La llegada de las pruebas de tierra al mundial ha cambiado
la fisonomía que el campeonato ahbía adquirido
luego de los primeros rallyes del año, los siempre
atípicos Monte Carlo y Suecia. El abrumador dominio
inicial de Loeb y Citroen ya no es tal y los Subaru y
Peugeot se están empezando a mostrar como las nuevas
"armas definitivas" para estar delante en el
campeonato. Si a ello unimos la consistencia y madurez
que está mostrando Markko Martin a los mandos del
cada vez más potenciado Focus, está claro
que hacer pronósticos se pone cada día más
difícil lo que es, sin duda, uno de los alicientes
del mundial de rallyes 2004.
En las antípodas hemos asistido a un nuevo duelo
"al segundo" por la victoria con el rallye decidiéndose
sólo al final y con una increible serie de alternativas
y golpes de efecto que empezaron ya con las dos superespeciales
que, si habitualmente son pruebas más de cara a
la galería que importantes a efectos del rallye,
en Nueva Zelanda dieron mucho más de si. De hecho,
las dos primeras pasadas por la superespecial de Manukau
sirvieron ya para eliminar a dos de los ya de por si escasos
coches oficiales participantes. Lo del nuevo Mitsubishi
WRC es ya más que preocupante y hacerse 12000 kilómetros
de viaje para no aguantar ni dos kilómetros en
carrera debe haber sido una de las experiencias más
frustrantes de su carrera deportiva para el veterano Gilles
Pannizzi. Tanto el francés como su compañero
Solberg se quedaron ya fuera de carrera a las primeras
de cambio por un misterioso fallo eléctrico que
dejó a ambos coches sin batería. Un desastre
sin paliativos para el equipo japonés que nos hace
desear que Dani Solá siga su campaña en
el mundial de producción en lugar de subirse al
WRC. Y eso que para Dani, la superspecial también
estuvo a punto de ser fatal con problemas en la centralita
que le hicieron perder unos segundos aunque, por fortuna,
pudo reparar y seguir en carrera.
Ajenos a estos problemas de los Mitsubishi, el resto de
equipos completaron el trámite con scratchs apra
Matin y Solberg y liderato para el noruego de Subaru.
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Solberg
consiguió una muy trabajada victoria
foto
SWRT |
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Gronholm
2º pese a un rallye lleno de contratiempos
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MPT2004 |
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El rallye "de verdad" comenzaba el viernes con
Loeb sufriendo las consecuencias de abrir pista en un
terreno tan particular como es la tierra de Nueva Zelanda
que siempre se vuelve más rápida a medida
que los primeros coches van "barriendo" la pista.
Esta circustancia fue perfectamente aprovechada por Solberg
y Gromholm, con una posición de salida más
favorable, que marcaban el mejor tiempo con exáctamente
el mismo crono.
Solberg y Gronholm se repartían los dos siguientes
scratchs en lo que empezaba a ser un duelo particular
entre ambos por la victoria hasta que el finlandés
cometía un error cerca del final de la sexta especial,
volcando a baja velocidad ¡en la misma curva done
el año pasado tuvo un incidente similar con el
206WRC! Markus se dejaba más de medio minuto en
el incidente pero podía seguir en carrera y para
Peugeot quedaba además el consuelo del scratch
marcado por Rovanpera, autor de un excelente rallye marcando
cronos muy cercanos a los de su jefe de filas.
Harry repetía en la larga "Possum" nombrada
en memoría del legendario piloto local Possum Bourne
fallecido el año pasado, y se hacía con
un sorprendente liderato arrebatándoselo a Solberg.
El noruego reaccionaba atacando en las dos nuevas pasadas
por la superespecial que cerraban el día y recuperaba
el liderato de cara a la segunda etapa.
Lejos en todo momento del ritmo de cabeza, Carlos Sainz
terminaba la etapa en un anónimo séptimo
puesto ya a más de un minuto de la cabeza y quejándose
de falta de confianza en su Xsara luego de sufrir repetidos
problemas con los frenos.
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Rovanpera
llegó a liderar el rallye con el
309WRC
foto
MPT2004 |
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El sábado amaecía con suelo húmedo
tras las ligeras lluvias caidas durante la noche lo que
hacía menos determinante la posición de
salida de los diferentes pilotos en los primeros tramos.
