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El estreno de las rampas de Amieva sirvió de colofón al Campeonato de Asturias 2008 sin que se produjesen sorpresas. Oscar Palacio completó una temporada perfecta, sumando su octava victoria en ocho carreras, y en el podio le acompañaron los que han sido más asiduos ocupantes del segundo y tercer peldaño del 'cajón' este año, Roberto Fueyo y Fermín Busta.
CRONICA

Entre que ya prácticamente todo había quedado decidido en el Sueve, que a estar alturas de temporada los presupuestos están ya más que exhaustos, y la relativa lejanía y total novedad de la prueba, el estreno de la Subida a Amieva no atraía una participación muy numerosa, con 34 inscritos que acaban por traducirse en 31 autorizados a tomar la salida para disputar la última prueba del regional de montaña 2008. Pocos pero escogidos, como se suele decir, ya que apenas si faltaba nadie de los habituales a las primeras plazas este año, ya que realmente sólo 'Chemari' estaba ausente en lo que respecta a los CM de los puestos de arriba, mientras que en carrozados ya había un plantel algo menor que en citas anteriores, aunque no exento de calidad y augurando más de una interesante lucha por los diferentes grupos en juego.

Ocho de ocho para Oscar Palacio imbatible por segundo año en el Campeonato de Asturias

Roberto Fueyo repitió subcampeonato regional tras ser segundo en Amieva

Fermín Busta cerró su excelente temporada con otro podio y la tercera plaza del campeonato

Por lo que a mi respecta, la enésima coincidencia de fechas con una prueba fuera de Asturias (esta vez era el turno de la última del nacional de tierra, en Cabanas) significaba que, una vez más, iba a tocar 'echar mano' de ayuda para cubrir la prueba. Este año, entre una cosa y otra, apenas si he visto 'media' subida de las 'totalmente regionales', en La Manzana, lo que implica luego hacer estos 'mini-reportajes' contando 'de oidas' lo que pasó que cada vez me gusta menos hacer porque hace tiempo que procuro darle a todos estos 'tochos' que escribo aquí un tono más personal y de vivencias propias de cada carrera. Algo que, evidentemente, se hace imposible si estas a cuatrocientos kilómetros del 'lugar de los hechos'. Así que mientras me replanteo un poco como hacer el próximo año para seguir informando sobre las pruebas en las que nació 'citadecampeones', allá por Muncó 2002, vamos a tratar de cerrar esta temporada 2008 con un relato que espero no se aleje mucho de la realidad acontencida en las nuevas rampas de Amieva. Un relato basado, como siempre en estos casos, en lo que unos y otros, amigos, aficionados, pilotos, equipos, me han comentado vía teléfono, messenger o email respecto a como fueron las cosas, tratando de añadir así, gracias a ellos, ese 'algo más' que la sola 'lectura' de las clasificaciones a veces no da.

De entrada, mi primera pregunta a todos era obligada ¿como es la subida? Al tratarse de una prueba totalmente nueva, esta vez no tenía siquiera la referencia de años anteriores, que siempre te ayuda un poco a 'ponerte en situación' a la hora de escribir la crónica. Al menos, ya sabes como es el trazado, a que coches o pilotos le puede ir mejor o peor, y hasta te puedes imaginar más o menos como fue todo recordando lo visto otras veces desde la cuneta y cotejándolo con los fríos números de la tabla de tiempos. Pero esta vez carecíamos también de esa 'ventaja', así que lo primero era recabar datos sobre a que se enfrentaron la treintena de pilotos que 'estrenaron' las rampas de Amieva para la práctica automovilística.

Y diría que la respuesta fue unánime, tanto por parte de los que compitieron como de los que los vieron subir: la prueba es preciosa, con un trazado de esos en los que disfruta tanto el piloto como el público, con un notable número de paellas y buen piso aunque, eso si, tremendamente resbaladizo. Por contra, la propia situación de la prueba, sin ninguna explanada en las inmediaciones de salida, complicaba de forma importante la ubicación y el trabajo de las asistencias, que se tenían que poner bastante lejos de salida, obligando a organizar 'turnos' a la hora de acercar los coches, en caravana, a la zona de inicio de la prueba. Por no hablar del aparcamiento para el público, que acababa convirtiéndose en una especie de 'ruleta rusa' en lo que a ser o no multado por las fuerzas de orden público que, en ocasiones así, uno opina que deberían ser un poco más flexibles en lugar de aprovechar para 'hacer caja', como al final parece ser que suele ser norma en muchas competiciones de nuestro deporte. Al menos, una vez encontrado mejor o peor acomodo para el coche, los aficionados tenían en las laderas de Amieva un buen número de lugares desde los que ver buena parte del recorrido con comodidad y seguridad, lo cual siempre es un dato a favor de cualquier subida.

