Cuando el campeonato está por decidir a falta de la última prueba y hasta el que va segundo te dice, como nos dijo Xavi Riera el sábado a mediodía, que no le importa perder si el ganador es Fombona, piensas: "bueno, por una vez no va a hacer falta tratar de ser imparcial para escribir la crónica ...¡todos queríamos que ganase Fombona!".

Y es que el título de Campeón de España de Montaña que ha conseguido este fin de semana (¡y de que forma!) José Antonio López-Fombona es de esos que dejan contentos a todos. Empezando por el que lo gana, ¡por supuesto! porque al bueno de José Antonio le hacía realmente ilusión ganar este campeonato y, tras la mala suerte de Ibiza, me da la sensación que se le habían aparecido algunos 'fantasmas' que le hacían no tenerlas todas consigo y preferir, casi, ni hablar de cuantos puntos o que resultados necesitaba para ser campeón.

A Estepona llegaba el gijonés con una ídea clara en mente, resolver por la vía rápida, ganando ya el sábado para no aumentar aun más la presión jugándoselo todo a una carta el domingo. Así que cuando conocíamos los cronos de la primera subida oficial, que confirmaban el triunfo de Fombona en la Fase A y, automáticamente, ya sentenciaban el campeonato a su favor, la sensación era tanto de alivio (¡ya está!) como de una enorme alegría. Una alegría que era, además, general en público y rivales.
Y esa satisfacción general que se respiraba tras conocerse ya la resolución del campeonato a su favor tal vez se pueda explicar porque Fombona tiene eso tan difícil de definir y tan fácil de apreciar que llaman 'carisma' y que lo convierten en un personaje querido tanto por los que lo conocen personalmente como por los que sólo lo ven pasar desde la cuneta. Y, os lo puedo asegurar, entre estos últimos no están sólo los asturianos, su afición. Una afición que lo idolatra porque lo recuerda ganando un Príncipe con el 131 Abarth o, si no habían nacido siquiera cuando aquello ocurría, porque lo ha visto entrar a fondo en una curva rápida con la admisión del A4 sonando a tope. En cualquier subida del nacional, durante estos años en que he tenido el placer de seguir sus participaciones en el campeonato de España, rara es la prueba, se celebre en Andalucia, Levante, Baleares o donde sea, donde no se palpa esa expectación que precede a su paso. Esos comentarios de "¡ahora viene Fombona!" expresados con una mezcla de anticipación y admiración. Porque a la gente le gusta su estilo generoso, su garra, su ir siempre a por todas ... por eso este título de Campeón de España que ha obtenido en Estepona ha sido celebrado de forma tan unánime por todos los que de un modo u otro seguimos el nacional de montaña: simplemente ¡se lo merecía!

CAMPEONATO DE ESPAÑA

Fombona celebrando un título tan merecido como aplaudido por todos	Manuel Rueda anduvo rapidísimo con el Clio S1600 de rallyes	Luis Flores pudo con Rueda el domingo pero le faltaron cuatro décimas para ganar a Fombona

Como ya quedaba comentado tras el inesperado desenlace de Ibiza, el campeonato se jugaba en Estepona entre sus dos únicos aspirantes desde hace ya varias carreras, Fombona y Riera. Pese al traspies de la Fase B de la subida balear, el gijonés tenía todavía una importante ventaja, pero el catalán todavía dependía de si mismo y las cuentas estaban claras. No había que darle muchas vueltas: la única opción que tenía Xavi era ganar las dos mangas. Y si era capaz de conseguirlo el título era suyo.

Con Vilariño ausente en Estepona, no habría, además, otros factores que pudiesen interferir en la lucha directa entre los dos contendientes ... o eso pensábamos basándonos en lo que nos habían contado sobre el trazado de la prueba: "es rápida, muy rápida, ancha y con buen piso" decían más o menos quienes la conocían de otros años. Características que hacía pensar en que el BMW 320ST de Riera podía darle, todavía, un último susto al Audi A4 de Fombona. Un coche que era "de estreno" para esta última carrera ya que tras "lo de Ibiza" en B9 no se fiaban demasiado del "Audi amarillo" (¡será por algo que ese color es de mal fario para algunos!) y optaban por acelerar el debut de la última unidad adquirida por el equipo el pasado verano: un A4 "nuevo de paquete" procedente de Audi Sport y que lucía impecable en el angosto espacio de asistencia a disposición del equipo asturiano en las inmediaciones de la salida.

