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19|10|2008

Capaz de lo mejor y de lo peor, de pasar del cero al infinito y del infinito al cero en cuestión de segundos, así es Lewis Hamilton para bien y para mal, guste o no.
En China, Lewis mostró lo mejor de su pilotaje justo tras dar todo un curso de lo que no se debe hacer para ganar un campeonato apenas una semana antes en Japón. O, al menos, de lo que no se tiene que hacer si se quiere ser campeón por encima de todo, sin que te importe que alguna vez alguien llegue por delante, no ya a la meta sino, siquiera, a la primera curva.
Porque, si lo pienso un poco más, a lo mejor es que para un piloto como Hamilton ganar es un término tan absoluto que significaba ser el primero siempre y en cualquier circustancia, cueste lo que cueste y al precio que sea. Un planteamiento que choca con los actuales sistemas de puntuación y hasta con las percepciones de 'como hay que ganar' que se van instalando cada vez más en todos nosotros.
Y respecto a la F1 esto es algo que no deja de ser curioso, ya que estamos hablando de un deporte que debería premiar el riesgo, no castigarlo como parece ser la tendencia últimamente.
Uno, que en esto de las carreras es de 'la vieja escuela', sigue admirando (tal vez de forma erronea, no lo discuto) más la temeridad que el cálculo, más la pasión que la razón, más el atrevimiento que la circuspección ... aunque sólo sea porque sigue viendo la fórmula 1 y, especialmente, a sus pilotos, como gente capaz de hacer algo totalmente fuera de tu alcance y que requiere, para conseguirlo, de todo eso que uno no tiene, tal vez, el valor de hacer en su vida diaria: arriesgarlo todo, dejarse llevar, no pensar las cosas tanto, superar los límites.
Por eso, cuando llega un Hamilton, o en su día un Gilles Villeneuve o un Ayrton Senna, uno tiende a ser más magnánimo con ellos, llegando incluso a 'perdonarles' sus 'debilidades' probáblemente más que a otros 'menos imperfectos' pero, también por eso mismo, menos fascinantes.
Ganar el mundial es la última meta, para muchos cruzarla el primero es lo que importa, para otros tiene tanto o más significado el como se consigue. Diría que Hamilton ha elegido hacerlo a su manera, sin compromisos, sin 'pensar en los puntos', sin 'usar la cabeza'. Y en ello está tanto su mayor virtud como su mayor defecto. Por eso en Brasil su máximo rival volverá a ser él mismo y asistir al desenlace de este mundial, aunque sólo sea para ver con que actitud lo afronta y si es capaz o no de resolverlo a su favor, va a ser tan apasionante.

11|10|2008

En Singapur, las veleidades de la Diosa Fortuna hicieron que, para mal el sábado y para bien el domingo, la suerte influyese demasiado en el primer triunfo de Alonso con el R28, ocultando en parte algo que los entrenos libres del viernes en el trazado de Marina Bay habían permitido atisbar, el Renault funcionaba mucho mejor de lo que había sido habitual hasta entonces. Pero el buen ritmo de Alonso en carrera ya dio un aviso de que las distancias con los 'grandes' a nivel mecánico se habían acortado y en Japón ha llegado la confirmación.
En el segundo triunfo consecutivo de Fernando con el tan vilipendiado R28, la suerte intervino lo justo, si suerte se puede llamar a que varios de tus rivales 'metan la pata' del modo clamoroso que lo hicieron Hamilton y Massa en los caóticos momentos iniciales del gran premio.
El resto ya fue una carrera como las de 'los buenos viejos tiempos' del bienio mágico 2005-2006, con el asturiano controlando inicialmente el ritmo del BMW de Kubica, con piloto y equipo optando por una estrategía agresiva en el primer repostaje para conseguir salir delante, y con Alonso 'machacando' el crono una y otra vez, con esa consistencia abrumadora, sin fisuras, que destroza al rival y que le valió dos mundiales a él ... ¡o siete a Schumacher!
Un estilo no tan llamativo como los adelantamientos al límite de un Senna en su día o un Hamilton ahora, pero tremendamente eficaz y que es el que da triunfos y campeonatos. Con Piquet remontando desde el doce en parrilla al cuarto en meta, 'achuchando' incluso al Ferrari de Raikkonen en la parte final de la prueba, las dudas sobre la mejora de competitividad del R28 están totalmente disipadas. Algo que viene a demostrar, por enésima vez, lo que esta temporada está dejando meridianamente claro, más allá de valoraciones demasiado partidistas, que para ganar hay que 'tener coche'. Luego queda ya en manos del talento del piloto hacer buen uso de él, y en eso pocos (o puede que ninguno) hay ahora capaces de hacerlo tan bien como Alonso de forma continuada.

