inicio archivo calendario enlaces contacto

El mundial de fórmula 1 más igualado, sorprendente, extraño e impredecible en muchos años tuvo en los grandes premios de Bélgica e Italia otras dos carreras llenas de interés y sorpresas, con golpes de efecto totalmente inesperados y, como resultado, una situación del campeonato al acabar la temporada europea que deja la resolución del título totalmente en el aire.

   

La combinación de dos de los pocos circuitos ’con historia’ que quedan en el calendario, con ese factor siempre decisivo a la hora de romper los pronósticos y exaltar el espectáculo que es la lluvia, produjeron dos grandes premios para recordar en Spa y Monza, que dejaron imágenes de esas que se repetirán durante muchos años cuando se quiera mostrar lo que la fórmula 1 puede dar de si.

Ponerme ahora a contar lo que pasó en una y otra carrera apenas si tiene ya mayor sentido, una vez que este texto lo estoy escribiendo ya varios días después de que concluyese la de Monza, luego de que en la muy ajetreada semana entre el gran premio belga y el italiano acabase por no tener tiempo para redactar el comentario sobre lo acontecido en Spa. Así que, más que una crónica ’al uso’ de lo visto en los históricos circuitos belga e italiano, estas líneas van a ser una especie de ’batiburrillo’ de sensaciones, de resumen de ideas, pensamientos y reflexiones que me han ido surgiendo durante estas dos semanas cuando recordaba lo visto por la ‘tele’ en ambos grandes premios o lo comentaba con unos y otros, en persona o a través de algún blog o foro de internet en los que intervengo de vez en cuando.

Lluvia en Spa...

...y más lluvia en Monza...

... ¡con Massa sumando más puntos que nadie!

Y lo primero que se me viene a la mente respecto a estas dos carreras es como, curiosamente, entre los dos aspirantes al título, mientras Hamilton destacó de forma espectacular en ambas cuando las condiciones de pista eran más difíciles, fue finalmente Massa el que, a la chita callando, acabó sacando más partido en lo que respecta a puntos para el campeonato. Felipe llegaba a Spa seis puntos por detrás de Lewis y sale de Monza con sólo uno de desventaja y, además, ya firmemente asentado en la posición de ‘número 1’ de Ferrari por la que viene luchando desde que Michael Schumacher dejó libre tal puesto en la ‘escudería’. El doble ‘cero’ de Raikkonen, que descarta salvo increíble milagro al actual campeón de la lucha por el título, supone que todo el esfuerzo del equipo del Cavallino Rampante ha de ponerse, definitivamente, al servicio del brasileño. Y eso, mucho más que los 13 puntos y la victoria ’de rebote’ de Spa, me parece que es lo más importante que ha sacado Massa de estas dos alocadas carreras. Eso y la demostración de que, evidentemente, Felipe no es ni será nunca un ’rainmaster’, pero tampoco es ’tan malo’ sobre agua como su desastrosa carrera de Silverstone le hizo parecer. Tanto en Spa como en Monza, Massa corrió siempre muy consciente de hasta donde podía llegar, no cometió errores y sacó el máximo que pudo de dos grandes premios en los que todo indicaba que iba a verse claramente superado por Hamilton. Con el Ferrari mostrándose aun como el mejor coche del campeonato (¡al menos sobre seco y cuando hace calor!), las opciones del brasileño al título siguen subiendo enteros, dejando definitivamente atrás su pésimo inicio de año y todas las dudas que generó tanto en el propio piloto como en su equipo. Aunque hace apenas unos meses pareciese imposible, ahora resulta que todas las opciones de Ferrari pasan por Felipe y él está más dispuesto que nunca a aprovechar la que puede ser su gran oportunidad.

A Hamilton le duró poco el triunfo de Spa...

...y en Monza su exhibición en agua tuvo poco premio...

...pero Lewis sigue líder y es, de largo, quien más espectáculo ofrece

Entre Massa y el título, el mayor obstáculo es, evidentemente, Lewis Hamilton. El británico es, ahora mismo y de modo indudable, el hombre-espectáculo de la fórmula 1. Y me refiero a sus actuaciones en la pista, dejando a parte todo lo que gira a su alrededor fuera de ella y que, por desgracia, muchas veces acaba ocupando más espacio en los medios de comunicación y la mente de los aficionados que sus extraordinarias maniobras en los circuitos. Tanto en Spa como en Monza no hubo nadie que pilotase al nivel que lo hizo Hamilton cuando las condiciones de pista eran peores. Su despiadado ataque a Raikkonen en las vueltas finales del gran premio belga fue toda una demostración, una más, de que Lewis es capaz de todo por ganar. Algo que es común a muchos de los más grandes de la f1 y que puede ser  tanto una virtud como un defecto, llevándole a hacer cosas increíbles y, también, a rozar y hasta superar los límites (del riesgo y hasta del reglamento) con los peligros que ello conlleva.

