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Fernando Alonso y Renault retornaron a lo más alto del podio cuando menos se esperaba, aprovechando a la perfección el vuelco que dio al gran premio de Singapur tras la temprana salida del safety car tras el accidente de Nelson Piquet Jr. con el otro R28 en pista. Mientras el español sacaba partido, de forma perfecta, de la oportunidad que le brindaba la fortuna, Ferrari entraba en una espiral de errores que le costaban caro a Massa y que dejaban a Hamilton, tercero bajo los focos de Marina Bay, como claro líder del mundial.

   

El primer gran premio nocturno de fórmula 1 acabó deparando un resultado de esos que ni el más optimista de los fans de Fernando Alonso hubiese pronosticado la víspera, cuando el R28 dejó ‘tirado’ al asturiano en la Q2 relegándolo a una retrasada decimoquinta posición en la parrilla de salida. Y, sin embargo, precisamente en esa desafortunada avería empezó a fraguarse la inesperada victoria del domingo, en un fin de semana de continuos cambios de humor de la ‘diosa fortuna’, que acabó sonriendo al español en los compases iniciales de la carrera del domingo tras negarle sus ’favores’ en una calificación del sábado en la que, a la vista del rendimiento de piloto y coche durante todas las tandas de entrenos libres, tenía reales posibilidades de brillar sin necesidad de que la suerte tuviese que intervenir.

Cuando nadie lo esperaba, Alonso volvió a cruzar como número 1 bajo la bandera a cuadros...

...retornando a lo más alto del podio...

... y a las celebraciones de los buenos viejos tiempos con Briatore y Renault

Y es que en un circuito tan poco convencional como el de Marina bay, a mitad de camino entre Mónaco y Valencia por tratar de compararlo con los otros dos trazados ‘urbanos’ de este mundial 2008, el Renault se mostraba competitivo ya desde el viernes, con Alonso mezclándose desde un primer momento con los McLaren y los Ferrari a la hora de marcar vueltas rápidas y hasta con Nelson Piquet rodando en buenos cronos, no excesivamente lejanos de los del español. En una pista en la que no había ni curvas de alta velocidad ni excesiva necesidad de potencia máxima, pero que requería un buen equilibrio a nivel de chasis y suspensiones, el R28 presentaba un comportamiento cuando menos prometedor que podía permitir a Alonso y el Renault ser un factor a tener en cuenta en el presumible duelo Massa-Hamilton por victoria y liderato del mundial.

Un duelo en el que el británico parecía inicialmente con más opciones a la vista de sus cronos y, sobre todo, de su forma de ‘arrimarse’ a los muros que delimitaban la pista de Singapur ya desde sus primeras vueltas a la pista el viernes. En un circuito tan poco convencional, Lewis se encontraba más a sus anchas que Felipe, al menos de entrada, pero a medida que avanzaba el fin de semana, el brasileño de Ferrari iba cogiéndole el pulso al trazado y aprovechando cada vez más la mayor competitividad del F2008, hasta hacerse con una espectacular pole position, con amplia ventaja sobre su máximo rival en el campeonato. Hamilton se había ’colado’ en la Q3 poco menos que de milagro, gracias precisamente a esa avería sufrida por el Renault de Alonso en la vuelta rápida del asturiano, que iba camino de dejar fuera de los diez mejores al británico de McLaren, y acababa por conseguir un puesto en primera fila de parrilla que impedía una primera fila 100% Ferrari ya que Raikkonen, aunque lejos del tiempo de Massa, se mostraba más competitivo a una vuelta que en grandes premios anteriores lo que le situaba en buena posición para ‘echar una mano‘ a su compañero de equipo en la lucha por el título … o incluso pensar aun en una victoria que, según como fuese el resultado de la carrera, pudiera aun mantenerle con alguna opción de defender el campeonato.


Rosberg protagonizó la maiobra más espectacular del gran premio pasando a Trulli...

