Empezar nuestra temporada de ‘viajes de carreras’ con el más largo de todos los previstos para el 2014 (¡más lejos de Asturias ya no nos pueden poner una prueba del nacional sin salirnos de la península!) tiene la ventaja de que a estas alturas del año las energías están más intactas que cuando ya lleva uno no se cuantos meses de aquí para allá. Así que, ya puestos, casi mejor hacer primero los desplazamientos más lejanos, justo lo que nos toca esta temporada con las dos primeras pruebas del nacional de montaña en Andalucía (la recuperada Estepona y la clásica Ubrique) seguidas por el primer rallye ‘peninsular’ también en el sur (el Sierra Morena cordobés). Tal vez por ello, y porque, después de todo, ya hacía demasiados meses desde mi última visita a una cuneta (¡allá por agosto en Peña Cabarga!), la lógica ‘pereza’ que siempre acompaña a la idea de iniciar un viaje tan largo era menor en esta ocasión.

Además, el contraste entre mi anterior viaje a Estepona, (¡allá por el 2006! pincha aquí si quieres releer el reportaje de aquella prueba) no podía ser mayor. Entonces había hecho el largo desplazamiento en avión (con los buenos precios que me había buscado Geli, salía ‘menos caro’ que yendo sólo en coche) lo que, en principio, parecía garantía de mayor rapidez y comodidad… aunque luego entre retrasos, overbookings, niebla y demás inconvenientes típicamente ‘aéreos’ acabase por tardar tanto o más que si hubiese atravesado la península sobre cuatro ruedas. En esta ocasión ese era el método a utilizar, pero en buena compañía ya que, un año más, arrancamos la temporada junto a nuestros ya habituales cámaras de TVMotor en las pruebas de los nacionales de rallyes y montaña, Jose y Corsino. Con ellos ocupando los asientos delanteros y encargándose de llevarme hasta Estepona, aprovecha el largísimo viaje para montar la ‘oficina móvil’ en la parte de atrás del coche, desde la que seguía de cerca el rallye de Portugal mientras escribía la crónica sobre el rally de Canarias que encontraréis en otro apartado de esta web.

Entretenido con los tiempos online, el twitter y mis elucubraciones sobre el rallye canario, las diez horas y pico de viaje no me parecían tantas. Y aunque una vez llegados a Estepona, el laberinto de típicas calles estrechas de los pueblos andaluces nos hacía perdernos más de la cuenta (especialmente porque unas obras cortaban justo el paso que el GPS se empeñaba en indicarnos como camino correcto), el buen humor no nos abandonaba, y la excelente temperatura, unida al buen ambiente del centro de la localidad, hacían que la ‘cervezita’ en una terraza antes de cenar nos supiese aun más a gloria de lo que siempre suele saber en estos casos.

El sábado, el plan de trabajo era claro, había que sacar todas las fotos e imágenes posibles de asistencia antes de empezar las subidas, ya que el nuevo recorrido de la prueba iba a complicar mucho eso de ‘ir y venir’ entre tramo y asistencia que suele ser lo que nos gusta hacer habitualmente. Respecto a la subida del 2006, la del 2014 arrancaba tres kilómetros antes, haciendo que lo que entonces había sido la zona de asistencia (situada en los márgenes de la carretera) fuese ahora tramo (con un par de zonas en bajada incluidas), mientras que el parque de trabajo se situaba en esta ocasión en una mucho más amplia y apropiada ubicación, justo en el borde del casco urbano… con la única desventaja de que se encontraba a kilómetro y medio de la salida. Como, además, el resto del trazado de 2006 se mantenía, el recorrido se alargaba hasta superar los siete kilómetros, convirtiendo la subida a Peñas Blancas, con sus empinadas rampas en su parte final que tanto juego dieron en la pasada vuelta ciclista a España, en la más larga de las previstas este año en el nacional de montaña.

Por fortuna para nosotros, tan largas distancias las íbamos a cubrir durante todo el fin de semana con gran rapidez y comodidad gracias al eficiente servicio de furgonetas de prensa que la organización, dirigida por el siempre entusiasta Rafa Arjona, había previsto para facilitar los movimientos de la prensa acreditada. Un servicio que siempre se agradece, como era de agradecer también la magnífica iniciativa de situar una serie de andamios en varias curvas del trazado, desde los que se podía trabajar con comodidad y seguridad (salvo uno que, con buen criterio, ordenó desmontar el delegado de seguridad de la española por estar en una escapatoria algo ‘comprometida’). Una idea realmente buena de la que nos gustaría tomasen nota en el resto de pruebas del campeonato.

