Un poco de lluvia en mayo nunca viene mal, refresca el ambiente y es buena para la agricultura. Lo malo es cuando en vez de un poco cae mucha, ¡y de golpe! Y eso es lo que pasó los días antes de Muncó en buena parte de España y amenazaba con llegar a estas tierras justo para el fin de semana. Porque aunque mientras tanto, en Asturias teníamos, todavía, buen tiempo, las previsiones meteorológicas eran bastante pesimistas para el fin de semana, con aguacero poco menos que garantizado tanto el viernes, día de las verificaciones, como el sábado, el día grande de la 26ª edición de la Subida a Muncó.

Así que aunque el viernes por la tarde la lluvia nos respetaba por completo mientras los equipos participantes pasaban las pertinentes verificaciones en el centro de la Pola, 'hablar del tiempo' seguía siendo el tema de conversación más habitual cuando cruzabas cuatro palabras con pilotos, compañeros de las tareas informativas, miembros de la organización o alguno de ese buen número de amigos que uno ha ido haciendo entre los muchos aficionados que siguen habitualmente las pruebas asturianas. La sensación general era mezcla entre resignación ("¡mañana nos mojamos seguro!") y expectación ("¡con agua hay más espectáculo!"), y aunque uno esté de acuerdo con lo segundo no podía por menos que temer lo primero. Y temerlo por muchas causas, desde las más egoistas ("no me apetece pasarme el día bajo un paraguas ¡y encima preocupado de que no se moje la cámara de fotos!") hasta las más altruistas ("con lo que han trabajado un año más Tino y toda la gente del CAS, es una faena que llueva con lo que eso complica todo"), por no hablar del cierto miedo/respeto que siempre produce una lista de cerca de 80 coches, con muchos pilotos de esos que denominamos cariñosamente "calientes" y que en agua podía dar lugar a una subida en la que hubiese bastante 'chapa'.

Oscar Palacio sufrió en mojado pero se impuso en seco con la Osella y se escapa en el campeonato	Fueyo se mostró encantado con el Silver Car y acabó siendo segundo y primero de CM	Si llega a seguir lloviendo a ver quien hubiese podido batir a Jesús Fernández y el Audi A4

Así que cuando el despertador sonaba a primera hora del sábado (¡no hay forma de dormir la mañana un fin de semana con este trabajo!) lo primero que escuchaba nada más apagarlo y todavía sin salir de la cama, era ese característico ruido de 'agua en la carretera' al pasar los coches por la avenida de delante de casa. Estaba claro ¡hoy nos mojamos! Tras un desayuno rápido y luego de meter alguna bolsa de plástico en la mochila para proteger la preciada cámara de fotos, y coger el paraguas y el chubasquero, llegaba el momento de partir hacia la Pola. Ir a una carrera al lado de casa es toda una bendición cuando se llevan ya unas cuantas bastante lejos este año.
Y además Muncó es, para el que esto escribe, una prueba especial por muchas causas: por ser la primera en la que "citadecampeones" estuvo en directo allá por el 2002, por lo bien que siempre nos trata la gente del CAS y por el hecho de que 'llevamos' desde hace unos años la web oficial de la subida, con lo que a parte del trabajo habitual siempre así que preocuparse de otros aspectos que en otras carreras requieren menos atención a nivel de sacar fotos y demás. Así que, pese a la lluvia (orbayu realmente), el ánimo era bueno. Al fin y el cabo en quince minutos se plantaba uno en la Pola y una vez 'en ambiente', lo mucho que nos gusta esto de las carreras acaba pudiéndo casi siempre con cualquier inconveniente , con lo que la lluvia ya apenas si molestaba.

Un rápido vistazo por la plaza de les Campes nos daba una inesperada sorpresa: allí estaba "Cholo" y su gente de RMC con un flamante EVO9 blanco sobre el que "Luisper" se afanaba en poner pegatinas y que lucía el número cero en las puertas. Con ruedas de 'tacos', suspensiones de tierra y el nombre de Alberto Hevia en las ventanillas traseras, el cocktail era explosivo: ¡menudo espectáculo va a dar Berti con semejante aparato y con lo mojado que está el piso!

Camino de la salida echábamos un último vistazo a las diferentes "zonas de asistencia", lo que nos permitía cruzar las últimas palabras con los diferentes pilotos. Todos lo tenían claro "tal y como está el piso habrá que subir con cuidado" ... aunque ya sabemos que eso se dice siempre antes de subirse al coche porque luego, una vez el casco puesto, el arnés apretado y el semáforo verde encendido, pocos son los que, de verdad, 'suben con cuidado' ... ¡aunque sean entrenamientos! Justo cuando sacábamos unas fotos delante del espectacular despliegue de B9Racing, Fernando Velasco nos 'pillaba a traición' para intervenir en directo en la larga y estupenda retransmisión que la COPE iba a realizar de la subida. La primera reflexión que se nos ocurría, mientras le hablábamos al micrófono justo delante del A4 de Jesús Fernández era :"con esta lluvia el Audi que tenemos aquí enfrente puede ser el ganador". Y es que, aunque seguía sin llover mucho, tampoco paraba de 'orbayar' y el piso iba a estar para pocas bromas, justo lo que le gusta a un tracción total como el superturismo del rapidísimo "Tano".

