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Por tercer año consecutivo, Fombona y 'Tano' se repartieron las victorias del Campeonato de España en Santo Emiliano.
En CM, en cambio, sólo hubo un ganador, Pedro Roca, que impuso su ley tanto en seco el sábado como sobre el asfalto húmedo del domingo.
La XXVª edición de la prueba langreana hizo honor a su bien ganada fama de mejor prueba del nacional y volvió a tener un desarrollo impecable.
CRONICA

Como cada año desde que en el 2002 empezamos en esta ‘aventura’ de internet y las carreras, una de mis citas favoritas de la temporada es la subida a Santo Emiliano. De entrada, una de las obvias ventajas de la prueba langreana es tenerla al lado de casa, y más aun desde que por la minera el trayecto Gijón-Sama se hace en un abrir y cerrar de ojos. Algo que se agradece, sobre todo con tantos viajes como están marcados en el ‘planning’ que, desde la mesa del despacho, me recuerda cada día que tener el privilegio de trabajar en lo que más te gusta lleva también asociadas una serie de servidumbres inevitables, entre las que se encuentra hacer ‘más kilómetros que el baúl de la Piquer’ como se decía en tiempos del ‘cuplé’. La cercanía permite, además, poder compatibilizar el trabajo con un poco de ‘vida social’ de esa que también se resiente, inevitablemente, cuanto te pasas no se cuantos fines de casa al año fuera de casa.

Si a todas estas ventajas de índole meramente práctica y personal, le unimos mi predilección por las pruebas del nacional de montaña, en las que me suelo encontrar especialmente a gusto, y lo coronamos todo con el hecho innegable de que, entre todas ellas, la subida a Santo Emiliano es, con diferencia, la que ‘mejor trata’ a esta especialidad del automovilismo, que se podrá considerar menor pero sigue teniendo ese encanto que, me temo, se ha perdido sin remedio en muchas otras, el resultado es que, cada año, el fin de semana de trabajo y carreras en Langreo es de los que te permiten ‘recargar pilas’ y te recuerdan lo mucho que te gusta esto de ser una especie de ‘reportero virtual’ en lo que, no sabes muy bien como, has terminado convirtiéndote.

Fombona sumó el sábado su quinta victoria consecutiva...

...y 'Tano' volvió a ganar el domingo en lo que ya parece una tradición de B9 en Santo Emiliano

Aznar superó todos sus problemas del sábado para hacer tercero y el domingo ganó incluso un puesto más

Así que con ese buen ánimo me acercaba ya el viernes a primera hora de la tarde al Centro de Deportes de Langreo, sede por tercer año de las verificaciones que marcaban el arranque oficial de una edición realmente especial de Santo Emiliano, la 25ª, las ‘bodas de plata’. Veinticinco ediciones que la gente del Langreo Motor Club celebraba con orgullo, aun con la maldita mala suerte de coincidir tan importante efemérides con ‘el año de la crisis’ que nos está dejando poco menos que ‘en familia’ en lo que respecta a participantes en las pruebas de validez nacional, sean estas de rallyes o de montaña. El nacional de subidas, en concreto, está este año ‘bajo mínimos’ en lo que respecta a pilotos que lo sigan con asiduidad, lo que, personalmente, no esperaba a la vista del drástico cambio geográfico en su calendario. Con cinco pruebas en la mitad norte de la península pensaba, iluso de mi, que el campeonato iba a atraer un mayor número de participantes gallegos, asturianos, cántabros o vascos (las zonas con, en teoría, mayor afición y tradición ‘montañera’), que debían sustituir, con creces a la lógica pérdida en equipos asiduos al nacional procedentes de la parte suroriental de la península, que habían sido habituales en años anteriores. Y, sin embargo, no ha sido así, los que siguen son los que quedan de los que ya estaban en temporadas anteriores, sin que apenas se hayan registrado nuevas incorporaciones. Algo que ya se pudo intuir en Ubrique, que se notó en el Fito, por primera vez en muchos años lejos de superar de largo la centena de participantes, y que se hacía especialmente evidente a medida que avanzaba el plazo de inscripción para Santo Emiliano y la lista de inscritos ‘online’ que hacemos para su web oficial crecía de forma realmente lenta, para quedarse, finalmente, al borde del medio centenar de participantes. Cifra sin duda escasa para una prueba de esta entidad y que, aunque incluía alguna que otra novedad de interés, como se comenta con más detalle en la sección de noticias, no dejaba de ser corta y, me temo, marcar la pauta de lo que podemos esperar en lo que queda de campeonato.

Pero bueno, como se suele decir, eran ‘pocos pero escogidos’ los que iban pasando las verificaciones el viernes para quedar alineados en la pista del polideportivo y propiciar esa foto de todos ellos juntos, relucientes y preparados para la batalla del día siguiente que ya se empieza a convertir en todo un clásico de la jornada inicial en la prueba langreana. Además, siendo egoísta, el bajo número de participantes permitía que todo acabase más temprano, con lo que tenía tiempo más que de sobra de atender aun otro compromiso de trabajo, llegar a casa temprano, completar la labor de la jornada con el comunicado sobre las verificaciones y la actualización de la web de la prueba y, todavía, llegar a tiempo de tomarme el primer ‘culín’ de sidra del verano con mis amigos, que ya ‘cogían posiciones’ en uno de esos merenderos de las afueras de Gijón que solemos frecuentar desde que éramos unos ‘chavaletes’. Definitivamente, el fin de semana iba ya cumpliendo las expectativas.

