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La doble cita asiática del mundial de fórmula 1 no pudo deparar dos carreras más distintas. En Japón, entre clamorosos errores de los dos máximos aspirantes al titulo y polémicas sanciones para 'animar' aun más el campeonato, Alonso consiguió su segunda victoria consecutiva con el Renault, una victoria clara y convincente, sin que interviniesen factores tan aleatorios como los que propiciaron el triunfo de Singapur. En China todo volvió a esa 'aburrida normalidad' tan propia de la F1 moderna cuando ni llueve ni hay coches de seguridad de por medio, y ello se tradujo en una aplastante victoria de Hamilton que le pone el mundial muy a tiro a falta sólo de la carrera de Brasil.

   

Con dos grandes premios en dos fines de semana consecutivos, se volvió a demostrar que esta temporada, en la fórmula 1, puede pasar prácticamente cualquier cosa y que ni tan corto espacio de tiempo entre una carrera y otra significa que el desarrollo o los resultados se parezcan ni siquiera mínimamente.

Algo que, personalmente, me parece fantástico ya que significa tener esa impredecibilidad que echábamos tanto de menos en temporadas anteriores, en las que las jerarquías estaban tan firmemente establecidas que las sorpresas brillaban prácticamente por su ausencia. Este año, en cambio, tan pronto llueve como sale un coche de seguridad, o hay averías o errores en los repostajes o hasta lo que menos me gusta, se aplican sanciones a diestro y siniestro al mínimo ‘inicidente de carrera’. Todo ello ha cabado por configurar un campeonato tan extraño como fascinante, del que sólo queda ya una etapa, en Brasil, a la que se llega en situación similar a la del pasado año, con Hamilton siete puntos por delante de un piloto de Ferrari, aunque con diferencias tan sustanciales como que esta vez no está también en la pelea Alonso y que el piloto del equipo italiano que mantiene opciones al título es Massa en vez de Raikkonen.

Pero antes de pasar a hacer algún intento de análisis respecto a lo que puede pasar en Brasil, lo cual, visto lo visto hasta ahora en este ‘loco’ mundial 2008, tiene grandes posibilidades de ser poco menos que una misión imposible, toca repasar en este ‘número doble’ las dos carreras asiáticas, Japón y China, que depararon desarrollos y desenlaces tan dispares como para volver loco a cualquier analista.

Hamilton una vez más capaz de lo peor, como su desastrosa salida de Japón ...

...y de lo mejor, como su claro triunfo en China dejando atrás a los Ferrari desde el principio

El Renault ya es el tercer coche y Alonso le saca el máximo partido, primero en Japón y 4º en China

En Japón, la ausencia de la lluvia que condicionó de forma total el retorno el año pasado de la fórmula 1 al circuito situado a los pies del Monte Fuji significaba poco menos que circuito nuevo para todos, ya que las referencias del año pasado apenas si se podían utilizar para nada. En esas condiciones, sin lluvia pero con temperaturas no especialmente altas, el primer asalto en calificación era para Hamilton y McLaren, al que, en contra de lo que se podía esperar, no secundaba en la primera línea de parrilla su máximo rival para el título, Massa, sino su ya descartado en el campeonato compañero de equipo Raikkonen. Felipe hacía además una de sus peores calificaciones en mucho tiempo, viéndose relegado a una quinta plaza que le ponía ya todo muy cuesta arriba, con el otro McLaren, Kovalainen, tercero, y el redimido Renault cuarto gracias a otra magnífica prestación de Alonso, con la moral a tope tras el sorprendente triunfo de Singapur y dispuesto a demostrar que aunque entonces la suerte había jugado un papel determinante, ello no había sido sino una merecida compensación por la ‘mala pata’ de la avería del sábado cuando ya luchaba por estar en las primeras filas de la formación de salida.

Con una situación de parrilla así, y con su ventaja de puntos en el campeonato, todo estaba a favor de Hamilton, que no tenía más que controlar a un retrasado Massa para poner el campeonato aun más a tiro. Pero a Lewis sigue faltándole eso que, normalmente, llega con le edad y la experiencia: la necesaria templanza para ‘pensar más allá’ y no fiarlo todo al momento y al instinto. Y ese instinto, que le permite en ocasiones hacer maniobras que poco o ninguno otro osan siquiera imaginar, también le lleva a errores tan garrafales como el de esos primeros metros en la pista de Fuji. Cuando, tras arrancar mucho más lento que Raikkonen, el británico ‘se tiró’ al interior en la apurada de frenada como si le fuese en ello la vida, toda la ventaja que había acumulado por su buen trabajo en entrenos se evaporó en la nube de humo que desprendían sus achicharrados neumáticos. El McLaren de Hamilton no podía dar la curva, tenía que irse ‘largo’ y con él se iban por el exterior tanto su compañero Kovalainen como los dos Ferrari, el de Raikkonen, que se quedaba sin opción a girar ‘por el sitio’ y el de Massa que se había pegado a él por la parte de fuera de la recta. Mientras, Alonso que partía desde el interior de la segunda fila, asistía sorprendido a la reacción en cadena que había provocado la maniobra suicida de Lewis, mientras un muy atento Kubica, viniendo desde más atrás le pasaba tanto a él como a todos los demás ¡y emergía del caos en cabeza tras partir sexto desde la parrilla!

