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La lluvia convirtió el gran premio de Mónaco 2008 en uno de los más complicados e impredecibles que se han visto en la fórmula 1 en mucho tiempo. Tras copar la primera fila, los Ferrari sucumbieron a base de errores de pilotos y equipo ante un Lewis Hamilton que tampoco estuve libre de fallar, pero que enmendó su toque inicial en Tabac con un cambio de estrategia y un ritmo inalcanzable para el resto sobre la pista mojada. Kubica y su BMW también superaron al mejor Ferrari clasificado, el de Massa, mientras que Raikkonen arruinó la colosal carrera de Sutil con el Force India y Alonso erró en todos sus intentos por aprovechar la que puede haber sido la mejor ocasión del año para situar al Renault en el podio.
   

La lluvia en fórmula 1 es siempre garantia de incertidumbre, espectáculo y sorpresas. Si además coincide una jornada lluviosa justo el día del gran premio de Mónaco entonces la 'carrera loca' está más que asegurada. Especialmente si, además, la lluvia no es constante, las condiciones del piso van cambiando, y acertar con la adecuada monta de neumáticos hace que el tópico de comparar la suerte del gran premio con jugar a la ruleta del casino monegasco sea más apropiado que nunca. Y eso justamente fue lo que ocurrió el pasado domingo, un poco de 'orbayu' minutos antes de la salida, un chaparrón algo más intenso después, que apenas duró lo que los monoplazas tardan en dar cinco o seis vueltas, y, finalmente, una pista que se iba secando poco a poco mientras nadie sabía si las predicciones de más lluvia en unos pocos minutos eran o no acertadas.

Y, claro, en esas condiciones cualquiera que destaque lo hace por bastante más que tener un poco o mucha suerte aunque esta, obviamente, siempre influya. De ahí que el triunfo de Hamilton, la segunda plaza de Kubica, el carrerón sin premio de Sutil o los primeros puntos del año para Vettel sean, por destacar las prestaciones que me parecieron más relevantes, fruto ante todo del talento de quienes las llevaron a cabo. Siempre suelo decir que 'Mónaco no engaña', refiriéndome a que quien brilla en el anacrónico pero siempre fascinante trazado monegasco es, casi siempre, porque tiene ese 'algo más' que separa a los buenos pilotos de los grandes. Y si encima ese 'brillo' se produce en una carrera como la del 2008, nadie debiera tener duda de que los que han 'lucido' sobre el resbaladizo asfalto de las calles de Monte Carlo es porque tiene talento ... por mucho que, sobre todo en el caso de Hamilton, todavía no se le quiera reconocer en toda su magnitud (al menos en España) por la simple razón de no haberse resignado, el pasado año, a un papel de número 2 que, precisamente en Mónaco, se dio cuenta de que le venía muy pero que muy estrecho.

El británico llegaba a Mónaco con la motivación extra de tratar de ganar una carrera que ya vio a su alcance el año pasado. Y desde los primeros entrenamientos libres su McLaren era el más rápido prácticamente de forma continua. Comentando las posibilidades de unos y otros con bastante gente siempre llegaba a la misma conclusión: Lewis va a tener un sólo rival en Mónaco, él mismo y sus ganas (¿sus ansias?) de ganar. Si es posible, además, del modo más arrollador posible.

Tras el susto del toque inicial Halminton dominó de forma magistral

Kubica acabó segundo con el BMW tras una carrera sin fallos

Massa comoetió demasiados errores como para llevarse la victoria

LOS FERRARI SOSPRENDEN EL SABADO

Así que cuando en la sesión de calificación la pole se le escapaba al inglés, la sorpresa era grande yo diría que para todos, empezando por el propio Lewis, cuya expresión en los minutos posteriores lo decía todo. Los dos Ferrari habían copado la primera línea rompiendo todos los pronósticos y superando la que ha sido, en lo que va de año, tal vez su mayor carencia: la capacidad para extraer a una sola vuelta el máximo rendimiento de las gomas blandas (extrblandas en Mónaco). Se podía pensar que lo habían conseguido a base de ir más ligeros (¡lo que no era verdad como veríamos el domingo!) pero, en todo caso, no dejaba de ser una sorpresa. Y, más aun, lo era que el más rápido de los dos monoplazas rojos fuese el pilotado por Massa. El brasileño nunca ha destacado en Mónaco, así que pensar que lo hiciese precisamente este año, sin las ayudas electrónicas que hacían mucho menos indomables a los monoplazas que en las pasadas campañas, se me antojaba harto improbable. Y, sin embargo, ahí estaba Felipe en 'pole' luego de una prestación realmente sobresaliente que le permitía superar a Raikkonen y le situaba en el puesto de salida más apetecible para cualquiera que tome parte en una carrera por las calles del principado: el primero.

