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04|11|06 RALLYE DE GRADO| Cto. ASTURIAS de RALLYES| 6ªPRUEBA
Alejandro Rodríguez puso en Grado la guinda a su magnífica temporada con un triunfo absoluto que le valió, además, el subcampeonato de Asturias de Rallyes. Su rápidez en unos tramos superdeslizantes y un pinchazo de Félix García, que ganó todos los tramos menos uno, propiciaron que el C2 se impusiese a todos los Mitsubishis presentes.
CRONICA


El regional de rallyes 2006 se cerraba el pasado fin de semana con la disputa de la cuarta edición del Rallye Villa de Grado, primera de la nueva era de la prueba moscona y que se presentaba tremendamente atractivo aunque el campeonato ya estuviese resuelto. Y es que con tan poquitos rallyes "cien por cien regionales" como tenemos este año, simplemente la disputa de uno ya es noticia y atrae el interés de la afición.

Si, además, se junta una inscripción abundante y con maquinaria y pilotos de todo tipo y para todos los gustos, y un recorrido duro, selectivo y, casi diría, "de los de antes" pues alicientes hay de sobra para irse a las cunetas, sin preocuparse de puntos, campeonatos y otras historias. En esta ocasión se trataba de disfrutar de un rallye sin más ni más, con el ambiente tan especial que las pruebas que sólo puntúan para el regional suelen tener.

Desde que hace unos meses se dio a conocer el recorrido de este Villa de Grado y, sobre todo, tras el aplazamiento de su fecha inicial hasta esta, ya más tardía, de primeros de noviembre, el comentario general era "¡como llueva la criba va a ser importante!". Las carreteras de los alrededores de la villa moscona son de las que patinan ya en seco, como se suele comprobar cuando, cada año, el rallye de Avilés transita por la zona. Así que si aparecía la lluvia la dificultad se iba a multiplicar ... y las sorpresas podrían estar a la orden del día.

Alejandro Rodríguez no desaprovechó la ocasión de sumar victoria y subcampeonato regional

Félix García se llevó siete de los ocho tramos pero no pudo compensar el tiempo perdido por la mañana

Satisfacción en el rostro de otro de los triunfadores del día, César Fernández, tercero scratch con su Clio

Con una mezcla de Mitsus y "coches pequeños" pilotados por gente de esa que se crece cuando el suelo más resbala, a poco que el clima ayudase la pelea podía ser épica. Así que, cuando nos íbamos acercando a Grado por la autopista y, ya a la altura de Trubia, nos encontrábamos con una niebla de esas que no dejan ver más allá del coche que te precede, pensábamos: "¡va a ser un rallye muy pero que muy duro!".

Tras "despedir" a los participantes en la zona de asistencia del mercado nos dirigíamos al cruce más cercano del tramo de Bayo, segunda especial del día. Allí el ambiente era magnífico, con una buena cantidad de aficionados, todos perfectamente situados y con ganas de disfrutar. Y es que una de las ventajas de estos rallyes "regionales" es que la gran mayoría de esos "aficionados de un día" que te amargan la jornada en un Avilés, un Llanes o un Príncipe, se quedan en casa, y los que van son de los que saben de que va esto ... ¡y vaya como se agradece!

Mientras esperábamos el paso de los primeros, la niebla se iba levantando aunque el cielo estaba muy cubierto y la amenaza de lluvia era real. De momento, en todo caso, no llovía pero los cronos de la primera especial dejaban ya entrever que, incluso en seco, los "Mitsus" tenían un duro rival: Alejandro Rodríguez y su C2 R2. El flamante ganador del Trofeo Citroen Nacional sólo era superado en la primera pasada por "El Llanón" por el EVO VI de Félix García, que le aventajaba en poco más de segundo y medio. Ambos tomaban ya ventaja sobre el resto, encabezado por Aquilino quien veía, con preocupación, como el marcador de presión de aceite de su EVO8 daba una lectura más baja de lo aconsejable. Los EVO V de José Ramón y VII de Rubén González "emparedaban" a otro de los que destaca cuando el agarre disminuye, César Fernández y su Clio Fase I. Unos segundos más cedía Carlos Márquez, sufriendo en las empinadas cuestas de un tramo que de llano sólo tenía el nombre, y dispuesto a limitar los daños para jugársela en especiales más favorables, buscando todavía el subcampeonato regional.

