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La rotura de motor en el Ferrari de Massa y el pinchazo del McLaren de Hamilton dejaron en bandeja una inesperada primera victoria para Heikki Kovalainen en Hungaroring. Y si sorprendente fue el triunfo del finlandés, no lo fue menos la segunda plaza de Timo Glock tras estar todo el fin de semana entre los más rápidos con su Toyota. El podio lo completó un gris Raikkonen, que alcanzó un resultado muy superior a sus méritos de todo el gran premio, superando en el último repostaje a Alonso, en su carrera más convincente del año con el Renault. En el mundial, Hamilton aumentó su ventaja gracias a conseguir, pese a todo, acabar quinto.  

   

Si hay una pista del mundial de F1 que casi garantice una carrera aburrida esa es la de Hungaroring. Si además la primera fila de parrilla la monopolizan los dos coches del equipo que viene de ganar, con claridad, las dos anteriores, imaginar que el gran premio pueda resultar poco menos que soporífero requiere bastante optimismo. Y, sin embargo, la carrera del domingo en el tortuoso trazado magiar fue de esas que te mantienen pegado al televisor hasta el final, con la incertidumbre de saber que va a pasar planeando prácticamente hasta el último giro.

Y, no, no fue la lluvia, como en aquella recordada carrera del 2006, la causante del inesperado interés del gran premio de Hungría 2008, esta vez el sol y el habitual calor del valle cercano a Budapest en que está enclavado el circuito no permitieron nunca la más mínima opción a un chaparrón de esos que animan cualquier carrera. En esta ocasión fueron una serie de inesperadas circunstancias las que dieron interés a un gran premio que acabó con un resultado tan imprevisible que, sólo por eso, ya merecía la pena no perderse ni una de sus 70 vueltas.

Heikki Kovalainen iba camino del podio y se encontró con una inesperada primera victoria

Tras el susto de Hockenheim, Glock reaccionó a lo grande y acabó segundo con el Toyota

Raikkonen calificó mal y salió peor, pero acabó salvando la situación al final siendo tercero

Todo empezó con una salida en la que Felipe Massa volvió a demostrar que, cuando tiene el día, puede ser tan incisivo, veloz y agresivo como el que más. El muy criticado piloto brasileño de Ferrari, era ‘el primero del resto’ en una calificación claramente dominada por los McLaren, con Hamilton continuando en su estado de gracia de Silverstone y Hockenheim para hacerse  con una clara pole, secundado por Kovalainen, recién confirmado en el equipo anglo-alemán para el año próximo y dispuesto a demostrar que puede ser algo más que sólo un buen escudero, aunque ese sea el papel que la situación del campeonato le han deparado para lo que queda de temporada.

Con Massa partiendo tercero pero por ‘el lado bueno’, el Ferrari pronto superaba en el sprint inicial al McLaren de Kovalainen, que patinaba más de la cuenta sobre la muy sucia parte interior de la recta, y se pegaba como una lapa al rebufo de la flecha plateada de Hamilton. El británico hacía uso de la maldita regla esa del ‘one move’ que ya nadie discute desde hace años, y variaba la trayectoria normal de ‘ataque’ al primer viraje, optando por una más defensiva en la que buscaba el interior de la cerrada derecha que inicia la vuelta a Hungaroring. El brasileño apuraba la frenada por el exterior al límite … ¡y más allá!, pero era capaz de hacer girar su Ferrari envuelto en una nube humo de neumáticos en el borde de la pérdida total de adherencia, y contra todo pronóstico no sólo no se salía si no que le ganaba la posición a su oponente y salía en cabeza camino de la curva 2. La maniobra de Massa era de esas que no están al alcance de cualquiera y venía a demostrar que, evidentemente, Felipe comete graves errores, pero, también, tiene lo que hay que tener para plantar cara a cualquiera y aspirar, de forma totalmente legítima, al título mundial.


