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14|10|07 SUBIDA ISLA DE IBIZA | Cto. ESPAÑA de MONTAÑA | 9ªPRUEBA
Ganando la fase A de Ibiza José Antonio López-Fombona sentenció definitivamente a su favor un Campeonato de España de Montaña que Luis Flores todavía podía llevarse gracias a su regularidad y un sistema de puntuación que premia de forma excesiva los triunfos de clase. El domingo Jesús Fernández cerró su increible temporada de debut en superturismos con otro triunfo que sellaba un año totalmente dominado por los Audi A4 del equipo B9 Racing, que se han impuesto en quince de las dieciocho fases puntuables.
CRONICA

Los que sigais de forma más o menos habitual estas crónicas ya sabreis que de entre las pruebas de los diferentes campeonatos a los que acudo cada año, muchas de las del nacional de montaña están entre mis favoritas. En la montaña no hay, sin duda, el 'glamour' de los circuitos en general y de la GP2 en particular, ni el nivel económico del nacional de rallyes, ni siquiera el número de coches 'gordos' o la espectacularidad del nacional de tierra. Comparada con ellos la montaña es, a ojos de casi todos, el 'pariente pobre' del automovilismo. Y, sin embargo, es en las subidas del Campeonato de España donde hace tiempo que disfruto más y me encuentro más a gusto. En un ambiente en el que, tras frecuentarlo de forma prácticamente ininterrumpida durante los últimos cinco años, casi me he convertido en 'uno más' de esa auténtica gran familia que componen los habituales del certamen y que hacen de este campeonato algo especial a mis ojos, una especie de último reducto del automovilismo 'puro' de los 'viejos tiempos', sin los grandes intereses económicos y publicitarios de las marcas y los patrocinadores que acaban por deteriorar en mayor o menor medida la idea, tal vez un tanto romántica y decidiamente trasnochada, que uno siempre tuvo de la competición: tratar de ganar, por supuesto, pero, ante todo, ¡disfrutar compitiendo!

Así que al emprender vuelo a Ibiza el pasado viernes, para acudir a la última cita del nacional de este año, tenía esa mezcla de ganas por llegar y disfrutar de una subida en la que se iba a decidir el título, y de sensación de 'que rápido pasa el tiempo', recordando como parecía ayer cuando me ponía en carretera, camino de Córdoba, para la primera subida de este año, allá por principios de marzo. Desde entonces la fisonomía del campeonato ha cambiado de forma notable, y lo que se presentaba como un duelo Fombona-Vilariño ha acabado por convertirse en una disputa de muy diferente estilo entre Fombona y Flores, con el asturiano acumulando victorias absolutas pero sumando un par de traspiés y el levantino sacando el máximo partido de su World Rally Car, de su absoluta regularidad y del sistema de puntuación del certamen, para llegar con opciones a la última carrera pese a contar sólo con una victoria contra las seis del campeón en título. Junto a ellos, como tercero en discordia, llegaba a Ibiza también con opciones José Antonio Aznar, luego de una temporada magnífica que tuvo ya su guinda en la victoria en 'su subida', la de Macael.

Pensando en todo esto y en las posibilidades de unos y otros, y leyendo un poco del AutoHebdo español y otro poco del Autosport inglés por aquello de comparar puntos de vista sobre como se ve el duelo Hamilton-Alonso 'aquí y allá' (¡definitivamente con mucha menos histeria 'allá' por cierto!), el vuelo Asturias-Mallorca del viernes a mediodía se hacía breve, y ya sólo quedaba el corto 'salto' Palma-Ibiza para alcanzar el destino y, además, reencontrarme tras el Llanes con el 'embajador de Asturias en Ibiza', Juan Tarrazo, quien junto con su gente de 'Es Mirador des Port' iba a ser, de nuevo, el perfecto anfitrión de un fin de semana poco menos que ideal: mezcla de 'carreras de coches' y buenos ratos entre amigos. Pero las cosas se complicaban de forma inesperada minutos después, cuando al iniciar el avión de Air Berlín la aproximación final hacia la 'isla blanca', el descenso parecía tener tantos o más baches que la bajada de Pajomal. Aquello se movía de forma que definir preocupante sería decir poco, así que cuando notába que el avión ganaba de nuevo altura y se oía por el altavoz del mismo una larga parrafada en alemán de la que sólo entendía 'Malloggca' seguida de los 'ooohhh' de los pasajeros de habla germana, ya deducía que lo de llegar a Ibiza en media hora como estaba previsto no iba a ser posible. La posterior información en pseudo español con fuerte acento teutón confirmaba mis sospechas ...¡había que dar media vuelta en dirección a Palma porque las condiciones climatológicas en Ibiza eran imposibles! El aterrizaje en Son San Joan también era movidito porque, entre que íbamos y veníamos, la tormenta ya había llegado también a la mayor de las Islas Baleares así que, una vez de nuevo en tierra tocaba esperar a que mejorase el tiempo para reemprender la ruta.