Entre tanto charlar con unos y otros ya había pasado la hora de salida de la furgoneta de prensa así que había que cambiar el plan inicial, que era 'hacer' la parte media/alta de la subida en entrenos para luego ya estar más cerca de la salida en las oficiales. Tocaba caminar un poco, algo que tampoco le viene mal a alguien como yo que se pasa el resto de la semana sentado delante de la pantalla del PC. Tras un pequeño paseo, llegábamos a la curva 'del muro', esa izquierda con la entrada a un chalet justo en la escapatoria en la que ya habíamos estado otros años y nos parecía buen lugar para ver los entrenos. Eso si, tal y como estaba el piso, lo de ponerse en la rampa del garaje estaba totalmente descartado: si en seco ya es un sitio 'delicado', en mojado la prudencia ha de extremarse aun más, así que mejor subirse al 'prao' del lateral de la curva y, de paso, sacar las fotos desde diferente ángulo al de otros años.

Unos quince minutos después de las once empezaban a pasar los coches previos a los competidores. El 131 de Ferrero ya animaba el ambiente con una cruzada de las suyas (¡que manos tiene Roberto!) y Berti acababa de 'calentar al personal' cuando llegaba 'rapidito', lo 'tiraba' y acababa con dar un trompo y salir de él con cero como si tal cosa. ¿Quien se quejaba ya de la lluvia? ¡Nadie! El orbayu acompañaba toda la manga de entrenos, que se desarrollaba con notable fluidez y terminaba poco más allá de las 12. Viendo salir de nuestra curva totalmente 'de lado' a la Osella de Oscar Palacio estaba claro que en mojado iba a tener muy difícil hacer el mejor tiempo, porque en esas condiciones la caballería del motor BMW 3 litros que la empuja es más un inconveniente que una ventaja. Los numerosos CM eran de los más espectaculares, lo que ya es habitual en seco y se acrecienta, lógicamente, en mojado. Pero el mejor crono no era ni para ellos ni para la barqueta. De vuelta a la zona de salida ya tenía Gil listas las hojas de tiempos, recien salidas de la fotocopiadora, y el primer nombre que aparecía en ellas era el de Jesús Fernández. La lógica de la tracción Quattro y las manos y el arrojo de "Tano" se habían impuesto como, en realidad, era de esperar dado el estado del piso.

Pero con tres horas hasta el inicio de las mangas oficiales había tiempo de sobra para que las condiciones meteorológicas cambiasen. Y eso era precisamente lo que pasaba. Mientras reponíamos fuerzas en uno de los bares cercanos, dejaba de llover, y cuando a las 2 en punto estábamos en salida para 'coger el autobus' que nos subiese hacía la parte alta de la prueba seguía sin caer agua aunque el piso estaba, todavía, bastante húmedo. Luego de subir hasta un poco más allá de la 'curva de les hosties' acabábamos por bajar otra vez y quedarnos en la 'revoltona'. Si normalmente nunca me gusta 'jugármela', cuando el piso está resbaladizo me vuelvo aun más cuidadoso (¡o más 'miedica'!) así que en las curvas de la parte alta no acababa de encontrar un sitio que me pareciese a la vez seguro y apropiado para sacar las fotos, y en la 'revoltona' la escapatoria del exterior tampoco me daba 'buenas vibraciones', con lo que, finalmente, me acomodaba tras la valla del exterior a la salida del viraje. Un ángulo que el doble cero de Ferrero se encargaba de demostrar que era realmente bueno para pillar alguna que otra cruzada ...¡como pasaba el 131! Berti no le iba a la zaga con el EVO9, saliendo menos de lado pero mucho más deprisa ¡y sin dejar de dar gas! y tras él comenzaba la primera oficial.

A medida que iban pasando los primeros participantes el piso se iba secando, pero con todavía muchas humedades en gran parte del recorrido la mayoría optaba por montar gomas con más o menos dibujo pero dejando los slicks para mejor ocasión. La manga iba, de nuevo, realmente rápida y tenía sólo un par de interrupciones, la más larga, de unos diez minutos, cuando Requejo se salía en la parte inicial del recorrido y su Audi quedaba en una posición que podía molestar, con lo que se aprovechaba la habitual pausa entre carrozados y CMs para retirarlo. El último en subir hasta entonces había sido "Tano", que llegaba realmente rápido y hacía una de esas trazadas tan abiertas habituales de los A4 y que les permiten aprovechar al máximo su tracción total para dar las curvas en marchas más largas sin perder empuje.

