El campeonato de Asturias de Montaña estrenaba el pasado domingo nuevo escenario en el Occidente de la región. La primera subida Villa de Luarca se presentaba con una lista de inscritos en la que no había mucha cantidad pero si mucha calidad, con abundancia de 'buena maquinaria' y varias novedades absolutas a nivel de nuevos binomio 'coche-piloto' que se comentan con más detalle en la sección de noticias y entre las que destacaban el debut de Oscar Palacio con la Osella de Posada y los estrenos de Iván Suárez y "Viti" Pardeiro con BRC CM05 y del mallorquín Pedro Roca con Silver Car.
La ausencia de muchos de los coches 'pequeños' que suelen poblar la parte inicial de las listas en la mayoría de las pruebas regionales se explicaba por la configuración del recorrido, tremendamente rápido y en el que sin buena caballería era imposible destacar. Una característica esta, la de la rapidez del trazado, que suele dividir en dos bandos irreconciliables a los aficionados: por un lado los que se aburren en subidas de este tipo por considerarlas poco espectaculares, y por otro lo que piensan (¡pensamos!) que la montaña es, ante todo, velocidad ("los 100 metros lisos del automovilismo" como bien la definía no hace mucho Víctor Abraham) y que, por lo tanto, también encontramos interes, y mucho, en carreteras anchas y rápidas como la que albergaba esta primera edición de la subida de Luarca.

Nuestro primer contacto con el trazado se producía en la larga pausa que los horarios decretaban desde el final de los entrenos y el inicio de la primera oficial. Una pausa que uno entiende en pruebas como Pravia o Villaviciosa o Bimenes, con la carrera partiendo del centro mismo de la población y todo el ambiente de carreras en la calle, con el cosiguiente beneficio para el comercio y la hostelería local, que son habitualmente quienes soportan económicamente una parte importante del presupuesto de cada prueba. Pero, en el caso de esta subida de Luarca, con el parque de trabajo a un par de kilómetros de la localidad y la salida de la prueba todavía otros dos kilómetros más allá, nos parece que las cuatro horas entre final de entrenos e inicio de la oficial tienen bastante poco sentido.
El caso es que, ante la perspectiva de estar todo ese tiempo "tirados" en el monte acabábamos por decidir que era mejor aprovechar, por una vez, la mañana del domingo para dormir un poco y llegábamos a la zona de asistencia descansados, ya bien avanzada la mañana y con los entrenos ya disputados. Unos entrenos cuyos resultados ya comocíamos incluso antes de salir de casa gracias a ese milagro que es internet y a ese lujo del que disfrutamos en la mayoría de las pruebas asturianas: los tiempos en directo "de verdad", algo que solemos echar luego bastante de menos en la mayoría de subidas del nacional. Un rápido vistazo a la tabla nos dejaba ver a Fueyo en cabeza y como único rodando en 1:40, y con "Viti" e Iván empezando a coger la medida a sus nuevos BRC secundándolo pero ya en 1:42. De todas formas, se trataba sólo poco menos que de 'ver por donde iba la carretera' así que no se debían sacar conclusiones como demostraba el hecho de ver las dos barquetas de Abraham y Palacio bastante atrás en una subida que les venía como 'anillo al dedo'.

Oscar Palacio no dio opción en su debut con la Osella y ya se escapa al frente de la general	Buen debut de Iván Suárez con el BRC, segundo scratch y primero entre los CM	Jesús Fernández mostró a la afición asturiana lo rápido que sube con el Audi A4 en el nacional

La gentileza de un miembro de la organización que nos subía en coche hasta meta para que buscásemos el mejor sitio desde el que hacer el trabajo fotográfico del día, nos permitía conocer de primera mano el terreno y constatar que, efectivamente, la subida era rápida, muy rápida. Como espectador me hubiese quedado, probáblemente, en la zona entre casas, que tenía pinta de ser de esas que impresionan y en donde se ve quien afloja y quien no. Pero, para hacer fotos, uno que no es un 'crack' a la hora de disparar prefiere elegir virajes algo más lentos y cerrados, que además suelen albergar más público, lo que siempre da más ambiente a las instantaneas. Así que, para la primera oficial nos quedábamos en la segunda de las dos redondas de izquierdas que caracterizaban la parte inicial del trazado, con la intención de bajar hasta la primera de ellas de cara a la última manga.

