Aunque se supone que agosto es mes de vacaciones, eso no es muy cierto que se diga si uno se dedica a esto de 'las carreras'. Aunque a nivel de campeonatos nacionales la actividad baja, los distintos certámenes regionales y la 'temporada europea de la F1' compensan, y con creces, ese 'descanso' hasta llegar a casos como el del pasado fin de semana, en el que se nos juntaban una notable cantidad de frentes a los que atender de forma prácticamente simultanea. Uno de ellos era nada menos que una de las citas más importantes para nuestros clientes en la GP2, las carreras en el nuevo circuito urbano de Valencia. Lo cual implicaba estar 'de guardia' todo el fin de semana para redactar y enviar cuanto antes los comunicados de entrenos y las dos carreras, de modo que estos llegasen lo más pronto posible a la prensa y, sobre todo, a los patrocinadores. Aunque, claro, como se suele decir, 'el hombre propone y Dios dispone' ... y lo de emviar cuanto antes se acaba retrasando más de la cuenta por culpa de la falta de conexión de internet que los equipos de la GP2 sufrían en Valencia Street Circuit y que, paradojas de la vida, hacía que nos llegasen antes los datos por la red desde pleno monte en Castrillón ¡que desde una pista de fórmula 1! Y es que, la categoría antesala de la F1 tenía que compartir tiempo, en nuestro caso, con las subidas de Castrillón y Alisas, el sábado, y con el karting de Cibuyo y el slalom de Arroes el domingo ... ¡casi nada!

Oscar Palacio sigue invicto en el 2008 en Asturias	Fueyo se quedó cerca pero volvió a ser segundo	Otero remontó en la segunda manga para ser tercero

La edición de este año era la octava consecutiva en la que la gente del Castrillón Motor Club llevaba a cabo el 'milagro' de poner en marcha una subida del regional en una localidad tan pequeña y alejada del centro de la región, con los lógicos inconvenientes de todo tipo que ello conlleva, desde la distancia que 'desanima' a posibles participantes hasta la mucho mayor dificultad en conseguir patrocinios y ayuda de las empresas locales, siempre menos numerosas que en una zona más cercana a las mayores poblaciones. Aun así, la subida de Castrillón se ha ido consolidando año y año, y esta vez se superaba incluso el medio centenar de inscritos, todo un meritorio record y una buena demostración de que ya se está convirtiendo en una de las 'imprescindibles' para la mayoría de los habituales del campeonato.

En la lista no faltaba casi nadie de los primeros clasificados del campeonato, encabezados por el invicto Oscar Palacio, que buscaba sumar su sexto triunfo del año, de nuevo al volante del Silver Car. Su máximo rival debía ser otro Silver, el de Roberto Fueyo, con el que el año pasado ya había tenido un cerrado duelo en Castrillón, resuelto a favor de Oscar por menos de un segundo. El BRC de Fermín Busta, el Silver de 'Chemari'  y el Speedcar de Otero eran los otros que, a priori, debían de 'estar ahí', en la lucha por el tercer escalón del podio o, ya que estábamos en periodo olímpico, por la medalla de bronce. En carrozados también se presentaba un interesante plantel, con 'Rayman' deseando sacarse la espina de su exclusión del año pasado, con Jaime Montes volviendo al volante del AX 1/2, con Rubén Bulnes apuntando también el suyo a la pelea, con los rápidos Simcas de Bustelo y Encinas dispuestos a batallar con coches veinte y treinta años más jóvenes o con los varios Sierras y el novedoso y espectacular nuevo Subaru Imprezza de Caldevilla Motor, que iba a estrenar Juan José López, como otros buenos alicientes.

A eso de las dos y poco, Jose me llamaba para confirmar si había acertado con el desvio desde Boal a la paella de Merou que le había recomendado usar para hacer como había hecho yo el año anterior: llegar directamente a la curva (una de las más 'clásicas' de la subida), sacar allí las fotos de la pasada de entrenos y poder volver pronto para casa y preparar las imágenes que íbamos a necesitar sin tener que esperar al final de la prueba y la apertura de carretera. Tras un momento de duda por mi parte al consultar el mapa en internet, (¡vaya rodeo que se da por ese camino!) que casi le hace dar la vuelta cuando estaba ya llegando, Jose acababa por completar el 'enlace' y se disponía a hacer su parte del trabajo con la habitual eficacia.