28|09|2008

La primera carrera nocturna de la historia de la fórmula 1 tuvo el desenlace más inesperado que nadie hubiese podido imaginar, especialmente cuando el R28 dejó 'tirado' a Fernando Alonso en la Q2 del sábado, condenándolo a partir desde la decimoquinta posición.
Increíblemente, ahí se empezó a gestar la enorme sorpresa que supuso ver al asturiano en lo más alto del podio al final de las casi dos horas que duró la carrera del domingo. Una estrategía 'agresiva' a tres paradas para tratar de ganar posiciones rápido, que no acabó de funcionar por el tapón que formaba el cargadísimo Toyota de Trulli y lo difícil que era pasar en Marina Bay (¡aunque al menos no era imposible como en Valencia!) fue el segundo factor clave de un triunfo que se decantó del lado de Alonso y Renault cuando precisamente el otro R28 en pista, el pilotado por Nelson Piquet Jr. se iba contra el muro, obligando a salir al safety car ...¡justo cuando Fernando acababa de hacer su parada y cargar gasolina para hacer sólo una más!
La suerte jugó en ese momento un papel clave, poniendo a Alonso en disposición de ganar una carrera que momentos antes estaba totalmente fuera de su alcance. Pero, a partir de ahí, Fernando ya no necesitó de más azar, aprovechando a la perfección la oportunidad para hacerse con un triunfo auténticamente balsámico en una temporada muy complicada y en la que las ocasiones de brillar iban pasando por delante de él sin que, por unas u otras causas, acabase por 'cazar' ninguna. Pero esta vez todo salió perfecto, el Renault rindió realmente bien sobre el bacheado trazado de Singapur y Fernando lo llevó como él sabe, implacable en el vuelta a vuelta cuando hacía falta marcar diferencias y sin cometer el más mínimo error. Por momentos se volvió a ver al Alonso del bienio mágico 2005-2006, mientras Ferrari se 'autodestruía' en una serie increíble de errores y Hamilton demostraba que también sabe usar la cabeza y sacaba una importante ventaja en el campeonato. Decididamente, la primera carrera nocturna dio mucho más juego de los esperado.

14|09|2008

Tras el sopor del gran premio de Europa en el 'Valencia Street Circuit' nada mejor que dos carreras en dos circuitos 'de los de antes' (¡y además con lluvia!), para recordarnos porque nos gusta tanto esto de la fórmula 1. Sólo el increíble duelo final Hamilton-Raikkonen en Spa, la alegría de ver ganar por primera vez a toda una futura estrella como Vettel (¡y hacerlo con un Toro Rosso!) o cualquiera de los innumerables adelantamientos que protagonizó el británico de McLaren en Monza valen por mil carreras aburridas como la valenciana y sirven para reconciliarte con este deporte-espectáculo-negocio en el que lo primero hace tiempo que quedó en plano secundario, lo segundo, por desgracia, suele faltar cada vez más, y lo tercero es, sin duda alguna, lo que prima.

Algo que no nos gusta a los que nos acercamos a la F1, de críos, atraidos por las gestas de los pilotos en la pista y sin tener ningún interés en otra cosa que no fuese 'ver carreras'. Por eso, aunque las polémicas decisiones de los jueces, las declaraciones más o menos desafortunadas de Hamilton o los interminables 'culebrones' que se montan alrededor del futuro de Alonso (¡ahora resulta que Ferrari no! ... pero, ¿no estaba ya hecho?) sigan siendo lo que más páginas llena en la prensa y más minutos ocupa en televisión, yo me seguiré quedando siempre con imágenes como las que nos han regalado las dos carreras disputadas estos dos últimos fines de semana en Spa y Monza.
Esa es la Fórmula 1 que me gusta, la del piloto buscando (¡y sobrepasando!) el límite cuando las condiciones de pista se ponen complicadas, la de las luchas 'a cuchillo' y sin pensar en puntos o estrategias, la de la sorpresa de ver ganar al que no te esperas y hacerlo, además, con total merecimiento. Lo demás, lo otro, todo, absolutamente todo, se lo pueden quedar esos 'hinchas' que sólo esperan la victoria del suyo (o, peor aun, la derrota del 'odiado' rival) y esos 'profesionales' que ven nada más que negocio en este épico 'circo' que capturó mi imaginación, para siempre, hace ya más de treinta años.