La larga espera hasta el inicio de las mangas oficiales tocaba a su fin cuando cerca de las 3:30 se escuchaba el inconfundible sonido de un "Mitsu". El rallyeman Félix García oficiaba de "cero" y lo hacía a la perfección, dejando bien claro por sonido y ritmo que la carrera estaba a punto de empezar. Tras el paso de los coches más modestos, que subían ya exprimiendo a fondo sus mecánicas en un trazado realmente poco favorable, las primeras sensaciones fuertes las deparaba el Audi de Jesús Fernández. "Tano" aprovechaba al máximo el ancho de la carretera para subir con su A4 bien arriba de vueltas y empujando a fondo, mostrando muy a las claras lo rápido que se ha adaptado a la conducción del superturimos alemán.

A continuación, y mientras me peleaba con la tarjeta de mi cámara que, de golpe, empezaba a 'hacer cosas raras' y que acabaría con dejarme sin fotos de la mitad de los coches de esta pasada, empezaban ya a subir los CM, que en Luarca eran nada menos que trece. Los SpeedCar GT pasaban deslizando como en ellos suele ser habitual, destacando la cruzada de Christian Villar y la sensación de ir realmente deprisa que dejaba Jesús Alvarez. Los CM de segunda generación tampoco pasaban "por raíles" en nuestra curva, o al menos no el SpeedCar GRT de Fueyo, yéndose tal vez más de morro de la cuenta, ni el BRC CM05 de Iván Suárez, con la trasera tratando de adelantar a la delantera para deleite del público. Más 'por el sitio' veíamos al nuevo BRC de "Viti" y al Silver de Roca. Estilos diferentes en todos ellos pero resultados tremendamente parecidos, ya que apenas si había, finalmente, medio segundo entre el mejor crono de los CM, marcado por Iván, y el cuarto de la categoría, que se adjudicaba Jesús Alvarez. Entre ellos estaban Roca y Fueyo y todos ellos llegando a meta en poco más de 1:40, tiempo que acabaría convirtiéndose en un muro infranqueable para los espectaculares prototipos con motor de moto.

Tras los CM pasaban las dos barquetas dejando sonidos muy distintos que acababan por reflejarse en los cronos: Abraham subiendo con ese estilo tan suyo de ir dando "golpes de gas", Palacio con el BMW de su Osella sonando más 'redondo'. El crono dictaba clara sentencia en favor de Oscar, que paraba el reloj en 1:36:831 por el 1:40:640 de Víctor que le dejaba, incluso, detrás de los cuatro mejores CM.

Si la primera subida se había desarrollado de forma rápida y fluida, la segunda se iba a complicar algo más debido a la avería del 205 de Gustavo Sánchez que obligaba a una larga interrupción para limpiar el terreno. Tal vez entre el largo parón, que siempre 'enfría' los ánimos, el mayor calor que iba haciendo a medida que avanzaba el día y, quien sabe, si algo de suciedad que, pese a todo, pudiese haber quedado en la carretera, el caso es que los cronos no bajaban, o lo hacían muy poco en esta manga final. Entre los carrozados, Jesús Fernández volvía a ser el más impresionante para la vista y el más rápido para el cronómetro, pero se quedaba a tres segundos de su anterior tiempo.
De los CM de delante, Roca arañaba una décima más pero era insuficiente para alcanzar a Iván quien, por si acaso, todavía le sacaba unas milésimas a su tiempo anterior. Roberto Fueyo y Jesús Alvarez empeoraban registros y la mayor mejoría del grupo de cabeza la registraba "Viti" que acababa también por meterse en el 1:40 que parecía ser el límite para los CM en las rápidas rampas de Luarca. La jerarquía entre los CM establecida en la primera oficial no sufría, por tanto, cambio alguno, con Iván por delante de Roca, Fueyo, Alvarez y "Viti" y todos ellos terminando agrupados en menos de un segundo. Y es que por algo los CM se están convirtiendo en el futuro de la montaña: son espectaculres, son (¡relativamente!) baratos y ofrecen carreras así de igualadas ¡Que más se puede pedir!

El paso de las Osellas de Abraham y Palacio ponía fin a esta primera edición de la Subida Villa de Luarca. Víctor se quedaba muy lejos de su crono anterior y acababa por 'marcharse para casa' supongo que disgustado por no poder rendir como le hubiera gustado, mientras que Oscar todavía recortaba en un par de décimas el tiempo necesario para cubrir los 3400 metros de recorrido. La victoria, su segunda del año, era clara y le sitúa como el principal favorito de cara al Campeonato de Asturias 2007 que encara ahora su mes más loco con las tres subidas más emblemáticas: Fito, Muncó y Santo Emiliano agrupadas en seis semanas. Próxima cita, por tanto, el Fito a mediados de Mayo, donde la lucha por el regional suele quedar muy diluida ante la puntuabilidad europea y nacional de la prueba, pero que no dejará, por ello, de ser importante en el devenir del campeonato.