Massa todavía tiene opciones al título pero tras dos grandes premios flojos parace difícil que lo consiga

Justo cuando ya no cuenta para el campeonato, Raikkonen ha sido más rápido que Massa

La alegría de Renault en Fuji fue doble, aparte del triunfo de Alonso, Piquet terminó cuarto tras salir el doce

Lo curioso del caso, es que pese al tremendo error, la carrera de Hamilton no se había arruinado del todo … ¡todavía! Porque lo peor para el británico venía poco después y en rápida sucesión. Primero por un nuevo error suyo, unos metros más adelante, saliéndose cuando trataba de seguir a Alonso desde la tercera plaza con unas gomas sin agarre alguno, lo que significaba volver a pista ya tras Massa. Segundo porque Felipe no se resignaba al adelantamiento de Lewis al final del siguiente giro y acababa impactando contra su McLaren haciéndole ‘trompear’ y mandándolo al fondo del grupo. Y, tercero, porque los cada día más estrictos comisarios deportivos consideraban su pasada de frenada de la salida una maniobra sancionable al mismo nivel que el ‘empujón’ que Massa le acababa de propinar, con lo que a ambos les caía un drive trough en lo que más parecía una decisión salomónica de ‘sancionamos a los dos, así no hay polémicas’ que una lógica y justa aplicación de un reglamento que está cada día más difuso y menos propicio al menor intento de cualquiera por salirse del guión. Lo de arriesgar y tratar de adelantar parece que está ‘mal visto’ y eso lleva a que lances como los dos sancionados en Fuji, de esos que hasta hace nada se consideraban ‘normales incidentes de carrera’, ya que en ningún caso el que los provoca lo hace con la más mínima intencionalidad, son ahora prácticamente siempre motivo de sanción … lo que no deja de ser una importante traba, una más, a la hora de que se vea algún adelantamiento en pista … ¡cualquiera se atreve a intentarlos!

Con los dos máximos aspirantes al título hundidos en el fondo del grupo y con exiguas opciones de sumar, siquiera, algún punto, el liderato de Kubica y el BMW adquiría una importancia especial. El polaco se podía meter de nuevo de lleno en la lucha por el título, recortando, de golpe, una tan grande como inesperada cantidad de puntos. Pero para ganar la carrera, Robert iba a tener un rival sin opciones al campeonato pero con todas las ganas de subir de nuevo a lo más alto del podio, y esta vez, además, sin ayudas de safetys car, suerte o lo que sea. Pegado al BMW, el Renault de Alonso daba clara sensación de ser más que una amenaza y la ambición que piloto y equipo demostraban en el primer repostaje lo dejaba claro. Entrando una vuelta después, Fernando optaba por cargar bastante menos combustible que Robert para salir delante aun a sabiendas de que, luego, el polaco iba a ir ‘más largo’ y eso lo podía dar ventaja en el segundo turno de paso por boxes.



Kubica fue segundo en Fuji lo que le metía de nuevo en la lucha por el título ...

...pero sus posibilidades se agotaron en Shangai con un BMW que ya no es el que era

Heidfeld no puntuó en Japón y terminó quinto en China

Pero el asturiano sabía que eso no iba a ocurrir, había comprobado en las vueltas iniciales que su ritmo era superior y en cuanto se vio en cabeza, con pista libre, se puso en ‘modo calificación’ y encadenó vuelta rápida tras vuelta rápida como sólo los más grandes son capaces de hacer, siempre en el límite, incluso tal vez un poco por encima cada vez, pero sin sobrepasarlo hasta el extremo de caer en el más mínimo error. La secuencia de giros de Alonso con el R28 durante ese segundo ‘stint’ de carrera en Fuji fue de las que destrozan a la competencia, convirtiendo en totalmente estériles todos los esfuerzos de Kubica por mantenerse a una distancia razonable que le permitiese aprovechar sus vueltas extras antes de la segunda parada. No había opción, cuando Alonso hizo su segundo repostaje el margen era más que suficiente para impedir cualquier sorpresa, y la victoria, una victoria ‘real’, sin más suerte que la buscada a base de atacar a fondo y aprovechar los fallos de los rivales sin cometer él ni uno sólo, era suya, convincente y merecida, a la altura de las mejores conseguidas en su primera y mágica etapa con Renault. Una etapa que la clara mejoría del monoplaza francés, evidenciada aun más que por el triunfo de Alonso por la soberbia carrera de Piquet, cuarto y ‘achuchando’ a Raikkonen tras salir el doce, parece dar esperanzas de que pueda volver a repetirse … ¡si es que piloto y equipo siguen juntos el año que viene claro!