Cuando ¡por fin! aterrizábamos en Ibiza eran más allá de las 8 de la tarde en vez de poco más de las 4 como era la previsión inicial. Poco después, me recogía Juan y me contaba lo mal que estaban las carreteras de la isla luego del intenso chaparrón ... lo que no era nada comparado con lo que había estado cayendo en Denia y que tenía bloqueados en el puerto levantino a buena parte de los equipos procedentes de la península. Por un buen rato cruzaban por mi mente pensamientos muy negros en cuanto a la viabilidad de la prueba pero, por fortuna, la lluvia fue amainando, el tiempo sería bueno ya todo el fin de semana y los que no habían podido cruzar el día antes conseguían llegar a tiempo el sábado, librándose incluso de sufrir una travesía en barco como la que les tocó a los 'afortunados' que embarcaron en el último ferry del viernes ...¡de esas que ponen a prueba a los estómagos más resistentes!

CAMPEONATO DE ESPAÑA

Fombona merecido Campeón de España de montaña por segundo año consecutivo

Flores no pudo alargar más el desenlace del campeonato tras ser tercero en la Fase A

Jesús Fernández completó el dominio de B9 con otra victoria en la Fase B

El sábado por la mañana amanecía con cielo totalmente azul, sol en todo lo alto y ni rastro de la tormenta y el vendaval de la víspera ¡Nada iba a impedirnos disfrutar de la subida Isla de Ibiza! A eso de las once y media llegaba en compañía de Juan a las inmediaciones de la prueba, donde los equipos hacían lo posible por convertir en 'parque de asistencia' el escaso espacio disponible en el mismo arcen de la carretera que unos metros más allá pasa a ser el recorrido de la prueba. Un recorrido precioso que reconocía con mi 'guía astur-ibicenco' al volante, perfecto conocedor del terreno, antes de volver ya, definitivamente a la zona de salida para ir sacando las primeras fotos de los (pocos) equipos presentes y asistir al briefing pre-carrera. El ambiente era, como siempre en el nacional de montaña, muy distendido y, desde luego, nadie diría que allí estaba en juego todo un título de Campeón de España. Un título que, por supuesto, tanto Fombona como Flores o Aznar querían ganar, pero que no les hacía, por ello, perder ni el buen humor ni la camaradería habitual, mientras unos y otros charlaban y bromeaban sobre la 'odisea' del día anterior minutos antes de que los 'cuarenta y pocos' inscritos tomasen la salida. Aunque quedase por decidir el 'premio gordo' del nacional, el hecho de que la mayoría de las 'pedreas' ya hubiesen quedado adjudicadas en Denia, hacía que faltasen buena parte de los asiduos del campeonato y que la inscripción resultase ciertamente corta para lo que es habitual en cualquier prueba del campeonato.

Tras el briefing, y como nos entretuvimos charlando con unos y otros, el furgón de prensa ya había partido, así que Juan y yo nos dábamos un tranquilo paseo hasta una de las primeras curvas del trazado, una derecha rápida (aunque no tanto como la que abre la subida), que tiene la ventaja de una amplia visibilidad y numerosos sitios para sacar fotos con seguridad. El inicio de la manga de entrenos se demoraba sus buenos veinte minutos y mis planes de acabar pronto pensando en el bajo número de coches participantes y en la ausencia de un buen número de clientes (con lo que ello implicaba de tener menos tarea 'post-subida' que otras veces) empezaban a 'torcerse'.

