El Toledo GT es todo un prototipo, con chasis tubular y motor biturbo, situado en posición central-trasera, de más de cuatrocientos caballos. Toda esa potencia se transmite a traves de las ruedas traseras lo que convierte al GT en toda una 'fiera' realmente difícil de 'domar' en carreteras de montaña. Si a ello añadimos la notable anchura del coche, así como sus suspensiones y relaciones de cambios 'de circuitos', el resultado es todo un desafío para Angel Castro, al que le gustan especialmente este tipo de retos, como ya demostró hace unos años con el Nissan Primera ST, otro coche realmente inusual y con el que consiguió más de un buen resultado.
De momento, en Ubrique Angel ya progresó de forma notable entre la Fase A y la B, acabando quinto en esta última, aunque en cronos todavía muy lejanos de los Audi. Estar con ellos es el objetivo final aunque se nos antoja realmente complicado en vista de las características tanto del coche como de los trazados en los que se compite en el nacional de montaña.

Los tres Porsches presentes en Ubrique eran coches ya conocidos aunque dos cambiaban de manos para esta temporada. El único que seguía con el mismo piloto que el año pasado era el precioso GT3 RSR de Pedro Morera que, lamentáblemente, quedaba inédito al detectarse el mismo sábado un problema en la transmisión que era imposible de reparar con los medios disponibles en la asistencia de B9. Una auténtica lástima y una enorme decepción para Morera, que llegaba a Ubrique con muchas ganas de iniciar la temporada.
Los otros dos GTs de la marca de Stutgart eran los 911 que el año pasado compitieron con Angel Castro y Sergio Díaz al volante. La unidad de 'los Castro' pasaba a ser pilotada por el hermano de Angel, Goyo, mientras que la de Sergio es ahora propiedad de Jesús García. Ambos se repartían las segundas plazas, lejos del Toledo de Castro y más pendientes de hacerse a la conducción de sus nuevas monturas que de los tiempos que pudiesen realizar en este su debut con los GT alemanes.

En realidad, Palacio ya había pilotado el nuevo BRC a final del año pasado en una prueba del open CM, en el Jarama, consiguiendo además la victoria, pero Ubrique era su primer contacto con la nueva unidad que pilotará este año en el nacional y con la que apenas si había dado unas vueltas en el circuito de karting de Noreña.
Oscar estaba desde el primer monento en la lucha por la victoria, siendo incluso el más rápido tanto en el warmup del sábado como en la única manga de entrenos del domingo, aunque luego en las dos oficiales debía de ceder ante Roca y, en la segunda, también ante Iñigo Martínez, sumado un segundo y un tercer puesto que no son mal balance para su primera carrera con la más reciente evolución del BRC.

Pese a algún que otro problemilla de juventud en las mangas de entrenos, y a que todavía queda trabajo que hacer a nivel de reglajes, especialmente en lo que respecta a sacarle todo el partido a la compleja aerodinámica de su parte trasera, el coche se mostraba realmente competitivo y con Roca al volante, el binomio ganador de los dos últimos años en el nacional de montaña demostraba que va a ser de nuevo la referencia en la categoría.
Además del coche 'oficial' de Roca, había en Ubrique otro Silver con la nueva carrocería aunque se trataba del modelo del año pasado. Era el pilotado por Iñigo Martínez, que este año tiene intención de seguir todo el campeonato y que en la primera prueba del año ya dejaba claro que va a ser uno de los pilotos a tener en cuenta en el campeonato. Pese a unos persistentes problemas en el reparto de frenada, que le traían de cabeza todo el fin de semana, el hijo del ex-campeón nacional de montaña, Luis Martínez, se subía ya al podio en la fase A y se quedaba a poco más de una décima de la victoria en la B. Unas magníficas prestaciones en las que, además del pilotaje del joven navarro y de las cualidades del Silver 'híbrido S1-S2', influían también las nuevas gomas AVON desarroladas para los CM que montaba en exclusiva el piloto de Vilariño Motorsport y que se caracterizan por una nueva mezcla, con un desgaste muy uniforme, y por sus menores dimensiones y, por consiguiente, peso.

Aun con la lógica falta de ritmo en comparación con sus rivales, el rápido piloto jerezano se clasificaba cuarto en las dos fases y se llevaba además la victoria en la clasificación de monoplazas del regional andaluz, para el que Ubrique era la segunda prueba puntuable. Lástima que Alberto no tenga presupuesto para competir en el resto del campeonato, habiendo conseguido salir en esta prueba gracias a las aportaciones de un buen número de amigos y familiares, cuyos nombres aparecían en la carrocería del Silver amarillo como agradecimiento del piloto a sus muy personales patrocinadores.

En CM1 compiten, por tanto, los BRC CM02 y los Speed Car GT1000, los dos modelos originales de los fabricantes que iniciaron el 'fenómeno CM' hace ya seis temporadas. En Ubrique se presentaron un total de cinco participantes en la nueva categoría, de los que cuatro eran Speed Cars, los de los cántabros Toca y Crespo, el murciano Llamusí y el asturiano Jesús Alvarez, y uno BRC, el del andaluz Romero. Pronto se vio que el más rápido era Jesús Alvarez, que se impuso con claridad en las dos subidas oficiales, situándose además con holgura entre los diez primeros scratch de CM y superando con su Speed Car GT1000 a varios pilotos con monturas más modernas. La segunda plaza los dos días la ocupó el BRC de Romero, que también se permitió el lujo de puntuar en la Copa CM absoluta en las dos fases, mientras que tercero los dos días fue el Speed Car de Raúl Toca