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La primera victoria de BMW llegó en Canadá con doblete incluido: primero Kubica, segundo Hedifeld. Un resultado sorpresa propiciado por el absurdo incidente protagonizado por Hamilton y Rosberg a la salida del pit lane, que se cobró a Raikkonen como inocente víctima mientras esperaba a que se pusiese verde el semáforo para reincorporarse a pista. Una situación surrealista que marcó la carrera y dejó vía libre a los BMW. El podio lo completó el Red Bull de Coulthard, mientras que Alonso acabó saliéndose cuando aspiraba a esa tercera plaza.
   

Cada vez tengo más claro que en esta era hipertecnológica de la fórmula 1 no hay nada como un circuito 'atípico' (¡o un chaparrón!) para conseguir que una carrera sea diferente, impredecible ... ¡entretenida! Lo vimos en la primera del año, en Albert Park, aunque entonces también se podía achacar, en parte, a ser el primer gran premio son las'ayudas electrónicas', se repitió en Mónaco, con buena ayuda de la lluvia, por supuesto, y a vuelto a ocurrir en Montreal, aunque fuese a base de un asfalto que no estaba en buenas condiciones ... ¡y de un semáforo en rojo que algunos no vieron!

El caso es que, fuese por lo que fuese, el gran premio resultó, sin duda, 'diferente', y el desenlace tan inesperado como aplaudido yo diría que por todo el mundo que sigue la fórmula 1. Que gane un piloto y un equipo que nunca lo han hecho antes siempre es una buena noticia en esta época de 'duopolio' Ferrari-McLaren; que, además, el vencedor sea un tipo que cae tan bien como Robert Kubica y que lo haga, precisamente, en la misma pista donde hace justo un año tuvo aquel terrorífico accidente, no deja de ser, casi, casi, un final feliz digno de película de Hollywood.

Un año después de su accidente en Montreal, Kubica consiguió allí su primera victoria

Hedifeld completó el inesperado doblete de los BMW-Sauber

Coulthard sacó provecho de una carrera loca para volver al podio después de mucho tiempo

HAMILTON CAPAZ DE LO MEJOR Y LO PEOR

Y el caso es que todo empezaba con un guión muy distinto, que seguía bastante los pronósticos de la víspera. Tras su victoria en Mónaco, Hamilton llegaba a Canadá, escenario precisamente de su primer triunfo hace apenas un año, como claro favorito en una pista en la que el McLaren debía, además, ser superior al Ferrari. Y Lewis se encargaba en entrenamientos de confirmar los pronósticos, siendo casi siempre el más rápido en todas las sesiones y cerrando la calificación con una vuelta soberbia que le daba la pole, arrebatándosela a un Kubica que mostraba claramanente como el accidente del año pasado no le producía ninguna ansiedad especial. La prestación de Lewis en calificación fue de esas que no dejan duda, todo un espectáculo de control del monoplaza sobre un asfalto que se iba desintegrando por momentos y que hacía complicadísimo mantener los coches 'derechos', especialmente ahora que las ayudas electrónicas no son lo que eran. Una vuelta rápida la del británico en la mejor tradición de aquellas a las que nos acostumbró Senna, cuando en el último momento era capaz de bajar medio segundo o uno entero o lo que hiciese falta para superar a todos sus rivales. Y aunque hoy día, con eso de que uno nunca sabe si este o aquel van más o menos cargados de combustible, la pole ha perdido buena parte de su encanto especial como 'vuelta definitiva', la de Hamilton el sábado en Montreal fue de esas que tienen valor añadido y que le confirmaban como el hombre batir entre los muros de la isla de Notre Dame.

