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Comentarios publicados en la web a lo largo de la temporada 2011

12|10|2011 EL SEGUNDO TÍTULO DE VETTEL

Evidentemente era cuestión de tiempo y la duda estaba sólo en si la confirmación matemática del segundo título mundial de Sebastian Vettel llegaría en Singapur o en Japón. Por un sólo punto no se produjo en al término de su podigiosa demostración en la carrera nocturna de Yas Marina, donde su endiablado ritmo entre los guardarailes del 'Mónaco asiático' fue una demostración más de su inmenso talento. La apabullante victoria de Vettel en Singapur convirtió ya en mero trámite la tarea de asegurarse el título en Suzuka, donde le bastaba acabar décimo para lograrlo... y eso sólo si el que ganaba la carrera era Jenson Button. El británico cumplió con su parte de intentar aplazar lo inevitable, ganando de forma magistral un gran premio en el que, más que nunca, había que pilotar con mano de hierro envuelta en guante de seda, justamente su especialidad. Pero el tercer puesto de Vettel, por detrás de un Alonso a altísimo nivel, tenaz y constante como siempre en el vuelta a vuelta, rudo y decidido como pocas veces en la defensa de la posición, fue más que suficiente para que el joven prodigio alemán pudiese levantar un segundo dedo al cielo, el que representa su segundo título mundial.

Vettel se convertía así en el bicampeón mundial más joven de la historia de la F1, entrando de lleno y por pleno derecho en el olimpo de los más grandes de la especialidad. Porque aunque sigue habiendo quien piensa que ha ganado porque lleva el mejor coche, las cosas no son tan simples, y quedarse con esa lectura tan limitada de lo que ha sido su sensacional temporada es un error tan grande como creer que Button ganó el mundial 2009 sólo gracias al Brawn o que Alonso se llevó los de 2005 y 2006 con un coche inferior. La fórmula 1 es bastante más complicada que esas simplificaciones tan repetidas en las crónicas televisivas de muchas carreras o en las noticias de muchos periódicos o revistas. Para vencer en un mundial de F1 hay que pilotar un coche ganador, y para convertir un coche ganador en un arma imbatible hay que ser un superclase. Como lo es Vettel, como lo es Button, como lo es Alonso y como lo es, también, Hamilton, aunque lleve unas cuantas carreras algo 'perdido' en absurdas diatribas con Massa.

Ahora, con el título ya decidido de forma definitiva e inapelable, llega un final de temporada en el que no van a faltar alicientes, con Vettel buscando más victorias, y con Button, Alonso, Webber y Hamilton intentando que el alemán no incremente su cuenta mientras ellos buscan ese honorífico subtítulo que les permita acabar la temporada con la moral a tope y encarar la siguiente con razones para pensar que es posible parar a este joven alemán que 'amenaza' con seguir la estela de triunfos y éxitos de su multilaureado compatriota Michael Schumacher.

14|09|2011 VETTEL Y RED BULL SENTENCIARON

Desde hace varios meses todo tenemos claro quien va a ser el campeón del mundo de fórmula 1 del 2011. Pero el final de la primera mitad de temporada dejaba abierta la esperanza no ya a un improbable vuelco en la clasificación sino, al menos, a una segunda parte de campeonato en la que hubiese un mayor reparto de triunfos. Algo a lo que apuntaban las victorias de Alonso y Ferrari en Silverstone o los dos primeros puestos de los McLaren de Hamilton y Button en Hochenheim y Hungaroring respectivamente.

Además, la segunda mitad del certamen arrancaba con los dos circuitos que, en teoría, se le podrían dar 'menos bien' a los sensacionales Red Bull: el precioso Spa y el histórico y vertiginoso Monza. Por ello, que haya sido en estos dos trazados en los que Vettel y el RB7 han ganado con más autoridad de lo que va de año no deja de ser sino la sentencia definitiva de un campeonato que el alemán va a ganar con cuatro o cinco carreras de antelación, estableciendo cifras de victorias y puntos auténticamente 'schumacherianas'.

