Cualquier asturiano que viaje habitualmente por carretera está acostumbrado a esa situación tan típica de entrar en el túnel del Negrón con sol y salir de él con lluvia … lo que no es tan usual es que eso ocurra cuando vas camino de la meseta en vez de cuando retornas a casa. Y eso precisamente es lo que me pasaba el viernes, cuando emprendía el largísimo viaje Gijón-Ubrique, de cuyos más de 900 kilómetros al menos la mitad los hacía bajo la lluvia, que era, además, especialmente intensa por momentos, aunque afortunadamente el hecho de que la autovía de la Ruta de la Plata tenga cada vez más tramos terminados, la hacía más llevadera.

Así que, aprovechando que hasta las 3 de la tarde del sábado no empezaba la acción en Ubrique, el viernes cené sin prisa y leí un buen rato antes de apagar la luz, mientras que el sábado por la mañana seguí los entrenos de la F1 desde la cama, me levanté ‘no muy temprano’, desayuné tranquilamente las tan típicas como deliciosas tostadas con aceite y todavía llegué con tiempo de sobra para aparcar cerca de la nueva ubicación de la sala de prensa, recoger la acreditación y empezar la ‘ronda’ por la zona de asistencia bajo un cielo muy cubierto y con nubes negras que amenazaban con descargar aunque finalmente no lo harían en todo el día. Una ronda que en la primera carrera del año siempre es larga ya que, en muchos casos, te reencuentras con gente a la que hace meses que no ves, por lo que las charlas con unos y otros se van encadenando, haciendo que el tiempo vuele y, sin darte casi cuenta, llegue la hora de inicio de los entrenamientos libres.

En este primer paseo del año por los boxes se echaban en falta a algunos de los habituales en pasadas campañas. Por ejemplo, faltaba el vigente campeón de grupo A, Luis Flores, con quien nos habíamos cruzado en la zona de asistencia del Villajoyosa, donde ya nos había comentando que estaba difícil el tema de completar el presupuesto. O también el actual campeón del grupo N, JJ Fernández, que aparecía en la lista de inscritos pero del que no había ni rastro por Ubrique. O una de las revelaciones de la pasada campaña en la Copa CM, Jordi Martínez, sin programa ni nacional ni regional para este año, situación similar a la de otro de los habituales de la categoría, José Antonio Román. Otras ausencias tenían justificaciones diferentes, como las de Jesús Fernández ‘Tano’, que optaba por estrenar su flamante Impreza WRC en el rallye de Tineo, prueba de apertura del regional asturiano que se disputaba el domingo, o la de Egoi Eder Valdés, embarcado este año nada menos que en hacer el mundial de rallyes dentro de la categoría de Producción. Y había incluso ausencias por causas mucho más prosaicas, como la de Pantxo Egozkue, inscrito en Ubrique pero que finalmente no podía ser de la partida al no tener listo el propulsor de su CM.

Entre los presentes, no había apenas novedades y, en todo caso, de ellas se habla ya con más detalle en la sección de noticias, así que mi primera ‘ronda informativa’ aportaba más saludos y conversaciones distendidas que noticias relevantes. Si acaso, me demoraba un poco más delante del nuevo Silver Car S2, aprovechando para sacarle las primeras fotos mientras su constructor, Juan Carlos Silvestre, me mostraba orgulloso los detalles de su nueva criatura y me explicaba como se había hecho uso del software de simulación fluidodinámica (el famoso CFD del que tanto se habla en la F1) para llevar a cabo el desarrollo aerodinámico de su nueva carrocería y de los diferentes apéndices que la rodean, especialmente llamativos en la parte del difusor, sobre lo que bromeábamos con Rubén, de Engimek Ingeniería, asimilando la pieza del S2 a los tan controvertidos ‘difusores dobles’ de los Brawn que tantos ríos de tinta han hecho correr en el arranque de temporada de la fórmula 1.