Algo que se iba cumpliendo en las primeras vueltas de carrera, con el McLaren número 22 escapándose desde la salida de sus perseguidores camino de lo que parecía una victoria hasta 'fácil'. Pero entonces llegó la avería del Force India de Sutil, con el joven alemán no teniendo más remedio que 'aparcar' a un lado en una zona de la que era imposible sacar su coche sin la intervención del safety car.
Y la salida del Mercedes que pilota Bernd Maylander lo cambió todo. Produciéndose cerca del 'pit window', todos los que iban a dos paradas (prácticamente todos los que optaban a las primeras plazas salvo Heidfeld) se 'tiraron de cabeza' hacia sus respectivos boxes en cuando el pit lane se abrió, en el más puro estilo de las carreras americanas de la CART o la NASCAR ... aunque con una ligera diferencia ... estaba abierto para entrar ¡pero no para salir! La especial configuración del circuito 'Gilles Veilleneuve', con un pit lane muy corto y totalmente recto, que 'cortocircuita' la última chicane y la primera secuencia de curvas lentas tras la recta principal, hace que entrar, repostar y salir sea tan o más rápido que completar la vuelta al ritmo lento que impone el coche de seguridad.
Así que cuando los primeros completaban su repostaje, con Ferrari y BMW siendo más rápidos (o echando menos gasolina) que McLaren, los dos primeros que encaraban la salida del carril de boxes eran, totalmente en paralelo, Raikkonen y Kubica ... ¡se encontraban el semáforo 'en rojo' y debían parar en seco! Si ya eso de ver monoplazas en plena competición teniendo que respetar las reglas del tráfico urbano no deja de ser cuando menos absurdo en una carrera de fórmula 1, más ridículo resultaba aun el ver como los dos siguientes que llegaban al 'atasco' no eran capaces de frenar a tiempo y producían un accidente de esos que uno espera ver en el cruce de la esquina de su casa pero, nunca, en un gran premio de la máxima categoría del automovilismo deportivo. Los 'infractores' eran, primero, Hamilton, y un instante después, Rosberg. Lewis salía 'ciego' tras los dos monoplazas que le acababan de arrebatar su merecido liderato, no veía (¡o no miraba!) el semáforo en rojo ¡y se 'tragaba' el Ferrari de un inocente Kimi! Nico hacía lo propio con el McLaren del inglés y los tres quedaban allí 'tirados' mientras los que venían por detrás, con Alonso a la cabeza, sorteaban como podían el lío recien montado ... ¡menudo desastre!

Glock puntuó por primera vez acabando en una sorprendente cuarta plaza

Massa calificó mal y se vio perjudicado por el safety car y el repostaje pero remontó para ser quinto

Los dos Toyota fueron lentos pero fiables y puntuaron ambos, Trulli terminó sexto

LOS BMW APROVECHARON SU OPORTUNIDAD

Con su puesto en primera línea, Kubica ya había presentando su candidatura a la victoria en Canadá, pero su rendimiento de las primeras vueltas, con Hamilton escapándose por delante y Raikkonen alcazándole por detrás, indicaba que, una vez más, los BMW estaban cerca pero, todavía, por detrás de los McLaren y Ferrari en ritmo de carrera. Todo apuntaba a un nuevo podio para Robert cuando el increíble 'incidente del semáforo' le dejaba, de golpe (¡nunca mejor dicho!) sin los unicos dos conjuntos piloto-monoplaza que parecían superiores a él y su BMW. La tan esperada primera victoria del equipo suizo-alemán estaba al alcance de su mano ... ¡o de la de Heidfeld! El alemán había calificado bastante más atrás aunque no sólo por ser más lento que Robert sino, también, por optar a una estrategia a una parada, algo que puede funcionar bien siempre en una pista en la que el safety car tiene que actuar cona siduidad como es el caso de la canadiense.
Cuando la carrera se reiniciaba, Nick tenía vía libre por delante mientras que Robert, Fernando y todos los demás que iban 'a dos' estaban 'bloqueados' por el resto de los que habían optado por cargar más combustible de salida. En las diez vueltas que le quedaban de gasolina, Heidfeld daba el máximo, marcaba la que sería segunda mejor vuelta absoluta de la carrera, y conseguía acumular, por los pelos, la suficiente diferencia como para, todavía, reincorporarse a pista delante de su compañero de equipo ... pero este no estaba dispuesto a rendirse. Con el BMW número 3 cargado 'hasta los topes' y el número 4 bastante más ligero y pilotado por un hombre ante su gran oportunidad, el liderato de Heidfeld apenas si duraba una vuelta. A final de recta Robert 'se tiraba' por el interior y Nick resistía lo justo, consciente de que no podía arruinar el primer triunfo de su equipo a base de tratar de defender sus propias opciones.