Volviendo al tema deportivo, la falta de agarre del asfalto era el comentario generalizado, especialmente en el primer contacto de todos con los algo más de tres kilómetros y medio de recorrido. Algo lógico en una carretera con tan poco transito habitual y situada a buena altitud como es el caso, con lo que entre las bajas temperaturas que sufre a lo largo de casi todo el año y la suciedad que se va acumulando y que apenas si es 'barrida' por el poco tráfico de la zona, eso que ahora se llama 'grip' era, sobre todo en la primera de entrenos, realmente escaso, lo que se acabó traduciendo en un buen número de trompos y en unos cronos con diferencias más abultadas de lo habitual. Unos tiempos que iban a ser poco significativos, con Busta muy por delante del resto de CMs, y que dejaban como más noticiable las ausencias en la tabla de resultados del Silver de Oscar Palacio, que sufría la rotura de una rótula, la del Gould de Víctor Abraham, de nuevo víctima de la fragilidad mecánica del espectacular fórmula inglés, y la del Sierra de Isidoro Beteta, que se salía y quedaba ya fuera de combate para el resto del día.

Las 'cosas serias' empezaban con la primera oficial, en la que una vez todos habiendo tomado ya las primeras referencias de como era la subida al volante del 'coche de correr', los cronos bajaban de forma generalizada, a lo que ayudaba también el haber 'barrido' algo la pista y dejado algo de goma aquí y allá, lo que siempre ayuda.
Con su Silver ya reparado, Oscar se situaba donde es habitual verle siempre estos dos últimos años, en la primera plaza, precediendo al Silver de Fueyo en poco más de un segundo, y tomando ambos clara ventaja sobre el resto, encabezados por el BRC de Busta, que era de los pocos en no bajar su tiempo de entrenos, al ser más prudente en una zona en la que había aceite, levantando el pie y perdiendo el ritmo lo suficiente como para no mejorar su crono anterior, quedándose a casi cuatro segundos de la primera plaza y más de dos y medio de la segunda. Aun así, Fermín no se veía muy amenazado por detrás, ya que el siguiente, Javier Otero, estaba en 'tierra de nadie' con su Speed Car, cediendo otros tres segundos más pero precediendo a su vez en más de tres al siguiente Silver, el pilotado por Casal, que superaba en algo menos de dos al de Carlos Rodríguez.

Tras los siete primeros CMs (sólo el Speed Car de Cueva no se metía arriba), aparecían ya los primeros carrozados, entre los que se cambiaban las tornas respecto a la manga de entrenos. Si en aquella el AX de Bulnes se había impuesto al Clio de Moro, ahora era el turno de Isaac de terminar por delante, a base de afinar los reglajes de su Renault para aprovechar su mayor agilidad en las paellas, superando al Citroen en apenas cuatro décimas, una diferencia lo suficientemente corta como para pensar que nada estaba decidido, especialmente pensando que los tiempos 'buenos' iban a ser los de la manga final, ya que a medida que avanzaba el día el estado del piso iba mejorando.

Isaac Moro se imnpuso en carrozados tras un bonito duelo con Bulnes

Alberto Redondo se impuso con claridad en grupo S al volante del Sierra Cosworth

Las laderas de Amieva ofrecían un buen aspecto y una magnífica visibilidad para el público

Y, efectivamente, con más agarre en el piso, o más 'confianza' en el que había por parte de los pilotos, la manga definitiva para confeccionar la clasificación final iba a ser la segunda, hasta el punto de que hay que descender hasta el puesto 19 de la general scratch para encontrar el primer piloto que se clasificó con su crono de la primera oficial.

Se trataba, por tanto, de una subida de 'todo o nada', en la que los 28 que quedaban en liza, tras los abandonos en la anterior de Abraham y Bustelo uniéndose al ya comentado de Beteta en entrenos, se lanzaban a por todas, dispuestos a cerrar el año en el regional de montaña con el mejor resultado posible.