Un dominio, el de Vettel con el Red Bull, que no puede achacar sólo al monoplaza diseñado por el genial Adrian Newey, sin duda el mejor de la parrilla... pero que sólo en las prodigiosas manos de Vettel arrasa como lo hace. Ahí están los resultados de Webber a igualad de coche (que nadie lo dude, ¡menudo es Mark como para no quejarse si las cosas no fuesen así!) para demostrarlo. El RB7 es un monoplaza que pasará a la historia de la F1 como uno de los más dominantes y eficaces... pero el pilotaje de Vettel tiene también mucha parte de 'culpa' en ello. El alemán lleva un año practicamente perfecto, con apenas los errores de la última vuelta en Canadá y del inicio de carrera en Alemania como únicos lunares (¡y estamos hablando de carreras en las que acabó segundo y cuarto!) en el debe pero con una larga serie de aciertos en el haber de una cuenta con saldo tan positivo como esos ciento y pico puntos de ventaja que tiene sobre su más inmediato seguidor.

Así que en Singapur o, como muy tarde, en Suzuka, Sebastien Vettel va a proclamarse el bicampeón más joven de la historia, y lo hará por méritos propios, que nadie lo dude.

03|08|2011 EL ESPÍRITU DE BRUCE SIGUE VIVO

Si algo queda en McLaren de aquella escudería formada en los 60 por un grupo de entusiastas llegados a Inglaterra de las lejanas antípodas eso es, sin duda, el espíritu luchador de su fundador, Bruce McLaren. Cuentan los que lo conocieron que el neozelandes no era de los que se rendían fácilmente ante cualquier adversidad, y ese afán de superación sigue vivo en la ultramoderna McLaren del siglo XXI, como la temporada 2011 se está encargado de demostrar más que nunca.
A principio de temporada, tras unos desastrosos tests de pretemporada, muchos eran los que daban ya por derrotada a la escudería que ahora dirige Martin Withmarsh. Y, sin embargo, los plateados MP4-26 fueron los que más cerca estuvieron de los inalcanzables Red Bull en el arranque de campeonato en Australia.
Después, con altibajos, los McLaren 'siguieron ahí' ganando incluso en China y Canada, hasta que justo en la carrera de casa volvieron a ceder un terreno que parecía irrecuperable, perjudicados tal vez más que nadie por la repentina prohibición de los controvertidos 'difusores soplados'.
Sin embargo, de nuevo con la normativa anterior a Silverstone como norma vigente para el resto del año, los dos siguientes grandes premios, los de Alemania y Hungría, han sido para McLaren. Dos victorias en las que, además, han tenido tanto o más que decir el talento de sus pilotos que la competitividad de sus monoplazas. Tanto en Nurburgring como en Hungaroring las temperaturas han sido bajas y hasta la lluvia ha hecho acto de presencia por momentos, bien fuese 'enfriando' la pista antes del gran premio en Alemania o mojándola en sus primeros compases en Hungría. En ambas ocasiones, cuando las condiciones de adherencia eran lejos de ser las óptimas se puso más en evidencia que nunca el descomunal talento de Hamilton, capaz de encontrar 'grip' donde no lo hay antes que nadie y de traducir esa innata habilidad en unos tiempos por vuelta fuera del alcance del resto. Ello, unido a su 'instinto asesino' a la hora de pelear cuerpo a cuerpo con sus rivales, le dio a Lewis una espectacular victoria en Alemania. Una victoria que parecía camino de repetir en Hungría hasta que su afán por distanciarse al máximo en cabeza cuando la lluvia amenazaba con volver le llevó a cometer un error y sentenció su carrera. El posterior duelo de Hamilton con su compañero de equipo, Jenson Button, fue otro de esos momentos en los que McLaren demostró que sigue fiel a su historia: lucha cerrada, dura pero leal entre ambos que se decantó finalmente del lado del siempre inteligente Jenson, de nuevo ganador en un gran premio en la que aun más importante que las mágicas dotes de pilotaje de Lewis era saber 'leer la carrera' y acertar con la estrategia adecuada.
Dos victorias consecutivas de McLaren, logradas a base de esa mezcla entre trabajo del equipo y talento de los pilotos que son el mejor tributo al añorado Bruce. Definitivamente su espíritu sigue muy vivo en la forma de operar de la escudería que lleva su nombre.

17|07|2011 EL FACTOR HUMANO

De sobra sabemos todos que en esto del automovilismo en general, y de la fórmula 1 en particular, cada vez influye más le mecánica y menos el piloto. Pero no por ello deja de ser importante el factor humano, como los dos últimos grandes premios, disputados en circuitos de características tan dispares como son Valencia y Silverstone, se han encargado de demostrar.