Sin tiempos 'on-line' no iba a haber forma de enterarse con rapidez de los resultados así que tocaba disfrutar, sin más, del paso de los coches, algo que hacíamos durante la primera manga de entrenos (que discurría tranquila en cuanto a los favoritos) en compañía de los mecánicos del rápido piloto local Rafa Biminelis, y durante la segunda, en la 'redonda' de derechas de unos 200 metros más allá que ya he frecuentado otros años, junto con una pareja de jóvenes piloto y 'copilota' mallorquines con los que Juan había coincido en el rallye de Sant Julia, en Cataluña, a principios de temporada. Escuchándo hablar al chaval de poco más de 20 años y al 'carroza' de Juan que, como yo y adaptando ligeramente la frase de Serrat, "hace más de 20 años que cumplió los 20 años", pensaba que por gente como ellos es por lo que esto de las carreras no puede morir nunca. Allí no había 'choque generacional' ni diferencias de edad ni nada de esas cosas que suelen separar las ideas y los intereses de gente que no es, ni mucho menos, de la misma quinta. Allí sólo había sano y contagioso entusiamo por los rallyes a su nivel más simple, al de disfrutar de aquellas enlazadas. aquel cruce de freno de mano o aquella bajada sucia, cada uno comentando su experiencia pilotando en el rallye regional catalán con tanto o más entusiasmo que el otro y deseando ya volver el año que viene a repetirla.

Entre anécdotas de rallyes pasaban los minutos mientras los poco más de cuarenta participantes iban trazando ante nuestros ojos el viraje. Pero cuando al poco de pasar el Audi de Requejo, primero de los diez turismos que cerraban la lista, subían el R y el coche de seguridad, había que tratar de enterarse de que había pasado ya que lo más probable es que la causa del parón fuese alguna avería o accidente entre los tenores de la copa CM, que habían subido justo antes del Audi de Asturcana. Lo malo es que en nuestra curva no había cobertura telefónica así que, en vista de que ya se acercaban las cinco de la tarde, en teoría hora inexcusable de inicio de la subida oficial, decidíamos emprender camino de vuelta pensando que los entrenos ya se darían por concluidos. Pero justo cuando ya caminábamos cuesta abajo oíamos venir a la grúa, desde cuya cabina Oscar nos hacía el gesto de OK mientras en la plataforma reposaba su Silver Car sin daño externo alguno que inidicase un golpe de importancia. Como el propio piloto nos comentaría después, lo que había pasado era que se había roto una rótula y ello había convertido el coche en ingobernable aunque, por fortuna, sin que la pérdida de control del mismo implicase tocar fuerte contra nada. Un último intento de contactar con la asistencia de B9 vía telefónica tenía más éxito y desde allí nos indicaban que la manga de entrenos se iba a reanudar, así que acabábamos por ver pasar a los que quedaban, todos subiendo sin novedad, y ya reemprendíamos el definitivo camino de vuelta a la zona de salida, para ver desde allí la manga final y tratar de enterarnos, cuanto antes, del desenlace de la prueba. Por allí estaban, echando una mano, el 'dúo dinámico' del Automóvil Club de Totana, Juan Cánovas y Dani López, otros de esos buenos amigos que uno debe a este trabajo y cuyo entusiasmo por ayudar les llevaba a estar al pie del cañón en la subida de Ibiza ...¡como si no tuvieran bastante con todo lo que trabajan en su subida!

