial será en ‘su rallye’, el Cantabria Infinita, no dudo que pueda ser incluso el hombre a batir en la primera de las citas norteñas de la temporada.

La quinta plaza la conseguía conservar Lujua, que por la tarde resistía bien la remontada de Monarri con el otro EVO IX asistido por AR Vidal. Tras ellos se producía una espectacular lucha por la supremacía entre los Clios, con Fran Cima y Miguel Arias disputándose la primera plaza hasta el último tramo, y con un desenlace similar al del duelo Fuster-Pons por la victoria, en este caso con Cima en el papel del levantino, optando por las ruedas con dibujo para el bucle final, y Arias en el papel del catalán, apostando por los slicks. Ello significaba que Miguel tomaba ventaja en el penúltimo tramo, remontando los diez segundos que le llevaba Fran para encarar la última especial con 1.6 de ventaja, pero este le devolvía la moneda con creces en Benilloba-Confrides, endosándole 25.3 y haciéndose finalmente con la victoria entre los R3 y la séptima plaza de la general.

El noveno scratch era para el tercer asturiano en el podio de la Clio Cup, el joven Jonattan Pérez, que sigue con su línea de aprender y de ir paso a paso, marcando incluso muy buenos cronos al inicio aunque luego ya no pudiendo seguir en todos los tramos el ritmo de Arias y Cima, terminando, de todas formas, no muy lejos de ellos y claramente por delante del resto. Un resto que encabezaba el segundo piloto del equipo Subaru, Mario Ceballos, encantando con terminar su primer rallye con el Impreza, y hacerlo, además, en la décima posición, una plaza que heredaba en los compases finales de la prueba cuando el Impreza del modelo anterior del madrileño Sete Sánchez tenía problemas de caja que le obligaban a abandonar.

Como resumen final, se me ocurre comentar que este Villajoyosa ha sido un interesante inicio de temporada, un rallye con muchas alternativas y con incertidumbre, algo que siempre es bienvenido. Eso si, sacar conclusiones tras lo visto en las carreteras levantinas me parece muy aventurado. Lo que si me deja la prueba son sensaciones, que pueden ser más subjetivas que reales, y esas sensaciones me dicen que los Porsche siguen siendo los favoritos por mucho que los grupo N estén ahora más cerca. Evidentemente, en Canarias no hay duda de que los GT van a ser superiores, así que lo más probable es que haya que esperar a Cantabria para hacerse una mejor idea del posible equilibrio (¡o desequilibrio!) de fuerzas entre unos y otros … y si además para entonces ya hay también aunque sólo sea un S2000 (¿se hará realidad el proyecto Berti Hevia-Skoda?) pues habrá aun más factores a tener en cuenta. Aunque sólo sea por todo eso, el nacional ‘del año de la crisis’ empieza con atractivos… aunque también deja en el aire la preocupación que produce el ver una participación tan corta en número … y que en Canarias será, lógicamente, aun menor. Y es que, tal y como están las cosas, conseguir salir ya es una victoria.

Xabier Lujua se llevó la victoria en una EVO CUP poco concurrida

La EVO CUP contaba con sólo cuatro participantes, los tres EVO IX de Aguado (RMC), Monarri y Lujua (ambos de AR Vidal), y el EVO VIII del local Llinares. Monarri era el favorito y lo demostraba ya de entrada, marcando claras diferencias en el corto pero siempre difícil Finestrat, en el que distanciaba a su más inmediato perseguidor, Lujua, en 18.3. Llinares ya cedía casi un minuto y Aguado tenía que parar a cambiar una rueda pinchada, perdiendo más de seis minutos y toda opción a cualquier buen resultado. Además, el reventón acabaría por pasar posterior factura, siendo posíblemente factor determinante en la rotura de un latiguillo de freno que dejaba al EVO del madrileño sin frenos justo cuando llegaba a un cruce tras una zona rápida, con el consiguiente susto que acababa por decidirle a abandonar en vista de que no había ya nada a ganar.
La tónica de las dos primeras secciones era la marcada por el primer tramo, con Monarri siempre haciendo los mejores tiempos con claridad hasta que los frenos también fallaban en el EVO del madrileño cuando disputaba la quinta especial del día, lo que le costaba perder 17.7 segundos respecto a Lujua al final de Sella-Relleu y nada menos que 2.03 minutos en los casi 21 kilómetros de Relleu-Orxeta, con lo que la ventaja de más de un minuto acumulada por el ganador del Desafío 2008 en los cuatro primeros tramos se convertía al llegar a la asistencia del mediodía en una desventaja de un minuto respecto a Lujua.

