El mundial de rallyes 2004 se inició, como es tradicional,
con su cita más carismática, el rallye de
Montecarlo. Con las nuevas normativas y la evolución
del mundial de rallyes en los últimos años,
poco tiene que ver el "Monte" de hoy día
con la legendaria prueba de los "viejos tiempos"
pero, aun así, la afluencia de público volvió
a ser masiva lo que provocó las ya habituales anulaciones
de especiales por "cuestiones de seguridad".
Entre esta circunstancia, que motivó la no disputa
de la primera especial del viernes y la cuarta del sábado,
más la neutralización de la séptima
especial por el accidente de Vouilloz que bloqueó
el paso del resto de competidores, finalmente sólo
se disputaron 12 especiales completas. Si a ello unimos
la poco numerosa inscripción, diezmada además
por las cambiantes condiciones climatológicas que
motivaron numerosos abandonos por salida de carretera,
el resultado es un rallye en su conjunto bastante decepcionante
que, de todas formas, tuvo sus puntos de interés
y prefigura en buena medida lo que podemos esperar de
las restantes pruebas puntuables para el mundial de este
año
Tras la ceremonia de salida del jueves por la noche, el
rallye propiamente dicho comenzó el viernes por
la mañana con unos tramos en condiciones difíciles
en los que, como es norma en Monte Carlo, la elección
de neumáticos fue fundamental.
El primer líder fue Marcus Gromholm lo que no dejaba
de sorprender, no por dudar de la valía del sensacional
piloto finlandés, sino porque para su 307WRC eran
los primeros kilómetros en competición y
el nuevo Peugeot se mostraba competitivo de inmediato.
De todas formas, los lógicos problemas de juventud
aparecieron pronto, al bloquearse el cambio del 307 cerca
de la meta de la cuarta especial lo que, unido a un toque
con una rama de un árbol que impactó en
el parabrisas del coche, hicieron que Gronholm perdiese
buena parte de la diferencia que llevaba a sus más
inmediatos seguidores, Martin y Loeb, que sería
los autores del mejor crono en Selonet y Piegut respectivamente.
Un nuevo scratch para Gronholm en Laborel era el "canto
del cisne" para el 307 ya que una desacertada elección
de gomas en la última especial del día,
hacía perder a Gronholm casi medio minuto y lo
precitaba a la tercera plaza de la general al final de
esta primera etapa que concluía con el liderato
de Loeb seguido a algo menos de veinte segundos por Martin
y Gronholm.
Sainz era el único del resto que mantenía
"contacto" con los tres primeros aunque no parecía
en condiciones de poder competir en prestaciones puras
con su rapidísimo compañero de equipo en
Citroen.
Peor le fueron las cosas al actual campeón mundial,
Petter Solberg, quien, pese a sus declaraciones de la
víspera en el sentido de que saldría conservador
para no cometer errores, no estaba libre de fallos y tenía
ya un par de sustos que le retrasaban considerablemente.
Justo a sus espaldas se situaba un sensacional Roman Kresta,
haciendo auténticos milagros con un Hyundai Accent
privado que pocas veces en sus tiempos del equipo oficial
se había situado tan arriba. Otro privado que causaba
sensación era el francés Vouilloz, ex-campeón
de mountain bike, que se mostraba rapidísimo con
el 206 de Bozian "destrozando" a su mucho más
experimentado compañero de equipo, el portugués
Campos que acababa pronto fuera de carrera.
Quién también duraba poco en competición
aunque dejaba su sello antes de abandonar era "Gigi"
Galli, el nuevo piloto oficial de Mitsubishi. El italiano
se permitía el lujo de marcar un cuarto scratch
en el tercer tramo y superaba en todo momento y con gran
claridad a su teórico jefe de filas, Gilles Pannizi.
Pero mientras el francés llegaba a la meta aunque
lejos de la cabeza, Galli acababa e la cuneta durante
la cuarta especial poniendo así fin a su corta
pero espectacular actuación.