Angel Castro fue cuarto el sábado pese a acabar sin acelerador, el domingo sobre mojado ya lo tuvo peor con el potente Toledo GT

José Blanco Rosales heredó la victoria en grupo N de la Fase A tras la exclusión de Iván Suárez por exceso de cilindrada en su EVO...

...pero el de Colloto no se rindió, montó un motor con el cubicaje correcto para el domingo y ganó el grupo N de la Fase B, siendo además cuarto scratch

El sábado a mediodía salíamos otra vez para Sama con la preocupación de que el fino ‘orbayu’ (¡prácticamente agua pulverizada en suspensión!) que caía en Gijón no ‘aguase’ la fiesta. Pero no, en Langreo el cielo estaba cubierto pero no llovía y, a cambio, hacía ese bochorno pegajoso de la cuenca que suele ser tan habitual de la zona como presagio de tormenta al día siguiente.

Como en esta subida mi trabajo es más de ‘zona de salida’ que en otras, volvía a contar con la inestimable ayuda de Jose para completar la cobertura fotográfica, sobre todo en lo que a imágenes de ‘acción’ se refiere. De todas formas no me iba a pasar los dos días de carrera sin ver, al menos, algo de ‘movimiento’ en la zona alta de la prueba, así que tras una rápida ‘primera pasada’ por la zona de asistencia cogía el autobús de prensa que subía a los representantes de los medios acreditados y los iba dejando repartidos por los diferentes puntos de la prueba. La novedad en este apartado eran la existencia de unas cuantas de esas famosas ‘zonas verdes’ para fotógrafos que tan difíciles han sido de encontrar hasta ahora en las diferentes pruebas del nacional de rallyes. En una de ellas, un poco después de la ‘curva de los gitanos’ nos bajábamos Jose y yo, y mientras el se encargaba de la salida del siguiente viraje yo ‘apuntaba’ a la del anterior, una de esas derechas rápidas que desembocan en izquierdas aun más veloces, tan parecidas todas unas a otras y que hacen tan difícil la parte final de la prueba, especialmente por la alta velocidad a la que se circula, con lo que los errores, de producirse, se pagan caro, como Lirola comprobaría, muy a su pesar el domingo.

Aunque evidentemente en los entrenos libres nadie se emplea a fondo, las características de Santo Emiliano, un auténtico ‘circuito cuesta arriba’ como alguien me lo definía estos días, hacen de cada pasada un espectáculo de esos de disfrutar con la máxima esencia de lo que son las ‘carreras de coches’, LA VELOCIDAD, así, con mayúsculas. Creo que ya ‘tomé prestada’ hace tiempo una frase de Víctor Abraham, que definía la montaña como ‘los 100 metros lisos del automovilismo’, es decir la prueba de velocidad pura y concentrada en un corto espacio de tiempo. Y la vuelvo a usar, con su permiso, porque se me venía a la mente cuando el inconfundible ‘bramido’ del Audi A4ST de Fombona rasgaba el silencio casi irreal que siempre hay en una cuneta instantes antes del paso del primer coche, especialmente si además estás poco menos que sólo como yo estaba el sábado parapetado tras el guardarail y dentro del ‘corralito’ delimitado con la famosa cinta verde. El superturismo del gijonés pasaba las dos curvas como una exhalación, con una de esas trayectorias ligeramente más abiertas de lo habitual a las que tan buen partido saca el ya tricampeón nacional, recorriendo más metros pero perdiendo menos velocidad en cada viraje, con lo que lo segundo compensa, y muchas veces con creces, a lo primero. El contraste con los otros dos Audi en liza (desgraciadamente el de Borreguero no era de la partida, al tener Raúl  que retornar a su domicilio con urgencia tras conocer la triste noticia del fallecimiento de un familiar) era acusado, con el de Aznar ‘limando’ la línea blanca en el vértice de la curva, y el de ‘Tano’ sobrepasándola con decisión tras llegar apurando al máximo y hasta levantando ligeramente la rueda trasera interior cuando ‘metía’ el A4 con esa agresividad tan suya. Tres estilos diferentes de ‘hacer tiempos’ con el mismo coche que, no por muchas veces vistos en otros virajes y otras subidas, dejan de llamarnos la atención. Entre ellos debería estar la lucha por las dos victorias en juego del fin de semana … aunque tampoco había que olvidar a dos posibles ‘outsiders’ que en un trazado de la rapidez de Santo Emiliano podían tener alguna opción de romper el habitual ‘monopolio Audi’. Me refiero a Ángel Castro, con su impresionante Seat Toledo GT más en su elemento aquí que en ningún otro sitio del nacional de montaña, y a Xavi Riera, que conoce como pocos los secretos para subir más rápido que nadie en las rampas de la cuenca y que seguro que iba a tratar de dar mucha guerra con su BMW 320ST. En nuestro viraje, Angel pasaba bastante abierto y daba la sensación de dudar algo antes del siguiente, imagino que ‘domando’ en el proceso la exuberante caballería de su ‘barqueta disfrazada de turismo’, mientras que Xavi circulaba decidido y pegadísimo a la raya blanca un buen número de metros, hasta que el cambio de orientación de la carretera convertía en exterior lo que hasta unos pocos metros antes era interior. Mirando con ‘ojo de circuitero’, la trazada de Riera era la más ortodoxa (tírarse al vértice de la primera curva y quedarte ahí para atacar ‘desde fuera’ la siguiente) pero, en todo caso, los cinco pasaban más que alegres y nos dejaban con la sensación de que la batalla entre ellos iba a ser realmente bonita.