En los tramos de la tarde, Monarri volvía a marcar la pauta entre los EVOs, pero con diferencias notáblemente menores que al inicio del rallye respecto a Lujua, que administraba muy bien ese minuto de diferencia para acabar el rallye como ganador del monomarca de Mitsubishi, todavía con 25.8 segundos de ventaja sobre el madrileño. Tercero, pero ya a más de once minutos, era el EVO VIII de Llinares.

Podio cien por cien asturiano en la Clío Cup, que este año está más animada
(foro César Rodríguez www.asfaltoytierra.com)

La segunda edición de la Clio Cup arrancó con bastante más interés que en la muy pobre temporada de estreno del monomarca de Renault el año pasado en este mismo rallye. En el Villajoyosa 2009 eran seis los Clio R3 presentes, todo un crecimiento 'exponencial' respecto al solitario coche de Vinyes el año anterior en tierras levantinas. De todas formas, el andorrano seguía siendo el gran favorito, por su reconocido valía y experiencia y por ser además el único que montaba en su R3 todas las nuevas evoluciones del Clio, entre las que destaca el aumento en 22 caballos de la potencia de su motor. Pero el coche de Joan se terminaba 'por los pelos' justo la víspera y quien sabe si esas prisas no le pasaban factura, cuando la rotura de los espárragos de una rueda lo enviaban fuera de carretera en una salida de esas 'feas' que, según se comentaba por la tarde en la asistencia, había dejado el coche bastante maltrecho.
Una vez fuera Vinyes, que había ganado los dos primeros tramos, la lucha se centraba en los tres Clios 'asturianos', con los más expertos Arias inicialmente marcando la pauta por delante de los 'juniors' Jonattan Pérez y Fran Cima, al que Finestrat se le atragantaba lo que le significaba un lastre importante en la parte inicial de la prueba que pronto compensaba con dos scratchs consecutivos en las segundas pasadas por Sella-Relleu y Relleu-Orxeta, con lo que a mitad de rallye la lucha por la victoria se centraba ya entre Arias, líder con 13.8 segundos de ventaja, y Cima, quedando Pérez un poco más retrasado, a 24.5.

En la primera sección de la tarde, Arias sufría problemas de frenos, lo que unido al decidido ataque de Cima significaba que ambos se iban a jugar el rallye en el bucle final, marcado por la incertidumbre en cuanto a que gomas montar debido a la aparición de la lluvia, al que se llegaba con Fran 9.6 segundos por delante de Miguel. Este último apostaba por los slicks, lo que le permitía recuperar el liderato en el más seco Relleu-Penilloba, al sacarle 11.6 a Cima que había optado por las gomas para piso mojado. Se iniciaba así el tramo final con Arias liderando y Cima a 1.6. Pero aunque la lluvia iba remitiendo había aun humedades suficientes como para que los neumáticos del Clio de Fran fuesen ahora los más adecuados. El joven ovetense marcaba el scratch y se llevaba una trabajada victoria que tenía el premio adicional del triunfo también en el nuevo Trofeo destinado a los R3 y en la Junior, en la que su principal rival era Jonattan Pérez, tercero al final y no muy lejos de los tiempos de los dos primeros, completándose así un podio totalmente asturiano en el monomarca de Renault.

Muy lejos de los tres ocupantes del 'cajón' terminaban los otros dos nuevos participantes de la Clio Cup, el portugués Oliveira, cuarto a casi siete minutos, y el cántabro Mantecón, que cedía cerca de nueve respecto al ganador.