Con todas estas elucubraciones en mente llegábamos el viernes por la tarde a Estepona cuando, tras hablar con alguno de los pilotos que habían estado entrenando la prueba, nos enterábamos de que había llovido los días anteriores y de que aquello resbalaba "una barbaridad". Y, lo siento Xavi, ¡la verdad es que nos parecían buenas noticias! Porque con piso deslizante la balanza se inclinaba del lado de la tracción total del Audi frente a la trasera del BMW y eso ponía las cosas mucho más difíciles para Riera de lo que ya estaban.

El sábado no llovía, aunque había más de una nube amenazante sobre las cimas que rodeaban la subida, pero el estado del piso era, cuando menos, delicado. Con la suciedad y el "barrillo" que se forma en estos casos, la carretera no estaba para bromas y los cronos de los entrenos libres marcaban, por una vez, una tendencia bastante fiable en un aspecto: la subida estaba, casi, más favorable para los coches de rallye que para los superturismos. El ágil Clio S1600 de Rueda y el eficaz 206WRC de Flores se hacían con los mejores cronos, mientras que los dos "duelistas" por el título o se guardaban muchísimo o, simplemente, no habían corrido el menor riesgo sobre una carretera en la que lo más fácil era cometer un error. Fombona era quinto, con un muy alto 3:34, tras los "behemes" de Gaitán y Garrido ...¡y Riera el undécimo a casi siete segundos!

Había que esperar y ver si los entrenamientos oficiales servían para desvelar alguna incógnita en relación a las posibilidades de uno y otro. Con el suelo cada vez en mejores condiciones (o, casi diríamos "menos malas") los cronos bajaban una barbaridad ...¡y Fombona ya era el más rápido! Su 3:22:984 ya sonaba más "realista" y la duda estaba en saber si los casi cinco segundos que le había metido a Riera se debían a que Xavi, viejo zorro en esto de la montaña, se guardaba todavía mucho. Entre ambos estaban Rueda y Flores confirmando que los coches de rallye tendrían todavía mucho que decir en la manga final.

Tras ver las dos subidas anteriores a pie de cuneta, esta última manga había que seguirla lo más cerca posible del monitor de tiempos. Así que nos apostábamos en la salida, justo al lado de donde la gente de MotorInfoService tenía los ordenadores de su sistema de tiempos en directo, y veíamos partir a Xavi y José Antonio desde la misma línea de salida. Y aunque en una subida tan larga como esta, los primeros metros no tienen porque ser determinantes, la sensación que nos daban una y otro era diferente. No se si era más deseo que realidad pero me parecía ver a Fombona mucho más decidido y a Riera algo más dubitativo en esos primeros metros que se veían desde la célula de cronometraje a la primera paella ... ¡ahora sólo quedaba esperar poco más de tres minutos y saldríamos de dudas!
La primera referencia eran los cronos de Flores y Rueda, que dado su alto número de salida hacía ya bastantes minutos que estaban en meta. Ambos habían, prácticamente, clavado sus cronos: los dos en el 3:21 alto con una mínima ventaja de 14 milésimas en favor del malagueño. Así que cuando conocíamos el tiempo de Xavi (3:25,4 ¡peor incluso que el de Aitor Ramirez1) ya no necesitábamos saber más, si Riera no ganaba ... ¡Fombona ya era campeón! Pero José Antonio quería adjudicarse el título a su estilo, atacando en vez de subiendo "con la calculadora conectada". ¡Y vaya si lo conseguía! El Audi número 1 cruzaba la célula de meta unas décimas antes de que pasasen tres minutos veinte segundos desde su tiempo salida ...¡Ya estaba! ¡Victoria y título para Fombona!

Como queda claro desde el inicio de esta crónica, la verdad es que esta vez estábamos tan pendientes de la lucha por el campeonato que seguíamos con menos atención de la habitual las otras "guerras". Pero no sería justo dejar sin mención la gran actuación de Aitor Ramirez, cuarto y primero de los BMWs en este su retorno a una prueba del nacional después de bastante tiempo. O no hablar de otro piloto vasco, el espectacular Bernardo Zozaya, que se ganaba al público con sus cruzadas (¡vivan los "trasión" trasera! gritaba un aficionado malagueño a mi lado tras verlo controlar su M3 en entrenos) y se situaba séptimo a menos de dos segundos del Audi de Borreguero y por delante del de Aznar. Y mención merece también Rafa Ruiz, que ganaba con holgura en el grupo N por delante de Rosales y de JJ Fernández quien, como siempre hace, le echaba valor, se negaba a verse batido de antemano por sus dos rivales (más expertos y mejores conocedores del terreno), y debía de ceder tras darse algún que otro susto, aunque llegaba abajo con ganas de seguir dando guerra al día siguiente. Entonces sólo Ruiz le dejaría sin sumar su primer triunfo con el EVO9, un triunfo que no tardará en llegar.