En Spa, lo fácil para Lewis, con Massa detrás a falta de tres vueltas, era conformarse con la segunda plaza y aumentar en dos puntos su ventaja al frente del campeonato. Pero cuando empezó a ver las primeras gotas de agua en el visor de su casco, volvió a aparecer el Lewis ‘que lo quiere todo’ y para el que ser segundo no sirve si puede ganar. Con Raikkonen dubitativo y cediendo en un suspiro los casi cuatro segundos que había acumulado trabajosamente en toda la carrera (aprovechando precisamente un error de Hamilton en los compases iniciales para hacerse con el liderato), el británico de McLaren ‘olió sangre’ y como un depredador implacable que es, no se lo pensó dos veces. Su primer ataque en la ‘parada del autobús’ fue rechazado con firmeza por Raikkonen y ahí vino la ‘génesis’ de la tan discutida maniobra que acabaría por costarle a Hamilton un triunfo que se ganó en la pista … y no sólo en ese polémico adelantamiento en La Source. Evidentemente, Lewis se saltó la chicane (muy forzado a ello por la tan dura como legítima defensa de la posición por parte de Kimi), y aunque cumplió ‘con la letra’ del reglamento y dejó pasar al Ferrari unos metros después, también es verdad que, de inmediato, volvió a la carga, aprovechando tanto o más el exceso de cuidado de Raikkonen en la brusca frenada de la horquilla como la cercanía al monoplaza rojo que había conseguido con su ’atajo’ anterior. La sanción ’post carrera’ fue de esas que se pueden calificar como ’rigurosas’, con el agravante de su tardía aplicación que falseó por completo el resultado final de la carrera. Y eso es, sin duda, lo peor de una decisión así, porque medios técnicos hay de sobra como para decidir sobre la marcha que hacer en tales circunstancias, en vez de tener que esperar dos horas para hacerlo, cuando la bandera cuadros ya ha sido bajada y los ’presuntos’ ganadores han celebrado una victoria conseguida en la pista.


Vettel y el Toro Rosso encabezan la fila tras al safety en Monza...

...¡y cruzan primeros la meta!

La primera victoria de Sebastien y el equipo ex-Minardi se celebró por todo lo alto

Así que, pese a ser claramente superior a Massa en Bélgica, Hamilton acabó perdiendo cuatro puntos ante el brasileño, preludio de lo que le acabaría ocurriendo en Monza, donde, de nuevo, su carrera fue mucho más convincente que la del brasileño … pero acabó produciendo un punto menos para su cuenta particular. Y, al igual que en Spa, Lewis tuvo, evidentemente, su parte de culpa en el desenlace. Primero, por una desastrosa Q2, en la que ni él ni su equipo acertaron con el tipo de gomas adecuado para las complicadas condiciones del trazado, con la lluvia aumentando de intensidad, lo que le acabó condenando a partir muy retrasado en parrilla. Pero, tras ese inesperado traspiés del sábado, el domingo renació de nuevo ’el mejor Hamilton’, el que es capaz de adelantar a quien y donde sea. Su remontada sobre piso mojado en Monza, pasando del 15º al 2º cuando peor estaba la pista a base de diez adelantamientos y de ir a una sola parada fue de esas para recordar. Y lo fue más por las imágenes que nos dejó, con cruzadas al límite, derrapadas de las cuatro ruedas y apuradas de frenada ’imposibles’, que por las frías cifras de ser capaz de rodar, por momentos, hasta dos, tres y cuatro segundos por vuelta más rápido que cualquiera. No faltó, siquiera, ese puntito de polémica que parece inevitable acompañe a Lewis siempre, con su expeditiva forma de quitarse de encima a Glock o su ruda defensa ante Webber, en la parte final de carrera y ya condenado a no luchar por la victoria debido a que la lluvia cesó pocas vueltas después de su parada en boxes, obligándole a una parada ’fuera de programa’ para montar las intermedias. Una parada que convirtió su portentosa exhibición sobre suelo mojado en un ejercicio tan espectacular como casi inútil a efectos del campeonato, acabando por ceder incluso un punto ante Massa, al que trató de cazar sin éxito en esas vueltas finales, en las que, con la pista ya secándose y todos en ’intermedias’ se nos acabó, de golpe, el festival de adelantamientos que había sido hasta entonces la carrera, y en el que Lewis había sido el máximo protagonista.