Xavi Riera volvió a su prueba favorita pero no tuvo suerte y se quedó en la salida de la manga oficial del sábado

El relevo en cuanto a Riera ganadores en Santo Emiliano lo tomó Xavi Junior que dominó el grupo A los dos días

Lirola acabó segundo de grupo A el sábado pero sufrió un aparatoso accidente el domingo

Otra batalla a degustar a lo largo del fin de semana debía ser la de los CM, con dos claros favoritos, Pedro Roca y Oscar Palacio. El balear, auténtico ‘coco’ de la categoría, llegaba a casa de su máximo rival, con lo que si el asturiano es normalmente un competidor duro, esta vez lo debía de ser aun más. La primera visión directa que teníamos de ambos en acción era, sin embargo, significativa de lo que pasaría durante las dos jornadas. El Silver naranja de Roca hacía una de esas trazadas suyas ‘de tiralíneas’, con la aguda nota del motor sin apenas fluctuaciones mientras transitaba por los dos virajes. El BRC blanco de Palacio, por el contrario, llegaba muy descolocado, cruzado en un sitio donde derrapar es tan vistoso como ineficaz de cara al crono. Oscar tenía problemas en el grupo de su CM05EVO, en lo que era el inicio de un fin de semana difícil para el langreano. Mucha mejor sensación dejaba el mejor representante de la tercera marca en liza en CM, Pantxo Egozkue, que ‘agredía’ con decisión la raya blanca del interior y salía catapultado hacia la siguiente curva con todas las ganas de un junior, lo cual en un piloto con tantas batallas a cuestas tiene, sin duda, un mérito extraordinario.

Lo bueno de una subida con menos de 50 coches saliendo a medio minuto, que se inicia con la puntualidad casi ‘maníaca’ con la que todo se hace en Santo Emiliano, y se desarrolla sin el más mínimo incidente, es que se acaba rápido … ¡lo malo es que te sabe a poco! En menos de media hora la primera de las seis subidas del fin de semana estaba ya ‘despachada’, así que tras organizarnos el trabajo para las siguientes, en las que Jose se quedaría por arriba mientras yo me encargaba de salidas y asistencia, hacía ‘autostop’ y mi antiguo socio y cofundador de esta web, Javier Aller, que, como cada año, colaboraba con la organización de la prueba, me llevaba con diligencia a la zona de abajo, a la que llegaba todavía con tiempo más que de sobra para hacer sin prisas buena parte del trabajo pendiente.  De camino, observábamos apartado en la cuneta el ZX del gallego Mazoy, un excircuitero de los tiempos del trofeo Saxo que volvía a la acción y tenía relamente pésima suerte, ya que la avería sufrida en su vehículo le dejaba fuera para todo el resto del fin de semana. ¡Ya sólo nos quedaban 45! … y alguno ‘tocado’, como el Simca de Bustelo, que no había subido, a vueltas con los problemas de embrague que ya le incordiaron en el Fito, o el 106 de García, que lo había hecho envuelto en un preocupante humo blanco que dejaba en el aire un aun más preocupante aroma a aceite quemado.

Tocado también estaba uno de los favoritos, el Audi de Aznar. Se trataba de la unidad ‘vieja’, es decir el exMéndez, ya que el ‘nuevo’ (el exVilariño) había roto motor acabando el Fito y el propulsor todavía no estaba listo. El veterano A4ST requería un cambio de embrague entre la primera y la segunda manga de entrenos, y en esta se produciría aun más trabajo para los mecánicos de ARM, al romperse un palier, con lo que salir a la oficial acababa por ser todo un triunfo para el equipo del piloto almeriense.

En el box de los otros dos Audi, el de B9 Racing, las cosas iban mucho mejor, sin problemas dignos de mención y con ese siempre deportivo ‘pique’ entre Fombona y ‘Tano’ subiendo enteros a medida que avanzaba la jornada. ‘Chus’ había sido el más rápido en los entrenos libres y lo volvería a ser en los oficiales, tras los que, pese a todo, no las tenía todas consigo, consciente de que hace tiempo que José Antonio aprendió a ‘mentir’ realmente bien en las mangas previas a la decisiva. Algo muy importante en montaña y en lo que Xavi Riera siempre ha sido un maestro, con lo que su tercer crono en las dos subidas de práctica, a escasos tres segundos del mejor tiempo, dejaba en el aire la posibilidad de que el BMW diese la sorpresa.