Otros dos que ya pensaban en las subidas del domingo eran Angel Castro y Julian Maregil, siempre habituales en las posiciones de delante pero que en esta aparecían en esa sección en la que ninguno quiere ver su nombre nunca, la de retirados. Angel se había marcado un monumental trompo en la primera paella, por la que ya había pasado dando espectáculo pero siguiendo para arriba en las dos mangas de entrenos, pero en la que se quedaba en esta ocasión. Y poco más allá había llegado Julian, con una avería en su siempre fiel Saxo que, por una vez, no daba a su piloto todo lo que este le pedía.

Con el campeonato ya resuelto el sábado, la subida del domingo nos la planteábamos casi como un "fin de fiesta". Fombona estaba, lógicamente, contento y relajado, ya con la corona de laurel de los campeones adornando el número 1 en las puertas de su Audi: ahora tocaba divertirse y divertir. Una cruzada "de mundial" saliendo de la segunda curva en la manga de entrenamientos oficiales le valía al ya Campeón de España 2006 la ovación de la mañana por parte de un público entregado y que disfrutaba con el espectáculo. Tras un multitudinario retorno de la caravana a la zona de salida, en el que el siempre "caliente" público andaluz animaba a todos con ese gracejo especial que sólo tiene la gente de estas latitudes, llegaba el turno de la última subida oficial del año. Un último triunfo que Luis Flores estaba convencido de haber hecho suyo tras llegar a meta con un impresionante 3:17:585. "Esto no lo mejora nadie" debió pensar el levantino, y si así fue razones no le faltaban para ello porque era, simplemente, un tiempazo. Rueda, que no había subido precisamente de paseo, se quedaba justo por encima del 3:20, barrera a la que sólo se alzaba uno de los BMW, el de Aitor Ramírez. El Audi de un muy agresivo Aznar era apenas unas décimas más rápido. El Nissan de Castro ya se quedaba en el 3:21. Xavi Riera, no se si entegado o, muy probáblemente, con problemas en su 320ST no bajaba del 3:22:7 y se situaba tras Borreguero.
Sólo quedaba Fombona y a lo mejor alguno podía pensar que con el título ya en el bolsillo se lo iba a tomar con calma ... ¡pero eso es conocerlo poco! De vuelta tras la manga anterior, José Antonio pedía un último esfuerzo a su equipo de mecánicos: hay que cambiar la caja y poner la más 'larga', (¡con una punta de más de 190!). Fombona, ya sin la presión de pensar en acabar, en no cometer errores, en sumar los puntos, iba a hacer lo que realmente le gusta, salir a por todas, salir a ganar. ¡Y vaya si lo hacía! El crono "imbatible" de Flores cedía finalmente, casi media hora después de que el ya ex-campeón de España lo hubiese puesto en lo alto de la lista de tiempos. Por cuatro décimas Fombona sumaba su octava victoria de la temporada (8 de 16, ¡no esta mal!) y cerraba del mejor modo su año, el año en que ha ganado ese título que todos queríamos que ganase ¡enhorabuena Campeón!

COPA CM

Román ganó la Fase A y completó el dominio SpeedCar en la general final de la Copa CM	Gorka se llevó la fase B y de propina la Carrera de Campeones	Lauren acabó el año en alza con el BRC y le arrebató por un punto la tercera plaza a Iván y el Silver

El título de los CM ya había quedado matemáticamente decidido en Ibiza y, realmente, ya estaba claro que iba a ser, de nuevo, para Gorka Apalantza, desde antes de la larga pausa estival. En Estepona quedaban todavía por dilucidar las otras dos plazas del podio final, con tres aspirantes a las mismas, precisamente uno de cada una de las tres marcas involucradas en el certamen, SpeedCar, Silver y BRC. A tierras malagueñas llegaban en ese orden, con el almeriense Román por delante del asturiano Iván Suárez y del canario Lauren García.