Alonso contuvo a Kimi durante dos tercios de carrera para ceder en el último pitstop y acabar cuarto

Hamilton no pudo hacer valer su 'pole', pinchó cuando seguía a Massa y acabó quinto

Nelsinho Piquet va a más, en Hungaroring hizo una carrera sólida para terminar sexto

El doble adelantamiento de Massa a los dos McLaren cambiaba por completo la  fisonomía prevista para la carrera. Si todos esperábamos una fuga de Hamilton, cubierta por Kovalainen y con el resto poco menos que resignados a pelear por la tercera plaza, ahora la situación era muy diferente: el Ferrari de Felipe marcaba un excelente ritmo, sólo Lewis podía seguirle y entre ambos se entablaba una ‘partida de ajedrez’ que iba a durar buena parte de la carrera. En una pista en la que sólo se puede adelantar si el de delante se equivoca mucho, incluso si llevas un coche uno y hasta dos segundos por vuelta más rápido, pensar en una pelea cuerpo a cuerpo entre dos monoplazas capaces de rodar a ritmos parecidos como era el caso del Ferrari y el Aclaren era utópico. Tocaba esperar a las paradas en boxes y ver que táctica llevaban uno y otro para, a partir de ahí, poder hacer algún pronóstico respecto al resto de la carrera. El primero de los dos en parar era Massa, pero Hamilton lo hacía justo en la siguiente vuelta, con lo que el margen que se había establecido entre ambos, siempre en torno a los tres segundos, era irrecuperable para el británico en sólo ese giro extra. Tocaba esperar al segundo envite, para el que en McLaren, con la ventaja de conocer el ‘tiempo de manguera’ de Ferrari, optaba por alargar lo más posible y esperar que con alguna vuelta de más en cabeza, Lewis fuese capaz de remontar la diferencia que Felipe seguía obstinadamente manteniendo alrededor de los cuatro segundos, respondiendo a cada vuelta rápida de Hamilton con otra igual o mejor.

Era una de esas carreras de monitor de tiempos … hasta que se producía el primer ‘golpe de efecto’ de la tarde (o el segundo, si pensamos en la sorprendente salida de Massa). Al inicio de la vuelta 41, el neumático delantero izquierdo del McLaren de Hamilton cedía y Lewis bastante hacía con completar el giro sin salirse para llegar a boxes, no sólo perdiendo mucho tiempo sino, además, viéndose obligado a montar las gomas extrablandas para un ‘stint’ final mucho más largo del previsto. De estar luchando por una posible victoria, Hamilton pasaba a pelear por sumar algún punto, reincorporándose a pista en la décima posición mientras maldecía su suerte. Si el reventón fue causado por un resto en la pista, por la agresiva conducción de Lewis o por una combinación de ambos factores, es algo que ni los técnicos de Bridgestone saben a ciencia cierta, pero el caso es que, como el año pasado en Turquía, a Hamilton se le complicaba una carrera que llevaba muy bien, por culpa de una goma.


Trulli fue superado todo el fin de semana por Glock aunque al menos sumó un par de puntos

Kubica calificó adelante con poca gasolina pero se hundió tras el primer repostaje, terminando octavo

Massa hizo una salida fantástica y sólo por eso ya merecía la victoria pero el motor falló

De ahí al final ya se podía pensar que la carrera estaba resuelta, y de hecho eso es lo que todos aceptaban, con Massa bajando de forma ostensible su ritmo mientras administraba su amplia ventaja sobre Kovalainen, ahora segundo tras estar toda la carrera tercero pero nunca en disposición de acercarse a los dos primeros. Así que, cuando a tres vueltas del final el motor del Ferrari del brasileño reventaba en una espectacular nube de humo en plena recta principal, la incredulidad general era máxima. Felipe se bajaba desolado de su monoplaza y Heikki recogía el inesperado regalo … ¡iba a ganar su primer gran premio!

La mala suerte del brasileño era, además, buena suerte extra no sólo para Kovalainen, sino para Hamilton, que, de golpe, veía como con la quinta plaza que pasaba a ocupar, sacaba más ventaja sobre Massa en el campeonato de la que hubiese obtenido de ganar la carrera (cosa que tenía difícil además) con el brasileño segundo … ¡quien se lo iba decir cuando minutos antes llegaba en tres ruedas y pico a boxes!


Webber se quedó esta vez fuera de los puntos pese a terminar

Los dos McLaren coparon la primera fila de parrilla,..

