El nacional de rallyes iniciaba en el Cantabria-Infinita su largo periplo por tierras norteñas, el territorio donde ultimamente se disputa gran parte del campeonato. Por ello se esperaba con impaciencia el resultado de esta tercera cita del año, tras dos rallyes sobre superficies más atípicas para lo que es habitual en casi todo lo que queda de temporada. Los abrasivos asfaltos del levante y los rápidos tramos de las islas dejaban paso a la primera prueba sobre pisos de esos que resbalan aun en seco. Si, encima, llueve como acabó por ocurrir en este Cantabria-Infinita 2007, pues la adherencia baja aun más y, en igual o mayor proporción sube la incertidumbre y, con ella, el espectáculo.
Mientras ultimábamos detalles antes de partir hacia Santander a mediodía del viernes, las primeras noticias que nos llegaban, procedentes del shakedown, eran de sol y buen tiempo. Pero, de camino entre Asturias y Cantabria, a media tarde, los cielos ya estaban más que grises y cubiertos, y las primeras gotas de 'orbayu' empezaban a caer. Tras recoger la pertinente documentación en la sala de prensa, era ya el momento de acercarse hasta las inmediaciones del Sardinero y aprovechar para cambiar las primeras impresiones con algunos de los pilotos que ya estaban por allí, preparados para esa 'molestia inevitable' en que se ha convertido para todos la ceremonia de salida. Como siempre ocurre en estos casos, dependiendo de si al que preguntabas tenía un vehículo de tracción total o no, la respuesta al ¿lloverá mañana? variaba enormemente. Para algunos la lluvia podía ser el aliado ideal, para otros el enemigo número 1. Habría que esperar y ver que pasaba, aunque camino de nuestro hotel, en Torrelavega, tras acabar la ceremonia de salida, el 'orbayu' ya era persistente.
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Hevia iba ya cerca de Fuster cuando el Punto rompió y a partir de ahí ya no tuvo rival |
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Puras no pudo sumar su undécima victoria en el Cantabria pero volvió a ser el mejor Mitusbishi |
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Vinyes obtuvo su primer resultado pero los S1600 parecen ser los que menos opciones tienen |
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El sábado nos levantábamos temprano (¡menudos madrugones que hay que darse con esto de los rallyes!) y, de momento, no llovía aunque las nubes no presagiaban un día primaveral precisamente. Camino de Castillo Pedroso, que era el lugar que habíamos elegido para ver los tramos de la mañana, seguía sin llover, pero las primeras noticias que iban llegando vía radio desde los dos tramos anteriores hablaban ya de agua, ¡mucha agua! El tramo inicial: Lloreda-Selaya estaba realmente complicado (¡peor que mal! decía alguno) y los primeros cronos parecían presagiar un rallye "fácil" para el principal favorito, el Punto S2000 de Miguel Fuster. El levantino se llevaba el primer scratch y le endosaba ya diez segundos al otro S2000, el Polo de Berti Hevia. A 13.7 se quedaba el recuperado "ídolo local", un Chus Puras con ganas de sumar un Cantabria más a la decena que ya hay en su palmarés, pero que con gomas menos talladas que los dos Super 2000 no podía aprevechar la teórica ventaja que el mayor par a bajas vueltas del EVO le podía dar sobre piso resbaladizo. El resto ya estaban lejos, a más de 22 segundos y encabezados por un Vallejo que ya se preparaba a sufrir sobre el terreno menos favorable posible para su precioso Porsche GT.
Los algo más de 14 kilómetros de San Pedro del Romeral estaban algo mejor (¡o menos mal!) y en ellos Berti Hevia se encargaba de desmentir nuestro precipitado pronóstico de "rallye fácil" para Fuster. El poleso le recuperaba 2.5 al alicantino, una ventaja pequeña en magnitud pero grande en significado... ¡Fuster no se iba a pasear precisamente! Pedro Burgo era, esta vez, el mejor del resto, apenas unas décimas por delante de Puras y precediendo los dos con claridad al 997 de Vallejo. Tras él venía el primer representante de "la categoría que faltaba" en los puestos de cabeza, el C2 S1600 de Joan Vinyes. El andorrano ya comentaba la víspera que si llovía lo iba a pasar mal con el Citroen y en ello estaba, tratando de perder lo menos posible con respecto a los de cabeza pero consciente de que no había nada que hacer en cuanto a la lucha por las primeras plazas.
El siguiente tramo era "el nuestro", el único en el que había, al menos, una parte seca... ¡justo en la que nos encontrábamos! Tras llegar hasta Castillo Pedroso por el acceso intermedio que nos habían recomendando gente de la zona que conoce bien aquello, matábamos el tiempo de espera hasta el primer coche probando la gran variedad de puntos para sacar las fotos desde diferentes ángulos que ofrecía la 'chicane' en que se convertía, por unas horas, el bonito pueblo. Realmente se trataba de un sitio ideal para obtener imágenes variadas y de esas con público y ambiente 'de rallye' que siempre gustan más.
A medida que se acercaba la hora de paso del primer coche, seguía sin llover y los que habían llegado al mismo lugar desde la salida del tramo nos comentaban que los primeros kilómetros también estaban secos. Otra cosa ya era unos cuantos más allá: una vez llegados al alto la bajada final volvía a estar bien mojada con lo que el tramo iba a tener de todo y podía ser de los que marcaran diferencias pese a su corta longitud. Y así era: Hevia sacaba mejor partido que nadie de las cambiantes condiciones, marcaba el scratch y se ponía a sólo segundo y medio de un Fuster que era sólo sexto en el parcial, superado su crono, de forma sucesiva, por que los registraban Puras, Burgo, Vallejo y Vinyes.