Los entrenos deparaban el 'susto' del fuerte golpe del 309 de Amadeo López ... del que, por increíble que parezca, me llegaban los primeros ecos ¡desde Alisas! Vicente, que estaba en la subida cántabra en la asistencia del Ferrari de Cardín, me llamaba preguntando por el accidente que, según se había sabido ya por allí, había sido fuerte. Una rápida consulta telefónica a Jose me completaba la información: el Peugeot había volcado de forma realmente aparatosa en una de las primeras paellas, quedando muy 'tocado' aunque, por fortuna, su piloto no había sufrido daño alguno y la subida ya se estaba reanudando mientras hablábamos.
Ese milagro que es 'internet' y el buen trabajo de la gente de 'fotomotor', nos permitía ir sabiendo como iban los tiempos, tanto en Castrillón como en Alisas, sin duda todo un lujo y algo que, hasta hace apenas tres o cuatro años, nos hubiese parecido 'ciencia-ficción' ... ¡ahí es nada tener cronometraje en tiempo real por internet de dos subidas regionales de forma simultanea! En Castrillón, que es lo que nos ocupa aquí, Oscar ya daba un primer y claro aviso de lo mucho que quería esa sexta victoria consecutiva, marcando un 2:22:8 que estaba a poco más de un segundo de su crono ganador del año pasado ... ¡y sólo estábamos en entrenos! A tenor de lo que mostraban los cronos, parecía claro que el resto se tomaban este primer contacto con las técnicas rampas que serpentean por el precioso valle que acoge la subida de forma un poco más 'tranquila'. Fueyo era segundo, pero ya en 27, y cada uno en un segundo más estaban Otero (en 28 alto), Chemari (29 bajo), Busta (30 casi 31) y Cueva (31 casi 32).

'Rayman' impuso su EVO VIII en carrozados	Bustelo fue el más rápido en no homlogados	La afición y el '0' de Casia no faltaron u año más en Castrillón

Vigilando cada poco la pantalla de tiempos mientras iba traduciendo el primer texto sobre la GP2 que Gerald había elaborado en inglés gracias a poder ver la carrera en directo en la tele británica (¡vergonzoso que 'la sexta' pase totalmente de la carrera del sábado ... ¡incluso cuando se disputa en España! ... ¡¡¡¡para poner en su lugar dibujos animados!!!!). La primera oficial era liderada durante un buen rato por el crono marcado por Rafael Bustelo, así que, recordando pasadas ediciones, uno se imaginaba el pequeño y agil Simca Rallye amarillo subiendo como un tiro con ese inconfundible sonido de esos veteranos e incombustibles montañeros que, en Asturias, fueron durante muchos años sinónimo de coche 'matagigantes' en manos del inolvidable Angel Martínez Noriega.

Hacía falta que apareciese el tiempo del EVO VIII de 'Rayman' para que alguien desbancase a Bustelo del primer puesto. Con su 2:38:2, el piloto del Automóvil Club de Vegadeo ponía algo más de un segundo de margen para empezar a cimentar su victoria en carrozados y quedaba ya esperar la llegada de los CM para ver como se repartían los puestos de cabeza. Los seis últimos en la lista (dejando a parte el testimonial cierre de la misma por parte del Fórmula Renault de Kayto) eran los favoritos a ocupar las seis primeras plazas ... y cumplían el pronóstico con orden auténticamente escrupuloso. Cueva, el primero en llegar, marcaba un 2:30:1 que duraba en lo más alto de la lista lo que tardaba en pasaba por meta el siguiente en el orden de salida, Otero, que bajaba al 2:28:2. Tampoco resistía apenas nada el crono del Speedcar amarillo en el liderato. Otro CM amarillo, el BRC de Busta, ponía el listón un poco más alto, en 2:27.1, tiempo meritorio para el único del grupo de cabeza que descubría por primera vez la prueba. Faltaban los tres Silver ... y todos ellos iban rebajando cada uno el crono del anterior. 'Chemari' se hacía con otro efímero primer puesto al parar los dígitos del electrónico en 2:26.6 ... y Fueyo ya ponía las cosas mucho más serias con un 2:22:9 que estaba a un paso de su mejor tiempo del año pasado, cuando los CM eran más ligeros que este. A la vista del tiempo de 'Rober' y del que había marcado Oscar en entrenos, aun mejor, parecía claro que el actual campeón regional iba a ser el que, finalmente, acabase por hacerse de forma definitiva con ese primer puesto que no se quedaba ni un minuto en poder de nadie. Y, efectivamente, así era. Oscar era el único que bajaba de 22, aunque fuesen apenas unas milésimas, y ello le situaba ya en cabeza a falta de la manga definitiva.