La primera parte del trabajo estaba hecha para Kubica, quedaba rematar la faena ... y no era fácil. El polaco tenía que repostar otra vez, dentro de menos de veinte vueltas, y necesitaba como mínimo 23-25 segundos de ventaja para poder volver a pista por delante de su compañero. Y ahí Robert demostraba de lo que es capaz, rodando al límite en cada giro para batir al rival al que más importa ganar: ¡el que lleva tu mismo coche! Si, además, el premio es no sólo la satisfacción de hacerlo, como ocurría hasta ahora, sino que va acompañado de tu primera victoria en un gran premio y la primera para tu equipo, la motivación era máxima y yo creo que ninguno dudamos de que Kubica lo iba a conseguir ... ¡y claro que lo conseguía! De hecho hasta le sobraba ventaja mientras Heidfeld mostraba una vez más tanto sus límites en velocidad pura respecto a Kubica como lo coriacieo que es para dejarse pasar por nadie más que no lleve un BMW ¡que le pregunten de nuevo a Alonso! aunque eso le costase algún que otro segundo que, de todas formas, dudo que hubiese cambiado el resultado final de la carrera. Porque si un piloto de BMW iba a conseguir la primera victoria para la antigua escudería de Peter Sauber ese tenía que ser Kubica y, por una vez, había justicia y eso era lo que ocurría. La victoria cumplía los objetivos de Mario Theissen para esta temporada llegaba, además, acompañada de un inesperado doblete y hasta del liderato en el mundial de pilotos para el polaco ¡que más se puede pedir! Sin duda un resultado de ensueño para el equipo alemán y una bocanada de aire fresco para un mundial demasiado monopolizado por los McLaren y los Ferrari en los últimos tiempos.

Segunda carrera seguida en los puntos para Barrichello, séptimo con el Honda

Otro carrerón de Vettel, octavo con el Toro Rosso tras salir desde el pitlane

Fin de semana gris de Kovalainen, que sólo pudo ser noveno con el único McLaren en meta

ALONSO Y RENAULT PIERDEN OTRA BUENA OCASION DE BRILLAR

Si en BMW maximizaban la gran ocasión que les brindaba la torpeza de Hamilton en el pitlane, en Renault se volvían a quedar con las típicas lamentaciones de 'lo que pudo haber sido y no fue'. Con Alonso y Piquet situados a espaldas de Kubica tras la intervención del safety car, la situación era perfecta como para que Fernando alcanzase un inesperado podio y Nelsinho sumase sus primeros puntos ... pero nada de eso iba a pasar.

El primero en caer era, como no, el brasileño al que nada parece salirle bien en esta temporada de debut en la fórmula 1. Su Renault acababa enseguida fuera de combate por lo que, al parecer, eran problemas de frenos aunque no dejaba de dar la sensación de ser otro más de los muchos errores que el joven hijo de Nelson viene cometiendo desde que empezó la temporada en su inútil afán de ser 'otro Hamilton' para Fernando Alonso.

El abandono de Piquet Junior no era, en todo caso, lo peor para Renault. Les quedaba en pista su mejor arma, Alonso, y en una posición óptima para optar a ese podio inalcanzable este año en circustancias normales. Pero, para ello, había que superar un obstáculo que se revelaría insalvable: el BMW de Heidfeld. Mientras que Kubica pasaba al primer intento cuando él y Fernando se encontraban con el monoplaza del alemán delante de ellos luego del repostaje, Alonso no podía hacer lo mismo ante la mucho más ferrea defensa de la posición que hacía el germano en su caso. Las vueltas iban pasando y con ellas toda la ventaja que la estrategia a dos paradas daba al Renault respecto al resto de contendientes al tercer escalón del podio que iban a un sólo repostaje. Fernando tenía que pasar como fuese para tener opción a ese podio, lo intentaba por activa y por pasiva ... y no lo conseguía nunca. Bueno, si, una vez, pero por apenas unos metros al ganar el interior en la deteriorada horquilla pero no poder parar a tiempo el R28 debiendo irse 'largo' y viendo como ese muro azul y blanco volvía a estar por delante. Otro intento más en el mismo sitio a punto estaba de terminar como en Mónaco, con los dos tocándose y, a esas alturas, la situación era ya insostenible. Fernando no sólo no iba a ser tercero sino que, como no pasase ¡ya¡ no iba probáblemente ni a puntuar, tal era la cantidad de tiempo perdido ante los perseguidores. Así que, justo cuando por radio le decían a Heidfeld que 'su guerra' no era con Alonso y que, tal vez fuese mejor dejarle pasar, llegaba el error del español: la trasera del Renault se le iba a la salida de la rápida derecha previa a la primera chicane y el golpe contra el muro era inevitable ¡se acabó!