Pedro Roca sumó dos victorias más en CM y volvió a ganar con absoluta claridad en cuanto el piso se puso delicado

Oscar Palacio acabó segundo de CM el sábado tras unos entrenos problemáticos y el domingo no acertó con las gomas

Dos podios en la Copa CM para Iñigo Martínez, tercero en la Fase A y segundo en la B

La segunda subida de entrenos la seguía desde la salida, y cuando me acercaba a la torre de cronometraje para pasarle tiempos de los CM a Miguel Collado, que ejercía un año más de ‘speaker’, observaba como en la lista no aparecía por ningún lado el de Oscar Palacio, cuyo nombre estaba en esa zona donde ninguno quiere estar nunca, la que aparece bajo el epígrafe ‘abandonos’. La causa, ‘avería mecánica’, era una rotura de rótula que resultaba más que evidente al ver llegar su BRC en la plataforma con la rueda trasera derecha ‘acostada’ bajo la carrocería. De inmediato los mecánicos de Jesús Bango se ponían manos a la obra y Oscar podría salir sin problemas a la manga oficial … pero también sin haber hecho una subida de entrenos ‘en condiciones’, con lo que ello supone siempre de no haber podido explorar del todo los límites de coche y trazado antes de la manga final.

Enfrente del box de BRC, estaba el de Silver, con Roca observando la degradación de las gomas usadas que había puesto en entrenos mientras se montaban ya las nuevas con las que saldría instantes después en la manga oficial. Le preguntaba sobre el tema del alto desgaste de los neumáticos en una asfalto que no parece especialmente abrasivo como es el de la veterana AS111 que une Sama con Mieres, y Pedro me comentaba que realmente hay más ‘grip’ del que pueda pensarse y que, además, los largos apoyos hacen que sea inevitable deslizar más de la cuenta y ello pasa su factura a los siempre blandos compuestos de las Avon que montan los CM. Algo que me corroboraba Xoan mientras examinaba con preocupación las capas de goma ‘apelotonada’ en los extremos de la banda de rodadura de las delanteras, signo inequívoco de exceso de subviraje contra el que iba a tratar de luchar a base de hacer algún cambio en los reglajes de suspensión y la dureza de las estabilizadoras.

En similares disquisiciones estaba Fermín Busta, que tenía además consejero de lujo a la hora de decidir reglajes para su BRC. Nada menos que Javi Villa, de vuelta a Santo Emiliano para ejercer por tercera vez de piloto de coche ‘0’ y, como de costumbre, tan amable y dispuesto a atender a todo el mundo, siempre con una sonrisa. Mientras Javi y Fermín analizaban el comportamiento del CM, aprovechábamos para charlar un poco sobre las 24 horas de Le Mans, con Esteban Vallín, de visita al box de su antiguo copiloto, metido desde el año pasado a piloto de montaña con resultados realmente positivos. Esteban me ponía al día sobre como iba la gran clásica francesa (¡que un año más coincidía con Santo Emiliano!), con los Peugeot marcando la pauta y los Audi teniendo dificultades para seguirles el ritmo. El primer triunfo del prototipo turbodiesel de la marca francesa (¡y de un piloto español!) tenía pinta de estar al caer … aunque en una carrera como Le Mans hacer pronósticos con tantas horas aun por delante sea siempre aventurado.

Y hablando de diesels, en Santo Emiliano teníamos uno, el BMW 320d con el que el año pasado debutó el hijo de Riera, Xavier Junior, que volvía este año a repetir experiencia, y cuyos cronos de entrenos nos impresionaban de forma notable, nada menos que sexto y primero de grupo A por delante del M3 de Lirola ¡aprende rápido el hijo de Xavi!

Pantxo Egozkue fue cuarto de los CM el sábado mientras que el domingo los comisarios no le dejaron partir al montar slicks rayados

Como en el Fito, Fermín Busta volvió a estar cerca del podio CM nacional y terminó segundo del campeonato de Asturias de categoría I, ganado de nuevo por Oscar

SXoan Sanmartín sigue sumando puntos en todas las mangas de la copa CM, en Santo Emiliano fue séptimo en la fase A y quinto en la B

Con la manga de entrenos oficiales resolviéndose con igual rapidez que la de libres, se acercaba la hora de la subida definitiva para el resultado de la fase A. Decidía verla desde la ‘zona verde’ situado en los primeros metros, dejando para el día siguiente lo de sacar más fotos de carrera por la parte baja. Ello me permitía asistir al desgraciadamente breve intento de Xavi Riera, cuyo BMW apenas si recorría un metro antes de quedarse ‘trabado’ con un problema de transmisión que ponía fin de forma prematura al retorno del catalán a Santo Emiliano, y nos privaba de uno de los aspirantes a las primeras plazas.