Y en este auténtico 'sprint final', el vencedor era el esperado, Oscar Palacio, que era el único en bajar del 2:33, crono que ni siquiera le hubiese hecho falta para sumar su octava victoria del año, ya que Fueyo, pese a rebajar también su registro de la primera oficial, se quedaba aun a un par de décimas del tiempo marcado entonces por el ya tricampeón de Asturias de Montaña. De todas formas, el esfuerzo de Roberto no era baldío, ya que le permitía ponerse fuera del alcance de Busta, que apuraba al máximo, incluso un poco más de la cuenta 'rozando' un interior, para acabar por meterse en el 2:35, aunque ya un poco tarde al habersele 'escapado' Fueyo al 2:34.

Otero mantenía su tranquila cuarta plaza y donde había cambios era en la quinta, con el ex-kartista Carlos Rodríguez logrando la quinta plaza, su mejor resultado en la que es sólo su cuarta subida con el Silver, con el que batía a la unidad similar de Antonio Casal. Ambos van progresando en sus cronos y en esta ocasión aprovechaban además que la lista no era tan nutrida como en otras pruebas para obtener unas muy buenas posiciones scratchs que han de animarles a seguir 'para arriba' la próxima temporada.

Los Speed Car de Armás y Cueva acababan por completar el total dominio de los CM, que se hacían con las ocho primeras plazas, y tras ellos la lucha entre los carrozados no sufría variaciones, con Isaac Moro mejorando su tiempo de la primera más de lo que lo hacía Rubén Bulnés, con lo que la victoria era finalmente para el de B9 por un margen más amplio de lo esperado a la vista de las dos ascensiones anteriores: 1.2 segundos.

El podio de carrozados lo completaba Julio César Castrillo, para quien lo de menos era el resultado, centrado más en disfrutar y hacer disfrutar con el BMW M3, al que era una delicia ver trazar las paellas con la 'culera' tratando de adelantar, sin éxito, a la delantera.

Tras el 'beheme', había guerra, y de la buena, entre el AX de Bernabé Vigil y el GT Turbo de Alejandro Ordóñez, que se disputaban el grupo X, con una corta ventaja de 3 segundos en favor del rápido campeón 2007 de slaloms, cada día más temible también en la montaña. Menos pelea había en el grupo S, donde Alberto Redondo imponía su ley y la de su Sierra Cosworth, demostrando una vez más su versatilidad, el de Nava Racing es de los que es capaz de ir rápido con casi cualquier cosa, y sus actuaciones de esta segunda mitad de temporada con el voluminoso Ford no hace sino volver a demostrarlo tras años siendo protagonista con pequeños tracción delantera.

Y según me cuenta y por lo que puedo 'leer' en las clasificaciones, poco más dio de si esta cita de clausura del año para la montaña asturiana. El campeonato este año ha sido poco menos que un calco del ya vivido en el 2007, con escaso interés en la lucha por el título al unirse la indudable rapidez de Oscar Palacio con la absoluta imbatibilidad en sus manos de la Osella PA20, lo que ha hecho que en las tres pruebas en que ha salido con la barqueta la emoción haya sido nula en lo que respecta a la primera plaza. Como, además, Oscar tampoco ha sido batido nunca con el Silver, el resultado del certamen no puede ser más justo, ha ganado todas las carreras y ha revalidado el título ya alcanzado de forma similar el año pasado. Con tal superioridad, es de alabar el pundonor de Fueyo, que no se ha rendido nunca y le ha puesto las cosas difíciles más de una vez, aunque le ha faltado ese 'algo más' para batir al invicto campeón. Y es de destacar también la temporada de debut en el campeonato de Fermín Busta, auténtica revelación de la temporada consiguiendo seis podios con su BRC en su primer año completo de piloto tras tantos años 'cantando notas' y de 'sufridor' en el asiento de la derecha.

Ahora llega la larga espera hasta el inicio de la próxima campaña, en la que nos gustaría aumentasen los alicientes de un campeonato que lleva un par de años en una ligera espiral descendente en cuanto a interés, número de pruebas y de participantes, lo cual no deja de ser una lástima tras la muy buena salud que mostraba no hace tanto.