A estas alturas de temporada, la sensación general es algo así como que 'Vettel gana porque tiene el mejor coche'... lo cual no deja de parecerme un análisis demasiado simplista de la situación. Evidentemente, el Red Bull es el mejor monoplaza de la parrilla... pero lo es especialmente en manos de Vettel, que cuando algo falla (él en Canadá, el equipo en Gran Bretaña) queda segundo pero que si todo va bien es poco menos que inalcanzable. En cambio, con ese mismo 'coche fantástico', su compañero de equipo, Mark Webber, todavía no ha ganado un gran premio... y no es que el australiano sea 'manco' ni, mucho menos aun, que el equipo le de peor material. Lo que ocurre es que Vettel se está mostrando superior, está atravesando por un auténtico 'estado de gracia' y está sacando al fantástico Red Bull ese algo más que hace dos años le sacaba Button al Brawn (imbatible en sus manos, no tanto en las de Barrichello) o que hace unas cuantas temporadas extraía Alonso del Renault (multiganador con el asturiano, mucho menos victorioso si lo pilotaba Fisichella). El asturiano es, precisamente, el otro ejemplo que han dejado estas dos carreras de como el factor humano todavía cuenta ¡y de que manera! Al igual que ocurre en Red Bull si comparamos los resultados de sus dos pilotos, en Ferrari la diferencia entre las prestaciones de Alonso y las de Massa está en la capacidad de Fernando para llevar siempre al límite un monoplaza al que su compañero de equipo no logra sacar todo el jugo.

Si a todo esto unimos la influencia que otros factores humanos han tenido en estas carreras, sean a nivel político con la controversia de los mapas motor y los difusores soplados, o el cada vez más decisivo papel de los mecánicos en lo cambios de neumáticos, cuya proliferación y las escasas diferencias en pista hace tremendamente decisivos, el resultado es que, evidentemente, para ganar sigue siendo necesario tener el mejor coche o, al menos, uno que esté muy cerca del mejor... pero, afortunadamente, no basta sólo con eso, como las prestaciones de Vettel y Alonso en Valencia y Silverstone se han encargado de recordarnos. El piloto sigue teniendo mucho que decir y eso siempre es una buena noticia.

17|06|2011 LA F1 EN CANADÁ, A MEDIO CAMINO ENTRE LA ÉPICA Y LA FARSA

Pocas carreras habrá habido como la del gran premio de Canadá, en la que la fórmula 1 oscile entre éxito y fiasco, entre épica y farsa, de un modo tan radical. La anunciada lluvia llegó el domingo, puntual a la cita, y su presencia, que siempre es bienvenida como aliciente extra para el espectáculo, casi acaba por convertirse en el mayor enemigo del mismo. De entrada porque la 'sobreprotección' a la que los comisarios de la FIA someten a la 'categoría reina' nos privó del siempre emocionante momento de la salida, sustituido por esa arrancada tras el coche de seguridad que siempre es algo así como una anestesia para las emociones fuertes y que, en esta ocasión en que apenas si llovía y la pista estaba casi más para 'mixtas' que para 'extremas' nos pareció una precaución absolutamente innecesaria.
Y después porque, el auténtico dolivio que anegó zonas del circuito obligó, esta vez de forma más que razonable, a interrumpir el gran premio y a punto estuvo de dejarnos sin carrera aunque, por fortuna, la tormenta fue breve y el gran premio se reanudó un par de horas después... ¡de nuevo tras el coche de seguridad pese a que se estaba ya formando hasta carril seco!
Por fortuna, tanto el primer como en el sergundo caso, en cuanto se retiró el omnipresente 'safety car' tuvimos suficiente espectáculo en pista como para olvidarnos de la frustración que siempre produce su presencia. El circuito Gilles Villeneuve hace siempre honor al recordado piloto que le da nombre, lo que unido este año a las complicadas Pirelli, al DRS, que en Canadá se podía accionar, por primera vez, en dos zonas del circuito y, sobre todo, a las condiciones cambiantes de la pista debido a la lluvia, permitieron ver una carrera llena de alicientes en la que destacó, por encima de todo, un hombre, Jenson Button. El británico sacó a relucir su lado más salvaje, conteniendo incluso hasta el límite del reglamento a su agresivo compañero de equipo, Lewis Hamilton, que había salido 'hecho una furia' y dispuesto a conseguir un triunfo épico de esos que tanto le gustan. Pero esta vez el turno de escribir su nombre como ganador en una carrera de las que se recuerdan durante mucho tiempo era para Jenson. Ni los varios toques en que se vio implicado, ni la media docena de paradas en boxes, 'drive trough' incluido, ni los siempre competitivos Red Bull, pudieron hacer nada por detener al huracán en que se convirtió por unas horas el 'fino' campeón del 2009. Jenson dio todo un recital con un McLaren perfectamente reglado para agua y con el que tanto él como Hamilton, mientras estuvo en pista, se mostraron extraordinariamente superiores. Qué el triunfo le llegase a Button en la última vuelta, tras forzar un error del hasta ahora infalible Vettel, fue la guinda a una actuación épica que salvó una carrera que había empezado con toda la pinta de convertirse en una farsa. Algo que, me da la sensación, hasta los habitualmente siempre estrictos comisarios entendieron así, 'envainándosela' en lo que respecta a las investigaciones abiertas sobre los diferentes lances de carrera en los que estuvo involucrado Button. Haberle sancionado a posteriori privándole de un triunfo tan sensacional no hubiese sido nada bueno para la fórmula 1, que necesita precisamente de carreras así para volver a ser el mayor espectáculo del mundo.