En la arrancada de la manga oficial se quedaba el local Huguet, furstrándose por un esquivo problema con un captador su excelente progresión con el A4 que Fombona estrenase hace unos meses en Arrate. Los demás partían sin problemas, con Aznar saliendo superagresivo, Flores 'mietiendo' cuatro antes de la rápida derecha de final de recta y frenando un poco para negociarla, y 'Tano' y Fombona mostrando ya desde los primeros metros su diferente estilo a la hora de 'exprimir' los Audi, algo sobre lo que habíamos charlado en la distendida y muy agradable cena llena de 'historias de rallyes' que compartimos con ellos la víspera en el restaurante de Juan. 'Chus' prefiere apurar más las marchas cortas mientras que José Antonio suele optar por usar más las más largas, y este primer viraje de Ibiza lo mostraba con claridad: 'Tano' estiraba la cuarta todo lo posible para tener más aceleración a la salida, mientras que Fombona optaba por meter la quinta y 'ahuecar' levemente antes de tirarse a por el vértice. Dos estilos distintos que acaban por dar parecidos resultados en los cronos, como una vez más comprobaríamos después. Pero para ello, antes había que hacerse con ese bien tan preciado que es una hoja de tiempos cuando no hay ni rastro del cronometraje on-line ese al que estamos ya tan 'mal acostumbrados'. Al retorno de la caravana a la salida todavía no había ni rastro de tiempos, así que lo primero era preguntar a los pilotos por sus sensaciones. Y ello me bastaba para tener bastante claro que el título podía haber quedado ya decidido en favor de Fombona. Porque Flores me decía que había subido fatal, sin ritmo y cometiendo muchos fallos, mientras que José Antonio se mostraba tranquilo y calificaba su ascensión como buena. Como un triunfo suyo le aseguraría el campeonato la única duda que me quedaba, salvo que las sensaciones de uno y otro estuviesen muy equivocadas, era saber si 'Tano' podía haberse hecho con la victoria. Así que tocaba 'asomarse' a través del cristal del remolque sobre el que estaba la 'oficina' de dirección de carrera y tratar de enterarnos de algo cuanto antes. Cuando el director de carrera levantaba la primera hoja de la clasificación para firmar la segunda un rápido vistazo me permitía adivinar más que leer que los coches de los dos primeros eran Audi A4 y que el nombre del ganador era el más largo ... eso no podía significar más que una cosa: ¡Victoria y título para José Antonio López-Fombona!

Cuando poco después el resultado se confirmaba oficialmente, con Fombona primero, 'Tano' segundo y Flores tercero, el levantino era el primero en felicitar a Fombona, en un gesto realmente sincero y de esos que te reafirman en ese buen ambiente que tiene la montaña. Un buen ambiente que continuaba con los equipos de uno y otro compartiendo juntos la alegre celebración del segundo título de José Antonio en el "Rincón Asturiano" del restaurante de Juan en el puerto deportivo de Santa Eulalia. Entre sidra y sidra, con excelente comida y con un brindís final en el que Fombona dedicaba su triunfo a todos los miembros de su equipo, se cerraba una jornada en la que toda nuestra atención había estado en el desenlace del campeonato aunque no por ello se debe olvidar en estra crónica al resto de contendientes que, aunque sólo sea por el hecho de haberse animado a hacer el costoso desplazamiento, ya se merecen su reconocimiento. Así que es obligado repasar, aunque sea brevementem, su actuación: la cuarta plaza había sido finalmente para Borreguero, que quedaba un poco en tierra de nadie, a un segundo de Flores pero con dos sobre un Aznar que no se había encontrado nada bien sobre el revirado trazado de 'la cala'. Tras él, Requejo igualaba su mejor resultado del año al clasificarse sexto pese a tener algún que otro problemilla con el cambio que no le dajaba acercarse a sus cronos del año pasado, lo que le ponía 'a tiro' de JJ Fernández, quien sin tener esta vez que pelearse con Agüí por la victoria de grupo N ponía sus miras en acabar lo más arriba posible de la general scratch, de la que era séptimo. Octavo era el Ibiza Kit Car de Maldonado, segundo en grupo A sin la habitual oposición de Lirola, al que la rotura de un palier en entrenos había dejado fuera de juego antes de tiempo, en lo que no era sino el inicio de un fin de semana realmente negro que se cerraría con un problema de embrague nada más arrancar en la oficial del domingo que le volvería a dejar prácticamente inédito. Completaban los diez primeros dos Saxos, con el rapidísimo piloto local José Martorell superando a Julian Maregil, que al final se había animado a hacer el trayecto Denia-Ibiza para la que, si no cambia de planes, debería ser su última salida con ese Citroen blanco que tan buen resultado le ha dado estas últimas temporadas en su papel, cada día más difícil ante la maquinaria de la competencia, de auténtico matagigantes del campeonato.

El domingo, con todo resuelto a efectos del campeonato, decidía tomármelo con tranquilidad, madrugar 'lo justo' y desayunar bien. Lo bueno de estos hoteles 'de guiris' es que te puedes tomar un 'English Breakfast' de esos con huevos, bacon y demás, que me encantan y que te dan energía para tirar hasta tarde sin comer, justo lo que hace falta cuando vas a una prueba de montaña, que se sabe cuando empieza ¡pero no cuando termina! Así y todo, y como la manga de libres había empezado con su buena media hora de retraso, todavía no habían vuelto los coches a la asistencia cuando a eso de las nueve y media aparcaba al lado del camión de B9 ... que debido a su tamaño no había encontrado hueco más arriba y estaba justo fuera del corte de carretera ¡con tráfico de espectadores por el medio incluido!

