Se inicio el campeonato de Asturias de Montaña 2007, y lo hizo de nuevo en Pravia, que ya se estaba convirtiendo en el habitual estreno de cada temporada regional hasta que el año pasado faltó a la cita. Pero tras un "año sabático", Pablo y toda la gente de Pravia AutoCompetición volvieron a montar una subida realmente notable, y en la que controlar a la masa de incontrolados que se mezclan entre el público ya es, de por si, una tarea como para quitarle a cualquiera las ganas de meterse a organizar. Pero bueno, ya sabemos todos como son estas cosas, así que con paciencia, y gracias al buen dispositivo de seguridad de la organización, las molestias de los "objetivos favoritos de El Buscador de Tele 5" fueron soportables y la jornada discurrió por cauces bastante normales, permitiéndonos tanto trabajar como disfrutar de la competición que era, al final, de lo que se trataba.

De entrada, un vistazo a la lista de inscritos es siempre lo primero que hacemos todos cuando llega cualquier prueba, y más si esta es la que abre la temporada. Hay ganas de ver nuevas máquinas o de comprobar si este o aquel sigue o cambia de montura, así que tras revisar los nombres de los 60 participantes ya podíamos sacar las primeras conclusiones y marcar en el bloc de notas los números de los nuevos coches a ver. De estos últimos no es que hubiese muchos aunque si unos cuantos, como el SpeeCar GT R de "Chemari" o el C2 de Redondo, amen de otros no nuevos pero si poco vistos por estos lares como el Simca del gallego Encinas.
También había más de un retorno, entre los que destacaba la vuelta al regional de Oscar Palacio o de Rafael Guardiola, este último, además, presente como único representante de los otrora numerosos pilotos de fórmulas. Y es que la tendencia parece imparable hacia la desaparición de los monoplazas en montaña, algo que nos cuesta asimilar a los "veteranos" pero que parece ser signo de los tiempos. De hecho, el coche campeón de los últimos años, el venerable Martini F3 de "Monchu", ya anda por "ahí fuera" mientras su piloto era la ausencia más destacada de la lista. Ver al multicampeón regional en traje de paisano, como un espectador más, era todo un signo de que, como decía Bob Dylan, "times are changing!". Y es que la juventud pide paso y en Pravia sólo quedaba Víctor Abraham para defender la causa de los "viejos rockeros" aunque su barqueta Osella no pareciese ir del todo bien en ningún momento ni ser la montura más apropiada para un terreno tan bacheado como el de la subida praviana.

Tras sus dos obligados "años sabáticos", Oscar Palacio volvía a imponerse en una subida asturiana	Julio César Castrillo sumaba una trabajada victoria en carrozados con su espectacular MaxiMegane	La afición no faltó a la primera cita del año, así estaban las "tribunas" de Pravia

Como este fin de semana se iniciaba también el mundial de fórmula 1 y, además, a las horas tan intempestivas que impone una carrera en las antípodas, las pocas horas de sueño entre el final del gran premio australiano y el inicio de los entrenos en Pravia acaban por hacer que se nos "pegasen las sábanas" con lo que nuestra llegada al escenario de la subida (tras largo peregrinaje para aparcar, ¡como estaba Pravia de gente y coches!) coincidía con el retorno de los coches a la zona de asistencia. Así que aprovechábamos ya para hacer la habitual "ronda" por las calles de la localidad entre las que se repartían las zonas de asistencia de los distintos equipos. En el espacio ocupado por los cada día más numerosos SpeedCar de OscarSan Sport la actividad era frenética en el coche de Oscar, que estrenaba una tercera unidad del nuevo GT R tras las dos alineadas por el equipo en Trassierra. Fueyo y Cuevan se quejaban de que el cutoff hacía de las suyas ... ¡estas electrónicas! A su lado, más relajados, estaban los cántabros de Solución Racing, que nos visitaban con su nuevo piloto, Ceballos, para quien Pravia era el debut al volante del BRC que pilotase el año pasado en varias subidas del nacional el andorrano Tony Riberaigua.