...y se llevó como premio el segundo escalón del podio

Lewis Hamilton corrió 'con cabeza' y acabando tercero se destaca al frente del mundial

Pensando en la carrera, las imágenes de los libres del viernes me dejaban claras varias cosas. La pista, sin ser ‘nada del otro mundo’ al menos ofrecía algún aliciente más que el anodino Valencia Street Circuit. Al no tener zonas tan rápidas como el trazado valenciano y sus vertiginosas ‘rectas-curvas‘, los monoplazas podían circular más juntos, y ello siempre da al menos alguna opción de que ‘pase algo‘ en las lentas curvas a 90º que servían de unión entre los diferentes tramos de ‘circuito‘.  No es que proliferasen los sitios para adelantar (que no abundan hoy día en ningún sitio), pero al menos podía haber uno o dos en los que, echándole valor, alguno podía ’tirarse’ en la frenada y conseguir eso cada día menos habitual en una carrera de F1 moderna que es un adelantamiento en pista. Además, la cercanía de los muros, especialmente en la rápida chicane doble, hacía que, por una vez, cometer errores de pilotaje no se saldase con perder apenas unas décimas de segundo rodando sobre una escapatoria de asfalto. Había que ’afinar’ para no golpear contra el hormigón que no perdona fallos, y eso siempre significa que alguno va a acabar ’haciendo chapa’, lo cual, en una pista como esta, es también sinónimo de intervención del safety car. Algo que parecía inevitable a la vista del tiempo que se tardaba ya el mismo viernes en retirar alguno de los primeros monoplazas que probaban la dureza de las protecciones. En cuanto a la novedad de la iluminación artificial, esta no parecía que fuese a crear problema alguno, había luz más que de sobra como para que los pilotos no notasen apenas la diferencia. Salvo que apareciese la temida lluvia, por ahí no parecía que fuese a haber problema alguno.

Las primeras vueltas de carrera se desarrollaban según lo esperado, con Massa tratando de abrir hueco cuanto antes y Hamilton procurando evitarlo. Algo que, poco a poco, iba convirtiéndose en un empeño inútil para el británico, que a las pocas vueltas ya tenía que empezar a preocupar más de la diferencia que menguaba respecto a Raikkonen, cogiendo ritmo a medida que pasaban las vueltas, que de intentar evitar el triunfo de Massa.

Por detrás del trío de cabeza, que se escapaba con claridad, Kubica encabezaba el resto del grupo tras ganarle la posición a Kovalainen en un ajustado ’cuerpo a cuerpo’ en la primera curva. Una primera curva en la que medio grupo pasaba ’por donde podía’, entre ellos Alonso que ganaba tres posiciones en esos confusos primeros metros, en los que los comisarios de carrera, tan escrupulosos otras veces, optaban en esta ocasión por ’mirar para otro lado’, lo cual no dejaba de ser, probablemente, la mejor solución ante el ‘barullo’ que se había producido, propiciado más por el trazado del primer viraje que porque nadie tratase de ’atajar’ a propósito.

Pronto se establecían dos grupos bien definidos al escaparse los que salían delante, más ligeros, de los que iban en medio del pelotón y a una parada, con el Toyota de Trulli siendo el más adelantado de estos y formando un auténtico ’tapón’ en el que estaban atrapados algunos de los que habían optado por estrategias más ’agresivas’, como los Williams de Rosberg y Nakajima o el Renault de Alonso. Al menos, finalmente si había un sitio donde, si se le echaba la suficiente decisión, se podía pasar. Y aunque le costaba un montón de vueltas y varios intentos infructuosos, al final Rosberg pasaba a Trulli en una espectacular maniobra, sacando humo de las cuatro ruedas de su Williams y ‘mostrando el camino’ a seguir por el que, no mucho después y con menos ’show’ se colaba también Alonso, apenas un par de vueltas antes de que le tocase el turno de inaugurar la primera tanda de paradas en boxes. En ese punto de la carrera, las posibilidades del español no iban más allá de buscar algún punto, lo cual ya hubiese sido un muy buen resultado saliendo el quince.


El principio del fin para las opciones de victoria de Massa...