Con el sol ganando la partida a las pocas nubes que se vislumbraban en un horizonte sobre el que se recortaba el peñón de Gibraltar y al fondo del cual se vislumbraba incluso la costa norteafricana, pasábamos toda la jornada del sábado siguiendo desde diferentes curvas del recorrido las cuatro mangas, dos de entrenos y dos oficiales, previstas para la primera jornada, mientras que el domingo, ya con material ‘de acción’ más que de sobra, lo dedicábamos a la zona de asistencia y la salida, completando de ese modo tanto la recopilación de información y datos como el material gráfico necesario. Con todo ello elaboramos este primer reportaje del año, que hemos decidido estructurar en tres capítulos más, dedicado cada uno de ellos a las tres categorías en que se dividen este temporada los participantes en el Campeonato de España de Montaña.

Asimismo, tenéis al final de la página nuestro amplio resumen en vídeo sobre la prueba, en el que se incluyen las entrevistas al final de la misma con varios de los participantes. Un reportaje en el que tratamos de cubrir todos los aspectos de la competición y que, en la siguiente cita del campeonato, Ubrique, se verá complementado con nuevos contenidos para el resumen que realizaremos por encargo de GarajeTV y que, esperamos, sea el primero de muchos con la montaña como protagonista. Porque precisamente uno de los problemas del campeonato es su escasa difusión así que estamos deseando aportar nuestro granito de arena para que eso cambie y, en ese sentido, la nueva cadena temática del motor está trabajando para que sea posible. A ver si entre todos lo conseguimos, porque la montaña y sus protagonistas bien que se lo merecen.  

CATEGORÍA I:
UN ASUNTO DE FAMILIA

El tan deseado retorno de las ‘barquetas’ al nacional de montaña, para formar la nueva ‘categoría 1’ del certamen, se saldó en Estepona con la presencia de dos de estos vehículos que, para muchos, siguen siendo la esencia de las ‘carreras en cuesta’. Uno de ellos era la ya conocida Norma ‘3 litros’ pilotada en campañas anteriores por Andrés Vilariño y a cuyo volante se iba a estrenar su hija, Ángela. Y la otra, la que será la montura de Andrés para esta temporada, era el primer ejemplar que veíamos en España de la última ‘criatura’ de Osella, la magnífica PA2000 de motor 2 litros con la que el piloto oficial de la marca, Christian Merli, se permitía el lujo el año pasado, en el campeonato italiano, de ‘echarle carreras’ al poco menos que todopoderoso e imbatible binomio formado por Faggioli y la FA30 de ‘conducción central’ y propulsor de 3000 centímetros cúbicos.

El que sólo haya dos participantes en una categoría nunca es buena noticia, y viene a demostrar, una vez más, eso que ya hemos comentado en infinidad de ocasiones cuando se reclamaba el retorno de las barquetas y los fórmulas en montaña, o el de los WRC o kitcars en los rallyes: el problema poco menos que endémico de falta de participantes que venimos sufriendo desde hace años en los nacionales de montaña y de rallyes no es debido (o no principalmente, al menos) a que puedan o no participar determinados tipos de vehículos, sino a la nefasta combinación de costes cada vez más altos, crisis económica general y alicientes cada día menores para invertir en las carreras. Una ‘tormenta perfecta’ que venimos sufriendo desde hace ya demasiados años y que se está llevando por delante a gran número de participantes.
 
Por todo ello, el que en Estepona tuviésemos sólo dos participantes en la ‘categoría 1’ era poco menos que previsible… como, me temo, es de esperar que no vayan a ser nunca más allá de tres o cuatro los que se junten, como mucho, en alguna prueba del nacional este año. Y eso, contando con que se confirmen las noticias que nos llegaban la pasada semana desde Italia, sobre la compra de otra PA2000 por parte de Oscar Palacio, (lo cual, por cierto, igual es un típico ejemplo de eso tan italiano de ‘si non é vero é ben trovato’) y esperando ver en las subidas asturianas del nacional a la ya conocida Norma 2 litros con la que Ángel Candás ha competido de vez en cuando en el regional.