Antes de Riera habían partido todos los CM y pronto Miguel informaba por megafonía de sus cronos, con el más rápido para el Silver de Miguel Roca, que registraba un estratosférico 2:19:6 que significaba rebajar el record de los CM, todavía en poder de Roberto Fueyo desde el 2007, ¡en más de dos segundos! Un ‘tiempazo’ que hacía inútil el también soberbio crono del BRC de Oscar Palacio, igualmente por debajo del anterior record de la categoría pero, aun así, a casi un segundo de Roca. El balear sumaba su cuarta victoria del año y, con su modestia habitual, atribuía buena parte del mérito en su fantástico crono a las nuevas gomas que montan este año los CM, con un compuesto y una construcción que, según me decía, ‘realmente se nota’. Algo que no dudamos, pero de lo que estamos seguros es de que no fueron sólo las gomas la clave en el crono de Pedro, sino ese pilotaje que ya nos impresionó hace unos años cuando le vimos ‘volar bajo’ en la subida de Ibiza con un GT turbo y que nos sigue deleitando en cada subida con el Silver.

El podio de CM lo completaba otro Silver, el de Iñigo Martínez, al que se le había atragantado durante todo el día la primera parte de la subida. Algo que le habíamos oído comentar con Roca antes de la manga oficial y que los tiempos intermedios corroboraban, con el navarro perdiendo prácticamente toda la diferencia que le separaba de Oscar en ese minuto inicial de ascensión que lleva hasta poco después de la primera paella y que suele ser donde se gana o se pierde Santo Emiliano … o al menos, donde si no lo haces tan bien como tus rivales te puede caer más tiempo.

La distancia entre los tres primeros de CM y el resto ya era notable, con el segundo grupo encabezado por dos Speed Car, el GTR de Egozkue y el GT1000 de Jesús Alvarez, que suplía la menor competitividad de su más veterano modelo a base de subir realmente al límite, no sólo arrasando en CM1, sino batiendo también a los BRC CM05EVO de Fermín Busta y Xoan Sanmartín, que no acababan de encontrar el ritmo. Xoan perdía muchísimo en la primera parte de la subida, en la que su parcial era tres segundos peor que los de Busta y Alvarez, mientras que Fermín se lamentaba de un error en una de las curvas de la zona final, tras haber encontrado el coche ya más de su agrado en la rápida sección inicial.

Con la primera batalla entre los CM resuelta, llegaba el turno de la lucha en los diferentes grupos del nacional. Bueno, realmente uno de ellos, el de los ‘clásicos’, ya se había decidido con anterioridad, al ser su orden de salida previo al de los CM. Con sólo cuatro inscritos, la categoría reservada a los vehículos más veteranos tenía un claro favorito en el potente TVR Griffith, llevado siempre con muy buena mano por Rafael Serratosa. Y, efectivamente, el levantino cumplía el pronóstico, imponiéndose por delante del Seat 124 de Clemente, y del Lotus Elan de Noguera, mientras Bustelo perdía toda opción en los primeros metros, de nuevo con el embrague del Simca haciendo de las suyas.

Jesús Alvarez ganó en CM1 por quinta vez consecutiva el sábado pero los comisarios no le dejaron salir el domingo por considerar sus gomas no conformes ...

,,,lo que dejó vía libre al cántabro Juan Carlos Castillo para hacerse con su primera victoria en la categoría

El ex-kartista Carlos Rodríguez sigue progresando con el Silver y en Santo Emiliano consiguió su primer podio en el Campeonato de Asturias de categoría I

El grupo A era coto cerrado de Riera Racing, con Xavi Junior logrando su primer triunfo tras rodar todo el día rapidísimo con su afinado ‘petrolero’. Lirola era segundo con el M3, mientras que otro BMW, aunque no del preparador catalán, el del gallego Alberto Ganoso completaba el podio de la categoría y el top ten de la general, en la que los dos primeros grupo A eran sexto y séptimo respectivamente. Bueno, realmente en esos momentos todos ellos estaban un puesto más atrás, ya que por delante se situaban los dos primeros del grupo N, con Iván Suárez marcando el mejor crono, seguido de José Blanco Rosales, ambos con Mitsubishi EVO IX. Pero el de Colloto, que ya había tenido susto de los gordos en entrenos, cuando el capot de su coche se abría de golpe justo cuando salía del pequeño túnel que supone el puente de acceso a Sama desde la autovía, tenía minutos después del final de la subida otro sobresalto de tipo muy diferente cuando, como se explica con más detalle en la sección de noticias, su EVO era excluido en las verificaciones técnicas. Ello dejaba a Rosales como ganador del grupo N y quinto de la general, y situaba como compañeros de podio del andaluz a ‘Monchi’ Pardeiro, disfrutando al volante del EVO IX de su hermano ‘Viti’, y al Saxo de Ramón Andrés Dorado.