...los mecánicos retornan con la manguera tras el desastroso pit stop que hundió al brasileño

Raikkonen se salió cerca del final completando el día negro de Ferrari

Y entonces era cuando todo cambiaba, de golpe … y nunca mejor dicho. Piquet, que había salido con la estrategia opuesta a Alonso, tratando Renault de cubrir todas las opciones en cuanto a sacar ventaja de alguna salida del safety car, para buscar así otro resultado sorpresa como el obtenido por el brasileño en Hockenheim, perdía el control de su muy cargado R28 y se estrellaba contra el muro de boxes. La intervención del coche de seguridad era inevitable y se producía en el mejor momento posible para los que habían salido ligeros y repostaban pronto, de los que Alonso era el que primero lo había hecho y, por tanto, el que más partido iba a sacar de la situación. Otros beneficiados, como Barrichello o Webber, no iban a poder aprovechar la ocasión al sufrir poco después problemas mecánicos, mientras que tanto Rosberg como Kubica, los siguientes en entrar a repostar, estaban justo en el filo de la navaja, viéndose atrapados por la absurda regla del ’pit lane cerrado’ que les obligaba a pasar por boxes ’si o si’ para evitar el quedarse ’secos’ en pista … lo que significaba el consabido stop and go en cuanto la carrera se reanudase.

Pero antes de que eso ocurriera se vivía otro episodio decisivo, no sólo en cuanto respecto al desarrollo del gran premio sino, ¿Quién sabe?, incluso del mundial. Con todos entrando a la vez a repostar, en Ferrari el mecánico encargado de dar ’luz verde’ a Massa se apresuraba en hacerlo y Felipe salía disparado … ¡con la manguera aun enganchada a la boca del depósito de su monoplaza! Además, el Ferrari casi colisionaba con el Force India de Sutil, que transitaba en ese momento por la calle de boxes, con lo que al desastre que suponía todo el tiempo que se iba perder en arrancar la manguera cuando el brasileño se paraba al final del pit lane, se iba a añadir un drive trough de penalización por una maniobra que, cuando la realizó en Valencia no mereció más que una ‘investigación’ … ¡a eso le llamo yo ’consistencia’ y ’criterios claros’ por parte de los ’árbitros’!


Otra convincente actuación de Glock, cuarto y cada vez más consolidado en la fórmula 1

Tras su fantástica victoria de Monza, Vettel y Toro Rosso volvieron a ser protagonistas,a cabando quintos

Heidfeld sumó tres puntos en una carrera que no fue nada propicia para BMW-Sauber

Con Massa hundido en el fondo del pelotón, y Raikkonen retrasado por haber tenido que ’hacer cola’ en boxes, asistiendo en primera fila al desastroso pit stop de su compañero de equipo, lo que iba camino de un más que probable doblete Ferrari se convertía en el inicio de un día absolutamente negro para la ’scudería’. A partir del caos de boxes, nada le salía a derechas a los de Maranello, y mientras Hamilton rodaba cerca de cabeza de carrera, pese a haberse visto perjudicado como muchos otros por el safety car, Massa y Raikkonen tenían el gran premio totalmente cuesta arriba y acabarían aun por empeorarlo, Felipe incapaz de remontar y haciendo incluso un trompo que inducía al error a Sutil y significaba el segundo ‘safety’ del día, y Kimi ’tragándose’ la chicane esa que no perdonaba fallos y estampando su F2008 contra el muro cuando, al menos, estaba rodando en posición de puntos ¡que desastre!

La ’autodestrucción’ de los Ferrari, significaba que Hamilton no tenía que correr riesgos para sacar una renta de puntos con la que no hubiese ni soñado a principio de carrera. El británico se establecía pronto como el mejor de los no beneficiados por el primer safety car, lo que significaba rodar un montón de vueltas detrás de un mucho más lento pero siempre coriáceo Coulthard. Sólo cuando el del Redbull dudaba ante el retorno a pista, justo delante suyo, del Renault de Alonso, tras el segundo reportaje del español, podía Lewis encontrar hueco para meter el McLaren ’con cuidado’, que no estaba el día para hacer esas ’machadas’ que tanto le gustan a Hamilton pero que, a veces, le acaban costando caro.


Coulthard fue otro de los beneficiados por el safety car y aprovechó para sumar un par de puntos

Nakajima completó la buena jornada de los Williams con su octava plaza

Kubica se vio obligado a repostar con pit lane cerrado y vio arruinadas sus opciones de puntuar