En todo caso, menos es nada y ‘por algo hay que empezar’, así que tratemos de ver el vaso ‘medio lleno’: después de tantos años añorando las barquetas, ya las tenemos aquí otra vez. Ojalá hayan vuelto para quedarse y su número aumente hasta una cantidad suficiente para que la nueva ‘categoría 1’ sea algo más que el ‘asunto de familia’ al que estuvo reducida en Estepona. Una ‘pelea familiar’, eso si, no exenta de interés por el singular enfrentamiento que propone: de un lado la experiencia de Andrés aliada a la mayor ligereza y agilidad de la nueva Osella 2 litros, del otro la juventud de Ángela acompañada de la superior potencia de la Norma 3000. Un duelo que en Estepona deparó un claro ‘tres a cero’ a favor del dúo Andrés-Osella, resultado en cierto modo ‘excesivo’ en su rotundidad, sobre todo a la vista de los tiempos del domingo, cuando Ángela se quedó a apenas medio segundo de lograr inaugurar su casillero de victorias, pese a haber podido rodar menos el día anterior a causa de los problemas con la batería que la dejaron sin participar en la carrera 2. La rapidez con la que la menor de la saga Vilariño se fue adaptando al radical cambio que supone pasar de pilotar un CM a ‘domar’ la potencia bruta de la Norma augura más de una ‘riña familiar’ (riña ‘deportiva’ naturalmente) y le añade un aliciente extra a este esperado retorno de unos coches que, para los montañeros, no han dejado nunca de ser el auténtico símbolo de la especialidad.

CATEGORÍA II:
¿PODRÁ ALGUIEN GANAR A JAVI VILLA?

La pregunta que abre este apartado diría que resume en una sola frase lo que puede ser el campeonato de la categoría 2, hasta ahora reservado a los CM y en la que esta temporada están incluidos también los denominados ‘siluetas’, vehículos representados en nuestro nacional de montaña por el fantástico Audi A4 DTM de José Antonio López-Fombona. El hecho de que los dos campeones del 2013 compitan este año en la misma categoría no deja de ser todo un aliciente, tanto para los aficionados como para ellos mismos, ya que ambos casi se puede decir que la pasada campaña llegaron a ‘aburrirse’ (aunque los dos son demasiado prudentes y respetuosos con sus rivales como para decir algo así) a fuerza de ganar con la facilidad con la que lo hicieron la mayoría de las veces.

De entrada, el duelo se presenta desigual si nos basamos en los datos del año pasado, con clara ventaja para Villa y el CM frente a Fombona y el DTM, con la única duda de la rapidísima ‘rampa da Falperra’, donde, ausente Javi, José Antonio logró mejores tiempos que Alarcón, que fue el ganador entre los rápidos protos con motor de 1000cc.

Pero también hay que tener en cuenta que el año pasado el Audi del gijonés iba con ‘sobrepeso’ debido a los lastres que se le aplicaban por cada victoria más el que le añadió por reglamento. Así que, una vez devuelto el A4 a su ‘peso ideal’, teníamos curiosidad por comparar sus prestaciones respecto a los CM en Estepona, trazado totalmente nuevo para Villa y ‘medio nuevo’ para Fombona, ya que el recorrido en el que logró su primer título, allá por el 2006, era el que este año se encontraban todos los participantes a partir del kilómetro tres y pico de subida. Desafortunadamente, una inoportuna avería en la bomba de agua del Audi nos dejaba con la duda aplazada hasta Ubrique, ya que a Fombona y su DTM sólo teníamos ocasión de verlo en la asistencia, quedando el gijonés totalmente inédito en el que era su estreno en la nueva categoría 2.   