...y los dos Renault se metieron en la Q3

En una carrera así, con vencedor tan inesperado, lo normal es que haya más sorpresas en los puestos de arriba. Y, efectivamente, eso es lo que pasaba. Si pocos hubiesen apostado por un triunfo de Kovalainen, aunque saliendo segundo en parrilla siempre tenía sus opciones, menos serían los que hubiesen adivinado que Timo Glock iba a ser el nombre del segundo clasificado. El alemán se presentaba en Hungría tras el susto que supuso su fuerte accidente de Hockenheim, y volvía a demostrar que esta gente están hechos de ‘otra pasta’. Muchas veces se dice que tras un accidente así, en el que te haces hasta algo de daño, lo lógico es que tardes algo, poco o mucho, en recuperar la confianza y en volver a ‘darlo todo’. Pero en el caso de Timo nada de eso ocurría. El piloto de Toyota se mostraba rapidísimo ya en entrenos, superando con claridad a todo un gran ‘calificador’ como es su compañero Jarno Trulli, alzándose con una quinta plaza en parrilla de salida que todos tratábamos de explicar como propiciada por una estrategia ‘agresiva’ de esas de ir ligerito y ser de los primeros en entrar a repostar. Pero nada más lejos de la realidad, Glock era el que más tarde entraba a repostar de los cuatro ocupantes de las dos primeras filas y su ritmo de carrera era magnífico en todo momento, haciéndose con la cuarta manteniéndose desde el primer momento en la cuarta plaza que le había arrebatado al BMW de Kubica en los primeros metros y que se acababa convirtiendo en una excelente segunda posición cuando Hamilton y Massa sufrían sus respectivos incidentes. Un podio que significa el mejor resultado del alemán y de Toyota, y que supone que hayan sido ya doce los pilotos que este año se han subido al menos una vez al ‘cajón’, buena muestra de lo igualada e impredecible que está resultando la temporada 2008 de la Fórmula 1.

De los ocho que quedan por pisar podio este año, el nombre más ilustre es el de Fernando Alonso, que encabeza una lista en la que están Webber, Button, Nakajima y los dos pilotos de Toro Rosso y Force India. Y el caso es que en Hungaroring, el español estuvo más cerca que nunca en lo que va de temporada de conseguirlo, tras una carrera que, personalmente, me pareció la más convincente que ha hecho desde que pilota el R28. Dejando por una vez las ‘estrategías publicitarias’ de hacer una Q3 muy ligero de peso pero acabar por pagarlo, con creces, en carrera repostando pronto y siendo ‘engullido’ por el pelotón después, Fernando y su equipo optaban esta vez por pensar más en el domingo que en el sábado. El séptimo puesto de calificación, obtenido con una carga de combustible ‘razonable’, que le permitía llegar a la vuelta a la vuelta 22 sin tener que pasar por boxes, se veía, además, acompañado por una buena salida ¡por fin! El asturiano era de los que mejor partían desde la zona limpia de la recta de Hungaroring, superaba al Ferrari de Raikkonen y estaba incluso cerca de hacer lo propio con Glock y hasta con Kubica. En una pista en la que adelantar es imposible, ello significaba arruinar por completo la primera parte de carrera de Kimi … y también la segunda, cuando ambos entraban justo a la vez a repostar y el Renault volvía a pista justo por delante del Ferrari.


Contraste de sensaciones a final de carrera, la desolación de Massa de vuelta al box...

... y la alegría de Glock tras subir por primera vez al podio

Como de costumbre en Hungaroring, mucho calor, mucho público ... y apenas adelantamientos

Con un buen ritmo siempre alrededor del 1.22, Alonso no tenía problemas para mantener a raya a Raikkonen, que ni siquiera lo intentaba y lo fiaba todo al último repostaje, habiendo cargado algo más en el primero y ‘ahorrando’ combustible al verse obligado a rodar en unos tiempos que, como luego se vería, podía bajar cómodamente en cerca de segundo y medio.