24|08|2008

Calificar de fiasco un gran premio que casi toda la prensa nacional ha saludado con tan extraordinario entusiamo estos días puede parecer 'ganas de llevar la contraria' pero, sinceramente, esa es la sensación que me dejó el tan esperado estreno de los fórmula 1 en el superpublicitado 'Valencia Street Circuit'.
Uno no duda que, a nivel mediático y de impacto publicitario para Valencia, la prueba haya resultado un éxito absoluto y, probáblemente, eso es lo único que les importa a sus promotores quienes, lógicamente, han de mirar por sus intereses. Y, desgraciadamente para los aficionados a la fórmula 1, en esos intereses no entra, ni de lejos, el que haya espectáculo en la pista o, incluso y peor aun, el que buena parte de los que pagaron las carísimas entradas apenas si pudiesen ver unos escasos metros de circuito y se tuvieran que conformar con un show más bien pobre. Si encima, Alonso abandona en la primera vuelta, lo que para muchos de ellos era el único aliciente se termina nada más empezar y el desencanto acaba siendo mayor.
Y es que, dejando aparte la frustración de quienes tuvieron la suerte o la desgracia de acudir a la carrera en directo, para los que la vimos por la tele la sensación fue de absoluto sopor, no sólo por la ya conocida dificultad de adelantar en la F1 (eso es algo asumido), sino, sobre todo, por que el trazado no respondió ni mínimamente a las espectativas que se habían creado. Una pista sin apenas una sola curva que supusiese el más pequeño desafío a nivel de pilotaje y que acababa convirtiéndose en un continuo 'acelera a tope, frena al máximo' para discurrir por las rapidísimas 'rectas-curvas' antes de detenerse, en seco, en los lentísimos virajes que las unían. Un circuito ni espectacular ni selectivo, que no permitió siquiera que los monoplazas rodasen más o menos cerca unos de otros y que deparó una de las carreras más aburridas en mucho tiempo. Por no pasar nada, ni siquiera tuvo que intervenir el temido safety car, algo sin duda positivo, pero que cuando se echa de menos reafirma la sensación de que el gran premio fue un tostón infumable ... adornado con unas preciosas imágenes aereas. Demasiado poco para los que preferimos menos parafernalia alrededor del evento y más acción en el asfalto

27|07|2008

Tras once grandes premios, los seis primeros pilotos del campeonato, pertenecientes a tres equipos distintos, están separados por sólo 24 puntos y ya llevamos cinco vendedores diferentes en lo que va de año. La temporada 2008 de la fórmula 1 es, sin duda, de las más interesantes que uno recuerda, y habría que remontarse a finales de los 70 o primeros de los 80 para encontrar una campaña con tantas alternativas.
La clave está en que este año no domina nadie con claridad, y si bien Ferrari y McLaren siempre están un paso por delante del resto, en ambos casos está faltando esa regularidad que está mostrando BMW (aunque en las últimas carreras parecen ir perdiendo el ritmo) y se suceden, además, los errores, los problemas de fiabilidad y los golpes de efecto, que se están repartiendo de forma notáblemente equitativa entre todos los favoritos, impidiendo que nadie cobre ventaja.

Evidentemente, queda todavía tiempo para que, bien Ferrari, bien McLaren, acaben encontrando la forma de conseguir esa continuidad en sus prestaciones que hasta ahora les ha faltado y que ha propiciado la actual situación del campeonato. Pero la sensación que viene dando el mundial, carrera tras carrera, es que este año nadie va a poder respirar tranquilo hasta el final. No se si será el efecto de la centralita única, que tal vez haya hecho más vulnerables los sistemas de los monoplazas, tan controlados com estaban por las muy sofisticadas 'electrónicas a la carta', pero el que caso es que estamos teniendo emoción y esa bendita incertidumbre, tan necesaria en cualquier deporte, hasta en circuitos tan anodinos como el de Hungaroring, donde a falta de adelantamientos, los 'golpes de teatro' fueron de tal magnitud que convirtieron en tremendamente apasionante una carrera que se presentaba como muy aburrida. ¿Qué más se puede pedir?

20|07|2008
La inexplicable decisión de McLaren, dejando 'fuera' a Hamilton cuando todos aprovechaban la presencia del 'safety-car' para hacer su segunda parada, animó una carrera que ya estaba decidido y me dejó con varios temas para estas línea que de otra forma no se como hubiese llenado:
- primero: que tras la demostración antológica que dio hace quince días sobre la deslizante pista de Silverstone, Hamilton ha vuelto a dejar claro, ahora en seco, que su talento al volante es, pura y simplemente, descomunal. De esos que salen uno por generación, con lo que, si le consideramos de la misma de Alonso (al fin y al cabo sólo les separan cuatro años), los aficionados a la fórmula 1 no podemos más que estar de enhorabuena. Porque en esta generación que algunos bautizaron como de la 'playstation' no hay sólo uno de esos talentos sobrenaturales ¡hay dos!
- segundo: que no hay nada mejor como que las estrategias se igualen, al tener que parar todos a la vez y no quedar más entradas en boxes por hacer como ocurrió ayer, para que todo el mundo se acuerde, de repente, de que si se intenta con convicción es posible adelantar en pista sin esperar al repostaje ... ¡menudo festival de adelantamientos que tuvimos en las vueltas finales!
- tercero: que lo de las órdenes de equipo prohibidas es una tontería como la copa de un pino, algo que ya comprobamos en Brasil el año pasado cuando Massa 'se hizo a un lado' en el momento oportuno y que ayer pudimos volver a apreciar en toda su claridad (¡y su lógica!), con la puerta abierta de Kovalainen a Hamilton
- cuarto: que la temporada de Alonso con el Renault sigue cuesta abajo porque el coche no va y la presencia de Fernando en el equipo no ha obrado ni obrará esa especie de milagro que muchos esperaban cuando se anunció su fichaje. Si encima se siguen empeñando en 'jugar a los grandes' en calificación para arrastrarse luego en carrera pues peor aun ... y si para colmo el compañero de equipo consigue ese ansiado podio a base de una estrategia menos llamativa acompañada de esa suerte que siempre hace falta en estos casos, pues no me extraña la cara que tenía el asturiano al acabar la carrera ayer ¡vaya año que lleva!
07|07|2008
Empiezo el texto con unas frases que no son mías y que dicen lo siguiente: "Vivimos el inicio de la que puede ser una era apasionante con este piloto. Será fascinante ver como evoluciona, como el tiempo y la experiencia le cambia. En dos años de fórmula 1 ya se le ve superior cuando controla una carrera, más vulnerable cuando tiene que batallar por ella. Si algo le falta a su pilotaje en estos momentos es, tal vez, paciencia, saber cuando tiene que rendirse. Esto probáblemente le llegará con el tiempo, y entonces puede convertirse en intocable. En cuanto a su relación con el resto, no se le puede definir como alguien humilde, pero el 'enfant terrible' de hoy tiende a convertirse en el 'hombre del sistema' de mañana."