LA LLUVIA LO CAMBIO TODO

Todas las tácticas y estrategias de la víspera se fueron al garete cuando a la hora de empezar el gran premio la pista estaba mojada y llovía, aunque con poca intensidad. De los cuatro ocupantes de las dos primeras filas, la mitad iban a perder toda opción ya antes de empezar la carrera. El McLaren de Kovalainen se negaba a arrancar para la vuelta de formación y en Ferrari había dudado tanto sobre que gomas montar en el coche de Raikkonen que cuando finalmente optaban por las intermedias (las que montaban todos menos el Renault de Piquet), iban muy justos de tiempo, una tuerca se ponía 'rebelde' ...¡y acababan por pasarse del límite de los tres minutos antes de la salida! Sobre el finés pendía una inevitable penalización de 'drive through' que no sería sino el primero de sus problemas en una carrera realmente negra para el actual campeón.

En la arrancada Massa se preocupaba, sobre todo, de asegurar el primer puesto tapandole cualquier posible hueco a su compañero de equipo mientras que Hamilton salía como un disparo, apuntando decidido al vértice interior de Sainte Devote y ganando ya el primer asalto a los Ferrari, rompiendo su monopolio de la primera línea al situarse segundo.

En las siguientes vueltas, con la lluvia arreciando poco a poco, Massa seguía sorprendiendo y no sólo no cometía el más mínimo error sino que se iba escapando poco a poco de un Hamilton teóricamente superior en agua ... ¡y era este el que fallaba! Lewis salía un poco más abierto de la cuenta de 'Tabac', tocaba con la rueda trasera derecha en el guardarail exterior y reventaba el neumático. Lo que parecía el fin de las opciones del inglés se convertía, en cambio, en uno de los momentos decisivos para su posterior victoria. Pasando la chicane en tres ruedas y todavía a buen ritmo mientras controlaba el coche 'a la Gilles en Zandvoort 79', Hamilton empezaba a ganar una carrera que daba la sensación que acababa de perder. Entrando en boxes tan pronto, y en vista de que la lluvia no tenía pinta de parar, en McLaren estaban 'rápidos de reflejos' y decidían cambiar la táctica prevista a dos paradas más o menos 'normales' por otra basada en una segunda parada muy cerca del final tras cargar 'a tope' de combustible. El tremendo ritmo que Massa y Hamilton habían marcado en las primeras vueltas hacía que, pese a todo, Hamilton volviese a pista todavía quinto, sin demasiado tiempo perdido y con una situación estratégica 'interesante' al ser el primero que ya había repostado.

Una situación que se convertía en inmejorable cuando, poco después, el doble accidente de Coulthard y Bourdais, que 'aparcaban' en la parada de taxis del hotel de Paris, forzaba la salida del pace car. Justo antes, Alonso había sufrido similar desventura a Hamilton en cuanto al resultado (reventón de rueda trasera) aunque, en su caso, bastante más lejos de boxes, ya que el toque del asturiano se producía saliendo de la curva del casino. En ese error se iban las opciones que podía haber tenido Fernando de ¿quien sabe? igual hasta pensar en ganar la carrera (¡al fin y al cabo rodaba por delante del futuro vencedor en esos instantes!) o, al menos, de luchar por un hipotético podio.