Al paso por "nuestro cruce", apenas cuatro kilómetros tras la salida de Bayo, las cosas no podían empezar peor: Aquilino llegaba con las luces de avería puestas y Castrillo no pasaba. El EVO de Llanes Motor iba tocado y su piloto trataba de llevarlo a la asistencia, mientras que el muy esperado Maxi Megane ya se había quedado en la especial anterior, para decepción de los muchos fans que tiene ese modelo desde que Climent lo convirtiese en poco menos que una leyenda de nuestros rallyes.
Quien si pasaba con "pinta" de ir bien era el siguiente en el orden de salida, el Mitsubishi de Félix García, pero para el de Trevías los problemas llegarían un poco más allá, en forma de un pinchazo que le costaba más de minuto y medio y, salvo milagro, toda opción de ganar el rallye.

Como siempre suelo comentar, lo que se ve en una sola curva no tiene porque significar nada en el conjunto de todo el rallye, pero, también es verdad que muchas veces si te da una buena pista de "por donde van los tiros". Y viendo como llegaban y donde frenaban los C2 de Alejandro y Márquez, el Clio de "Santana" y el Saxo de Alberto Redondo, por hablar sólo de los "pequeños" con opciones a puestos de honor, ya te hacías a la idea de que, como lloviese, alguno o todos estos "la iban a liar". De hecho, Alejandro ya la iba liando sin necesidad de lluvia. Para él era el scratch y el liderato del rallye. Y tanto Márquez como "Santana" estaban también en esa dinámica de hacer la vida imposible a los pilotos de los Mitsubishis. El C2 verde era el segundo más rápido en Bayo y se metía ya en el podio, precedido por el EVO V de José Ramón. El Clio marrón se situaba cuarto y al acecho y su piloto "pedía agua" a gritos. El rallye estaba, definitivamente, muy abierto.

La segunda pasada por El Llanón devolvía el dominio a los "Mitsus". Félix calcaba su crono anterior y Aquilino, tras resolver su problema inicial en la asistencia, podía, por fin, correr a gusto. Pero Alejandro apenas si cedía un par de segundos y aumentaba en casi diez su ventaja sobre José Ramón, todavía segundo de la general aunque ya condenado a no seguir y que no tomaría la salida en la siguiente especial. César volvía a dar el do de pecho, se quedaba muy cerca del crono del C2 de "Ale" y le arrebataba la tercera plaza de la general a un Márquez satisfecho, en todo caso, por haber pasado ya el terreno más desfavorable y haberlo hecho con una pérdida razonable respecto a los coches más potentes.

Y entoces las gotas de agua que habían empezado a caer tímidamente minutos antes se convertían en lluvia "de verdad" cuando los de cabeza tenían que afrontar la segunda pasada por Bayo. Y, claro, sin asistencia en ese punto ... ¡todos iban con slicks! Aquello iba a ser una lotería y lo más fácil es que a alguno le "tocase". Y al que le "tocó" fue a Márquez, que llegó a una zona en la que, aparte de agua, parece ser que había también aceite, y se fue derecho contra un muro de piedra. Como resultado: rueda arrancada, abandono inmediato, coche inmovilizado en medio de la carretera y tramo neutralizado con lo que los demás ya se libraban de acabar en iguales o peores condiciones que el piloto de Fios, quien sufría un injusto final a su muy trabajada y meritoria temporada. Con sólo tres coches completando el tramo, y uno de ellos, el EVO8 de Aquilino, haciéndolo "a trancas y barrancas" debido a un toque que dejaba el intercooler dañado y, presumiblemente, vertía aceite sobre una rueda, lo que le hacía ir dando trompos hasta la meta, la decisión de los comisarios deportivos era la más lógica, otrogar a todos los neutralizados el crono de Rubén González, último de los que habían completado el tramo en un tiempo "normal" y sin sufrir problemas.

Así las cosas se llegaba al reagrupamiento y asistencia de mitad de rallye. Tras reponer fuerzas llegaba el momento de montar ruedas de agua y prepararse para los tramos de la tarde. Aunque había dejado de llover, estaba claro que el suelo no se iba a secar y, viendo la cantidad de "chapa" que se veía en del parque de asistencia, lo mejor era optar por la prudencia. Del mercado ya no salía Aquilino, que había llegado con el coche tocado y con la temperatura del agua alta y que, además, se consideraba perjudicado por el tiempo impartido tras la neutralización aunque, en su caso, su crono era el real que había invertido en el tramo, del que era uno de los únicos tres que lo habían completado, así que dificílmente se le podía haber adjudicado otro registro. Y, como nunca llueve a gusto de todos, había también quien se quejaba de lo opuesto, como era el caso de Félix García, quien consideraba que el crono de Aquilino era el que se debía de haber aplicado a todos los demás, lo que le hubiese permitido recortar, de golpe, medio minuto sobre los líderes.