02|06|2011 EL MEJOR MÓNACO EN MUCHOS AÑOS

Aunque el 'anticlimax' que supuso la inevitable bandera roja final y el subsiguiente (y totalmente reglamentario) cambio de gomas de los primeros nos dejó con las ganas de unas vueltas finales de infarto, el Gran Premio de Mónaco 2011 fue una carrera sensacional, la mejor que hemos visto en muchos años en el siempre fascinante trazado monegasco.

Para mi, Mónaco sigue siendo un gran premio imprescindible, por mucho que tenga muy claro lo anacrónico que resulta un circuito tan estrecho y tortuoso en los tiempos que corren. Pero sus muchos defectos no superan, ni de lejos, a la que para mi es su principal virtud, sigue siendo el circuito en el que los errores se pagan, algo a lo que ya apenas si estamos acostumbrados a ver en trazados con escapatorias como parkings de supermercados. En Mónaco no se puede fallar porque el error casi nunca es recuperable y hasta puede tener consecuencias más allá de la 'chapa y pintura' de cualquier golpe contra sus inmisericordes guardarailes.

Este año, además, la complicada gestión de las Pirelli añadió el 'picante' extra a un guiso ya de por si sabroso. Aunque adelantar siguió siendo tan complicado como siempre, al menos este año era posible o, al menos, se tenía la sensación de que se podía hacer. Y ello hizo a los equipos jugar a la ruleta con apuestas muy diferentes, lo que dio como resultado un final que se presentaba apoteósico, con tres monoplazas de tres equipos diferentes ocupando las tres primeras plazas y rodando pegados tras haber utilizados tres estrategias totalmente distintas. Al final, la bandera roja nos dejó con la duda de si el magistral control de Vettel, rodando más del doble de vueltas de lo que nadie pensaba fuese posible con el mismo juego de blandas, hubiese bastado para contener la furia de un ambicioso Alonso, que se confesó dispuesto al 'todo o nada'. O de si ambos no se hubiesen visto superados, o inducidos al error, por el sensacional Button, al que el safety car privó de un triunfo que estaba en sus manos de guante de seda con las que guió al McLaren en tiempos sólo al alcance de su agresivo compañero de equipo, enterrado en el centro del pelotón por las veleidades de una Q3 en la que el azar también hizo de las suyas.

Analizando con frialdad cifras y datos sigo pensando que Vettel hubiese aguantado, que Alonso era el que, tal vez, peor lo tenía, y que Button es posible que hubiese podido beneficiarse de los intentos que, a buen seguro, habría hecho el asturiano en los giros finales. Por desgracia, todo ello no lo pudimos ver pero, pese a todo, disfrutamos de un gran premio fantástico que sigue la línea de lo que vengo viendo desde el principio del año como la tendencia de la temporada: un campeonato que puede resultar aburrido en cuanto a la lucha por el título pero que va a estar formado por una serie de carreras de las que nos hacen vibrar. Y eso, para mi, es, de lejos, lo más importante.

25|05|2011 DEFINITIVAMENTE ¡LAS NUEVAS REGLAS FUNCIONAN!