El crono que había marcado Iván, aunque luego se ‘borraría’ de la lista de tiempos, era en esos momentos el mejor del Campeonato de España, pero en apenas treinta segundo ese lugar lo ocupaba ya uno de los favoritos al triunfo, Jesús Fernández, que era el primero en bajar de 2:30, la barrera que hay que superar si se quiere optar al triunfo entre los turismos en Santo Emiliano. Una frontera que quedaba lejana para Angel Castro, aunque quien sabe si hubiese podido estar a su alcance de no romperse el cable del acelerador de su Toledo GT en los virajes finales de la prueba, lo que le obligó a entrar ‘a vela’, perdiendo con toda seguridad una buena parte de los siete segundos que se dejó respecto a ‘Tano’ en la segunda mitad de la subida, tras marcar un intermedio a apenas tres décimas del Audi. Pese a todo, Angel era cuarto y ganaba sin problemas en GT, donde sólo había otro competidor, el Porsche de su hermano Goyo.

Quedaban por llegar sólo los Audi de Aznar y Fombona. El almeriense completaba por fin una subida sin problemas tras los contratiempos de las dos de entrenos, y hacía un 31 que le dejaba lejos del registro de ‘Tano’ pero le aseguraba un puesto en el podio. Y el gijonés, aun sin estar en los ‘27 alto’, ‘28 bajo’ que ya ha marcado otros años en Santo Emiliano, corría lo suficiente como para batir a su compañero de equipo por algo menos de tres décimas y sumar su quinta victoria consecutiva de la temporada. Eran apenas las cinco y media y ya había terminado todo, luego de una jornada con ese desarrollo impecable que es ‘norma de la casa’ en Santo Emiliano: horarios cumplidos a rajatabla, ni un parón, agilidad a la hora de ‘mover’ la caravana arriba y abajo o resolver cualquier incidente … en fin, el habitual perfecto funcionamiento de la prueba langreana, que por algo lleva siete años seguidos siendo declarada la mejor del campeonato de España de montaña.

El espectacular Megane Trophy ya es una visión habitual en las subidas del nacional, en Langreo Magdaleno lo metió entre los diez primeros sobre piso seco

José Ramón Pardeiro consiguió dos podios en grupo N con el EVO IX que su hermano 'Viti' usa en rallyes

Otro local, Ramón Andrés Dorado, cpmpletó el podio del grupo N en la Fase A

De vuelta a casa a una hora tan temprana, sobraba tiempo para despachar el trabajo del día relativo a la prueba y salir de cena … volviendo pronto, eso si, que el domingo ya tocaba madrugar. A las siete y media ya sonaba el implacable despertador, y apenas una hora después ya estábamos de nuevo ‘metidos en faena’ en la zona de salida de Santo Emiliano. De camino ‘orbayaba’ y en Sama, aunque no caía agua, había muchísima humedad, con una amenazadora niebla en las zonas más altas que nos temíamos pudiese obligar a retrasar o cancelar el warm up como había ocurrido en Ubrique. Algo que, por fortuna, no era finalmente necesario ya que la niebla no bajaba lo bastante como para afectar la visibilidad a lo largo del recorrido. De hecho, pese a no emplearse, lógicamente, a fondo, los mejores cronos del campeonato de España no eran excesivamente altos, marcados por los dos ‘duelistas’ del día anterior, Fombona y ‘Tano’, con sendos 32 y apenas una décima de distancia entre ambos que anunciaba ya ‘pelea’ para ver quien se hacía con la victoria en la oficial del domingo. La ‘tradición’ de los últimos años en Santo Emiliano indicaba que esta debía de ser ‘Chus’ pero José Antonio no estaba dispuesto a perder su imbatibilidad en el nacional 2009 así como así. Por su parte, los mejores CM rodaban en ‘25’ con Oscar a la cabeza y con enormes ganas de resarcirse de la derrota del día anterior, así que aquí también se anunciaba guerra ¡y de la buena!

Pero las referencias de la víspera perdían pronto todo su valor. Una fina lluvia comenzaba a caer en la pausa entre entrenos libres y oficiales, mojando el recorrido lo suficiente como para complicarles a todos la vida. Aunque cuando se iniciaba la segunda manga del día, que veíamos desde la ‘tribuna de la gasolinera’, ya podíamos cerrar el paraguas que habíamos tomado prestado en el camión de B9 (¡y que luego olvidé devolver!), el piso estaba húmedo, con lo que la mayoría optaban por las gomas ‘de agua’ y los cronos subían de forma notable, con ‘Tano’ en el nacional y Roca entre los CM, ‘avisando’ a sus rivales de que en esas condiciones se encontraban, nunca mejor dicho, como pez en el agua.

A eso de las once ya estaban todos de vuelta a la zona de asistencia y volvía a haber esa especie de ‘agua pulverizada’ en el ambiente que traía a todos de cabeza. La gran duda era que gomas montar para la manga final. Había humedad en el asfalto, eso sin duda, pero no la suficiente como para que las gomas de lluvia fuesen imprescindibles, con lo que el abanico de posibilidades se abría notablemente: se podía optar también por unos ‘mixtos’, se podían rallar unos slicks o se podía arriesgar a salir con lisos. La decisión no era fácil y el estado del piso era el comentario general de los pilotos cuando compartíamos con ellos la original iniciativa del Langreo Motor Club de montarlos en un autocar ‘descapotable’ y subirlos por toda la prueba en plan ‘desfile de pilotos de la fórmula 1’. Una idea sin duda simpática, que era recibida con sorpresa y muchos aplausos por los aficionados a pie de cuneta, sirviendo además para amenizar la espera antes del inicio de la manga final.