Así que tras la primera sección una cosa quedaba clara: ¡había rallye! ... o eso creíamos porque este sábado era uno de esos días en que mejor dejábamos de hacer pronósticos. Mientras esperábamos la segunda pasada por Castillo Pedroso tomando un 'tentenpié' en el coche y escuchando la radio, llegaba la noticia que decidía ya el resultado: Fuster entraba en la meta de Selaya con un crono medio minuto peor que el de la pasada anterior y quejándose de que no le entraban marchas más allá de la tercera. Con dos tramos todavía antes de la próxima asistencia la suerte del Punto S2000 estaba echada. El abandono era inevitable y nos quedábamos con las ganas de ver un primer duelo Fuster-Hevia con los S2000 rindiendo de forma similar, como parecía íbamos a tener.
Con el Fiat fuera de combate la fisonomía del rallye cambiaba por completo: Hevia, que marcaba su tercer scratch consecutivo, era claro líder y sólo Puras estaba a una distancia 'razonable' como para pensar en una posible sorpresa si algo fallaba en el Polo. Los demás ya venían bastante más lejos, con Burgo, tercero en tierra de nadie, a 43 segundos, y el sorprendente Víctor Senra, sin duda la revelación del rallye, encabezando el segundo pelotón, pero ya más allás del minuto y cuarto respecto al total acumulado por el sólido líder.
Las dos especiales que quedaban hasta la larga pausa del mediodía no hacían sino confirmar la tendencia. Dos nuevos scratchs de Hevia, siempre con Puras y Burgo como segundo y tercero, elevaban las diferencias a medio minuto con el cántabro y algo más de uno con el gallego. El rallye estaba decidido ... bueno, todo lo decidido que puede estar siempre un rallye cuando todavía quedan cuatro tramos por disputar, en los que, además, se esperaba más lluvia.
Pero si hay algo que no asuste a Hevia seguro que es la lluvia. El asturiano es de los que, lógicamente, están bien acostumbrados a ella, así que en los cuatro tramos de la tarde no cometía el más mínimo error, marcaba todavía tres scratchs más, elevando su cuenta a 8, y se permitía ya el lujo de 'tomarse con calma' la última especial, dejando la victoria parcial al descubrimiento de este Cantabria-Infinita 2007: el joven gallego Senra Jr, quien sumaba su primer scratch en un Campeonato de España para satisfacción suya y de la gente del RACC que apostó por él como uno de los pilotos a apoyar esta temporada.
La victoria de Hevia era clara y, junto con el abandono de Fuster, servía para abrir el campeonato de forma inesperada. Los dos puestos de podio que quedaban no sufrían variación respecto a los nombres de quienes ya los habían reservado a media día: Puras y Burgo, y ello catapultaba al veterano ex-mundialista cántabro a un liderato en la general del Campeonato de España por el que no creo que nadie hubiese apostado antes de empezar el rallye.
Cuarto acababa por terminar un desibujado Vinyes, que no acaba de conseguir andar con el C2 S1600 de Auto Laca como se esperaba pero que, al menos, sumaba su primer resultado últil del año tras los dos ceros anteriores. Quinto y sexto terminaban "los chicos del RACC", con el ya comentando Senra por delante de Basols, y séptimo, por unas décimas, era un Sergio Vallejo que salvaba lo salvable en un rallye complicado para las características de su montura y que se había puesto aun más difíicil cuando el acelerador del Porsche se empeñaba en quedarse a tope ¡aun tras levantar el pie! Vamos, no precisamente lo ideal para controlar 'cuatrocientosymuchos' caballos sobre carreteras rotas y resbaladizas.
El resultado final de este Cantabria 2007 hace que, de golpe, un campeonato que se presentaba 'soso' tras el dominio de Fuster en Alicante, se haya ido animando primero con la victoria del Porsche GT de Vallejo en Canarias y ahora con este triunfo de Hevia y esa regularidad de Puras que hacen aumentar de forma espectacular la nómina de aspirantes a las primeras plazas. Tras tres pruebas tenemos tres vencedores diferentes y los tres primeros de la general (Puras, Fuster y Hevia) están separados por un sólo punto, con el cuarto y el quinto (Vallejo y Burgo) no muy lejos. Siguiendo con lo comentado tras el Villajoyosa, y viendo el 'vaso medio lleno' hay motivos de sobra para ser optimistas y pensar en un campeonato abierto, emocionante, espectacular ... si pese a todo insistimos en verlo 'medio vacio' entonces habrá que tener en cuenta que las tres pruebas disputadas hasta ahora apenas si han deparado lucha por la victoria, que el número de participantes es realmente pobre en cada rallye y lo salva, en buena medida, la nutrida participación en el Desafio (en Cantabria, donde siempre solía haber una de las mejores inscripciones del año, salieron poco más de 50 coches ¡y acabaron nada más que 36, de ellos 14 Peugeot 206!) y que, por tanto, todavía hay mucho que mejorar para que el nacional de rallyes se pueda considerar que mejora de salud. Dentro de quince días, en Vigo, veremos si el paciente sigue una evolución positiva como todos deseamos. |