Los de BMW siguen siempre al acecho, Kubica subió al podio en Monza...

,..y Heidfeld fue el que mejor aprtido sacó del caos final en Spa

Raikkonen lideró en Spa hasta que empezó a llover y ahí se acabaron sus opciones al mundial

Con cuatro grandes premios por disputarse, Hamilton se todavía líder, aunque sea por un solo punto, el McLaren parece estar, cuando menos, al nivel del Ferrari (sobre todo si las temperaturas no son muy altas y se rueda con las gomas extrablandas) y Lewis muestra tal capacidad de pilotaje y tal determinación que, por fuerza, tiene que ser el favorito para el título en un duelo cuerpo a cuerpo con Massa. Un duelo en el que, probablemente, el mayor rival del británico no sea el brasileño sino el mismo … como ya ocurriese el año pasado.

En realidad, aunque todos estemos pensado ya en que el campeonato se lo tienen que jugar Hamilton y Massa, la clasificación es tozuda en mostrar, cerca de ambos, a Robert Kubica. De hecho, el polaco está incluso a un punto menos del liderato de los que estaba tras Valencia, y los catorce que le separan de la primera plaza, cuando quedan aun cuarenta en juego, no son ni mucho menos una barrera infranqueable. La lógica dice que el polaco no debería tener opciones, con un BMW-Sauber que está ahora mismo más lejos que nunca, en prestaciones, del McLaren y el Ferrari de sus rivales, pero Robert sigue sacándole el máximo partido siempre, no cometiendo prácticamente el más mínimo error y manteniéndose a la expectativa y dispuesto a aprovechar la oportunidad si esta se presenta, Así que, aunque lo fácil sea descartarlo por el título, hasta que tenga opciones matemáticas deberíamos acordarnos de que sigue ahí, al acecho.

Pero, dejando aparte a los aspirantes al campeonato, está claro que en estas dos increíbles y apasionantes carreras de Bélgica e Italia ha habido un protagonista estelar. Y ese no es otro, naturalmente, que Sebastien Vettel. El jovencísimo prodigio alemán venía ’avisando’ ya desde las carreras con agua de finales del año pasado de que eso de pilotar cuando el piso está deslizante era su medio natural. Y si en Spa estuvo, durante buena parte de la carrera (en seco), a la sombra de su compañero de equipo en Toro Rosso, Bourdais, al final acabó ’emergiendo’ por delante de él en el maremagnum final de Spa … lo que no sería sino un mínimo atisbo de lo que iba a conseguir en Monza. En la pista italiana, Vettel pasó de promesa a realidad de un modo tan rotundo que ya no puede haber dudas al respecto, en el joven Sebastien tenemos a una de las estrellas más relucientes de la nueva generación de la F1. Su pole el sábado no fue fruto den una de esas sesiones de calificación ’locas’ que a veces propicia la lluvia, fue una pole ’real’, batiendo a todos los demás en igualdad de condiciones a base de ser el más rápido sobre una pista encharcada. Y su victoria del domingo fue tan clara y rotunda que casi hizo pasar desapercibida su portentosa actuación. Vettel se fue desde la primera vuelta de un modo imposible de contrarestar para Kovalainen, que le acompañaba en la primera fila, y mantuvo un ritmo que sólo el desencadenado Hamilton sería capaz de superar en el primer tercio de la prueba … ¡y no siempre! Obtener la primera victoria en una carrera tan complicada como la de Italia, sin cometer el más mínimo error y haciéndolo, además, con un Toro Rosso (por mucho motor Ferrari última generación que monte), no está al alcance de cualquiera. Ha nacido una nueva estrella, de eso no hay duda, ya se podía intuir pero ahora lo hemos podido ver, Vettel va a ser uno de los grandes en los próximos años.