Un poco más allá estaban el Maxi Megane de Castrillo, siempre foco de atención para los aficionados, y los dos coches alineados por B9 Racing en esta prueba, con el A4 de Morera causando admiración y con muchos aficioandos preguntando por Fombona y los otros Audis, que volverán a la carga la próxima semana en Moratalla.
Ya en el patio de más arriba nos encontrábamos con el 206 de Miguel Arias, estrenando orgulloso los colores de Asturias Paraiso Natural que defenderá este año en el Desafio Peugeot Nacional, empezando la próxima semana en Villajoyosa. Un repaso por la zona donde se agrupaban los equipos más modestos servía, una vez más, para admirar la afición y las ganas que le ponen todos ellos, y ver como los pilotos son, a la vez, mecánicos, y los amigos, familiares o novias hacen lo que haga falta para echar una mano. Nada del glamour de la fórmula 1 que habíamos visto unas horas antes por la tele pero, sin duda, la misma o, prbáblemente, más pasión y toda la esencia de porque este deporte nos engancha tanto.

Ya camino de la zona de salida, que este año volvía a su ubicación de los primeros años de la prueba, todavía había tiempo para pararse a charlar con el "Mota", admirar el cuidado trabajo realizado en su GT Turbo y disfrutar con el sentido del humor de su piloto cuando nos "pillaba in fraganti" fotografiando el depósito interior de su proto del nuevo grupo XS. Menos ganas de risas había en la asistencia de Víctor Abraham, ya que una rotura del cambio obligaba a trabajar a fondo para tener el coche listo de cara a las oficiales. Víctor, que de esto ya sabe un rato tras tantos años, nos comentaba que en esta subida lo tenía muy complicado. Y no podíamos dejar la zona de asistencia sin visitar el único fórmula en liza, aunque como su piloto, Rafa Guardiola, nos decía cuando le comentábamos que era el 'último de la especie', "bueno, ya sabes que esto no es auténtico del todo, ¡es un poco híbrido!", haciendo referencia al tren trasero "CM" trasplantado artesanalmente al chasis Van Diemen.

Era ya el momento de buscar posiciones para ver a los coches en acción, y el buen tiempo hacía que la espera fuese un poco más llevadera en el punto que escogíamos para empezar: la primera oficial la veríamos desde el exterior de la primera de las populares paellas del trazado praviano. Una vez más nos admiraba la gran cantidad de gente que reune la prueba, y nos espantaba la poca educación de algunos de ellos. Algo que, por desgracia, es el 'pan nuestro de cada día' en cualquier acontecimiento deportivo que congregue a buena cantidad de espectadores.

Poco antes de las 3 subía el "0" llevado por Jorge López y unos minutos después empezaba la acción. La primera mitad de la manga discurría con esa fluidez que dan las salidas a 30 segundos, hasta que el incidente de los GT turbo (que comentamos más ampliamente en la sección de noticias) obligaba a un largo parón que nos servía para recolocarnos en búsqueda de un ángulo diferente desde el que sacar las fotos a los favoritos de la prueba.
Entre estos se producía pronto una baja, al tocar "Mota" en la curva del muro y romper un trapecio, con lo que nos quedábamos con las ganas de ver en acción a su siempre 'atómico' GT Turbo, ahora en versión XS ...¡justo castigo por no haber madrugado para ver los entrenos!

Todos los CM pasaban sin novedad y entre ellos debía estar el más rápido, ya que sólo oír subir la Osella de Abraham indicaba que no iba a estar 'en los tiempos'. Lo que no nos esperábamos es que el mejor crono fuese para Jesús Álvarez. Y no por dudar de la valía del piloto del SpeedCar blanco sino porque, con Palacio y Fueyo presentes, parecía que entre ellos debía de estar el autor del mejor registro. Precisamente los dos pilotos de los SpeedCar GT R eran segundo y tercero, situándose otros cuatro SpeedCar en las siguientes posiciones, lo que configuraba una clasificación con siete coches del fabricante catalán en las siete primeras plazas ¡menudo monopolio!

Entre los carrozados, el Mitsubishi EVO V de José Ramón Rodríguez se imponía al Renault Maxi Megane de Julio César Castrillo, quedando entre ambos el fórmula de Guardiola y la Osella de Abraham. Buenos cronos también para el AX de Bulnes y el Clio de Moro, que se disputaban el grupo A2 y tiempazo del Simca del gallego Encinas, que nos había impresionado al pasar, impresión que quedaba corroborada por su magnífico tiempo en meta, que le metía nada menos que quinto entre los carrozados y claramente primero entre los "no homologados".