Tras su retraso del día anterior, Gronholm partía
al ataque y se hacía con los dos primeros tramos
pero Solberg mantenía un ritmo lo suficientemente
alto apra seguir de líder y aumentar incluso su
ventaja respecto a Rovanpera que empezaba a verse amenazado
por su compañero de equipo y por el Focus d eMartin.
Lo que ya parecía claro es que el rallye iba a
ser cosa de estos cuatro pilotos ya que ni los Citroen,
ni el Focus de Duval o el Subaru de Hirvonnen eran capaces
de marcar cronos del mismo nivel que los primeros con
continuidad.
Los problemas volvían a aparecer para Gronholm
en la tercera especial del día, al calar el coche
en la salida y sufrir problemas de diferencial durante
el tramo que le retrasaban de nuevo. Solberg extendía
así su liderato aunque el scratch era para Martin
que seguía siendo una amenaza para el líder
de Subaru, como demostraba en el siguiente tramo, Brooks
1, con otro mejor tiempo en su haber.
Tras reparar en el parque de asistencia, Gronholm volvía
de nuevo a la carga, con dos scratchs consecutivos que
le acercaban de nuevo a la cabeza, reaccionando Solberg
con un triunfo parcial en la última especial del
día, luego del fugaz momento de gloria que suponía
para Citroen el mejor crono de Loeb en el penúltimo
tramo.
Al finalizar la etapa, Solberg lideraba con apenas 19
segundos de ventaja sobre Gronholm y 24 respecto a Martin,
mientras que Rovanpera, menos a gusto enesta segundo etapa,
había cedido ya más de cuarenta y cinco.
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Duval
se quedó sin puntos esta vez tras
salirse en Wahanga Coast
foto:
Ford Media |
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La última etapa se presentaba, pues, apasionante
y no iba a decepcionar con continuos golpes de efecto
que mantuvieron el suspense hasta el último tramo.
Tras un espectacular "cuerpo a cuerpo" entre
Gronholm y Solberg en los dos primeros tramos, con un
scratch apra cada uno y la diferencia en la general prácticamente
invariada, la primer pasada por el precioso Wahanga Coast
iba a poner a prueba los nervios de unos y otros. Para
empezar, Duval se salía en una izquierda ciega
y caía a baja velocidad varios metros colina abajo,
arrancando una rueda y hundiéndose en la calsificación.
En la misma curva, Solberg tocaba contra "algo duro"
y rompía la dirección asistida, sufriendo
lo indecible para llegar a meta, mientras que su máximo
rival por el triunfo, Gronholm, se pasaba en un cruce,
calaba y perdía también un buen puñado
de segundos. Un trompo de Rovanpera y otor de Hirvonen
completaban la larga lista de incidencia del tramo y dejaban
a Loeb con el mejor tiempo en la especial tras ser de
los pocos que la completaban sin problemas.
El rallye encaraba así sus tres últimos
tramos con Gronholm de sorprendido nuevo líder
tras su despiste del tramo anterior, marcando otro scratch
y aumentando su ventaja sobre Solberg a 1.9 segundos con
Martin a sólo 12 y a la expectativa de lo que pudiese
pasar. Y lo que pasaba es que Gronholm sufría un
fenomenal trompo tras problemas con su freno de mano que
le hacía no sólo perder el liderato sino
ser alcanzado por el Focus del estonio con sólo
un tramo para acabar.
La última especial, segunda pasada por el tan decisivo
anteriormente Wahanga Coast, era todo un festival del
finlandés de Peugeot que salía "con
el cuchillo entre los dientes" y estaba a punto de
darle de nuevo la vuelta al rallye, quedándose
a sólo 5,9 segundos de Petter Solberg en su lucha
por la victoria final. Martin, pensando más en
los puntos del tercer puesto que le garantizaban el liderato
del mundial, renunciaba a la lucha mientras que por detrás,
Loeb había aprovechado los problemas de Rovanpera
durante el último día apra sumar también
valiosos puntos con su cuarta plaza. Un muy desdibujado
Sainz y el todavía inexperto Hirvonene completaban
las posiciones ocupadas por los coches oficiales, siendo
el punto de la octava plaza para el Peugeot 206 del equipo
Bozian pilotado por el rápido sueco Carlsson.
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