En todo caso, las diferencias a favor de Alejandro Rodríguez era ya poco menos que decisivas y el interés iba a estar más en la lucha por la segunda plaza que en saber el nombre del ganador. La primera pasada por San Pedro confirmaba que Alejandro tenía la situación bajo control. Un enrabietado Félix García se hacía con el scratch pero sólo recortaba dos segundos del más de minuto y medio que le separaba de la primera plaza. Aun en el caso de que le hubisen dado ese medio minuto extra en el tramo neutralizado, Félix no iba a coger a Alejandro. El único objetivo realista que le quedaba al de Trevías era pensar en alcanzar la segunda posición, algo todavía posible al estar en poco más de medio minuto los clasificados del segundo al sexto lugar: Rubén González, Alberto Redondo, César Fernández, Félix García y Emilio Carlón.

La primera pasada por el siempre esperado tramo de La Mortera y su vertiginosa bajada final apenas si cambiaba nada. Félix volvía a ser el más rápido pero Alejandro le marcaba de cerca, administrando a la perfección su ventaja y cediendo menos de cuatro segundos esta vez. La pelea por la segunda plaza era, en cambio, cada vez más cerrada y ya sólo ocho segundos separaban al ahora segundo, César, del quinto, Redondo, y con Rubén y Félix entre medias de ambos.

El interés del último bucle estaba ya todo en esa lucha por las otras dos posiciones de podio aunque, a la vista de los cronos en las primeras pasadas por San Pedro y La Mortera, Félix García era el favorito para la segunda plaza. Y, de hecho, no había que esperar al último tramo para que el Mitsubishi azul y blanco culminase su remontada. Un nuevo scratch, otra vez con Alejandro "a rebufo" sentenciaba también la segunda posición en favor de los hermanos García y dejaba para el último tramo el desenlace en la pugna por ocupar el tercer escalón del podio y, de paso, llevarse la victoria en grupo N, entre César Fernández y Rubén González.

Un último scratch para Félix ...¡si, otra vez con Alejandro ejerciendo de "su sombra"! cerraba el rallye con la noche ya cayendo y las luces de los faros dando aun más ambiente a esa bajada final hacia Grado. El Citroen C2 R2 de "Ale" e "Ire" no podía tener mejor estreno: victoria absoluta y, como premio extra, subcampeonato de Asturias ...¡menuda temporada se ha marcado el de Candás! Un subcampeonato que Alejandro ya consiguiese hace tres años, y con muchos menos medios, algo que conviene recordar para los que acaban de descubrirle esta temporada.

A Félix le quedaba la consolación de ser quien más scratchs había marcado (¡siete de ocho!) y una segunda plaza que le sabía a poco. Quien, en cambio, si acababa contento con su tercer puesto era César Fernández, que cerraba así una temporada realmente magnífica en la que la mecánica le ha respetado, permitiéndole dar el máximo casi siempre, algo que se ha reflejado en los resultados y que, realmente, se merecía el bravo piloto del Tineo Auto Club.

Cuarto acababa finalmente otro de los habituales en los puestos de cabeza en cuanto un rallye se pone complicado, Alberto Redondo. Pese a un toque por la mañana, el de Bimenes no levantaba nunca el pie, y firmaba otro de esos rallyes que le convierten en uno de los favoritos de los aficionados. Categoría en la que pronto va a estar otro piloto de un Saxo gris, el increible Ignacio Braña, que es de esos que suelen cargar con la cruz de números de salida demasiado altos para su auténtico potencial, y que con esta sexta plaza de Grado deberá ser ya de sobras conocido como para que en el próximo rallye le coloquen donde le corresponde ...¡lo más arriba posible!