Con la primera plaza fuera de su alcance, Kubica defendió con uñas y dientes la segunda, resistiendo con tanto o más valor que maestría que el decidido ataque de Raikkonen poco después. El finlandés lo intentó todo mientras sus gomas estaban en mejor estado que las del polaco, pero no le quedó más remedio que rendirse y acabar en una tercera plaza que no le servía para nada en el campeonato, ya perdido realmente hace tiempo, y que, incluso, le restaba un punto quien sabe cuan importante a su compañero de equipo Felipe Massa que, tras todo el lío del inicio de carrera, había remontado de forma espectacular hasta entrar todavía entre los ocho primeros. De hecho, el brasileño acababa la carrera octavo, luego de un adelantamiento en el límite de la cordura a Webber (durísimo en su defensa de la posición), sumando un punto que ya le parecía buen premio tras pensar que no iba a sacar ninguno. Un punto que se convertía en dos cuando los comisarios, de nuevo con ganas de intervenir a la mínima, decidían que la última salida de boxes de Bourdais, producida cuando Massa llegaba a final de recta justo a la vez y que acababa con un contacto en el que parecía más que excesivo echarle toda la culpa al francés, que hacía lo posible por evitarlo metiendo hasta medio coche por la hierba. Una penalización que privaba además al bueno de Sebastián de su mejor resultado del año, enviándolo fuera de los puntos y por detrás de su compañero Vettel, al que esta vez había batido con claridad.

Y si mala suerte fue lo de Bourdais, peor aun fue lo de Kovalainen, a la expectativa en los compases iniciales, con un coche competitivo y una táctica posiblemente favorable respecto a los primeros, pero que la primera rotura de un motor Mercedes en más de dos años le impedía concretar en nada más que un frustrante abandono de un año en el que poco o nada le sale al finlandés aunque, al menos, haya conseguido sumar su primera victoria en la F1 ¡algo es algo!

Ahora que el R28 va bien, Nelsinho está aprovechando para hacer sus mejores carreras del año

Los Toyota no han podido seguir el ritmo de Renault, Glock fue séptimo en China y Trulli quinto en Japón

Doble abandono para Kovalainen, motor en Fuji, pinchazo en Shangai

Tras un gran premio tan ‘movido’ como el de Japón, el de China una semana después resultó todo un ‘anticlimax’, aunque, bien visto, no dejó de ser una vuelta a la ‘normalidad’ tras tantas carreras en las que la lógica ha estado de vacaciones este año. En Shangai no hubo nada que alterase las jerarquías establecidas por la competitividad de los monoplazas de uno y otro equipo, y ello se tradujo ya en unos entrenos con Hamilton de nuevo en pole, tras una vuelta absolutamente fantástica, en su mejor respuesta al ‘desastre de Fuji’, de nuevo Lewis pasando del cero al infinito en apenas unos día como parece ser su sino. Al igual que en Shangai, Massa no rendía en calificación como se podía esperar, siendo superado otra vez por un Raikkonen que está consiguiendo sus mejores resultado del sábado cuando menos falta hace. Al menos, Felipe era tercero sin que, en esta ocasión, ni el segundo McLaren ni el primer Renault se metiesen en medio. Entre ambos, Alonso repetía la cuarta plaza de Japón, confirmando definitivamente que el Renault, especialmente en sus manos, es ya el tercer coche de la parrilla. Un lugar que era de BMW en la primera mitad de temporada y que han perdido justo cuando Kubica más necesitaba de un coche competitivo para poder mantener sus opciones al campeonato. Opciones que ya se desvanecían este sábado, con una ‘crono’ pésima que le dejaba incluso fuera de la Q3 y esperando sólo en un milagro el domingo para llegar aun a Brasil con posibilidades de dar la gran sorpresa.

Los Red Bull han ido claramente a menos a medida que avanzaba la temporada

Bourdais celebrando su sexto puesto de Japón...