Dos podios en grupo A para Alberto Gayoso y su BMW

Rubén Bayo acabó tercero del grupo A el domingo con el Volvo

'Parrao' aprovechó lo resbaladizo del piso en la Fase B para acabar noveno del nacional con su León

El ‘desfile’ nos servía para comprobar, una vez más, el excelente ambiente que hay entre los participantes del nacional de montaña, que se pasaban todo el camino en animada charla, haciéndose bromas entre ellos y saludando al público … ¡mientras también echaban un atento vistazo a como estaba la carretera, claro! Cuando bajábamos la parte inicial empezaba a mostrar ‘carril seco’ mientras soplaba incluso algo de aire, y ya había dejado, parecía que definitivamente, de llover. Tocaba decidir que gomas montar y a ello se ponían todos. En B9, Fombona examinaba las disponibles y me comentaba que lo ideal serían unas mixtas pero, al no tenerlas, iba a optar por rallar algo unos slicks. Cerca estaba Berti Hevia, al que le comentaba que la carretera se estaba poniendo ‘a su gusto’, pensando en como, si se tratase de un rallye del nacional, esas condiciones de piso ni seco ni húmedo son de las que le gustan. Algo que me confirmaba con una sonrisa de oreja a oreja mientras me decía que, en lo que respecta a que gomas poner, igual la mejor elección eran las gomas de agua, no porque no se pudiese subir con slicks sino porque llevar las ruedas ‘con dibujo’ siempre te da más confianza cuando el asfalto está húmedo y ello acaba por hacer que te sientas más seguro y te ‘tires’ más, mientras que con las más eficaces ‘lisas’ te lo pensarías dos veces en las zonas más delicadas. ‘Tano’ optaría finalmente por esa opción, los neumáticos de lluvia, y el crono final le daba la razón a Berti, un 2.40.2 al que nadie se lograba acercar. Una victoria clara que Jesús acogía con enorme satisfacción, tras haber estado tan cerca ya de ganar el sábado … que sigue siendo su ‘espinita clavada’ en Santo Emiliano. Un triunfo, además, que es como una especia de ‘despedida’ del A4 y el nacional de montaña … si no un adiós definitivo si un ‘hasta luego’, ya que, como nos comentaba cuando le felicitábamos a la entrada del parque cerrado, ahora quiere centrarse en los rallyes con el Subaru … pero antes tenía ganas de volver a subirse al Audi, con el que se reencontraba tras un montón de meses y le volvía a dar esas sensaciones de pilotaje que sólo un coche tan ‘de carreras’ como el superturismo alemán puede dar.

El que más cerca quedaba del crono ganador de ‘Tano’ era Aznar, que había optado justo por lo contrario en tema de gomas, montando slicks, y parando el crono en 2.43, tras un par de sustos que le hacían exclamar de vuelta al parque cerrado: ‘¡si hubiésemos puesto agua igual habríamos ganado!’ De todas formas, el almeriense estaba realmente contento con su segundo puesto, por delante ¡por fin! de Fombona, al que preguntábamos si la clave de su inusualmente alto 2.45 estaba en los neumáticos y nos decía que no, o al menos no del todo, achacando más la pérdida de tiempo a un ‘setup’ demasiado rígido en su Audi, que iba perfecto para seco pero no le había dado igual resultado sobre piso húmedo.

Rafael Serratosa impuso la potencia de su TVR Griffith sobre seco en la fase A ...

...pero el domingo se vio sorprendido por la rapidez de Rafael Bustelo que le superó con su Simca

Fiel a su espectacular estilo, Clemente volvió a deleitar al público son su Seat 124

La humedad en el asfalto propiciaba que los 4x4 dominasen a placer, y tras el podio 100% Audi se clasificaban otros tres tracción total, los EVO IX grupo N de Iván Suárez, José Blanco Rosales y ‘Monchi’ Pardeiro, relegando al primer GT, el Toledo de Angel Castro, a la séptima plaza. El madrileño sufría para ‘domar’ los muchos caballos del espectacular proto Seat sobre el resbaladizo asfalto y se lamentaba de la doble oportunidad perdida, el sábado por la inoportuna avería del cable del acelerador y el domingo por ese ‘orbayu’ que había mojado la carretera dejándole sin opciones de exprimir a gusto el GT en la subida donde más posibilidades tenía de ‘dar el susto’ a los Audi.