También echaba unos cuantos minutos admirando el espectacular Seat Toledo GT de Angel Castro, que junto con los ya conocidos Renault Megane Trophy de José María Magdaleno y Porsche RSR de Pedro Morera eran los coches que más público congregaban a su alrededor, prueba inequívoca de que la gente quiere ver, sobre todo, auténticos ‘coches de carreras’ … ¡y cuanto más llamativos y diferentes de los que ve todos los días mejor! Lástima que el GT de Morera no pudiese ser admirado luego en movimiento ya que, como me comentaba su muy decepcionado piloto, se acababa de detectar un problema con el embrague que iba a ser imposible de reparar, con lo que el largo viaje hasta Ubrique era en balde para el piloto catalán. Toda una faena … ¡por decirlo suave!

Entre tanta charla y tanto sacar fotos se me hacía tarde para coger la furgoneta de prensa, así que mi idea de ver la manga de libres en la parte alta de la subida se iba al garete. Lo bueno de Ubrique es que a apenas unos metros de la zona de asistencia está una de las curvas más típicas de la prueba, con las características casas blancas de la localidad gaditana como fondo. Y aunque es un encuadre tal vez ya demasiado visto, cada año acabo haciendo una o dos pasadas ahí.

El warm up volvía a cambiar su desarrollo, y tras una temporada en la que se había decidido que lo mejor era conservar el mismo orden de salida que el resto de mangas, es decir, empezando por el número más alto de la lista de inscritos, se volvía a invertir con lo que el primero en partir era el Audi A4 con el número 1 en sus puertas pilotado por Fombona. La manga se veía interrumpida durante unos cuantos minutos, cuanto el Seat León de Lavios, que se había marcado un monumental trompo justo delante de nosotros, se salía al inicio de la zona de subida que comienza tras el cruce de la gasolinera. Por fortuna, pese a lo aparatoso del accidente, con vuelco incluido, el piloto salía indemne y aun daba tiempo a que todos los participantes completaran el recorrido antes de que terminasen los 60 minutos reglamentarios para la disputa de la primera subida de entrenamientos.

Aunque en ese momento todavía no tenía información sobre tiempos, ya que decidía cubrir caminando los metros que separan la primera curva del cruce de la gasolinera para sacar allí las fotos de la subida de entrenos oficiales, el resultado de la primera ascensión del año ya empezaban a marcar la pauta de lo que sería el fin de semana, con los tres Audi A4 claramente por delante del resto, pese a que los cronos eran todavía muy altos en comparación con lo que habría que marcar para optar al triunfo. Borreguero y Fombona paraban el reloj en el 2.30, Aznar se iba al 2.33 y el siguiente, el EVO VIII grupo N de Noriego, ya estaba en el 2.38, con los demás, encabezados por el M3 grupo A de Lirola, ya situados a partir del 2.40.

Estos los veía desde el cruce, donde inicialmente planeaba situarme en el interior del viraje, que este año tenía una zona libre que daba entrada al parque de bomberos. Pero aunque inicialmente el encargado de seguridad de la curva me permitía colocarme allí, finalmente el responsable de los efectivos de la guardia civil me decía que tenían órdenes de que los ‘de prensa’ nos situásemos en las zonas delimitadas con cinta verde acotadas al efecto. Buena idea esa de preparar zonas específicas para los fotógrafos … si no fuese porque en este caso la elegida era justo sobre la isleta del exterior del cruce, uno de los sitios con más peligro en este viraje y donde más de una vez ya ha acabado entrando algún coche cuando su piloto llega con ‘exceso de optimismo’ a la fuerte frenada que separa la ancha parte inicial de la subida del resto de la misma, que discurre ya por la más estrecha carretera comarcal.