...pero la alegría le duró poco al ser sancionado 'a posteriori' por el toque con Massa

Pero, como quedó ya dicho más arriba, esta vez no iba ‘a pasar nada’. Por mucho que los hinchas ‘antiHamilton’ (triste que se desee casi hasta más la derrota del rival que la victoria del piloto preferido) esperasen una repetición de la pésima arrancada de una semana antes, también con Raikkonen al lado, esta vez Lewis partía de forma impecable, llegaba con unos metros de ventaja al interminable primer viraje de la pista china y empezaba, ya, a desaparecer en la distancia, por mucho que los Ferrari hubiesen empezado la carrera con las gomas más blandas en un vano intento de contenerle.

La carrera de Hamilton, especialmente su espectacular primer tercio, fue absolutamente perfecta, en el filo de la navaja, como a él le gusta, controlando en el último instante la zaga del monoplaza cuando parece imposible hacerlo y marcando vuelta rápida tras vuelta rápida en una sucesión insoportable para los Ferrari. Décima a décima la ventaja fue subiendo, y aunque las diferencias nunca fueron exageradas la sensación era clara, la victoria era suya salvo error o problema de algún tipo. Como nada de ello ocurrió, Lewis cruzó la meta exhultante al final de las 56 vueltas, asegurándose diez puntos que le dejan a sólo cuatro de ese título que ya acarició el año pasado y que vuelve a tener al alcance de la mano con la misma ventaja que entonces. Una ventaja que no es mayor sólo porque Raikkonen se hizo a un lado ante Massa, sin disimulo y sin preocuparse por que esos comisarios tan estrictos con lo que el reglamento no especifica con claridad pudiesen aplicar sanción alguna amparándose en una regla que si está claramente escrita. Esa, tan absurda dicho sea de paso, de prohibir las órdenes de equipo que debería eliminarse de una vez ya que su inutilidad es manifiesta y su lógica nula. Kimi devolvía así parte del favor que Felipe le hizo en Brasil el pasado año (de modo más sutil ¡eso sin duda!) y permitía al brasileño perder sólo dos puntos en un fin de semana en el que nunca estuvo siquiera en disposición de plantar cara a Hamilton, quien sabe si acusando él más esa presión que tanto se habla de que atenaza al británico pero que, en China, Lewis manejó de modo impecable mientras Felipe parecía un ‘alme en pena’ a lo largo de todo el gran premio.


Otras dos buenas carreras de Vettel, que peleará con Trulli por la octava plaza del mundial

David Coulthard da uno de los últimos vistazos a la F1 desde dentro, en Brasil disputará su última carrera

El entusiasmo de los fans orientales por la fórmula 1 no decae


La pantomima de Raikkonen para dejarse pasar por Massa a base de rodar hasta tres y cuatro segundos por vuelta más lento, hizo que el Ferrari estuviese, incluso, a tiro del Renault de Alonso, quien había hecho otra carrera al límite de lo que el R28 podía dar, lo que en este final de temporada ya le permite llevarlo muy cerca de los mejores, batiendo incluso a un McLaren, el de Kovalainen, que tras romper en Japón acababa fuera en China por un reventón luego de perder con Fernando la batalla por la cuarta plaza, primero en el cuerpo a cuerpo de la primera vuelta y después en el ritmo de carrera entre repostajes, por mucho que fuese más cargado el finés no parecía en disposición de acabar por situarse delante del español, pinchazo o no.

Después de esta frenética semana del periplo asiático, toca reponer fuerzas y esperar con impaciencia el fin de temporada en Brasil donde, una vez más y para satisfacción de todos (y especialmente de Bernie y el aparato mediático de la F1, claro) se volverá a decidir el campeonato. Este año el duelo es a dos y se presenta desigual, con Hamilton siete puntos por delante y Massa como único rival. A favor del brasileño está su habitualmente imparable ritmo en Interlagos, en su contra que no depende de si mismo y una presumible victoria en casa, acompañada incluso de doblete Ferrari escoltado por Raikkonen, no basta en esta ocasión. A favor del británico está su ventaja y una situación ‘tranquila’ dentro de su equipo que en nada se parece a la del año pasado a estas alturas, en su contra el ‘fantasma’ de sus ‘errores no forzados’ o, incluso, de esos imponderables de carrera de los que nadie está a salvo, una avería, un pinchazo, un toque, un safety car … hasta un chaparrón en el momento inoportuno, cualquier cosa que haga que la carrera no discurra con normalidad, lo que este año ha pasado ya tantas veces que ¿por qué no? igual ocurre de nuevo en Brasil. Así que mejor no hacer pronósticos, el tópico ese de que nada está decidido hasta que no se baja la bandera a cuadros es más cierto que nunca en este mundial de Fórmula 1 2008 … ¡incluso hasta después de que se baje si los comisarios deportivos lo consideran oportuno!