Aunque todos comentaban que la carretera estaba fría y que no se podía rodar muy rápido, los cronos les desmentían, sobre todo a Jesús Fernández que ya paraba el reloj por debajo de 2.20. Otro que se había despertado con 'ganas de guerra' era Aznar, que me hacía un atrevido pronóstico: "siempre que somos quintos el sábado hacemos segundos el domingo", mientras que quien quería entrar también en la batalla pero se había quedado sin 'carro de combate' para hacerlo era Huguet, que volvía andando con la lógica decepción pintada en el rostro tras haberse quedado otra vez tirado en la salida con otro problema en esos malditos captadores que, afortunadamente para el veterano piloto ibicenco, los mecánicos de B9 acabarían por solventar a tiempo de permitirle hacer la manga oficial.

Para la subida de entrenos escogía el interior de la curva utilizada el día antes para los libres: la maleza que había en la zona en años anteriores se había retirado y ello permitía un encuadre diferente al de otras ocasiones, captando a los coches desde más abajo del nivel de la carretera lo que permitiría sacar algún que otro 'barrido' más que digno para mis escasas habilidades como fotógrafo ... algo a lo que, he de confesar, ayuda y mucho esto de las cámaras digitales y la posibilidad de 'ametrallar' a los coches cuando pasan por delante del objetivo ... ¡con tantas fotos de cada uno muy malo hay que ser para no sacar siquiera una aceptable! La manga discurría con un par de sobresaltos, el primero el extraño orden de salida de los CM, con los tres 'tenores' del nacional subiendo unos cuantos puestos antes de su turno, y que se debía al notable atasco que se formaba en cada subida cuando todos querían llegar a tiempo para salir en el escaso espacio disponible en la zona de asistencia y de presalida; el segundo el paso justo tras el 206WRC de Flores del coche R lo que nos hacía temer un incidente por parte de cualquiera de los Audis de Borreguero, Tano y Aznar que acababan de subir. Pero no, el problema lo había tenido el que faltaba por salir, Fombona, cuando su A4 se negaba a arrancar. ¡Menos mal que el título ya estaba resuelto porque no me quiero ni imaginar el susto que nos habríamos llevado todos con este inesperado problema de no ser así!

La manga final la veía desde el exterior de la rapidísima primera curva lo que me permitía bajar enseguida a salida nada más subir Fombona para iniciar, de nuevo, la desesperada búsqueda de alguna información sobre el resultado final. Algo que finalmente conseguía aprovechando que uno de los comisarios deportivos solicitaba una hoja para definir que coches debían verificar y, amáblemente, me permitía echar un rápido vistazo que confirmaba lo que los entrenos habían ido dejando entrever: victoria de Jesús Fernández, segunda plaza para Aznar, que cumplía al pie de la letra su pronóstico, y tercera para Fombona. La única ventaja de que casi nadie supiese todavía los resultados cuando los pilotos llegaban abajo era comprobar como, a veces, las sensaciones del que va al volante no tienen porque coincidir con lo que dice el cronómetro. Así que cuando me acercaba al A4 de 'Tano' y le decía que había ganado, y además con un crono buenísimo, un 2:17 a una décima del record de la prueba, no daba crédito mientras me describía su carrera de forma tan sincera como gráfica: '¡pero si he hecho una subida de mierda!'. Parecida sorpresa, mezclada con rabia mostraba Aznar que gritaba "¡en tres cilindros he subido!" cuando le felicitaba por su acertado pronóstico de la mañana y le volvía a preguntar por los ingredientes secretos que debe de tener su desayuno del domingo para permitirle tan increibles remontadas. El que, en cambio, tenía muy claro como lo había hecho y que resultado podía esperar era Fombona: "cometí un par de errores así que estaré en un 19", que era justamente su crono. Cuarto, tras los tres Audi, era Flores que tras perder sus opciones al título el sábado, el domingo ya no se 'tiraba' con la misma intensidad, empeorando su crono de la víspera en algo más de un segundo.