Por delante, ya con amplia ventaja, iban Alonso y Rosberg, los dos que mejor partido sacaron del accidente de Piquet. El alemán de Williams tuvo la mala fortuna del ya comentado ’repostaje obligatorio’ con el pit lane cerrado, compensada al menos en parte por la incomprensible tardanza de los comisarios en notificar a su equipo la penalización correspondiente, lo que le permitió rodar unas cuantas vueltas extras con pista libre por delante y sacar así suficiente ventaja como para no perder más que una posición una vez ’pagado ’ el stop and go. El único que le superaba era, por tanto, Alonso, que con un solo adelantamiento tras la melée de la primera vuelta era, por increíble que parezca, primero y, además, con confortable ventaja. El asturiano se encontró con la ocasión de oro, de esas que pocas veces se presentan y tuvo el mérito de aprovecharla al máximo. Cuando él también tuvo pista libre por delante, tiró a fondo, rodó en excelentes cronos, los más rápidos de carrera durante unas cuantas vueltas, las suficientes como para permitirle encarar el final de carrera hasta con tranquilidad.

Ni siquiera la segunda salida del SC, por el ya comentado incidente de Sutil, comprometió una victoria que se tuvo que pagar a precio de oro en las apuestas. Con Fernando tirando ‘a muerte’ nada más reanudarse la prueba, mientras Rosberg, calzado con las extrablandas por haber gastado ya todos sus juegos de las más ‘perforantes‘ blandas, estaba más preocupado de contener un  posible asalto de Hamilton que de intentar ir a por el español. Un asalto que, además, no se producía porque, bien aleccionado desde boxes, Hamilton se comía las ganas de buscar un poco probable hueco para pasar a Rosberg y pensaba, ante todo, en el mundial. Con los dos Ferrari fuera de combate y con Kubica también fuera de los puntos, los seis de la tercera plaza eran más que suficiente premio para una carrera tan extraña, en la que la suerte del campeonato pasaba de uno a otro lado en cuestión de minutos y por circunstancias cuando menos inusuales.

Por delante, Alonso y el Renault rodaban impasibles hacia una victoria que salva la complicada temporada del español. Esa suerte de la que tanto se ha quejado el piloto asturiano a lo largo de estos dos últimos años, decidía esta vez devolverle algo de lo que le pueda haber quitado en otras ocasiones y Fernando ponía el resto, controlando la carrera con cabeza fría, atacando cuando le hacía falta y sumando un triunfo número 20 que le devuelve a lo más alto de un podio de la fórmula 1 bastante antes de lo que ni él mismo podía imaginar.


Saliendo a una parada, Trulli hizo de tapón en la parte inicial de carrera

La puesta de sol sobre el skiline de Singapur...

...preludio de una imagen inédita para una carrera de fórmula 1, focos iluminando la pista


En un campeonato tan increíblemente movido y lleno de alternativas como este del 2008, la victoria de Alonso supone que ya han ganado este año nada menos que siete pilotos distintos y cinco escuderías diferentes. Cifras ’de los años setenta’ que no hacen sino dar más valor a un mundial que algunos se empeñan, por el contra, en devaluar sólo porque Fernando no está entre los aspirantes al título. Uno más de los errores de ese ‘alfonsismo radical’ que sigue siendo lo peor de la extraordinaria irrupción del ovetense en el olimpo de un deporte vetado a los ’nuestros’ hasta hace nada. Bien pensado, no es mal precio a pagar a cambio de lo que nos ha dado Alonso … aunque a veces cueste trabajo soportar tanto fanatismo de hinchas y, lo que es peor, prensa y presuntos ‘expertos’ que pululan alrededor de la gigantesca figura del asturiano.

Ahora vienen ya las tres carreras finales y, aunque todavía haya cinco pilotos con opciones matemáticas, está claro que el título se lo van a jugar entre Hamilton y Massa. A favor del británico juegan su ventaja de siete puntos, su mayor talento natural al volante y las probabilidades de que llueva en Japón, China o Brasil, lo que no sería nada raro. En su contra y, por tanto, a favor del brasileño, está la sombra de los errores de Lewis en el desenlace del mundial 2007 y, sobre todo, la presumible mayor competitividad de los Ferrari, que incluso en una pista en teoría poco propicia como la de Marina Bay se mostraron mejores que los McLaren. Tres dobletes Massa-Raikkonen darían el título a Felipe. Si no llueve y en Ferrari no cometen errores como los muchos que han complicado su temporada, es algo que parece factible … pero este año, más que nunca, hacer pronósticos es poco menos que imposible. Mejor será ir carrera a carrera y ver que pasa. Próxima parada: Monte Fuji, el mundial más apasionante de los últimos años encara su recta final.