El mundial de rallyes 2003 ha sido uno de los más
igualados y emocionantes que se recuerdan. Con nada menos
que seis vencedores diferentes en los catorce rallyes
que compusieron el campeonato y cuatro pilotos y dos marcas
con opciones al título hasta la última prueba,
el desenlace final en el clásico rallye de Gran
Bretaña fue, casi, lo peor del año dadas
las espectativas previas a la prueba. La obligada renuncia
de Burns por motivos de salud y el temprano abandono de
Sainz tras el extraño incidente de la camara de
televisión, dejaron a Solberg prácticamente
sólo en cabeza camino del título de pilotos
mientras su único rival, Loeb, debía alcanzar
la meta a toda costa para asegurarle a Citroen el título
de marcas.
Pero para llegar hasta ahí antes pasaron muchas
cosas, empezando con el tradicional MonteCarlo
que supuso todo un aviso de las intenciones de Citroen
en su primer año completo en el mundial. El triplete
de la marca de los "chevrones", con el jovencísimo
Loeb por delante de sus experimentados compañeros
McRae y Sainz, tendría finalmente mucho más
significado que un simple resultado sorpresa propio de
las siempre alternas condiciones de piso del rallye monegasco.
En Suecia parecía que se restablecía
la "normalidad" con claro triunfo del campeón
en título Gromholm en el único rallye 100%
invernal que queda en el campeoanto. De hecho, Marcus
encadenaba una racha de tres victorias en cuatro carreras,
sólo interrumpida por el magnífico triunfo
de Sainz en el nuevo rallye de Turquía,
que podía hacer pensar en un retorno al dominio
del finlandes y su 206 WRC en la línea de lo acontecido
en el 2002. Pero un más atento análisis
de estos cuatro rallyes dejaba ya indicios de que la situación
no era, ni mucho menos, la de la temporada anterior. En
Suecia, Makinen mostraba ya los primeros signos de competitividad
del Subaru, en Turquía Sainz daba a Citroen su
primera victoria en tierra, en Nueva Zelanda,
el nuevo Focus se mostraba temible en manos de Martin
y en Argentina sólo una penalización
en un control horario privaba a Sainz de un segundo triunfo.
De hecho, Gronholm no volvería a pisar el peldaño
más alto del podio en lo que quedaba de temporada
y mientras tanto su compañero en Peugeot Richard
Burns, a base de terminar siempre entre los primeros,
era líder de la general sin ganar un solo rallye.
A partir del Acrópolis comenzaba
el recital de la nueva generación de pilotos llamada
a dominar el mundial en los próximos años.
En Grecia Martin conseguía su primer triunfo con
el Focus, en Chipre Solberg estrenaba
su casillero de victorias del 2003 y en Alemania
Loeb volvía a demostrar que, hoy por hoy, es casi
imbatible en asfalto con el Xsara WRC. El ciclo de vencedores
se repetía en los tres siguientes rallyes, con
Martin obteniendo un prestigioso triunfo en Finlandia,
Solberg venciendo en Australia y Loeb
volviendo a dominar en asfalto, esta vez en SanRemo.
Precisamente el piloto francés se convertía
a estas alturas del campeonato en el máximo favorito
tras su soberbia actuación de Australia donde lucho
por la victoria hasta el final por primera vez en un rallye
de tierra, demostrando que no era sólo un "especialista
de asfalto" como muchos habiamos imaginado. Con las
dos siguientes pruebas a disputar sobre asfalto, Loeb
parecía encaminado a dar la gran sorpresa pero,
justo cuando la situación era más favorable,
una salida de pista mientras lideraba en Corcega,
dejaba el triunfo en manos de Petter Solberg quien a punto
había estado de no tomar la salida debido a un
accidente en el shakedown. El noruego aprovechó
al máximo la extraordinaria competitividad de los
Pirelli sobre agua y se hizo con la victoria mientras
que Sainz se situaba en cabeza del campeonato a base de
estar siempre cerca de las primeras plazas lo que hacía
aumentar al máximo la expectación de cara
al rallye "de casa".
Con la afición española llenando las cunetas
del Cataluña pese a las nuevas
restricciones de público impuestas por la FISA,
Sainz lo intentó todo para obtener un buen resultado
que le permitiese llegar al rallye de Inglaterra con ventaja
pero, primero el empuje de Loeb y después un problema
eléctrico bajo la lluvia de la última etapa
le retrasaban. Precisamente la lluvía sería
decisiva permitiendo una nueva remontada de Solberg con
los "milagrosos" Pirelli y un increible "tour
de force" final de Panizzi que superaba a Loeb en
la última especial y daba a Peugeot unos puntos
que mantenían a la marca del león en la
lucha por el título.
En Inglaterra Solberg no daba opción
y Citroen se llevaba el título de marcas que era
el principal objetivo del fabricante galo completándose
así una temporada que ha marcado, sin lugar a dudas,
el final de toda una generación de pilotos. De
hecho, tanto Tommi Makinen como Colin McRae decían
adios al campeonato en Gran Bretaña, el finlandes
de forma voluntaria al anunciar su retirada y el escocés
obligado por las circustancias al no encontrar volante
para el año que viene. Con Burns también
fuera por sus problemas de salud y Auriol anunciando también
su retirada, prácticamente sólo queda Sainz
par defender las opciones de la vieja guardia en la que
podría ser su última temporada. Pero tiempo
habrá para analizar que puede dar de si el campeonato
2004. En las siguientes páginas, accesibles desde
el menú situado en la parte superior, os ofrecemos
un completo resumen gráfico y estadístico
de este apasionante mundial 2003 que, con el tiempo, puede
llegar a convertirse en todo un clásico de la historia
de la especialidad.
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