El Peugeot 206WRC del levantino quedaba en el medio de un autentico sandwich triple de Audis, tres A4 por delante y otros tres por detrás, con Borreguero quinto pero más cerca del grupo de cabeza en cronos que de los otros dos superturismos alemanes que le perseguían. De ellos, el mejor tiempo era el de Huguet que, por fin, había conseguido disfrutar del pilotaje del Audi a sus anchas, bajando hasta un muy respetable 2:25 mientras daba espectáculo del bueno en la parte inicial de un trazado que conoce como pocos y que atacaba con decisión desde el primer metro, sin importarle si las gomas estaban más o menos frías, para deleite de los numerosos aficionados situados en las primeras curvas que ovacionaban su paso, decididámente muy 'de lado' para lo que en un ST de estos es habitual. Requejo completaba el festival Audi con seis coches entre los siete primeros, controlando a José Joaquín Fernández, que se le había acercado otra vez en entrenos pero al que distanciaba en la oficial tras variar algo los reglajes para estar más a gusto con el coche y quedarse ya más cerca de sus tiempos del 2007. El 'Mitsu' del piloto de Sant Josep era octavo, cerrando el año con una doble y fácil victoria en grupo N y echando en falta la presencia de su 'eterno rival', el ya campeón 'Curro' Agüí. Sin el andaluz en carrera al simpático JJ le faltaban alicientes aunque no por ello dejaba de dar el máximo como ha venido haciendo todo el año.

Cuando, tras mucho esperar, y tener hasta que enfadarme un poco, acababa por conseguir, finalmente, una hoja de tiempos en la que ver todos estos resultados, ya eran cerca de la una y media, hora a la que, en teoría, debía empezar la entrega de premios en el hotel de Cala San Vicente, donde nos esperaban ya el Presidente de la Española y demás representantes de la nacional para el cierre de este campeonato de España de Montaña 2007. Un certamen que se ha acabado llevando Fombona, por segundo año consecutivo, tras una temporada en la que ha sabido correr cuando hacía falta y 'usar la calculadora' cuando las cosas no venían tan de cara. Algo fundamental en un certamen con un sistema de puntuación que premía tantísimo la regularidad como este. Su triunfo me parece más que merecido y no es sino el premio a lo mucho que el gijonés y su equipo están aportando en pos del despegue a más altas cotas del nacional de montaña. El campeonato está cada año más animado, con un aumento de 'coches gordos' más que interesante, con entrada en liza de pilotos de la 'siguiente generación' como Jesús Fernández 'Tano' la gran revelación del año, con los históricos cogiendo auge tras su tímido estreno del año pasado, con varios organizadores que tratan de mejorar en cada edición de su prueba y con una presencia de público importante en todas y cada una de las subidas. Si, además, se corre tanto como se corre en la parte alta de la tabla y el ambiente es tan bueno entre compañeros de fatigas y rivales de carrera como es el caso, ello hace que esto no pueda sino ir a mejor, porque todos los que han estado este año tratarán, seguro, de repetir ¡y a buen seguro que alguno más se apunta!

Decidídamente, esto de las subidas del nacional me gusta cada día más, y charlando sobre eso y muchas otras cosas más, con las carreras siempre como hilo conductor, pasaba las últimas horas del domingo, con el trabajo ya finalizado y saboreando de un magnífico entrecot en compañía de Juan en la mesa 14 de "Es Mirador des Port", la que ya se ha convertido en 'mi' mesa cada vez que llega el fin de semana de la Subida Isla de Ibiza. Así que, disfrutando de la competición, haciendo cada año más amigos, como Juan, por toda España (gente a la que probáblemente nunca hubiese conocido en otras circunstancias) y teniendo cada día más clientes que confían en nosotros para hacer llegar sus actuaciones en cada carrera del certamen, no os extrañe si ya cuento los días para que empiece cuanto antes la temporada 2008 del Campeonato de España de Montaña. No deja de ser, además, toda una paradoja que esta web, que nació por encargo de los organizadores de aquel campeonato paralelo al nacional, la 'Cita de Campeones', que desapareció justo cuando este proyecto se ponía en marcha, se haya convertido ahora, cinco año después, en algo así como la web 'oficiosa' del certamen nacional. ¡Las vueltas que da la vida!