Si algo dejó meridinamente claro la apasionante carrera que la fórmula 1 disputó en Montmeló es que las nuevas reglas funcionan. La combinación del alerón móvil, el KERS y, sobre todo, los neumáticos Pirelli y su difícil gestión, lograron el milagro de hacer que un gran premio en el trazado catalán no fuese, por una vez, la habitual y aburrida procesión en la que nadie podía, siquiera, intentar adelantar a nadie.
Además, la mayoría de los adelantamientos se produjeron en la zona del estadio, donde los coches que montaban gomas en mejor estado o de compuesto más perfomante, aprovechaban su mejor tracción para rebasar a los que les precedían, por lo que ni siquiera los que se quejaban tras Turquía de que el alerón móvil facilitaba en exceso las cosas, tuvieron argumentos en Montmeló, donde siguió siendo muy difícil pasar a final de recta, el lugar donde se podía desplegar el ya famoso DRS.
De todas formas, los que argumentan que el alerón móvil facilita demasiado los adelantamientos hasta hacerlos artificiales ya que el piloto de delante 'no se puede defender', se olvidan (o simplemente no saben) que en los buenos viejos tiempos de finales de los 60, principios de los 70, la situación era similar, con la aerodinámica en sus albores y los rebufos siendo letales para el que iba por delante. Carreras como las legendarias de Monza 67 o 71, se produjeron precisamente por eso, porque el piloto que venía por detrás tenía una ventaja imparable a la hora de atacar al que le precedía. Y a nadie se le ocurrió nunca tachar aquello de 'adelantamientos artificiales', al contrario, son carreras que han entrado en la historia.
Por ello, bienvenido sea el DRS que, acompañado por esas Pirelli de desgaste rápido y rendimiento muy desigual entre compuestos y entre estar nuevas o usadas, ya que el 'cocktail' formado por ambos factores está permitiéndonos disfrutar de carreras divertidísimas... aunque al final las acabe ganando siempre el mismo, ese Vettel en auténtico estado de gracia que parece poco menos que imparable al volante del fabuloso Red Bull. En Montmeló, Alonso intentó el milagro con una salida 'imposible', pero el asturiano sabía que aquello no iba a durar y que un Ferrari tapando todos los huecos para ganar en España ante coches superiores, algo que ya ocurrió en aquel fabuloso último gran premio del Jarama, no se iba a poder repetir. El relevo como 'amenaza' para Vettel lo tomó Hamilton, de nuevo espléndido y demostrando que es perfectamente capaz de gestionar las gomas sin, por ello, perder un ápice de su velocidad. Pero ni el mejor Alonso ni el mejor Hamilton pudieron batir a Vettel, y eso sólo ya debería darnos la medida del fantástico nivel al que está pilotando el alemán. Tiene el mejor coche, sin duda, pero además lo lleva lo más cerca posible de la perfección, y eso está al alcance de muy pocos.

18|05|2011 ¿PODRÁ ALGUIEN FRENAR A VETTEL?

En el circuito de Istanbul Park, Sebastien Vettel sumó su tercera victoria en cuatro carreras, acompañada además por el primer doblete para los poco menos que imbatibles Red Bull. El ritmo de marcha del alemán parece imparable, sobre todo porque sus victorias dan la sensación de ser conseguidas siguiendo aquel viejo consejo de Fangio, según el cual había que ganar 'corriendo lo menos posible'.
En Turquía, los Red Bull se permitieron incluso el lujo de renunciar al último intento de calificación... y aun así coparon lka primera línea, tal es su superioridad los sábados. Una superioridad que los domingos todavía no sabemos si no exhiben porque no pueden o porque no les hace falta. La remontada de Webber en China casi hace pensar en la segunda opción, aunque en Turquía al australiano le costó algo más de lo previsto completar el anunciado doblete de los coches azules. La culpa la tuvo un Fernando Alonso que volvió a calificar en la quinta posición pero que esta vez no perdió terreno en los siempre conflictivos metros iniciales. A partir de ahí, el asturiano mostró su mejor cara, rodó al máximo de lo que el F150º permite y hasta se permitió el lujo de amenazar el doblete Red Bull aunque finalmente tuviese que sucumbir ante la 'carga final' de Webber.
Mientrasi Alonso y Ferrari mejoraron sus resultados en Turquía, Hamilton y McLaren los empeoraron, al ser esta vez el británico el que 'se fue para atrás' en el arranque de carrera. Lewis es de los que no se lo piensan cuando ven la más mínima oportunidad de ganar una posición, y por ello trato de pasar a Webber tras la primera curva, lo que le costó caro y le hizo ser superado por Alonso y Button. Ello nos permitió, al menos, ver una nueva demostración de que en McLaren 'les va la marcha', con un precioso duelo entre Hamilton y Button, duro pero limpio, que acabó decantándose a favor de Lewis pero le costó demasiado tiempo como para permitirle inquietar al trío de cabeza.
Ahora, la F1 llega a España, a ese trazado de Montmeló donde casi nunca 'pasa nada' por lo que se va a convertir en el mejor juez para la efectividad del ya famoso alerón movil (o DRS como dicen los 'Brittish'). Además, justo unos días antes de que los motores empiecen a rugir en el circuito catalán, la FIA avisa sobre una mayor severidad a la hora de controlar el uso que se hace de los gases de escape para 'alimentar' los 'difusores soplados'. ¿Será ello suficiente para frenar a Vettel y Red Bull? Me da la sensación de que no pero no estaría mal que así fueese por el bien del interés del campeonato.