Kovalainen obtuvo un gris y distante segundo puesto en Monza

Dos cuartas plazas para Alonso, de nuevo 'rozando el poste' pese a la lluvia en las dos carreras

Bourdais destacó en Spa pero acabó ensombrecido por la eclosión de Vettel en Monza

La portentosa exhibición del alemán significó borrar de un plumazo dos de los records de precocidad que ostentaba Fernando Alonso, el de más joven autor de una pole y el de más joven ganador de un gran premio. Dos records que el asturiano no pudo defender aunque, al menos, acabó sumando un buen puñado de puntos con dos cuartas plazas que le permiten situarse como ’primero del resto’ en el campeonato. Un objetivo modesto, la séptima plaza del mundial, que es lo más a lo que puede aspirar Fernando con el Renault, especialmente si ni siquiera en dos carreras con agua como estas puede alcanzar ese esquivo podio del que sigue ausente en una temporada en la que pocos son los que no se han subido a él. En Spa, la pista en la que se reveló al mundo con aquella exhibición en la F3000 que parece ya de otra vida (¡que rápidao pasa el tiempo!), Alonso hizo su carrera más convincente de la temporada, rodando cuarto con solvencia durante toda la prueba … hasta que cuando empezó a llover en vez de ser él quien sacase más partido de la situación como sería de esperar, acabase por ’pasarlas canutas’ en un sufrido penúltima giro sobre suelo encharcado que le llevó a la increíble decisión de parar a montar gomas para agua …¡a falta de una sola vuelta! Una vuelta al largo Spa en la que, aunque fuese casi en el último momento, acabó por volver a recuperar esa cuarta plaza que tenía antes del aguacero … y que con el abandono de Raikkonen se iba a convertir en tercera, pero que la tardía parada boxes (o la más temprana de Heidfeld)  dejó de nuevo en una desilusión en lo que a la busqueda del podio se refiere.
En Monza, saliendo a una parada y muy cargado desde la octava posición de parrilla, Alonso tuvo que rodar mucho más a la defensiva que al ataque cuando más agua había en pista y, en teoría, la situación le era más favorable. Pero, al menos por una vez este año, la fortuna en cuanto al ‘timing’ de su parada en boxes le permitió apostar por las gomas adecuadas para el tercio final de la prueba, salvando una carrera en la que parecía condenado a sufrir para sumar siquiera un punto. Al final, otra cuarta plaza que puede saber a mucho o a poco según se mire y que, como la de Spa, diría que tiene el sabor de otra oportunidad perdida en un año en el que estas siguen pasando por delante sin que, por unas u otras causas, Fernando las pueda aprovechar.

Y es que, aparte de en la pista, las oportunidades del asturiano también van pasando fuera de ella. El fichaje por Ferrari, tan anunciado por muchos de estos ‘expertos’ en F1 que ‘sufrimos’ como daño colateral por la colosal ascensión de Alonso al olimpo de la máxima categoría del automovilismo, se esfumaba el fin de semana del gran premio italiano con el anuncio de la extensión del contrato de Raikkonen por la ’scuderia’. Las puertas de Maranello se cierran (salvo enorme sorpresa) hasta el 2011 y ahora todos los ‘visionarios’ que ’sabían de buena tinta’ que lo de Ferrari ’estaba hecho’, ni se ruborizan anunciando ya que el objetivo es BMW … ¡veremos en que queda el culebrón aunque no se por qué me parece que en el 2009 seguiremos viendo a Alonso en Renault!

Dos octavas plazas para Webber con un Red Bull que se ha visto superado por su 'hermano pobre'

Paso atrás de los Toyota, ni Trulli ni Glock sacaron un sólo punto en los dos grandes premios

La lucha en el pelotón sigue siendo tremendamente cerrada


Tras estas dos apasionantes carreras en escenarios tan cargados de historia como Spa y Monza, la F1 abandona Europa y se dirige a lo ’desconocido’ … el nuevo gran premio de Singapur en horario nocturno asiático … pero diurno y muy televisivo europeo. Tras el chasco que supuso, a nivel de espectáculo en pista, la carrera en el Valencia Street Circuit, esperar algo mejor del sobre el papel menos interesante trazado urbano de la isla del extremo oriente te me antoja complicado. Pero bajo los miles de reflectores que iluminarán el circuito de Singapur se jugará la primera de las cuatro finales que quedan en este increíble mundial 2008, y aunque sólo sea por eso, no faltará la emoción. Y viendo lo impredecible que está resultando todo este año ¡quien sabe si hasta vemos espectáculo en pista!