Vista 'delante del ordenador', la segunda oficial tenía un desarrollo muy parecido a la primera, sobre todo en lo que respecta a los carrozados. De nuevo el tiempo del número 22, el Simca de Bustelo, era el mejor durante el rato que pasaba entre su llegada y la del 44, el Mitsu de 'Rayman'. Ambos confirmaban las dos primeras posiciones de la categoría, con Bustelo ganando además en 'no homologados' por delante del otro Simca, el blanco de Encinas, que completaba el podio de carrozados batiendo al siempre rápido AX de Bulnes, que le superaba en este segundo intento pero no podía con su crono de la manga anterior y debía conformarse con la cuarta plaza. Quinto era el primero de los 'soplillos', el de Reiriz, tras animada pelea con la unidad similar de Ordoñez, y séptimo terminaba el debutante Subaru pilotado por Juan 'Granvía', que dejaba por esta vez su más habitual labor de 'copi' de 'Lobea' para ponerse al volante del bonito Imprezza del preparador gijonés. Un coche que causó expectación y acabó provocando también su pequeña dosis de polémica, debido a que en las verificaciones previas se le cambio del grupo N, en el que estaba inscrito, al X. La causa estuvo en un kit de manguitos de turbo que, aun sin suponer ninguna diferencia en rendimiento, no era el especificado en la exigente ficha de homologación, en la que sólo aparece el modelo 'oficial' de STI como pieza adecuada para ser admitido en la categoría, aunque en el mercado se puedan encontrar otros de iguales características como el que montaba el coche japonés.

Una vez que terminaron de subir todos los carrozados, el primero en batir el crono de 'Rayman' fue esta vez el Silver de Antonio Casal, evidenciando una muy notable progresión que le permitió rebajar casi cuatro segundos respecto a la primera manga y alzarse hasta una séptima posición que acabaría por ser sexta cuando el siguiente en la lista, el Speedcar de Juan Carlos Cueva, era excluido en las verificaciones finales. En estas, se sometía a todos los CM a la 'prueba de estanqueidad', esa en la que se tapan las trompetas de admisión y el motor debe de pararse, algo que no sucedía en el Yamaha que monta el Speedcar del piloto del CAS, no porque este lleve ninguna irregularidad en el mismo, sino por mero diseño del propulsor de la marca de los tres diapasones. Pero como el reglamento dice que el motor se tiene que parar y no lo hacía, la exclusión era de esas que puede considerarse tan injusta como ajustada a derecho ... ¡si es que esas dos definiciones son posibles de forma simultanea!

Los cinco primeros puestos ofrecían aun notable interés. Personalmente, pensaba que Busta iba a acabar por hacerse con la tercera plaza, viendo lo cerca que había quedado de Chemari y teniendo en cuenta que, lógicamente, Fermín debía ser quien más margen de mejora tenía de todos ellos, al ser esta segunda oficial sólo su tercera ascensión a Castrillón (¡o desde el puente bajo Castrillón en dirección a Boal para ser más exactos!). Pero el ex-copi de Vallín llegaba un poco más rápido de la cuenta a la segunda de las paellas iniciales, hacía un trompo y perdía toda opción a mejorar su tiempo anterior. Ello, en todo caso, no implicaba que 'el bronce' estaba asegurado para Castro, porque Otero se encargaba de arrebatárselo con un 25.6 que hacía inutil la ligera mejoría de Chemari, quien limaba algo menos de tres décimas de su 26.6 anterior, con lo que acababa llevándose lo que en las olimpiadas llaman 'la medalla de chocolate', es decir la de la cuarta plaza.