Mónaco fue fiel a su tradición y deparó
una de esas carreras llenas de incidentes y golpes de
efecto que han hecho de la prueba monegasca toda una leyenda
de la Fórmula 1.
Si en algún sitio se podía romper la imparable
racha triunfal de Schumacher y Ferrari ese eran las calles
del Principado, y si algún equipo podía
conseguirlo ese parecía Renault.
Lo que pocos esperaban es que al final ocurriese y, sobre
todo, que el encargado de batir por fin a los coches rojos
fuese Jarno Trulli. El italiano está haciendo una
temporada sensacional pero la atención mediática
que suscita a su lado Fernando Alonso hace que, a veces,
sus actuaciones pasen desapercibidas. En Mónaco,
Jarno se encargó, ya desde los entrenamientos,
de revindicar para si toda esa atención, y lo hizo
a lo grande, marcando una fantástica pole que en
el circuito urbano de la riviera francesa suele equivaler
casi siempre a la victoria.
La parrilla de salida presentaba un aspecto inusual, no
sólo por la pole del piloto de Pescara, si no porque
para encontrar al primer Ferrari había que irse
hasta la tercera línea, al haber hecho Schumacher
sólo el quinto mejor tiempo, superado por Button,
Alonso y su hermano Ralf, que compartía primera
fila con el Renault de Trulli.
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Barrichello
gris pero tercero al final
foto:
Bridgestone |
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La arrancada es siempre el momento de máxima tensión
de un gran premio, y en Mónaco esa sensación
se acreciente. El corto sprint hasta el "embudo"
de Saint Devote volvió a demostrar que los Renault
siguen siendo imbatibles en las salidas, con Trulli conservando
sin problemas su privilegiada primera plaza y Alonso superando
de un golpe a Ralf y Button para ponerse a espaldas de
su compañero en segunda posición. Ambos
Renault empiezan, de inmediato, a marcar un ritmo imposible
de seguir para el resto, pero su inicial escapada se ve
cortada de raiz por el primero de los incidentes que marcaría
el desarrollo de la carrera. El motor Honda del BAR de
Sato "revienta" de forma harto espectacular
en la segunda vuelta, y la densa hmareda blanca que sale
de sus escapes provoca el caos a sus espaldas. Coulthard
frena tal vez con demasiada brusquedad y Fisichella que
venía lanzado por detras se encuentra con la pista
taponada y colisiona violentamente con la trasera del
monoplaza del japonés. El Sauber hace rodillo y
sale despedido volcando aparatosamente en el medio de
la pista. Por fortuna, es más el susto que el daño,
y el piloto romano sale ileso del golpe que obliga, lógicamente
a la intervención del Safety Car para neutralizar
la carrera mientras se procede a retirar los monoplazas
accidentados y a limpiar la pista.
Tras volver el Safety Car a boxes y reanudarse la carrera,
los dos Renault vuelven a imponer su ley escapándose
gradualmente y haciendo pensar que, tal vez, vayan menos
cargados de combustible que el resto. Algo que no sucede
a la vista de las primeras paradas en boxes que se producen
prácticamente a la vez para todos los equipos punteros
y que confirman la sorprendente superioridad de los Renault
a los que sólo parece amenazar el Ferrari de Schumacher
que aprovecha a la perfección la priemra tanda
de repostajes para remontar posiciones tras haber perdido
mucho tiempo en las primeras vueltas bloqueado tras el
McLaren de Raikkonen.
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Se
rompió la racha de Michael
foto:
Bridgestone |
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Con la carrera siguiendo a ritmo muy vivo, siempre con
Trulli por delante seguido de cerca por Alonso y con la
diferencia variando, sobre todo, a tenor del tráfico
de doblados que uno y otro se va encontrado por el camino,
llega el momento decisivo del gran premio. Fernando se
apresta a doblar al Williams de Ralg Schumacher que rueda
ya muy retrasado debido a persistentes problemas de cambio.
El alemás, pese a rodar más lento y haber
sido advertido con banderas azules de la presencia del
español, no parece darse mucha prisa en hacerse
a un lado. Así, ambos llegan al tunel y ahí
se produce el desastre. Fernando no quiere esperar, Ralf
no acaba de apartarse con claridad y el resultado es que
el Renault se encuentra, en pleno tunel, en el exterior
de la trazada y a toda velócidad en paralelo con
el Williams. El resultado no puede ser otro que un fuerte
golpe del R24 contra las protecciones de la zona izquierda,
lo que, lógicamente, deja al asturiano fuera de
carrera cuando estaba ante una extraordinaria ocasiónd
e obtener la victoria o al menos la segunda plaza.
La nueva intervención del safety car tiene también
consecuencias importantes e imprevisibles. Michael Schumacher,
que rueda primero tras el coche de seguridad, frena bruscamente
en pleno tunel para calentar sus frenos y Montoya, que
le sigue en el orden de pista aunque realmente circula
con vuelta perdida, no puede evitar golpear al Ferrari
que sale despedido contra las vallas en prácticamente
el mismo sitio donde Alonso dejó sus ilusiones
de ganar la carrera. Con el alemán y el español
fuera de carrera casi a la vez, Trulli se queda casi sin
enemigos, pese a la furiosa carga final de Button que
acabará por alcanzarle asunque nunca tendrá
ocasión depoder superar al Renault de italiano
que consigue así su primera victoria en un gran
premio ¡y nada menos que en Mónaco!
El podio lo completa un gris Barrichello, que en ningún
momento mostró posibilidades de luchar por el triunfo
con su Ferrari pero que aprovechó a la perfección
los numerosos abandonos para subirse al podio. Tras él
un simepre agresivo Montoya que, fiel a su estilo, no
se rindió nunca y protagonizó un par de
adelantamientos "imposibles" al propio Montoya
y a Heidfeld, de esos que se ven poco, y menos en una
pista como la del Principado.
Al final, lógica euforia en Renault tras un triunfo
importantísimo para la marca francesa que, estamoss
eguros, de poder elegir donde ganar, habría elegido
Mónaco por el insuperable impacto publicitario
que sigue teniendo la carrera que se celebra en sus calles.
Sólo faltó que Alonso hubiese podido evitar
el incidente con Ralf apra que el fin de semana hubiese
sido perfecto para los hombres de la marca del rombo que,
sin casi tiempo para saborear la victoria, ya están
pensando en como poder repetir un resultado de este tipo
en las pistas "normales", empezando por el próximo
domingo en casa de los Schumacher. |