20|04|2011 LA MEJOR VICTORIA DE HAMILTON

Hacia años que no disfrutaba tanto viendo una carrera de fórmula 1. Casi diría que ya se me había olvidado lo que era ver como la victoria se decidiese a base de adelantamientos en pista, tan acostumbrados como estamos a esta 'F1-ajedrez' en la que la estrategia y la táctica han acabado por relegar el combate directo entre sus principales protagonistas a poco menos que 'anomalías' que se procuran evitar. Por ello resultó tremendamente refrescante ver como un piloto que rodaba en quinta posición cuando encarábamos el tercio final de la prueba, la acabase ganando a base de adelantar sobre el asfalto a los cuatro que le precedían. Algo que habría remontarse muy atrás en el tiempo para recordar y que fue el perfecto y emocionante climax a un gran premio de China lleno de interés y alicientes.

Pedía en mi anterior comentario que, al menos, alguien pudiese salir mejor que Vettel en el siguiente gran premio para evitar la 'fuga' del imparable dúo formado por el alemán y su RedBull. Y justo eso pasaba en China, con los McLaren de Hamilton y Button superando al actual campeón mundial en los primeros metros. Ese 'contratiempo' unido a la diferente estrategia adoptada por la escuadra de Woking, a la nada fácil gestión del desgaste de las gomas Pirelli, al poco eficiente KERS del Red Bull (¡su único punto débil!) y a la combinación favorecedora para los adelantamientos que formaron la larga recta de Shanghai y el alerón móvil, propició una carrera en la que, por una vez, arriesgarse a hacer algo diferente podía tener premio. El premio que tuvo la decisión de McLaren y Hamilton de no jugarse el todo por el todo en busca de la pole el sábado, aprendiendo de lo ocurrido en Malasia para reservar un juego de 'blandas nuevas' y, haciendo uso de ellas en carrera, poder parar una vez más y, aún así, compensar, con creces, el tiempo perdido en la detención extra.

Una estrategia arriesgada que para funcionar necesitó de todo el inmenso talento de Hamilton, autor de una carrera simplemente sensacional. Su decisión para 'tirarse' en busca de cualquier hueco a la hora de adelantar era ya bien conocida. Que además fuese capaz de combinarla con la cabeza necesaria para no precipitarse y conservar las gomas, fue la clave para que acabase logrando un triunfo que, en mi opinión, tiene aun más mérito que sus fantásticas victorias bajo la lluvia en Silverstone, Spa o Mónaco de los últimos años. Unos triunfos, todos ellos, en los que el agua y su habilidad para controlar un monoplaza cuando la adherencia es precaria fueron el factor determinante. Unas victorias de 'talento puro' a las que en el triunfo de China añadió virtudes que, de confirmar, le llevarán a ser aun mejor de lo que ya es ¡que es mucho!. En todo caso, si todo ello es suficiente para contrarrestar el poderio de Red Bull está por ver. La alucinante demostración de Weeber, remontando de decimooctavo a tercero y rodando, por momentos, hasta tres y cuatro segundos más rápido que cualquiera, asusta y me hace temer que el campeonato de este año sea un mónólogo Red Bull... aunque mientras tengamos de vez en cuando alguna carrera como la de China casi que lo doy por bueno.