La segunda etapa se presentaba como muy interesante con
cinco tramos previstos y los tres primeros clasificados
separados por apenas veinte segundos pero entre la anulación
de dos de las especiales y el "mazazo" que Loeb
propinó a sus rivales en la niebla de Saint Antonin,
la clasificación quedó, de golpe, totalmente
definida. Tanto Martin como Gronholm sufrieron además
diferentes contratiempos. El finlandés se salía
ligeramente en una derecha muy lenta pero tremendamente
resbaladiza cediendo unos cuarenta segundos, y el estonio
no se encontraba nada a gusto bajo la niebla, perdiendo
mucho tiempo y teniendo incluso sus más y sus menos
con su copiloto Michael Park que le instaba a rodar más
rápido. Si a esto unimos el abandono de Sainz que
se salía con dureza en una izquierda rápida
al pisar una placa de hielo que no tenía en sus
notas y que le mandaba contra el muro, nos encontramos
con un sorprendente Duval como segundo clasificado aunque
ya a casi minuto y medio de Loeb.
Otras "víctimas" de esta etapa, tremendamente
complicada por la niebla, la nieve y el hielo que aparecieron
en diferentes zonas del recorrido, fueron el segundo piloto
de Subaru, Mirkko Hirvonen, que hasta su abandono estaba
realizando cronos discretos, y los dos privados que destacaron
el primer día, Kresta y Vouilloz. Todos ellos se
salieron de la carretera, y en el caso del francés,
sus accidente fue la causa de la neutralización
de la primera especial del día al quedar el 206
en medio de la carretera obstruyendo el paso. Estos abandonos
auparon al alemán Warmbold a la octava plaza, primera
entre los privados, justo a espaldas de los últimos
oficiales, Loix, autor de algún buen tiempo aislado
con el 307 a medida que iba cambiando reglajes y acertaba
o erraba con los mismos, y de Pannizi que seguía
rodando sin arriesgar más de la cuenta con el Lancer.
La última etapa, dos pasadas por los tramos del
Turini y Luceram, se presentaba prácticamente como
de trámite en lo que hacía referencia a
la lucha por la victoria. Loeb, consciente de su ventaja,
se dedicaba a administrar la diferencia y no corría
riesgos innecesarios, llegando vencedor por tercer año
seguido al puerto de Mónaco en lo que era su segunda
victoria en la prueba ya que en el 2002 aunque también
fue el primero por tiempos, acabó siendo descalificado.
El aliciente de los tramos del domingo estaba en la lucha
por las dos restantes plazas de podio aunque pronto se
vio que Gronholm no iba a arriesgar tampoco más
de la cuenta por lo que los dos pilotos de Ford podían
repartirse la segunda y tercera plaza a su antojo. De
hecho, mientras Martin atacaba, Duval no forzaba el ritmo
siendo superado pos su compañero ya en la penúltima
especial y ralentizando vistosamente a la llegada de la
última "por si acaso" ya que, aunque
nadie quería hablar claramente de órdenes
de equipo, en Ford si dejaron claro que su objetivo este
año es luchar por el título de pilotos con
Martin, por lo que el estonio debía de terminar
delante de su compañero de equipo. Con este magnífico
resultado de conjunto, Ford se hace además con
el liderato en el campeonato de marcas al sumar una buena
cantidad de puntos con sus dos coches.
La única otra escudería que consiguió
llevar a la meta sus dos vehículos, también
ambos en posiciones de puntos, fue Peugeot, con Gronholm
cuarto y Loix finalmente quinto al aprovechar el belga
los problemas de Solberg en la segunda pasada por el Turini.
El noruego llegaba demasiado rápido a una izquierda
y ya no podía entrar en la siguiente derecha golpeando
contra las rocas y dañando la suspensión
delantera lo que, ante la ausencia de asistencia antes
de la última especial, le obligaba a rodar despacio
hasta la meta, siendo rebasado también con Pannizi.
El de Mitsubishi llevaba así al Lancer WRC a un
inesperado sexto puesto en su debut aunque el coche no
se mostró en ningún momento capaz de mezclarse
en la lucha por las primeras plazas.
Entre los privados si que hubo cambio de líder
ya que Warmbold golpeó contra la pared de roca
en un rápida derecha quedando inmediatamente fuera
de carrera lo que dejó su octava plaza de la general
en manos del suizo Burri a los mandos de un Subaru Imprezza.
Ahora, en apenas dos semanas, mucha más nieve (¡o
al menos eso se espera!) en la segunda cita del campeonato,
el Rallye de Suecia, donde efectuarán su debut
los aspirantes al mundial de producción, categoría
para la que no puntuaba el Montecarlo y que contará
con importante presencia española, nada menos que
tres pilotos (Solá, Pons y Fombona) acompañarán
a Sainz en Suecia elevando a cuatro el número de
nuestros representantes en la cita nórdica.
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