La primera incógnita por desvelar, el nombre del subcampeón, quedaba ya resuelta el sábado. Al igual que ocurriese el año pasado en Trassierra, cuando los "no andaluces" del nacional llegaban a una subida larga, complicada y nueva para ellos, los "locales" aprovechaban al máximo su mayor conocimiento del terreno el primer día, especialmente Román, que se imponía en la Fase A y dejaba ya sentenciada la segunda posición de la general final del campeonato a su favor, asegurando, de paso, el doblete para el fabricante catalán SpeedCar.
Gorka "escoltaba" a su compañero de equipo y Lauren se hacía con el tercer escalón del podio, metiendo además entre su BRC y el Silver de Iván al SpeedCar de Alberto García. La lucha por el tercer puesto en la Copa CM se hacía más cerrada aun, todavía con ventaja para Iván pero con Lauren ya muy cerca.

Tras el grupo de cabeza se abría un hueco de un par de segundos, diferencia entre los que todavía se jugaban algo y los que ya pensaban más en acabar el campeonato lo mejor posible que en hazañas mayores. En este segundo pelotón, "Viti" era el más rápido, subiendo con unas gomas ya con "mil batallas" encima. En poco más de un segundo quedaban agrupados Roberto Fueyo, que quería más pero que el sábado no acababa de cogerle del todo el pulso a la subida, Juan Carlos Fernández, rindiendo realmente bien tras un año sin medirse a los "gallitos" del nacional, y Josep María Guitart, que no acababa de dar con los reglajes ideales.

El duelo por la tercera plaza del campeonato se resolvía finalmente el domingo en favor de Lauren García. El canario volvía a demostrar que lo que muchas veces le falta es conocer bien las subidas y que cuando ya tiene referencias del día anterior los domingos es temible. Con Román en 3:10:8 e Iván en 3:10:9, el 3:10:1 de Lauren le daba la diferencia de puntos necesaria para desbancar al piloto del Silver de la tercera plaza de la Copa CM. Quedaba por ver si también le bastaría para cerrar el año con una tercera victoria que unir a sus dos del Fito ... pero al igual que pasaba con Fombona en los turismos, el ya campeón Gorka Apalantza también subía con la firme intención de cerrar el año ganando, cuando se pasaba en la última curva y estaba a punto de perder ahí todo lo ganado en el resto de la subida. Pero Gorka salvaba la situación, cruzaba la meta ¡y se llevaba la última victoria del año por 40 milésimas de segundo!

Con los cuatro primeros en el mismo segundo, asistíamos a uno de los desenlaces más igualados del año. Y, además, el resto tampoco estaban lejos. Fueyo ya le había cogido "el tranquillo" a la subida y se hacía con una quinta plaza que ya le resultaba mucho más satisfactoria. Tres décimas por detrás del asturiano, Alberto García cerraba una segunda mitad de temporada en la que sólo a ráfagas ha mostrado el mucho talento que tiene. Y menos de un segundo tras el jerezano, "Viti" apuraba los últimos restos de goma de sus ruedas traseras para sumar otro resultado válido en una temporada difícil debido al mal que aflige cada vez más a tantos y tantos pilotos: un presupuesto más que ajustado. A continuación, el cántabro Juan Carlos Fernández repetía su octava plaza del sábado, Guitart era noveno acusando una excesiva degradación de sus neumáticos y Angela Vilariñó sumaba el último punto tras ir haciéndose a toda prisa con la conducción del SpeedCar, coche que descubría en esta prueba.

Se cerraba así una temporada del nacional de montaña que ha tenido sus luces y sus sombras. Si tenemos que hacer un rápido balance diríamos que lo mejor ha sido el aumento de coches punteros en la categoría de turismos y la consolidación un año más de los CM pese a todas las trabas reglamentarias. Y lo peor, sin duda, la pérdida de pruebas puntuables, que ha dejado el campeonato reducido a 8 frente a las 10 inicialmente previstas. La montaña seguirá siendo para algunos el "pariente pobre" del automovilismo deportivo pero, pese a todo, o tal vez precisamente por ello, tiene todavía ese encanto y esa personalidad que, a lo peor, se ha ido perdiendo en otras especialidades más profesionalizadas. Así que, recien terminada la temporada 2006 ¡ya estamos deseando que empiece la del 2007!