COPA CM

Roca sumó un triunfo más para Silver en una temporada fantástica para piloto y fabricante

Román acabó el año en lo más alto del podio tras conseguir su primer triunfo con el BRC

Oscar fue tercero los dos días, quedándose el domingo a poco más de medio segundo de la victoria

Con el título ya adjudicado en favor de Pedro Roca en Denia, en Ibiza quedaba en juego el sucampeonato. Pero eso de ser 'el primero de los perdedores' acababa por no tener demasiado aliciente, sobre todo comparando lo exiguo de la recompensa con el alto coste del desplazamiento, así que ni Lauren ni Gorka se decidían a apurar sus últimas opciones en busca de la 'medalla de plata', lo que dejaba a Román como único aspirante al segundo puesto de la general.

Así que, con todas las posibles luchas del campeonato ya resueltas, el interés se centraba pura y simplemente en las dos victorias parciales en juego para las que había tres claros aspirantes: Roca, Román y Oscar Palacio. El asturiano había sido el único capaz de acercarse algo al mallorquín en Denia, dejando los dos pilotos de los Silver Car claramente distanciados al mejor de cada una de las otras dos marcas, Román por BRC y Gorka por Speed Car. En Ibiza, el fabricante catalán no contaba con su piloto más rápido así que la lucha se presentaba desigual con el BRC de Román sólo contra los dos Silver. Además, con Roca corriendo en casa, en unas rampas que nos sirvieron para descubrirle cuando 'volaba' sobre ellas al volante de aquel GT Turbo azul hace sólo un par de años, pensar en que alguien rompiese la racha del mallorquín, que llegaba 'a casa' tras vencer de forma cosnecutiva en las cuatro últimas fases, parecía tarea poco menos que imposible.

Pero Román no había venido a Ibiza 'de vacaciones' y el almeriense a punto estaba de dar la sorpresa el sábado, quedándose a unas insignificantes 69 milesimas de Roca, que sumaba su quinto triunfo consecutivo, aunque con mucho menos margen de lo que yo creo que todos esperábamos. El podio lo completaba, como no podía ser de otra forma, Oscar Palacio, aunque tras el susto de entrenos es de imaginar que tampoco se 'tiraría' totalmente al límite en la oficial, en la que dos segundos le separaban de los dos primeros. Detrás, ya con esa diferencia que marcan los habituales del nacional respecto al resto de pilotos y que viene dada por el altísimo ritmo al que se rueda en el Campeonato de España, se situaban los dos vistosos Speed Car rojos de los pilotos del equipo Monllau Competición, respetando el mismo orden con el que se han clasificado en el regional catalán, Jordi Martínez por delante y Carles Mestres por detrás, puestos que se intercambiarían en la Fase B. Sexto era otro catalán, Francesc Fontanielles y tras él todas las posiciones quedaban tan definidas que, de hecho, el domingo se repetirían exactamente.

Pero lo que si cambiaba el domingo era el nombre del vencedor. Román se había quedado demasiado cerca el sábado como para conformarse con ser segundo otra vez y cuando le preguntaba en la mañana del domingo si se veía con opciones a ganar me respondía convencido de sus posibilidades de victoria. Algo que confirmaba el crono, dándole al almeriense su primer triunfo desde que decidió, a mitad de temporada, cambiar de montura y optar por el BRC CM05. Un triunfo que no hace sino confirmarme algo que vengo sosteniendo desde hace tiempo no se si acertadamente o no: que en CM el coche influye, por supuesto, pero las manos del piloto son un factor tan o más decisivo. Y para creer en esta teoría muy personal me baso en repasar los resultados de estos últimos años de la Copa CM y ver que, arriba y ganando carreras, están siempre más o menos los mismos, los Oscar, Gorka, Román o, este año, Roca, y que todos ellos han sumado triunfos con coches de dos marcas distintas. La gran diferencia del 2007 ha sido que hasta ahora 'el pastel de los triunfos' se lo repartían BRC y Speed Car, mientras que este año Silver Car se ha llevado la 'mayor porción' tras una temporada en la que el coche navarro se ha acabado por convertir en el 'coco' de la categoría en manos no sólo de Roca sino también de Fueyo o Palacio. Ello hace que sean ya tres las marcas ganadoras y que si el campeonato del 2007 empezó de forma apasionante el del 2008 pueda ser aun más interesante. ¡Otra razón más para contar los días hasta que empiece la próxima temporada!