Por fortuna, esta vez nadie ’se pasaba’ y la manga discurría con la fluidez que dan siempre las salidas cada 30 segundos. De los históricos me fijaba en la habitual espectacularidad del 124 de Clemente, con su característica levantada de la rueda delantera interior al acelerar a fondo a la salida de la curva. De todas formas, el actual campeón de la categoría lo iba a tener muy difícil contra el potente TVR de Serratosa, que pasaba fortísimo y que en meta le metía nada menos que nueve segundos. En una subida de la rapidez de Ubrique el precioso deportivo inglés tenía ventaja y su buen piloto estaba dispuesto a aprovecharla al máximo.
Entre los CM, el Silver S2 de Roca también ‘levantaba rueda’ camino del mejor tiempo, un 2.21 que ya era un crono a tener en cuenta. A sólo 4 décimas se quedaba Oscar Palacio, que en el cruce ‘metía’ el BRC con decisión en el cruce, buscando el vértice del viraje, algo que no es fácil en una curva en la que se tiene que bajar, tan de golpe, tanta velocidad. Ambos se mostraban un paso por delante del resto, con Iñigo Martínez tercero y un poco ’en tierra de nadie’ con su Silver, y Xoan encabezando el resto con su BRC.
Por parte de los turismos, bastaba ver pasar a Fombona, ’gustándose’ mientras cruzaba el Audi y lo sacaba con maestría a centímetros del amenazador bordillo exterior pero en total control, para darse cuenta de que el gijonés tenía margen de sobra. Algo que corroboraban los cronos, con casi tres segundos de ventaja sobre Aznar y Borreguero, tan igualados como lo estarían prácticamente todo el fin de semana.

Con fotos ’de acción’ más que de sobra, bajaba ya camino de la asistencia para conocer esos tiempos que habían marcado unos y otros y para que los protagonistas me comentasen como había ido todo. Apenas si había novedades que resaltar. Si acaso, centrándonos en los CM, que Iñigo Martínez tenía problemas con los frenos, lo que su equipo se afanaba en resolver. Que a Roca le fallaba el cutoff, aunque el tema ya estaba en vías de solución, o que en BRC se ’jugaba’ con los reglajes de amortiguación y estabilizadoras buscando el mejor equilibrio. En el ’bando’ de los turismos, la tranquilidad era la tónica general. Riera trabajaba en el M3 de Lirola, Aznar se mostraba satisfecho con el funcionamiento de su Audi, Castro me comentaba que iba poco a poco con su Toledo GT, y Fombona se mostraba muy relajado y me acompañaba a ver la salida de los primeros participantes en la subida oficial.

La manga definitiva la veía desde la salida, donde de inmediato me iba enterando de los tiempos gracias al habitual buen trabajo de la gente de fotomotor. Entre los históricos se cumplía con precisión los apuntado por los entrenos, con Serratosa dominado con claridad para imponerse con cerca de diez segundos de ventaja sobre Clemente, que se veía incluso ‘achuchado’ por un muy eficaz Noguera, que se quedaba a segundo y medio del Seat con su Lotus Elan.

Antes de que los CM dilucidaran entre ellos la primera fase oficial del año, el mejor crono entre los turismos se iba batiendo de forma sucesiva cuando pasaban por meta los mejores grupo N, los coches con los números del 50 al 46, el Subaru de Francisco Jiménez, y los Mitsubishi de Caballero, Javier García, Isidoro Jiménez y Eduardo Noriego, que pulverizaba todos los registros anteriores, marcando un 2.34.333 que iba a durar un buen rato en lo alto de la lista de tiempos.

Tenían que empezar a entrar en meta los CM para rodar más rápido, y entre ellos pronto Iñigo Martínez ponía el listón alto con un 2.24.884 al que nadie ni se acercaba hasta que no salían los dos grandes favoritos, Oscar Palacio y Pedro Roca. El asturiano lo rebajaba en casi tres segundos y el balear conseguía mejorar otras cuatro décimas más para sumar la primera victoria del nuevo Silver S2.