Webber volvió a cuajar una magnífica actuación con el RedBull

Primeros puntos del año para Vettel, destacando una vez más sobre suelo mojado

Rubens Barrichello también estrenó su casillero en Mónaco

ALONSO Y RENAULT APUESTAN Y PIERDEN

En Renault jugaban entonces la carta de las gomas 'full wet' esperando que las previsiones de lluvia más intensa a medida que avanzaban la carrera fuesen acertadas. Y durante unos cuantos giros, una vez el safety car de nuevo en boxes, parecía que Alonso era el único de los posibles aspirantes a las primeras plazas que llevaba el 'calzado bueno'. Pero su problema era que estaba en medio del pelotón en una pista donde adelantar, aun en esas condiciones de piso ultradeslizante y mejor monta de neumáticos, es más que difícil. Fernando superaba a Webber 'tirándose' con decisión en Mirabeau por el interior, pero el siguiente en la posible lista de 'víctimas' era Heidfeld, y el alemán de BMW no estaba dispuesto a ponérselo fácil aun cuando su rendimiento hubiese sido pésimo ya desde los entrenos. La lluvia iba bajando en intensidad y Alonso se daba cuenta de que no podía esperar más detrás de Nick si quería tener alguna opción de aprovechar su 'ventaja' de gomas. Fernando trataba de repetir la 'jugada' de Mirabeau con Webber pero Heidfeld era más duro de pelar, cerraba el hueco y obligaba al Renault a trazar por el exterior. Algo que Alonso trataba de aprovechar para ganar la posición en Loews ... lo que era pura y simplemente imposible. Heidfeld trazaba 'por el sitio' y en esas circustancias no había ninguna manera de pasar, el morro del R28 impactaba con el lateral del BMW, ambos quedaban enganchados y cuando se 'soltaban', Heidfeld 'remachaba' a Alonso al pasar por encima del alerón delantero de su Renault. En apenas quince vueltas Fernando había cometido dos errores y si del primero había podido, más o menos, recuperarse, del segundo ya no podría por mucho que siguiese intentándolo hasta el final.

MASSA FALLA...

Pese al imperdonable error de los minutos anteriores a la salida que hacía a Raikkonen tener que pasar por boxes para cumplir su 'drive through', la carrera seguía teniendo aun color 'rojo Ferrari' con Massa liderando por delante de Kubica ... y ya Hamilton, que con la penalización de Kimi, el error de Alonso y la salida del safety car había ganado dos plazas y recuperado toda la desventaja en segundos que acumuló por su fallo anterior. Pero en esos momentos Lewis iba tan cargado de gasolina que su ritmo no podía ser tan bueno como los de cabeza, así que tanto Felipe como el otro gran beneficiado de los fallos de unos y otros en ese ya loco inicio de carrera, Kubica, empezaban a tomar ventaja. Y ahí era cuando en Ferrari se les acababa de ir un gran premio que parecían haber puesto muy a su favor tras la sorpedentemente buena prestación de entrenos. Massa se salía de frente en Sainte Devote y aunque se reincorporaba con rapidez lo hacía ya por detrás del BMW y perdiendo buena parte de la renta que llevaba sobre Hamilton.

Tras el accidente de Rosberg, Nakajima fue quien consiguió puntuar para Williams

Kovalainen todavía consiguió acabar octavo tras perder toda opción antes de empezar

Fin de semana negro de Raikkonen, que sólo fue noveno arurinando de paso la carrera de Sutil

...Y HAMILTON NO PERDONA

Aunque Felipe recuperaba su puesto ante Robert gracias a parar a repostar bastante más tarde de lo que todos esperábamos, ambos volvían a pista ya por detrás de Hamilton con más de media carrera por delante y la lluvia todavía sin decidirse entre arreciar o parar. Entonces la carrera se jugaba en un duelo a distancia sobre un circuito que se iba poniendo en las peores condiciones posibles, ni mojado del todo ni suficientemente seco. Y ahí es donde emergía un Hamilton absolutamente superior, que aprovechaba al máximo la situación para escaparse a un ritmo de uno, dos y, a veces, hasta tres segundos por vuelta mejor que el de Kubica y Massa.
Aunque el inglés debía parar una vez más, su ventaja crecía de tal modo que incluso con esa parada extra iba a poder mantener el liderato y sólo tenía en su contra la incertidumbre de que, tal y como se estaba poniendo la pista, con el carril 'seco' ensanchándose vuelta a vuelta, en cualquier momento podía pasar algo que obligase a salir al saferty car y arruinase su carrera.
Pero ese 'algo' no pasaba hasta unas cuantas vueltas después de que no sólo él, sino casi todos, hiciesen su última parada en boxes. La de Lewis era obligada porque debía 'echar gasolina' para llegar a meta, la de los demás se hacía imprescindible cuando se empezaba a comprobar que la pista ya estaba para 'slicks' ... aunque con mucho cuidado. Algo que se pudo comprobar cuando Renault decidió jugar esa carta, ya a la desesperada, con Alonso y Piquet. El cambio a las ruedas para seco de los R28 fue, en realidad, prematuro, como pronto demostró la salida de pista de Nelsinho mientras Fernando se las veía y deseaba para mantener el coche en la pista marcando cronos todavía peores que los calzados con 'mixtas' durante una buena decena de vueltas. Pero cuando los tiempos del español empezaron a ser ya mejores que la cabeza de carrera, aunque para él era demasiado tarde (¡llevaba ya dos vueltas perdidas!) para los demás era el aviso de que tocaba cambiar gomas. Y ahí estuvieron más rápidos de reflejos en BMW que en Ferrari, donde aguantaron más allá de lo recomendable para mantener la segunda posición de Massa ante Kubica, quien sabe si 'rezando' por otro poco de agua que permitiese a Felipe no tener que detenerse y optar, aun, a la victoria. Cuando finalmente llamaban al brasileño a boxes para poner las 'acanaladas' era tarde y su retorno a carrera por detrás del polaco, autor de una carrera sin tacha, significa un nuevo episodio en la cadena de errores de pilotos y equipo que habían llevado a Ferrari de la doble primera fila a conseguir un tercer puesto ... ¡y gracias!