Con el buen sabor de boca que nos dejaba un rallye realmente interesante se llegaba al final de una temporada 2006 en el Campeonato de Asturias marcada por la vuelta a las "vacas flacas" en cuanto a pruebas regionales que, de forma más o menos habitual llevamos sufriendo en los últimos años. El problema es el de siempre, cada día cuesta más organizar un rallye y eso provoca que si ya es difícil hacer uno sea aun más complicado darle continuidad. De ahí, por ejemplo, que este año se nos hayan "caído" del calendario los del Carbón, Siero y Cangas. ¡Esperemos que este recuperado Villa de Grado se repita el año próximo!

GRUPO S

Julio César Méndez acabó por ganar el grupo S tras la exclusión de Beteta y Alvarez

El grupo S tuvo un desenlace ciertamente inesperado al quedar excluidos los dos primeros clasificados tras la disputa de los tramos, el Sierra Cosworth de Isidoro Beteta y el R5 GT turbo de José Alfonso Alvarez. El primero llevaba llantas de mayor medida de las especificadas en la ficha de homologación y el segundo no aporto en tiempo y forma el citado documento, por lo que la exclusión en ambos casos fue inevitable. Un lástima ya que ambos habían hecho un magnífico rallye, en particular Isidoro, líder de la categoría desde el primer tramo. El segundo del grupo fue, inicialmente, Gabino pero su tan potente como frágil R11 Turbo se acabó por parar a poco de iniciar la segunda especial. Otro de los que contaban para la victoria era el líder de la general del campeonato, Daniel García Merino, quien ya perdió toda opción en el primer tramo, en el que se dejó más de cuatro minutos, para acabar por abandonar a mitad de rallye luego de que su coche no acabase de arrancar a tiempo tras la asistencia del mediodía.
Con todas estas bajas, la victoria acabó por llevársela el hombre más regular este año en el grupo S, Julio César Méndez, siempre en la meta con su afinado Peugeot 205, que estuvo todo el rallye cerca de la cabeza y que acabó por hacerse con la primera plaza tras las ya comentadas verificaciones finales.
DESAFIO PEUGEOT

Sergio González celebró el título con una nueva victoria

El volante RACC Asturias estaba ya casi decidido tras Llanes aunque todavía le quedaba a Fran Cima una remota posibilidad de alzarse con el título que pasaba por ganar en Grado y meterse, además, entre los 10 primeros scratch. Algo, esto último, que parecía poco menos que imposible a la vista de la inscripción de la prueba, por lo que finalmente Fran optaba por pensar ya más en el futuro, dar por bueno el subcampeonato, y salir con un 206 "nacional" tal y como se comenta en la seción "noticias" de este mismo reportaje.
Así que, con el título ya ganado, Sergio González podía dedicarse a disfrutar del rallye y a conducir sin presión, algo que hacía a las mil maravillas, sumando no sólo su quinta victoria del año entre los "desafiantes" asturianos sino, también, acabando nada menos que ¡octavo absoluto del rallye! Nada mal para ir con ruedas de serie en unos tramos tan complicados como los de Grado.
Tras Sergio, se establecía una interesante lucha entre el llanisco Tames y el gallego Oscar López, con ventaja para el primero hasta el mediodía y para el segundo de ahí haste el final del rallye. De todas formas, con la tercera plaza Tames tenía bastante para conservar igual posición en la general final del trofeo, puesto al que también aspiraba López que se tenía que conformar, finalmente, con la cuarta posición del campeonato.
COPA JUNIOR

César Palacio no sólo ganó la junior sino que estuvo cerca de meterse entre los 10 mejores scratch

Los "valientes" de la Junior fueron otros de los que aprovecharon al máximo las difíciles condiciones del rallye para destacar. Tanto César Palacio como Miguel Angel Blanco se enzarzaron en un bonito duelo desde el principio del rallye que les llevó a estar también en la lucha por un puesto en el "top ten" de la general, tal era su elevado ritmo.
Al final Miguel Angel se salía en la primera pasada por La Mortera quedándose César más tranquilo en cabeza y sumando una victoria que ya se había merecido en el Arroes-Gijón-Carreño pero que entonces no pudo concretar llegando al parque cerrado final tras haber sido el más rápido en los tramos.
La segunda plaza entre los Junior fue para otro de los pilotos que causaron sensación en Grado, José Enrique Rodríguez autor de cronos "imposibles" con su AX que le valieron no sólo la plaza de honor en la copa sino también la victoria tanto en la clase 1 como en el grupo S/N.
Cerró el podio el Golf del siempre regular José Ramón Menéndez, ¡que tiene que acabar "mareao" de lo mucho que inclina su volkswagen en las curvas!