Un error que el piloto reconocía, en gesto que le honra, aunque no por ello dejaba también de mostrar su enfado ante la táctica elegida por el equipo haciéndole parar antes de lo previsto para aprovechar la entrada en pista del safety car. Algo que, con la ventaja que da el ver las cosas a posteriori fue, sin duda, un error en cuanto a la lucha por la tercera plaza, que hubiese sido suya 'fácil' de hacerlo así ya que siempre habría rodado por delante del a la postre tercero, Coulthard, pero que nunca le habría dado opción 'hasta de ganar' como se ha llegado a publicar. Ahí los números son claros: Alonso, según el mismo dijo, tenía que entrar en la vuelta 25 como muy tarde, y entonces el que sería ganador, Kubica, iba a 18 segundos del líder, Heidfeld, que rodaba, además, más rápido de lo que estaba al alcance del Renault. Con al menos 23 segundos a perder en boxes, Fernando jamás habría salido por delante de Kubica repostando entonces ... algo que lo justito que le fue a Heidfeld, aguantando en pista cinco vueltas más y 'a paso de carga', demuestra aun más. En todo caso, entre la estrategia, el no poder pasar a Nick y el trompo, se le iba al español y a su equipo una ocasión quien sabe si única de alcanzar el podio en esta difícil temporada para ellos.

Hamilton fue otra vez capaz de lo mejor (la pole) y lo peor (no ver el semáforo rojo)

Así quedó el Ferrari de Raikkonen tras la embestida de Hamilton a la salida del pitlane

Rosberg tampoco se paró en el semáforo acabando contra el McLaren de Hamilton

MASSA SALVA LO QUE PUEDE PARA FERRARI

Si hubo una prestación desconcertante en este gran premio fue la de los Ferrari. Lentos en calificación, con Raikkonen tercero y Massa sexto, se podía pensar que habían optado por cargar más combustible y no meterse en el 'cuerpo a cuerpo' con Hamilton y el McLaren en una pista más favorable a su rival. Luego, las primeras vueltas de carrera parecían confirmar esa hipótesis, con Massa sin inquietar a Alonso por la quinta plaza y ambos viéndose distanciados por el más ligero Williams de Rosberg, y con Raikkonen en un 'tranquilo' tercer puesto, con ventaja sobre el hijo de Keke pero sin acercarse al BMW de Kubica. Pero, unas vueltas después, y sin explicación lógica más allá de pensar en uno de esos 'lapsus' que a veces tiene el actual campeón mundial, Kimi empezaba a 'volar', bajando de golpe a tiempos fuera del alcance de todos los demás y registrando la que sería imbatible vuelta rápida de carrera poco antes del ya relatado incidente de Sutil que obligaba a la salida del safety car.

Lo malo para Raikkonen es que, cuando las cosas parecían ponérsele de cara, se encontraba el semáforo de boxes en rojo y, peor aun, tenía esa desagradable sensación de estar esperando a que se ponga en verde ¡y notar como te golpean por detrás! El garrafal error de Hamilton le dejaba a él también fuera de combate y a todos los demás con la duda de cual era, realmente, el nivel de competitividad del finés y el Ferrari en la pista canadiense.

Con Kimi fuera, a la 'scuderia' le quedaba un Massa al que todo el lío del safety car también le perjudicaba de forma notable. Primero porque debía 'hacer cola en la gasolinera' (¡otra situación absurda para una carrera de fórmula 1!) mientras su equipo atendía a Kimi, que había entrado antes en virtud de su mejor posición en pista; y después, y peor aun, porque el dipositivo de repostaje no funcionaba y ello le obligaba a volver a entrar, ya con la carrera lanzada, lo que le mandaba a la última plaza a una eternidad del resto. Curiosamente, a partir de ahí, veíamos al mejor Massa, al que es capaz de rodar rapidísimo y de hacer adelantamientos como el doble que les hizo a Barrichello y Kovalainen. Entre esos dos puestos ganados 'de una tacada' y lo listo que anduvo para aprovechar la indecisión de Trulli cuando Glock casi se sale delante suyo, Massa acabó por terminar todavía quinto, sumando unos puntos que le sitúan como el mejor piloto Ferrari en la tabla. Algo que puede tener una enorme importancia tal y como se está desarrollando el campeonato. Felipe ha reaccionado a su desastroso inicio de año y, ahora mismo, puede estar ante su gran oportunidad de acabar siendo campeón a final de temporada. Las dos o tres próximas carreras van a ser decisivas para ello, y la lucha no va a estar contra Hamilton y Kubica, los dos que le preceden en la clasificación, sino contra su compañero de equipo: el que de ambos salga de los próximos grandes premios por delante del otro puede tener todas las papeletas para llevarse el título si los Ferrari siguen siendo, como todavía parecen, los monoplazas más competitivos.