07|04|2011 ¿LA VIDA SIGUE IGUAL?

Se inició en Australia el mundial de Fórmula 1 con muchas novedades (retorno del KERS, alerones traseros móviles, neumáticos Pirelli) pero con una sensación de 'deja vu' en el resultado final del gran premio que dejó una sensación de que apenas nada había cambiado desde el gran premio final del año pasado. Y, sin embargo, yo creo que si han cambiado muchas cosas, empezando por ver a Vettel y RedBull tan fiables y dominantes ya desde el primer momento, algo que nunca habían conseguido y que, si cabe, da tanto o más 'miedo' que la enorme superioridad mostrada de nuevo en calificaicón por el joven piloto alemán y su monoplaza. También me parece muy destacable el magnífico rendimiento de los McLaren, a los que muchos ya querían 'enterrar' antes siquiera de iniciarse la temporada. El nuevo MP4/24 es un coche tan original como complejo, que en manos de Hamilton y Button puede llegar a ser la auténtica alternativa a un posible dominio RedBull cuya sombra planea sobre el campeonato.
Una alternativa que también debería ser Ferrari, especialmente con Alonso, ya que Massa parece, definitivamente, condenado a un papel menor del que no se le ve com capacidad de salir. Sin embargo, el rendimiento del F150º dejó más dudas que certezas en Albert Park, y ser el primero de los que tuvieron que hacer tres paradas no parece muy buen augurio en un campeonato en el que cuidar las gomas Pirelli puede convertirse en factor decisivo. De todas formas, los neumáticos italianos rindieron de forma mucho más consistente de lo que los alarmistas presagios de pretemporada auguraban, y la fantástica carrera a una sola parada con más de media carrera calzando las blandas del debutante Segio Pérez dejó claro que, tal vez, hubo excesiva precaución por parte de todos en un partado tan importante.

De todas formas, las temperaturas benignas y la naturaleza muy particular del trazado de Melbourne no son condiciones que permitan sacar excesivas conclusiones. Ahora viene Malasia, con mucho más calor, con una recta más larga, en la que las alas móviles y el KERS han de ser mucho más eficaces, y hasta con la siempre presente amenaza de las lluvias torrenciales en aquella parte del mundo a estas alturas del año. Así que, definitivamente, aunque hasta Petrov volviese a quedar por delante de Alonso, al igual que en Abu Dhabi, la vida no sigue igual en la fórmula 1.

13|03|2011 UNA TEMPORADA ESPECIAL EN UN AÑO COMPLICADO

Arranca con este comentario una temporada muy especial para 'citadecampeones'. Se trata de la décima consecutiva en la que estaremos 'al pié del cañón' tratando de transmitiros sensaciones y vivencias de los rallyes y subidas así como compartiendo con todos vosotros nuestras impresiones sobre la fórmula 1 y otros temas relacionados con el mundo del automovilismo que sean actualidad a lo largo del año. Un año que se presenta complicado, con la crisis haciendo, si cabe, aun más mella en un deporte cada vez más caro y menos accesible, que necesita del esfuerzo conjunto de todos, desde federativos, organizadores y participantes hasta informadores y aficionados, para salir adelante.

Sin embargo, conciliar los intereses de todos ellos parece poco menos que imposible, y desde la F1 al automovilismo regional no escasean los ejemplos de falta de entendimiento, discrepancias y hasta agrias disputas. Algo que, si ya sería poco positivo en una situación de bonanza, es aun mucho más negativo en una época tan de 'vacas flacas' como la que nos toca vivir. Por nuestra parte, el objetivo será siempre sumar y nunca tratar de restar o dividir, porque lo que nos gusta son las carreras y no la política... aunque, por desgracia, sea esta la que en demasiadas ocasiones rige los destinos de nuestro deporte.
De todas formas, tratemos de ser positivos y empezemos el año con optimismo a pesar de todo. Y para ello nada mejor que hacerlo con un reportaje sobre el criterium Sólo Escort, una prueba sin las tensiones de los puntos en juego y que, además, es algo así como un 'viaje en el tiempo' a épocas no si si mejores o peores pero, sin duda, diferentes. ¡Bienvenidos a la décima temporada de 'citadecampeones.com'!