Excelente debut de México como anfitrión
de una prueba del Mundial de Rallyes. La primera cita
sobre tierra de la temporada era muy esperada por todos
los equipos, tras los siempre atípicos rallyes
invernales de MonteCarlo y Suecia, y ha servido para demostrar,
una vez más, que este es un campeonato donde va
a primar la regularidad y en el que los errores se pagan
muy caros.
El Rallye comenzó con unas condiciones de piso
húmedo inesperadas, producidas tras las fuertes
lluvias caidas la noche anterior, y que condicionaron
fuertemente el desarrollo de la primera etapa.
Con la nueva normativa de la FIA obligando a elegir las
gomas a utilizar un mes antes del rallye, más la
prohibición del uso de ouvriers, la elección
de neumáticos se convirtió en un factor
determinante. Mientras que todos los equipos calzados
por Michelin optaban por unas gomas más anchas
y de poco dibujo, los Subaru partían con unos Pirelli
más estrechos y con una banda de rodadura más
eculpida que se revelaban como la opción más
adecuada. Solberg marcaba así el primer scratch
por delante de Martin y Gromholm.
El noruego se mantendría ya en cabeza durante los
cuatro tramos de la jornada, alternándose los scratchs
entre el piloto de Subaru y el siempre rapidísimo
Citroen de Sebastien Loeb, lo que hacía presagiar
otro extraordinario duelo entre ambos, en la línea
del mantenido el año pasado en la tierra de Australia.
Lamentablemente para el espectáculo, al llegar
al parque de asistencia de final de etapa, el Subaru de
Solberg se negaba a arrancar por un problema de batería
y la posterior ayuda externa recibida por el equipo para
introducir el coche en el parque, le costaba al vigente
campeón mundial cinco minutos de penalización
y toda opción a la victoria.
El liderato pasaba así a manos de Loeb, seguido
de cerca por Gronholm y Sainz. Un poco más retrasado
venía Martin tras sufrir un espectacular trompo
en 6ª durante el último tramo que le costaba
medio minuto.
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Arriesgando
menos que otras veces, Martin se llevó
la victoria
foto
Ford Media |
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La segunda etapa se convertiría en un auténtico
"festival Solberg" con el noruego, enrabietado
tras la penalización del día anterior, marcando
un ritmo imposible para el resto de sus rivales que le
servía para anotarse los seis tramos del día
y remontar hasta la 5ª posición.
De todas formas, Petter no podía ya inquietar a
los líderes del rallye. Entre estos, el vuelco
se producía tras finalizar la sexta especial al
verse obligado a abandonar el hasta entonces líder
Loeb. El francés había golpeado los bajos
de su coche con una piedra perdiendo todo el aceite y
viéndose obligado a abandonar en el enlace pese
a sus esfuerzos intentando realizar una reparación
de emergencia.
La baja de Loeb unida a los graves problemas en la dirección
asistida del 309WRC de Gronholm, que volvía a fallar
por tercer rallye consecutivo, y un rocambolesco incidente
con la elección de gomas por parte de Sainz y Citroen,
al dar por error el número de unas gomas usadas
como ruedas a montar para los últimos tres tramos,
dejaban el liderato en manos del Focus de Martin, menos
agresivo que otras veces pero obteniendo el máximo
de los errores y problemas de sus rivales. Sainz "limitaba
los daños" y conseguía incluso arrebatar
a Duval en última instancia la segunda plaza en
la general lo que, unido a los diez segundos de penalización
por retraso en un control que recibía Martin, dejaba
la lucha por la victoria muy apretada entre el español
y los dos pilotos de Ford.
Esta segunda etapa sería también fatal para
las aspiraciones de Rovanpera. El finlandés estaba
haciendo un buen rallye en su debut con el 309WRC, marcando
cronos bastante más cercanos a Gronholm de los
que Loix consiguió en los dos primeros rallyes
del año. Desgraciadamente para Harry, la pérdida
de una rueda y la rotura, también en su coche,
de la dirección asistida, le hacía ceder
media hora y le hundían en la tabla
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La
poca fiabilidad del 309WRC alejó
a Gronholm de la cabeza
foto:
MPT2004 |
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El último día se presentaba pues como un
duelo Martin-Sainz con Duval, muy regular, tercero y a
la expectativa de lo que pudiese pasar en cabeza.
Sainz partía al ataque igualando prácticamente
con Martin en la primera especial y recupernado casi tres
segundos en la siguiente al marcar el scratch. Pero las
aspiraciones del español se quedaban en una cuneta
del tercer tramo del día. Carlos llegaba, según
sus propias palabras, "un poco pasado" a una
derecha y ello unido a unos ligeros problemas de frenos
que se le había presentado unos kilómetros
antes, acababan con el Xsara "recostado" sobre
un lateral. Pese a la rápida intervención
de Marc Martí y los pocos espectadores que había
en la zona, el incidente les costaba más de un
minuto que les relegaba a la tercera plaza, con lo que
toda aspiración a la victoria se esfumaba a falta
todavía de tres tramos.
Sin la amenaza de Sainz, Martin se lo podía tomar
ya con calma hasta el final, dejando los scratchs para
Gronholm y Solberg. El finlandés estaba ya condenado
al sexto puesto desde el día antes, salvo abandonos
de los de delante, dadas las diferencias, mientras que
el noruego conseguía finalmente ganar una plaza
a costa de su compañero Hirvonnen, para terminar
cuarto.
La llegada a la meta suponía, por tanto, un inesperado
doblete para Ford que el equipo M-Sport, en su participación
número 100 en el mundial, celebraba por todo lo
alto. Además del triunfo, Ford se destaca en cabeza
del certamen de marcas y Martin iguala en cabeza del de
pilotos con Loeb por lo que el fin de semana fue realmente
perfecto para el equipo de Malcolm Wilson.
En el resto de equipos no había tantos motivos
para la alegría. En Citroen, decepción por
el abandono de Loeb y los problemas de Sainz, en Peugeot
enfado monumental de Corrado Provera ante los repetidos
problemas de fiabilidad de los nuevos 309WRC y en Mitsubishi
resignación ante la evidente falta de competitividad
del nuevo Lancer WRC. Sólo Panizzi consiguió
llegar a la meta, marcando el punto de la octava plaza
pero viéndose incluso superado por el Hyundai Accent
privado del rápido finlandés Jussi Valimakki.
Quienes si estaban más satisfechos pese a la mala
suerte del primer día eran los hombres de Subaru.
El nuevo Imprezza WRC2004 se ha mostrado extraordinariamente
competitivo, al menos en manos de Solberg, lo que les
da gran confianza de cara al resto de rallyes de tierra,
superficie que, no olvidemos, es la mayoritaria en las
pruebas del mundial.
El campeonato se encuentra, por todo ello, tremendamente
abierto ahora mismo con Loeb, Martin y Solberg como hombres
más rápidos en las pruebas disputadas hasta
ahora y con Sainz y Gronholm también cerca de la
cabeza. La regularidad va a ser clave dado la longitud
del certamen y su sistema de puntuación, por lo
que no cometer errores se va a convertir en la clave para
estar arriba a final de temporada.
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