Victoria clara para Esteban Vallín, que se llevó ocho de los diez scratchs

Una docena de participantes en la primera prueba de la Copa Swift, la de participación más numerosa aunque sin acercarse a las muy optimistas cifras de más de veinte inscritos que se esperaban para el 2009. Pero la crisis hace estragos y, pese al aumento de premios decidido por Suzuki a principios de marzo, no es fácil embarcarse en un proyecto nacional con un coche que resulta caro para las prestaciones que ofrece, lo que lo hace después complicado de vender, como muchos de los que participaron el año pasado y no compiten en este pueden atestiguar. En todo caso, lo importante es que el monomarca de los pequeños Swift sigue adelante, ejerciendo además en el Villajoyosa poco menos que de 'salvador' de la lista de inscritos, ya que sin los doce Suzukis la participación de vehículos 'nacionales' hubiese sido realmente paupérrima.
A nivel estrictamente deportivo, la gran novedad era la presencia de Esteban Vallín, que demostró desde el primer momento lo que todos esperábamos, va a ser el hombre a batir. Los casi dos segundos por kilómetro que le endosó a sus más inmediatos seguidores en los apenas nueve mil metros del complicado Finestrat dejaron claro quien iba a ganar. Cediendo sólo un scratch de los siete siguientes en liza, Esteban llegaba al último bucle con cuarenta segundos de ventaja sobre Marc Jiménez, pero sufría un pinchazo en Relleu que le costaba medio minuto respecto al catalán y daba una inesperada emoción al tramo final en el que, además, la lluvia había dejado el piso bastante delicado. Pero Vallín no dejaba espacio para los sorpresas, marcaba otro claro scratch y se llevaba la primera victoria del año.

La segunda plaza era para el subcampeón del año pasado y de nuevo aspirante al título este año, Marc Jiménez, que consiguió además un scratch en solitario y otro compartido con Vallín. El podio lo completó el otro asturiano de la copa Suzuki, Miguel Angel Blanco, autor de un muy buen rallye, demostrando que la experiencia adquirida el año pasado le va a permitir estar más arriba en este su segundo año en el nacional. Blanco acabó el rallye con dos segundos scratch en los dos difíciles tramos del bucle final, uno de los cuales, el del pinchazo de Vallín, fue para el cuarto de la general, el leonés Aitor Fernández, otro de los habituales en las plazas de cabeza al año pasado y que esta temporada volverá a estar entre los protagonistas.

La quinta posición fue para un debutante en la Swift aunque con 'mil batallas' en las copas nacionales, el gallego Pablo Rey, mientras que entre los otros siete participantes que tomaron la salida (y que llegaron a meta, en buena prueba de la fiabilidad de los pequeños Swift), destacó especialmente otro gallego, el espectacular Pablo Pazó, que perdió más de cuatro minutos por una salida en Relleu-Orxeta, cuando era cuarto de la general, pero que se permitió el lujo de marcar tiempos de mucho mérito ...¡ojo con él!
Iniciamos con este reportaje sobre el Villajoyosa una nueva minisección en la que trataremos de traeros, en cada prueba, la opinión de personas del 'mundillo', sean estos periodistas, miembros de equipos o pilotos. Para empezar, contamos con el comentario de César Rodríguez, webmaster de www.asfaltoytierra.com, con el que solemos coincidor a menudo en las pruebas de los nacionales de rallyes

Este primer rallye de la temporada ha tirado por tierra todo lo que había pensado que ocurriría durante este año. Por los datos que me llegaban, esperaba cierta igualdad entre los grupo N plus y los GT, pero después de ver como en un rallye en el que tenían el terreno en contra, con un piloto sin experiencia en este tipo de coches, y con el piso mojado han logrado la victoria en manos de Fuster, creo que este puede ser sin duda el año de los GT. Es posible que el Subaru en manos de Ojeda, o alguno de los Mitsubishi se acerquen, y veamos bonitas luchas, pero habrá que esperar a Cantabria para ver si esto es posible. Si Alberto Hevia al final sale con el Fabia, también podría ser otro piloto muy a tener en cuenta.