Mientras la caravana emprendía camino de vuelta a la salida para iniciar la manga final, subíamos unos metros más hasta la siguiente paella, la de izquierdas, para ver desde ahí la subida definitiva. La cantidad de público en la zona era, si cabe, mayor todavía que en nuestro anterior 'punto de observación' y, también es justo decirlo, su comportamiento mucho más civilizado que hace un par de años cuando en esta misma zona ¡nos tiraron de todo!

Con la tarde avanzando el sol daba paso a las nubes y la temperatura iba bajando. Refrescaba ya bastante cuando empezaba la manga final que sufría un leve retraso mientras la autoridad competente "explicaba a algunos como comportarse". Una vez todo en orden, la ascensión final apenas tenía una breve pausa y nos dejaba, en la misma curva, dos detalles de los que definían la carrera. De los tres mejores en la primera oficial, Jesús Álvarez pasaba muy bien, rápido y sin problemas, mientras que Fueyo llegaba, tal vez, demasiado deprisa a la frenada y no podía meter su SpeedCar en la curva. ¿El resultado? Rueda delantera derecha 'plegada' y adiós a toda opción de seguir hacia arriba. Justo tras él, y con el coche de su compañero de equipo ya fuera de trayectoria luego de la rápida intervención de los comisarios de ruta, pasaba Oscar Palacio. Y lo hacía como solía hacer con aquellos BRC y SpeedCar amarillo y azul hace dos y tres años, en el límite o, quizás, incluso ese poco por encima de él que sólo muy pocos son capaces de alcanzar. La trasera del CM se descolocaba a la salida del viraje, la rueda trasera derecha 'pisaba cuneta' y Oscar seguía 'pie abajo' sacando el coche entre una nube de polvo y una salva de aplausos. La conclusión era clara: "¡si llega arriba gana!". Y justo eso fue lo que pasó, llegó arriba y su crono en meta fue el mejor del día, con lo que la victoria era suya por algo más de un segundo sobre un Jesús Álvarez, que no podía mejorar su registro anterior, y un Javier Otero que heredaba la tercera plaza que, por tiempos, hubiese sido de Fueyo, cuando este era excluido al no poder entrar en el parque cerrado final por sus propios medios luego del toque ya relatado.

El dominio de Gaitero Competición, escudería a la que pertenecen los tres primeros clasificados, se extendía también hasta la cuarta plaza, ocupada por Christian Villar, y el monopolio SpeedCar iba aun más allá, hasta la sexta posición, ya que el quinto, "Chemari", y el sexto Cueva, también llevaban CMs de los fabricados por Delfin La Hoz.

Tras la marea de CM's, marea además casi totalmente amarilla ya que, salvo el de Álvarez, todos ellos van pintados de ese color, llegaba el turno del desenlace en la lucha por la victoria entre los carrozados. Y como el amarillo parece ser que era el color de moda en Pravia este domingo, pues otro coche de este color se imponía. Se trataba del Maxi Megane de Castrillo, que rebajaba su crono anterior lo suficiente como para batir a José Ramón Rodríguez aunque fuese por algo menos de cuatro décimas.

El 'top ten' lo completaban el solitario fórmula de Guardiola y el primer A2, el Clio de Isaac Moro que evitaba otro triunfo de los "amarillos", batiendo por poco al AX de Bulnes. Justo detrás de ambos, Encinas confirmaba su buen andar de la primera manga y volvía a situar su Simca en cabeza de los "no homologados", recordándonos, de paso, los buenos viejos tiempos de los 'sinquillas' en montaña en manos de pilotos que son ya leyenda como Martínez-Noriega o Fermín Vélez.

Se cerraba así el estreno de la temporada de pruebas de carretera en Asturias, con la buena noticia que siempre supone recuperar una prueba que haya dejado de celebrarse, aunque en este caso la ausencia hubiese sido de tan sólo un año. La subida de Pravia, en sólo seis ediciones, es ya casi, casi, todo un clásico de nuestro calendario así que esperamos que en el 2008 y siguientes vuelva a ser la prueba de apertura del campeonato. A los que somos 'veteranos' nos gustan las tradiciones, y esto de venir a Pravia a inaugurar la temporada se ha convertido para nosotros ya en una de ellas.