Alonso se vio con opciones en la parte inicial pero una serie de fallos le alejaron de un buen resultado

Heidfeld, que tampoco tuvo su día, en Loews delante de Alonso antes del toque entre ambos

Rosberg rodó muy rápido todo el fin de semana pero acabó estrellándose en la piscina

LA DESGRACIA DE SUTIL

Porque si Massa salvaba, al menos, unos cuantos puntos y acababa por subir al podio, aunque fuese en el escalón más bajo, Raikkonen no iba ni a tener ese consuelo. El finés había remontado hasta una lejana quinta plaza tras todo el tiempo perdido en la penalización ... y en una visita fuera de programa a Santa Devota en la que dejaba el morro de su Ferrari como 'ofrenda'. Pero cuando Rosberg destrozaba su Williams contra las protecciones de la piscina (¡vaya forma de celebrar la carrera 600 para Sir Frank!) y el safety car volvía a entrar en acción, Kimi se 'reenganchaba' al grupo de cabeza y se veía aun con posibilidades de ganar posiciones, especialmente porque el cuarto era, aunque pareciese imposible ... ¡Adrian Sutil con el Force India! La carrera del joven alemán estaba siendo colosal, aprovechando al máximo una estrategia a una sola parada, sacando partido del 'atasco' que produjo el toque Alonso-Heidfeld para ganar tres plazas de una tacada (aunque con la duda de si lo hizo bajo banderas amarillas o no) y, sobre todo, ¡rodando rapidísimo! Durante muchas vueltas, las más difíciles, cuando la pista estaba para 'menos bromas', Sutil fue de los más veloces en pista y ello le llevó a una cuarta posición de auténtico sueño ... ¡del que despertó de golpe! Nada más retirarse el safety car, Raikkonen se lanzó a por él, midió mal la frenada para la chicane tras el túnel, perdió el control de su Ferrari ¡y se llevó al inocente Force India por delante!
La injusticia de la situación fue de esas que te hacen gritar 'no puede ser ... ¡no hay derecho!' y a comprender la desesperación del alemán cuando no pudo reprimir las lágrimas una vez en su box y ya fuera del coche. Evidentemente, la acción de Raikkonen fue totalmente involuntaria pero sus efectos resultaron devastadores para Sutil que perdía la que, ¿quien sabe? igual es su única oportunidad de lograr un resultado como el que estaba a punto de conseguir. Porque el alemán ya lleva tiempo cuestionado por sus pobres prestaciones en comparación con Fisichella y con la sombra del tercer piloto del equipo, Liuzzi, planeando amenazadora. Como consuelo para Adrian tal vez quede el que su mayúscula prestación de Mónaco le pueda haber servido para 'espantar' esa amenaza de sustitución ... pero, de todas formas, perder esa merecida cuarta plaza de un modo tan cruel no creo que se lo compense nada ahora mismo ¡que mala suerte!

Los pilotos de Ferrari dejaron con esta mala cara a Hamilton en calificación...