Alonso calificó en una magnífica cuarta plaza y tuvo opción de podio en carrera pero acabó fuera...

...tras verse cada vuelta más frustrado por el impenetrable muro que supuso Heidfeld

Aun con todos esos parches en la zona de la horquilla, la pista finalmente aguantó

COULTHARD COMPLETA EL PODIO

En una carrera tan 'loca' el podio lo acababa completando uno de esos pilotos que suelen aparecer siempre en estos casos. El año pasado fue Wurz quien se subió al tercer escalón del 'cajón' y este año le tocó a otro ilustre veterano en el que, muy probáblemente, sea, como fue en el caso del austriaco, su 'canto del cisne' en la categoría reina. David hizo una de esas carreras llenas de oficio 'marca de la casa', se mantuvo alejado de todos lo 'líos', no cometió errores, y rodó con la consistencia y suficiente rapidez como para acabar tercero sin inquietar a los de delante pero, también, sin que nadie la apurase en exceso por detrás, dando a Red Bull unos puntos importantísimos que sitúan al equipo del fabricante de las bebidas energéticas nada menos que en la cuarta plaza de la clasificación de constructores ¡quien lo iba a decir!

LOS TOYOTA LENTOS PERO SEGUROS

Parecido análisis al usado con la actuación de Coulthard se le puede aplicar a los dos pilotos de Toyota: Glock y Trulli, que consiguieron llevar por primera vez los dos coches del gigante japonés a la meta en posiciones de puntos, pese a que su ritmo de carrera era de los más lentos, con vueltas rápidas en los últimos lugares de la lista a final de carrera. Glock lo hizo, además, por primera vez y en una inesperada cuarta plaza que confirma al de Montreal como su circuito talismán: aquí había alcanzado ya un sorprendente resultado en su debut en F1 con el Jordan hace unos años y aquí ha conseguido, por fin, puntuar con el Toyota tras una carrera sin más error que una cruzada de lo más inoportuna, justo cuando Trulli se veía acosado por Massa, que el brasileño aprovechó para meter el Ferrari entre los dso Toyota, mandar al italiano a la sexta plaza y, quien sabe, si asegurar así el doble resultado para la escudería japonesa, evitando una lucha fratricida entre ambos pilotos en las últimas vueltas, con Trulli seguro que poco dispuesto a quedar por detrás de su joven compañero de equipo.

BARRICHELO PUNTUA OTRA VEZ Y VETTEL VUELVE A LUCIRSE

DLas dos restantes posiciones de puntos las ocuparon dos pilotos en los extremos opuestos de sus carreras deportivas: Barrichello y Vettel. Ambos habían estrenado su casillero de esta temporada en Mónaco y repitieron en Canadá, terminando Rubens séptimo tras una carrera sin grandes altibajos y Vettel octavo luego de remontar de forma espectacular desde el fondo del grupo tras partir muy distanciado por deber hacerlo desde el pitlane. El joven piloto alemán parece estar dejando atrás el 'gafe' que le persiguió en las primeras carreras y en Montreal volvió a dar muestras de su talento y prometedor futuro, sumando de paso otro puntito a la cuenta de los Toro Rosso, que sitúa al equipo de Berger a sólo uno de Honda y dos de Renault ¡no está mal para los ex-Minardi!

El podio más difícil de acertar de toda la temporada ¡y con diferencia!

Celebración por todo lo alto en BMW-Sauber, primera victoria con doblete incluido

lMotivos de alegría también en Red Bull por la muy sorprendente tercera plaza de Coulthard

¡KUBICA Y BMW LIDERES DEL MUNDIAL!

El inesperado desenlace de Canadá producía el no menos inesperado resultado de situar a Kubica al frente de la clasificación del campeonato. Con sólo un 'cero' en Australia (¡y no por culpa suya!), Robert y su BMW han hecho de la consistencia su mejor arma, ocupando siempre el mejor puesto posible tras los todavía superiores Ferrari y McLaren. Como esta vez ese puesto era, además, el primero, los diez puntos unidos a los 'ceros' de Raikkonen y Hamilton, propulsaban al polaco a una primera plaza que es complicado pueda mantener pero que abre aun más el abanico de aspirantes al título. Al fin y al cabo, aunque sea sobre todo por errores de uno u otros más que para una real igualdad de fuerzas, en siete carreras llevamos ya cuatro ganadores distintos de tres equipos diferentes. Ahora llegan las pistas 'más normales' y en ellas lo lógico es que haya menos sorpresas pero, de momento, el campeonato está superinteresante ¡y eso nos encanta!