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En un rallye en el que la lluvia fue inesperado protagonista, Enrique García Ojeda sumó su cuarta victoria de la temporada y mantiene intactas sus opciones de acabar haciéndose con el campeonato. Vallejo limitó los daños acabando segundo en una prueba que se le puso cuesta arriba con el agua y todavía es líder en puntos totales, mientras que Monzón completó el podio pero pierde fuelle en la lucha por el campeonato.
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Tres años después de que el Costa del Sol se 'cayese' del calendario apenas un par de semanas antes de su celebración, el Campeonato de España de Rallyes volvía a tierras andaluzas en Córdoba con la recuperación de puntuabilidad nacional para el Sierra Morena, todo un clásico del certamen en los 80 y 90. La prueba cordobesa había pasado preinspección el año pasado y retornaba al campeonato de España doce después de su última edición valedera para el certamen de asfalto, haciéndolo con un recorrido formado a base de tramos clásicos de la zona. Las ceremonias de salida y llegada tenían lugar en el centro de Córdoba mientras que las asistencias se ubicaban en el Parque Joyero, un recinto situado a apenas un par de kilómetros de la capital.

La gran novedad de la lista de inscritos del Sierra Morena era el retorno del Ferrari 360 de Piedrafita, ausente del campeonato desde Orense, donde Armide Martín lo llevó a la cuarta plaza. En Córdoba era Dani Solá quien competía a los mandos del GT italiano tras haber estado probando ya el coche en unas jornadas de tests previas. El piloto catalán duraba poco en carrera con el Modena, al sufrir la avería más habitual en este coche desde que inició su andadura en el nacional, una rotura de palier, problema que ya tenía también en el shakedown. Hasta el momento de su abandono, Solá era cuarto, con un par de cronos cercanos a los de Vallejo en los tramos más cortos, pero cediendo bastante más terreno en el largo Pozoblanco. A primera vista, el Ferrari sigue sin parecer que pueda ser una alternativa al Porsche, aunque habrá que ver si Dani es capaz de sacarle más partido en un terreno más favorable y conocido como será el del Costa Brava.
La presencia del Ferrari era el contraste ante la ausencia de buena parte de los habituales de la parte alta de las listas de inscritos esta temporada y que desertaban en su mayoría el rallye andaluz. Faltaban el 207S2000 de Garre, lo que ya empieza a no ser noticia, el Punto S2000 de Fuster, parece que desistiendo ya de seguir lo que queda de campeonato tras perder todas sus opciones luego del temprano abandono de Llanes o los EVOs de Hevia y Burgo, con el primero habiendo anunciado ya en el rallye asturiano que no haría más pruebas con el IX una vez asegurada la EVO CUP y el segundo suponemos que deciciendo ahorrar gastos al no necesitar sumar más puntos para seguir liderando la copa de grupo N en la que sólo Berti le podía inquietar. Tampoco estaban en Sierra Morana el Nissan de Sergio Fombona, otro que en Llanes completó su programa del año, ni el Clio R3 de Vinyes, que estaba inscrito sólo para poder tomar parte en los reconocimientos con vistas al año que viene.
La enorme cantidad de copas, trofeos incluidas en el campeonato de España está llegando este año a extremos poco menos que absurdos, con prácticamente más divisiones que participantes y muchas categorías con no más de un par o tres de inscritos por prueba. El record en cuanto a falta de 'quorum' se lo lleva el grupo reservado a los Diesel, que al igual que al año pasado sólo tiene un competidor, el Fiat Grande Punto del catalán Vidales, dándose además la circustancia de que, pese a no tener ni un sólo rival, Xavi pueda acabar sin conseguir llevarse el título debido a la tremenda mala suerte que le persigue este año, con continuas averías que le han impedido acabar siquiera un rallye en lo que va de temporada.
Con once rallyes pero sólo siete resultados a retener de cara a la clasificación final, la situación 'real' del campeonato es bastante diferente de lo que la actual tabla de puntos totales puede llevar a pensar. En ella, Vallejo sigue en cabeza con amplia ventaja pero es una situación bastante ficticia ya que ahora se ha de empezar a tener en cuenta los 'descartes' y entonces quien mejor situado parece en la lucha por el título es Ojeda, en virtud de sus cuatro victorias contra sólo dos de su rival. A día de hoy, ya con nueve rallyes disputados, los puntos 'reales' de los primeros de la general, teniendo en cuenta sólo sus siete mejores resultados, que son los que 'valen', son los siguientes:
1 Vallejo 96 puntos (7 resultados)
2 Ojeda 94 puntos (6 resultados)
3 Monzón 90 puntos (7 resultados)
Por tanto, Ojeda puede sumar todavía un resultado 'completo' más, mientras que tanto Vallejo como Monzón deberán restar 10 puntos a los que consigan en Costa Brava y otro tanto a los que saquen en el Shalymar, donde Ojeda debería ya descontar 12 si ha añadido tantos o más en el rallye catalán. Todo ello significa que si Ojeda es segundo en cualquiera de los dos rallyes que quedan, llegaría a los 106 puntos, cifra que sería inalcanzable para Monzón y que Vallejo sólo podría igualar a base de ganar las dos pruebas, lo que produciría entonces un empate a 106 entre el gallego y el cántabro, con ventaja (¡si no me equivoco!) para el de Meira gracias a los terceros puestos, ya que, en este hipotético caso, tanto él como Quique sumarían cuatro victorias y tres segundas plazas.
Resumiendo, que Ojeda es quien mejor lo tiene ya que con una victoria más sería campeón pase lo que pase en el otro rallye, mientras que Vallejo necesitaría ganar los dos que restan para depender de si mismo independietemente del resultado de los otros competidores. Monzón aun con dos triunfos sumaría un máximo de 100 puntos, que Ojeda superaría sólo con hacer un cuarto puesto, por lo que las posibilidades del canario son más matemáticas que reales ... aunque ya se sabe que todo puede pasar, ¡esto de las carreras no es una ciencia exacta!