...pero el británico se resarció celebrando por todo lo alto un triunfo que quería más que nadie

Aunque fuera del podio, Vettel también celebró como se merecía su quinta plaza con el Toro Rosso

WEBBER Y VETTEL TAMBIEN BRILLAN

Detrás del trío de cabeza, Webber hacía otra de esas magníficas carreras suyas que este año no le arruina la fiabilidad del RedBull, terminando cuarto y alcanzando al desafortunado Kovalainen en la sexta plaza del campeonato, puesto que Heikki conservaba in extremis tras acabar por sacar, todavía, un punto pese a todo lo perdido por el problema de la vuelta de formación. Tras el australiano, Vettel volvía a mostrar sus dotes cuando la pista 'resbala' y acababa quinto con el nuevo RedBull, un resultado soberbio para otro piloto con talento 'para regalar', que había salido desde la última fila pero había rodado de forma tan rápida como impecable durante toda la carrera. Sebastien se quitaba así de encima, del mejor modo posible, el 'gafe' que le persiguió en las primeras vueltas de las carreras iniciales del año: un quinto puesto sobre agua en Mónaco vale más que todo lo que pudiese haber conseguido en Australia, Bahrein, Malasia o España (¡que no hubiese sido mucho con su coche!).

El hombre del día fue Adrian Sutil, cuarto con el Force India hasta que le embistió Raikkonen

Fisichella celebraba su 200 gran premio con nuevo look de mono y casco

El puerto de Monte Carlo volvió a quedarse pequeño para la gran cantidad de yates presentes

HAMILTON NUEVO LIDER DEL MUNDIAL...

Con Raikkonen fuera de los puntos, la incontestable victoria de Hamilton le daba, además, el liderato en la general del campeonato. El inglés no se inmutaba por perder su amplísima ventaja (¡casi media vuelta les llevaba a Kubica y Massa!) a causa del segundo safety car y se volvía a escapar, imparable, en los minutos que quedaban hasta cumplirse el máximo de dos horas que iba a definir el final de la carrera. Un tiempo límite que se cumplía cuando aun restaban un puñado de vueltas y que era providencial para Lewis, ya que en uno de sus neumáticos se había clavado algún resto de los esparcidos por el Williams de Rosberg en su accidente, y ello estaba provocando un 'pinchazo lento' que podía haber arruinado su triunfo. ¡Que suerte! dirán los que siguen dando más crédito a la diosa Fortuna que a las manos del británico, aunque, bien mirado, lo que hubiese sido es malísima suerte perder la carrera así tras haber rodado, como lo había hecho, en la pista y las condiciones en las que más se demuestra el talento de un piloto: Monaco sobre agua.

... PERO LOS FERRARI SIGUEN SIENDO LOS FAVORITOS

Aunque parezca un contrasentido a la vista del retorno a la victoria de McLaren y la pérdida del liderato del mundial por parte de Raikkonen, la sensación que me deja Mónaco es de unos Ferrari que 'meten miedo'. La doble posición de primera fila obtenida por los F2008 en la que, en teoría, es su 'peor pista' del año, conseguida además no a base de ir 'ligeros' ni mucho menos, indica bien a las claras lo bien que anda el monoplaza de Maranello en cualquier condición. Ahora viene Canadá donde, tal vez, Hamilton y el McLaren les puedan volver a 'complicar la vida', al fin y al cabo fue otra de las 'pistas malas' del Ferrari del año pasado, del que este deriva aunque mejorado precisamente en los puntos débiles que le hicieron sufrir entonces en MonteCarlo y Montreal: agilidad en curvas lentas y habilidad para 'saltar' bordillos sin perder tracción. Pero, después, llegan los circuitos europeos en los que el año pasado cimentó Raikkonen su asalto al título. ¡Veremos si en ellos basta el talento de Hamilton para contener a los coches rojos!

Eso si, a favor del inglés puede jugar no sólo su clase y el buen andar del McLaren, sino, también, el hecho de que en Ferrari ambos pilotos tengan, al menos con las matemáticas en la mano, prácticamente las mismas opciones al título a estas alturas de temporada. Sería curioso que se diese, a la inversa, la situación del año pasado con, esta vez, los pilotos de Ferrari peleándose entre ellos por ver quien suma más puntos y el de McLaren sacando partido de la situación. Algo que, de todas formas, parece improbable: en Maranello son 'maestros' en eso de 'organizarse' para que no ocurran esas cosas y, por mucho que Massa no quiera, lógicamente, aceptarlo, me parece que más pronto que tarde le puede tocar el ingrato papel de 'segundo piloto' ... eso si Raikkonen vuelve a ser 'él mismo', porque por sus prestaciones en las dos últimas carreras ¡pocos méritos ha hecho para seguir siendo el número 1!