Pero la estrategia de Ferrari a punto estaba de no funcionar, primero porque Alonso también alargaba bastante su segundo turno y acababa por entrar apenas una vuelta antes que Kimi, y segundo porque este tenía un ‘susto’ justo en la vuelta en la que entraba el asturiano, que le hacía perder unas valiosas décimas de más. Pero, una vez librado del infranqueable muro que suponía el Renault, el Ferrari número 1 ‘volaba’, su equipo hacía un repostaje impecable (que hasta levantaba alguna que otra suspicacia en la ‘competencia’) y Raikkonen volvía a pista hasta con un cómodo margen de un buen montón de metros respecto a Alonso, ganando una batalla por la cuarta plaza que el inesperado abandono de Massa acaba convirtiendo en otra oportunidad perdida para Fernando de alcanzar ese esquivo podio. Al menos al asturiano le quedaba la satisfacción personal de quedar delante de Hamilton, algo que no debe de ser poco viendo como a la mínima oportunidad que se le presenta saca aun a relucir temas relativos al tormentoso año en el que compartieron equipo. El británico se fue acercando poco a poco al español en las vueltas finales, pero sin ritmo suficiente como para llegar a ser una amenaza real, y teniendo que conformarse con una quinta posición que, con el abandono de Massa se convertía en muy importante pensando en  el campeonato. Algo que, por primera vez, dio sensación de hacer Lewis, defendiendo su posición en la salida de forma mucho menos agresiva de lo que en él es habitual y no buscando tampoco una remontada imposible en los últimos giros, cuando el pinchazo le obligó a hacer más vueltas de las previstas con el set más blando de gomas. Quien sabe si Hamilton está empezando a controlar esos excesos que tan caro le costaron el año pasado, algo que pude acabar por hacerle aun más temible.



La continua evolución a nivel aerodinámico nos dejó en Hungría las 'orejas' del McLaren...

...y la aleta de tiburón del Ferrari

El último pelotón agrupó a los Honda, Toro Rosso, y Williams, muy juntos pero lejos del resto

Sexto acababa el otro Renault tras una muy notable actuación de nuevo por parte de Nelsinho Piquet, que se metía en la Q3, calificaba décimo pero bastante más cargado que su compañero de equipo y hacía un muy buen primer tercio de carrera, con el único ‘lunar’ de una ligera pasada de frenada en la primera vuelta que le costaba un importante puesto ante Trulli y, probablemente algo más a la vista de sus cronos y de lo cerca que salió de Fernando tras el primer repostaje. Tras el segundo, el brasileño resistía con decisión el acoso de Trulli, que trataba de pasarle cuando las trayectorias de ambos se encontraban al salir el Renault de boxes, y acababa por firmar una magnífica cuarta vuelta rápida absoluta de carrera, señal inequívoca de que tanto el R28 como Piquet Junior están, poco a poco, ‘creciendo’, lo que no deja de ser un buen augurio también para Alonso de cara a lo que resta de temporada.

Sin poder con el segundo Renault y muy lejos todo el fin de semana de su compañero de equipo en Toyota, Trulli sumaba los dos puntos de la séptima plaza, que se antojaban pobre botín a la vista del rendimiento de Glock. Y más pobre aun era la cosecha de BMW, con sólo el punto de la octava plaza de Kubica como resultado útil del peor fin de semana del año para el equipo germano-suizo. Para empezar, Heidfeld volvía a fracasar estrepitosamente en la calificación, viéndose además entorpecido por Bourdais en la Q1 y no pudiendo siquiera pasar el ‘primer corte’. Como agudo contraste, la cuarta plaza en parrilla de Kubica parecía poner aun más en evidencia a Nick … pero el polaco caía esta vez en el error en el que tantas veces han caído este año Alonso y Renault, calificar muy ligeros pero sin tener buen ritmo de carrera para poder luego mantener esa posición. Robert perdía la cuarta posición ante Glock en los primeros metros, se mantenía quinto hasta su temprano primer repostaje … y desaparecía a continuación. Rodando a partir de entonces en medio del pelotón y en cronos siempre mediocres, el BMW de Kubica iba cediendo puesto tras puesto y al final sumaba un punto … ¡y gracias!

Tras las inesperadas emociones de Hungría, la F1 se toma unas pequeñas vacaciones de verano, y retornará dentro de tres semanas con una de las grandes novedades del calendario 2008, el nuevo circuito de Valencia. Entre la habitual incertidumbre que siempre añade un trazado de estas características, y más si se trata de su estreno, como es el caso, y lo ya de por si inhabitual de este campeonato tan loco que llevamos hasta ahora, la cita con la ciudad del Turia se presenta apasionante. ¡A ver que nuevas sorpresas nos depara!