Faltaba por decidirse la victoria entre los turismos y cuando sólo faltaban por partir los tres Audi ST, sólo el M3 de Lirola, el Ibiza de Maldonado, el EVO de Rosales y el Toledo de Castro, se intercalaban entre los cinco grupo N que habían marcado los mejores cronos hasta entonces. El del BMW se situaba justo detrás de Noriego, haciéndose con el grupo A por delante del Kit Car, el del Mitsubishi conseguía el segundo escalón del grupo N y el del Seat GT se hacía claramente con su categoría.

El crono de Noriego lo batía finalmente, y de largo, Raúl Borreguero mientras que Aznar se quedaba una décima por detrás luego de entrar algo pasado en la popular curva del pluviómetro. Pero ni uno ni otro se acercaban al registro que marcaba a continuación Fombona, un 2.25 todavía lejos de sus mejores tiempos del año pasado pero más que suficiente para darle la primera victoria del año con algo más que un segundo de ventaja.

Al despertar al día siguiente, el inequívoco ruido de agua cayendo del tejado indicaba bien a las claras que estaba lloviendo … ¡y bastante! Cuando llegaba a la zona de asistencia los equipos empezaban a montar las gomas de agua y en vista de cómo estaba el día decidía que iba a ser mejor tratar de ver la F1 en vez de mojarme sacando fotos del warm up. Decisión que resultaba innecesaria ya que finalmente la manga de entrenos libres se suspendía debido a la espesa niebla que había en la parte alta de la subida.

Así que todos aprovechábamos para ver la F1 en China, ¡donde llovía tanto o más! A la hora de los entrenos oficiales, previstos para las 10:30, ya hacía rato que había cesado de caer agua sobre Ubrique y empezaba incluso a salir el sol. Los primeros participantes subían con ruedas para piso mojado mientras que a medida que se avanzaba en la lista ya casi todos iban optando por los slicks. La temperatura iba subiendo y los rayos del astro rey secaban con rapidez la carretera por lo que las condiciones eran bastante cambiantes y los cronos poco o nada significativos. Oscar y Roca eran los únicos que bajaban de 2.40 entre los CM, es decir a casi 20 segundos de sus mejores tiempos, mientras que Aznar y Fombona llegaban hasta el 2.41, también lejísimos de los cronos de referencia marcados el día anterior. De vuelta a la asistencia, todos coincidían en que, aunque aun había algunas humedades, especialmente en las zonas algo más sombrías de la parte que se inicia en el cruce, si el sol seguía calentando como ya lo estaba haciendo, todo el recorrido iba a estar perfectamente seco para la disputa de la manga oficial.

Y, efectivamente, así era. Tras haber sacado alguna foto más ’de acción’ a la entrada del viraje inicial durante la manga de entrenos, la oficial la veía en los primeros metros de la prueba, desde donde tenía visión directa del display en el que se iban registrando los cronos de cada piloto a su paso por meta. El primero en colocar ahí unas cifras por debajo de 2.40, aunque ‘por los pelos’, era Francisco Jiménez, al que pronto superaba el otro Jiménez compitiendo en grupo N, Isidoro, autor de un 2.36 con el que no podía esta vez Noriego, que empeoraba bastante respecto al día anterior.