Apostaría a que muchos le aplicarían esta descripción, sin dudarlo, a Lewis Hamilton ... y, sin embargo, estas frases tienen más de veinte años, las escribió Nigel Roebuck en su libro 'Grand Prix Greats' (que recomiendo vivamente a todo aquel al que le guste la fórmula 1) y, obviamente, no se refieren a Lewis, que apenas si había nacido cuando fueron redactadas, a finales de 1985, hablan de (¡seguro que muchos ya lo habeis adivinado!) Ayrton Senna.

Y es que el paralelismo entre ambos se me antoja cada vez mayor, no ya sólo a nivel de pilotaje sino, casi tanto o más, en lo que respecta a las percepciones que de ellos tiene la gente. Ya entonces a Senna le costó ser reconocido por muchos sectores de prensa, público y pilotos: era demasiado rápido en pista para su poca experiencia y no mostraba el 'respeto debido' a los campeones establecidos. A Hamilton le está pasando algo similar, se le quita mérito a sus prestaciones al volante porque 'cae mal' y se magnifica cada error que comete para tratar de demostrar que 'no es para tanto' ... pero carreras como la que hizo el domingo son dificilmente cuestionables, al contrario, son de las que sólo están al alcance de los elegidos. Y, guste o no su personalidad, Lewis es uno de ellos. Cada vez tengo más claro que su talento es tan superlativo que acabará por tener que ser reconocido hasta por los más reticentes ... ¡tiempo al tiempo!
22|06|2008
Tras un par de carreras tan 'locas' como las de Mónaco y Canadá, lo lógico es que en Magny Cours la Fórmula 1 volviese a la 'normalidad'. Y eso, en la pista francesa, significaba dominio claro de los Ferrari. Un dominio que era total ya desde los entrenos y que se veía, además, acrecentado por la epidemia de sanciones que sufría McLaren (uniéndose la de Kovalainen el sábado a la que ya traía Hamilton de Montreal) y por el flojo rendimiento de los BMW (con Kubica más atrás de lo que había estado hasta ahora y Heidfeld simplemente inexistente).

Así que en carrera no había más historia en la lucha por la primera plaza que el habitual gafe que, por rachas, persigue a Raikkonen y que, esta vez, se materializaba en una avería tremendamente inusual: la rotura de la salida de uno de los escapes de su Ferrari. Ello daba vía libre a Massa hacia la victoria y el liderato, mientras que Kimi, al menos, tenía tal ventaja sobre el resto como para acabar segundo y seguir en la pelea por el título.

Detrás de los Ferrari había 'otra carrera' cuyo desenlace no podía ser más inesperado: ¡la ganaban Trulli y Toyota! El italiano resistía la presión de llevar detrás a Kovalainen y Kubica para conseguir una tercera posición realmente meritoria. Una posición, la de 'primer no Ferrari' que había sido para Alonso y Renault en parrilla. Pero en carrera pronto quedaba claro que Briatore y los suyos habían optado, otra vez, por los 'fuegos artificiales', esta vez con aun mayor 'descaro' que en Montmeló, donde el ritmo de carrera del R28 hubiese podido valer un quinta plaza. En Magny Cours, Fernando, que además había salido fatal, repostaba ya en la vuelta 15 y acababa por hundirse en el centro del grupo acabando incluso por detrás de Nelsinho, en su primera buena carrera completa ¡que desastre!
08|06|2008
Decía el maestro Hitchkock algo así como que 'la ficción ha de parecer versosímil ... ¡aunque la realidad no tiene porque serlo!'. Y la frase se me viene a la cabeza imaginando una película con los siguientes puntos como base para su guión:

- Joven muchacho nacido en un país sin tradición alguna en las carreras, se va a Italia a buscar fortuna persiguiendo su sueño de ser piloto de fórmula 1

- Tras años de penurias y de casi ver truncadas todas sus aspiraciones por un accidente de tráfico, justo cuando le llega su primera oportunidad en la F3, acaba por conseguir un puesto de probador en uno de los equipos de mitad de la tabla de la máxima categoría y destaca en los entrenos de los viernes, con especial brillo en la complicada pista de Canadá lo que le lleva a conseguir el puesto de 'piloto oficial'

- Un año después, ya convertido en una de las revelaciones del campeonato, sufre un pavoroso accidente en ese mismo circuito donde destacó meses antes ... y justo al año siguiente se hace con su primera victoria precisamente en la pista que casi le cuesta la vida ... tras una carrera en la que sus dos máximos rivales quedan eliminados en un incidente que nunca antes había ocurrido ¡al parar uno ante un semáforo en rojo y embestirle el otro a 80 por hora!

Si vemos todo esto en una película americana salimos del cine diciendo 'estos guionistas de Hollywood se pasan un montón, ¡vaya historia!' ... y resulta que justamente esa es, hasta ahora, la 'historia' de Robert Kubica, real como la vida misma ... ¡por increible que parezca!
A veces en la vida también se dan finales felices 'a lo hollywood' y ello no deja de ser una magnífica noticia ¡enhorabuena Robert!
25|05|2008
La combinación del tortuoso trazado de Mónaco con un chaparrón es garantía de carrera complicada, caótica incluso, impredecible siempre. Y eso exactamente fue lo que pasó este fin de semana en el tan anacrónico como fascinante trazado monegasco. De acuerdo en que el circuito del Principado hace ya mucho que quedó desfasado respecto a los 'standares' actuales pero, a lo mejor precisamente por eso, es de los que se esperan con impaciencia cada año ... y más este tras la tan bienvenida prohibición de las ayudas electrónicas a principios de temporada.
Ser rápido en Mónaco está al alcance sólo de los mejores y un vistazo a su palmarés no engaña. Salvo casos muy excepcionales como las increíbles victorias de Patrese o Panis en carreras bastante más caóticas que la de ayer, quien gana en las calles monegascas es, antes o después, campeón del mundo ... y casi siempre más de una vez. Por ello, y porque cada año, ver a los F1 pasar a milímetros de los guardarailes es un espectáculo fascinante, este gran premio debe de seguir, aunque ya se que si continua no es precisamente por sus valores deportivos sino por otras causas bastante más mundanas. Pero, sea por lo que sea, es una carrera tan diferente como especial, y si encima llueve y luego para, como ayer, entonces se convierte en toda una prueba de fuego. Prácticamente nadie estuvo libre de errores este domingo en una pista de adherencia tremendamente cambiante, y hasta el brillante ganador, ese Lewis Hamilton que aquí mismo, el año pasado, se dio cuenta de que su destino es ser una estrella de la F1, tuvo su momento de pánico cuando se dejó un neumático contra la barrera de Tabac. Pero, después, el pilotaje del británico fue magistral y su demostración de esas que no deberían ya dejar lugar dudas: este chico será, antes o después, campeón del mundo ... aunque me parece que, pese a esta gran victoria de Monaco, este año lo va a tener complicado. Sólo la lluvia pudo con unos Ferrari que coparon la primera línea en una de sus pistas más gafes. Si sus pilotos no se empeñan en cometer tantos errores como los que hicieron ayer, el mundial no se les debería escapar, especialmente a Raikkonen ... ¡aunque sólo por como arruinó ayer el sueño de Adrian Sutil, el finés merecía una buena penitencia!
11|05|2008
No se si el Fito 'europeo' habrá 'muerto' esto año como bastante gente comentaba al final de la jornada del domingo. Casi me atrevería a apostar que no, especialmente viendo como ya el mismo lunes empezaba a leer declaraciones de la organización en el sentido de 'los italianos están arrepentidos', etc, etc. Todo indica que, un año más, 'libraremos', se mirará para otro lado, lo ocurrido durante el fin de semana se olvidará cuanto antes y dentro de un año estaremos, otra vez, en las mismas.
Y, de verdad, no se si eso es una buena o una mala noticia. Porque, evidentemente, quiero que sigamos teniendo en Asturias, en el Fito, una prueba del europeo de montaña, pero me parece que el día menos pensado esto nos puede acabar costando caro a todos.
No puede ser que una competición de este nivel cuente con un montaje de seguridad que es, a todas luces, insuficiente ante la avalancha de espectadores que llenan cada metro del trazado. Ya controlar a tal cantidad de público sería, en si mismo, un problema. Y si, encima, ese 'público' se toma la carrera como 'una fiesta de prao' y está durante todo el fin de semana en el estado de absoluta incosciencia en el que está un alto porcentaje del mismo, el problema es de muy difícil solución ya que rebasa lo estrictamente deportivo para convertirse en un tema de orden público.
