El triunfo de Hamilton en Hungaroring, que le vuelve a distanciar en cabeza del campeonato, fue sólo la punta del iceberg de un fin de semana lleno de polémicas y en el que el británico presentó, definitivamente, su firme candidatura al título, ya no sólo dentro de la pista sino también fuera. Cuando Lewis decidió 'ir por libre' en la Q3 del sábado, se desencadenó una auténtica guerra en McLaren de la que el mayor perjudicado acabó por ser Alonso. ¡El mundial está que arde! |