De todas formas, la ausencia del Audi no dejó sin alicientes ni rivales a Villa. De los primeros, él mismo se ponía el reto de ‘echarle carreras’ a las barquetas, logrando en la carrera 1 uno de esos ‘imposibles’ a los que ya nos empieza a tener acostumbrados: conseguir el mejor crono absoluto de todos los participantes, batiendo en algo más de un segundo a la Osella PA2000 de Andrés Vilariño, que llegaba a meta con el susto que siempre supone pisar fuera del asfalto y ver las vallas más cerca de la cuenta. En las dos siguientes subidas de carrera, el ‘imposible’, por pura lógica, ya no se volvía a repetir, no en vano la referencia anterior que había de un enfrentamiento entre Javi con el BRC y una PA2000 eran los alrededor de 20 segundos que le separaban de la Osella de Merli el año pasado en cada subida a los 5075 metros del Mont Dore. Una diferencia de 4 segundos por kilómetro que dejaba bien claro el inmenso margen de mejora que aun tenía Andrés a medida que le fuese sacando más partido a su nuevo ‘juguete’ y que se evidenciaba en la segunda oficial del sábado y en la del domingo, cuando ya batía al CM, aunque fuese por 2 segundos en la carrera 2 y 4.8 en la 3, diferencias logradas, además, en algo más de 7 kilómetros de recorrido y, por tanto, aun muy lejanas a las conseguidas en la subida francesa por el sensacional piloto oficial de la marca italiana pero más que suficientes para ponerse ‘fuera del alcance’ de Villa y el B49.

Y si ‘pegarse con las barquetas’ cubría de sobra para Javi el apartado de ‘alicientes’ que ofrecía la subida de Estepona, en el de ‘rivales’ iba a estar asimismo bien servido, pese a que la participación de CMs alcanzaba poco menos que sus mínimos históricos, con sólo cinco coches en la línea de salida: dos BRC más (el B49 de Jairo Pesquera y el CM05EVO de Jonathan Alvarez), y dos Silver (los S2 de Joseba Iraola y Antonio de los Ríos). De ellos, era el asturiano afincado en Marbella, Jonathan Alvarez, el que se encargaba de meterle presión, y de la buena, a Villa. Motivadísimo en una subida que es poco menos que su segunda casa, el de ‘Marbellastur’ se empleaba a fondo desde el primer momento y aunque no conseguía batir a Javi, algo que hasta ahora sólo ha hecho, y en una sola manga, todo un mundialista como Dani Sordo en aquella inolvidable subida a Liébana de 2012, si que se acercaba mucho, especialmente en la carrera 2 del sábado, en la que cedía apenas segundo y medio, lo que en 7350 metros de complicado recorrido como el de Peñas Blancas es un margen realmente mínimo.

Así que, finalmente, tampoco en Estepona consiguió ninguno de los competidores en su categoría batir a Javi Villa, pero la pelea fue interesante y nos sigue quedando la duda de ver donde estará Fombona con el DTM respecto a los CM. Descubrirlo será uno de los focos de atención a final de mes en Ubrique, donde, además, se cumplirá justo un año del estreno, tanto por Javi como por José Antonio, de sus actuales monturas, por lo que ambos tendrán buenas referencias para medir sus progresos y posibilidades. Como, además, seguro que Jonathan Alvarez va a volver a ‘darlo todo’ pues nos acaba ocurriendo lo mismo que con la categoría 1, pese a la floja participación vamos a ver el vaso ‘medio lleno’ y esperar que, a falta de cantidad, tengamos al menos calidad.

CATEGORÍA III:
EL RETORNO TRIUNFAL DE AZNAR

El cambio de normativa técnica del nacional de montaña 2014 ha supuesto la aparición de una nueva categoría, la 3, en la que están incluidos los GTs y turismos de los ‘viejos’ grupos A2 (en el que ahora ya no entra el Audi DTM de Fombona), A y N, de los nuevos grupos R(1,2,4,5), los históricos (grupo H) y los vehículos que no pertenecen a ninguno de ellos y que en años anteriores quedaban relegados al apartado ‘regional’, rescatados ahora para el nacional a través del denominado grupo E1. Una buena idea, esta última, ya que, en teoría, podría animar a volver al Campeonato de España de montaña a coches como los BMW M3, los AX A1/2, los GT Turbo, etc… aunque, me temo, visto lo visto en Estepona, que servirá, sobre todo, para ‘maquillar el resultado’ en lo que a número de participantes se refiere, ‘engordando’ las listas del nacional con los coches y pilotos de cada zona que competirán sólo en las pruebas ‘de casa’… ni más ni menos que como venían haciendo hasta ahora, con la única diferencia a efectos del campeonato de que sumarán puntos y entrarán en la clasificación nacional además de en la regional (lo cual nos parece muy bien, por cierto).