Llegaba a continuación el turno de los CM y se repetía la tónica del sábado, con Iñigo Martínez marcando enseguida un tiempo que le situaba muy por delante del resto, y bajando incluso de 2.20 lo que ya era un tiempazo, especialmente pensando que, pese al sol, todavía podía quedar algún rastro de humedades por lo que era de esperar que los cronos empeorasen algo. De hecho así ocurría con Oscar Palacio, que se quedaba a casi un segundo de su registro de la víspera, lo que no le servía para contener el empuje de Iñigo. Quedaba sólo Roca y el balear no fallaba. Pese a empeorar también algo respecto al día anterior, el bicampeón de CM volvía a ganar completando un debut perfecto para el nuevo Silver. Dos victorias en las dos primeras fases con el nuevo coche son como para estar más que satisfecho, pero Pedro no es de los que se conforman y cuando hablaba con él, una vez de vuelta tras la subida, me comentaba que había que seguir trabajando porque Iñigo había estado muy cerca, rebajando tiempos cuando la pista se suponía que estaba peor, lo que no dejaba de ser todo un aviso en cuanto al potencial del navarro. Oscar, por su parte, no buscaba excusas cuando le preguntaba si había tenido algún problema y me decía que el coche había ido perfecto y que él pensaba haber subido bien pero que el tiempo no había salido.
Cuarto, al igual que el día anterior un poco ‘en tierra de nadie’ en cuanto a tiempos , terminaba un muy satisfecho Alberto García, que devolvía con este doble buen resultado la confianza puesta en él por todos aquellos cuyos nombres adornaban la carrocería del Silver alquilado para la ocasión.
Quinto los dos días era Xoan Sanmartín, encabezando ya un segundo grupo a cierta distancia de los primeros y disfrutando durante todo el fin de semana, tanto del pilotaje como del ambiente de la carrera y del ‘buen rollo’ que tiene con todo el mundo el siempre afable ‘doctor’, todo un ejemplo de piloto amateur que correr por pura diversión y sin complicarse la vida, teniendo muy claro que esto no deja de ser pura y simplemente un hobby. La sexta plaza en las dos fases también tenía el mismo dueño, Aritz Egozcue, con el primer Speed Car en la lista de tiempos. Los coches de Delfín Lahoz están este año menos representados y la ausencia de una unidad más o menos oficial del fabricante catalán es algo que se echa en falta tras tantos años siendo protagonistas. Donde si triunfaban los Speed era en la nueva categoría CM1, con dos victoria del GT1000 de Jesús Alvarez, que debutaba en Ubrique y lo hacía con nota alta, ganando claramente al siguiente CM1, el BRC del andaluz Romero, mucho mejor conocedor de la prueba, y situándose además sin problemas entre los diez primeros absolutos de CM los dos días.

Dejando ya atrás los CM, tenemos que volver unos minutos atrás en el relato cronológico para volver a la zona de salida desde la que veíamos la arrancada de los últimos participantes. Entre ellos, era esta vez Angel Castro el que marcaba por unos momentos la pauta antes de la partida de los Audi. El madrileño seguía progresando con el espectacular Toledo GT, al que le veíamos durante todo el fin de semana tratar con sumo cuidado a la hora de pisar el acelerador en los primeros metros y a la salida de los virajes. Cosa lógica sabiendo la cantidad de caballos a disposición y la tendencia que tienen a salir en estampida si no se tiene prudencia en su manejo … o si además hay problemas con el mecanismo que los controla como le había ocurrido en alguna de las mangas anteriores.

El crono de Castro, que había superado a Lirola por siete décimas, lo rebajaba el Ibiza Kit Car de Maldonado, que se llevaba el grupo A, igualando así con el del Ejido en la cabeza de la tabla provisional de la categoría … aunque Manuel nos comentaba que este año se va a centrar en el certamen regional andaluz con lo que su buen amigo y habitual rival va a tener vía libre para hacerse con el título sin demasiada oposición salvo que aparezcan nuevos contendientes en el grupo A.

En el trío de Audis, un muy motivado Aznar podía esta vez con Borreguero … pero de nuevo ambos se quedaban lejos de Fombona, al que sólo viendo salir ya podías intuir que iba a ser imposible batir. El gijonés arrancaba con tremenda decisión y la sensación que transmitían sus primeros metros, con el Audi tragando marchas y metros de forma espectacular, era de clara superioridad. Algo que el cronómetro confirmaba una vez más, incluso con diferencias aun mayores que el día anterior, ya que José Antonio corría aun más ’por si acaso’ como me comentaría tras la entrega de premios, dejando a más de dos segundos a un Aznar que lo tenía claro: ’¡para ganar a Fombona hay que arriesgar más!’