Pero con el suelo secando los más ágiles CM ya podían competir con la mayor motricidad del superturismo alemán. Y aunque no todos eran capaces de bajar del 2:15 del Audi unos cuantos si que lo conseguían. De ellos, el más rápido era el SpeedCar de Christian Villar, seguido por la unidad similar de Javier Otero, por el Silver Car que pilotaba, por primera vez, Roberto Fueyo y por otro SpeedCar, el de Jesús Alvarez. Pero todos ellos tenían que inclinarse ante Oscar Palacio y la Osella, el único capaz de bajar de 2:10 ... ¡y con mucho! ya que hacía un 2:06.

De todas formas, con el suelo cada vez más seco y teniendo en cuenta que la clasificación se decidiría por el mejor tiempo de las dos oficiales, parecía claro que la primera había sido, más que nada, una sesión extra de entrenos y que la subida se iba a decidir en la segunda oficial. Si en la primera prácticamente nadie se atrevió con los slicks en la segunda estaba claro que si querías optar a algo había que optar por las gomas lisas y con ellas los tiempos iban a bajar de forma considerable.

Como necesitábamos sacar fotos de la zona de salida y la infraestructura de la subida para su web oficial, bajábamos hasta la primera curva para la última manga y acabábamos por ver la partida de los favoritos desde la misma línea de salida. Tras la ensordecedora partida de la Osella de Palacio, esperábamos en la carpa donde estaban instalados el sistema de recepción de tiempos y el estudio radiofónico de la COPE la llegada de los últimos participantes. Con varios de los CM ya en meta el mejor crono seguía siendo el del claro ganador en carrozados, Jesús Fernández. El del Audi había bajado hasta un excelente 2:11 pero con ese crono ya no bastaba para luchar por la victoria absoluta. Los SpeedCar de Otero, Alvarez y Christian Villar rebajaban el tiempo de "Tano" y quedaban todos agrupados en el 2:06, lo que demostraba bien a las claras que los tiempos de antes 'no valían' y que la carrera se iba a jugar a una carta. La barrera de los dos minutos seis segundos la rompía, y de que forma, Roberto Fueyo. Su 2:04 en la que era, realmente, su primera subida en condiciones 'normales' con un coche al que acababa de subirse por primera vez hacía unas horas, era un auténtico tiempazo, lejos del 2:01 de Iván el año pasado pero logrado con un coche 'desconocido' y sobre un trazado que aunque ya casi 100% seco todavía no estaba del todo en las condiciones ideales como para pensar en batir records. Quedaba sólo por conocerse el tiempo de Oscar, un tiempo que, a nuestro lado, esperaba ansioso el propietario de la Osella, Adolfo Posada. Pero aunque los nervios del 'entrenador' siempre son lógicos, porque desde fuera se suele sufrir más que estando 'dentro', la victoria no se le debía escapar al pupilo de Posada. Y así era, con un 2:02 Oscar tenía más que de sobra para sumar su cuarta victoria consecutiva en las cuatro carreras que van de campeonato regional, un campeonato que parece poco menos que imposible que se le escape a Oscar, sobre todo desde que compatibiliza sus participaciones en las pruebas del nacional con el Speecar con las salidas en el regional al volante de la potente barqueta italiana.

Todo habían ido tan rápido y tan bien que no eran ni las seis de la tarde cuando ya estábamos de vuelta en el centro de la Pola viendo llegar los coches al parque cerrado y rodeados de un magnífico ambiente. Al final la lluvia nos había respetado y, en realidad, había contribuido a que el día fuese, incluso, mejor de los esperado. Porque, por un lado, el orbayu que mojó la carretera propició esa dosis extra de espectáculo que siempre trae el piso resbaladizo ... y por otro el 'mal tiempo' disuadió de acercarse a la Pola a la gran mayoría de esos mal llamados aficionados que, por desgracia, tanto abundan en las cunetas y que suelen complicar la vida a todos los demás, desde a los aficionados de verdad a los participantes y los organizadores. Este año había 'menos cantidad pero más calidad' en lo que se refiere a espectadores y salvo las típicas y poco menos que inevitables excepciones (¡pasa en las mejores familias!) el comportamiento del público era realmente correcto, lo que también contribuía que todo saliese muy pero que muy bien.

La ceremonía de entrega de premios, con emocionado y merecido recuerdo a la figura del recientemente desaparecido José Emilio Peña, un hombre que, por muchos años, fue sinónimo de Muncó, servía para cerrar una 26ª edición de la subida polesa que nos dejaba muy buen sabor de boca. Desde luego, de las seis que llevamos ya cubriendo para 'cita', esta del 2007 era la mejor, y sólo nos queda desear que hagamos muchas más y que todas les salgan a la gente del CAS tan bien, por lo menos, como esta.