De hecho, en Estepona, el total de participantes en esta nueva categoría 3 (los ‘carrozados’ de toda la vida, para entendernos mejor) era de apenas una treintena. Y de ellos, no más de una decena serán habituales seguidores del campeonato a lo largo de la temporada. En principio, y a la espera de que en Ubrique pueda haber nuevas incorporaciones (¡ojalá!, en ese reducido grupo deberían estar, de los presentes en Estepona, los andaluces José Antonio Aznar y Manuel Maldonado, de vuelta al campeonato con los Porsche que ya utilizaron el pasado año en pruebas de su región, el catalán afincado en Madrid Pedro Morera con su precioso Subaru Impreza S12 WRC, el incombustible levantino Raúl Borreguero y su espectacular Mosler, el catalán Sergi Pañella, los asturianos Angel Paniceres y Jesús Chao y el andaluz Blanco Rosales, todos ellos con ‘Mitsus’ del grupo N, y el dúo de participantes en históricos del año pasado, es decir Clemente con su Seat 124 ‘atómico’ y Noguera con su evocador Lotus Elan. Si acaso, de los presentes en Estepona, tal vez se anime también a hacer el campeonato el británico Mike Andersson, habitual participante en el andaluz de montaña y que nos comentó el domingo su intención de salir de la región para competir en más pruebas con su interesante Ginetta GT4.

Y de entre este reducido ramillete de pilotos y coches debían, por lógica, salir tanto el ganador absoluto como los vencedores en la mayoría de los grupos en liza, con la única excepción del E1, en el que todos eran ‘de casa’ y complicado parece que ninguno se anime a seguir el campeonato, y el A2, que contaba con sólo tres inscritos, todos ellos ‘locales’, aunque con el aliciente de ver en acción al ‘circuitero’ Salvador Tineo, con el Clio Sport que el año pasado pilotaba en el CER, y al joven Lirola, que salía con un 207 THP manteniendo en las listas del nacional el apellido hecho popular por su padre compitiendo durante muchos años con aquellos atronadores BMW M3.

Como ya quedó explicado al principio de este texto, la lejanía de la zona de asistencia y lo largo del recorrido hacían que el sábado lo pasásemos ‘en el monte’, lo que unido a que los tiempos en directo no eran tan en directo (solían aparecer los cronos en grupos de cinco o seis pilotos cada vez) hacían que se tardase algo más de lo habitual en conocer los resultados de cada manga. Pero viendo el ritmo al que pasaba por delante de nosotros el Porsche de Aznar ya en la primera de entrenos los pronósticos estaban claros, el almeriense iba a ganar, y además con claridad. Y, efectivamente, así era ya en la carrera 1, en la que José Antonio imponía su Porsche con más de nueve segundos de ventaja sobre el Subaru de Morera, al que le empezaba a hacer ya ‘de las suyas’ la mecánica de su sofisticado WRC, fallando el ‘launch control’ que, cuando funciona bien, le hace salir desde parado como si lo acabase de proyectar una catapulta. Aun arrancando despacio, Morera conseguía la segunda plaza, superando en algo menos de cuatro décimas a Borreguero, nada contento con la estrecha chicane situada en la parte más rápida de la nueva zona inicial del recorrido y por la que el ancho Mosler pasaba muy a duras penas, y cediendo caso diez segundos respecto al ganador, ¡todo un mundo!

Más distanciado aun, pero sacando a su vez amplia ventaja el resto, terminaba el cuarto clasificado, Sergi Pañella, que se estrenaba con buen pie en el nacional dominando con holgura el grupo N al volante del EVO IX con el que el extremeño Eduardo Noriego hacía lo propio hace un par de temporadas. El ritmo del piloto catalán era muy superior al de sus rivales en la categoría, que iniciaban ya en la carrera 1 el cerrado duelo que mantendrían todo el fin de semana y que en este primer asalto se decantaba a favor del malagueño Blanco Rosales por delante de los asturianos Ángel Paniceres y Jesús Chao.