Octavo era el primer ‘dos ruedas motrices’, el sorprendente binomio Xavi Jr.-BMW diesel, que sumaba su segunda victoria en grupo A, añadiendo un nuevo Riera al palmarés de Santo Emiliano. El éxito de su hijo era la gran alegría de un fin de semana agridulce para Xavi, que contrastaba con el susto que él y todos nos llevábamos al conocer el fuerte accidente de Lirola. El almeriense se equivocaba en una de las siempre complicadas secuencias de enlazadas rápidas de la zona de arriba, entraba en quinta donde con la cuarta ya bastaba, no podía evitar el ‘toque’ y, lo que era peor, su M3 salía despedido un buen montón de metros y a notable altura, ‘aterrizando’ patas arriba sobre una zona elevada donde había algunos espectadores que, por fortuna, conseguían librarse del golpe. Ni piloto ni aficionados sufrían lesiones de consideración pero el accidente era de esos que ‘acongojan’ y que nos viene a recordar a todos como por bueno que sea el montaje de seguridad y muy bien situado que estés, las carreras tienen su riesgo y los accidentes son imprevisibles… así que mejor si todos extremamos siempre las precauciones por si acaso.

Siguiendo el repaso a los diferentes grupos de ‘carrozados’, nos quedan sólo los ‘históricos’, entre los que Rafael Bustelo repetía la ‘machada’ del Fito y se hacía con la victoria en la fase B, con el mérito añadido de batir, en una subida tan de potencia como es Santo Emiliano, al rapidísimo Serratosa con el Griffith. Apenas medio segundo separaba al Simca amarillo del espectacular deportivo británico, con el Seat de Clemente también cerca, a segundo y medio, completando el podio. 

Antonio Noguera fue tercero de clásicos en la manga oficial del sábado

Entre los pocos participantes con vehículos no homologados, Minervino Ferrera se impuso en grupo S...

...y Alberto Ordóñez fue el primero de grupo X

Dando marcha atrás en el reloj de este relato más o menos cronológico, toca ahora volver a los instantes previos a la subida oficial, cuando los principales protagonistas de la copa CM eran un mar de dudas respecto a que gomas montar. Como se comenta con más detalle en la sección de noticias, las opciones que en este caso en concreto permite el reglamento no son muchas, o los slicks que cada piloto marca para usar en las subidas oficiales del fin de semana o gomas de agua ‘que no sean slicks rayados’  … aunque, para liar más la madeja, ¡precisamente eso es lo que son, en origen, las gomas de agua de Avon que montan todos ellos! Al respecto, hubo quien buscó soluciones a medio camino entre ambos extremos que los comisarios técnicos de las española no consideraron válidas, lo que dejó sin siquiera subir a dos de los que habían destacado el sábado, Pantxo Egozkue y Jesús Alvarez.

De los que si subieron y optaban a las primeras plazas, la disparidad en la elección era notable: Roca, Iñigo y Busta se decidían por las ‘lisas’, mientras que Oscar y Xoan montaban las ‘de dibujo’. Los cinco acabarían ocupando las cinco primeras plazas, pero las diferencias, que en esta categoría suelen ser contenidas, se disparaban… especialmente entre el primero y el resto. Al igual que en el Fito, el sábado, cuando se subió sobre mojado, Pedro Roca daba toda una exhibición, parando su Silver el crono en nada menos que 6.2 segundos menos de tiempo total que el de Iñigo Martínez. El tercero era el primero de los que habían elegido las gomas para lluvia, el BRC de Oscar Palacio, que nos comentaba después como se había tratado de una decisión evidentemente arriesgada, pensada para ganar pero que casi le costaba estar en el podio. Y es que cuarto, a apenas medio segundo, terminaba otro BRC, este calzado con slicks, el de Fermín Busta, al que le faltaba de nuevo, como en las dos fases del Fito, muy poquito para subirse al podio nacional de los CM. Ya más lejos, Xoan era quinto con su BRC también montando neumáticos para piso mojado que, definitivamente, en el caso de los CM no eran la mejor opción.

Avanzamos otra vez las agujas del reloj imaginario que rige esta crónica y ya son cerca de las dos de la tarde, la carrera ha terminado hace rato, los pilotos departen animadamente en las sillas situadas al pie del podio y sólo queda el fin de fiesta de la XXVª edición de Santo Emiliano: la entrega de premios. Broche perfecto a las bodas de plata de una carrera que, un año más, ha resultado perfecta. Su organizador, ‘Sasi’ Pardeiro, siempre atento a las críticas constructivas, me preguntaba al final ‘¿cómo los has visto todo?’ … y no podía menos que decirle algo así como ‘lo habéis vuelto a conseguir, ¡se me hace difícil encontrar algún fallo!’ Y es que todo volvía a salir de maravilla, pese a que el agua siempre puede complicar las cosas, y hasta el ‘angel de la guarda de las carreras’ colaboraba dejando en susto el golpe de Lirola, lo que siempre es de agradecer. Ya no me restaba más que volver a casa por la minera, subiendo el volumen de la radio cuando sonaba ‘The Best’ de Tina Turner … lo cual no dejaba de ser tan apropiado como premonitorio: Santo Emiliano es la mejor subida del nacional y, o mucho me equivoco, o va a volver a serlo esto año. Enhorabuena a los que la hacen posible … ¡y a por las bodas de oro!