Lo que no se puede pretender es que un puñado de guardias civiles y personal de seguridad y un grupo de tan entusiastas como voluntariosos y poco preparados comisarios de carrera 'lidien' con toda esa 'marabunta'. ¡Es, pura y simplemente, imposible!
Ahora, lo fácil es echarle la culpa a los 'italianos' o a los 'borrachos' pero hace falta hacer algo más y, ojala me equivoque, pero me temo que no se va a hacer. Queda un año para el próximo Fito, tiempo hay para reflexionar y buscar soluciones. Y si no las hay, o no se encuentran, tal vez lo mejor sería plantearse muy seriamente si merece la pena seguir como hasta ahora. Personalmente opino que no pero, evidentemente, cada cual es muy libre de verlo de forma diferente. Sólo espero estar equivocado porque como no sea así, esa 'muerte' de la carrera, si no ocurrió ya el pasado domingo, se va a producir un año de estos del peor modo posible.. ¡y entonces vendrán las lamentaciones!
27|04|2008
Los fuegos artificiales son tan bonitos como fugaces y por eso la tentación de definir las prestaciones de Alonso y el Renault en el gran premio de España como 'fuegos de artificio' es grande. Porque, efectivamente, lo de Fernando y el R28 en Montmeló fue bonito mientras duró ... pero duró poco y no produjo finalmente ningún resultado tangible. Y, sin embargo, yo diría que hubo algo más que una exhibición de pirotecnia en la inesperada 'resurrección' del R28.
El segundo puesto de parrilla de salida se debió, sin duda, tanto a una menor carga de combustible que sus rivales como, sobre todo, a una vuelta absolutamente genial del asturiano, de esas que sólo un fuera de serie como Fernando puede conseguir ... pero que ni siquiera él puede repetir una y otra vez, como enseguida se pudo observar en carrera cuando su ritmo, aun más descargado, no era suficiente para seguir a los inalcanzables Ferrari. Después, tras el temprano repostaje, también los McLaren y los BMW se tornaron inalcanzables, dejando al español en una quinta plaza que le arrebataría la inesperada avería de motor de su R28. Pero, aunque el Renault siga sin ser suficiente para pelear de tú a tú, en carrera, con los 'tres grandes', al menos las mejoras que presentó en el circuito catalán han servido a su piloto para liderar el 'segundo grupo' y ser, por primera vez esta temporada, consistentemente más rápido que los Toyota, Red Bull, Honda o Williams que le venían superando con asiduidad hasta ahora.
Así que, ni tanto como para pensar ya que Alonso y Renault vayan a pelear por los podios pero ni tan poco como ese segundo cero consecutivo en el casillero del asturiano puede hacer pensar que 'lo de Montmeló' fueron, sólo, 'fuegos artificiales'. Ahora queda por ver si esa evolución del monoplaza francés continúa y ello permite a Alonso acercarse un poco más al paquete de cabeza. Yo diría que va a estar muy complicado, pero tampoco pensaba que el R28 fuese a mejorar tanto en Barcelona como para permitirle alcanzar esa increíble primera línea de parrilla de salida. Es bueno que, de vez en cuando, la F1 nos sorprenda y pase algo que 'se salte el guión' ... y más en una temporada como esta que empieza a tomar un cariz de total dominio Ferrari, así que a ver si en las próximas carreras se dan más sorpresas ... aunque sean tan fugaces como ese retorno al primer plano de Fernando el sábado del gran premio de España.
20|04|2008
'Huyendo' del gran premio de España de fórmula 1 y de su más que presumible monopolio mediático en lo que a información del motor se refiere, el Rallye de Canarias, del nacional de asfalto, y el de Navalcarnero, del certamen de tierra, coincidieron el mismo fin de semana en una de esas situaciones bastante absurdas que, de vez en cuando, se dan en nuestros campeonatos de rallyes. El que dos pruebas de validez nacional de la misma disciplina (por mucho que se disputen sobre diferente superficie) tengan lugar el mismo día no hace sino perjudicarlas a ambas, especialmente a la del campeonato de tierra, diría que considerado por la 'prensa importante' algo así como el 'pariente pobre' de los rallyes nacionales. De hecho, sólo había que echar un vistazo a la sala de prensa del rallye madrileño para ver que, pese a la cercanía 'a la base', todos los 'primeros espadas' de la prensa nacional habían elegido el largo viaje a las islas afortunadas para seguir el rallye de asfalto.
Evidentemente, el atractivo a nivel deportivo de un rallye u otro no es un factor que se tenga en cuenta en estos casos, en los que priman los (muy legítimos, sin duda) intereses publicitarios de las diferentes publicaciones, que deben de estar donde están las marcas, ya que estas son, al final, las que pagan todo este 'circo' a base de sus inserciones publicitarias en periódicos y revistas.