Entre los EVOs de Pañella y sus tres lejanos perseguidores en el grupo N se intercalaban dos GTs, el Ginetta de Mike Andersson, que lograba la quinta plaza entre los carrozados (tercera de su grupo), y el Porsche de Maldonado, que subía con la presión extra de tener detrás a un Aznar pletórico que cruzaba la meta a menos de diez segundos tras haber tomado la salida medio minuto por detrás.

Las posiciones de la carrera 1 se iban a repetir en su mayoría en las otras dos subidas oficiales del fin de semana, casi sin más cambios que los debidos a las bajas que se producían ya en la segunda. El primero en caer era el Ginetta de Andersson, con un problema en la bomba de aceite que acababa causando la rotura del propulsor, un rugiente V6 procedente de los famosos pickup Ford F150 americanos que, como nos comentaba el muy simpático piloto inglés, es casi de serie pero, aun así, entrega alrededor de 375 caballos, lo que no está nada mal para mover los poco más de 1000 kilos del bonito deportivo procedente de las islas, al que esperamos ver de nuevo en acción en Ubrique… si la fábrica tiene tiempo para reparar la avería ya que, según nos decía Mike nada más ‘dar parte’ del problema por teléfono, tienen auténtico ‘overbooking’ en este inicio de temporada dado el gran éxito de ventas que están teniendo con sus modelos para las copas de circuitos británica e italiana.

La siguiente baja respecto a los que habían terminado en los puestos de cabeza en la primera oficial era la del Subaru de Morera, al que veíamos fallar visiblemente cuando pasaba ante nosotros durante la última subida del sábado, en lo que no era sino el agravamiento de las ‘dolencias’ que ya le habían aquejado en las mangas de la mañana. El sistema ‘antilag’ acababa por romperse y a Pedro no le quedaba más opción que llegar a meta a paso lento y tener que resignarse a guardar el precioso WRC en el camión ya que la avería era imposible de solucionar ‘in situ’.

Así que, si quitamos a Morera y a Andersson de la clasificación con que había terminado la carrera 1 ya tenemos la de la 2, de nuevo claramente dominada por Aznar, ganador con casi ocho segundos de ventaja sobre Borreguero, cinco de las cuales se debían a una penalización que sufría el levantino al haber tocado con su Mosler en la chicane, castigo que, por cierto, también le había ‘caído’ a Aznar en la manga previa de entrenos.

El hueco en el podio de carrozados que había dejado Morera lo ocupaba Pañella, otra vez muy destacado de los otros tres EVOs de Grupo N, entre los que esta vez el segundo puesto era para Chao por delante de Rosales y Paniceres. Y, al igual que en la carrera 1, por delante de ellos y por detrás de Pañella acababa el Porsche de Maldonado, que ascendía a la cuarta plaza de la general de categoría 3 aprovechando las ya comentadas bajas.

Los históricos también tenían un día movido, no clasificándose ninguno de los dos, ni el Lotus de Noguera ni el SEAT de Clemente, en la carrera 1. Noguera si era de la partida en la 2, en la que ya estaba sólo entre los grupo H una vez que el 124 de su rival no pudiese volver a la acción después de un fuerte golpe en la primera de entrenos que destrozaba la parte delantera derecha del 124 y le obligaba a cargarlo en la plataforma y tener que renunciar al resto de subidas del fin de semana.

Por lo que respecta a los demás grupos, eran ya todos para los pilotos andaluces. En el A2 la victoria en las dos carreras del sábado era para Lirola con el Peugeot 207, tras completarlas sin problemas y a buen ritmo (se metía en el top ten de ambas) mientras que a su principal rival, Salvador Tineo, le pasaba ‘de todo’, rompiendo un palier camino de la primera manga de la mañana y, tras lograr reparar a tiempo de competir al menos en la última, ceder el cable del acelerador antes de la salida, dejándole con las ganas de debutar en montaña por un día más. En el A, ganado con lógica holgura por Morera en la carrera 1, su avería en la 2 dejaba la primera plaza en poder del rápido y espectacular piloto local Roberto Igeño, al que daba gusto ver ‘tirarse’ con su inmaculado Saxo en la zona de bajada de la parte inicial del recorrido para acabar no sólo ganando su grupo sino terminando además en la octava plaza absoluta de carrozados por delante de otro Citroen, el más moderno C2 R2 Max del rallyeman Oscar Gil, otro de los que llamaban la atención por su elevado ritmo. Y en el ‘nuevo E1, Amador Jaén era el más rápido en la carrera 1 con su siempre tan bien presentado como ‘apretado’ R5 GT Turbo, cuya mecánica cedía por la tarde dejando vía libre al bonito Opel Manta 400 de Armando Díaz.