Y, sin embargo, un vistazo a las listas de inscritos de uno y otro rallye servían para poner en duda que prueba pudiese tener más interés. En Canarias, ausentes los habituales del 'Desafío', la participación se quedaba en cifras realmente pobres, agudizadas por la dureza del rallye que dejaba una clasificación final a efectos del nacional ¡con sólo 17 coches! Porque una cosa está clara, el nacional de asfalto está cada día más 'imposible' para los privados y, sin ellos, los números no 'cuadran' `por muchos equipos más o menos oficiales que sigan todo el certamen.
En cambio, en la tierra, ausentes las marcas, los privados son, todavía, los que mandan en un campeonato en el que el nivel de 'maquinaria' es, ahora mismo, muy superior al asfalto, al menos en cuanto a número de coches de los 'más o menos gordos' se refiere.
Y es entonces cuando me surge, espontanea, la pregunta: ¿por qué no aprovechar lo bueno de uno y otro campeonato y juntarlos en un certamen mixto 'a la italiana'? Correr sólo sobre asfalto sirve de poco si queremos tener más 'Carlos Sainz' en el mundial. Correr sólo en la tierra pasa inadvertido para prensa y patrocinadores. A lo mejor un 'mixto' no era tan mala idea después de todo. De momento, ya hay quien lo ha creído así, Roberto Méndez, que en Navalcarnero inauguraba su "Producción Rally Racing" con siete rallyes en cada superficie. Si una iniciativa privada como esta puede salir adelante, a base de mucho esfuerzo de todos los implicados, a lo mejor lo que falta para tener ese gran campeonato mixto de rallyes es sólo la voluntad en los que si tienen los medios para ponerlo en marcha.
06|04|2008
Analizando los resultados de Bahrein caía en la cuenta en la coincidencia de que la primera pole de Kubica se acara convirtiendo en un tercer puesto al final de la carrera ... exactamente igual que cuando Alonso salió por primera vez desde el puesto más adelantado de la parrilla de salida.
Un paralelismo sin mayor significado que el puramente estadístico, pero que me hacía pensar en si BMW-Sauber podría, con el polaco, acabar haciendo lo que Renault consiguió con Alonso después de aquel Gran Premio de Malasia: llegar al título a base de desarrollar un muy buen coche y ponerlo en manos de un piloto joven, con talento pero, por aquel entonces, sin el 'caché' de las figuras consagradas.
Una política que, bien mirado, es precisamente la más interesante para un gran fabricante, ya que le permite explotar de forma más eficaz los éxitos de la marca. Si BMW gana su primer gran premio se deberá, sin duda, al talento de Kubica (¡o de Heidfeld!) pero se podrá 'vender', sobre todo, como un éxito de BMW, capaz de vencer aun sin un piloto considerado por todos como 'estrella'.
Una reflexión en la línea de la que, en su día, hizo alguien de las altas esferas de Mercedes cuando la prensa alemana insistía en 'colocar' a un ya bicampeón Schumacher en la órbita de McLaren. Entonces la respuesta fue algo así como: 'si fichamos a Schumacher y ganamos la victoria será suya, si perdemos será Mercedes quien pierda'. ¡Y diría que no le faltaba razón! Sólo hay que ver la 'publicidad' que está suponiendo para Renault lo que va de temporada con un ahora ya consagrado y bicampeón Alonso al volante de su R28. ¡Simple y llanamente desastrosa! El coche no anda y hasta los publicistas de su principal patrocinador se lo toman a risa en un muy comentado spot. Y si llegan a obtener algún resultado, el mayor porcentaje del mérito se lo llevará, por fuerza, Fernando, como ya ocurrió en Australia. Tal vez por eso BMW prefirió seguir con su alineación 2007 aun cuando la 'opción Alonso' pudiese haber resultado a su alcance el pasado invierno ...¡igual es que no les interesaba porque pensaban tener ya 'otro Alonso' en casa! En unos meses veremos si acertaron o no.
31|03|2008
El nacional de rallyes 2008 empezó con un rallye muy movido en cuanto a la lucha por la victoria que se acabó decidiendo en el último tramo, lo que siempre es sinónimo de emoción. Si algo quedó claro tras esta primera prueba del campeonato, es que la era de los s2000, que se inició el año pasado, se va a consolidar este. La baja del Polo de Hevia se compensa, con creces, con la presencia de tres Peugeot 'oficiales' uniéndose a los dos Puntos que ya había, (aunque uno sea nuevo, sale el de Marcelino Hevia, entra el de Sergio Pérez). Los otros coches 'de moda' son los GT, con el escuadrón de Ferraris de Piedrafita fallando en su primer intento de emular los éxitos alcanzados el año pasado por el Porsche de Vallejo. En cambio, los EVO, están a la baja y los S1600 van camino de la extinción. Y después están las 'copas'. Y esto si que merece análisis aparte. Porque si, hablando de coches, 'ir con una copa de más' es malo ... ¡yo diría que en este nacional llevamos no una sino unas cuantas en exceso! La situación al respecto este año me parece sorprendente. Tenemos un auténtico aluvión de trofeos, lo que ha dado lugar a que las que más inscritos tuvieron en La Vila fueron, (Desafio aparte, que sigue gozando de buena salud ... ¡basado en un coche que ya no se fabrica!) la EVO CUP y la nueva Nissan Challenge, con tres coches cada una, aparecidos casi 'in extremis' en el caso de la Nissan, luego de que la marca decidiese dar un giro al planteamiento inicial y buscase nuevas vías para atraer algún participante. Algo que no hizo Renault, que se encuentra con un sólo coche en la suya, tantos como los que hay en el Trofeo dedicado a los diesel, que tampoco despega, mientras no se sabe aun cuantos serán los Subarus de la nueva Imprezza Cup. Sólo las todavía no comenzadas copas de Suzuki y de RMC parecen tener un planteamiento más acorde con la realidad de nuestro campeonato y de los presupuestos que se mueven en él. En resumen, que casi hay más copas que pilotos, se ha saturado el mercado y eso acaba por no ser bueno para casi nadie. ¡Habrá que ver como evoluciona el tema!
24|03|2008
Estoy convencido de que otro estilo a la hora de narrar, escribir y hablar sobre la Fórmula es posible en España ... incluso diría que es necesario y que lo puede ser cada día más a medida que avance esta temporada. Comprendiendo que es perfectamente lógico que el mayor protagonismo recaiga en ese auténtico prodigio al volante que es Fernando Alonso, no me canso en insistir que es cada vez más contraproducente centrarlo todo en su figura. Fernando es un fuera de serie, eso ya lo sabemos todos y es hasta redundante seguir insistiendo en ello, pero ni él ni nadie pueden hacer ganador a un monoplaza que no lo es. Y no creo que ya nadie tenga dudas respecto a eso a la vista de lo acontencido en estas dos primeras carreras. Y entonces es cuando hacer girar todo alrededor de lo que pueda o no hacer Alonso con el poco competitivo R28 o sobre cual va a ser su próximo equipo (¡Renault ya 'no nos vale' tras toda la euforia que desató el 'retorno del hijo pródigo' hace apenas tres meses!) me parece un acercamiento muy pobre a una fórmula 1 que puede ofrecer mucho más si se sabe (¡si se quiere!) mirar un poquito más allá. Desde tratar de 'bucear' en su historia (tan absolutamente fascinante como muy desconocida para la gran mayoria) hasta preocuparse por quien hay detrás de los equipos de la parte final de la parrilla o por las carreras de pilotos tan brillantes como un Vettel o un Rosberg, o por los retos tecnológicos a los que se enfrentará la máxima categoría en un futuro cada vez más cercano, temas hay, de sobra, para interesar, para entretener y para informar sobre ellos. No se si falta, en quienes deciden el estilo y los contenidos de retransmisiones, periódicos y revistas, la visión, los conocimientos o la valentía para buscar ese otro estilo que nos gusta a unos cuantos y que, estoy seguro, podría llegar a 'enganchar' a largo plazo a muchos más ... Quiero ser optimista pero me cuesta trabajo. Como me decía hace poco un enviado especial a la F1, 'esto tiene fecha de caducidad' ...¡y me temo que tiene toda la razón!
17|03|2008
¡Incertidumbre! Eso es lo que necesita cualquier deporte para ser atractivo: que haya golpes de efecto, que nada esté seguro en ningún momento, que cualquier cosa pueda pasar. Y en el GP de Australia tuvimos dosis de incertidumbre a manos llenas, lo que desemboco en una carrera de resultado impredecible y en la que hubo cambios de posición hasta la última vuelta.

Buscar una sola causa que explique el porqué de una carrera tan 'loca' se me antoja inútil. Diría que hubo más bien una combinación de varias y que, entre todas, acabaron por mezclarse y producir un cocktail realmente explosivo. Personalmente apuntaría a cuatro motivos principales para producir tal cúmulo de circunstancias inesperadas: el calor que puso a dura prueba a monoplazas probados hasta la saciedad en climas más benignos este invierno, la ausencia de las famosas 'ayudas electrónicas' y su inmediata consecuencia en el aumento de 'errores no forzados' por parte de los pilotos, lo singular del trazado de Albert Park (que siempre da 'juego'), y la gran igualdad técnica en la zona media del pelotón, con las consiguientes ansias de unos y otros por sacar partido de ella en la primera carrera del año.

Probáblemente a medida que avance la temporada todo vuelva a discurrir por cauces más normales, pero, de entrada, hemos recuperado esa bendita incertidumbre que nos hace estar pegados al televisor en mitad de una noche de sábado y sin que el sueño tenga la más mínima opción de ganar la batalla ni ante alguien tan poco trasnochador y tan 'dormilón' como el que este escribe ... en menos de una semana más ¡como me gusta la fórmula 1!