El domingo, la consecuencia de tantas averías e incidentes del día anterior era que apenas poco más de veinte carrozados competían en las mangas de la carrera 3, siendo el resultado de la subida oficial un calco en las cuatro primeras plazas del registrado en la 2. Aznar seguía inalcanzable, dando todo un recital con su Porsche para sumar su tercera victoria del fin de semana sin tener que bajar tiempos (su mejor crono acabó siendo el de la carrera 1 del sábado). Y aunque Borreguero no se rendía y se acercaba bastante, aun así eran más de tres segundos y medio los que separaban al Mosler de la victoria. Cinco más atrás concluía Pañella para sumar ‘tres de tres’ en el grupo N, y a casi siete del podio se quedaba Maldonado, pese a que la progresión en sus cronos era notable entre la primera y la última manga del fin semana, síntoma más que evidente de que aun necesita kilómetros para empezar a sacarle realmente partido al Porsche.

El duelo por el segundo puesto del grupo N se decantaba por segunda vez a favor de Blanco Rosales, que era quinto scratch entre los carrozados, completando en esta ocasión el podio de los ‘derivados de la serie’ Ángel Paniceres, que se imponía en la última manga a Jesús Chao. Por delante de ambos acababa Salvador Tineo, sexto de categoría 3 y primero del grupo A2, al que su Clio permitía, por fin, tomar la salida y llegar a meta, produciéndose de este modo su deseado debut en montaña. Y es que, aunque el joven piloto malagueño lleve ‘toda la vida’ en las pistas, nos confesaba que siempre le han atraído mucho las pruebas de carretera, por lo que le hacía especial ilusión este debut en montaña en la prueba ‘de casa’, con el que ‘matar el gusanillo’ antes salir al día siguiente camino de Zandvoort para embarcarse en su ilusionante proyecto de este año en el Open GT europeo de circuitos con un Ginetta similar al que, con su motor roto, estaba aparcado apenas unos metros más allá en la asistencia de Andersson.

En los otros grupos se repetían los ganadores de la carrera 2: Igeño volvía a imponer el Saxo en grupo A (terminando noveno de la general de carrozados), Díaz ganaba otra vez en E1 con el Opel Manta, y Noguero seguía siendo el único grupo H en liza así que, obviamente, los puntos de ganador en históricos eran para él piloto del Lotus Elan.

¡EN UBRIQUE MÁS Y MEJOR!

¡Eso esperamos! La siguiente cita del certamen es algo así como el 'Fito del Sur', para lo bueno y para lo malo, ya que su tradición la convierte en la prueba 'faro' para todos los pilotos de la zona, atrayendo siempre una participación más numerosa... pero también tiene un gancho especial para esos 'aficionados de un sólo día' que suelen aprovechar la 'excusa' de la carrera para pasar un fin de semana de fiesta sin importarles realmente mucho el espectáculo deportivo. Centrándonos en esto último, que es lo que nos interesa, aunque la puntuabilidad para la copa europea suela aportar poco a nivel de participantes, no es nunca descartable que se anime a venir algún foráneo (aunque sea poco probable dado el escaso seguimiento del certamen). Y, por lo que respecta a los nacionales, tal vez sea en Ubrique donde algunos de los que no estuvieron en Estepona se incorporen al campeonato (estoy pensando, por ejemplo, en Angel Castro y su nuevo Sunred, o en Eduardo Noriego y su nuevo Porsche). Sea como fuere, allí estaremos para contaroslo, tanto a través de textos, datos y fotos en esta web como por medio de las siempre mucho más atractivas imágenes en movimiento que darán vida a los reportajes que realizaremos para GarajeTV y TVMotor. La montaña nos encanta, ya lo sabéis los que leéis estos casi siempre demasiado largos relatos... así que vamos a poner toda nuestra pasión, empeño y conocimiento del tema para que luzca lo mejor posible en la tele y, ¿quien sabe? eso pueda ayudar al necesario renacimiento de un campeonato que no merece caer en el olvido.